Hogar de Cristo

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Equipo de Trabajo de Investigación
Dra. María Silvina Peluso
María Andrea Indarte
Colaboración de
Padre Carlos “Charly” Olivero
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HOGAR DE CRISTO
Programa de inclusión y acompañamiento integral de Usuarios
de Paco. Vicaría para las Villas de emergencia del Arzobispado
de Buenos Aires
El tejido social se ha ido desintegrando. No hay respuesta posible al
problema del consumo problemático de drogas que no apunte a la
sociedad en su conjunto, su organización y su vocación de hacerse
cargo. “¿Cómo se sale de esto?, nos decía en 2001 el entonces
Cardardenal Bergoglio: “Tenemos un gran pueblo y hay que creer en las
reservas culturales, éticas y religiosas de nuestro pueblo, porque las
tiene. Y buscar allí, en esas reservas morales, la capacidad de
organización que tiene nuestro país.”
Desde esta concepción no existe, una cultura del consumo diferenciada de lo
que es la cultura social, no existe un pibe problema, o una niña problema por
fuera de lo que pasa en una comunidad o en una familia, en un barrio.
Los conflictos sociales se producen como un anudamiento de las redes
sociales y en relación a eso, la problemática del consumo de sustancias se
entiende como un síntoma social que siempre se da como malestar.
Este malestar se convierte, precisamente, en un malestar en la cultura, del
barrio, no hay manera de separarlo. Abordar ese malestar en términos sociales
es justamente, tener en cuenta la construcción de lazos sociales y las
herramientas existentes en una comunidad cuando se pone en marcha, en
disposición, la relación con los otros. En este pensar, se incluye a cada
persona en relación con su entorno, su familia, su primera red existente, su
barrio, sus amigos , las instituciones donde circula, la parroquia, la escuela, las
calles
Es necesario concebir el problema social como integral y complejo, la
problemática de las adicciones o del consumo problemático de sustancias no
sólo relacionada con la justicia y con la lógica del delito, no sólo como un
problema sanitario o médico, no solo como una cuestión individual. Se trata de
una problemática compleja: multicausal donde intervienen estas variables y a la
vez la posibilidad que cada uno tiene de elaborar su proyecto de vida en
relación con los demás.
Este no es un dato menor. Porque una manifestación de alguien que consume
no deja de ser una manifestación de su entorno social. Quiere decir que no hay
manera de ocuparnos del tema, si no nos ocupamos de reconstruir lazos
sociales. Es preciso abordar al sujeto y a la comunidad.
No hay recuperación personal sin recuperación social.
Pdre. Carlos “Charly” Olivero
Director del Centro Barrial San Alberto Hurtado y
Granja Hogar Madre Teresa del Hogar de Cristo.
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Síntesis del Documento de los Sacerdotes de las Villas de
emergencia de la Ciudad de Buenos Aires a partir de la experiencia
del Hogar de Cristo
Vivir nuestra misión en las Villas y la experiencia que nos ha dado el Hogar de
Cristo nos anima a transmitirles algunas convicciones que consideramos
pueden ser útiles para enfrentar el desafío que el Paco presenta a nuestra
Sociedad.
No estamos hablando de las drogas en general, sino del paco en
nuestras Villas.
El Paco denuncia la miseria de las grandes periferias urbanas. Hoy se escucha
que el Paco llegó a la clase media y alta pero sin embargo no es tan así. En
nuestros barrios es mucho más… Cuando el hospital no está preparado para
recibir a los chicos, cuando las posibilidades de internación están todas
demasiado lejos, cuando no se tienen los documentos y no se puede hacer
casi ningún trámite, cuando en la escuela ya no hay lugar para ellos, cuando el
mundo de trabajo les resulta esquivo, cuando la justicia es solo el organismo
que los inculpa por las consecuencias del consumo, cuando el único sitio que
los recibe es la calle, cuando no hay esperanzas, entonces estamos frente al
paco más terrible.
El paco es un rostro nuevo de la exclusión, más sangriento. Entender esto es el
principio de la solución. Porque si no lo captamos seguiremos pensando que
con las respuestas que tenemos alcanza. No basta con los dispositivos
existentes. Nadie que entienda el problema del paco en estos barrios podrá
pensar un tratamiento de recuperación puede solucionar el problema. Para que
se recuperen estos chicos hay que cambiar también el mundo a su alrededor.
La exclusión se enfrenta haciendo lugar en la sociedad. Sin lugar en el mundo
no hay recuperación posible.
Creemos que debería haber más centros así, como el Hogar de Cristo en todos
los barrios, donde los adictos puedan entusiasmarse con la recuperación y ver
que es posible, puedan prepararse para un tratamiento y llegar de vuelta
cuando lo terminan para organizar la vida. Centros que vayan a buscar a los
pibes y no esperar a que aparezcan. Centros que reconstruyan la historia de
los pibes, despedazada, hecha trizas, fragmentos de intentos, tratamientos e
internaciones. Centros que le den unidad a la lucha, que hagan sentir que la
misma vida es la recuperación, y que tiene sentido pelearla.
El camino de la inserción para cualquier persona pobre de nuestros barrios, es
largo y trabajoso, y con sendas que se pierden en el laberinto de la burocracia.
Si es así para cualquiera, cuanto más difícil para este grupo marginal que
presenta un alto hándicap debido a las consecuencias del consumo de
sustancias, y a la larga cadena de ausencias: alimentación, salud, vivienda,
trabajo, paz, integración.
Reconocer el fracaso es la puerta de la salvación. Sin tomar conciencia del
lugar exacto donde estamos parados con respecto al problema es imposible
trazar caminos verdaderos. Por eso estamos convencidos que es necesario un
exhaustivo examen de conciencia en todos los niveles. Nadie puede pensar “a
mi no me toca” porque hacer lugar es responsabilidad de todos.
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La despenalización, las leyes, los fallos, los programas de educación y
prevención, todo parece construido desde la clase acomodada. Pero para
legislar, juzgar y obrar desde los pobres es necesario escucharlos, ya que
desde su experiencia de la vida, que no es la que nosotros tenemos, perciben
cosas que nosotros no percibimos.
Con el paco perdemos todos, es mejor que nos ocupemos. Si la comunidad
entera no asume su responsabilidad, esto va a resultar demasiado caro.
Pensábamos en un paradigma, el de la lucha contra la discriminación de
personas con capacidades diferentes. Aun cuando falta mucho, la sociedad
avanzó bastante en la conciencia del problema, y en muchas esquinas de
nuestra ciudad hay rampas para las sillas de ruedas, en los colectivos asientos,
en las oficinas y dependencias baños. La comunidad indica de este modo que
se adapta para hacer lugar a personas con capacidades diferentes. Cambiar
para hacer lugar, es posible porque reconocemos el problema. La lucha contra
el paco debe ser causa nacional porque es la lucha contra la exclusión.
