Proyecto de pedagogía preventiva de la ciudad educadora para

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UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
XXVII SEMINARIO INTERUNIVERSITARIO DE TEORÍA DE LA
EDUCACIÓN "EDUCACIÓN Y CIUDADANÍA "
Las Palmas de Gran Canaria. Noviembre de 2008
ADDENDA
Este documento está sujeto a los derechos de la propiedad intelectual protegidos por las
regulaciones nacionales e internacionales.
PROYECTO DE PEDAGOGÍA PREVENTIVA
DE LA CIUDAD EDUCADORA PARA MADRES Y PADRES
Concepción Aroca Montolío.
Universidad de Valencia
Addenda presentada para la Ponencia 3: Educación de personas adultas y formación
para una ciudadanía participativa.
RESUMEN
Hablar de la educación de las hijas y los hijos nos lleva tácitamente a la familia y
la escuela, pero en nuestra addenda también queremos incluir a otros agentes
socioeductivos como son las redes sociales y políticas que se instauran, por ejemplo, en
un municipio. Y es en ese contexto que las pedagogas/os e instituciones ciudadanas,
como los ayuntamientos, deberían trabajar conjuntamente para colaborar en la
educación
de
ciudadanos
proporcionando
sus
conocimientos,
unos,
y
sus
infraestructuras, recursos, servicios y profesionales, otros; de este modo, juntos podrían
llevar a cabo actuaciones formativas como una alternativa y herramienta más para poder
lograr el desarrollo óptimo de los hoy niños, niñas y adolescentes. Para ello, partimos de
conceptos tales como: educación ciudadana (activa y comprometida), ciudad educadora
y familia educadora de ciudadanos prosociales y democráticos.
El proyecto de pedagogía preventiva de la Ciudad Educadora para madres y
padres que proponemos, está conformado por un conjunto de redes, núcleos y recursos
informativos, participativos y formativos dirigidos a las familias1 de un municipio de la
provincia de Valencia. El objetivo central de este proyecto, como pedagoga y
orientadora familiar, es asesorar, orientar y colaborar con madres y padres en su tarea de
educar en una sociedad cada vez más compleja, conflictiva y violenta, lo que parece
exigirles una mayor información y formación como educadores responsables. En
definitiva, para que sus hijos e hijas sean ciudadanos prosociales para formar parte y
colaborar en la creación de una sociedad más democrática. De esta forma establecemos
el binomio: Educación y Ciudadanía.
1
También hemos contemplado a la hora de confeccionar este proyecto a otros adultos igualmente coresponsables en la educación de los más pequeños, las abuelas y los abuelos. Así como, hacer referencia a
los ciudadanos y ciudadanas que de forma activa y comprometida quieran colaborar en el proyecto.
¿A EDUCAR, SE APRENDE?
Quizá saber educar sea un arte y una vocación, como afirma Marques (2007),
pero seguro que como ‘saber’ no puede estar exento de formación e información.
Además, es un hecho que nuestra sociedad ha cambiado de manera vertiginosa en
apenas 15 años; por ejemplo, ahora son los hijos/as quienes nos deben sacar de apuros
en el uso de nuevas tecnologías, cuando lo habitual era que fueran nuestros progenitores
quienes nos enseñaran a manejar o reparar instrumentos de uso cotidiano. Pero, no sólo
es una realidad este desfase intergeneracional también los problemas que debe abordar
la familia del siglo XXI tienen una relevante diferencia con el pasado inmediato. Así
tenemos que las familias de hace apenas 28 años no tenían que preocuparse por la venta
abierta y de todo tipo de de drogas; no existía esa necesidad casi compulsiva de
consumir; en nuestros barrios o pueblos estaban activadas las redes de apoyo social que
también supervisaban la conducta de los pequeños y adolescentes pudiendo llegar a
disuadirles de comportamientos ‘no adecuados’. En la actualidad tenemos pubers y
adolescentes que ‘siguen la moda’ en casi todo como el individualismo y egoísmo
imperantes, la anorexia, el consumo de alcohol y otros tóxicos, el bullying, etc.; como si
fueran hijos e hijas de progenitores negligentes o, al menos, poco competentes. El
panorama expuesto nos lleva a plantearnos preguntas como: ¿Ante esta realidad
socioeducativa son competentes las estrategias educativas ‘de toda la vida’? ¿Qué
deberían hacer los progenitores en la actualidad que antaño no hacían? ¿Cómo puede
actuar una madre ante situaciones que desconoce y que, ni siquiera, vivió en su
adolescencia? ¿Qué nuevos recursos se están generando para paliar problemas de
convivencia fuera de la escuela?
