TEMA_2 - Página Personal de Jose Luis Mesa Rueda

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TEMA 2: FLUIDOS SUPERCRÍTICOS
Propiedades de los fluidos supercríticos y su utilización como disolventes
Desde la década de 1990, en la bibliografía química se ha visto un aumento en la
publicación de trabajos que describen las propiedades y aplicaciones de los fluidos
supercríticos, en particular dióxido de carbono y agua supercrítica. Uno de los estímulos
para este interés es la búsqueda de disolventes verdes que sustituyan los compuestos
orgánicos volátiles. El significado del término supercrítico se explica en la Figura 8.8
que muestra un diagrama de fases presión-temperatura para un sistema de un
componente. Las líneas continuas azules representan los límites entre las fases. La línea
discontinua pone de manifiesto la distinción entre vapor y gas; un vapor puede ser
licuado aumentado la presión, un gas no. Por encima de la temperatura crítica, Tcrítica, el
gas ya no puede ser licuado independientemente del aumento de la presión. Si se
observa una muestra al alcanzar el punto crítico, el menisco de la interfase líquido-gas
desaparece lo que significa que ya no hay distinción entre las dos fases. A temperatura y
presión por encima de la temperatura y presión críticas (es decir, por encima del punto
crítico), una sustancia se convierte en un fluido supercrítico.
Un fluido supercrítico posee propiedades de disolvente que se parecen a las de un
líquido, pero también exhibe propiedades de transporte parecidas a las de un gas. De
esta manera, un fluido supercrítico no solo puede disolver solutos sino que también es
miscible con los gases ordinarios y puede penetrar en los poros de los sólidos. Los
fluidos supercríticos tienen una viscosidad más baja y un coeficiente de difusión más
elevado que los líquidos. La densidad de un fluido supercrítico aumenta al aumentar la
presión y, al aumentar la densidad, la solubilidad de un soluto en el fluido supercrítico
aumenta de manera espectacular. El hecho de que las propiedades puedan ajustarse
variando la presión y la temperatura tiene ventajas para la aplicación de estos fluidos
como agentes de extracción. Utilizar un fluido supercrítico para la extracción de un
material determinado a partir de una materia prima supone el reparto del material en el
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líquido supercrítico, seguido de un cambio de temperatura y presión que tiene como
resultado el aislamiento del soluto puro por vaporización del CO2. Finalmente, el fluido
supercrítico puede reciclarse invirtiendo el cambio en las condiciones de temperatura y
presión (véase la figura en el cuadro 8.4).
La tabla 8.11 da la temperatura y presión críticas de compuestos seleccionados que se
utilizan como fluidos supercríticos. Junto con su fácil accesibilidad, bajo coste, falta de
toxicidad, el hecho de que es inerte químicamente y no inflamable, la temperatura y
presión críticas del CO2 son lo suficientemente adecuadas para hacer que el CO2
supercrítico (scCO2) sea de un gran valor como disolvente; el cuadro 8.4 proporciona
ejemplos de sus aplicaciones comerciales.
Aunque scCO2 es una alternativa “limpia” a los disolventes orgánicos para una serie de
procesos de extracción, no es polar. A pesar de que el comportamiento de scCO2 no es
análogo al de un disolvente orgánico no polar típico, su capacidad para extraer
compuestos polares es relativamente baja. A la disolución de compuestos polares puede
ayudar la introducción de un codisolvente subcrítico (un modificador) en el scCO2, las
elecciones comunes son H2O y MeOH. El uso de surfactantes que poseen una cabeza
soluble en agua y una cola compatible con CO2 permite dispersar “bolsas” de agua en el
scCO2. Como resultado, la química en fase acuosa puede llevarse a cabo en lo que en
esencia es un ambiente no acuoso. Una ventaja de este sistema es que reactivos
normalmente no solubles en agua, pero solubles en scCO2 pueden ponerse en estrecho
contacto con reactivos solubles en agua.
Otros disolventes supercríticos bien estudiados son NH3 y H2O. La temperatura y
presión críticas del NH3 supercrítico son accesibles (Tabla 8.11), pero el disolvente es
químicamente muy reactivo y es relativamente peligroso para aplicaciones a gran
escala. El H2O en estado supercrítico tiene un temperatura y presión críticas
relativamente elevadas (tabla 8.11) que limitan su uso. Aún así, tiene importantes
aplicaciones como disolvente. En el punto crítico, la densidad del agua es 0.32 gcm-3; la
densidad de la fase supercrítica puede controlarse variando la temperatura y la presión.
A diferencia del agua subcrítica, el H2O supercrítica se comporta como un disolvente no
polar. De esta manera, no es un buen disolvente para sales inorgánicas, pero disuelve
compuestos orgánicos polares. En esto se basa su utilización en la oxidación en agua
supercrítica (u oxidación hidrotermal) de residuos orgánicos tóxicos y peligrosos. En
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presencia de un agente oxidante adecuado, el residuo orgánico líquido en scCO2 se
convierte en CO2, H2O, N2 y otros productos gaseosos con una eficiencia cercana al
100%. Las temperaturas de operación son lo suficientemente bajas para impedir la
formación de productos indeseables desde el punto de vista medioambiental como óxido
de nitrógeno y de azufre. En la industria de las aguas residuales, la eliminación de lodos
puede efectuarse utilizando la oxidación en agua supercrítica y, en 2001, comenzó a
funcionar en Texas, EEUU, la primera planta comercial diseñada para este propósito.
Las aplicaciones comerciales iniciales de los fluidos supercríticos fueron la obtención
de café descafeinado (en 1978) y la extracción del lúpulo (en 1982). Juntos, estos usos
representaron más de la mitad de los procesos de producción mundial de fluidos
supercríticos en 2001 (Figura 8.9).
Fluidos supercríticos como medio para la química inorgánica
En esta sección se describen ejemplos seleccionados de reacciones inorgánicas que se
llevan a cabo en agua supercrítica (scH2O) y amoníaco supercrítico (scNH3), cuya
temperatura y presión críticas se dan en la Tabla 8.11. Una aplicación importante de
scH2O es la generación hidrotermal de óxidos metálicos a partir de sales metálicas (o
cristalización hidrotermal supercrítica). Las ecuaciones 8.84 y 8.85 resumen las etapas
propuestas para la conversión de nitratos metálicos en óxidos donde, por ejemplo, M=
Fe(III), Co(II) o Ni(II).
scH2O
M(NO3)2x + 2xH2O M(OH)2x(s) + 2xHNO3 Hidrólisis
(8.84)
scH2O
M(OH)2x MOx(s) + xH2O
Deshidratación
(8.85)
Alterando el precursor pueden obtenerse diferentes óxidos de un metal determinado.
Ajustando la temperatura y presión del scH2O es posible controlar el tamaño de
partícula. Dicho control es importante en la producción de recubrimientos ópticos de
TiO2.
