Recursos expresivos de la prensa española actual Yelena Perederi Universidad Pedagógica Estatal de Moscú Si pretendemos conseguir autenticidad en la comunicación entre distintas lenguas no sólo es preciso comprender los textos orales o escritos en el nivel semántico, sino que también deben tomarse en consideración los factores relativos al uso y los componentes pragmáticos de la lengua, entre los cuales destaca la expresividad. Por ejemplo, sin saber nada de los trajes que visten las bailaoras de flamenco sería problemático captar la siguiente alusión : Para empezar, lo evidente es que la mayoría de las opiniones sobre el extraño caso se concentran condenariamente sobre la figura del juez, cuya ejecutoria profesional es tan equívoca que facilita su reprobación. Pero esta historia tiene más lunares que un vestido de flamenca. ("El Mundo") De la misma manera, la comparación de España con un toro viejo puede generar dudas sobre la europeidad de España: Sobre todo, porque ha querido hacer europea hasta las cachas a esta vieja piel de toro que es España ("El Mundo") En el plano del contenido, la expresividad del texto está integrada por componentes como emotividad, apreciación, intensidad, marca estilística y carácter figurado del texto1 . Su mecanismo fundamental es un "escándalo semántico"2, desautomatización del signo lingüístico, transgresión premeditada de las dos normas - la de contenido y la de expresión -, tendente a impactar en el comunicante3. En el plano de expresión es el resultado convergente de todo un conjunto de recursos lingüísticos y paralingüísticos. Entre éstos figuran los gráficos e icónicos; entre aquéllos, los léxicos, sintácticos, morfológicos, fonéticos y prosódicos. Es sabido que la expresividad textual es un concepto más amplio que el de los recursos netamente léxicos. El plano expresivo del texto, visto desde la óptica del proceso de la comunicación, sirve para alcanzar los objetivos pragmáticos de ésta, o sea, hace impacto en el receptor y contiene información implícita acerca de su autor y de la esfera de la comunicación. El autor, a la hora de determinar el tema y la estructura del texto, así como seleccionar los recursos lingüísticos, revela de forma consciente o inconsciente su propia personalidad lingüística, su modelo del mundo, experiencia individual, sistema de valores y actitud hacia la lengua4. 1 V.A. Maslova, "Parametri ekspressivnosti teksta//Chelovecheskiy faktor v yazike. Yazikoviye mejanizmi ekspressivnosti. Moscú, Nauka, 199.1 2 Stepanov Yu.S., "V poiskaj pragmatiki (Problema sybyekta)// Izvestia AN SSSR, seria literaturi i yazika, 1981, t. 40 Nº 4. 3 Dolinin K.A., Stilistika frantsuzkogo yazika, Moscú,.Prosvesheniye, 1987, pág.116; Sorokin A.L., Priyomi i sredstva sozdaniya ekspressii na urovne teksta v gazetnoi publitsistike (na materiale ispanskogo yazika). Avtoreferat kandidatsoi dissertatsii, Moscú , 1992, pág.16. 4 Yu. Stepanov, op.cit., pág. 360. Por lo tanto, nos parece que una de las tareas más actuales de la hispanística contemporánea es estudiar los recursos que intensifican el impacto que el texto produce en el destinatario en las condiciones concretas de la comunicación. Esta exigencia es válida asimismo al tratar el estilo de la prensa, en el que se conjugan el lenguaje informativo de carácter estandarizado y la expresividad, llamada a realizar la función publicitaria, a impactar en los sentimientos del lector y apreciar la información. Finalmente, como el lenguaje de los medios de comunicación puede considerarse determinante en la constitución de la norma y uso de la lengua moderna en general, el estudio de sus recursos adquiere importancia primordial. El presente intento de análisis tiene como antecedente el trabajo de A.L. Sorokin, realizado sobre la base de la prensa cubana en 1992. Sin embargo, como el estilo de la prensa es sumamente flexible y tiene indudables rasgos nacionales específicos, creemos oportuno trazar los mecanismos de expresividad tal y como se manifiestan en la prensa española de hoy. Ante todo