ESU3 4/7/07 23:41 Página 147 Herramienta 7 Lectura biofísica del territorio ESU3 4/7/07 23:41 Página 148 Herramienta 7 Lectura biofísica del territorio ESU3 4/7/07 23:41 Página 149 Herramienta 7 Lectura biofísica del territorio II. Diagnosis El valor del paisaje Emilio RAMIRO Geógrafo y paisagista, España “El paisaje es un espacio de la superficie terrestre; intuitivamente sabemos que es un espacio con un grado de permanencia, que tiene su propio carácter distintivo, topográfica y /o culturalmente, y sobretodo que es un espacio compartido por un grupo de gente” John Brinckerhoff Jackson Esta breve definición de paisaje contiene conceptos que son claves para entender la esencia del paisaje, algo que si logramos descubrir e interpretar, nos va a resultar de gran utilidad en el momento de abordar cualquier actuación sobre éste. El concepto de permanencia introduce una nueva escala para entender los paisajes, la temporal; puesto que el paisaje, debido seguramente a la velocidad con el que se ha visto transformado durante el último siglo, ha pasado de tener una visión estática a otra mucho más orgánica. Los factores físicos y culturales que cita la definición, no pueden ser comprendidos si no se tienen en cuenta bajo una visión temporal, ya sea para conocer por un lado la dinámica de los procesos naturales que se han dado en un determinado paisaje, así como las diferentes sociedades que lo han trabajado, vivido y utilizado. El valor de la historia nos ayuda a entender un paisaje en el momento actual, y nos enseña sobre el futuro. En palabras de Rosa Barba “el paisaje es historia viva, es espacio en el tiempo”. La lectura biofísica no se puede desasociar de la cultural. La topografía genera unas cuencas hidrográficas que contienen valles que son surcados por los ríos, estos ríos son fuentes de vida y por lo tanto de atracción para los asentamientos humanos. Entre dos valles colindantes las diferencias culturales son apreciables fruto de las diversas relaciones que han desarrollado sus sociedades con respecto a sus paisajes. La estructura del suelo, su fertilidad, la velocidad y temperatura del viento, el régimen hídrico, el clima, los riesgos naturales, la orografía..., son todos ellos factores naturales que influyen en la cultura de las gentes que los habitan y estos se ven obligados a establecerse y actuar de un modo u otro con sus paisajes. Recíprocamente, la manera de actuar de las gentes acaba por conformar el paisaje -que nunca es definitivo-. Así pues podemos establecer una doble conclusión, por un lado, que las sociedades y su relación con el paisaje están condicionadas por sus variables físicas, y por otro, que los paisajes son el vivo reflejo de las sociedades que los habitan. Esta visión nos ofrece también la posibilidad de apoyarnos en la lectura geográfica del territorio cuando tenemos la intención de 7 El análisis del paisaje tradicional debe reconocer tanto el conjunto de factores naturales como la dimensión sociocultural que lo ha configurado al largo de la historia. Campos, caminos de acceso, sistemas de gestión del agua e implantación de la edificación son los cuatro grandes factores de humanización. delimitar los paisajes culturales; no es casualidad que en cada valle del País Vasco, en sus caseríos se hable un dialecto del euskera diferente; la topografía condiciona la velocidad y la accesibilidad de las relaciones entre las sociedades y por lo tanto de los flujos culturales La homogeneidad de las diversas unidades paisajísticas debe hallarse en la interrelación de los factores biofísicos y culturales. La trascendencia de la lectura biofísica es mayor de la que le damos en la civilización occidental, la cual, a lo largo del siglo XX, ha ido separándose de la naturaleza dotando del máximo poder al ser humano. Sin embargo, estamos envueltos del orden natural y formamos parte de éste. Es más, no debemos olvidar que somos naturaleza. Existe algo de cierto en lo que respecta al determinismo ambiental o natural que condiciona la humanidad y los seres vivos en general –teorizado por Alexander Von Humboldt y Carl Ritter, los padres de la geografía moderna-, que fue paradigmático en las ciencias que estudiaban el paisaje durante el siglo XIX e ignorado posteriormente fruto de las necesidades económicas del 149 ESU3 4/7/07 23:41 Página 150 II. Diagnosis Herramienta 7 Outil x Lectura biofísica del territorio x valor del paisaje El capitalismo. Cuando actuamos sobre el paisaje debemos entender el orden natural y aliarnos con él; si no lo hacemos, si lo ignoramos, corremos el riesgo de que los diferentes elementos del paisaje nos lo recuerden algún día como desgraciadamente ya sucede. 