Energía fotovoltaica, ¿nada nuevo bajo el sol?

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Energía fotovoltaica, ¿nada nuevo bajo el sol?
Juan José Brenes - 25/10/2011 - 07:00
Después de años de promoción pública e institucional de las infinitas bondades de
las energías alternativas, en un país poco propicio a asumir la energía nuclear,
parece que nos encontramos ante un nuevo escenario donde el objetivo es acabar
con la producción fotovoltaica.
A pesar de la precaria situación que atraviesa nuestro país, crisis financiera,
económica y energética incluidas, desde hace unos meses el Gobierno viene
utilizando todos los instrumentos a su alcance para atacar frontalmente a esa
misma energía que no hace tanto defendía como parte de la solución energética.
El mismo marco legal y reglamentario que propició una intensa actividad y el
desarrollo del sector fotovoltaico en España en los últimos años, situando a
nuestro país entre los primeros mercados mundiales en el 2008, ha sido revertido
por el Gobierno en sus planes y medidas urgentes.
Por Real Decreto-Ley 14/2010, de 23 de diciembre, se decidió limitar la
producción anual retribuible a tarifa. Con ello, el Ejecutivo impuso un recorte a las
horas de producción de todas las instalaciones fotovoltaicas en España, con
independencia de las tarifas que perciban y la fecha en que hayan entrado en
funcionamiento, recortes en algunos casos drásticos que causan graves e
irreparables pérdidas económicas para los inversores que se ven imposibilitados
incluso de hacer frente a sus obligaciones crediticias asumidas en base a las
tarifas de inicio garantizadas por ese mismo Gobierno.
Haciendo uso de otra disposición anterior, el Real Decreto 1003/2010, de 5 de
agosto, por el que se regula la liquidación de la prima equivalente a las
instalaciones de producción de energía eléctrica de tecnología fotovoltaica en
régimen especial (primas que constituyen una ayuda alentada por la UE ante la
importancia de este tipo de producción), y concretamente de la habilitación que
dicha norma otorga a la Comisión Nacional de Energía (CNE), se procedió a
requerir en masa a las instalaciones, ya en funcionamiento, la acreditación de la
disposición y correcta instalación de los equipos de producción por la total
potencia de la instalación, sometiendo a los titulares a una inquisitoria inspección,
después de haber efectuado unas inversiones que se tornan ahora peligrosas
para sus promotores. En este sentido es inquietante el artículo 3, el que regula el
modo de tal acreditación, un sí pero no, una lista de documentos "sin perjuicio",
que asoma el riesgo de la inseguridad jurídica
Desde facturas de compra y albaranes que identifiquen unívocamente los paneles
concretos instalados en el parque, hasta documentos como el DUA, documento
único aduanero, inexistente en algunos casos si los paneles fueron comprados a
una empresa española, los empresarios, muchas veces pequeños titulares que se
vieron animados por el Gobierno a invertir en este sector, se están viendo
sometidos a una caza de brujas cuya finalidad no parece ser otra que la
suspensión cautelar, cuando menos, del pago de la tarifa
A la obligación de los titulares de recurrir las reducidas liquidaciones mensuales
giradas por la CNE conforme a la nueva norma se suma ahora la necesidad,
frente a tan interesada persecución, de poner todos los medios para superar las
inspecciones a las que las instalaciones se están viendo sometidas en masa,
Un sector que prometía poder llegar a ser como el eólico e incluso superarlo,
teniendo en cuenta el potencial de horas de sol de nuestro país, está siendo
laminado ante la indiferencia de muchos. Quienes en su momento decidieron
invertir sus ahorros a través de pequeñas y medianas empresas fotovoltaicas
están siendo víctimas de los fines de un Gobierno necesitado de mejorar cuentas
de resultados de forma cortoplacista.
Para acreditar este despropósito cabe constatar que en lo que va de año la
Comisión Nacional de Energía ha suspendido cautelarmente el pago de la prima
regulada a más de 1.900 instalaciones fotovoltaicas, con base a elementos
formales de nueva regulación en la mayoría de los casos.
Ante la avalancha de reclamaciones de amparo judicial de miles de inversores amén del considerable perjuicio que para la planificación energética y la economía
española supone este brusco cambio de dirección política-, la Audiencia Nacional
ha admitido a trámite el 27 de junio los primeros recursos presentados por Brenes
Abogados para proteger la producción fotovoltaica. Solo queda esperar que el
sentido común vuelva a brillar y permita impedir una estrategia de limitación de
fuentes de producción energética tan poco afortunada.
Juan José Brenes. Socio presidente de Brenes Abogados, especialistas en
Derecho de las energías renovables
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