vale destacar que la expresividad no es un rasgo inherente a todos los géneros periodísticos, sino está determinada por las finalidades pragmáticas de los mismos. Así, las notas informativas, sean breves o relativamente extensas, no hacen más que informar, procurando ser imparciales y sin añadir ningún componente subjetivo. En cambio, los géneros analíticos ("Opinión" sobre todo) abundan en recursos expresivos, ya que su objetivo es precisamente manifestar cierta actitud ante lo expuesto. Un lugar intermedio lo ocupan los reportajes, cuyo propósito es dar a conocer ciertos hechos por una parte y, como no son nada cortos, amenizar la lectura, actualizando la percepción. De tal modo, el objeto del presente estudio son artículos analíticos y reportajes por excelencia, publicados en los diarios españoles (“El País”, “El Mundo”, “ABC”) entre los años 1994 y 1998, así como en las versiones electrónicas "El País digital" y "Telépiolis". Parte del material ilustrativo ha sido tomado de la tesina de I.Márina, alumna de la Universidad Pedagógica de Moscú, que fue escrita bajo la orientación de la autora del presente trabajo. Como todo artículo que no sea información corta se subdivide por su composición y orientación comunicativa en fragmentos relativamente independientes, lo correcto es analizarlos por separado. En el fragmento pretextual (título y subtítulos), cuya finalidad es llamar la atención del lector y hacer que prosiga la lectura, se combinan múltiples recursos gráficos e icónicos, (de los que prescindimos por el momento) con los lingüísticos. Entre los recursos expresivos más usuales podríamos citar: • Giros que apelan directamente al lector (preguntas retóricas, exclamaciones, formas del imperativo: ¿La hora final? ¡Que impere el sentido común! Venga, el anticristo), • Repeticiones (Corbata, corbata, corbata; González se hunde, se hunde, se hunde... y nos hunde), • Neologismos (Gypsimanía); • Fórmulas que llaman la atención por su originalidad (retruécanos, anacoluto, ambivalencia, antonomasia: Cortes descorteses, ¿Política policial o policía política? Francia se entrega al sadismo, Felipe Tysson) o hacen recordar expresiones conocidas (proverbios, refranes y perífrasis de los mismos: Más ruido que nueces, Los robots también lloran, Comer o no comer); • Metáforas del texto del artículo que, siendo inmotivadas por el momento, pueden causar tensión psicológica (Un hueso para roer) o incluso producir el denominado efecto de las "expectativas frustradas", ya que muchas veces el contenido del artículo tiene poco que ver con su título intrigante. Así, el citado título no es sino un modismo que significa "problema difícil" y se aplica a la búsqueda de un rock con raíces latines por parte del director de una emisora de radio. De la misma manera el material con el resonante título Francia se entrega al sadismo no informa del aumento de la delincuencia, como podríamos suponer, sino tan sólo de que en Francia la apertura de la biblioteca familiar del Marqués de Sade propicia una aluvión de ediciones críticas sobre su vida y obra (ABC). Dentro del mismo texto, los recursos expresivos se registran en diferentes niveles de la lengua. En el nivel fonético, se trata de palabras de origen onomatopéyico, motivadas y no: ...Aznar necesita "tocar" poder, pero no al precio de quedar convertido en un pim, pam, pum, un muñeco de feria... (El Mundo). Otro caso es el constituido por los dialectalismos fonéticos, andaluces normalmente, que se usan para burlarse del habla de un personaje. Su empleo es singularmente frecuente al referirse a la personalidad de Felipe González: El Cesid no está enterado de la tregua, el enterao es Felipe González (El Mundo). En el nivel sintáctico, son recursos expresivos usados principalmente en las obras literarias o en el lenguaje hablado: • Oraciones enfáticas: Quien sí lo contempla desde otra perspectiva es uno de los miembros de la Guardia Civil (El Mundo); • Inversión: Cuestiones oscuras y complejas hay muchas.