El bienestar que experimentan individualmente los docentes no sólo está influido por las diferencias individuales y las disposiciones conductuales o de personalidad señaladas hasta el momento, sino también por la forma y las estrategias con las que se enfrentan a las experiencias y situaciones estresantes estos profesionales. Los resultados de diversos trabajos experimentales señalan que los sujetos que normalmente utilizan estrategias activas o centradas en el problema, reflejan menos sentimientos de estrés o queme por el trabajo que los sujetos que emplean estrategias de evitación o escape (Ceslowitz, 1989; Boyle et al., 1991; Leitier, 1991). Debemos entender el afrontamiento como un mecanismo de defensa, y entre sus funciones principales se encuentra el reducir la tensión y restaurar el equilibrio. Según las formas de AFRONTAMIENTO utilizadas por los docentes, mencionemos los siguientes estudios: Kyriacou y Sutcliffe (1978) comentan que, muchos modelos de estrés entre docentes incluyen el factor de la respuesta frente a éste, y que se define como la conducta que manifiesta el individuo con la intención de reducir su experiencia estresante. En cualquier caso, con relación a los métodos de respuesta utilizados por los profesores no existe mucha evidencia empírica, pero si podemos destacar algunos resultados. Kiriacou (1980), agrupó las respuestas encontradas en tres categorías: • “expresar los sentimientos y buscar ayuda”, • “adoptar acciones bien meditadas” • “pensar en otras cosas”. Dewe (1985) obtuvo otras categorizaciones de respuesta (cuadro 15): Profesores de Primaria Profesores de Secundaria “intentar sobreponerse situación” a la “intentar mantener las cosas en su perspectiva correcta” “mantener una conducta racional orientada a la tarea” “intentar evitar confrontaciones” “adoptar un enfoque conservador de la enseñanza” “procurar relajarse después del trabajo” “utilizar el respaldo de los colegas” “poner las cosas en perspectiva” Cuadro 15. (Dew, 1985) Hasta ahora, nos hemos referido a estudios y recomendaciones estudiadas a la hora de superar el estrés, pero centrados en el docente como individuo y lo que él puede hacer. Sin embargo, ya hablaremos en otro bloque de las posibilidades de prevención y afrontamiento, de carácter formativo, que pueden ser utilizadas por esos individuos en la organización, desde la formación, como por ejemplo, a las disposiciones organizacionales, relaciones entre el personal, condiciones laborales y procesos curriculares, que pueden ayudar a reducir dichas situaciones estresoras en el ámbito de los centros educativos.