MAGNUS STRIET / RITA WERDEN ¿QUÉ TIPO DE DIOS QUIERE UN DETERMINADO TIPO DE LEY? Distintas concepciones de Dios al hablar del derecho divino En la Iglesia católica se parte, como cosa obvia, de un derecho puesto por Dios. Con él se fundamenta, desde el derecho divino, tanto la exclusión de la eucaristía de los divorciados que se han vuelto a casar, como el hecho de que la homosexualidad, vivida en pareja, sea pecado, o que las mujeres no puedan ser ordenadas como sacerdotes. En cambio, varía la lógica con que se lo fundamenta. Y el mismo magisterio ha introducido en él correcciones innegables. El presente artículo se pregunta qué imagen de Dios se encuentra detrás de las concepciones del derecho divino. ¿Se trata de un Dios que ordena o de un Dios que toma en serio la responsabilidad de los seres humanos y les encarga que tomen ellos mismos sus determinaciones con libertad? Welcher Gott will welches Gesetz? Unterschiedliche Gottesvorstellungen in der Rede vom ius divinum, Herder Korrespondenz 69 1 (2015) 19-23. Introducción Todas las variantes de las religiones monoteístas piensan que existe un derecho divino. Forma parte de la fe en un único Dios. Pero no es algo inocuo, dado que, apoyándose en él, se ha empleado una violencia brutal. En la Iglesia católico-romana, se parte de este derecho como de algo obvio, aunque la lógica que lo fundamenta puede variar. A veces se identifica la ley moral natural con el derecho divino, otras veces se emplean testimonios bíblicos, o una palabra de Jesús, que se toma como revelación. Y se deriva del derecho divino la estructura sacramental y jerárquica de la Iglesia. El Magisterio eclesial “fija” (“constata”, desde la perspectiva de una determinada teología), de manera obligatoria, lo que hay que creer y cómo hay que vivir, pues piensa que ello responde al derecho divino. Pero no queda claro, por ejemplo, por qué en el libro de Rut se considera como un derecho, sancionado por Dios, que una viuda pueda exigir acostarse con el hermano de su marido, pero ello no pase a formar parte del canon de los mandamientos divinos. Co 47