TENEMOS INDICIOS SUFICIENTES PARA PENSAR QUE EN EL

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COMUNICAT DE PREMSA
Según los datos para el curso 2010-2011 recogidos por el servicio del Defensor del
Profesor, un servicio que desde nuestro sindicato independiente ANPE, ofrecemos de
forma gratuita e inmediata a docentes víctimas de situaciones de conflictividad y
violencia en las aulas, puesto en marcha hace un par de cursos, muestran que recibimos
65 consultas de profesores, la mayor parte de los problemas según estos datos se
produjeron en Secundaria (40%), Primaria (35,38% ), Infantil (1,54%), Centros de
Adultos (3,08%) y Ciclos Formativos (16,92%).
Las consultas estaban relacionadas en gran parte con: problemas con dirección
(32,65%) y problemas administrativos (20,93%) debido a la falta de resolución de
problemas relacionados con los alumnos, problemas para dar clase (4%), amenazas de
padres (7%), acoso y amenazas de alumnos (6%), problemas entre compañeros (4%),
falsas acusaciones de alumnos (4%), faltas de repeto (4%), falsas acusaciones alumnos y
padres (3%), agresión alumnos (3%), enfrentamiento de padres (1%), denuncia de
padres (1%), agresiones de padres (1%), conducta agresiva entre alumnos (1%) y
grabaciones o fotos en internet (1%)
Según las estadísticas este tipo de situaciones afectan al profesorado produciendo
estados de ansiedad (57%), depresión (20,41%) y baja médica (22,45%).
Han aumentado, aunque no de manera significativa, los casos de amenazas y coacciones
de padres a profesores y la presión para modificar las notas, hay padres que quieren
imponer sus criterios y pretenden que el profesor siga las pautas de actuación que ellos
marcan en la organización y planificación de las clases, e incluso en la evaluación de
sus hijos y no admiten que el especialista desde el punto de vista pedagógico es el
profesor, no están tampoco de acuerdo en que el profesor ponga sanciones a sus hijos
ante determinadas conductas inadecuadas.
La conflictividad es en buena parte, reflejo del deterioro del sistema educativo asociado
a aspectos como el abandono de las responsabilidades educativas por parte de las
familias, la ausencia de normas en la educación, la crisis de valores y el descrédito de la
autoridad en general. Se exige sin embargo a la escuela y al profesorado un esfuerzo
desmesurado sin que a cambio se reconozca la importancia y la dignidad de su tarea.
Hemos detectado que otro tipo de problemática la encuentran con demasiada frecuencia
los docentes a la hora de dar clase, por extraño que parezca, pierden un tiempo enorme
de cada sesión en conseguir un mínimo de silencio, las decisiones del profesor son
cuestionadas por los alumnos, se deben justificar actitudes como la exigencia, la
seriedad, el fomento del estudio y todo ello es consecuencia de que los profesores estan
menos valorados no solo por los alumnos, si no por buena parte de las familias y en
muchos casos no se quiere reconocer su profesionalidad ni su autoridad.
Aunque los datos del Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar reflejan una
mejora en la convivencia debido a la implantación de diferentes planes llevados a cabo
en los centros escolares, aún queda mucho por hacer por parte de la Administración en
cuanto a la aplicación de acciones inmediatas para cambiar todas estas conductas que
poco a poco van degradando la dignidad del profesor y el buen funcionamiento de la
convivencia escolar.
ANPE ha tomado conciencia hace mucho tiempo de esta situación y pide una ley en la
que los docentes sean considerados autoridad pública en el ejercicio de su función, esto
ya se ha puesto en marcha con éxito en algunas Comunidades Autónomas.
Mercedes de Arriba
Defensora del Professor ANPE Illes Balears.
Telèfon: 650 671 329
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