En la sección 8.6 describimos la formación de complejos metálicos amino y amido en
NH3 líquido. En scNH3, FeCl2 y FeBr2 forman complejos [Fe(NH3)6]X2 (X= Cl y Br) a
670 K, mientras que las reacciones de Fe o Mn con I2 en scNH3 dan [M(NH3)6]I2 (M=
Fe o Mn). A 600 MPa y 670-680 K, la reacción de Mn con scNH3 da el nitruro de
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manganeso, Mn3N2. Añadiendo I2, K o Rb a la mezcla de reacción, se obtiene como
resultado la formación de [Mn(NH3)6]I2, K2[Mn(NH3)6] o Rb2[Mn(NH3)6] antes que
Mn3N2. De manera análoga, γ-Fe4N se obtiene a partir de [Fe(NH3)6]I2 en scNH3 a 600800 MPa y 730-850 K. La reacción de CrI2 en scNH3 a 773 K y 600 MPa da
[Cr2(NH3)6(µ-NH2)3]I3 que contiene el catión 8.28.
Se ha comprobado que las aminas supercríticas son disolventes útiles para el ensamblaje
de sulfuros metálicos complejos, entre ellos K2Ag6S4 (reacción 8.86), KAgSbS4,
Rb2AgSbS4, KAg2SbS4, KAg2AsS4 y RbAg2SbS4. El uso de scNH3 permite preparar
estos compuestos en estado sólido a temperaturas más bajas que las rutas más
tradicionales utilizadas en la síntesis de compuestos relacionados como SrCu2SnS4
scNH3
K2S4 + 6Ag K2Ag6S4
(8.86)
Si los iones K+ o Rb+ en este tipo de compuestos se sustituyen por Fe2+ (ecuación 8.87),
Mn2+, Ni2+, La3+ (reacción 8.88) o Yb3+ (reacción 8.89), los productos contienen iones
[M(NH3)n]2+ o [M(NH3)n]3+. Para La3+ e Yb3+, estos representan los primeros ejemplos
de aminocomplejos homolépticos de lantánidos.
Un complejo homoléptico es del tipo [MLx]n+ donde todos los ligandos son idénticos.
En un complejo heteroléptico los ligandos unidos al ión metálico no son todos idénticos.
16Fe + 128Cu + 24Sb2S3 + 17S8 16[Fe(NH3)6][Cu8Sb3S13]
(8.87)
La + Cu + S8 [La(NH3)8][Cu(S4)2]
(8.88)
Yb + Ag + S8 [Yb(NH3)9][Ag(S4)2]
(8.89)
Tecnología limpia con CO2 supercrítico
Alguna de las areas en las que CO2 supercrítico (scCO2) es comercialmente importante
se resumen en la Figura 8.9. Dominan los procesos de extracción en las industrias
alimentaria, tabaquera (extracción de nicotina) y farmacéutica. El CO2 supercrítico es
un agente de extracción selectivo para la cafeína y su uso en la obtención de café y té
descafeinados fue la primera aplicación comercial de un fluido supercrítico, seguido de
la extracción del lúpulo en la industria cervecera. Las extracciones con disolventes
pueden llevarse a cabo por procesos en serie o mediante un proceso continuo en el cual
el CO2 es reciclado, como se muestra esquemáticamente a continuación:
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El colesterol (sus niveles altos en la sangre están asociados con afecciones cardiacas) es
soluble en scCO2 y se ha utilizado este medio para extraer colesterol de yema de huevo,
carne y leche. Hay posibilidades de aplicaciones más amplias del scCO2 en la
producción de alimentos con niveles reducidos de colesterol. La extracción de pesticidas
del arroz también se realiza comercialmente utilizando scCO2. Se han llevado a cabo
muchos estudios para investigar la capacidad del scCO2 para extraer aromas y
fragancias de las plantas, por ejemplo, de raiz de jengibre, hojas de manzanilla, vainas
de vainilla, hojas de menta, flores de lavanda y piel de limón. Las aplicaciones
comerciales en la industria alimentaria incluyen la extracción de aromas y especias y la
extracción de colorantes, por ejemplo del pimiento rojo. El CO2 supercrítico puede
utilizarse para extraer compuestos de productos naturales. Un ejemplo el
anticancerígeno taxol que puede extraerse de la corteza del tejo del Pacífico (aunque
puede también sintetizarse mediante un proceso en muchas etapas). Una aplicación
potencial del scCO2 supone la cianobacteria Spirulina platenses que es rica en proteínas
y se utiliza como aditivo alimentario y medicina. Pero hay un inconveniente: la
espirulina en polvo tiene un olor repugnante. Las investigaciones han demostrado que
cuando se utiliza scCO2 para extraer los componenetes activos de Spirulina platenses, el
olor también es eliminado.
La técnica de cromatografía de fluidos supercríticos (SFC) es similar a la cromatografía
líquida de alta resolución (HPLC) pero tiene importantes ventajas respecto a esta última:
la separación es más rápida y el uso de disolventes orgánicos está minimizado. La
industria farmacéutica aplica SFC a la separación de productos quirales y naturales.
El desarrollo de nuevas tecnologías para la fabricación de polímeros de elevada pureza
utilizando scCO2 en lugar de disolventes orgánicos, es un área de investigación activa y
la reducción de grandes cantidades de residuos tóxicos durante la producción de
polímeros es un objetivo primordial en la industria de los polímeros. En 2002, DuPont
(www.dupont.com) introdujo las primeras resinas de teflón fabricadas con tecnología
scCO2 y a esto seguirá la fabricación de otros fluopolímeros.
Un área fértil para el desarrollo es el uso de scCO2 como disolvente para la limpieza. Ya
ha sido introducido para la limpieza en seco de ropa y esta aplicación va a extenderse
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más en los años venideros. El CO2 supercrítico se utiliza también para limpiar
componentes ópticos y electrónicos así como válvulas para uso industrial, tanques y
tuberías.
El CO2 supercrítico ha encontrado aplicaciones en el campo del procesado de
materiales. La expansión rápida de disoluciones supercríticas (RESS) implica saturar el
fluido supercrítico con un soluto determinado seguido de una rápida expansión
(reduciendo la presión) a través de una boquilla. El resultado es la nucleación del soluto
(por ejemplo, un polímero como PVC) y la producción de un polvo, lámina delgada o
fibra según se necesite. Union Carbide ha desarrollado un proceso (UNICARB) en el
cual se utiliza scCO2 en lugar de disolventes orgánicos para pulverizar pintura en una
variedad de sustratos incluyendo vehículos.
