Comunicación: Disciplinariedad, Interdisciplinaridad y

Anuncio
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Comunicación: Disciplinariedad, Interdisciplinaridad
y Transdisciplariedad
Por: Mónica María Valle Flórez
En la experiencia humana lo sociológico, lo político, lo económico, lo filosófico, lo psicológico, lo
histórico, lo poético y todo lo demás se mezclan hasta el punto de que ningún ingrediente puede
mantener su esencia distinta en caso de que se intente aislarlo.
Zygmunt Bauman
El estudio de la comunicación se ha consolidado a lo largo del siglo XX, aunque como temática
empieza a ser discutida a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, bajo el impacto de la emergencia
de los primeros medios masivos y en el escenario de grandes transformaciones culturales tales como:
la religiosa, la social, la política, la económica y la técnica.
El campo de intersección del saber de la comunicación ha suscitado el interés y el debate en los más
variados ámbitos sociales y en los más variados grupos de interés epistémico, pero su vivencia más
allá del debate decisivo acerca de su definición teórica, es quizás su más fuerte atractivo, “en
consecuencia la entrada de la comunicación en la escena intelectual no se debe a la consistencia de
su fundamento teórico sino a una fuerte demanda social”.
De allí la importancia de establecer los fundamentos de la comunicación, pues ellos proporcionaran la
medida de la limitaciones y de las posibilidades de ese conocimiento. Este artículo es sólo una
aproximación a esta tarea prioritaria, en primera instancia se abordará la constitución del campo de las
ciencias sociales, en segundo lugar se enmarca la comunicación como disciplina social y su relación
interdisciplinar y en tercer término se enfatiza en la transdisciplinariedad.
Las Ciencias Sociales
La ciencia social como tal es una empresa del mundo moderno que a partir del Siglo XVI busca, de
forma sistémica, desarrollar un conocimiento secular sobre la realidad con el interés de su validación
empírica. En tal sentido, tras la Revolución Francesa, el debate entre la ciencia y lo social se
construyó bajo la premisa de racionalizar y organizar el cambio social. Por ejemplo el sociólogo
Augusto Comte revive el término de física social y se propone el descubrimiento de las reglas que
“gobiernan el mundo social” con el objeto de salvar al occidente de la corrupción sistémica y de la
anarquía que produjo dicha revolución.
En este contexto la Universidad se plantea nuevas y múltiples disciplinas bajo la creencia de que la
investigación sistemática requería la concentración hábil en las múltiples zonas separadas de la
realidad. Se institucionaliza así las ciencias sociales, bajo las premisas metodológicas de las ciencias
naturales, en las nacientes disciplinas de la historia, la economía, la sociología, las ciencias políticas y
la antropología. La reflexión es guiada por la visión clásica de ciencia, es decir, sobre las premisas del
modelo newtoniano de causa – efecto, en el cual hay una simetría entre el presente y el futuro y el
dualismo cartesiano, que plantea fronteras limitadas entre la naturaleza y lo humano, es decir, materia
y mente, mundo físico y espiritual.
Cambios en la Estructura de las Ciencias Sociales
Para 1945 las ciencias sociales se distinguía perfectamente de las ciencias naturales que estaban
encargadas de estudiar los sistemas no humanos y las humanidades que se centraban en la
producción estudios sobre la cultural, la mente y el espíritu de las sociedades civilizadas.
Para esta fecha, tres procesos afectaron la estructura de las ciencias sociales:
1
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
a) El cambio en el sistema político mundial con la novedosa fuerza económica de los EE.UU en el
contexto de la guerra fría, que implicó una polinización hacía este país de los esfuerzos de
investigación y la estructuración de una agenda de reflexión desde su propio talante, además de poner
en cuestión planteamientos anteriormente hechos.
b) La expansión de la población, de su capacidad productiva y tecnológica que implicó la generación
de recursos para sostener centros de enseñanza superior, institutos de investigación, y fundaciones
financieras, lo que reforzó el paradigma subyacente de las ciencias sociales.
c) La explosión del sistema universitario y de un sistema de generación de pensamiento social, con un
enorme soporte de inversión pública y privada, que terminó por validar el tipo de enfoque social
nomotético en contra de las orientaciones que parecían menos rigurosas y más orientadas a la
política.