Iº Jornada sobre “El Desafío del Paco”
Colegio San Pío IX
Casa Salesiana - Obra de Don Bosco
24 de junio de 2010
Celebración en la Basílica Nuestra Señora de Lujan, por conmemoración a siete años de la creación
del Hogar de Cristo. 25 de marzo de 2015
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El origen
El Hogar de Cristo, nació el 24 de marzo de 2008 con el Centro Barrial “San
Alberto Hurtado” de Villa 21-24 y Zavaleta; es un programa ideado y
coordinado por los curas villeros de la Ciudad de Buenos Aires que posee
varios dispositivos diferentes
Los dispositivos de calle más sencillos de acercamiento y que requieren menos
infraestructura, incluso disponibilidad y recursos económicos se denominan de
bajo umbral, como es la Carpa de Constitución “Negrito Manuel”.
El Hogar de Cristo, nació el 24 de marzo de 2008 con el Centro Barrial “San
Alberto Hurtado” de Villa 21-24 y Zavaleta; es un programa integral que tiende
a disminuir la exclusión social, ideado y coordinado por los curas villeros de la
Ciudad de Buenos Aires que está formado por varios dispositivos diferentes.
Los dispositivos de calle más sencillos, de acercamiento inicial y que requieren
menos infraestructura y recursos económicos se denominan de bajo umbral,
como por ejemplo la Carpa del barrio porteño de Constitución llamada “Negrito
Manuel”.
Dispositivos de bajo umbral
“Los Dispositivos de bajo Umbral son una experiencia enmarcada en el Modelo
ECO21, que buscan establecer una red que permita organizar la escucha en un
espacio determinado, de manera de lograr establecer relaciones entre los
distintos actores de la vida comunitaria en un sector determinado,
especialmente vinculado a las personas que viven situaciones de exclusión
social y usan drogas y/o alcohol de manera abusiva”.2
“los Dispositivos de Bajo Umbral han sido estructurados como espacios (…)
que permita a las personas un ingreso expedito, cercano y directo; y que se
constituyen en un espacio de encuentro y seguridad para la comunidad, de
forma de organizar el encuentro, disminuir la distancia social y propiciar
espacios organizados de escucha.
La instalación de Dispositivos de Bajo Umbral, es para nosotros un punto de
llegada y de partida; es un punto de llegada porque constituye el resultado de
la acciones comunitarias (de diagnóstico situacional y operativo en acción), que
ha posibilitado vincular al equipo con la comunidad, proceso en el que se ha
instalado una red subjetiva, se ha conocido la red de líderes y de recursos
comunitarios; y donde hemos logrado comprender los principales aspectos de
la dinámica y funcionamiento de la comunidad. Por lo tanto el Dispositivo de
Bajo Umbral, surge como un espacio necesario para articular y sostener (en un
espacio de seguridad), las relaciones entre los distintos actores de la
comunidad.
Es a su vez un punto de partida, en el sentido, que son desde las
conversaciones, diálogos y experiencias vividas en él, que se logra promover
procesos individuales y comunitarios que tiendan hacía la mejora de la calidad
de vida y la mayor integración social.”
MILANESE Efrem (2009): “Tratamiento Comunitario de las adicciones y de las consecuencias
de la exclusión grave”, México: Plaza y Valdes.
2 Extraído de http://www.pastoraldedrogadiccion.cl/noticias/noticias14.html)
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Carpa “Negrito Manuel”
Esta carpa es un dispositivo donde
voluntarios que no son, ni han sido
usuarios problemáticos junto con
algunos pibes que están en proceso
de recuperación (del uso de
sustancias) se instalan algunas
noches por semana, entregan mate
cocido, algo para comer y están
presentes para charlar con la gente
que está en situación de calle,
constituyendo así un verdadero
El Cardenal Bergoglio oficiando misa en la
“centro de escucha”. Es una
Carpa “Negrito Manuel”, año 2009
manera de acercamiento, de que la
gente que está en situación de
riesgo, de vulnerabilidad social, se acerque a los otros dispositivos. A partir de
ahí, las personas que lo deseen pueden iniciar un proceso más amplio de
recuperación, se los invita a los Centros Barriales (el dispositivo madre o eje
del Hogar de Cristo) que funcionan de lunes a sábados de diez de la mañana a
seis de la tarde.
Programa Niños de Belén
El Hogar Niños de Belén, nació en el año 2005 como un lugar para aquellos
chicos y chicas que han quedado en la más absoluta marginalidad. El Hogar
está instalado en una zona de la villa 21 que se denomina San Blas, es una
zona cercana al río y con basurales; cerca de este muchos jóvenes hacen
"ranchadas" de consumo. El dispositivo Niños de Belén tiene por objetivo
recibir durante la mañana, a los chicos que pasaron toda la noche en la calle
consumiendo, que se quieren bañar, cambiar y desayunar. No hay, ni existe
otra obligación más que esa.
Como reglas básicas, en este dispositivo no se puede ser violento, no se puede
robar, y no se puede consumir. Ahí, no es obligatorio hacer un tratamiento. Es
el lugar donde todos reciben un abrazo después de una noche difícil. El
chico/joven que está en Niños de Belén que dice que no quiere volver al
consumo, puede ir acompañado al Centro Barrial en un proceso tal como con la
Carpa de Constitución.
El acompañamiento efectuado por los voluntarios, no es para que no se
escapen, ni para ejercer una vigilancia, sino para que estas personas se
sientan más a gusto y más cómodas, dado que, encontrándose en situación de
calle o viniendo de las ranchadas de consumo, les cuesta mucho relacionarse
con otros y suelen expresar sensaciones de incomodidad, dado que suelen ser
discriminados y estigmatizados por la gente, aún cuando tratan de pedir ayuda:
para el común de la sociedad son “fisura”.
Niños de Belén propone ser un lugar donde los chicos y chicas más pobres, y
abandonados recuperan la dignidad pérdida, y la contención necesaria para
salir adelante en la vida. Los operadores pares y voluntarios, que trabajan y
atienden este centro de día, salen por las calles y pasillos de la villa a recorrerla
de punta a punta llevando el desayuno y acercándose a las personas que no
llegan al Centro Barrial para ofrecerles otro camino. A veces se le acerca una
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mínima atención de salud, o en otras oportunidades, llevando una medicación
que no llegaron a tomar, o simplemente acompañando un embarazo.
Un aspecto importante y distintivo de todos los dispositivos del Hogar de Cristo,
reside sobre todo en el modo de vincularse con la gente de los barrios en
situación de vulnerabilidad social. Ese modo de vincularse debe ser sincero,
humilde, afectuoso, sin prejuicios ni juicios de valor estigmatizantes, de paridad
e igualdad entre otras características y se presta especial atención a esto en
los dispositivos de bajo umbral que muchas veces son la puerta de entrada al
hogar.
