OCR Document - Centro de Documentación Judicial

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267 -C-2005
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
once horas del veintinueve de marzo de dos mil seis.
Vistos en casación de la sentencia definitiva pronunciada en apelación, por la
Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro, a las quince horas treinta
minutos del uno de noviembre de dos mil cinco, en el juicio civil ordinario Reivindicatorio
promovido por el señor SANTOS GARCÍA MORENO conocido por SANTOS
GARCÍA, por medio de sus apoderados sucesivos licenciados Carlos Alberto Jiménez
Mendoza y Héctor Edmanuel Mena Silva, contra la señora MARÍA ESPERANZA REYES,
a fin de que la demandada sea condenada a entregar al demandante, el inmueble objeto del
litigio.
Han intervenido en el juicio, por una parte, los licenciados Jiménez Mendoza y
Mena Silva, en el carácter indicado, en primera instancia, y únicamente el licenciado Mena
Silva en las dos instancias y en casación, y por otra, la demandada señora REYES, en las
dos instancias y en casación.
VISTOS LOS AUTOS, Y,
CONSIDERANDO:
I-EI Fallo de primera instancia dispuso así: "POR TANTO: Con base a los
considerandos anteriores, y Arts. 417, 421, 427, 429, 439 Pr. C. y Arts. 747, 891, 893 y 895
C.C., a nombre de la República de El Salvador, FALLO: 1) Declárese no ha lugar la
excepción de ineptitud de la demanda, por no haberse probado, interpuesta por la señora
MARIA ESPERANZA REYES; 2) CONDÉNASE a la señora MARIA ESPERANZA
REYES a entregar el inmueble marcado como Lote Número Ocho, Sección "E", Tipo
Mínimo, situado en Centro Urbano Monserrat, San Salvador a su legítimo propietario señor
SANTOS GARCIA ROMERO conocido por SANTOS GARCIA, y 3) CONDÉNASE a la
señora MARÍA ESPERANZA REYES en costas procesales. HÁGASE SABER".
II- El fallo de segunda instancia dice así: "POR TANTO: Con lo expuesto,
disposiciones legales citadas y Arts. 1089 y 1090 Pr. C., esta Cámara a nombre de la
República, FALLA: Confirmase la sentencia venida en apelación por estar arreglada a
derecho. Condénase a la parte apelante en las costas procesales de esta instancia. En su
oportunidad vuelva el proceso al juzgado de origen con certificación de ley".
III- La parte demandada, inconforme con la sentencia pronunciada, interpuso,
dentro del término legal, el recurso de casación, en la forma siguiente: "PROCEDENCIA
DEL RECURSO DE CASACIÓN QUE INTERPONGO -- La providencia impugnada a
través del recurso de Casación es una "Sentencia Definitiva" pronunciada por la Honorable
Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro que resuelve la alzada
interpuesta por la parte demandada, recurso que es procedente de conformidad a lo
prescrito en el Art. 1 N° 1 de la Ley de Casación.-- MOTIVO EN QUE SE FUNDA EL
RECURSO DE CASACIÓN: --- CAUSA GENÉRICA: INFRACCIÓN DE LEY, Art. 2 Nº
1 Ley de Casación. --- CAUSA ESPECÍFICA: INTERPRETACIÓN ERRÓNEA DE LEY
Art. 3 Nº 2 Ley de Casación. --- El recurso de Casación que interpongo lo fundamento en el
Art. 3 numeral dos de la Ley de Casación, por haber infringido la Ley el Honorable
Tribunal sentenciador, ya que el fallo contiene INTERPRETACIÓN ERRÓNEA DE LEY.
