PRIMERA PARTE. BIENES CIVILES 287 Establece el artículo 879 del C.C. que: “servidumbre predial o simplemente servidumbre, es un gravamen impuesto sobre un predio, en utilidad de otro predio de distinto dueño”. A pesar de que en sus orígenes romanos era manifiesta la existencia de servidumbres personales, es decir la posibilidad de que un bien produjera beneficios a personas distintas a sus propietarios, hoy solo subsisten las servidumbres prediales o simplemente servidumbres. Las servidumbres que denota el Código Civil tienen unas particularidades consecuentes con la esencia misma de este derecho. La categorización como derecho real es connatural a la servidumbre ya que afecta al predio, sin importar en manos de quién se encuentre el mismo: “Si el dueño del predio sirviente lo enajena a otra persona, la obligación impuesta por la servidumbre sigue su curso normal”586 . Las servidumbres sólo recaen sobre predios, ello es, sobre bienes inmuebles, elemento intrínseco a su definición, al punto que el artículo 880 del C.C. llama predio sirviente al que soporta el gravamen impuesto por la servidumbre, y predio dominante al que le reporta ventaja o utilidad. De conformidad con el artículo en cita, las servidumbres se dividen en activas y pasivas: “Con respecto al predio dominante, la servidumbre se llama activa, y con respecto al predio sirviente, se llama pasiva”. Es dable constituir servidumbres en el predio del pupilo, pero con la respectiva autorización judicial. Al respecto cita el artículo 483 del C.C. que: “No será lícito al tutor o curador, sin previo decreto judicial, enajenar los bienes raíces del pupilo, ni gravarlos con hipoteca o servidumbre, ni enajenar o empeñar los muebles preciosos o que tengan valor de afección; ni podrá el juez o prefecto autorizar esos actos sino por causa de utilidad o necesidad manifiesta”. Para constituir servidumbre en una copropiedad, se requiere el consentimiento de los copartícipes. El artículo 779 del C.C. establece: “Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo que duró la indivisión…Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la enajenación o gravamen, contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios”. Deben existir dos propietarios de predios distintos para que jurídicamente podamos hablar de servidumbres. No obstante, puede darse el caso que aun existiendo identidad de propietarios y pluralidad de predios, subsistan las denominadas servidumbres por destinación del padre de 586 VELÁSQUEZ JARAMILLO, LUÍS GUILLERMO. Ob. Cit, p. 368.