Sin embargo, como consecuencia de esta realidad, expertas y expertos en
orientación familiar no han llegado a concluir por qué ahora la familia parece no bastar
para educar, por ejemplo, en el control de la ira, en los valores, en la convivencia y en el
civismo, etc. ¿En qué está fallando la familia? O bien, ¿cómo está influyendo la
sociedad, como contexto cognitivo y existencial, para neutralizar algunas de las
transmisiones educativas familiares? ¿Qué conocimientos deben tener los progenitores
en la actualidad que antes no eran necesarios para ejercer una adecuada función
socializadora? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos para reforzar el proceso socializador
de los más pequeños?
2
Nosotros queremos dar una respuesta desde la Pedagogía Preventiva para la
Ciudad Educadora contribuyendo, asesorando y orientando, ante el reto tan
emocionante, asombroso y necesario, a la par que complejo, que es educar para la
ciudadanía en una sociedad nueva y cambiante. Queremos colaborar con los
progenitores que desean tanto un futuro mejor para su progenie como el que éstos
contribuyan al desarrollo de una ciudad menos violenta, más sostenible, más integradora
y participativa; desde una educación para la libertad y la responsabilidad (Leontiev,
2006) Porque no podemos obviar que las familias con problemáticas diversas y sin
ayudas del tipo que proponemos, pueden entorpecer, frenar o perjudicar el correcto
desarrollo de su progenie y, por ende, el desarrollo de una sociedad más democrática.
Además, no es una idea nueva que la familia puede enseñar y desarrollar tanto
conductas prosociales (para el beneficio de sus hijos/as y los demás ciudadanos/as),
como antisociales (en perjuicio de su progenie y de la sociedad).
El concepto del que partimos sobre Ciudad Educadora lo rescatamos de Freire
(1990): “En tanto educadora, la ciudad es educable” (p.23).. De esta forma, en nuestro
proyecto los sujetos educandos son las madres y padres; el contexto educativo es la
ciudad o municipio; y los sujetos educadores, en el nivel informativo y formativo, los
ciudadanos profesiones2 desde sus diversos conocimientos.
Pero además, como Ciudad Educadora, y dentro del proyecto pedagógico que
proponemos, debe establecerse un proceso continuo de educación ciudadana que
contemple las etapas del desarrollo humano. Así pues, abarcamos tanto la educación de
niños y niñas de 0 a 16 años3, como la de madres y abuelas, padres y abuelo, los adultos
que directamente les corresponde la función de educar.
Asimismo, otro de nuestros objetivos es que el proyecto esté abierto a todas las
personas que indirectamente tengan la función educadora apoyándonos en la afirmación
de Fauré (1973) sobre que: “Todo individuo debe tener la posibilidad de aprender
durante toda su vida. La idea de educación permanente es la clave del arca de la ciudad
educativa” (p. 265)
2
Profesionales que vivan o trabajen en el municipio donde se imparta el proyecto, participando de forma
voluntaria y altruista; así podemos contar con: pedagogos, maestros, médicos, psicopadagogos,
psicólogos, odontólogos, enfermeros, etc.
3
Esta población está seleccionada por la relevancia que toma la educación familiar entre los 0 a 11 años;
así como la etapa de la adolescencia, por el desafío educativo que supone, en ocasiones, para los
progenitores.
3
Dando un paso más en nuestro discurso, también adoptamos el concepto de
‘trabajo y aprendizaje colaborativo’ de Delors (1996) entre los diferentes agentes
socioeducativos4 implicados en la educación del ciudadano, donde todos coincidimos
para ir solucionando problemas con procedimientos cotidianos. Desde la necesidad de
aprender a aprender que estableció Fauré , y continuando con Delors quien extendió el
concepto de cómo aprender a saber, a saber hacer, a saber ser y a saber vivir,
proponemos fomentar la ciudadanía activa y comprometida desde las propuestas de la
pedagogía preventiva y a través de la ciudad educadora.