--- SÍNTESIS DEL CASO PLANTEADO, NECESARIA PARA DEMOSTRAR LA
PROCEDENCIA DEL RECURSO.—HECHOS PLANTEADOS EN LA DEMANDA: --A) Por escritura pública otorgada en esta ciudad, a las once horas y treinta minutos del día
veintidós de diciembre del año dos mil, ante los oficios del Notario René Salomón Portillo,
la señora FELÍCITA ROMERO GARCÍA HOY DE VELÁSQUEZ vendió e hizo tradición
del dominio y posesión del inmueble urbano que se pretende reivindicar a favor del señor
SANTOS GARCÍA ROMERO conocido por SANTOS GARCÍA.-----b) Que el
demandante, por encontrarse fuera del país no tomó posesión del inmueble que había
comprado, permitiendo que la señora Felícita Romero García hoy de Velásquez continuará
viviendo en la propiedad; --- c) Que la señora Felícita Romero García hoy de Velásquez, el
día veinte de diciembre del año dos mil uno, dio en arrendamiento, para vivienda, a la
suscrita María Esperanza Reyes el inmueble que se pretende reivindicar; --- d) Que a partir
del día ocho de octubre del año dos mil dos, la suscrita María Esperanza Reyes ya no paga
los cánones de alquiler. ---- e) Que la demandada no obstante se le ha requerido, se niega a
desocupar el inmueble arrendado y restituirlo al demandante.----Esos hechos, después de la
contestación de la demanda, quedaron fijados. Al contestar la demanda en sentido negativo,
alegué y opuse la excepción de Ineptitud de al Demanda por no ser legítima contradictora. -- El Señor Cuarto de lo Civil (sic), al pronunciar sentencia definitiva, desestimó la
Excepción de Ineptitud de la Demanda y condenó a la suscrita a entregar el inmueble al
señor Santos García Romero o Santos García. --- En vista de que no estaba de acuerdo con
el fallo de Primera Instancia, interpuse recurso de alzada. La Honorable Cámara Segunda
de lo Civil, al pronunciar sentencia, desestimó la Excepción de Ineptitud de la Demanda,
aduciendo que los presupuestos procesales de la acción reivindicatoria son: a) que el actor
sea el propietario o pretenda serio; b) que alegue haber sido privado de su propiedad, ya sea
de hecho, por la posesión de otro, que se hace pasar por dueño o puede llegar a serio por
usucapión, ya por la titularidad de la cosa; c) que el demandado sea poseedor o simple
tenedor, aún en nombre del propietario; como el depositario, el usufructuario, el
comodatario, el precarista; d) una cosa corporal identificable y que no esté excluida de la
reivindicación. No obstante reconocer la Honorable Cámara que soy arrendataria, concluye
su argumentación expresando que la acción reivindicatoria se establece en contra de aquél
que la está poseyendo materialmente es decir con ánimo o sin ánimo de ser verdadero
dueño y que no sea titular de un derecho que justifique la posesión material. --PRECEPTOS QUE HAN SIDO INFRINGIDOS: -- Por Interpretación Errónea de Ley, la
Honorable Cámara Segunda de lo Civil ha infringido el siguiente precepto: El Artículo 891
del Código Civil, en relación con el Art. 897 del mismo cuerpo de leyes. -- CONCEPTO
EN QUE TALES PRECEPTOS HAN SIDO INFRINGIDOS.--ARTÍCULO 891 DEL
CÓDIGO CIVIL EN RELACIÓN CON EL ARTÍCULO 897 DEL MISMO CUERPO DE
LEYES-----------La acción reivindicatoria ha sido Definida en el Art. 891 del Código Civil,
de la siguiente manera:--- La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de
una cosa singular, que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela". --- Una de las reglas de interpretación de la ley se encuentra contenida en el
Art. 20 Inc. 1° que expresa que las palabras de la ley, se en tenderán en su sentido natural y
obvio, según el uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya
definido expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas su sentido legal. El Art.
