El Balance General debe asentarse en el libro de actas del órgano de administración Bernardo Carlino 1 Resumen. El balance General no surge del libro Diario ni de sus sub diarios de manera automática: requiere de diversas operaciones reguladas a través de Normas Técnicas elaboradas para el ejercicio de la profesión contable. Hasta tanto se cumplan los procesos de la ley de fondo, distintas contingencias pueden dilatar este último paso como la demora en convocar a la asamblea, la falta de quórum para tratarlo, la impugnación judicial de la asamblea, la impugnación asamblearia del balance, la suspensión de la ejecución de las decisiones de la asamblea e incluso su reformulación. La solución de estas cuestiones puede exceder el plazo de finalización del ejercicio siguiente y en el ínterin, ser requerida la sociedad de la información de su balance de ejercicio por distintos organismos públicos y privados. Se sostiene que en tales casos la sociedad siempre cuenta con un Balance General, que es el propuesto por los administradores, y hasta tanto se produzca su asiento definitivo en el libros de Inventarios y Balances, deberá estar asentado en el de actas de los administradores, pues de lo contrario carecerá de registro en los libros societarios, y será sobre tal balance que se procederá a la confección del siguiente. Salvo aclaración en contrario, las remisiones a números de artículos se referirán a la Ley 19.550 t.o., “LSC” Desarrollo La confección del balance general anual (estado de situación patrimonial en la terminología contable) es un requisito común e ineludible impuesto por la LSC para todas las sociedades comerciales, reemplazando a la rendición de cuentas prevista por el Libro I, Capítulo V del C° de Comercio para las demás transacciones comerciales e imponiendo una periodicidad distinta a la trianual permitida por el art. 50 para los comerciantes minoristas. Por tales razones podría considerarse un elemento tipificante agregado a los propios de cualquiera de las sociedades comerciales. El C° citado dispone para los comerciantes en general, que en los libros obligatorios se asentarán las operaciones diarias en orden cronológico (Libro Diario) y después de los tres primeros meses de cada año “extenderá” (sic) el balance general de su giro, plazo que se amplía a cuatro meses por el art. 234 LSC, aplicable analógicamente a todos los tipos societarios. El Balance general, como tal, no existe ni surge automáticamente de los libros contables societarios: su confección requiere de la aplicación de una serie de técnicas de diversa variedad y complejidad tendientes a cumplir con la mayor 1 [email protected] 9 III Jornada Nacional de Derecho Contable – La Plata aproximación la disposición del art. 51. del C°: expresar con veracidad y exactitud compatible con su finalidad, la situación financiera a su fecha, de acuerdo a criterios uniformes de valoración, para lo cual los administradores se valen de profesionales para su confección. Pero no está asentado en ningún libro legal, ni lo estará en el de Inventarios y Balances hasta que lo apruebe una reunión de socios no impugnada. Sucede que entre la confección del Balance por parte de los administradores, la aprobación de la reunión de socios competente y su asiento en el libro Inventarios y Balances, median distintas contingencias que pueden dilatar este último paso: a) la demora en convocar a la asamblea, b) la falta de quórum para tratar el balance, c) la impugnación asamblearia del balance, d) la impugnación judicial de la asamblea (art. 251), e) la suspensión de la ejecución de las decisiones de la asamblea (art. 252). En ponencia i de la IIa Jornada Nacional me he ocupado de estas alternativas, y gracias a las intervenciones de los Dres. Favier Dubois (padre e hijo) con quienes coincidí en que siempre la sociedad cuenta con un balance general, que, en principio, es el que los administradores someten a consideración de la reunión de socios, es que postulo ahora que debe asentarse íntegramente en el libro rubricado de actas de dicho órgano. De esta manera, si se dan las alternativas antes enumeradas que afectan a la validez de la decisión de aprobarlo tal cual, o que eventualmente reformulen parcialmente su contenido original, impidiendo su asiento inmediato en el libro de Inventarios y Balances, la sociedad contará con un respaldo documental formal para exhibir un balance general a los terceros, mientras se superan las etapas descriptas. En caso de prosperar las impugnaciones, y así reconocerlo otra reunión de socios, el balance modificado ya no será materia de aprobación de los administradores sino de la primera. Si la impugnación judicial impone una modificación, entonces su asiento definitivo provendrá de la disposición del juez competente. Pero si el plazo de absolución de estas contingencias excede el del próximo ejercicio, sobre la base del aprobado por los administradores será el que se confeccione el siguiente Balance General y así será informado a los terceros que lo requieran o ante quienes la sociedad tenga obligación de informar por razones societarias, tributarias, previsionales, aduaneras, etc. i “Balance impugnado: validez y asiento en el libro legal”, IIa. JORNADA NACIONAL DE DERECHO CONTABLE, p. 11, Ed. UNSTA; Tucumán, 2009 10