CALIDAD TOTAL EN LA ADMINISTRACIÓN DE RR.HH. En un contexto dinámico y competitivo, la Calidad se ha convertido para las organizaciones actuales en uno de los pilares para alcanzar el éxito. El mundo globalizado ocasiona que la competencia y el flujo de conocimiento se incrementen a un ritmo vertiginoso, lo que ha traído una evolución del cliente, quien hoy es mucho más exigente que en tiempos pasados. Ante este panorama, las organizaciones han adoptado a la Calidad como una respuesta al entorno en el que se encuentran inmersas, como una forma de mantener la competitividad y elevar la productividad, maximizando su rentabilidad. Términos como Excelencia, Calidad Total, Mejora Continua, Satisfacción del Cliente y otros se han convertido en vocabulario habitual de quien forma parte de una organización. Diversos autores han definido a la calidad de diferentes maneras, pero la gran mayoría coincide en un punto fundamental: Calidad en una organización supone el cumplimiento de ciertos requisitos, los cuáles son determinados en función de las necesidades del cliente. Una organización que administra un Sistema de Calidad, recoge información acerca de las necesidades del cliente, la registra y procesa, obteniendo los resultados necesarios que le permiten tomar decisiones concernientes a la modificación de sus prácticas actuales para adaptar su producto/servicio a lo que verdaderamente requiere el cliente. Estas prácticas son evaluadas mediante la utilización de índices que miden los resultados de la organización en varios de sus procesos, ya que el principio fundamental de la Calidad es que no se puede mejorar lo que no se puede medir. Una organización que se introduce en el tema de la Mejora Continua y la Calidad define una "estructura organizativa" para tal proceso. De esta manera, comienza por concebir una Visión, punto de partida para la generación de la Conciencia de Calidad. Esto plantea el requisito fundamental de contar con el compromiso de quienes toman decisiones dentro de la organización. En otras palabras, los esfuerzos para adoptar la Gestión de Calidad Total son inútiles si la alta dirección no está comprometida. Con el compromiso gerencial, la organización está en condiciones de transferir la Visión de Calidad hacia todos los niveles de la organización, definiendo una Misión, políticas, sistemas y programas de calidad. Esto plantea la necesidad de "educar" a los recursos humanos transfiriendo los valores, factor imprescindible para instalar un modelo de gestión de estas características en cualquier organización. Por esta razón, la Calidad está estrechamente relacionada con el capital humano de una organización: no puede haber calidad si no se cuenta con recursos humanos de calidad. En otras palabras, una organización no podrá obtener productos o brindar servicios de calidad, si no cuenta con calidad humana. Cuando hablamos de "calidad humana" nos referimos al Talento, elemento fundamental que debe poseer todo recurso humano que forme parte de una organización. El talento de los recursos humanos está dado por una serie de factores como la capacitación, sus valores, el potencial, su sentido de responsabilidad, etc. De esta manera, una organización que posee un capital humano de calidad (recursos humanos talentosos) y ha creado una conciencia de calidad entre los mismos, puede decirse que es poseedora de una ventaja competitiva muy importante. Una organización solo puede considerarse de Calidad, cuando está compuesta por personas de esas características, quienes aplican los valores de trabajar en equipo, actuar con prevención, planificar bien para ejecutar mejor, aprender y desarrollarse, comunicarse con eficacia, enfocarse a servir a sus clientes y mejorar continuamente. Una organización de estas características posee un capital humano con cultura de confianza, lo que le permite adoptar sistemas de dirección tales como el empowerment y la autodirección de equipos de trabajo. En definitiva, Calidad implica la determinación de las actividades que se deben realizar, el conocimiento de los requisitos, el adiestramiento sobre esos requisitos, el cumplimiento estricto de los mismos, el compromiso y predisposición positiva al trabajo y finalmente la vocación de servicio de todo el capital humano de una organización. Por esta razón podemos afirmar que la Conciencia de Calidad dentro de la organización es la base para la transformación de la organización en función de los requisitos establecidos por el análisis de las necesidades y demandas del cliente, lo cual se logra mediante el conocimiento (la Visión Compartida), el entendimiento del cliente y la mejora de procesos. La Administración de Personal como un Servicio El Departamento de RR.HH. tiene su razón de ser, en el objetivo de transformarse en un prestador de ciertos servicios al resto de la organización. Es un Área que formalmente no tiene autoridad para dirigir a otros Departamentos, pero que de alguna manera ejerce una "Autoridad Corporativa", que es la facultad de asesorar, no de dirigir linealmente, a otros Gerentes que en rigor son los verdaderos responsables del desempeño de su personal. Aunque la autoridad corporativa es