891 C. contiene define la acción reivindicatoria expresando sus elementos y alcances, y es
tal definición la que rige en nuestro sistema jurídico, no obstante que puedan haber otros
conceptos doctrinarios y definiciones legales de otras legislaciones que puedan considerarse
más adecuados. Si nuestra legislación en el Art. 891 C. da la definición de acción
reivindicatoria, es de esa definición de donde tenemos que extraer los elementos, y no de
otra definición o de conceptos doctrinales, como lo hace la Honorable Cámara
sentenciadora.-----De la definición que da el Art. 891 C., tenemos que los elementos
esenciales de la acción reivindicatoria son: a) es una acción concedida al dueño o
propietario que no está en posesión; b) que la cosa que se pretende reivindicar sea singular;
c) la acción de dominio se dirige contra el actual poseedor. --- En cuanto al primer
elemento en la definición, tenemos que la acción reivindicatoria la tiene el propietario de la
cosa que se pretende reivindicar y no puede ser intentada sino por él. --- Se desprende de la
definición el segundo elemento, que para entablar la acción reivindicatoria el dueño de la
cosa no debe estar en posesión de ella, puesto que si lo está, nada ni nadie se opone a su
derecho de propiedad. Consta del título de dominio presentado por la parte actora que al
dueño, o sea el señor García Romero o Santos García le fue hecha la tradición del dominio
y posesión de la cosa litigiosa, y no puede alegarse, como se hace en la demanda que
cuando el demandante "compró la referida propiedad no tomó posesión de la misma, ya que
se encontraba fuera del país". Esa afirmación ni es cierta ni se ha probado en el juicio,
puesto que el señor Garcia Romero o García concurrió personalmente al otorgamiento del
referido título, que se otorgó en la ciudad de San Salvador. En consecuencia, no se ha
probado que el señor Santos García Romero o Santos García haya perdido la posesión. Esa
circunstancia no la apreció la Honorable Cámara y por lo tanto, falta uno de los elementos
que deben concurrir, de acuerdo a la definición legal, para que se de la acción
reivindicatoria. --- El segundo elemento de la reivindicación es que se trate de una cosa
singular. La reivindicación es una acción real, porque nace del derecho de dominio y la
cosa que se reivindica debe ser una cosa corporal, según lo expresa el inciso primero del
Art. 892 C., regla que no tiene excepción. Las cosas corporales reivindicables deben ser
singulares, o sea, cosas particulares, determinadas, cuerpos ciertos, en oposición a la
universalidad de bienes, es decir al patrimonio. -- El tercer elemento de la definición
consiste en que la acción debe dirigirse contra el actual poseedor. Dice Claro Solar en su
obra EXPLICACIONES DE DERECHO CIVIL CHILENO Y COMPARADO, Tomo IX,
pág. 406 "Según la definición del Art. 889 (891 de nuestro Código Civil) la acción de
dominio debe dirigirse contra el poseedor que es quien puede restituir la cosa al
reivindicador. Por eso el Art. 895 (897 de nuestro Código) dice: "La acción de dominio se
dirige contra el actual poseedor", es decir, no contra el mero tenedor de la cosa, sino contra
el que la detiene con ánimo de hacerla suya, sin reconocer dominio ajeno. --- La posesión"
es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de ser señor o dueño, sea que el dueño o
el que se da por tal tenga la cosa por si mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a
nombre de él, dice el Art. 745 C. --- La definición que da el Art. 745 C. revela los
elementos que constituyen la posesión: a) la tenencia de la cosa, corpus, y b) el ánimo de
señor o dueño, animus. En principio estos dos requisitos deben concurrir copulativamente
para iniciar la posesión. --- La tenencia consiste en el apoderamiento de la cosa misma,
objeto de la posesión y que, al tiempo de iniciarse, se verifica asiendo la cosa y que,
mientras perdura la posesión, se exterioriza teniéndola bajo el poder o a disposición del
