Santiago, once de agosto de dos mil tres. Vistos

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Santiago, once de agosto de dos mil tres.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de los
fundamentos 7° y 8°, que se eliminan.
En las citas legales, se agrega la de los artículos 728 y 915 del
Código Civil.
Y teniendo en su lugar y además presente:
1°) Que son requisitos para la procedencia de la acción
reivindicatoria: a) Que el que la intenta, sea dueño de la cosa que
reivindica; b) Que no tenga la posesión de la cosa, y c) Que se trate de
una cosa singular.
2°) Que la acción reivindicatoria de autos ha sido entablada por los
copropietarios de un inmueble inscrito a su nombre, en contra de
varios demandados, a quienes imputan haberles privado de la
posesión material del predio correspondiente, desde hace más de 20
años.
3°) Que, en el sistema de nuestro Código Civil, ?para que cese la
posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por
voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor
inscrito transfiere su derecho a otro, o por decreto judicial? (inciso 1°
del artículo 728 del Código Civil).
Por tal razón, ?mientras subsista la inscripción, el que se apodera de
la cosa a que se refiere el título inscrito, no adquiere posesión de ella
ni pone fin a la posesión existente? (inciso 2° del citado artículo 728).
4°) Que es un hecho no discutido que los actores ostentan
inscripción de dominio vigente respecto del inmueble específico que
reivindican, por lo cual es dable concluir que concurren a su respecto
los requisitos signados a) y c) de la mención del considerando 1°.
5°) Que es un hecho igualmente no controvertido que los
demandados carecen de i nscripción registral que ampare su presunta
posesión sobre el inmueble materia de la litis, situación que los califica
como simples o meros tenedores, la que no es susceptible de
transmutarse en posesión por el simple lapso de tiempo, como lo
prescribe el artículo 716 del Código Civil.
6°) Que el simple apoderamiento material de un bien raíz
debidamente inscrito, no pone término a la posesión del titular, ni le
permite siquiera adquirir la posesión irregular de la cosa, por simple
aplicación del ya referido artículo 728 del Código Civil.
7°) Que tampoco podría sostenerse que el artículo 915 del Código
Civil ?que extiende las reglas de la reivindicación al que poseyendo a
nombre ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque
lo haga sin ánimo de señor- extienda la acción de dominio al mero
tenedor.
En efecto, el citado artículo 925 sólo hace aplicables las reglas sobre
?prestaciones mutuas?, establecidas en el párrafo 4° del Título XII del
Libro II del Código Civil, contra el mero tenedor que no es poseedor,
pero no le otorga la correspondiente acción en el carácter de
reivindicatoria, en razón de que el poseedor inscrito conserva la
posesión de la cosa y el tenedor de ella no tiene el ánimo de señor,
aunque resista injustamente la entrega (En tal sentido, Claro Solar,
Luis, en su Tratado de Derecho Civil, T. IX, ed. de 1.935, N° 1.804,
página 458 y Veloso Chávez, Alberto: ?La Reivindicación?, Memoria
de Prueba, Santiago, 1.947, páginas 34-35).
8°) Que, en refuerzo de lo anterior, cabe agregar que el referido
artículo 915 no origina una excepción a la regla general del artículo
895, concordante con el artículo 893, ambos del Código Civil, en el
sentido que la acción reivindicatoria se dirige ?contra el actual
poseedor?, pues tal excepción, de existir, se habría consultado en el
párrafo 3°, destinado como está a especificar ?contra quien se puede
reivindicar?.
9°) Que, si bien la demandante, en el primer otrosí de su libelo de
fojas 6 reclama, además de la devolución del inmueble que reivindica,
restitución de frutos civiles por la suma de $30.000.000.-, y habida
consideración, además, que toda la defensa de los demandados se ha
dirigido a alegar su condición de poseedor de aquel bien, lo que
habilitaría a dicha demandante para obtener el pago de ta
les frutos, conforme a la regla del artículo 915, tantas veces
mencionado, la completa ausencia de prueba sobre tal extremo impide
que la demanda pueda prosperar, también en este punto.
Por estas consideraciones, y atendido, además, lo dispuesto en los
artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se
confirma la sentencia apelada, de 21 de octubre de 1.998, escrita a
fojas 132 y siguientes.
Regístrese y devuélvase, con sus antecedentes.
Redacción del Abogado Integrante Sr. Hernández.
No firma el Fiscal señor Carroza, por ausencia, no obstante haber
concurrido a la vista y acuerdo del fallo.
Rol N° 7.892-1.998.
Dictada por la Sexta Sala de esta I. Corte de Apelaciones, integrada
por el Ministro señor Juan Araya Elizalde, Fiscal señor Mario Carroza
Espinoza y Abogado Integrante señor Domingo Hernández
Emparanza.
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