esencialmente de asesoría, su rango y sus implicaciones son muy amplias e importantes. Cuando el Departamento de RR.HH. asesora a un gerente sobre un tema en particular, este último podría eventualmente rechazar ese punto de vista, asumiendo en ese caso toda las responsabilidad por los resultados. Así, a fin de evitar riesgos, los gerentes generalmente aceptan la asesoría del departamento de RR.HH., y en la mayor parte de los casos siguen sus sugerencias; generándose con ello un departamento de RR.HH. que ejerce una influencia considerable sobre las acciones que desarrollan el resto de los Departamentos de la Organización. PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN ESTRATÉGICA DE LOS RR.HH. En el escenario competitivo actual, las empresas que marcan la diferencia son aquellas que pueden satisfacer las necesidades de sus clientes, ofreciendo un producto o servicio con alto valor agregado y que, además, resisten los embates de la competencia a través de fuertes barreras desarrolladas a partir de la generación de ventajas competitivas únicas y sostenibles. Este concepto no es nuevo, lo que sí es nuevo es de dónde las empresas se valen para crear esas ventajas difíciles de imitar para la competencia y que además maximizan la creación de valor para el cliente. Años atrás, la fuente para la generación de ventajas competitivas yacía en las capacidades tecnológicas y financieras; más adelante, superada esta barrera, la información se convirtió en un elemento clave que resultaba de difícil acceso; finalmente, el desarrollo de las tecnologías de información y comunicaciones posibilitó el acceso más fácil a la información, dando esto lugar a la consolidación del Conocimiento como activo fundamental, por la creciente necesidad de responder rápida y efectivamente a las necesidades del cliente, hecho que obliga a las organizaciones a resolver nuevos problemas y a tomar decisiones sobre situaciones jamás vividas, lo cual implica un aprendizaje continuo y lo suficientemente flexible como para dejar de lado prácticas obsoletas. Numerosos autores han planteado el tema, partiendo del visionario Peter Senge y su reconocida obra "La Quinta Disciplina". Así, los pensadores del Management Moderno han dado lugar a modelos de gestión basados en el Aprendizaje Organizacional, partiendo de la base de que son las personas las portadores de capacidades y experiencias que pueden hacer la diferencia para una organización y, por ende, ser fuente de ventajas competitivas. Técnicas y herramientas como la Gestión del Talento, la Administración del Valor, la Gestión del Conocimiento o la Administración del Desempeño entre otras, buscan obtener resultados excelentes a través de la maximización del valor para los accionistas, a través de la satisfacción de las necesidades del cliente y el aprendizaje continuo. "RR.HH. y su rol estratégico" Recursos Humanos puede (y debe) contribuir a la consecución de resultados para la organización a través de una gestión estratégica que facilite el desarrollo de capacidades para la organización, alineándose a la estrategia del negocio, lo cual es fundamental para ayudar a la organización a conseguir resultados y permanecer competitiva. Para ello, es necesario que en primer lugar los profesionales de RR.HH. tomen conciencia de su nueva posición y comiencen a adoptar el rol de socios estratégicos, tal como lo plantea Dave Ulrich (1997). Este paso es fundamental, y en algunos casos puede resultar el principal obstáculo hacia la transformación, ya que en algunas organizaciones el Departamento de Personal continúa realizando las tareas administrativas tradicionales (liquidación de sueldos, administración de legajos, licencias, etc.) que si bien son necesarias, no agregan valor a la estrategia del negocio. En segundo lugar, es necesario que los profesionales del área sean expertos en herramientas de gestión estratégica de RR.HH. tales como Gestión por Competencias, Trabajo en Equipo, Administración por Objetivos, Evaluación del Desempeño y Remuneración Variable, entre otras, además de conocer y manejar sistemas de control de gestión tales como el Balanced Scorecard, de manera tal de facilitar el monitoreo del nivel de adecuación a la estrategia del negocio. De esta manera, una de las herramientas más efectivas de las que el profesional de RR.HH. se puede valer es el Performance Management o Administración del Desempeño. Administración estratégica de los RR.HH El término Recursos Humanos se refiere a las personas que componen una organización. Cuando los Gerentes realizan actividades de RR.HH. como parte de sus responsabilidades y tareas, buscan facilitar el aporte de los trabajadores a las metas organizacionales. Aunque las actividades de RR.HH. contribuyen al éxito de una organización en diferentes maneras, deben adecuarse a las estrategias fundamentales de la compañía. Esta Administración estratégica de los RR.HH. requiere que los gerentes utilicen sus RR.HH. para afianzar las ventajas competitivas y contribuir con esto a la competitividad y rentabilidad. El tipo de Planeación, Organización, Dirección y Control que el Administrador implante, será básico para el éxito del programa.