AGS,CRU,260 f. 1r Doña Leonor de Cortinas [Al margen izquierdo

AGS,CRU,260
f. 1r
Doña Leonor de Cortinas
[Al margen izquierdo: Doña Leonor de Cortinas, vecina de esta villa. De la carta de Su Majestad por la
cual
le hace merced de 40 escudos
de oro para ayuda al rescate de Miguel y Rodrigo de Cervantes, sus
hijos, que están cautivos en Argel.]
[Al margen derecho: La obligación que la dicha doña Leonor hizo como principal y Alonso Getino como
su fiador de que dentro de un año traerán testimonio del rescate está dentro de esta carta y pasose la dicha
obligación con el cargo en el libro de San Juan.]
El Rey
San Juan de Izaguirre, nuestro criado y receptor de las compulsiones y dispensaciones que por el comisario general de la Cruzada se hacen en esta corte: sabed que doña Leonor de Cortinas, vecina de esta villa
de Madrid, nos hizo relación que ella tiene dos hijos que se llaman Miguel y Rodrigo de Cervantes, los
cuales nos han servido en Italia y en Flandes y en las galeras y en las demás ocasiones que se han ofrecido,
y finalmente se hallaron en la batalla naval donde a uno de ellos le cortaron una mano y al otro mancaron, y que viniéndose a estos reinos en la galera Sol de que venía por capitán Carrillo, los capturaron los
moros de Argel, adonde al presente están cautivos y presos como nos podría contar por cierta información que en el nuestro Consejo de Cruzada había presentado. Y nos suplicó que, atento a lo que los susodichos nos habían servido y a que no tenía con qué poderlos rescatar por ser muy pobre, le hiciésemos
merced de le mandar dar algunos maravedíes para ayuda al rescate de los dichos sus hijos de los que en
vuestro poder estaban depositados para redención de cautivos, lo cual visto por el comisario general de la
dicha Cruzada y en el nuestro Consejo de ella, atento a que por la dicha información consta del dicho
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cautiverio y servicio de los dichos Miguel
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y Rodrigo de Cervantes, hemos tenido por bien de les mandar librar en vos para ayuda al dicho su rescate
sesenta escudos de oro que valen veinte y cuatro mil maravedíes. Por ende, vos mandamos que de los maravedíes que en vuestro poder están depositados para redención de cautivos deis y paguéis a la dicha doña
Leonor de Cortinas o a quien su poder hubiere los dichos sesenta escudos para ayuda al rescate, de cada
uno de ellos treinta escudos, los cuales le mandamos librar por cuanto se ha obligado y dado fianzas de
que dentro de un año primero siguiente que corra y se cuente desde el día de la fecha de esta nuestra carta
en adelante se traerá testimonio en forma de que los susodichos están libres del cautiverio y prisión en
que al presente están, y que los dichos sesenta escudos sirvieron y se gastaron en el dicho rescate, donde
no pasado el dicho término los volviera ella o su fiador al dicho depósito o a quien por Nos le fuere mandado. Quede asentada en los nuestros libros de la dicha Cruzada que tienen los nuestros contadores de
ella que, con carta de pago de la dicha doña Leonor o de quien el dicho su poder hubiere de cómo recibió
los dichos sesenta escudos y esta nuestra cédula tomando la razón de ella los dichos nuestros contadores
de la dicha Cruzada os serán recibidos
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y pasados en cuenta. Fecha en El Pardo, a cinco de diciembre de mil y quinientos y setenta y seis años.
Yo, el Rey. Por mandado de Su Majestad, Pedro de Escobedo. Tomose la razón en los libros de Su Majestad de la Cruzada. Juan de Portillo. Gaspar de Cuéllar.
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