7 Para entender el paisaje –para conocer hay que entender-, la lectura biofísica es esencial para acercarnos a las claves que explican las intervenciones del pasado y como deben ser las del presente, sea cual sea su propósito (explotación, protección, construcción, rehabilitación, restauración...); pero como ha quedado dicho, no debemos analizar los elementos naturales sin encontrar su interrelación con el elemento humano. El análisis completo y apropiado del paisaje se debe abordar bajo un enfoque multidisciplinar. Barragán considera 12 disciplinas en el momento de abarcar el estudio del paisaje; estas son la ingeniería, la física, la química, la geología, la economía, la ecología, la geografía, la sociología, la biología, el derecho, la historia y el urbanismo. Lo cual no quiere decir que otros tipos de lectura e interpretación no sean válidas o no puedan aportar su visión, como el arte cinematográfico, la pintura o la literatura entre otras. Paisaje en Jenin, Khirbit AlSabien (Palestina) / IDIOMS FILM, RIWAQ photo Archive Para tener una lectura integral del paisaje nos interesa conocer: Los elementos naturales constituidos por las características geológicas y geomorfológicas que conforman el relieve (formas, alturas, pendientes, vertientes, orientaciones...) y el suelo, así como sus dinámicas. Las características hidrológicas, sean subterráneas o superficiales, a través de los ríos, sus manantiales, fuentes, afluentes y torrentes, así como susregímenes hídricos, caudales, sedimentaciones y cuencas de inundación. Las dinámicas meteorológicas, los elementos atmosféricos y las condiciones climáticas a través de las temperaturas y las precipitaciones; sus efectos. Los posibles microclimas existentes. Los tipos, comunidades y densidades de vegetación; la flora, la fauna y sus formas tanto de hábitat como de relacionarse; los mosaicos de hábitats. La conectividad biológica. Los elementos culturales y su dimensión histórica a través de los usos y actividades que se han dado sobre el paisaje; los tipos de asentamiento humano, sea residencial, industrial, agrícola, religiosos o de cualquier otro tipo de actividad; y las construcciones humanas desde las formas de la arquitectura a través del tiempo hasta las construcciones relacionadas con el factor natural (riego, canales, muros, bancales,...). El patrimonio histórico y arqueológico. Los límites territoriales externos (geográficos y administrativos) e internos (estructura parcelaria...) La movilidad a través de las redes de comunicación, desde las actuales autopistas hasta la red de caminos vernaculares; la 150 Paisaje de cultivos cerca de Fez (Marruecos) Paisaje en Osuna, en el campo andaluz (España) ESU3 4/7/07 23:41 Página 151 Herramienta 7 Outil x Lectura biofísica del territorio x valor del paisaje El accesibilidad y conectividad de los diferentes lugares; la fracturación ocasionada sobre el paisaje. Los factores económicos locales y regionales muy relacionados con la movilidad y la localización de núcleos tanto poblacionales como de producción. Además de los mencionados elementos, también resulta de gran utilidad el poder encontrar unas buenas fuentes bibliográficas y estadísticas, así como el uso del método directo, es decir, la observación in situ o la encuesta directa –seguro que más de uno se habrá planteado la misma problemática paisajística-. A través de este método podemos encontrar aspectos que ignorábamos –mitológicos, identitarios..., sólo conocidos por los que habitan ese paisaje-, u otros que fueron importantes y que podrían volverlo a ser. El trabajo de campo además nos permitirá determinar la visibilidad del paisaje, y estudiar los factores visuales que lo caracterizan: colores, líneas, formas, tramas, texturas... Se debe tener en cuenta que por mucha información que tengamos, lo importante no es su cantidad sino como nos movamos con ésta. Todos estos elementos debemos interpretarlos como herramientas de análisis del paisaje, estudiándolos por separado y de forma sintética puesto que todos ellos están interrelacionados. Sólo a través de una lectura sintética podemos conocer el grado de cohesión, de armonía y el equilibrio interno del paisaje. Cuando analizamos el paisaje con el objetivo de actuar encima, el II. Diagnosis análisis debe ser realizado con intención, es decir, analizando la información que realmente nos es de utilidad con respecto al proyecto posterior. Por ejemplo, cuando la intención es la de rehabilitar, el análisis debe dejar muy claro que motivos explican las tipologías edificatorias que se dan en un determinado paisaje, y esas razones las podemos encontrar por ejemplo en el estudio detallado de la geología del lugar. Por otro lado, El análisis no es de utilidad si no nos ofrece un diagnóstico del paisaje en cuestión, unos puntos fuertes a potenciar o mantener y otros puntos débiles, problemáticas o peligros que eliminar, mitigar o simplemente no provocarlos con la intervención. El análisis, finalmente, debe darnos las líneas o directrices de actuación para desarrollar el proyecto. Volviendo a la definición inicial de paisaje efectuada por Jackson, un último concepto se sitúa por encima del resto: “y sobretodo es un espacio compartido por un grupo de gente”. Estas gentes se han ido adaptando de forma lenta, a lo largo de los siglos, a sus lugares, su topografía, su clima, su suelo, al resto de gentes con los que comparten dicho lugar..., y se refleja en determinados acentos, en las maneras de vestir, en el modo de celebrar las fiestas, en el olor de las estaciones, en el sabor del vino local, en el sonido de las campanas o de su propia música tradicional... todas estas características forman parte de la esencia del paisaje y lo dotan de singularidad. Resumiendo, la lectura biofísica del paisaje no sólo nos proporcionará la información necesaria sobre el sustrato de vida, el medio que les envuelve y las condiciones a las que están expuestos, sino que además nos acercará a sus gentes y al conocimiento de éstas, de su comportamiento, sentimientos y su modo de estar y actuar en el paisaje; aspectos cognitivos de vital importancia para cualquier actuación sobre un determinado paisaje, puesto que al fin y al cabo, son sus gentes y la propia alma del paisaje los que lo van a vivir. Paisaje en Santorini (Grecia) 151 7