Desde el Hogar de Cristo, se apuesta al afecto como valor fundamental y
constructor de vínculos más sólidos para la creación de un nuevo proyecto de
vida personal, autosustentable; basado en valores como el respeto, el
fortalecimiento de la autoestima, la confianza, la libertad, la igualdad y el
ejercicio de ciudadanía.
Se aloja la vida y se aloja la vida como viene, tal cual es, se aloja a la persona
con sus deseos y creencias, fortalezas y debilidades, un aspecto fundamental
es alojar al otro. Creen que alojar es dar lugar, ofrecerse al otro desde lo que
cada uno es, sabe, cree y desea. Ofrecer espacio, tiempo, palabras, escucha,
etc. Dar lugar y hacer lugar donde no lo había es en definitiva un paso hacia la
inclusión en una sociedad (en especial después de 40 años de neoliberalismo
no solo económico sino sobre todo cultural) donde lo común es la exclusión de
personas como si fueran objetos descartables (mercancías que no tienen
valor). Alojar, hacer lugar es para nosotros el inicio de un proceso de
subjetivación en el otro que hasta ahora era más bien considerado como un
objeto. La dimensión humana del sujeto es considerada ante todo y desde el
inicio.
Ingreso al dispositivo Niños de Belén
Comedor de Niños de Belén
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Centros Barriales
Son espacios que cobijan a las personas de los barrios, que al vivir en situación
de extrema pobreza les resulta difícil, cuando no imposible, acceder a los
efectores que prevén los sistemas de salud y acción social gubernamentales; la
accesibilidad es uno de los grandes problemas de las personas en situación de
vulnerabilidad social, ya lo dijo Ramón Carrillo: “Solo sirven las conquistas
científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo”.
En los centros barriales se brinda apoyo en el sostenimiento a un tratamiento
personalizado a lo largo del tiempo, desde donde se parte y a donde se vuelve
después de las diferentes propuestas terapéuticas. Desde ellos se articula con
todos los programas y efectores de los organismos del estado intentando
mediar para facilitar y favorecer el acceso a los mismos.
Los Centros Barriales, involucran a toda la comunidad local entendiendo que el
consumo de paco en los barrios, no es solamente “un problema de drogas” y
requiere de una atención integral para superar la exclusión y la vulnerabilidad
social. En ellos se promueven y fortalecen las redes barriales. También, son
espacios de reflexión y discernimiento sobre el desafío que el paco presenta,
para poder dar una respuesta adecuada a los jóvenes en riesgo y a la
comunidad local. Desde estos centros se promueven investigaciones para
poder proponer acciones concretas e incidir en la formulación de políticas
públicas.
El Centro Barrial no es un Centro de Día porque el foco de su intervención no
es sólo la persona, sino también la comunidad y la red institucional que puede
dar satisfacción a sus derechos.
En los centros barriales las personas pueden ir a pasar el día, comer,
desayunar, merendar, hacer deporte, terapia, armar planes de vida para poder
vivir la vida.
Los chicos que eligen salir del consumo y deciden ir al centro barrial, son
conducidos desde la Carpa de Constitución, o cualquier dispositivo de bajo
umbral, acompañados con un voluntario, también pueden venir solos o con
familiares. Se los presenta, se les da una bienvenida, se les sugiere
permanecer un tiempo para ver si les gusta y cuando están listos realizan una
entrevista con algún miembro del equipo del Centro barrial, y allí juntos arman
un “plan”.
Los Centros Barriales como centros de escucha
La escucha debe ser abierta, sincera e inespecífica.
En el marco del desafío del paco, el Centro Barrial es un centro de escucha y
como tal es inespecífico. Esto quiere decir que no se va a centrar en resolver
exclusivamente problemas de drogas. El foco del Centro Barrial no es la droga,
sino la vida.
La droga aparece en el relato, ya sea como causa o como consecuencia. Pero
la escucha debe centrarse en la totalidad de la persona, en sus relaciones
dañadas, en su deseo de ser aceptado, la necesidad de amar y ser amado, en
sus dificultades para la inclusión, en la falta de vivienda, trabajo, documentos,
sin descuidar el marco terapéutico.
La escucha implica también la captación de lo implícito, esto es la actitud de
apertura para escuchar cosas que no se llegan a decir. Ser capaz de detectar y
problematizar cuestiones que están más escondidas en cada persona que se
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acerca. Muchas veces detrás de la demanda explícita hay otra más oculta, o
una serie de problemáticas que están realmente dificultando el proceso de esa
persona: una situación de violencia, una enfermedad que no está siendo
atendida. Es por ello que la escucha debe ser indefinida, la droga o la
necesidad urgente, son la puerta de entrada al acompañamiento.
En el diálogo con estas personas es que se puede establecer un vínculo con lo
que sufren, que provee de respeto y no de autoridad; que provee confianza,
intimidad, capacidad de admitir errores y arrepentimiento, deseo de cambio.
Los dispositivos son un espacio libre de prejuicios.
Existen posicionamientos que limitan la apertura a la escucha, en los distintos
espacios:
 Defectos profesionales. El posicionamiento de poder, la asimetría en la
relación, la diferenciación de clase social, el lenguaje utilizado, son
barreras que se pueden interponer y cercenar la escucha. El sublenguaje profesional (teológico, filosófico, psicológico, médico, etc.)
implica modos de comprender lo que se escucha, y de valorar la
información que se recibe. Un ejemplo de caricatura: el “paciente”
cuenta que vive en la calle porque no es recibido por su padre, y en vez
de escuchar el problema de la vivienda el psicólogo comienza a indagar
sobre sus relaciones parentales.
 El posicionamiento institucional. EL lugar de la escucha no es menor,
muchas veces la escucha se coarta por el lugar en donde se ejerce. Por
más que el trabajador social pretenda algo distinto, la escucha en la
guardia del hospital está más orientada a liberar la cama que a
encontrar soluciones verdaderas para la persona, o al menos la realidad
hospitalaria condiciona la posibilidad de encontrar soluciones. El marco
institucional, que en este caso es el hospital, no da el tiempo necesario
y por lo tanto no permite escuchar como se debe.
 Falsas ideas de lo religioso. Cercenan la escucha algunas miradas
espiritualistas que relativizan la realidad en pos de una realidad
espiritual superior. La creencia que subyace es que con la oración se
pueden solucionar todos los problemas. En este posicionamiento no
hay lugar para la ciencia, ni para otras mediaciones humanas. Un
ejemplo: a un enfermo de tuberculosis el sacerdote o el pastor lo
mandan a rezar, pero si quiere curarse debe tomar los medicamentos
que le prescribe el médico.
