Entre líneas Para conducir de forma más segura, inteligente y fluida hay que entender el contramanilleo TE ENCUENTRAS EN medio de una autopista abarrotada intentando crear un poco de espacio de seguridad a tu alrededor. Justo cuando crees que estás en un buen lugar, un camión decide ocupar el espacio que habías asignado como ruta de escape y después comienza a invadir tu carril. De pronto, te encuentras con el tapón del neumático del camión prácticamente pegado al manillar de la motocicleta. Es una de esas situaciones en las que se siente miedo. El corazón se acelera, el cerebro se paraliza y el reflejo en ese momento de pánico es girar el manillar en dirección opuesta al camión. Cuando, de pronto, la motocicleta empieza a acercarse aún más al camión, te das cuenta de que el movimiento que has hecho es incorrecto. Por suerte, el camión te ve y regresa a su carril. Poco después te encuentras conduciendo por una ondulante carretera rural, tras haber dejado atrás el tráfico de la ciudad. Sin embargo, en lugar de tomar las curvas y giros de la carretera con suavidad, parece como si la motocicleta se empeñara en llevarte la contraria y prefiriera avanzar dando tumbos del acotamiento hacia la línea que divide los sentidos de la carretera. 78 ® HOG noviembre 2012 Después del susto que te llevaste en la autopista, decides bajar la velocidad y tomar las curvas más despacio. ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué estás haciendo mal? Para empezar, lo que has hecho bien es reducir la velocidad en las curvas, en lugar de seguir forzando la máquina. Nunca debes conducir a más velocidad de la que realmente puedas. Siempre debes sentir una sensación de control y comodidad a los mandos de la motocicleta. Dicho esto, el problema que tienes en las dos situaciones descritas anteriormente es una falta de comprensión del concepto del contramanilleo. Pero no te preocupes, este principio de conducción contraintuitiva puede llegar a plantear problemas incluso a los conductores más experimentados. ¿Qué es el contramanilleo? En pocas palabras, el término ‘contramanillear’ se refiere al principio regido por las leyes de la física de que para girar una motocicleta que esté en movimiento en una dirección determinada, el conductor debe girar el manillar en la dirección opuesta al giro. ¿Suena raro? ¡A muchos motociclistas se lo parece! Sin embargo, cualquier persona que sepa montar en bicicleta o en motocicleta habrá utilizado el contramanilleo, aunque no se haya dado cuenta de ello. (NOTA: este principio sólo se aplica para los vehículos de dos ruedas, no a los trikes ni a las motocicletas con sidecar). Llevar la teoría a la práctica La aplicación básica del principio del contramanilleo es la siguiente: para iniciar un giro en la motocicleta se debe empujar hacia delante el puño del manillar del lado hacia el que se quiere girar. En otras palabras, se debe girar el manillar en la dirección opuesta al giro. Y ahora, ¡olvida lo que acabas de leer! El concepto puede resultar confuso cuando se expresa de esa manera. En lugar de eso, concéntrate en la idea de ‘empujar hacia delante’. Pensar en empujar el manillar en la dirección hacia la que se quiere ir crea una imagen visual que resulta más intuitiva, y un mantra que es más fácil de recordar: empujar a la izquierda, ir a la izquierda; empujar a la derecha, ir a la derecha En la Contramanilleo “La mayoría de las veces, incluso si nunca has oído hablar del contramanilleo, te darás cuenta de que haces todo lo que hemos explicado anteriormente de forma inconsciente” práctica, el resultado de ese movimiento de empujar hacia delante es iniciar una inclinación en la dirección hacia la que se quiere girar, y esa inclinación es la que hace que la motocicleta gire. Para enderezar la motocicleta, se utiliza el mismo principio pero al revés, es decir, empujar hacia delante en el sentido contrario al giro. Abrir el acelerador también ayudará a enderezar la motocicleta desde la posición inclinada en que se encuentra. La mayoría de las veces, incluso si nunca has oído hablar del contramanilleo, te darás cuenta de que haces todo lo que hemos explicado anteriormente de forma inconsciente. Tu cuerpo conoce ese principio, aun cuando tu cerebro no lo comprenda en su totalidad, y eso es lo que te permite desplazarte sobre dos ruedas sin demasiados problemas. Sin embargo, en situaciones como las que describíamos al principio de este artículo, resulta muy útil tener una idea más clara de cómo funcionan estos principios. Volvamos entonces a repasar esas mismas situaciones… Autopista con mucho tráfico En ese primer caso, el origen del problema son los nervios. De pronto te encuentras en una situación difícil en la que empiezas a dejarte llevar por el pánico. El resultado es que en lugar de que el cuerpo haga instintivamente lo que sabe que debe hacer, deja que sea el cerebro el que se imponga. ¡Aléjate!, te dice el cerebro. Y después obliga a los brazos a girar el manillar en la dirección opuesta al camión, lo cual, como ahora sabemos, hará que la motocicleta se aproxime aún más al camión. Carretera rural con curvas Si no te gusta circular por carreteras con curvas porque no eres capaz de hacer que la motocicleta se comporte como quieres, es porque no contramanilleas de forma correcta. Es algo muy normal y muchos accidentes se deben a que la motocicleta se sale de la carretera por no haber tomado bien la curva. Con una buena técnica mejorarás la seguridad, el control y la diversión a los mandos de la motocicleta. En realidad es muy sencillo, tan sencillo que te darán ganas de abofetearte por no haberte dado cuenta antes: empujar a la izquierda, ir a la izquierda; empujar a la derecha, ir a la derecha. En lugar de luchar contra la curva a fuerza de músculo, déjate llevar por ella. Permite que las fuerzas naturales de la física trabajen a tu favor y limítate a empujar el manillar en la dirección del giro. Relaja el cuerpo y la mente y pon en práctica estos principios. Empuja el manillar con suavidad e inclínate con naturalidad en la dirección del giro. No fuerces la situación. Te sorprenderá lo fácil que resulta que la motocicleta responda a tus órdenes. Una consecuencia muy agradable de una buena aplicación de la técnica del contramanilleo es que se requiere mucho menos esfuerzo para manejar la motocicleta, incluso una motocicleta grande como una Harley-Davidson®. Aprender esta técnica puede suponer una auténtica revelación para aquellos motociclistas de menor estatura que creen que son incapaces de manejar de forma segura una motocicleta grande, como una Fat Boy® o un modelo de la gama Touring. Por supuesto, haría falta comentar con más detenimiento las técnicas necesarias que disfrutar más tomando las curvas de forma segura en esas carreteras rurales. Pero comprender el principio del contramanilleo es la forma de empezar a convertirnos en conductores preparados para hacer frente a cualquier situación y disfrutar al máximo de todas las salidas en motocicleta. ■ Becky Tillman es profesora de los cursos RiderCoach para motos de baja cilindrada, instructora de la Academia Rider’s Edge® y directora regional de Rider’s Edge (HarleyDavidson Rider Services) ® HOG noviembre 2012 79