Ante estos acontecimientos, quizás, la más notable innovación académica después de 1945 fue la
creación de los estudios de áreas con enfoques multidisciplinares. Los grupos de académicos de las
áreas tenían diversos orígenes disciplinares y por lo tanto atravesaban las líneas divisorias definidas
tradicionalmente develando así el carácter artificial de las divisiones antes dadas entre las ciencias
naturales y las sociales. Cada disciplina se enfrentó a nuevos retos, deslizándose hacía puntos que
retaban los antiguos enfoques. Contribuyó a esto el reclutamiento de académicos de distintos
orígenes geográficos.
Esta superposición de saberes y la relación entre diferentes académicos tuvo como consecuencia el
cuestionamiento interno en torno de la coherencia de las disciplinas y la legitimidad de las premisas
intelectuales que cada una había argumentado para justificar su existencia separada. De allí que se
crearan nombre multidisciplinarios como estudios de la comunicación, ciencias administrativas y
ciencias del comportamiento.
Este fenómeno fue catalogado por algunos estudiosos como fertilización profunda de la
interdisciplinariedad, otros en cambio interpretaron este horizonte como reflejo de la confusión
intelectual que implicaba una reconstrucción más radical de las disciplinas para lograr su legitimidad.
Después de la década de los sesenta se presentaron procesos en las ciencias duras o naturales que
parecían acercarla a las ciencias blandas o sociales. Procesos tales como pensar la no linealidad por
encima de la linealidad, la complejidad sobre la simplificación, la relación del que mide con lo medido.
Y en algunos matemáticos, la superioridad de la interpretación cualitativa sobre la precisión
cuantitativa. En este contexto la visión cartesiana que describía al mundo como un automaton,
determinista y capaz de ser totalmente descriptivo en forma de leyes causales, no encuentra cabida
en los nuevos hallazgos que conciben un mundo más complejo, un mundo en el que las
perturbaciones desempeñan un papel muy importante y en donde una de las cuestiones claves es
explicar cómo surge esta complejidad.
En este debate las humanidades, las ciencias sociales y naturales han luchado continuamente en los
frentes intelectuales, políticos e ideológicos para mantener sus distintas afirmaciones de universalidad.
Afirmaciones que han tenido problemas severos, pues no se han cumplido las expectativas creada por
las tres ciencias para predecir y administrar características que se derivan de su presumible carácter
de exactitud cuantificable.
La alternativa, argumenta Wallerstein, es pensar en la necesidad de un universalismo históricamente
contingente y pluralista, que nos lleve a aceptar la coexistencia de interpretaciones diferentes de un
mundo incierto y complejo. Sólo un universalismo pluralista nos permitirá captar la riqueza de las
realidades sociales en que vivimos y hemos vivido. Para Giddens, la tensión interminable entre lo
universal y lo particular, como rasgo permanente de la sociedad humana invita a un debate más
multicultural de las ciencias y de la objetividad. Es necesario, señala Giddens, que las ciencias
sociales acepten que han utilizado mascaras de objetividad para seguir sus propias subjetividades.
Ante esta situación Emmanuel Wallerstein propone abrir las ciencias sociales. Edgar Morin apunta a la
visión compleja de la realidad ya que “la complejidad de los problemas nos desarticula y por esta
razón, precisamente, se vuelve necesario un reordenamiento intelectual que nos habilite para pensar
la complejidad”. Y Bauman, figura clave del pensamiento social actual, argumenta que “en la
2
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
búsqueda de conocimiento integral y significativo del mundo social, se debe sospechar de las
fronteras disciplinares cuando no ignorarlas por completo”. Ya que la ciencia, los procesos culturales y
la subjetividad humana constituyen un sistema abierto socialmente construidos y recursivamente
interconectados.