(El País); • Elipsis: Menuda pandilla de hipócritas moralistas la de los intelectuales del régimen felipista (El Mundo); • Pregunta retórica: Salir así de la crisis, ¿vale la pena?(El País); • Exclamación: ¡Menudo va a ser este Felipe el día en que le dé por leer todos los periódicos! (El Mundo); • Inciso con comentarios del autor: Fraga sí puede pararle los pies a Felipe (ambos los tienen redondos) (El Mundo); • Puntos suspensivos: En qué medida servirá nuestro voto para un presente más limpio, más estable, más barato, más llevadero. Así que abstenerse favorece a la mayoría... (El Mundo) • Oraciones nominativas: Consultas. Gobierno. PSOE. Crisis. Paro. ETA.(El Mundo) • Anáfora: Que lo de Kosovo es guerra, es cosa cierta. Que el país atacado, Yugoslavia, no tiene la menor posibilidad de dañar a las potencias atacantes, también (El País) En el nivel de derivación, destacan todos los tipos de afijación y polisíntesis que, dando origen a vocablos inusuales violan la motivación morfológica de las palabras y desautomatizan la percepción: ministrable, victimismo, autogolpe, hiperliderazgo, mexicanizarse, salvapartidos, chupaetcéteras, canallocracia, tiranosaurio. Por ejemplo: Por un lado, la alusión "desafortunada" a la Constitución española, y por otro el "victimismo" en el que incurre el PNV al ser objeto de críticas. (ABC) Antes que Butragueño hubo un jugador madridista que "se mexicanizó" mucho. (ABC) A esos grandes salvadores, salvapartidos, en cuanto se comprueba que no salvan nada, les empalman. (El País) Lo cual no es de extrañar en un Estado pródigo en chupatintas, chupasangres, chupaetcéteras... (El País) Sólo IU debe autoinmolarse. No quiere estar en este mercado de transacciones sin cuento pero con cuentas, no quiere olvidar ni perdonar la corrupción y la canallocracia. (El Mundo) Pero es en el nivel léxico en el que los recursos expresivos ostentan la máxima variedad. En este caso queda violada la motivación semántica de la palabra, desautomatizándose la percepción de su correlación denotativa o significativa. Podríamos citar los fenómenos siguientes: • Antonomasia, con la no se pierde la ligazón con el significado denotativo originario. Así, un término económico puede extenderse a la política: Pujol ha sabido rentabilizar sus 14 años al frente de la Generalitat catalana (El País) • Empleo metafórico, que añade una acepción figurada al significado usual: Las fuentes de oposición han acusado reiteradamente al Ejecutivo de "maquillar" las encuestas del CIS y de utilizarlas en beneficio propio (El País) • Traslación metonímica: el nombre de la persona que navega en una balsa llega a denominarser emigrante cubano que huye de la isla en este medio de transporte: Los balseros cubanos inundan las aguas fronterizas de EE.UU. (El País) • Semántica falsa, que limita con retruécano: La jubilación anticipada no ha deshinchado la Jordanmanía (El País). En este caso el verbo deshinchar no sólo se asocia con hinchar, sino también con hincha, o sea, quiere decir la disminución del número de hinchas. • Préstamos. Siendoun recurso universal del enriquecimiento del estilo periodístico, se emplean con fines expresivos en dos casos. Primero, aparecen en vez de los vocablos castizos correspondientes, llamando la atención y confiriendo supuesta extravagancia al estilo: El "sex symbol" Marlyn Monroe, y la política hebrea Golda Meir, son invitados frustrados a participar en las trascendentes pláticas de ultratumba... (El Mundo) Pese a ser un apparatchik que un político con carisma y brillante, la verdad es que con el asunto de la Declaración de Barcelona su cotización ha subido... (El Mundo) A veces los barbarismos se usan para evitar repeticiones (afición - hobby): Y, si sus aficiones no tienen nada que ver con las características del puesto a cubrir, pueden incluso perjudicarle. Los "hobbies" no interesan (ABC) En muchos casos designan algún fenómeno extranjero, propiciando el ambiente adecuado. Llama la atención el hecho de que los barbarismos usados se correlacionan normalmente con el país correspondiente: Si por algo destaca