poseedor. Es un requisito o elemento de carácter material o físico que consiste en la
relación externa, en el contacto de hecho en que se encuentra la cosa con respecto al
poseedor. Barroz Errázuriz, citado por Alessandri y Somarriva, describe la tenencia
expresando que es la aprehensión material o legal de la cosa, o en otros términos el hecho
de disponer actualmente de la cosa. --- El ánimo de señor o dueño es la voluntad de tener la
cosa como propia, a merced del libre querer del poseedor con exclusión de la intervención
de cualquiera otra persona; es un elemento de carácter espiritual, psíquico o intelectual. --La necesidad de la concurrencia copulativa de los dos elementos: el material (tenencia o
hábeas) y el intencional (ánimo de señor o animus dómini) es un presupuesto de rigor en la
concepción de nuestro legislador: sin ellos no hay posesión. Lo ponen en evidencia no sólo
las fuentes en que se inspiró, sino que la definición misma contenida en el Art. 745 C. y
preceptos legales tan categóricos y explícitos como el 762 y el Art. 753 C., esta última
disposición que se refiere es la mera tenencia, Seguramente la disputa doctrinal entre
Savigny y Ihering es lo que ha hecho que la Honorable Cámara equipare al mero (sic) con
el poseedor. --- La Honorable Cámara Segunda de lo Civil, al enumerar los presupuestos
procesales de la acción reivindicatoria, es decir los elementos que integran dicha acción lo
hace de la siguiente manera: PRIMERO: Que el actor sea el propietario o pretenda serio. En
este primer supuesto citado por la Honorable Cámara estoy de acuerdo; sin embargo, es de
advertir que la ley, al definir la acción reivindicatoria, habla de propietario y no de quien
pretenda serlo.-----SEGUNDO: Que alegue haber sido privado de su propiedad, ya de
hecho, por la posesión de otro, que se hace pasar por dueño o puede llegar a serio por
usucapión, ya por la titularidad de la cosa, Este segundo elemento de la acción de dominio
o presupuesto procesal, como lo llamara la Honorable Cámara, encontramos grandes
errores conceptuales, que haré notar a continuación. En primer lugar, dice la Honorable
Cámara "que alegue haber sido privado de su propiedad", lo cual es un grave error
conceptual, en primer lugar porque el Art. 891 C. no habla de propiedad sino de posesión, y
no es lo mismo el dominio o propiedad que \ la posesión. El dominio o propiedad es el
derecho de poseer exclusivamente una cosa y gozar y disponer de ella, sin más limitaciones
que las establecidas por la ley o por la voluntad del propietario, Art. 658 C., en cambio, la
posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño 745 C. y es de
hacer notar que la posesión es un atributo del dominio. La propiedad se pierde: a) por un
acto de disposición del dueño que se desprende de la cosa y la transfiere a otra a través de
la tradición: b) por sentencia judicial que reconoce el dominio de otra persona sobre la cosa,
cuando hay disputa sobre el dominio; c) por sentencia judicial que reconoce que otra
persona lo ha ganado por prescripción; y d) por otros medios determinados por la ley, tales
como la expropiación y confiscación en aquellos países en que se admite. Dice la
Honorable Cámara que la privación de la propiedad se haya efectuado "de hecho",
expresión que es una aberración jurídica, pues de acuerdo a nuestra Constitución nadie
puede ser privado de hecho de su propiedad, si no a través de una sentencia judicial. Art. 11
Cn. --- TERCERO: que el demandado sea poseedor o simple tenedor. El Art. 891 C.,
concede acción al dueño de una cosa singular, de la que no está en posesión, para que el
poseedor de ella sea condenado a restituírsela, y el Art. 897 C., confirma tal requisito
esencial de la acción de dominio al expresar que "La acción de dominio se dirige contra el
actual poseedor". No expresan dichas normas que la acción de dominio o reivindicatoria se
pueda dirigir contra el mero tenedor como lo afirma la Cámara sentenciadora. --- El Art.