 La subjetividad. Si bien el que escucha siempre lo hará subjetivamente,
es importante poder hacer conscientes algunas dificultades. El apuro, la
impaciencia, las angustias, los estados de ánimo en general
condicionan la escucha. A veces las proyecciones de la propia
interioridad condicionan también, hacen que el que escucha vea claro el
próximo paso que debe dar aquel a quien está escuchando, pero éste
no está preparado aún para dar ese paso, o no puede ver esa opción
por el momento, o no es el paso que él debe dar. Ese tipo de
proyecciones no son buenas para nadie. Ejemplo: el que ejerce la
escucha sufrió durante la adolescencia la necesidad de liberarse de una
madre sobre protectora, probablemente descubra en sí mismo la
tendencia a sugerir esa misma liberación cuando escuche problemas
similares. Por esta razón, es entendible que para poder escuchar bien,
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es necesario poder escucharse también a uno mismo, estar conectado
con la propia interioridad.
A veces la escucha es un fin en sí mismo, cuando el que se acerca busca
contención, calidez. Una de las dificultades mayores que tienen las personas
que sufren la exclusión grave, es la imposibilidad de encontrar alguien que los
escuche con tiempo y con cariño. A veces, con solo sentirse escuchada la
persona encuentra los recursos interiores para salir adelante.
Pero otras veces la escucha debe desembocar en gestiones concretas, a fin de
encontrar soluciones a los problemas. Es en este momento cuando empieza la
gestión de recursos.
Plan de vida
Es sumamente importante desde el Hogar de Cristo establecer un “plan de
vida”, una herramienta que promueve que las personas en consumo vuelvan a
tener esperanza. “Cuando un sujeto, ha estado en consumo principalmente de
paco por mucho tiempo en situación de vulnerabilidad social en las ranchadas
o en la calle, no hay nada, no tiene esperanzas. No hay esperanza de
recuperar a los hijos si los tiene, no hay esperanza de volver con el papá o con
la mamá, no hay esperanza de tener una vida digna, no hay esperanza de
tener una pareja estable, no hay esperanza de armar una familia simplemente
no hay esperanza”.
El plan de vida les brinda una esperanza a través de la cual muchas veces
consiguen rearmarse. Se trata de pasos concretos, pequeñas metas que van
indicando un sentido van construyendo y deconstruyendo un para qué (para
que dejar de consumir, para que voy al centro barrial, para que ver a mis hijos
etc.) en definitiva un motivo para vivir. Por ejemplo: ir todos los días al centro
barrial puede ser una de las primeras metas que al ir alcanzándola permite
avanzar un poquito más allá.
El objetivo es poder vislumbrar un horizonte posible. Este horizonte, puede
mutar, moverse, pero ayuda a caminar. Las personas que consumen, que
perdieron todo, que están en situación de calle, que perdieron a la familia,
perdieron a los hijos, perdieron a la mujer, arman junto con el H de C un “plan”
parafraseando a Eduardo Galeano que aunque parezca utópico al comienzo,
ayuda a avanzar. Por ello el Hogar de Cristo es para muchos “un plan” que
devuelve la esperanza.
Cada uno de los integrantes de los equipos, tanto de los centros barriales como
de los otros dispositivos, son “gestores de casos” y cada uno de estos
gestores se concentra en un número de personas limitado, y son los que
conjuntamente con el chico o la chica, arman el plan de vida, y van
construyendo un proceso a través de los pasos del plan.
En la práctica muchas veces no existe un único referente o un único gestor por
cada usuario. En ocasiones, estos arman un plan de vida con un integrante del
equipo y a veces, otro plan con otro referente. La realidad a veces es bastante
complicada y confusa, pero lo cierto es que el plan debe salir siempre del
sujeto e implicarlo en su armado y eso es lo q importa, así va dejando de ser
“usuario de sustancias” para ser el protagonista de su propio plan de vida.
Los usuarios suelen estar acostumbrados a la inmediatez, son altamente
demandantes y demandan respuestas rápidas (“no se lo q quiero pero lo
quiero ya”) acostumbrados a la descarga dopaminérgica (generadora de un
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gran monto de placer) que afecta los circuitos cerebrales (circuito de
recompensa) cuando aspiran un “pipazo de paco”: breve e instantánea, tras la
cual rápidamente sobreviene un gran “bajón” con una enorme sensación de
displacer que solo desaparece tras un nuevo “pipazo”.
En ocasiones, lo que expresa una persona en carrera de consumo no es de
verdad lo que desea, por más que asuman y acepten los objetivos, y las metas
propuestas, en los hechos “actúan” otras cosas. El consumo de sustancias,
afecta esencialmente la toma de decisiones, el SNC suele estar coaptado,
secuestrado por las sustancias y sus consecuencias (aumento del número de
receptores) y por ello es tan complicado muchas veces sostener un plan de
vida armado. En estos casos suele ser necesario el uso de algunos
medicamentos que permitan disminuir los efectos del síndrome de abstinencia.
Los logros al encarar el plan de vida y sostenerlo, a veces son muy pequeños,
y las personas se frustran; en el día a día, hay que asumir esos mínimos logros
como un gran paso. Se debe poder reconocer los pisos y los techos en cada
uno en el acompañamiento que se les brinda.
El generar un plan, a veces es tan simple como armar el festejo de un
cumpleaños; solo eso genera dicha, genera afecto y ganas de vivir.
En una etapa posterior se puede armar un plan más permanente por ejemplo
una familia, un trabajo estable o ser madre. Pero al principio, siempre el plan de
vida es: festejar un cumpleaños, comer una rica comida un viernes, jugar un
partido de fútbol, compartir una actividad. Se trabaja sobre lo inmediato,
teniendo metas mediatas, siempre tratando de visualizar el horizonte, dentro de
lo posible y sin presiones.
Para las personas que han pasado mucho tiempo en situación de calle y en
consumo recuperar la esperanza no es tarea fácil. Si tenemos en cuenta que
nos referimos a la segunda o tercera generación que no ha visto a sus padres
sostener un trabajo digno y estable que posibilite la sustentabilidad de un
proyecto de vida, construir con ellos “un plan” no es poca cosa. En los caminos
hacia la recuperación y la inclusión la creatividad en el armado de alternativas
posibles debe ser una constante. Es importante recalcar acá que no hay un
camino sino tantos como personas. La metodología es el uno a uno, cuerpo a
cuerpo, no hay un chico igual al otro y cada uno exige tiempo y dedicación para
posibilitarles el armado y realización de un proyecto de vida digno, particular,
propio, posible y sustentable en el tiempo.
