Documento descargado de http://www.doyma.es el 10/09/2006. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISIÓN Estimulación eléctrica y espasticidad: una revisión E. G. SPAICH y C. B. TABERNIG Laboratorio de Ingeniería de Rehabilitación e Investigaciones Neuromusculares y Sensoriales (LIRINS). Facultad de Ingeniería. Bioingeniería. Universidad Nacional de Entre Ríos. Argentina. Resumen.—La espasticidad puede describirse como una condición que asocia parálisis o paresia con hiperreflexia. Sus síntomas incluyen un aumento de la resistencia a la manipulación, exageración de los reflejos profundos y clonus. Entre los procedimientos útiles para su tratamiento se encuentra la aplicación de estimulación eléctrica cutánea. Se ha realizado una extensa investigación bibliográfica acerca del estado del conocimiento sobre los efectos de la estimulación eléctrica de superficie en los músculos con hipertonía espástica y se presentan los resultados obtenidos por numerosos investigadores. En estos estudios se han aplicado gran diversidad de protocolos, por lo que para realizar un análisis global de los resultados obtenidos por los distintos autores se han escogido los artículos que reportan trabajos con pacientes evaluados antes y al menos una vez después de la sesión de estimulación, y en los que el resultado de la evaluación se presentó en forma individual para cada paciente. A partir de los trabajos revisados se ha logrado contabilizar un total de 86 pacientes. Se encontró que el 80,2% de ellos disminuyó su grado de espasticidad y que sólo el 4,6% la aumentó posteriormente a la aplicación de estimulación eléctrica. Se concluye que existe evidencia suficiente para afirmar que la estimulación eléctrica de superficie representa una importante herramienta para el tratamiento de la hipertonía espástica en pacientes con lesiones en el sistema nervioso central. Palabras clave: Espasticidad. Estimulación eléctrica. Hipertonía espástica. ELECTRICAL STIMULATION AND SPASTICITY Summary.—Spasticity can be described as a condition that associates paralysis or paresis with hyperreflexia. Its symptoms include an increase in resistance to manipulation, exaggeration of the deep reflexes and clonus. Among the useful procedures for its treatment, the application of cutaneous electrical stimulation is found. An extensive bibliographical investigation has been performed on the state of knowledge on Trabajo recibido el 23-VIII-99. Aceptado el 12-XII-01. 162 the effects of electrical stimulation of the surface in the muscles with spastic hypertonia and the results obtained by many investigators are presented. In these studies, a large diversity of protocols has been applied, so that the articles that report on works with patients evaluated before and at least once after the stimulation session and in which the result of the evaluation was presented individually for each patient were chosen in order to perform a global analysis of the results obtained by the different authors. Based on the works reviewed, it was possible to count a total of 86 patients. It was found that 80.2% of them decreased their spasticity degree and that only 4.6% increased it after the application of electrical stimulation. It is concluded that there is sufficient evidence to state that electrical stimulation of the surface represents an important tool in the treatment of spastic hypertonia in patients with lesions in the central nervous system. Key words: Spasticity. Electrical stimulation. Spastic hypertonia. INTRODUCCIÓN La hipertonía espástica es un desorden del control motor común en las personas que sufren lesiones en el Sistema Nervioso Central (SNC). Esta condición suele producir dificultad para concretar movimientos, aunque en algunos casos el aumento del tono muscular puede resultar beneficioso. Nuestro grupo trabaja desde hace varios años en la aplicación de estimulación eléctrica (EE) para restaurar la movilidad de los miembros de pacientes con lesiones en el SNC. Si bien durante la práctica clínica se ha observado una reducción del grado de espasticidad de los pacientes que utilizan dispositivos ortésicos o tratamientos terapéuticos basados en EE, hemos detectado una tendencia de algunos profesionales de la salud a suponer que el efecto de la estimulación eléctrica es perjudicial. En consecuencia a muchos pacientes no se les ofrece la electroestimulación como una herramienta para su rehabilitación. Decidimos realizar Rehabilitación (Madr) 2002;36(3):162-166 46 Documento descargado de http://www.doyma.es el 10/09/2006. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. SPAICH EG, ET AL. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA Y ESPASTICIDAD: UNA REVISIÓN una investigación bibliográfica para averiguar cuál es el estado del conocimiento de este tema. Se efectuó una búsqueda en la base de datos Medline usando las palabras claves incluidas en este artículo y una búsqueda manual en distintas publicaciones relacionadas. En este trabajo presentamos el resultado de dicha revisión bibliográfica. Primero introducimos algunos conceptos como el reflejo miotático, diversas definiciones de espasticidad y modos de evaluarla, y los posibles mecanismos de acción de la estimulación eléctrica sobre los músculos espásticos. Luego presentamos las experiencias realizadas por distintos grupos de trabajo, haciendo especial énfasis en la diversidad de protocolos empleados y en los resultados obtenidos en estas condiciones. Finalmente, discutimos los resultados y presentamos nuestras conclusiones. CONCEPTOS BÁSICOS El mecanismo básico de control del tono muscular es el reflejo miotático que es originado por la activación de las terminaciones aferentes primarias del huso neuromuscular y mediado por la médula espinal. La descarga de las terminaciones primarias posee tanto componentes estáticas como dinámicas que originan las componentes tónicas y fásicas del reflejo de estiramiento 1. La espasticidad se desarrolla cuando debido a una lesión, el arco reflejo de estiramiento es aislado de su sistema modulador supraespinal produciendo una excitación anormal de las motoneuronas alfa y gamma. Este desorden del control motor ha suscitado numerosas definiciones. En el artículo de Levine et al2 se transcribe la definición de espasticidad dada por Pollock como una condición demostrable por un incremento sostenido de la tensión cuando el músculo es estirado pasivamente; el incremento se siente desde el principio del movimiento y es proporcional al grado de estiramiento. Los autores están en desacuerdo con parte de esta definición puesto que observaron que la espasticidad puede manifestarse en una porción limitada del rango de movimiento y la describen como una condición de parálisis o paresia muscular asociada con hiperreflexia, cuyos síntomas incluyen un aumento de la resistencia a la manipulación, exageración de los reflejos profundos y clonus. Stefanovska et al 3 introducen una nueva variable: la velocidad de estiramiento del músculo. Al analizar los registros de actividad eléctrica muscular (EMG) y de momento torsor (MT) efectuados a más de 100 pacientes hemipléjicos mientras se les movilizaba pasivamente el tobillo en el plano sagital, pudieron distinguir dos patrones de espasticidad. Uno con actividad refleja tónica aumentada y el otro con hiperactividad refleja fásica. En la espasticidad fásica los valores pico a pico del EMG y del MT tuvieron un incremento lineal47 mente dependiente de la velocidad del estiramiento, cosa que no sucedió en la espasticidad tónica, que se mantuvo durante todo el tiempo que el músculo permaneció estirado. Estos autores sugieren definir la espasticidad como una actividad exagerada del arco reflejo de estiramiento con un aumento de los reflejos tónicos dependiente de la longitud y de los reflejos fásicos dependiente de la velocidad del estiramiento. Debido a la complejidad y diversidad de los fenómenos mediante los cuales se manifiesta la espasticidad es imposible obtener un índice que la describa totalmente. Los diferentes métodos de evaluación abordan distintos aspectos de esta patología por lo que para caracterizarla totalmente habría que utilizar diversos exámenes, lo que a su vez sería de poca aplicación en la práctica clínica. Los métodos de evaluación más usados pueden clasificarse en clínicos, neurofisiológicos y biomecánicos 4. Los primeros se basan en la observación cualitativa del estado del paciente y su clasificación según distintas escalas, tales como las de Ashworth, Penn, etc. Los principales inconvenientes son que, debido a su naturaleza subjetiva, la clasificación puede variar según el evaluador y que, al no ser muy precisas, no son de utilidad para reflejar pequeños cambios en la espasticidad. La principal ventaja es que no requieren ningún tipo de equipamiento, sólo una persona entrenada. Los métodos neurofisiológicos, por ejemplo