753 C. define la mera tenencia de la siguiente manera: "Se llama mera tenencia la que se
ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño". De la
definición legal se desprende que para que haya mera tenencia se requiere: a) contacto
material o apoderamiento físico de la cosa corporal determinada sobre que recae; b) el
contacto debe ser intencional, es decir, con el propósito de ejercitar sobre la cosa un
poderío derivado de un hecho real o de un derecho personal, que versa sobre la cosa
sometida a mera tenencia, y c) el ejercicio de ese derecho real o personal debe verificarse
reconociendo el dominio ajeno, o como dice el Art. 753 C., en lugar o a nombre del dueño.--------La jurisprudencia sentada por nuestro Tribunal de Casación ha sentado el principio
de que "El motivo de interpretación errónea consiste en extender, limitar o tergiversar los
alcances jurídicos de una norma legal."-La Honorable Cámara Segunda de lo Civil ha
hecho una interpretación errónea de normas legales para fundamentar su fallo, consistiendo
tal vicio en que considera que la acción reivindicatoria o acción de dominio se puede
ejercitar contra el mero tenedor de una cosa singular, tal como se expresa en dos párrafos
del considerando tercero de la sentencia que textualmente dicen: -- PÁRRAFO SEIS: --- 1."b) que alegue haber sido privado de su propiedad, ya de hecho, por la posesión - del otro,
que se hace pasar por dueño o puede llegar a serio por usucapión, ya por la titularidad de la
cosa." En este párrafo la Honorable Cámara tergiversa los términos que da la ley sobre lo
que es la acción reivindicatoria. "c) que el demandado sea poseedor o simple tenedor, aún
en nombre del propietario; como contra el depositario, el arrendatario, el usufructuario, el
comodatario, el precarista". El Tribunal sentenciador interpreta erróneamente el Art. 891
C., porque extiende los alcances jurídicos de la norma, al expresar que la acción
reivindicatoria se dirige no solo contra el poseedor, como lo indica la norma, sino también
contra el simple tenedor de la cosa. --- PÁRRAFO SEIS:--- Dice la Honorable Cámara: "
ya que la acción reivindicatoria se establece en contra de aquel que está poseyendo
materialmente, es decir que sea con ánimo o sin ánimo de ser verdadero dueño y que no sea
titular de un derecho que justifique la posesión material". En este párrafo la Honorable
Cámara Segunda de lo Civil hace una interpretación errónea del Art. 891 C. al extender los
alcances de dicha norma, aceptando que la acción reivindicatoria se puede ejercer contra el
mero tenedor, desconociendo que el Art. 897 C., que amplía el contenido del Art. 891 C.,
expresa "La acción de dominio se dirige contra el poseedor". Pero al manifestar "con ánimo
o sin ánimo de ser verdadero dueño", está tergiversando los alcances legales de los
conceptos dados por la ley, de la posesión y la mera tenencia, puesto que la posesión sin
ánimo de señor y dueño no es posesión. La parte final del párrafo sexto de la sentencia y
que dice "y que no sea titular de un derecho que justifique la posesión material", es a todas
luces incomprensible.-----La Honorable Cámara Segunda de lo Civil, en el párrafo octavo
del considerando tercero reconoce a la Suscrita como mera tenedora del inmueble que se
pretende reivindicar al decir "efectivamente la demandada en ningún momento ocupó el
inmueble en referencia con el ánimo de apropiarse de él, sino como arrendataria, ya que
mediaba un contrato de arrendamiento, por lo que es valedero el alegato de la demandada
de que es mera tenedora".------Si soy mera tenedora y de quien recibí la cosa litigiosa, es
quien me confirió la mera tenencia (sic) la verdadera poseedora y a ella es a quien debió
demandarse la reivindicación, ya que en los autos y así lo reconoce la Honorable Cámara en
el párrafo nueve, que quien me dio en arrendamiento la cosa fue la señora FEÍCITA
ROMERO GARCÍA o FELÍCITA ROMERO GARCÍA DE VELÁSQUEZ. Pero resulta
que la acción que en mi contra debió ejecutarse es el juicio de desocupación que contempla
la Ley de Inquilinato o el procedimiento sumario señalado en los Arts. 964 a 966 Pr. y no la
acción reivindicatoria, puesto que de promoverse en mi contra tal acción, hay ineptitud de
la demanda. --- En conclusión, la Honorable Cámara Segunda de lo Civil da a la ley un
sentido distinto del que lógicamente tiene, pues ha extendido y tergiversado arbitrariamente
sus alcances y efectos jurídicos en relación al caso sub judice".
IV- Analizado el escrito de interposición, por la Sala, y considerando que reúne los
requisitos de ley, por resolución de las ocho horas del dieciocho de enero del presente "año,
admitió la alzada por el motivo genérico Infracción de Ley Art. 2 Lit. b) Cas., por el
submotivo Interpretación Errónea de Ley, Art. 3 N° 2 Cas., siendo el precepto infringido el
Art. 891 C. en relación el Art. 897 C. En la misma resolución, la Sala ordenó pasar los
autos a la Secretaría, para que las partes presentaran sus alegatos, dentro del término de ley,
habiéndolo hecho ambas partes, quienes expresaron los razonamientos que tuvieron a bien,
en apoyo de sus respectivos derechos, quedando el recurso en estado de pronunciar
sentencia.