También hay posibilidades de utilizar scCO2 como sustituto del agua en la industria
textil. Durante el tejido, el hilo se fortalece añadiendo una capa polimérica llamada
“apresto”. El proceso convencional de “apresto” o “estampado” utiliza grandes
cantidades de agua y produce residuos acuosos que deben tratarse para eliminar el
exceso de polímero. Además, el hilo debe secarse después del apresto y esto consume
mucha energía. Existen varias ventajas al sustituir el medio acuoso para el apresto por
scCO2 no acuoso: el apresto se aplica regularmente (lo que no ocurre siempre con el
método convencional de recubrimiento en medio acuoso), no se necesita proceso de
secado, el scCO2 se recicla después de utilizarlo y no hay disolvente como residuo final
del proceso. El CO2 supercrítico puede aprovecharse para el teñido y si su uso se
convierte en norma, las grandes cantidades de agua residual que se generan actualmente
en la industria textil podrían eliminarse.
En los ejemplos dados anteriormente, el CO2 supercrítico se utiliza en lo que se
denomina “tecnología limpia” con reducciones drásticas en el uso de disolventes
orgánicos; es de esperar que en el siglo veintiuno haya un aumento en el uso de fluidos
supercríticos en procesos comerciales.
AGUA SUPERCRÍTICA. UN MEDIO PARA LA QUÍMICA
El agua, el más importante disolvente en la naturaleza, tiene fascinantes propiedades
como un medio de reacción en su supercrítico estado en el que se comporta de manera
muy diferente al agua en condiciones estándar. Las propiedades más interesantes de los
fluidos supercríticos y de sus soluciones son ampliamente utilizadas en la industria..
Poco uso ha sido hecho de ellas como un medio para las reacciones químicas, sin
embargo, posiblemente porque no mucho es conocido acerca de los mecanismos de las
reacciones químicas en este exótico medio. Sin embargo, al menos, una importante
aplicación (destrucción de residuos tóxicos en agua supercrítica, ha mostrado ser
práctico a una pequeña escala.
Durante la pasada década, un número de universidades y compañías han investigado la
destrucción de residuos peligrosos en agua supercrítica. Ahora la técnica parece ser tan
prometedora que el Departamento de Defensa está negociando un contrato para una
planta piloto que usa el agua supercrítica para la destrucción de residuos tóxicos
militares, incluyendo explosivos, propelentes y agentes químicos para armas de vapor.
Esto es justo una de las varias tecnologías que pueden se útiles para tratar con los
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muchos de los problemas que los residuos tóxicos acarrean a agencias del gobierno e
industria.
Investigadores que tratan con los residuos peligrosos han logrado el sueño de
convertirlos en simples inocuos compuestos. Esto puede ser además posible con el agua
supercrítica. Residuos orgánicos no polares tales como bifenilos clorados son miscibles
en todas las proporciones con la densa agua supercrítica, en presencia de oxidantes,
reacciona para producir dióxido de carbono, agua y otras pequeñas moléculas.
Para cirtos experimentos y procesos (y la destrucción de residuos peligros parece estar
entre ellos) las condiciones óptimas son intermedias entre las típicas obtenidas en
agases y líquidos. Tales condiciones pueden ser proporcionadas por un fluido
supercrítico.
La historia de los experimentos sobre este estado de la materia se remonta a principios
del siglo XIX. En 1821 Baron Charles Cagniard de la Tour, un aristócrtata frances,
descubrió la temperatura crítica de una sustancia, por encima de la cual ésta no existe ni
como un líquido ni como un gas sino como una fase fluida. El calnetó mezclas de
líquido y vapor en recipientes cerrados que enroscó y a continuación el descubrión que a
una cierta temperatura el borboteo cesó. Catorce años después. Thomaas Anfrews, un
profesor de química del Queen’s College, Belfast, Norte de Irlanda, mientras trabajaba
con dióxido de carbono, estableció el significado del punto crítico.
Cuando la temperatura y la presión de un líquido y gas en equilibrio crece, la expansión
térmica hace que el líquido sea menos denso. Al mismo tiempo, el gas se hace más
denso y la presión aumenta. En el punto crítico, las densidades de las dos fases se hacen
idénticas y la distinción entre ellos desaparece (el fluido se hace supercrítico), De esta
manera, por encima de la temperatura crítica, Tc, la sustancia es simplemente descrita
como un fluido. A presiones inferiores el fluido tiene propiedades de gas. El nitrógeno
gas de los cilindros del laboratorio en de hecho un fluido supercrítico.
La región de interés para los investigadores que estudian los fluidos supercríticos es por
encima de Tc y cerca y por arriba de la presión crítica (Pc). En esta región, las
densidades y otras propiedades son intermedias entre las de los típicos gases y líquidos.
Cuando otros componentes son añadidos, el diagrama de fases del sistema se
dimensiona y se hace mucho más complejo. Afortunadamente para muchas mezclas
(tales como las que se tienen cuando los componentes añadidos están diluidos o son
grandes moléculas) el diagrama de fases está dominado por el diagrama de fases del
disolvente.
Aunque muchas sustancias han sido usadas o consideradas como fluidos supercríticos,
el dióxido de carbono es el que tiene más amplias aplicaciones. Tiene convenientes
parámetros críticos, Tc= 31 °C y Pc= 74 bar, y es barato, mo tóxico y fácil de eliminar
de los productos.
El agua es también barata, no tóxica y fácilmente separada de muchos productos.
Además, es a menudo un conveniente disolvente porque el material a procesar puede
estar es solución acuosa y en muchos casos no necesita ser eliminado del producto final.
El agua es un disolvente polar, cuya polaridad puede ser controlada por la temperatura y
presión, y esto puede ser una ventaja sobre el dióxido de carbono, que es un pobre
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disolvente para materiales polares, Por estas razones, las reacciones químicas en agua
supercrítica merecen ser exploradas.
Los parámetros críticos del agua ( 374 °C y 221 bar) son, sin embargo, mucho mayores
que los del dióxido de carbono. Las operaciones atales tan altas temperatura y presión
hacen que fácilmente el agua y sus componentes disueltos corroan los reactores.
La densidad del agua supercrítica puede ser controlada entre los valores del líquido y
del gas variando su presión y temperatura. Otras propiedades tales como la viscosidad,
constante dieléctrica (polaridad del disolvente) y la solubilidad de varios materiales,
crecen con el crecimiento de la densidad y pueden ser controladas en la misma manera
que la densidad. El coeficiente de disfusión, sin embargo, decrece con el crecimiento de
la densidad. La solubilidad, un importante parámetro en muchos procesos, depende de
la solvatación del soluto por el agua, que está relacionada con la densidad del agua, y la
volatilidad del soluto, que depende principalmente de la temperatura.
En la región del punto supercrítico, muchas propiedades del agua supercrítica y otros
fluidos supercríticos varían ampliamente. Esta variaciones deben ser tenidas en cuenta
al estudiar los fluidos supercríticos y quizás pueden ser explotados en algunas
aplicaciones. Amplias fluctuaciones son a menudo encontradas solo muy cercanas al
punto crítico, que hacen de ellas no ser significativas en los procesos químicos que
pueden ser diseñados evitando la región crítica.