En el caso puntual de la Granja Hogar Madre Teresa en concreto, se proponen
metas a largo plazo que tiene que ver con el “donde” y con “quien” quieren
estar las mujeres alojadas en el dispositivo; si estas desean constituir una
familia, o si quieren estar solas con sus hijos; si tienen una pareja, planificar
donde van vivir; si van a querer que sus hijos sean escolarizados en la zona de
la granja. En el simple armado, se va dando un plan a largo plazo que
obviamente tiene metas intermedias. A medida que pasa el tiempo, se van
trabajando sobre la marcha otros objetivos que se generan.
Los planes de vida, deben tener objetivos claros. Estos, también se pueden ir
armando y desarmando. Por ej: el caso de una persona que busca salir del
consumo y va a una comunidad terapéutica, y no le funciona el tratamiento se
hace necesario en estas instancias trabajar el “para que”, y los objetivos, el
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horizonte y la esperanza, para que en un primer paso, este sujeto pueda
aceptar activamente algún tipo de tratamiento.
En determinadas situaciones se arman planes desde lo ideal, y es demasiado
ideal, esto genera frustraciones en los jóvenes. La frustración es un tema
importante que se trabaja desde el Hogar de Cristo, desde el camino para
armar un plan de vida, para que estas personas lo puedan encarar y sostener
desde la medida de lo posible, como en la democracia psíquica, término
acuñado por el Dr Claude Olievenstein3: la idea es poder tomar decisiones y
hacerse cargo de esas decisiones.
Cuando un chico puede armar un plan más permanente, y se esta hablando de
armar una familia, de tener un trabajo estable o de ser madre, es una etapa
mas avanzada. Pero al principio, siempre el plan de vida es: festejar un
cumpleaños, comer una rica comida un viernes, jugar un partido de fútbol,
compartir una actividad. Se trabaja sobre lo inmediato, teniendo metas
mediatas o largas, siempre tratando de visualizar el horizonte, sin sobre exigir.
Ranchadas de consumo
En general son zonas de las villas o barrios marginales de escasos recursos,
con basurales donde los chicos que consumen hurgan entre los residuos para
conseguir cosas que se puedan vender, y en cierta medida la ranchada, al
chico que es discriminado por el barrio, le da cierta seguridad.
No es lo mismo consumir solo que consumir en una ranchada; porque a las
ranchadas la gente no se acerca por miedo, y los pibes también le tiene miedo
a la gente de la villa, porque para la gente ellos son "fisura"; entonces, la
ranchada es una especie de mecanismo de seguridad del adicto, del que
consume paco.
Ranchadas de consumo y el Hogar de Cristo [vinculación]
Los jóvenes van y vienen de los distintos dispositivos.
Hay chicos que llegan al Hogar de Cristo, y después de algún tiempo de estar
“limpios” (así llaman muchas veces los usuarios a estar mucho tiempo sin
consumir alguna sustancia), pueden ser operadores o referentes pares y por
ejemplo coordinan grupos, acompañan a algunos de sus compañeros en
consumo, visitan cárceles y otras actividades. Si en algún momento tienen un
traspié y vuelven a la ranchada, estos chicos que suelen seguir conectados con
el H.d.C., pueden volver al dispositivo que resulte más apropiado.
Es bastante frecuente escuchar historias de chicos que son “rescatados” por
otros (antiguos compañeros de consumo) de las ranchadas, se trata de chicos
en consumo que ayudan a otros muchas veces menores o que recién
empiezan a consumir o que estuvieron mucho tiempo “limpios” y tienen un
traspié, a salir de la propia ranchada, llevándolos o acompañándolos muchas
veces a algún centro barrial.
Existe en las ranchadas, muchas veces, una actitud de cuidado del uno al otro,
de compañerismo entre los jóvenes, y de hecho, la “idea” de la ranchada, como
dijimos antes, encierra en sí misma cierto “cuidado” cierta idea de seguridad.
Entonces, el que está en la ranchada y ve llegar a alguien que estaba bien, que
hace cinco o seis meses lo ven en la calle o trabajando, con su familia sin estar
en estado de consumo, los mismos chicos de la ranchada lo estimulan a salir
de ahí; porque ellos mismos saben que existe otra opción.
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Psiquiatra francés que se especializó en el tratamiento de las adicciones.
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Hay casos en los que por su complejidad y gravedad, se interviene de forma
especial: mujeres embarazadas en situación de calle y de consumo, chicos que
están cursando una enfermedad y se escapan del hospital para ir a consumir,
jóvenes que necesitan tomar la medicación por HIV, por tuberculosis, etc. Se
los busca, se les hace alguna propuesta pequeña para acompañarlos, objetivos
mínimos para poder brindarles una asistencia y que no se deterioren ni
enfermen con la sola intención de reducir mayores riesgos y daños si esto es
lo único que ellos quieren y aceptan. De esta manera, con paciencia y
perseverancia, ofreciendo acompañamiento pero siempre respetando los
tiempos de cada uno y sobre todo sus deseos, muchas veces, se logra
construir una verdadera demanda de tratamiento.
La manera de recuperar la toma de decisiones y de la voluntad es ejerciéndola
aunque haya errores y equivocaciones, “el error es el mejor maestro”. Desde el
H.d.C. se apunta a que se ejerza la toma de decisiones, dado que de lo
contrario, primero van a depender de la droga, después van a depender de los
dispositivos, luego de una pareja, etc.: es cambiar una dependencia por otra,
esa no es lo ideal. Las personas que ingresan en los dispositivos deben hacerlo
por un deseo propio.
La propuesta no intenta “normalizar” la vida de los jóvenes en situación de
riesgo social, pero si posibilitar en ellos la libertad de elegir, hacer sus opciones
cada vez más saludables.
No se proponen asociarse con los jóvenes, para que puedan redescubrir sus
valores morales y éticos y retomar su ciudadanía. De esta manera los jóvenes
comienzan a enfrentar la vida cotidiana de modo cada vez más responsable y
se esfuerzan por asumir las dificultades y convivir con sus contradicciones sin
evadirse ni someterse pasivamente.
El respeto por los saberes, creencias y deseos de los jóvenes se impone como
valor fundamental. “La autonomía implica la capacidad de instituir proyectos
propios y la producción de acciones deliberadas para lograrlos, es decir
subjetivarse como sujetos de ciudadanía”4.
La vida en comunidad es el fundamento básico para el establecimiento (y
restablecimiento) de los vínculos sociales que se habían perdido o nunca
existieron, facilitando el desarrollo de lazos sociales saludables. En busca de
un nuevo proyecto de vida proponemos que los jóvenes construyan vínculos
nuevos.
FERNÁNDEZ, A. M. (2004): “Adolescencias y embarazos. Primera parte: Hacia la ciudadanía
de las niñas” en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires, N° 3, año 9, Buenos Aires.
4
14
Ranchada de consumo - Barrio de Once, C.A.B.A.