la evaluación del reflejo de Hoffman, están bien estandarizados pero tienen una correlación pobre con el estado clínico de la espasticidad. Las evaluaciones biomecánicas están basadas en la aplicación de un desplazamiento o fuerza a una articulación y el registro de las fuerzas de reacción, momentos y desplazamientos que se correlacionan con la actividad refleja del músculo 3, 5-14. Entre los procedimientos terapéuticos para tratar la espasticidad pueden mencionarse ejercitación activa, estiramiento pasivo, agentes farmacológicos y físicos. Los agentes farmacológicos más utilizados son el Baclofen, el Diazepam, el Dantraleno, la Tizanidina y la Clonidina 15. Entre los agentes físicos se encuentran el frío, el calor y las corrientes eléctricas 16. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA Y ESPASTICIDAD Mecanismos de acción Se han desarrollado diversas hipótesis para tratar de explicar los mecanismos mediante los cuales la electroestimulación afecta el grado de hipertonía espástica. Larsson 17 propone una influencia en la inhibición presináptica. La espasticidad se debería, en cierto Rehabilitación (Madr) 2002;36(3):162-166 163 Documento descargado de http://www.doyma.es el 10/09/2006. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. SPAICH EG, ET AL. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA Y ESPASTICIDAD: UNA REVISIÓN grado, a una reducción de dicha inhibición, por lo que el efecto de la estimulación eléctrica podría deberse a una restauración parcial de la misma. La inhibición presináptica es mediada por una interneurona que es activada tanto por vías descendentes como por fuentes segmentales. La influencia periférica proviene de diferentes fuentes tales como aferentes propioceptivos, cutáneos y de los reflejos flexores. De acuerdo a esta hipótesis un fuerte incremento de los impulsos aferentes a la interneurona común, podría compensar parcialmente la pérdida sufrida desde la fuente central. Según Dewald et al 13 con la estimulación eléctrica podría también producirse un efecto sobre la excitabilidad de las motoneuronas puesto que se ha demostrado que el sistema propioespinal deprime la excitabilidad de las motoneuronas después de aplicar estimulación cutánea. Rebersek et al 18 proponen considerar una «hipótesis de balance». En el sistema neuromuscular sano las sinapsis excitatorias e inhibitorias están en equilibrio y operando cerca de su nivel de máxima actividad. En la espasticidad espinal, y tal vez en otras patologías, la actividad de las sinapsis inhibitorias se reduce mientras que las otras permanecen iguales. Al aplicar estímulos eléctricos la información aferente activaría ambas sinapsis, pero puesto que las excitatorias están cerca de su nivel de saturación casi no modificarían su actividad, en cambio las sinapsis inhibitorias serían activadas produciendo un estado tendente al balance original. Dentro de la hipótesis de inhibición recíproca, que es uno de los principios básicos de la organización medular, Apkarian y Naumann 11 demostraron experimentalmente que la estimulación eléctrica del músculo tibial anterior puede inhibir el reflejo miotático del músculo antagónico en individuos sanos y el clonus en sujetos con espasticidad. Pero Hines et al 19 encontraron que la estimulación de los músculos extensores de los dedos no produjo una inhibición recíproca significativa en los flexores de los dedos de pacientes hemipléjicos. Protocolos de investigación En los estudios acerca de los efectos de la estimulación eléctrica en la espasticidad se han aplicado gran diversidad de protocolos. Entre las variables que difieren entre uno y otro protocolo se encuentran el ancho, la amplitud y la frecuencia de los pulsos de estimulación, la ubicación de los electrodos, la duración de la sesión y el método de medición de la espasticidad. Respecto al sitio de estimulación algunos autores aplicaron estimulación eléctrica a los músculos espásticos 13, 14, 20, otros estimularon los antagonistas 11, 12, mientras que otros lo hicieron con ambos grupos musculares 2, 8, 9, 21. 