La Comunicación como disciplina Social
En comparación con la antropología o la sociología, la comunicación es una disciplina nueva a la que
varios teóricos se han interesado en dotar de un estatuto epistemológico, que les otorgue un objeto de
estudio autónomo y una serie de herramientas metodológicas independientes para tener acceso a la
nominación de ciencia social legítima y específica. La epistemología contemporánea, propone tres
vías abiertas para considerar el problema de la definición de la disciplina comunicación y de su objeto.
La primera a través de una respuesta de tendencia empírica, tomando como base el análisis de las
instituciones relacionadas con la comunicación. La segunda a través de una definición lógico – formal
de su objeto de estudio y la tercera a través de un análisis diacrónico, procurando situar la génesis
del campo de esa disciplina.
Bajo la definición empírica se agrupan los intentos de definir la disciplina comunicación que no
parten de una especulación sobre el sentido ideal de lo que sería la comunicación en tanto disciplina y
su objeto sino que, al contrario, procuran situarla como el correlato de ciertas instituciones del saber,
vinculadas a la investigación o a la enseñanza. En este sentido la comunicación sería el producto de
la actividad de esas instituciones y de quienes trabajan en ellas.
Aunque coherente, la dificultad de este acercamiento está en la diversidad de repuestas concretas
producidas por las descripciones de la realidad de esas instituciones. Por ejemplo: hay escuelas de
comunicación que tienden a aproximarse, o hasta incorporar, temas tan heterogéneos como el turismo
o las artes, lo que vuelve difícil la confrontación de los datos recogidos en diferentes instituciones.
Además, la diversidad misma de las habilidades profesionales: periodismo, publicidad y propaganda,
relaciones públicas, radio y televisión, cinematografía, producción editorial, etc. Indica una
constelación de prácticas sociales, en sí misma testigo de importantes variaciones en el sentido del
término comunicación que difícilmente se dejan sintetizar en un concepto unívoco y en todo caso poco
formalizado.
En relación con las ciencias sociales la comunicación ha enmarcado su quehacer desarrollando sus
propias teorías y métodos, adoptando de acuerdo a sus necesidades, diferentes herramientas y
técnicas de cada disciplina social. “No obstante, son los métodos desarrollados a través de la
antropología, la sociología y la psicología social los que le han proporcionado sentido y contribuido,
con sus instrumentos de investigación y análisis a entender la comunicación como habilidad innata del
ser humano.
Si partimos de que la comunicación es única en su representación simbólica y en su recreación de
aspectos de la condición humana, podemos vislumbrar la estrecha relación entre la comunicación y la
cultura a través de la cual se infiere la importancia de la antropología en los estudios de comunicación.
Así como el de sociología para conocer las coyunturas del hombre en sus prácticas sociales. Esta
situación indica la diversidad de la realidad compleja, cuyos sentidos son recogidos junto con el
entendimiento de la comunicación que tienen las instituciones de conocimiento socialmente
reconocidas.
Por otra parte, la definición lógico – formal de la disciplina de la comunicación, se aboca al objeto
del estudio. El resultado de las observaciones generadas a partir de ese paradigma solo puede
proporcionar una imagen del estado actual del campo y por tanto un “corte” y una instantánea sobre lo
que en verdad es una realidad cambiante. “El entendimiento que los comunicólogos tienen de su
objeto de estudio enmascara las tensiones y las incertidumbres que están en la base del lento y a
veces invisible proceso de formación y transformación al que se encuentran sujetos esos
entendimientos”.
3
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Los dos paradigmas definidos anteriormente acaban formando un cierto sistema, aunque
normalmente en la práctica, no es raro encontrarlos inmiscuidos en polémicas que los colocan como
contradictorios.