El paco y otras sustancias
Muy pocos han investigado de forma exhaustiva sobre la composición del paco,
por lo que se sabe ha llegado a las villas alrededor del año 1994, en ese
entonces la composición era otra. Al día de hoy, la calidad en la composición
ha cambiado.
En el proceso de elaboración del mismo, existen dos modalidades. La primera
es al final de la cadena de la cocaína, Primero se elabora la cocaína, y el
residuo de la misma se “condimenta” con hidrocarburos. La segunda
modalidad, es en el medio del proceso de elaboración de la cocaína, que posee
otra calidad. La diferencia está, en las cocinas que la producen, dado que las
mismas lo hacen con distintos porcentajes de aditivos en su elaboración.
Los chicos que la han consumido, hacen una diferencia entre paco y pasta
base, no se sabe bien por qué, los hidrocarburos agregados al residuo de la
cocaína, en general derivados de la nafta y el tolueno son los que ocasionan
muerte neuronal, se cree que por ello el paco es tan deteriorante en la
personalidad y lo cognitivo.
El paco se rebaja, esto es vox pópuli, con distintas sustancias que son nocivas
para el organismo, aunque tal vez no sean deteriorantes neuronalmente.
Los chicos llaman pasta base, por lo general, a lo que se consumía a mediados
de los años noventa, que fue lo primero que existió. Ellos decían, que “el paco
mataba en seis meses”; esto estaba relacionado en ese entonces, con
componentes y sustancias en su elaboración que eran más nocivos para la
salud. Hoy por hoy, los chicos no mueren por consumir paco, mueren por
enfermedades asociadas al consumo, y sobre todo a la pobreza.
El paco hace que los chicos no coman, y esto hace que les bajen las defensas
del organismo; tienen muchas enfermedades en la piel, forúnculos,
enfermedades en las vías respiratorias altas y bajas [tuberculosis, etc.]. Por el
tema de la promiscuidad en consumo, se contagian enfermedades de índole
sexual, VIH.
En estado de consumo, los chicos también mueren en accidentes, por la poca
atención; por asesinatos, en el momento de la abstinencia y por la impulsividad
que genera la abstinencia, de necesitar “ya” una nueva dosis.
En relación con otras drogas de consumo en los barrios vulnerables, por la
composición del paco y la asociación con otro tipo de sustancias, el consumo
de alcohol es muy alto. Son bebidas al alcance de los chicos en las villas, son
de bajo costo y vox pópuli. En el caso de la cerveza, para los chicos que han
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estado en consumo de paco y fueron muy adictos, la combinación de la
cerveza con el consumo de marihuana, son los puntos de recaída.
Por otro lado, un aspecto de relevancia es el uso abusivo de
las
benzodiazepinas, que
son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre
el sistema nervioso central; el clonazepam, el diazepam, el lorazepam y otras
benzodiacepinas en sus múltiples marcas comerciales, se utilizan muchísimo
en los barrios para “encorajinarse”, a veces mezclados con alcohol, son
ingeridos en dosis altas que dormirían a cualquiera, y no se duermen, en ese
estado salen a “afanar”, o van a cometer algún delito, sin estar en plena
conciencia de lo que hacen; a los dos o tres días que se despiertan, después
de haber cometido el delito, no se acuerdan nada de lo que hicieron, o hasta
pueden arrepentirse, porque capaz le clavaron un cuchillo a la madre. Estas
situaciones son frecuentes en consumo, por ello es tan complicado el uso de
benzodiazepinas en las villas y barrios vulnerables. Lamentablemente en los
centros de salud y los hospitales neuropsiquiatricos suelen entregarlas sin
tener en cuenta estos riesgos; otros medicamentos se pueden utilizar para lo
mismo, pero no son tan conocidos en los barrios.
Por ejemplificar, un caso de consumo con altas dosis de benzodiazapinas: un
chico trata de llevarse de un centro barrial a su hijo que estaba con su madre
con quien este chico estaba peleado, habiendo admitido que había consumido
una alta dosis de clonazepam, a punto de dormirse y tratando de no hacerlo,
por un momento se tranquiliza, finalizado ese lapso se pone a discutir, se pelea
y saca un cuchillo del forro de su campera, generando una situación de
violencia que podría haber terminado con un final poco feliz. A los dos días,
este chico no tenía registro de lo que había pasado.
Por lo general en los barrios vulnerables, los que afirman solo haber consumido
paco, son las personas mayores de treinta y cinco, cuarenta años; los jóvenes
en su gran mayoría empiezan la “carrera” consumiendo alcohol con marihuana,
específicamente con cerveza, o fernet, bebida con una fuerte graduación
alcohólica. De ahí, en algunos casos pasan a la cocaína o saltan directamente
al paco, o consumen un “mixto”, que son cigarrillos mezclados con marihuana y
cocaína, o mezclados con paco. A veces, los nombres de estos cigarrillos
cambian, esto depende de los chicos y del lugar; En otros casos, pasan
directamente al paco, sin pasar a la cocaína.
Las personas mayores de treinta y cinco años por lo general, son más adictas a
la cocaína, aunque existen excepciones; están aquellos que dicen que al paco
nunca van a llegar, y tarde o temprano terminan llegando por una cuestión de
costos.
Se habla de paco, porque es lo más emergente, y por las condiciones en las
villas y de los barrios más vulnerables, pero no es lo único que se consume en
absoluto. La actitud de “choreo”, a veces no va cien por ciento relacionada con
el consumo y sigue siendo una actitud adictiva; muchos pibes afanan para
consumir, pero muchos otros, solo afanan para sentir la adrenalina de lo que
envuelve a la sensación de robar, y eso también entra en lo que implica el
estado del comportamiento del adicto y antisocial.
El paco tiene una particularidad: los pibes consumen dos o tres días seguidos
(o aun más) todo el tiempo, sin comer, sin bañarse, sin nada, y en ese periodo
que consumen, permanecen en la ranchada de consumo. Llega un momento
que el cuerpo no les da más, y ahí es cuando vuelven y tienen la oportunidad
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de ir al centro barrial, a Niños de Belén, o ir a la Carpa de Constitución y es ahí
donde piden ayuda y asistencia.
En el medio de la ranchada no piden ayuda, porque no sienten nada por el
consumo constante, cuando el cuerpo les dice basta y no tienen más plata, y
no pueden seguir consumiendo primero duermen en algunos casos en la calle,
y después de haber dormido un tiempo prolongado, van a un lugar donde
puedan bañarse, cambiarse y comer.
Los dispositivos Niños de Belén y la Carpa de Constitución, tienen una
asistencia básica y además la posibilidad de hacer una consulta de salud, y de
vincularse con algún Hospital o CESAC, de ser acompañados a una guardia,
porque después de una gira de tres o cuatro días les puede pasar de todo; si el
chico quiere hacer algo más, se trabaja y se lo deriva al centro barrial. En este
dispositivo, se le pide un poquito más, que trate de consumir menos o que no
consuma, y ver cuál es el tratamiento más adecuado.