el cine "made in Hong Kong" no es precisamente por su poder de sugestión, sino por la acción pura y dura a lo Bruce Lee (El Mundo). De cualquier manera, jóvenes como Cubrillo o Dalipagic Jr., de los que se dicen maravillas y sin duda las prometen, parecían unos "juniors" asustados y novatos (y lo eran en realidad) frente a nuestros avezados veteranos de 23 o 24 años (El Mundo). El velódromo de Prenzlauer Berg, en el antiguo sector este berlinés, vivió la última representación de lo que ha sido el leitmotiv de las últimas cinco campañas de maratón electoral socialdemócrata. (El Mundo). Al hablar del País Vasco, Galicia o Cataluña, son usuales palabras de estos idiomas para denominar los partidos y movimientos políticos, al igual que otras realidades de esas Autonomías, aunque en nuestra opinión, dichos usos no pueden considerarse como expresivos; más bien manifiestan que dichos fenómenos son del dominio público: Había quedado apartado de la dirección abertzale porque se pronunció contra la continuidad de la violencia etarra. (El Mundo). El diputado de Iniciativa per Catalunya en el Congreso Joan Saura anunció... (El Mundo). En segundo lugar, los préstamos se emplean metafóricamente, por lo que la expresividad es resultado de dos fenómenos convergentes: forma exterior inédita y significado connotativo, que surge al ser aplicada la palabra a una esfera extraña para aquélla. Así, en los ejemplos que siguen la comparación de las negociaciones de paz con un show y del juez, con una estrella de cine revelan la apreciación negativa por parte del autor: En el "show" entre la paz y la guerra siempre cabe que Karadzic desacredite el portavoz de Cosic... (El País) La averiada credibilidad de González, los "videoclips" de TVE y el sorpresivo reclutamiento de un juez "superstar" no deben distraer la atención sobre el devastador balance de la gobernación socialista (ABC) Abundan barbarismos que denotan términos deportivos, ya que las actividades políticas se equiparan con juegos deportivos: Bach estaba totalmente enfrentado, "sin diplomacia ni fair play", con el alcalde Farrés. (El Mundo) Por mucho que se cierren filas alrededor del candidato, en el sprint de campaña el corazón del partido sigue estando con su presidente... (El Mundo) • Empleo metafórico de términos científicos, sobre todo los médicos, y deportivos. Aquéllos parecen formular diagnóstico calificando de negativos los fenómenos en cuestión: Cada día se descubre un nuevo foco de gangrena, de corrupción (El País) La esquizofrenia de una política monetaria restrictiva y una política presupuestaria expansiva se ha saldado con una brutal depresión de la demanda... (El País) Los términos deportivos, como se ha dicho, denotan metafóricamente algunos tipos de actividades políticas y sobre todo las elecciones: Si Helmut Kohl y Gerhard Schroder se enfrentan en la categoría candidatos a canciller, ecopacifistas y liberales lo hacen en la disciplina de candidatos a socio menor. (El Mundo) • Modismos, tanto íntegros como alterados semántica o estructuralmente. El empleo de modismos ya de por sí es expresivo, sobre todo si surge heterogeneidad estilística (plegarias - estar cantado, caer en saco roto): Como estaba cantado, sus plegarias cayeron en saco roto (El Mundo) Los modismos modificados refuerzan el impacto y especifican el tema: La apertura del Colegio Complutense ha sido un acontecimiento único. Al concluir el acto alguien exclamó: ¡esto ha sido una pica en Flandes! Sí, puntualizamos, pero ha sido una pica en Harward. (El Mundo) Aquí el modismo poner una pica en Flandes (hacer un milagro) aparece primero en forma modificada pero intacto semánticamente y después, modificado por la forma y contenido a la vez, actualizando el tema de la educación universitaria prestigiosa. • Elementos de estilo familiar y argotismos, cuya presencia misma en un periódico es expresiva por violar las convenciones socioculturales. El mecanismo psicológico es el de sorpresa, que también actúa al ser violada la motivación semántica o morfológica de