LA CIUDAD EDUCADORA DEL APRENDIZAJE
Las ciudades actuales han devenido cada vez más adversas, fragmentando la
mayor parte de su convivencia ciudadana, y que como sociedades se alejan de su
función educadora al irse modificando sin asumirla, sin ser parte activa de la formación
para y por la ciudadanía. Por este motivo, desde nuestro concepto de Ciudad Educadora
entendemos y queremos potenciar que el municipio sea un espacio donde aprender y ser
ciudadano.
Es bastante aceptada la idea de que la sociedad del siglo actual es compleja,
multicultural y multiracial, violenta, en crisis de valores, tecnócrata, consumista,
individualista, etc. Por ello, y desde nuestro proyecto, hemos asumido la
responsabilidad de crear una convivencia ciudadana que vigorice a los ciudadanos/as
para el reclamo de sus derechos y el compromiso ante sus responsabilidades,
estableciéndose dos binomios claramente vinculados a las Ciencias de la Educación
como son: prevención por medio de la educación y, educación para la convivencia
ciudadana.
Asimismo, bajo el epígrafe de Ciudad Educadora para madres y padres, también
hemos considerado la realidad de una exacerbada violencia en todos los ámbitos
sociales ha incrementado considerablemente haciendo de las ciudades lugares donde es
difícil llevar a cabo una convivencia ciudadana afable. Sobretodo, llamamos la atención
en: la violencia a las personas mayores, violencia de progenitores hacia sus hijos e hijas,
violencia en la pareja (Patró y Limiñana, 2005)5 y violencia de la progenie hacia sus
progenitores (Garrido, 2007). Delitos cada vez más preocupantes, no sólo por su
4
Familia, escuela, ayuntamiento, ciudadanos, etc.
La investigación llevada a cabo por estas autoras hace referencia a los efectos negativos de este tipo de
violencia sobre los hijos e hijas.
5
4
incremento numérico y su intensidad en el grado de agresividad utilizado, sino porque
todos los tipos de violencia citados se dan dentro de la familia, supuestamente en el
núcleo por excelencia más seguro para el ser humano. Algo nos está indicando que no
sólo existen cambios en el tipo de familia sino también, en su filosofía. Lo que
comporta irreductiblemente un cambio en la filosofía social.
Por tanto, si el núcleo responsable de educar para la convivencia, los valores, la
conciencia social o la no violencia falla, deberán ser otros agentes socioeducativos ( que
a su vez conforman la Ciudad Educadora), los que colaboren y/o intervengan en dicho
proceso educativo, sin por ello menoscabar la autoridad de los progenitores sino, más
bien, proporcionándoles nuevos aprendizajes, desde un programa de intervención
confeccionado desde una base científica, para darles herramientas, respuestas y
orientación a todas las personas que asuman algún tipo de responsabilidad en educar
dentro de un espacio o municipio.
EXPOSICIÓN DEL PROYECTO MUNICIPAL
El proyecto que proponemos no se expone sólo desde proposiciones y
reflexiones teóricas sobre la inmensa e inagotable tarea de la educación; mejor nos
adherimos a proposiciones y reflexiones que enlacen y relacionen los problemas
educativos cotidianos con el problema global de la educación para la ciudadanía que
subyace en la actuación familiar, contextualizada en una realidad social, con unos
objetivos democráticos, unos recursos políticos y socioeducativos, y desde una ecuación
formativa e informativa para los ciudadanos y ciudadanas. Esta idea toma como
referencia la establecida por Fullán (2002) cuando afirma que los verdaderos cambios
educativos deben contemplar una perspectiva sistémica donde intervengan todos los
ámbitos, instancias y agentes realmente implicados.
La justificación del proyecto que presentamos parte de la premisa de que
estamos ante un complejo panorama socioeducativo que necesita, tal vez más que
nunca, la implicación en la mejora educativa de todas las personas, entidades políticas y
sociales que deberían estar interesadas en la educación para nuestros conciudadanos.
Premisa próxima a las expuestas por Gimeno (2001) y Martínez Bonafé (2003) donde el
objetivo común deja de ser individual para lograr un objetivo colectivo uniendo los
ámbitos familiar y social.