Para algunas propiedades, sin embargo, las variaciones se extienden sobre un amplio
rango, Las más importantes de estas son la capacida calorífica a presión constante, que
se aproxima a infinito en el punto crítico. Aún a 25 °C por encima de Tc y a 80 bar de
alejamiento de Pc la capacidad calorífica del agua es un orden de magnitud mayor que
su valor a mayores o menores presiones.
Otras propiedades de los fluidos supercríticos que varían ampliamente sobre un ancho
rango de temperaturas y presiones en torno al punto crítico son la conductivida térmica,
difusión, y volumen parcial molar (el cambio en el volumen de un sistema con la
adición d euno de sus constituyentes). Si el volumen total del sietma decrece cuando se
añade un soluto, el volumen parcial molar es negativo. En fluidos supercríticos, el
decrecimiento en volumen puede ser muy amplio (algunas veces su valor absoluto es
uno o dos órdenes de magnitud mayor que el volumen molar del soluto. Esto significa
que las moléculas del disolvente hacia y clusterizan en torno a las moléculas de soluto
tan fuertemente que el volumen total de la disolución decrece. La clusterización también
disminuye la velocidad de difusión a través del disolvente porque las moléculas del
soluto se mueven, ellas deben, en efecto, arrastar las moléculas del disolvente con él.
Habituales aplicaciones de los fluidos supercríticos son designadas para prever regiones
de temperatura y presión donde las propiedades varían fuertemente, focalizándose
además sobre regiones donde lasa propiedades son más controlables. Los fluidos
supercríticos han encontrado importantes usos principalmente en dos áreas: extracción y
cromatografía. El mejor conocido ejemplo de extracción pro fluido supercrítico es el
uso del dióxido de carbono para descafeinar los granos de café verde. Ambos
preparativo y proceso de cromoatografía por fluido supercrítico han sido rápidamente
desarrollados, a menudo utilizando dióxido de carbono u óxido nitroso como fluido. En
la cromatografía de fluido supercrítico, los solutos tienen mayoresw velocidades de
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difusión que las que tendrían en la cromatografía líquida. También, el poder solvatante
de los fluidos supercríticos permite analizar muestras que serían no volátiles o
inestables en cromatografía gaseosa.
Soluciones de agua supercrítica
Aunque el agua es el más familiar y omnipresente disolvente, muchos químicos tienen
una concepción restringida y piensan en los siguientes estamentos como reglas de
mano: las sales y otros electrolito se ionizan en agua y crean conductividad eléctrica,
moléculas orgánicas polares como el azucar se disuelven fácilmente en agua; y algunos
gases, que pueden ser importantes soluto, son solo parcialmente solubles.
Sin embargo, estas propiedades dependen fuertemente de la densidad del agua.
Ciertamente, a temperaturas ordinarias, su densidad no se puede cambiar fácilmente. Sin
embargo, a elevadas temperaturas, particularmente en la región supercrítica, su
desnsidad se puede cambiar continuamente, desde alta, valores de casi líquido a baja,
valores de casi gas, variando la presión en un rango de unos pocos cientos de bars.
Si la densidad del agua supercrítica es bastante alta, los solutos iónicos se disocian en
ella, Por otra parte, compuestos no polares como los alcanos pueden ser completamente
miscibles con ella (el agua supercrítica puede comportarse casi como un fluido no
aquoso. Los Geoquímicos han permanecido una gran cantidad de tiempo midiendo las
propiedades de las desaa soluciones acuosas supercríticas en orden a comprender los
procesos de formación mineral en las profundiades de la Tierra, donde las condiones
son a menudo supercríticas.
Una de las mas importantes propiedades termofísicas para predecir la solubilidad es la
constante dieléctrica estática, la cual para el agua es relativamente alta .78.5 a 25 °C y 1
atm. Esto significa que a esta temperatura, el agua enmascara las cargas de los iones,
permitieno por tanto disolverse a los compuestos iónicos. La constante dieléctrica del
agua decrece con el crecimiento de la temperatura y crce con el crecimiento de la
densidad.
Electrolitos como cloruro de potasio, hidróxido sódico o cloruro de hidrógeno se
disocian en iones en agua supercrítica. Las conductividades eléctricas de tales
soluciones son mayores porque los iones son muy móviles. Los equilibrios de solubilida
y otras funciones termodinámicas pueden ser calculadas de las constantes de difusión de
los electrolitos y razonablemente estimadas de las constantes de hidratación de los
iones. George C. Kennedy, de la Universidad de California, Los Angeles, y más
recientemente james L. Bischoff y Kenneth S. Pitzer en la Universidad de California,
Berkeley, y Jewfferson W. Tester en el Instituto Tecnológico de Massachussets, han
usado estos datos para construir diagramas de fases completamente tridimensionales de
temperatura, presión y composición para sistemas binarios como agua-cloruro de sodio.
Estos diagramas son importantes para comprender los mecanimsmos de reacción en
estos sitemas porque ellos indican que forma de los componente están (bien si están en
una fase o en fases separadas.
Aún el agua densa a altas temperaturas muestra considerable, y algunas veces completa,
miscibilidad con acompañantes no polares. En el diagrama de fase composición-
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temperatura-presión para algunos sistemas binarios, una curva se extiende desde el
punto crítico del agua pura al punto crítico del acompañante. Esta curva crítica indica la
frontera entre la región donde los los acompañantes son completamente miscibles y la
región en la que existen como separadas entidades. E. Ulrich Franck y colegas de la
Universidad de Karlsruhe, Alemania han determinado curvas críticas y equilibrios de
superficie de fases bimodales para el agua con numerosos acompañantes, incluidos
argón, oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y simples alcanos. Debido a que las reacciones
ocurren más rápidamente en un entorno de una fase, estas curvas críticas son
importantes para determinar las temperaturas y presiones a las que el agua supercrítica
proporcionarán un adecuado medio de reacción.
La construcción de diagrams de fases experimetalmente requiere muchos experimentos,
y por tanto cálculos son también utilizados. Estos cáculos requieren ecuaciones de
estado con parámetros que describen propiedades moleculares y pueden proporcionar
algunas combinaciones de moléculas altamente polares con acompañantes no polares.
Las ecuaciones incluyen atractivos y repulsivos términos para simular interacciones
intermoleculares. John M. Prausnitz de la Universidad del California, Berkeley, ha
formulado y aplicado existosamente ecuaciones de este tipo a mezclas binarias,
incluyendo las polares-no polares. Y Franck, junto con Manfred Heilig, recientemente
desarrollaron una ecuación que describe sistemas binarios, ternarios y cuaternarios que
tienen acompañantes con muy distintas propiedades.
Reacciones químicas
Dado que oxígeno, dióxido de carbono, metano y otros alcanos son completamente
miscibles con el agua densa supercrítica, combustiones pueden ocurrir en esta fase
fluida. Ambas llamas de oxidación, que están actualmente siendo investigadas en
algunos laboratorios como un método para la destrucción de residuos tóxicos, y la más
dramática llama de combustión puede tener lugar. Las llamas pueden quemar es agua
supercrítica un fenómeno remarcables que pocos químicos podrían haber predicho.
