Presentación del artículo “Carta a Mariano Riva Palacio sobre la instrucción preparatoria” (1870) de Gabino Barreda∗ Comentario elaborado por Juan Guillermo Gómez1 y Carlos Sánchez Lozano2. ________________________________________________________________ Gabino Barreda (1818-1881) es considerado el padre de la moderna pedagogía en México y uno de los principales impulsores de la reforma educativa que se consolidaría con la propuesta de una universidad laica y popular en México en las primeras décadas del siglo XX. Para Barreda era claro que la educación superior constituía un elemento esencial de la cohesión social. ________________________________________________________________ Para Justo Sierra, sintetizador de las reformas educativas precedentes y artífice de la Universidad Nacional de México, la Escuela Preparatoria fue “el más sólido cimiento de la enseñanza superior”. Ella se estableció bajo el gobierno liberal de Benito Juárez según la Ley Orgánica de Instrucción Pública para el Distrito Federal y Territorios de 2 de diciembre de 1867. Ambas tuvieron por arquitecto al médico y positivista Gabino Barreda. La Escuela Preparatoria fue la matriz de las principales inteligencias mexicanas de finales de siglo XIX y principios del XX en las ciencias y la política. Allí se formaron, por ejemplo, los administradores que bajo el porfiriato dirigieron la dotación de la infraestructura nacional, para que ésta se desarrollara bajo el lema positivista de “Libertad, Orden y Progreso” (Barreda). ∗ Publicado en ZEA, L. (1980). Pensamiento positivista latinoamericano, Tomo II, Ayacucho, Caracas, pp. 11-45. 1 Doctor en Filosofía de la Universidad de Bielefeld (Alemania). Profesor del Centro de Investigaciones Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia. Autor, entre otros libros, de El descontento y la promesa. Antología del ensayo hispanoamericano del siglo XIX (2004). 2 Licenciado en Lingüística y Literatura de la Universidad Distrital (Bogotá, Colombia). Consultor de CERLALC-UNESCO en temas de alfabetización y formación de agentes del ámbito del libro en América Latina. Autor de Ángel Rama: Crítica literaria y utopía en América Latina (en prensa). 1 De la Escuela Preparatoria fue distintiva la unificación de los estudios que todo profesional debía cumplir antes de comenzar la enseñanza superior, conforme a la idea que de la evolución de las ciencias había formulado Augusto Comte en su Filosofía positiva. Justamente, esta carta contiene su justificación. Dirigida al Gobernador del Estado de Toluca con el fin de persuadirlo de la importancia de la unificación nacional del plan de estudios preparatorios para las carreras profesionales, contiene una exposición pormenorizada de la conveniencia de “una perfecta fraternidad y homogeneidad, no sólo respecto a las materias que en ellos hayan de enseñarse, sino también de los métodos didácticos y de los procedimientos de exámenes…”. Evidentemente, Barreda describe “materias, métodos y exámenes” en su unidad de espíritu y utilidad. Pero ella desborda un marco comprensivo meramente instrumental en la medida que su descripción se inscribe tanto en las discusiones políticas que ha suscitado la ley y su reglamento, las polémicas ideológicas con los sectores reacios a la reforma educativa y a la labor de la Escuela Preparatoria del Distrito Federal e, inclusive, a la evolución educativa de México —si así entendemos la crítica que hace a la formación en los colegios de la Compañía de Jesús— como respecto al compromiso con el progreso de la nación que se desenvuelve de las funciones de este ciclo formativo. Por todo esto, esta carta puede entenderse como el manifiesto de la pedagogía positivista en América Latina. Gabino Barreda fue, pues redactor de la Ley Orgánica y creador de la Escuela Preparatoria. Pero, ante todo, fue su director y principal maestro. Hasta su muerte se ocupó de la materia que coronaba el ciclo de estudios —Lógica— juzgada 2 como la más importante. Además promovió las escuelas profesionales y las de Artes y oficios, Bellas artes, Comercio y Administración. Creó la Asociación Metodófila, que debía promover entre sus integrantes, estudiantes sobresalientes de la Escuela Preparatoria, los vínculos perennes de la inteligencia públicamente responsable. En esto seguía, aunque adaptándolo a México, a su maestro Augusto Comte, cuyos cursos frecuentó entre 1847 y 1851. Compartía con el pensador francés y padre de la sociología el criterio de darles a las ciencias un valor moral alto, el mayor entre los hombres de la época moderna. 3