V- La disposición legal señalada como infringida es el Art. 891 C, en relación con el
Art. 897 del mismo Código. Se ha dicho por la recurrente que, a la primera disposición
mencionada se le ha dado una interpretación errónea, porque el sujeto que debe ser
demandado es el poseedor de la cosa que pertenece a otro, no el mero tenedor de ella; como
lo es la demandada señora REYES, quien es inquilina, en virtud de un contrato de
arrendamiento; alega la recurrente que debió demandarse a otra persona como poseedora, y
entablarse contra la señora Reyes, una acción diferente nacida del arrendamiento. Agrega
que la interpretación errónea se ha presentado porque el tribunal Ad quem ha ampliado los
efectos del Art. 891 C.
En la sentencia de segunda instancia, en el Considerando III, la Cámara manifiesta
que "Previo a entrar al fondo de la pretensión analizaremos la excepción de ineptitud de la
demanda alegada por la apelante la cual fundamenta en no ser ella la poseedora del
inmueble objeto del presente proceso, sino sólo mera tenedora del mismo, por lo que la
acción reivindicatoria no es la correcta". En el párrafo quinto del mismo Considerando, la
Cámara ha manifestado que: "Es importante en primer lugar establecer qué debemos
entender por acción reivindicatoria: Es una acción real dirigida a recuperar una cosa de
nuestra propiedad, que por cualquier motivo está poseyendo otro, con sus frutos, productos
o rentas. Es consecuencia esencial e inmediata del dominio, el concepto doctrinal y a la vez
técnico y elegante ha sido la definición de Dernburg, para el cual mediante esta acción, el
propietario no poseedor hace efectivo su derecho contra el poseedor no propietario".
Esta Sala estima que la acción reivindicatoria es una acción real, pues nace del
derecho de dominio que tiene este carácter; está dirigida a obtener el reconocimiento del
citado derecho y la restitución de la cosa a su dueño. El carácter real de esta acción, la
distingue de otras acciones de restitución, nacidas de relaciones contractuales obligatorias,
las cuales son de naturaleza personal, como las acciones del arrendador, del comodatario,
etc. que pueden interponerse por el que está ligado contractualmente con el demandado, sea
o no dueño de la cosa cuya restitución se persigue.
La acción real de reivindicación, la otorga la ley, en el Art. 891 C., en relación con
el Art. 897 C., al propietario de una cosa singular de la que no está en posesión, para que la
ejerza contra la persona que está poseyéndola. En armonía con las anteriores disposiciones,
el Art. 917 C. ordena que las reglas del Título XI se apliquen contra el que poseyendo a
nombre ajeno, retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de
señor. Son supuestos de la última norma: a) la calidad de mero tenedor del demandado,
pues él posee a nombre ajeno; b) el carácter indebido de la retención, esto es, el
persistimiento de la cosa en poder del mero tenedor, persistimiento que debe carecer de
causa legal que lo justifique. Desde que la retención es sin derecho, se comprende que es
indiferente el ánimo con que se haga: ya sea con intención de señor y dueño, o de mera
tenencia. El Art. 917 C. puede hacerse valer contra el arrendatario de un tercero,
comprobando que otro es el dueño de la cosa arrendada, resistiéndose tal arrendatario a
devolverla a la persona que judicialmente fue reconocida como legitima propietaria.
(Alessandri Rodríguez, Arturo, Somarriva U. Manuel, Vodanovic H., Antonio, TRATADO DE LOS DERECHOS REALES -Bienes- Tomo II- Sexta Edición- Editorial
Jurídica de Chile- Pág. 288). Al respecto se plantea un problema: ¿Si la disposición del Art.
917 C. significa conceder la acción de dominio contra un mero tenedor? ¿Es una excepción
a la regla de dirigir la acción contra el actual poseedor? Existen dos corrientes de
interpretación: 1) que afirma lo anteriormente expuesto, es decir que literalmente el Art.