A pesar de la muy alta habilidad de eliminación del agua de las llamas de difusión ( que
ocurren en la interfase donde la mezcla de oxígeno y agua difunden conjuntamente) han
sido observadas en supercrítica agua a presiones entre 300 y 2000 bars. En la
Universidad de Karlsruhe, por ejemplo, los investigadores construyen un autoclave
cilíndrico con ventanas de zafiro y llenado con una homogénea mezcla de 70% de agua
y 30% de metano a 450 °C y variando las altas presiones. Cuando la inyección de
oxígeno desde abajo a una velocidad de algunos milímetros cúbicos por segundo, una
fija difusión de la llama de combustión aparece espontáneamente. A una velocidad de
flujo de oxígeno constante, la llama crece en peso con la presión. Etano o mayores
alcanos pueden ser utilizados en lugar de metano, y aire puede ser usado en lugar de
oxígeno. Similares llamas son creadas cuando argón o aún helio es utilizado en lugar de
agua, indicando que el fluido actúa principalmente como un medio de confinamiento.
El extraordinario poder solvatante, la alta compresibilidad y las características del
transporte de masa del agua supercrítica hacen de ella un usual medio en el que pueden
tener lugar reacciones. Además dado su habilidad para disolver muchos no polares
compuestos orgánicos, incluyendo PCBs, el agua supercrítica, a bastante altas
presiones, en miscible en todas las proporciones con compuestos orgánicos y oxígeno.
De esta manera estos compuestos pueden ser oxidados en agua supercrítica en una fase
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homogénea, seguido por selectiva eliminación de productos de la solución aumentando
la presión o por enfriamiento.
La oxidación en agua supercrítica puede destoxificar más que el 99.9% de los materiales
orgánicos peligrosos en solo unos pocos minutos. Y se puede tratar una amplia variedad
de residuos de , incluyendo aguas de fandgo y pulposos residuos molidos. Dado que los
principales productos son agua, dióxido de carbono y (para halogenados orgánicos)
simples ácidos, la fimnal mezcla cuosa puede ser inocua de la que se puede disponer sin
adicional tratamiento. Cuando un tratamiento adiciones es necesitado, los productos
finales pueden ser neutralizados o eliminados de la mezcla acuosa por destilación o
evaporación. Como un incinerador, un reactor de agua supercrítica es un cerrado
sistema que no tiene emisiones a la atmósfera. Si tiene un mal funcionamiento, puede
ser cerrado relativaqmente fácilmente. Un supercrítico reactor tiene otras aparentes
ventajas: algunos sitemas pr5optotipo funcionan a 500 o 600 °C, consideramente más
baja temperatura que los 2000 o 3000 °C típicamente encontrados para un incinerador.
Esta relativamente bajas temperaturas de operación significa que los reactores no
producen óxidos de nitrógeno y requiren menos adicional combustible que un
incinerador. Si el contenido en carbono del residuoi es al menos del 10%, el proceso
supercrítico puede ser suficientement energético menos que un incinerador, que necesita
adicional combustible si el contendio en carbono es menos que aproximadamente el
30%.
Pero hacer química en agua supercrítica también implica prácticas y fundamentales
dificultades. Porque las altas temperaturas y presiones requeridas hacen al agua
supercrítica corrosiva, particularmente cuando se tratan halogenados residuos, pueden
ser necesitados reactores de acero. La corrosión es un significativo potencial problema,
no sólo porque podría destruir el principal cuerpo del reactor, sino también porque
podría crear materiales que taponan los largos tubos del reactor antes de que se vuelvan
inutilizables. El alto coste de los reactores y lo que concierne a las operaciones bajo
condiciones extremas han sido retardadas en completa escala en el desarrollo de este
sistema. A nuestro conocimiento, solo los reactores de laboratorio para demostraciones
que pueden usar solo unos pocos galones de agua por día han sido construidos. La
investigación puede eventualmente identificar condicones bajo las cuales la corrosión
pueda ser reducida.
Sin embargo, el muy alto poder corrosivo de las soluciones de agua supercrítica que
hace dificultoso trabajar con lo que también hace un favorable entorno para la
destrucción de algunos compuestos que son ordinariamente muy duros de tratar. Dado
que la concentración de los protones de los protones en agua supercrítica puede ser
variada con la densidad, el carácter iónico de la disolución y su química iónica puede
ser controlada con la densidad. Esta propiedad acoplada con el alto grado de
miscibilidad del agua supercrítica para compuestos orgánicos conduce a una muy alta
eficiencia de destrucción ( en el orden del 99.99%) observada para la mayor parte de los
compuesto orgánicos clorados.
La ausencia de la fundamental compresnsión de muchos aspectos del fluido supercrítico
y la alta asimetría de las mezclas, tales como un agua supercrítica y grandes moléculas
orgánicas, también impide el desarrollo de reactores de agua supercrítica. Bajo
condiciones normales. El efecto de la reacción sobre las reacciones en agua es fácimente
comprendida, y los efectos del solvente han sido exitosamnete correlacionados para
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modelar reacciones. Pero para reacciones en agua supercrítica, se hace más dificultosos,
sino impñosible, separar o aún definir muchos efectos porque todas las propiuedades
dela mezcla (incluyendo densidad, constate dieléctrica, actividad química y poder
solvatante) dependen altamente de la presión.
Características de las reacciones
En todas las reacciones químicas, la presión derivada de la constante de velocidad, k, a
una temperatura dada da el volumen de activación. ∆v, que es el cambio en volumen
desde un reactante al estado de transición de la especie:
(dLnk(dP)T= -∆v/RT
En la mayor parte de las soluciones líquidas, los cambios de p’resión en el rango de
kilobares son requeridos para alcanzar grandes variaciones en la constante de velocidad
porque ∆v es usualmente en el rango del ±30 cc por mol. Sin embargo, en soluciones
supercríticas, pequeños cambios de presión puede hacer sustanciales variaciones en la
constante de velocidad porque el valor absoluto de ∆v es mucho mayor., Por ejemplo,
Keith Johnston y colaboradores en la Universidad de Texas, reportaron volúmenes de
activación tan grande como –6000 cc por mol para una reacción monomolecular de
descomposición en difluoroetano supercrítico.
En 1932, Michael Planyi y M.C. Evans, profesores de químico-física en la Universidad
de Manchester, describió el volumen de activación con dos términoa, ∆vI y ∆vII, que son
genralmente comparables en tamaño en disolventes líquidos:
∆V= ∆vI + ∆vII
El término ∆vI es la contribución estructural que indica la intrínseca diferencia en
tamaño molecular entre los reactantes y su original estado y en el estado de transición.