A los chicos que están muy involucrados de entrada, y presentan criterios de
riesgo para sí o para terceros, se les ofrece una internación, que se gestiona
por medio del SEDRONAR o por el Hospital Nacional en Red, y como otra
posibilidad, está la Granja San Miguel del Hogar de Cristo de varones. Allí se
arman camadas de tres meses, donde los chicos entran por grupos, y en esos
grupos, no solamente se trabaja el tema del consumo, sino que se hacen
amigos, se acompañan, entonces son seis o siete chicos que quedan a cargo
de otro dos chicos que son los referentes ex-adictos, de una psicóloga,
trabajadora social, abogada, y del Padre Gustavo Carrara y Nicolas Angelotti
del Centro Barrial Don Bosco. No es una internación, es un período de
desintoxicación que ofrece el Hogar de Cristo para los chicos donde se arma
un plan de vida luego de estar “limpios”. Algunos de los chicos necesitan otro
tipo de dispositivos de internación, como la que ofrece el ex CENARESO que
son más armados y cerrados, como así también, los del SEDRONAR.
Internaciones
Las comunidades terapéuticas de la SEDRONAR son de distintos tipos. En el
caso de las que cuentan con diversos profesionales, suelen ser instituciones
psiquiátricas y son cerradas. Son para pacientes duales, que consumen pero
aparte tienen patologías psiquiátricas de base. En este último caso, no existen
muchas y tienen pocas vacantes (en las comunidades abiertas, es más sencillo
conseguir vacantes).
El ex CENARESO, que es ahora el Hospital Nacional en Red, especializado en
Salud Mental y Adicciones que tiene un espacio amplio, con pabellones
remodelados que poseen habitaciones con capacidad para 2, 3 y 4 personas,
posee un comedor con comodidades, con un equipo de profesionales integrado
por psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, talleristas, y terapistas
ocupacionales, entre otros. Este tipo de instituciones es bastante efectivo para
el tratamiento; si bien este es un hospital de salud mental y de acuerdo a la
nueva Ley de Salud Mental los que ingresan lo hacen por propia voluntad, el
Hospital Nacional en Red es un lugar que los contiene bastante; salvo por
cuestiones de convivencia [por peleas] o por mucha abstinencia, porque no
aguantan más por querer consumir, en general los chicos eligen quedarse.
En cambio en algunas de las comunidades terapéuticas, los chicos se quedan
dos días y se van porque no son muy contenedoras y poseen una estructura
poco flexible. Sin embargo, existen otras comunidades que son más
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acogedoras, no hay uniformidad de criterios y los estilos son muy diferentes,
depende del lugar; Este tipo de comunidades son por lo general de tipo privado
y firman convenios con el estado a través de la SEDRONAR.
Acompañando en las internaciones
Entre las comunidades cerradas que ha utilizado el Hogar de Cristo, para
pacientes duales, una de ellas, es la Clínica Psiquiátrica “Nuestra Señora de
Luján”, que es una institución psiquiátrica que también atiende a pacientes
adictos, y esta conveniada por medio de la SEDRONAR.
Cuando aparece un chico con patologías psiquiátricas se lo deriva. También,
se tiene que tener en cuenta que, según la nueva Ley de Salud Mental, una
persona no puede estar en una internación psiquiátrica o por adicciones si no
es por su propia voluntad, salvo que exista riesgo para sí o para terceros y se
efectúe una intervención judicial.
El Hogar de Cristo no está de acuerdo con las internaciones compulsivas,
obligadas; consideran que en el peor de los casos el chico tiene que aceptar su
internación, tiene que conocer cuáles son los tratamientos posibles y porque se
efectúan los distintos tipos de intervenciones. Ellos tienen que solicitar,
demandar y aceptar el tratamiento. Caso contrario se violan los derechos de las
personas; cada caso es particular y diferente.
Desde el Hogar de Cristo se apunta al acompañamiento de las personas; Si
tiene que tomar un medicamento, recordarle el horario, siempre teniendo en
cuenta que la voluntad y decisión de la persona está ante todo. Si existe alguna
situación donde la persona no puede manifestar su voluntad o existe riesgo
para sí o para terceros, ahí se da intervención a la justicia.
Esto habitualmente lo hace la familia, y en ese caso a veces se acompaña a la
familia para que de intervención al juez. No son muchos los casos, pero son los
casos más complejos y difíciles, porque se hacen muy engorrosas las
intervenciones con el juzgado y la policía, y a veces llegan tarde.
El acompañamiento desde los dispositivos es brindado como un proceso
integral y duradero, periódico y no momentáneo. Se habla de acompañamiento
y no de tratamiento, dado que se estaría poniendo una carga muy patológica
sobre el tema del consumo y la adicción, y para el H.d.C. no es solamente una
cuestión de patología de salud, sino de un problema complejo social, familiar,
cultural, educativo, espiritual, etc. No es solo personal, sino que es social, o
sea, no es solo particular de una persona, sino que es de todos.
Se considera que a los chicos que están en consumo, hay que acompañarlos, y
este acompañamiento va más allá de estar en una comunidad terapéutica, es
un acompañamiento en principio de plan de vida, de proyecto de vida, de
persona, hasta donde la persona obviamente lo permita y lo desee.
Cuando un chico decide ir a una comunidad cuando egresa (de la manera que
sea: alta, escapado, etc) el centro barrial está, el Hogar de Cristo está.
Cuando un chico sale de este tipo de instituciones, el H.d.C. está para
acompañarlo a armar un plan de vida. Muchas veces este plan de vida se
sigue, y otras veces se corta; cuando esto sucede también se los acompaña si
es su voluntad. No se efectúa un acompañamiento en el consumo, ni en la
delincuencia, ni en la violencia, y sí en todo aquello relacionado con el proyecto
de vida, con la vida misma, con la salud y el bienestar.
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Este programa básicamente se armó, porque cuando un chico salía de este
tipo de comunidades, al hacerlo quedaba desprotegido, y se entiende desde el
Hogar de Cristo que a estos chicos les falta la continencia de una sociedad, de
una familia y es lo que se trata de brindar en todos los aspectos; por eso este
programa tiene distintos dispositivos. Dispositivos de “bajo umbral” que son los
de calle, los más sencillos, que acompañan al chico cuando está en situación
de consumo, dispositivos de “mediano umbral” que son los centros barriales,
donde el chico ingresa y sale cuando quiere, incluso cuando el chico está bien
regresa al centro a dar una mano y acompañar a otros chicos en su
recuperación, esta es una acción sumamente terapéutica. Muchos de estos
chicos que regresan cuando están bien, acompañan a otros chicos a
internarse, o reciben en sus casas por una noche a chicos en situación de
calle, este tipo de procesos se va haciendo entre todos, los chicos forman parte
de los dispositivos, transformándose y transformándolos en lo que se denomina
“operadores o referentes pares”.
