164 FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES Los magistrados como los pretores tenían atribuciones que venían de una ley, de un Senado Consulto o de una constitución: Tal era el derecho de nombrar los tutores, el derecho de autorizar la venta de inmuebles rústicos de un menor. Como el Imperium Merum, estos poderes especiales no se delegaban en nadie, por el contrario, la jurisdictio puede delegarse a un particular, que entonces ocupa determinado tiempo las funciones de magistrado. 6.13. LA AUTORIDAD DE LOS MAGISTRADOS En Roma la autoridad judicial perteneció primero a los Reyes y después a los Cónsules. En el año 387 a. C., fue confiada al pretor. Pero la afluencia de extranjeros en Roma hizo precisa la creación de un segundo pretor, el praetor peregrinus, encargado de la jurisdicción entre peregrinos o entre peregrinos y ciudadanos. La otra se llamó la praetor urbanus. Más tarde aumentó el número de pretores. En el Siglo II de nuestra era, había 18 con una competencia especial, particularmente para las tutelas y los fideicomisos. Al lado de los pretores se unían los ediles con sus funciones administrativas, tales como la policía de la ciudad y ciertas atribuciones judiciales, relativas a las ventas públicas de esclavos y de animales. Se distinguían los ediles curules, los ediles plebeyos y desde Julio César, los ediles cereales, encargados de la vigilancia del trigo y de las distribuciones que se hacían al pueblo. Bajo la República y durante el primer tiempo del Imperio, el pretor era el magistrado por excelencia y su jurisdicción de las más extensas, pero los nuevos magistrados, creados por los emperadores, el prefecto de la ciudad y el prefecto del pretorio, fueron investidos poco a poco de la mayor parte de las atribuciones que pertenecían al pretor. En Italia se encontraban en los municipios, magistrados locales; los duumviri o quatorviri juridi. Hacia el fin de la República fue limitada su juris a los procesos cuyo valor no excedía de 15.000 sestercios. En las provincias, la autoridad administrativa y judicial, pertenecía al presidente de cada provincia, procónsul, propretor o legado del emperador. Los cuestores hacían el papel de ediles. ¿Qué eran los edictos? Todos los magistrados, cónsules, pretores, censores, tribunos, tenían la costumbre de publicar declaraciones o disposiciones que tenían conexión con el ejercicio