El tercer paradigma, génesis del campo, es otra forma de abordar el problema de la definición de la
disciplina comunicación y su objeto. Propone pensar el advenimiento de la “comunicación moderna”.
Para este paradigma, la cuestión fundamental reside en la desnaturalización de los procesos
comunicacionales, es decir, en la compresión de que la significación de un fenómeno social no puede
ser alcanzada si no es mediante la delimitación de su singularidad histórica. Esto equivale a extraer
todas las consecuencias de la afirmación de que la comunicación no es, y no debe ser tratada como
un proceso transhistórico. Posición asumida en algunas investigaciones que se alejan de la
historicidad, como si los procesos comunicacionales pudieran permanecer indiferentes a la acción del
tiempo y a la variedad cultural.
Es por ello que la comunicación no ha salido exenta del debate generado en las ciencias sociales,
acerca de la articulación de las distintas disciplinas que la conforman y el estudio de los fenómenos,
las producciones culturales y sociales que cotidianamente van modificando a la sociedad en el mundo.
Y no es para menos, ya que el siglo XX fue esencialmente de la comunicación, campo de
experimentación cuyo proceso tiene consecuencias importantes en el presente siglo. Por ello si la
extensión del campo excede los esfuerzos de una sola disciplina, dar cuenta de ese campo significa
entonces que éste será atravesado por varios saberes. Tal es el diagnóstico de quienes plantean sus
reservas en cuanto a la posibilidad de una ciencia de la comunicación, en la medida en que esto
implica una megadisciplina. Con todo, la cosa cambia si en vez de reivindicar todos y cada uno de los
procesos comunicacionales, una determinada disciplina se ocupa “solo” de lo que hay de original y
decisivo en los procesos comunicacionales, a la luz de las transformaciones producidas por la
modernidad, y en cierta forma quizás un poco reflexiva, esto es lo que ya hace una franca mayoría de
los estudios en comunicación, que rara vez abordan procesos comunicacionales que no sean los del
siglo XX.
Para sintetizar es necesario decir que para este paradigma de análisis, las prácticas comunicacionales
se convierten en el centro que explica tanto el objeto como la disciplina. Ya no se trata de dar cuenta
de un campo descomunal, cuya extensión no podría ser cubierta sino por la filosofía o por el conjunto
de las ciencias del hombre. Son exactamente esos procesos comunicacionales, bien fechados,
contextualizados en un determinado tipo de organización social y con especificidad propia, los que
tienen en el empleo de los medios de comunicación su expresión más contundente y evidente, lo que
se convierten en el objeto de estudio de una ciencia particular: la comunicación.
Gaston (2001) afirma que desde la epistemología no es posible llegar a fundamentar una disciplina
que se ocupe de “la comunicación”. Esa afirmación disciplinaria, dice este profesor de la universidad
del Mar de Planta; sólo puede ser sostenida sobre la propuesta de una intervención política en el
campo de las ciencias sociales. “Es aquí donde los estudios de comunicación están en condiciones de
construir esa especificidad”. El campo pone en escena enormes potencialidades de intervención tales
como la reflexión para definir prioridades de investigación vinculadas a la responsabilidad social de la
ciencia, los procesos de concentración económica en los medios masivos de comunicación o las
ideologías autoritarias que impregnan los discursos hegemónicos que circulan por los medios. Estos
aspectos merecen, como primera medida, un conocimiento fundado para luego estar en condiciones
de intervenir, en virtud de un claro objetivo político que cualquier estructura de investigación debe
plantearse.
Esa necesidad, por demás indispensable, debe entrelazar las diferentes disciplinas lo que se
manifiesta en el surgimiento, en la mitad del siglo veinte, de la pluridisciplinariedad y de la
interdisciplinariedad. La primera consiste en el estudio del objeto de una sola y misma disciplina por
medio de varias disciplinas a la vez. Por ejemplo, un cuadro de Giotto puede estudiarse por la historia
del arte alternando con la física, la química, la historia de las religiones, la historia de Europa y la
geometría. O bien, la filosofía marxista puede estudiarse por la filosofía alternando con la física, la
economía, el psicoanálisis o la literatura. El objeto sale enriquecido por la convergencia de varias
disciplinas en tanto que el conocimiento del objeto dentro de su propia disciplina se profundiza con
esta aportación.