Ellos mide el efecto del número de enlaces formados o rotos para formar el estado de
transición.El término ∆vII da información acerca del las interacciones en el estado de
transición del disolvente. Si las moléculas de disolvente se hacen más fuertemente
atríadas a las moléculas de reactivo como ello mueve hacia el estado de transición, las
moléculas de disolvente, o las caps de disolvente, en torno al reactivo colapsará hacia
ello. Cuando esto ocurre, el término ∆vII es negativo.
En fluidos supercríticos, la alta compresibilidad del solvente hace que el término ∆vII
sea mucho mayor que ∆vI. Por tanto, es difícil es dificultoso utilizar el volumen de
activación medido para conseguir información estructural acerca de la reacción, como
puede ser hecho de las ordinarias disoluciones, en las que ∆vI y ∆vII son usalmente
iguales a uno. Por otra parte, porque el volumen de activación medido es
aproximadamente igual al término ∆vII el puede dar información acerca de las
interacciones soluto-disolvente.
El efcto de la presión sobre las velocidades de reacción y equilibrio es interrotado con el
efecto del sovente supercrítico porque causa cambios en la densidad de energía
cohesiva, constante dieléctrica y fortaleza iónica. Muchos grupos han estudiado estos
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efectos, incluyendo los de David Mason en la Universidad de Stanford, Michale
Paulaitis en la Universida de Delaware, y Michael Modell de la Modec Corp., Natick,
Mass.
El efecto de los fluidos supercríticos sobre los resultado de las velocidades de las
reacciones al menos desde sus unusuales propiedades como disolventes y sus únicas
interacciones con los reactivos y estados de transición. Estos sistemas son siempre
virtualmente altamente asimétricos (disolvente y soluto tienen muy diferente tamaño
molecular y las fuerzas intermoleculares entre soluto y disolvente son muy diferentes de
las fuerzas entre moléculas de disolvente. Tales disoluciones se comportan bastante
diferentemente de las soluciones con que los químicos están acostumbrados a tratar. Por
tanto clásicas ecuaciones no pueden ser aplicadas a estas asimétricas disoluciones con
confianza, porque tales ecuaciones asumen que los tamaños moleculares y las fuerzas
intermoleculares son similares.
Las propiedades locales en la vecindad de una molécula de soluto en una solución de un
fluido supercrítico son sustancialmente diferentes del promedio de las propiedades de la
solución. Originalmente el término “cluster” fue usado para describir un aspecto de este
fenómeno (un aumento de densidad local) pero ahora se piensa que existen no estables
agragados. Además, la región cercana a una molécula de soluto puede ser bastanted
inámica, con las moléculas del solvente rápidamente entrado y dejando el área, pero sin
embargo aumentando la densidad local. Charles A. Eckert del Instituto de Tecnología de
Georgia llama a este fenómeno “carisma molecular”.
El evidencia para el carisma molecular es bastante fuerte. Hace unos 10 años, Robert C.
Reid y colegas en MIT vió que la presencia de un segundo soluto en una solución de
fluido supercrítico podría marcadamente aumentar la solubilidad del primero. Otro
aparentemente relacionado fenómeno es el efecto codisolvente: la solubilidad de un
soluto en un fluido supercrítico es también aumentada por al adición de una pequeña
cantidad de un polar o prótico codisolvente. Los efectos pueden ser bastante grandes
(Neil Foster y sus colegas de la Universidad del Nueva Gales del Sur en Australia y el
grupo de Johnston han reportado ambos que cuando fuertes enlaces de hidrógeno o
interacciones ácido-base de Lewis ocurren entre las moléculas del disolvente, la
solubilidad de los solutos puede ser aumentada por factores de 10 a 100. Estas
observaciones sugieren que al incrementarse las interacciones molecualres que ocurren
entre soluto y disolvente son evidencia de molecular carisma.
Otros experimentos y cálculos teóricos también apoyan el concepto de carisma
molecular. Estos incluyen el trabajo espectroscópico de los grupos de O. Kajimoto de la
Universidad de Tokio y Frank Bright en la Universidad Estatal de New York, Búfalo,
quienes mostraron que la densidad entorno a las moléculas de soluto en fluidos
supercríticos es mucho mayor que la densidad del conjunto de la disolución. Además,
cálculos teóricos de Lloyd Lee en la Universidad de Oklahoma y de Pablo Debenedetti
de la Universidad de Princenton indican que el aumento de densidad en torno a las
moléculas de soluto, es consistente con el concepto de carisma molecular. El unusual
comportamiento de las reacciones químicas en fluidos supercríticos asimétricos paraece
estar relacionado con este unusual comportamiento implicando el crecimiento de las
interacciones moleculares.
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Estudios de Michael Antal en la Universidad de Hawai ilustran el efecto del agua
supercrítica sobre las reacciones químicas. El encontrón que cantidades de trazas de
ácidos en agua supercrítica disocian y sirven de catalizador específicos en la
deshidratación de alcoholes a alquenos. Una solución 0.02 M de ácido sulfúrico a 345
bar y 385 °C da el 46% de conversión de etanol con un rendimiento en etileno del 94%.
El también estudión la fromación de ácido acrílico a partir de ácido láctico en mezcla de
agua supercrítica con trazas de ácido sulfúrico. Estudios cinéticos de esta reacción
muestran tres competitivas vías de reacción, cada una de las cuales está favorecida por
diferentes condiciones de temperatura y presión: decrabonilación ácido catalizada,
descarboxilación de radical libre y deshidratación intramolecular. La tercera vía produce
significativas cantidades de ácido acrílico, sugiriendo que la química en agua
supercrítica puede tener potencial para ciertos tipos de síntesis selectiva.
Sin embargo, la más prometedora aplicación del agua supercrítica es como un medio
para reacciones químicas no de síntesis sino para la destrucción de potencialmente
peligrosas moléculas orgánicas. El trabajo condujo en la mitad de 1980 por Modell y
sus colegas mostró que muchos compuestos orgánicos pueden ser completamente
desdtruidos en una fase homogénea supercrítica, y que el calor de la reacción puede
reducir sustancialmente y algunas veces eliminar completamente, la necesidad de
adicional combustible para sostener el proceso. La mayor parte de este trabajo fue
realizado por encima de la temperatura crítica, típicamente 500 a 600 °C. Bajo estas
condiciones, el agua supercrítica no es tan altamente comprensible como en las
cercanías del punto crítico, y los especiales efectos encontrados en soluciones de fluidos
supercríticos (especialmente locales diferencias en propiedades) son menos
pronunciados.
Subsiguiente trabajo en algunos laboratorios ha identificado vías de reacción para la
destrucción de varias clases de compuestos. Klein y sus colegas han estudiado la
descomposición en agua supercrítica de algunos compuestos orgánicos cíclicos
conteniendo heteroátomos y encontró que siguió vias paralelas de hidrólisis y pirólisis.