917 C. dispone que contra el poseedor a nombre ajeno, o sea contra el mero tenedor que
retiene indebidamente la cosa, se aplicarán las reglas del Título De la Reivindicación, Y
como no excluye ninguna de ellas, deben aplicarse todas, lo cual equivale a otorgar la
acción de dominio contra ese mero tenedor. 2) La segunda corriente de pensamiento
sostiene, que el injusto detentador no puede ser sujeto pasivo de la acción reivindicatoria,
que no hay acción reivindicatoria contra ningún mero tenedor, porque si la ley hubiera
querido lo habría manifestado claramente en el Art. 917 C. Agrega esta segunda corriente
que la inteligencia de este artículo es otra, lo que quiere significar es que, cuando por la
acción que en cada caso se haga valer, se pida la restitución de la cosa al injusto detentador,
se apliquen en contra de éste las reglas del Título De la Reivindicación, no todas
lógicamente, sino sólo las que se concilien con la acción ejercitada. El injusto detentador
puede haber entrado en la tenencia de la cosa en virtud de un contrato celebrado, no con el
demandante, sino con un tercero, estando obligado a entregar la cosa objeto del litigio,
después de cierto plazo; en tal caso, el demandante pedirá la restitución de la cosa, de
acuerdo con el contrato que le dio origen y al demandado se le aplicarán las reglas sobre
deterioros y mejoras, previstos para el injusto detentador que entró en la tenencia de la
cosa, en virtud de un acto jurídico válido. (Alessandri Rodríguez, Arturo, Somarriva
U.Manuel, Vodanovic H., Antonio-Ob- Cit.-Pág.289).
Al respecto, a tenor del Art. 917 C. todas las reglas del Título De la Reivindicación,
se aplican al que posee a nombre ajeno, reteniendo indebidamente una cosa raíz o mueble,
aunque lo haga sin ánimo de ser señor o dueño, es decir, aunque sea mero tenedor, porque
la citada disposición, sin hacer excepciones, en forma expresa, amplía, extiende, todo lo
regulado respecto al poseedor de cosa ajena, al tenedor de ella.
El legislador ha protegido el dominio mediante la acción reivindicatoria, aunque
existan acciones personales de terceros, que sólo estos pueden ejercer. En el presente caso
el propietario ha ejercido su acción real en forma correcta, con el objeto de proteger su
dominio y recuperar su inmueble, y no es justo ni lógico obligarlo a esperar que la
arrendadora del inmueble ejerza su acción personal contra la mera tenedora, teniendo él la
acción real.
La arrendataria, quien es la demandada, acordó con la arrendadora, dar por
terminado el contrato de arrendamiento, el ocho de octubre de dos mil dos, obligándose la
primera a devolver el inmueble desocupado el veinte de noviembre del -mismo año dos mil
dos; la consecuencia de este acuerdo, es que la demandada está detentando indebidamente
el inmueble, ya que no tiene fundamento legal para usarlo y ella misma ha manifestado ser
mera tenedora, con lo que comprueba los presupuestos del Art. 917 C.
Con fundamento en las razones que anteceden, esta Sala concluye que la Cámara
resolvió conforme a derecho y no es procedente casar la sentencia recurrida.
POR TANTO de conformidad con las razones expuestas, disposiciones legales
citadas y Arts.428 y 429 Pr. C. y 23 Cas., a nombre de la República, la Sala FALLA: 1)
Declárase que no ha lugar al recurso de casación de que se ha hecho mérito: 2) Condénanse
al doctor JOSÉ GUILLERMO FIALLOS VALDÉS en las costas del recurso y a la señora
MARÍA ESPERANZA REYES, en los daños y perjuicios a que hubiere lugar; y 3)
Vuelvan los autos al tribunal de origen, con certificación de esta sentencia, para los efectos
consiguientes. NOTIFÍQUESE.
M. E. VELASCO------------------PERLA J.-------------------GUZMAN U. D. C. -----------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN-------------RUBRICADAS-------------ILEGIBLE.
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