4
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La investigación pluridisciplinaria aporta “más” a la disciplina en cuestión, pero ese “mas” está al
servicio exclusivo de la misma disciplina. Dicho de otro modo, la gestión pluridisciplinaria sobrepasa
las disciplinas pero su finalidad queda inscrita en el marco de la investigación disciplinaria. En este
sentido la pregunta que nos compete ahora es ¿qué hay de la interdisciplinariedad y la comunicación?
La interdisciplinariedad de la comunicación
La interdisciplinariedad es una realidad en las ciencias del hombre del siglo XX. La
interdisciplinariedad no niega ni desconoce la distribución de saberes, el término interdisciplinariedad
puede ser útil para designar una cierta estrategia para replantear el marco de distribución de los
saberes. La intención de la interdisciplinariedad es captar las eventuales lagunas entre los grandes
espacios disciplinarios consolidados. También puede representar el esfuerzo por efectuar una síntesis
entre las contribuciones de dos o más disciplinas científicas, fundando así un objeto intersticial, que
podrá o no generar una subdisciplina (antropología social, sociología histórica, psicología social,
sociolingüística).
En la interdisciplinariedad se pueden distinguir tres grados: a) un grado de aplicación. Por ejemplo,
los métodos de la física nuclear transferidos a la medicina conducen a la aparición de nuevos
tratamientos del cáncer; b) un grado epistemológico. Por ejemplo, la transferencia de los métodos
de la lógica formal en el campo del derecho genera análisis interesantes en la epistemología del
derecho; c) un grado de concepción de nuevas disciplinas. Por ejemplo, la transferencia de los
métodos de la matemáticas en el campo de la física ha engendrado la físico – matemática, la física de
las partículas y la astrofísica- la cosmología cuántica, la matemática y los fenómenos meteorológicos
la teoría del caos, la informática en el arte- el arte informático.
Como la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad sobrepasa las disciplinas pero su finalidad queda
inscrita en la investigación disciplinaria contribuyendo así al gran “bang” disciplinario.
Si se asume la interdisciplinariedad en la práctica de la comunicación social, podemos ver que esta
cruza todas las fronteras de las ciencias sociales departamentalizadas, combina la acción social con la
acción instrumental. Ante esta situación el papel que puede desempeñar las facultades de
comunicación, si asumen esta perspectiva teórica en la transformación de la estructura disciplinaria y
organizacional de las universidades, es de una proyección inestimable. Y, claro, para ello requieren
incorporar en su programa de estudios un enfoque transdisciplinar que contemple el conocimiento y
asimilación de las ciencias horizontales, entre las cuales se destacan la ciencias y técnicas del
gobierno.
En realidad, ya no quedan muchos espacios específicos del conocimiento humano que puedan
desarrollarse sin el concurso de otras disciplinas; pues las confrontaciones y fragmentaciones
científicas, tan comunes en el siglo XIX, particularmente, han cedido el paso a la conjunción de
saberes y a la suma de destrezas, cuyas confluencias se han ido convirtiendo en estrategias
generadoras de procesos investigativos renovados y en ocasiones deslumbrantes. De allí que la
interdisciplinariedad no es el problema central ni el más complejo que presentan los problemas reales,
pues no basta con equipos interdisciplinarios que aporten conocimientos especializados en idiomas
particulares. Se trata de un cruce horizontal, transdepartamental, que exige una metateoría del juego
social para comprender el proceso de producción social desde la perspectiva práctica del actor
participante comprometido en la acción. Tampoco se trata de poner en interacción varias disciplinas
verticales, como son las diversas profesiones universitarias, sino de la metateoría común necesaria
para que ellas puedan interactuar de un modo productivo y eficaz, con un idioma común, en el análisis
de problemas y en la toma de decisiones.