164 La frecuencia, la amplitud y el ancho de los pulsos de estimulación determinan el tipo de actividad muscular evocada. En los distintos estudios se han utilizado diversas combinaciones de estos tres parámetros. Por ejemplo, Vodovnik et al 8, 9 emplearon un estimulador superficial con pulsos de estimulación de 0,3 ms, 30 Hz y 100 mA de amplitud; Levine et al 2 usaron corrientes farádicas de 100 Hz de frecuencia; Solomonow et al 21 utilizaron pulsos rectangulares de 0,5 ms y 20 Hz y Dewald et al 13 emplearon pulsos de 0,1 ms y 20 Hz. En un estudio realizado por Vodovnik et al 20 se aplicaron trenes de pulsos rectangulares monofásicos cuya frecuencia y ancho de pulso fueron adoptados a partir de la mayoría de los parámetros presentados por otros autores. Se realizaron combinaciones en las que la frecuencia tomó un valor entre 10, 100 y 1.000 Hz y el ancho de los pulsos entre 0,01, 0,1 y 1 ms. La amplitud se ajustó para que la contracción producida no fuera dolorosa. El resultado obtenido fue que la frecuencia de 100 Hz pareció ser óptima para disminuir la espasticidad para anchos de pulsos que variaban entre 0,01 y 1 ms, siendo la combinación 100 Hz/0,1 ms la más efectiva. La amplitud de los pulsos de estimulación generalmente se fijó por debajo del umbral motor si se estimuló el músculo espástico 13, 14, 20 y por encima del mismo si se actuó sobre su antagonista 8, 12, 21. En el primer caso, por ejemplo en la estimulación del cuádriceps espástico, no se buscó sobre-estimular un músculo de por sí hiperactivo sino enviar información sensitiva a la médula espinal. En el segundo caso, por ejemplo en la estimulación del músculo tibial anterior para obtener la dorsiflexión del pie, la amplitud de los pulsos produjo una contracción que contrarrestó el efecto mecánico de la espasticidad del antagonista. Para aplicar las corrientes eléctricas se han empleado estimuladores superficiales 8, 9, 11-14, 20-22, transcutáneos 23 e implantados. Entre los últimos se pueden diferenciar dos categorías. Los dispositivos intramedulares 24 y los utilizados para la corrección de la marcha 10, 18 y movilización de los dedos de la mano 19. Las características de los programas de estimulación en general dependen de si el paciente participaba de un programa de rehabilitación funcional y en forma paralela se evaluó la espasticidad o si fue incorporado a un estudio exclusivamente para investigar los efectos de la estimulación eléctrica en la espasticidad. Vodovnik et al 9 estimularon en una única sesión durante 30 minutos el músculo isquiotibial y en los 30 minutos siguientes el mismo músculo más el cuádriceps. En otro trabajo estimularon los cuádriceps e isquiotibiales de ambas piernas, en forma cíclica, a lo largo de cinco días 8. Mientras que en otro estimularon cíclicamente sólo los cuádriceps de ambas piernas, durante cuatro segundos cada uno 20. Seib et al 12 Rehabilitación (Madr) 2002;36(3):162-166 48 Documento descargado de http://www.doyma.es el 10/09/2006. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. SPAICH EG, ET AL. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA Y ESPASTICIDAD: UNA REVISIÓN aplicaron una sesión de estimulación cíclica durante 20 minutos, con un período de 35 segundos, en el tibial anterior. Solomonow et al 21 estudiaron pacientes que usan, un mínimo de 1 hora por día, tres días a la semana, un promedio de 16 semanas, una ortesis eléctrica para asistir la marcha. Rebersek et al 6 trabajaron con pacientes que usaron estimuladores peroneales implantados diariamente durante un año. Para estimar la espasticidad la mayoría de los autores emplearon métodos biomecánicos. Algunos emplearon el test del péndulo, combinado con el registro del electrogoniograma y electromiogramas 8, 9, 20. Otros aplicaron desplazamientos controlados a los miembros afectados y registraron el momento torsor y electromiogramas 11, 13, 14, mientras que otros autores eligieron las evaluaciones clínicas cualitativas 2, 21. Resultados de los tratamientos basados en estimulación eléctrica Para realizar un análisis global de los resultados obtenidos por distintos autores empleando diversos protocolos hemos escogido un grupo de artículos que tienen las siguientes características comunes: a los pacientes se les aplicó estimulación eléctrica superficial; todos los pacientes fueron evaluados antes y al menos una vez después de la sesión de estimulación; y el resultado de la evaluación se presentó en forma individual para cada paciente, lo que nos permitió analizar cada caso en particular. A partir de los trabajos revisados hemos logrado contabilizar un total de 86 pacientes con lesiones cerebrales o medulares a los que se les aplicó estimulación superficial y se les evaluó la espasticidad 2, 8, 9, 11-13, 20, 21. Aproximadamente el 23% de ellos recibió