Por ejemplo, la densidad del agua supercrítica afecta las constante de las velocidades de
reacción para las reacciones de descomposición de éter dibencílico. La velocidad para la
hidrólisis a alcohol bencílico de pende de la constante de velocidad K1 y la
concentración deéter dibencílico y agua. La velcodiad para la reacción de pirólisis
depende de K2 y la concentración de éter dibencílico. Kelin observa que K2 crece
cuando la densidad del agua supercrítica crece. Esto indica que, además de actuar como
un solvatente medio, el agua participa en la reacción.
El grupo de kelin también investigó la hidrólisis y la pirólisis en agua supercrítica de
algunos otros compuestos que fueron utilizados para simular el carbón químico. Los
unos reactantes que mostraron evidencia de hidrólisis contenían un saturado carbono
conectado al heteroátomo que contenía parte de la molécula que esrota durante al
reacción. Klein y susu colegas sugieren que un ataque nucelófilo sobre este saturado
carbono por el oxígeno del agua genera un polar estado de transición.
Una razón por la que Kelin y otros investigadores están estudiando modelos de átomos
de carbono es poque quieren hallar una eficiente vía de nergía para romper el carbono
de una manera simple, limpia quemando combustible. Produciendo sintéticos
combustibles desde el carbón usando la presente tecnología puede consumir la mitad del
valor de la energía que el carbono.
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La descomposición de grandes compuestos aromáticos en agua supercrítica
inevitablemente implica un complejo ordenamiento de vías de reacción. Sin embargo,
sólo un limitado número de precursores del producto final existe. Tester y sus colegas
han investigado la compleja oxidación en agua supercrítica de varios de estos
precursores, incluyendo monóxido de carbono, metanol, metano y amoníaco. Además
del tratamiento de residuos peligrosos en agua supercrítica, su trabajo podría ser
aplicado al reciclaje de residuos metabólicos durantes las extendidas misiones
espaciales.
Una genral, y algo sorprendente, característica de la oxidación en agua supercrítica es
uqe la velocidad de reacción a menudo no depende de la concentración de oxígeno (una
excepción es la oxidación de metano), que tiene un orden de dependencia de dos
tercios). Sin embargo, la presencia de oxígeno facilita una vía directa de oxidación en
algunas reacciones.
Carl F. Melius y Nina E. Bergan del Laboratorio Nacional de Sandia en Livermore,
Califirnia, y Joseph Shepherd del Instituto Politécnico de Renssealer han utilizado
cáculos quánticos en conjunción con ecuaciones de estado para modelar vías de
reacción termoquímica que son afectadas por el agua supercrítica. Sus resultados son
consistentes con la hipótesis de que las moléculas del agua supercrítica participan en la
ruptura y formación de enlaces creando con las moléculas de soluto anilladas structuras
de estado de transición que tienen significativa menor energía de activación que la que
podría ocurrir sin este unusual disolvente. Sus cálculos son consistentes con el concepto
de carisma molecular, porque la clusterización de las moléculas de solvente en torno a
las moléculas de soluto es necesario para crear estructuras anilladas, y esta estructuras
aumentan la densidad local del disolvente.
Probando reacciones supercríticas
La tradicional aproximación a la caracterización de las reacciones en agua supercrítica
ha sido analizar los productos usando cromatografía líquida de alta presión,
cromatografía gaseosa o cromatografía gaseosa/espectrometría de masas, respues del
rápido enfriamiento de la reacción. Los productos y sus relativas concentraciones
pueden ser usados para inferir la cinética y los mecanismos de las reacciones que los
producen. Aunque este método ha sido más usado que otros estudios en agua
supercrítica, tiene grandes desventajas: las reacciones intermedias no son nunca
observadas, solo pueden ser inferidas.
Una más directa aproximación es usar la espectroscopia para detectar especies
reactantes durante la reacción. La mayor parte de los estudios espectroscópicos de
soluciones de agua por encima del punto crítico hasta la fecha, sin embargo, se han
focalizado primariamente sobre las estructuras de especies estables en dislolución y no
en especies que sufren reacciones. Por ejemplo, más de hace 20 años, Franck y sus
colaboradores y C. Austin Angell y Dieter M. Gruen en el Laboratorio Nacional de
Argonne usó espectroscopia de absorción visible ultravioleta para caracterizar cambios
estructurales en la esfera de coordinación de iones metálicos de transición en soluciones
de sales en el rango de 300 a 500 °C.
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La espectroscopia vibracional ofrece mucha promesa para identificar mayores especies
intermedias, productos fianles y velocidades de reacción. Puede ser usada para
monitorizar cambios en el espectro de muchas diferentres especies simultáneamente con
buena razonable sensitividad y selectividad.
Desafortunadamente, la ventana y pared de celda de los materiales impone ciertas
limitaciones sobre todas las formas de espectroscopía en agua supercr´tica. Las células
construcidas de acero se corroen gradualmente, dando iones metálicos que pueden
afectar a la reacción. Aún aleaciones como Hastelloy y platino-iridio, y menos fácil
corrosivos metales, tales como oro y Tántalo, no son completamente inertes an agua
supercrítica. Esta dificulta relanza la cuestión de si es posible o no realizar verdaderos
experimetos limpios.
La ventana de los materiales debe también resistir la corrosión y transmitir la región
espectral de interés. Ventanas de monocristales de zafiro son usadas para el estudio del
medio infrarrojo, pero son opacas por debajo de 1800 cm.-1, donde las más importantes
C-O, C-N, C-C y N-O grupos vibraciones son vistos. El zafiro es transparente es
transparente en la región del visible y del infrarrojo próximo donde son recogidos la
mayoría de los espectros Raman. Los diamantes tipo II en la mayor parte del Raman e
IR. Las ventanas de zafiro son aparentemente inertes por debajo de 500 °C, pero pueden
ser corroídas por agua supercrítica que contengan disueltos compuestos inorgánicos. El
diamante es probablemente el más resistente.
La corrosión no es el único factor que complica la espectroscopia vibracional de muy
calientes soluciones acuosas. Muy cercano al punto crítico, grande fluctuaciones de la
densidad de largo alcance pueden ocurrir. Como la densidad fluctúa, también el índice
de refracción y, consecuentemente, el escatering de la luz. El fenómeno, llamado crítica
opalescencia, reduce fuertemente la sensibilidad de las mediciones de escatering de luz.
Especulamos que usando espectroscopia de transformada de Raman y Fourier puede
reducirse este problema, pero esto depende de las características de tamaño de las
fluctuaciones de la densidad. En esta técnica, los detectores del IR próximo desplazan a
los de luz visible de la convencional espectroscopia Raman. Otro problema, es nuestra
ausencia de conocimiento de los diagramas de fase de las mezclas, que pueden
confucdirnos a pensar que estamos por encima del punto crítico cunado no lo estamos.
Esto podría redundar en errores experimentales causados por el escatering de luz desde
la fase sólida líquida a la fase gas líquido.