Señalaba Roland Barthes, en los años sesenta, que la interdisciplinariedad no es una cosa reposada:
comienza efectivamente ( y no solamente como emisión de un piadoso deseo) cuando se deshace la
solidaridad de las antiguas disciplinas, quizás hasta violentamente, en provecho de un objeto nuevo,
de un lenguaje nuevo, que ni uno ni lo otro pertenecen al dominio de las ciencias que pretendían
confrontar apaciblemente. Como se sabe estas performance no son gratuitas ni fortuitas; obedecen,
por una parte, al reforzamiento cognitivo y búsquedas metodológicas, que faciliten los procesos
5
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
específicos y , por otra, al surgimiento de disciplinas nuevas que responden a las expectativas de la
sociedad.
Comunicación y Transdisciplinariedad
La comunicación como objeto reciente de estudio carece de legitimidad ante estas ciencias sociales,
sin embargo el estallido de las fronteras que entrañan las ciencias sociales y sus disciplinas,
configuran, objetos móviles, nómadas, de contornos difusos, imposibles de encerrar en la malla de un
saber positivo y rígidamente parcelado. Como señala Jesús Martín Barbero, “en la nueva percepción
del espacio y el tiempo que configura un nuevo siglo se despliega un mapa de síntomas y desafíos
para la ciencias sociales”.
Indica Barbero, que hay un cambio en el fomento del saber mismo, en las transformaciones de la
sensibilidad que emergen en la experiencia comunicacional “por allí pasan cuestiones que atraviesan
por entero el desordenamiento de la vida urbana, el desajuste entre comportamientos y creencias, la
confusión entre realidad y simulacro”.
En este mismo sentido, un grupo de intelectuales preocupados por el devenir de los seres humanos
en este mundo complejo, manifestaron públicamente en 1994, su proclama a la transdisciplinariedad,
argumentando que:
1. Sólo una inteligencia que dé cuenta de la dimensión planetaria de los conflictos actuales podrá
hacer frente a la complejidad de nuestro mundo y al desafío contemporáneo de la
autodestrucción material y espiritual de nuestra especie.
2. La vida está seriamente amenazada por una tecnociencia triunfante, que sólo obedece a la
lógica horrorosa de la eficacia por la eficacia.
3. La ruptura contemporánea entre un saber cada vez más acumulativo y un ser interior cada vez
más empobrecido conduce a un ascenso de un nuevo oscurantismo, cuyas consecuencias en
el plano individual y social son incalculables.
4. El crecimiento de los saberes, sin precedente en la historia, aumenta la desigualdad entre
aquellos que los poseen y los que carecen de ellos, engendrando así desigualdades
crecientes en el seno de los pueblos y entre las naciones de nuestro planeta.
5. Al mismo tiempo que todos los desafíos enunciados tienen su contraparte de esperanza y que
el crecimiento extraordinario de los saberes puede conducir, a largo plazo, a una mutación
comparable al pasaje de los homínidos a la especie humana.
De manera conjunta manifiestan estos intelectuales, que ya no es suficiente, la comprensión del
mundo presente, desde el conocimiento disciplinar y que se requiere un método que permita conocer
e interpretar los diferentes niveles de esa realidad, y señala al respecto:
1. “La dignidad del ser humano es también de orden cósmico y planetario. La operación del ser
humano sobre la Tierra es una de las etapas de la historia del universo. El reconocimiento de
la Tierra como patria es uno de los imperativos de la transdisciplinariedad.
2. Todo ser humano tiene derecho a una nacionalidad, pero, a título de habitante de la Tierra, él
es al mismo tiempo un ser transnacional. El reconocimiento por el derecho internacional de la
doble pertenencia –a una nación y a la Tierra– constituye uno de los objetivos de la
investigación transdisciplinaria.