la palabra: Están callados como muertos estos mamadores del poder, ante el esplendor de Filesa y los destellos y chispas que saltan de las bofetadas de Ferraz (ABC) Pero esos son negocietes de Aznar (El País) A ver, señor ministro, diga algo. Y el hombre, con el tapiz de seda al fondo, carraspea y cuenta cosas, anécdotas, vamos, lo que se le ocurre (El Mundo) Los argotismos equiparan el mundo de la política y los negocios con el de los delincuentes, resaltando así la apreciación negativa: El mundo de los chorizos finos asalta los bancos sin pegar un tiro... En sus manos cada una de esas transacciones se convierte en una palanca para levantar los millones. En el movimiento participan desde gallos (estafadores que dan la cara) hasta pendolistas y falsificadores (El País) Aparte de la traslación de significado en el nivel de la lengua, se registran múltiples tropos que crea el autor mismo en el texto dado (metáfora, metonimia, epíteto, comparación, hipérbole, ironía y retruécano), los cuales conllevan la apreciación del fenómeno o intensifican el significado del sustantivo. Citemos ejemplos de tropos apreciativos: En rigor, se trata de un mismo error continuado: el desconocimiento voluntario de los regímenes totalitarios y la política de avestruz como medio de combatirlos (El País) (epítetos) La Sanidad es una bomba de relojería (ABC) (comparación) El "muy amigo" de González, José María Aznar expresó su convencimiento de que España "necesita una alternativa y eso es distinto de una coalición con los socialistas" (El País) (ironía) Y no digamos lo cursi de Duran o lo acaramelados que van los señores del PP, con Rato todo el rato, jugando al ratón y al gato con la Prensa y con Pujol (El Mundo) (retruécano) El ministro de Fomento ha logrado lo que parecía imposible: hacer del avión el medio de transporte más lento y azaroso (El País). (paradoja sarcástica) Tropos de intensidad: Tras la nueva oleada humana que está llegando a Albania y Macedonia, y las noticias del reguero de masacres en Kosovo, Europa no se puede permitir otra salida que la del fin de ese régimen. (El País) (metáfora) Hay en la ciudad un silencio de caja fuerte (El País) (comparación implícita) Quiero decir que hemos torturado a los pobres turistas con un montón de monedas delirantes (El Mundo) (hipérboles) Finalmente, vale señalar que en la prensa existen recursos específicos de expresividad que actúan en el nivel del texto entero. Se trata de símbolos o imágenes que equiparan el mundo político y de negocios con otras esferas, principalmente con el deporte. Así, se presentan como competiciones deportivas (carreras o boxeo) las campañas electorales; el maratón, en cuya meta final aguardan a los vencedores abundantes premios, simboliza el proceso de integración en el euro; las apuestas que se hacen en las carreras de caballos, por ejemplo, denotan las estrategias políticas y las intrincadas relaciones existentes entre los partidos políticos y sus respectivos líderes. En nuestra opinión, tales símbolos recalcan que la dura competencia es el móvil del mundo contemporáneo. Resumiendo, los recursos expresivos cumplen las funciones pragmáticas del habla y pueden calificarse de estímulos psicolingüísticos, necesarios para cumplir una de las tareas generales del estilo de la prensa - hacer a los lectores compartir cierta visión del mundo. Sin embargo, la comprensión de ese peculiar fondo pragmático, que incluye la apreciación subjetiva (que es imprescindible para una percepción normal del texto publicista y es negativa por excelencia), se ve dificultada por el carácter transitorio de los referentes y las imágenes correspondientes. La dinámica de la vida política desgasta con rapidez las imágenes existentes y conlleva la aparición de otros nuevos. Así, podemos calificar ya de historismos vocablos como felipista o bunker, y de léxico neutral - torpedear, bloquear, dragones asiáticas, superministro etc. Pero por más que varíe el material léxico concreto, las reglas generales de expresividad se presentan inalterables.