ASESORÍA JURÍDICA NEWSLETTER Nº 701 1 DE MAYO DE 2011 LA RESPONSABILIDAD DE LOS HEREDEROS Es preocupación constante entre los técnicos, debido al incremento de reclamaciones judiciales por responsabilidad civil, salvaguardar su patrimonio de las posibles reclamaciones o deudas derivadas de su actuación profesional, y también que sus herederos no se vean peligrar su herencia, fruto del ahorro de toda una vida de los padres, o incluso su propio patrimonio por las deudas y obligaciones contraídas por el técnico que fallecido. En nuestro ordenamiento jurídico, por regla general, (con excepción de la repudiación), el sistema sucesorio transmite las relaciones jurídicas activas y pasivas ( deudas y derechos) del causante o difunto, a sus herederos, quienes quedan subrogados en la posición del propio causante, asumiendo en consecuencia tanto derechos como obligaciones. Es decir, la muerte del deudor no extingue la responsabilidad que éste hubiese contraído. De conformidad con el artículo 1003 del Código Civil, cuando se acepta una herencia, el heredero asume todas las cargas de la herencia, no solo los bienes de ésta, y responde de las posibles deudas del fallecido con los bienes que herede y también con los suyos propios, salvo que el heredero haya aceptado la herencia a beneficio de inventario. Por tanto, nuestro ordenamiento jurídico arbitra dos posibilidades de aceptación de la herencia, esto es, la aceptación pura y simple, que a su vez puede ser expresa (en documento público), ó tácita (mediante actos que suponen necesariamente la voluntad de aceptar, por ejemplo liquidando el impuesto de sucesiones y trasfiriendo los importes de las cuentas a la suya propia), y la aceptación a beneficio de inventario. En la aceptación pura y simple, el heredero sucede al causante en todos sus derechos y obligaciones. En este caso, el heredero ha de cumplir las cargas hereditarias y está vinculado a los actos propios del causante, respondiendo de las obligaciones del causante y de las cargas hereditarias no sólo con los bienes de la masa hereditaria, sino con los suyos propios. Sin embargo, en la aceptación a beneficio de inventario, el heredero no queda obligado a pagar las deudas de la herencia sino hasta donde alcancen los bienes de la misma, y en ningún caso se confunde su patrimonio personal con los bienes de la herencia para responder de las deudas del causante. Asimismo, mediante el derecho de deliberar se concede al heredero un tiempo de reflexión y averiguación para que pueda decidir a aceptar o repudiar la herencia. Asimismo, otra figura diferente del heredero, e igualmente sucesor del causante es el legatario – sucesor “mortis causa” a título particular-; a él le corresponden los bienes de la masa hereditaria designados por el testador, y nunca responde por las deudas con sus bienes personales, sino sólo hasta el valor de lo legado. No hay legatarios por voluntad de la ley, sólo por disposición testamentaria. ASESORÍA JURÍDICA NEWSLETTER Nº 701 1 DE MAYO DE 2011 De lo anterior se concluye la necesidad de los familiares de seguir manteniendo la póliza de responsabilidad civil profesional suscrita por el técnico fallecido, durante el periodo de tiempo en el que es posible reclamar por defectos de las obras en las que intervino como proyectista o dirección facultativa. En todo caso, como precaución adicional, se recomienda no realizar actos de disposición de la herencia ni aceptar la misma pura y simplemente hasta no haber comprobado la inexistencia de deudas, si estas aparecen o se duda de su existencia, se deberá formalizar un inventario y aceptar la herencia a beneficio de inventario.