3. La transdisciplinariedad conduce a una actitud abierta hacia los mitos y las religiones y hacia
quienes los respetan en un espíritu transdisciplinario. No hay un lugar cultural privilegiado
desde donde se pueda juzgar a las otras culturas. El enfoque transdisciplinario es en sí mismo
transcultural”.
La transdisciplinariedad, como lo indica su prefijo “trans” concierne a lo que simultáneamente es entre
las disciplinas, a través de las diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina. Su finalidad es la
comprensión del mundo presente, uno de cuyos imperativos es la unidad del conocimiento.
6
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Desde el punto de vista clásico no hay nada entre y a través de las disciplinas y más allá de toda
disciplina. El espacio en cuestión está vacío. Para el pensamiento clásico las transdisciplinariedad es
un absurdo porque no tiene objeto. En cambio para la transdiciplinariedad el pensamiento clásico no
es un absurdo pero su campo de aplicación es considerado restringido.
En presencia de varios niveles de realidad, el espacio entre las disciplinas y más allá de las disciplinas
está lleno, como el vacío cuántico, de todas las potencialidades. Es así como la lógica del tercero
incluido y la complejidad determina la estructura discontinúa del espacio transdisciplinario.
“La transdisciplinaria es radicalmente distinta a la disciplinaria, siéndole sin embargo complementaria.
La disciplinariedad concierne más o menos a un solo y mismo nivel de Realidad, por otra parte, en la
mayoría de los casos no concierne más que a los fragmentos de un solo y mismo nivel de Realidad.
En cambio la transdisciplinariedad se interesa en la dinámica que se engendra por la acción
simultánea de varios niveles de Realidad. El descubrimiento de dicha dinámica pasa necesariamente
por el conocimiento disciplinario. La transdisciplinariedad, aunque no siendo una nueva disciplina o
una nueva hiperdisciplina se nutre de la investigación disciplinaria la cual a su vez se aclara de una
manera nueva y fecunda por medio del conocimiento transdisciplinario. En ese sentido las
investigaciones disciplinarias y transdisciplinarias no son antagónicas, son complementarias”
Para Barbara Nicolescu “Existe un paralelo sorprendente entre los pilares de la transdisciplinariedad y
los postulados de la ciencia moderna. Los postulados metodológicos de la ciencia moderna han
permanecido sin cambios desde Galileo hasta nuestros días a pesar de la infinidad de métodos,
teorías y modelos por los que han atravesado la historia de las diferentes disciplinas científicas. Solo
la física satisface enteramente los tres postulados. Las otras disciplinas científicas los satisfacen solo
parcialmente. Sin embargo la ausencia de una formalización matemática rigurosa de la psicología, de
la historia de las religiones y de una multitud de otras disciplinas no lleva a la eliminación de dichas
disciplinas del campo de la ciencia.
Aún las ciencias de punta como la biología molecular, no pueden pretender por el momento, una
formalización matemática tan rigurosa como la física. Dicho de otra manera hay grados de
disciplinariedad en función de que se tome en cuenta, más o menos de manera completa, los tres
postulados metodológicos de la ciencia moderna.
Igualmente al tomar en cuenta de manera más o menos completa los pilares metodológicos de la
investigación se engendran diferentes grados de transdisciplinariedad. La investigación
transdisciplinaria se aproxima más bien a la multidisciplinariedad (como es el caso de la ética); a la de
otro grado -el de la interdisciplinariedad (como en el caso de la epistemología)-; y aún a otro grado el
de la disciplinariedad”.
Sin embargo, por su finalidad la transdisciplinariedad es radicalmente distinta a la pluridisciplinariedad
y a la interdisciplinariedad. La finalidad de la pluri y de la inter es siempre la investigación disciplinaria.
