Fe religiosa y progreso

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Fe religiosa y progreso
P or
El actual d esa so sieg o
el
P r o f . J o sé
L.
A s ía n
de cada día. Quizá tuvieron menos alegría que nos­
otros pero conocieron m ejor la paz del alma, la
Si existe una palabra que realm ente designe la
satisfacción íntim a y el sosiego espiritual.
principal característica de los tiem pos actuales para
los pueblos civilizados, esta palabra es desasosiego.
La Iglesia gracias a su organización, pudo in tro ­
Un desasosiego o una inquietud general, que no es
du cir en las m onarquías bárbaras el «orden romano»
consecuencia directa de la celeridad que im pone la
y fué la depositaría, cultivadora y transm isora del
vida m oderna, sino un desasosiego espiritual que cala
saber hum ano. La especulación filosófica tuvo lugar
más hondo, que no es hijo directo de la prisa, ya que
a la luz de la Teología, y se hacía para creer en lo
cuando no la tenemos, tam poco gozamos de tranqui­
que Dios reveló y esforzarse por entenderlo. La fe
lidad y bienestar espiri­
era la base de todo co"
tual, que parecen estar
nocim iento y la antigua
vedados a los hom bres
Filosofía se convirtió en
de nuestra generación.
fundam ento de la edifi­
Esta vida inquieta, que
cación cristiana.
no se alivia con el m ero
La nueva m entalidad
reposo m aterial, quizá es
renacentista
más interesante que la
Pero cuando llega el
pasada, pero indudable­
m ente es más incóm oda
R e n a c im ie n to , con la
y fatigosa.
audacia y e n tu s ia s m o
Todo el confort que
que pone en sus concep­
nos ha proporcionado el El vértigo de la velocidad. Sus ventajas son múltiples, pero toma ciones y creaciones, no
fácilmente un aire apocalíptico, formidable. En el primer
progreso, lo pagamos a recuadro, un aspecto norma!. En el segundo, la misma señorita tardan en aparecer una
un elevado precio con la fotografiada cuandoel velocímetro del avión marcaba 450 km. hora. nueva m entalidad y un
agotadora m o n e d a de
nuevo sentim iento de la
nuestra inquietud. Lo que hem os ganado m aterial­
vida inspirado en la predisposición y el deseo de
mente con el confort y con la higiene, es indudable
gozar de su belleza; desde entonces se deseó inten­
que lo hem os perdido con desequilibrios nerviosos
sam ente h u ir del dolor y em bellecer la vida terrenal.
y otras taras que aquejan a una considerable parte
Si durante los siglos medievales nada había tenido
de esta generación supercivilizada.
significación sin Dios y todo adquiría valor ante El,
con los nuevos tiem pos del hom bre comienza a
Crisis de m oralidad
desvincularse de aquella profunda fe religiosa y a
Pero ¿qué ha pasado para que el progreso de las
prescindir de todo aquello que pueda ligarle a la
ciencias y los adelantos de la técnica (en sí buenos
Teología. Así da comienzo una profunda transform a­
o indiferentes desde un punto de vista espiritual)
ción en todos los órdenes, que afectó naturalm ente
hayan producido finalmente un desasosiego vital,
al m ovim iento científico; el cual se benefició del
desconocido en épocas anteriores y menos adelan­
espíritu crítico, propio de la época, y creó una
tadas? Son m uchos en señalar una causa fundam en­
«ciencia nueva».
tal de este triste hecho; que las grandes creaciones
Este fué el punto de
científicas y los m ayores adelantos de la técnica no
partida del p r o g r e s o
han ido acom pañados paralelam ente del sólido sos­
científico y de los ade­
tén de los grandes valores m orales que proporciona
lantos técnicos, pues el
una sincera fe religiosa. Que la hum anidad lia avan­
estudio d i r e c t o de la
zado científica y técnicam ente m ucho más que
Naturaleza, sacando el
m oralm ente.
m ayor partido posible
de
la «observación» y la
La sincera fe d el m ed ioevo
El hom bre m edieval carecía de adelantos, de con­
fort y de higiene, pero gozaba en cam bio de una
La Iglesia siempre fué buena
tanquilidad espiritual que nos es desconocida. Su
amiga del progreso. Aquí
triste vida de miseria y pobreza m ateriales tenía
está uno de los confesona­
riospara sordomudos instala­
la rica contrapartida de un clima social que espiri­
dos en Santa María la Mayor,
tualizaba el dolor, la m iseria y la pobreza por el
de Roma Con él ni penitente
ardiente deseo de salvación y p o r aquella certidum ­
ni confesor tienen que levan­
bre metafísica en la vida futura; por aquella sincera
tar la voz, evitando así
todo peligro de divulgación.
fe religiosa que ayudaba a so p o rtar los sinsabores
Biblioteca de Llançà
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