Parroquia San José Obrero Tfno. 926215130 C/ Socuéllamos 2 13005. Ciudad Real DOMINGO IV DE PASCUA (B) LA HOMILÍA Palabra de Dios: (Jn 10,11,18.) S. Martínez Rubio El Buen Pastor En un contexto de polémica, con los representantes religiosos de Israel, Jesús se aplica a sí mismo la imagen bíblica de Dios, pastor de su pueblo (Ez 34, 11-31) y se presenta como el Buen Pastor. Un Pastor que da Vida porque entrega la Vida La palabra clave de evangelio de hoy es "vida". Jesús puede dar vida (=salvar) porque está dispuesto a dar la vida (=morir). Los responsables religiosos de Israel no pueden dar vida porque no arriesgan la suya. Para ellos la religión no es cuestión de vida sino de ley. Este dar vida no es, para Jesús, un simple hecho casual. Es el cumplimiento de la misión recibida del Padre: "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan abundante"(Jn 10,10) Toda la misión de Jesús tiene esta finalidad: dar vida. Por eso, la entrega de la vida es un mero accidente en la vida de Jesús, sino consecuencia de asumir voluntariamente esa misión: "Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente" (v. 18). Hay pastores y asalariados. Mucha gente se ofrece para guiarnos. Pero, hay pastores y asalariados. Muchos pretenden guiarnos, pero hay mucho asalariado que sólo le interesa el salario, no las ovejas. Expertos en la materia, pero que no dan vida porque no quieren arriesgar la suya. Para distinguirlos Jesús ofrece una regla de discernimiento elemental. Los falsos pastores se dan a conocer en el momento en que toca arriesgar la vida por las ovejas. Y… sin llegar a tanto: cuando se pone en cuestión el futuro profesional, la cartera, la imagen, la fama y por ahí, los falsos pastores prefieren ponerse a salvo antes que salvar. Cuando ven las orejas al lobo, huyen sin arriesgar nada. No les importan las ovejas, les importan solamente sus propios intereses, “y el lobo hace estrago y las dispersa”. Jesús da vida, porque arriesga y da la vida; y da la vida y arriesga, porque le importan las personas, porque ama a la gente. Parroquia San José Obrero Tfno. 926215130 C/ Socuéllamos 2 13005. Ciudad Real Al buen pastor le importan las ovejas. A Jesús, Buen Pastor, “le importan las ovejas” , y por eso cuida y vela por su rebaño. “Conoce” personalmente a cada una de susovejas por su nombre y ellas le conocen. Es un conocimiento interior, profundo, cordial y amoroso, muy alejado de un saber intelectual, frío y especulativo, es un conocimiento ¡como el que hay entre Jesús y el Padre! Tengo también otras ovejas...”, Jesús no está hablando sólo de las ovejas que hay en el redil (=el pueblo judío), sino que su preocupación por dar vida alcanza a toda la humanidad. Su proyecto es universal y su corazón abarca a todos los hombres. Como él, hemos de ampliar cada vez más nuestros horizontes para que todos los seres humanos puedan escuchar la Buena Noticia de Jesús y tengan vida abundante, participando en la tarea de hacer que sientan y descubran la cercanía amorosa y entrañable de Dios. Nuestra tarea: Dar vida dando la vida Nuestra tarea, como seguidores del buen Pastor, es dar vida entregando nuestra vida y es tarea de todos, no sólo de los sacerdotes. Pero, ¿de qué vida se trata? de la vida en sentido integral: La vida material en primer lugar: atender las necesidades básicas de todos: comida, enseñanza, trabajo, sanidad… todo lo que permite una vida digna a las personas, ha de ser preocupación de los seguidores del buen Pastor. La vida eterna: que es la vida del Eterno «Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, oh Padre, y al que enviaste, Jesucristo» (Jn 17,3). Que todos tengan esa vida eterna ha de ser preocupación fundamental de los que seguimos al buen Pastor. Estamos en Pascua. Celebramos la vida recibida, de quien no dudó en arriesgar la suya. Su vida entregada es la piedra angular de nuestra comunidad pascual. El es la Resurrección y la vida "Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en Mí, aunque hubiera muerto vivirá" (Juan 11, 25). Todos somos responsables de que a todas las vidas llegue la VIDA y en abundancia. Vivir partiéndonos y repartiéndonos para que su VIDA, con mayúsculas, llegue a todas las personas que experimentan cada día la privación: sin techo, sin familia, sin cariño, sin sentido, sin derechos sociales, sin justicia, sin paz, y sin tener la vida eterna que supone vivir en el amor que Dios nos tiene S.M.R.