Nuestra propuesta está compuesta por varios elementos que conforman un todo y
que pasamos a exponer de forma breve:
5
1. Organizar y unificar las fuerzas y agentes sociales con responsabilidad
directa e indirecta en la educación con las familias de un municipio, y cuyo
nexo de unión es el Ayuntamiento (Servicios Sociales, Centros para la
Juventud, AMPAS, Gabinetes Psicopedagógico Municipal, etc.) y todas
aquellas asociaciones dentro del municipio que deseen colaborar.
2. Un programa de actuación sobre temas o aspectos educativos6 que preocupan
y deben conocer los progenitores. Para que los valores cívicos, y los
problemas que causan su ausencia, no queden desvinculados de la
cotidianeidad escolar, familiar y ciudadana. Para ello, nos hemos querido
ocupar de los problemas y las deficiencias que se encuentran en todo proceso
de relación interpersonal y social en cada uno de los ámbitos citados.
De este modo, el programa propuesto está dividido en ocho grandes bloques
o módulos temáticos formativos e informativos que constituyen diferentes
conocimientos vinculados a las Ciencias de la Educación desde una
gradación preventiva. Los ocho bloques corresponden a: Crianza; Pautas
Educativas para progenitores; Educación en Valores, Convivencia y
Civismo; Educación para la Salud Física y Mental; Educación para la
Sostenibilidad y Medio Ambiente; Problemas Escolares; Tecnología y
Educación, y Comunicación Intrafamiliar.
3. Cada uno de los ocho bloques oferta talleres, charlas y mesas redondas para
adultos educadores de niños, niñas y adolescentes entre 0 y 16 años. Este
rango de edad lo hemos dividido, a su vez, en tres etapas evolutivas, a saber:
de 0 a 6 años, de 6 a 12 años y de 12 a 16 años.
4. Gracias a esa división por edades, hemos podido programar en base a
diferentes criterios como:
-
características evolutivas relevantes para adaptar las pautas
educativas a las necesidades e inquietudes de cada etapa;
6
Pautas educativas, elementos de la crianza óptima, características psicopedagógicas de los educandos a
lo largo de su escolarización, comunicación intrafamiliar, etc.
6
-
hábitos y actitudes a desarrollar requeridos desde la prosocialidad
para una correcta integración interpersonal y social del educando en
función de la edad;
-
riesgos y situaciones problemáticas que pueden aparecer a lo largo
del desarrollo y que los progenitores deben conocer, evitar y
solucionar, para promover un desarrollo integral de las hijas e hijos.
-
Instrumentos y recursos pedagógicos oportunos para favorecer el
correcto desarrollo cognitivo y conductual de los hijos e hijas (juego,
lectura, etc.)
-
Medios municipales existentes a utilizar para colaborar en el
crecimiento óptimo de los niños, niñas y adolescentes.
5. Establecer las redes de comunicación formal para hacer llegar el proyecto a
todas las personas adultas responsables de la educación de la población del
municipio entre 0 y 16 años, como:
5.1. Confeccionar una ‘revista-agenda’ donde aparecerá:
- la oferta formativa e informativa ofrecida;
- la opinión de expertos en educación: familiar, de la salud, en valores, etc., y en
psicología del desarrollo, que resalten tanto las características evolutivas de los
hijos e hijas como la necesidad de adquirir conocimientos en algunos aspectos
del proceso educativo de éstos;
- los recursos pedagógicos municipales con los que pueden contar los
progenitores para llevar a cabo con mayor facilidad y riqueza su tarea educativa
(ludotecas, bibliotecas, AMPAS, Federaciones de AMPAS, página web abierta
por el Ayuntamiento para apoyar y asesorar a los progenitores; etc.)
5.2. Utilizar la ‘revista-agenda’ como el vehículo para concienciar a los
progenitores que educar en el siglo XXI no tiene por qué ser una tarea a veces
hostil y estresante, porque somos muchos ciudadanos los que estamos dispuestos
a colaborar desde nuestras profesiones y prácticas a que sea una tarea rica en
conocimientos y destrezas.
6. Utilizar los recursos de infraestructura del ayuntamiento, de asociaciones del
municipio que quieran colaborar, centros educativos (desde las AMPAS); así
como los recursos humanos de los profesionales del ayuntamiento y de los que
7
trabajan o viven en el municipio, aportando formación e información a los
ciudadanos y ciudadanas que acudan a las sesiones programadas, utilizando
tanto talleres, mesas redondas como charlas.