Si la transdisciplinariedad es con frecuencia confundida con la interdisciplinariedad y la
pluridisciplinariedad (como por otra parte, la interdisciplinariedad es frecuentemente confundida con la
pluridisciplinariedad) eso se explica, en parte, por el hecho de que las tres desbordan las disciplinas.
Esta confusión oculta las diferentes finalidades de estas tres nuevas aproximaciones.
La disciplinariedad, la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad son las
cuatro flechas de un solo y mismo arco: el del conocimiento.
En relación con la trasdisciplinariedad y la comunicación, es necesario tener presente, como dice
Martín Barbero, que en una sociedad organizada de manera cada vez más “abstracta”, alejada de la
experiencia de las personas y una política profesionalizante separada de las preocupaciones y los
miedos cotidianos de la gente; la comunicación, no debe someterse a patrones legaliformes que
cumplan con el ideal predictivo de las ciencias naturales.
Debe entenderse, entonces, que la comunicación tiene como tarea organizarse en torno a la
necesidad de explicar e interpretar las distintas formas de vida, por medio de metalenguajes
descriptivos y la explicación de la producción y la reproducción de la sociedad como el resultado de un
obrar humano. No se propone con esto que la comunicación abandonen la búsqueda de una precisión
7
Universidad Surcolombiana
Seminario de Teoría de la comunicación I
Programa de Comunicación Social y Periodismo
Prof.: Carlos Arturo Monje Álvarez
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
que les permita prever ciertos fenómenos o establecer conexiones causales útiles que posibiliten
anticiparse a determinados efectos.
En tal sentido, apunta Fuentes, el reto prioritario para los académicos de la comunicación, en
cualquier parte del mundo, es avanzar, reflexiva y sistemáticamente, en producir sentido sobre la
producción social de sentido. Y ese reto, al mismo tiempo, por paradójico que parezca, debido a las
urgencias y contradicciones de la “realidad social de nuestros países”, tiene mayores probabilidades
de ser enfrentado con éxito en América latina que en otras regiones del planeta. La razón principal,
indica este profesor mexicano del ITESO, está en que la investigación de la comunicación
latinoamericana nunca ha prevalecido el afán de cerrazón disciplinaria, pues desde las obras pioneras
hasta la actualidad, y a pesar de los esfuerzos de legitimación de los programas universitarios de
formación de comunicadores como una especialidad o incluso una “ciencia” independiente, la práctica
multidisciplinaria de la investigación de la comunicación ha sido influyente y sugerente.
Para Fuentes en el estudio latinoamericano de la comunicación hay terrero avanzado hacía la
apertura científica y social. Por lo que en vez de insistir en una especialización reductora de la
comunicación se deben definir nuevos espacios de contacto, nuevas síntesis, se propone entonces
una complejidad que enriquezca la comunicación”.
Bibliografía
1. Comunicación Campo de y Objeto de Estudio. Maria Inmacolata de Lopes y Raúl Fuentes Navarro
(comps). Iteso 2001.
2. Abrir las Ciencias Sociales. Emmanuel Wallerstein. 2 Seminario Construcción del Pensamiento
Social. Iteso 2003.
3. La Ambivalencia de la Modernidad y Otras Conversaciones. Zygmunt Bauman. 2001.
4. Encuentro Interdisciplinario Internacional: Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Fundación
INTERFAES.1994
5. Comunicación en El Tercer Milenio. Iván Rodrigo Medizábal. Leonela Cucurella (Editores). Quito
Ecuador, 2001
6. Carta de la Transdisciplinariedad. Convento de Arrábida, noviembre de 1994
7. LA TRANSDISCIPLINARIEDAD-Manifiesto, de Basarab Nicolescu Éditions du Rocher - Collection
"Transdisciplinarité" .1997.
8. Martin Barbero, Jesús. Seminario Iteso. 2004.
9. Serge Proulx, Breton Philippe La Explosión de la Comunicación. -. Quito Ecuador 2002
8
Descargar