A pesar de estas dificultades, Donald E. Irish y colaboradores en el Guelph_Walerloo
Centro para Trabajo en Graduado en Química, en Notario, Canadá, han usado
espectroscopia dispersiva Raman para investigar contactos de pares de iones en
soluciones salinas acuosas hasta alrededor de 300 °C. Thomas B. Brill y Peter D. Sphn
en la Universidad de Delaware han estudiado aquosos nitratos salinos metálicos hasta
500 °C y 350 bar con espectroscopia Raman. En estos experimentos, a mayores
temperaturas la mayor parte de los iones están en contacto con iones opuestamente
cargados, formando un par. El grado de formación de tal contacto de pares de iones, sin
embargo, puede ser no lineal con la temperatura. En nitrato de litio, por ejemplo, el alto
potencial iónico del litio favorece el contacto de pares de iones a temperatura ambiente,
pero a algo mayor temperatura, los pares se rompen. A aún mayor temperatura, el
material vuelve al contacto iónico porque la constante dieléctrica del agua ha decrecido
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lo suficiente a estas mayores temperaturas para hacer el agua un pobre escudo del
potencial electrostático de los iones. Conocer si los iones están en contacto es esencial
para comprender los mecanismos de las reacciones en agua supercrítica.
Usando espectroscopia UV-vis, Franck y colaboradores y Angell y Gruen hallaron que
el número de coordinación de los iones complejos acuosos Co2+, Ni2+y Cu2+ decrecían
(quizás desde seis a cuatro) con el crecimiento de la temperatura en presencia de Cl-.
Otras sales probablemente muestran el mismo comportamiento. Por ejemplo, Irish y
Toman Jarv han visto un aparente cambio desde coordinación octaédrica a tetraédrica en
supercrítico nitrato de zinc acuoso. Estas observaciones son excitantes porque
insaturado centros metálicos pueden ser capaces coordinarse con moléculas orgánicas,
por tanto catalizando su degradación en agua supercrítica.
FTIR y espectroscopia Raman de transformada de Fourier tienen el tiempo de
resolución y la anchura de ventana espectral necesaria para investigar las velocidades
del cambio de muchas especies en solución simultáneamente. Estas técnicas están
siendo aplicadas a estudios de cambios en concentración de especies en agua
supercrítica a altas temperaturas. También midiendo la población de los estados
moleculares excitados térmicamente con espectroscopia Raman de transformada de
Fourier, en principio, permite que que la temperatura molecular sea determinada. Tal
medición es importante en solución de supercrítica agua, porque gradientes de
temperatura existen a través de la disolución y termómetros no pueden ser unsados para
medeir los gradientes porque ellos podrían ser destruidos la solución. Radiación de
cuerpo negro desde la celda, sin embargo, corrientemente limita los estudios de
espectroscopia Raman de transformada de Fourier por debajo de 300 °C.
Adicionales estudios espectroscópicos de reacciones elementales en agua supercrítica
están bajo experimentación. Por ejemplo, Jurgen Wolfrum y colaboradores en la
Universidad de Heidelberg en Alemania y Steven Rice, Richard Steeper y Sheridan
Johonston del Laboratorio Nacional de Sandia están haciendo mediciones de
espectroscopia laser de especies tales como H2O, OH, CH3 y CN en un tiempo de
escala de un naosegundo en la llama de agua supercrítica desarrollada por Franck.
Steven Buelow, Cerril Rofer y colegas del Laboratorio Nacional de los Álamos están
también utilizando espectroscopia laser sobre flujo a través de sistemas para estudiar
reacciones química en agua supercrítica.
En estos estudios, muchos, peculiares desafíos experimentales al medio de agua
supercrítica han de ser encontrados. Por ejemplo, la excitación laser ultravioleta produce
centros de color en ventanas de zafiro a altas temperaturas, que reducen el útil paso de
banda de las ventanas. Grandes gradientes de temperatura en la célula conducen a
gradientes de densidad que deflectan el rayo laser. Comparando la cinética de especies
radicales en agua supercrítica con datos determinados en fase gas deberían ayudar a
definir los especiales hechos del agua supercrítica como un medio de reacción.
Reactores de agua supercrítica parecen ser una prometedora tecnología para la
destrucción de residuos peligrosos. Pero mucha fundamental investigación debe aún ser
hecha antes de tengamos una económica y medioambiental vía para explotar estos
reactores. Para la mayoría de asimétricas mezclas, las solubilidades y las fronteras de
fase en mezclas de agua supercrítica no son bien comprendidas. Y presentan ecuaciones
de estado que no producen buenos modelos cuando fuertes efectos específicos desde el
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carisma molecular ocurren, como en sistemas con codisolventes. Comportamiento de
fase, puede tener un fuerte efecto sobre las reacciones. De esta manera, necesitamos
majora la comprensión de la termodinámica y propiedades moleculares de no reactivas
mezclas en la región supercrítica y fundamentales experimentos que incluyen más que
mediciones de presión, volumen y temperatura para verificarlos.
También se debe estudiar en agua supercrítica las reacciones que son bien comprendidas
en otros medios. Necesitamos dilucidar los efectos de la presión sobre la cinética de las
bien caracterizadas reacciones de simples moléculas y separa estos efectos de los
efectos del disolvente y de sus propiedades. Además, debemos comprender la extendión
en que los controles de disfusión de la velocidad de reacciones y los problemas
asociados de jaulas de moléculas de disolvente que rodean las moléculas de soluto, que
pueden aumentar la ruptura molecular promoviendo la recombianción de fragmentos de
soluto. Toda esta información debe ser incorporada a las ecuaciones de estado u otros
modelos matemáticos. Solo entonces tendremos los modelos de reacciones químicas
que son necesarios para atacar cuantitativamente la compleja cinética de la
descomposición de grandes y complicados materiales, tales como mezclas de residuos
peligrosos.
Quizás un reactor universal diseñado ya existe que sea apropiado para un amplio rango
de materiales tóxicos. Conocemos el proceso de trabajo en algunos residuos. Por que
deberían los químicos e ingenieros químicos continuar la prueba de los básicos procesos
implicados?. Una razón es el amplio rango de residuos tóxicos, algunos de los cuales
son contaminantes con tierra u otras sustancias, y manejarlos es un riesgo.
Resisduos peligrosos varían mucho de un sitio a otro com para que pueda encontrase
una correlación o (aún mejor) predictiva técnica para adaptar los procesos del agua
supercrítica a varias necesiades sin la necesidad de exhaustivos experimentos para
caracterizar cada mezcla. Es importante comprender las consecuencias asociadas con
sus reacciones químicas en agua supercrítica para prever diseños erróneos en cualquier
sistema usado para su tratamiento. Básica comprensión permitirá a los investigadores
hacer un predictivo poder para desarrollar aplicaciones. Un fascinante, fundamental
campo de investigación que promete para importantes aplicaciones se ha abierto.
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