estimulación en el músculo espástico (cuádriceps, bíceps) y el 25% fue estimulado en el músculo antagonista al espástico (tibial anterior, extensores de la muñeca). El resto de los pacientes fue estimulado cíclicamente en ambos grupos musculares. Después de estudiar cada caso en particular hemos clasificado a los pacientes de acuerdo a si tuvieron mejoría, permanecieron igual o empeoraron tras la aplicación de estimulación superficial. El 80,23% de los pacientes, obtuvo una mejoría de duración temporal variable. El 15,12% de ellos no modificó su grado de espasticidad y sólo el 4,65% lo aumentó. La duración de los efectos producidos por la estimulación eléctrica fue muy variable. Vodovnik et al 8, 20 reportaron que dichos efectos no permanecieron más de 24 horas. Seib et al 12 encontraron decrementos de la espasticidad estadísticamente significativos aún después de 24 horas, aunque subjetivamente los pacientes percibieron la reducción no más de seis horas des49 pués de finalizada la sesión de estimulación. Dewald et al 13 documentaron una disminución que duró al menos 30 minutos; mientras que el 61% de los 33 pacientes que participaron en el estudio de Solomonow et al 21 reportaron una reducción de los espasmos que duró entre uno y tres días. De los pacientes que mejoraron, aproximadamente el 56% recibió estimulación tanto en los músculos agonistas como en los antagonistas, mientras que el resto fue estimulado en forma casi equitativa en un grupo o en el otro. La mejoría consistió en una reducción de los espasmos8, 21, incremento de la relajación muscular2, 20 y del rango de movimiento de la articulación afectada2, 8, 9, 20. Según los estudios realizados por Rebersek et al 18 sobre el EMG de pacientes antes y después de ser estimulados, la estimulación eléctrica disminuyó sólo la actividad tónica, mientras que la fásica no se modificó o incluso aumentó. El momento torsor producido por la espasticidad fásica fue mucho menor que el producido por la tónica por lo que es probable que la idea generalizada de que la estimulación eléctrica produzca un aumento de la espasticidad resulte del hecho de que algunos pacientes sufren un incremento en la espasticidad fásica, que posee una importancia clínica menor que la espasticidad tónica 10. DISCUSIÓN Existe evidencia suficiente como para afirmar que la estimulación eléctrica de superficie representa una importante herramienta para la rehabilitación de pacientes con lesiones en el SNC. Además, se ha observado que produce un efecto inicialmente inesperado en la regulación de la hiperexcitabilidad del reflejo miotático. El estado actual del conocimiento en neurofisiología no permite explicar con certeza el proceso mediante el cual se produjo este efecto, lo cual no invalida los resultados obtenidos por los diversos autores. Se ha evidenciado una gran diversidad de protocolos empleados para estudiar los efectos de la estimulación eléctrica cutánea sobre los músculos con hipertonía espástica. Ello dificulta la comparación estricta entre uno y otro estudio. No obstante, si se consideran los resultados de las evaluaciones de los pacientes sometidos a estos distintos tratamientos, y no los protocolos usados, se puede observar que un gran porcentaje logró mejorar su condición. Esto indicaría que independientemente del protocolo empleado, la aplicación de estimulación eléctrica cutánea produjo una mejoría en la espasticidad. Teniendo en cuenta este porcentaje mayoritario de pacientes (80,23%) reportados con mejorías después de la aplicación de electro- Rehabilitación (Madr) 2002;36(3):162-166 165 Documento descargado de http://www.doyma.es el 10/09/2006. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. SPAICH EG, ET AL. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA Y ESPASTICIDAD: UNA REVISIÓN estimulación y que sólo el 4,65% del total aumentó su grado de espasticidad, podemos concluir que la estimulación eléctrica superficial es un procedimiento terapéutico cuya aplicación es de utilidad para disminuir la espasticidad muscular y que resulta necesaria la realización de un estudio multicéntrico a los efectos de estandarizar los protocolos de investigación utilizados en esta línea temática y de generalizar un tratamiento. AGRADECIMIENTOS Agradecemos especialmente la colaboración del Dr. Fernando Sotelano quien revisó este trabajo en primera instancia. BIBLIOGRAFÍA 1. 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