7. Establecer la necesidad y objetivos de cada uno de los módulos temáticos
informativos y formativos, así como los talleres, charlas y mesas redondas que
los conformará.
CONCLUSIÓN
El
proyecto de pedagogía preventiva de la Ciudad Educadora para madres y
padres debe partir de las necesidades educativas determinadas por especialistas en
orientación familiar y por los propios padres y madres,
tanto en los contextos
cognitivos como existenciales.
El recurso político más inmediato que tenemos los ciudadanos es el
ayuntamiento, que en nuestro proyecto debe participar activamente en la prevención de
problemas de sus ciudadanos aportando sus recursos humanos e infraestructuras.
Con este proyecto de pedagogía preventiva pretendemos ayudar y orientar, por
medio de la formación e información, a madres y padres que deben ser los responsables
de la educación de sus hijos e hijas, más allá de su empeño (cada vez en más casos) de
dejar que sea la escuela quien asuma esta responsabilidad, porque familia y escuela se
complementan, no se pueden suplir. Para llevar a cabo una responsable función
socializadora, madres y padres estarán asesorados y orientados por profesionales en
diferentes especialidades de las Ciencias de la Educación, y otras ciencias como
psicología y medicina.
Será dentro del concepto de Ciudad Educadora y con adultos responsables de la
educación directa de los hijos e hijas, desde donde se trabajará conjuntamente en la
obtención de objetivos comunes para el desarrollo de la ciudadanía prosocial y
democrática en niños, niñas y adolescentes comprendidos entre 0 y 16 años.
Por otro lado, hemos contemplado tanto a madres y padres, abuelas y abuelos
porque pueden presentar modelos intergeneracionales diferentes de estilos educativos,
incluso antagónicos, que deberemos intentar conciliar y reconducir desde la formación,
la información y la participación en las actividades propuestas en el programa formativo
8
integrado en nuestro proyecto, para crear una sociedad donde realidades como
convivencia, compromiso, apoyo y cooperación formen parte de su filosofía ciudadana.
Para finalizar y, desde nuestra propuesta pedagógica al problema actual de la
educación de los hijos e hijas a través del concepto de ciudad educadora…
…es en una comprensión profunda de los auténticos compromisos
que tenemos con aquellos seres de los que dependemos o que
dependen de nosotros7, desde donde podremos abrirnos a
compromisos en los que “nada humano nos sea ajeno”. La tarea
educativa debe, por tanto, potenciar las relaciones justas y
generosas en el ámbito local esperando que esas relaciones
formen a la persona en una sensibilidad abierta a todo ser
humano” (Reyero, 2008, p.69)
BIBLIOGRAFÍA
Delors,J. (1996): La educación encierra un tesoro. Madrid, Santillana/UNESCO.
Fauré, E. (1973): Aprender a ser. Madrid, UNESC.
Freire, P. (1990) Política y Educación. Santiago de Chile.
Fullan, M. (2002): Los nuevos significados del cambio en la educación. Barcelona,
Octaedro.
Garrido, V. (2007): Antes que sea tarde. Cómo prevenir la tiranía de los hijos.
Barcelona, Nabla Ediciones.
Gimeno, J. (2001): Educar y convivir en la cultura global. Madrid, Morata.
Leontiev, D. (2006) “Positive Personality Development”, pp. 49-61, en M.
Csikszentmihalyi e I.S. Csikszentmihalyi (Eds.), A life worth living: Contributions
to positive psychology. Nueva York, Oxford University Press.
Marques, R. (2007) Saber educar. Un arte y una vocación. Madrid, Narcea.
Martínez Bonafé, J. (Coord.) (2003): Ciudadanía, poder y educación. Barcelona,
Graó.
Patró, R. y Limiñana, R.M. “Víctimas de violencia familiar: Consecuencias
psicológicas en hijos de mujeres maltratadas” Anuario de Psicología, 2005, vol. 21,
pp. 11-17.
Reyero, D. (2008). Ciudadanía: Entre la Diversidad y la Globalización. En M. Ruiz
Corbella (Coord.), Educación moral: aprender a ser, aprender a convivir,(pp. 5369) Barcelona: Ariel Educación.
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Reyero se refiere en concreto a las pedagogas/os
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