Acompañantes Pares y ex pares.
Algunos jóvenes que van avanzando en su proceso pueden acompañar a otros
chicos a internarse, visitar compañeros en cárceles, o recibir en sus casas por
una noche o dos a chicos en situación de calle, entre otras acciones; este tipo
de procesos se va acordando entre todos, pero son los chicos los que hacen
los dispositivos, son sus protagonistas transformándolos y transformándose en
lo que ellos mismos denominan “operadores o referentes pares”. Estos
términos son usados por algunas comunidades terapéuticas y está bastante
arraigado en nuestros jóvenes, sin embargo nosotros preferimos hablar de
acompañantes pares o ex pares o educadores pares o ex pares (como lo
llaman en Lua Nova, Brasil).
Los mismos usuarios problemáticos de sustancias, al dejar de serlo o cuando
están en períodos avanzados de su proceso de cambio acompañan a otros
que continúan con problemas de drogas, muchas veces similares a los que
ellos padecieron. La importancia de esta red de “acompañantes pares” es que
ha logrado convertir a esos jóvenes en protagonistas de su realidad. La tarea
del acompañante par acompañando, valga la redundancia, al usuario de drogas
o persona en situación de exclusión grave es una tarea laboral y debe ser
remunerada en consecuencia. Esto permite trabajar dos ejes centrales del
tratamiento comunitario: que los jóvenes sean reales protagonistas de su
cambio reconociendo sus propias capacidades (uno de los objetivos de la
“cura” médica y psicológica) y el sostenimiento de un trabajo digno que ellos
pueden hacer muchas veces con más eficiencia y eficacia que algunos equipos
técnicos y/o profesionales.
Los operadores pares, no tienen que necesariamente estar cien por ciento bien
para acompañar a otro chico, estando un poquito mejor pueden ser mucho más
útiles que los equipos técnicos y profesionales para acompañar a otros pibes, y
lo son de hecho.
A la salida de una comunidad ya abierta o cerrada, tiene que existir gente para
acompañar: se trata de la continencia. Si es un chico psiquiátrico el que sale,
que estuvo medicado por más de tres meses, también necesita a su egreso un
hogar donde ser contenido; en estos casos se necesita una asistencia más
periódica. La realidad, es que la contención tiene que existir en todos los
19
ámbitos, dado que el “pasaje” por una granja o comunidad terapéutica es solo
por un período. Los chicos lo que necesitan es el acompañamiento, la
contención de gente que los quiera, de la familia y si no existe familia
“suficientemente buena” (parafraseando a D. W. Winnicott) alguien de la
sociedad debe cumplir ese rol.
Desde los dispositivos del H.d.C. se trata de acompañar, con la asistencia
médica, la asistencia legal, la asistencia social, la asistencia de amparo de los
otros chicos; operadores pares.
“Consagramos el nombre, pero a mí no me gusta. La palabra operador no
está buena y par tampoco, uno que es: impar? Quien es impar? Quién
esta más arriba? No me gusta el nombre, porque es parte de la
organización del lugar y en el fondo, me queda como resabio de una
ONG´s que viene de afuera, de esas que vienen como a ayudar a un
barrio pobre.” [Pdre. Carlos “Charly” Olivero]
Las Casitas Amigables
Son dispositivos donde los jóvenes pueden ir a vivir por un tiempo, mientras
van armando su proyecto de vida. El objetivo es resolver, al menos
temporalmente, el importante problema de la vivienda en los sectores
populares, luego de un proceso terapéutico en que se hace necesario un lugar
digno donde vivir para seguir avanzando.
Existen casitas amigables tanto en Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en
el conurbano bonaerense, que de a poco se van instalando. En estos
dispositivos los chicos viven y son acompañados por personas del centro
barrial, normalmente en estas casitas viven familias que han pasado por un
proceso terapéutico, y que a su vez alojan a chicos que han empezado su
proceso y que tienen la necesidad de vivienda. La mayoría de las veces se
prioriza a las familias con chicos, pero también existen casitas propias para
varones o para mujeres.
Se trata de una experiencia donde varias familias conviven en un predio grande
acompañándose y ayudándose en la vida cotidiana. Esta experiencia trata de
dar respuesta por un lado al grave problema de la ausencia de viviendas en
Casitas Amigables en el Partido de Malvinas Argentinas
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Casitas Amigables en el Partido de La Matanza,
(localidad de Gregorio Laferrer)
zonas urbanas para sectores populares. Pero además permite que nuestros
jóvenes que han dejado atrás su historia de consumo problemático de drogas
experimenten vínculos afectivos cada vez más sanos.
En estos dispositivos de alto umbral, que son viviendas donde se planifica y se
busca establecer un plan de vida, se presenta la situación complicada de la
reinserción laboral, dado que específicamente el programa del Hogar de Cristo
es para chicos en situación de vulnerabilidad social, chicos de clase baja, de
villa, de barrios muy humildes donde no sólo existe el problema del consumo, el
consumo se instala sobre un problema ya existente. Con las políticas
neoliberales de la última dictadura militar de los años 70 sumadas a las
políticas neoliberales de los años 90, nuestras villas porteñas sufrieron no solo
una devastación económica y social sino sobre todo cultural, y sobre esa
devastación cultural, más difícil de reparar, se instalan los comportamientos
delincuenciales, antisociales y el consumo problemático de sustancias.
Los chicos del Hogar de Cristo
Los chicos y chicas que llegan a los distintos dispositivos, han quedado faltos
de identidad social y cultural. Son grupos de jóvenes en los barrios y en las
villas, de adolescentes en donde la “gracia” es fumar un porro, y después de
fumar un porro van a darse un “pipazo”. Esto no pasa mucho en la clase
media, y si en la clase baja. La transgresión de estos chicos de once, doce,
trece, y catorce años en la villa es un pipazo o el afano, y esto tiene que ver
con la pérdida de valores que se padece después de tantos años de
devastación social y cultural, en donde estos chicos han quedado por fuera de
toda la sociedad, y sus padres también: excluidos.
Estos chicos no han visto a sus padres trabajar, y la realidad es que cuando
ellos cuentan la historia de sus padres, cuentan y dicen siempre que alguno
estuvo preso, que hacen changas en el mejor de los casos, y son pocos los
casos donde describen que sus padres tuvieron o tienen trabajo, o por lo
menos, un trabajo que les permita mantener a su familia.
Actualmente existen padres que se pueden mantener gracias a los planes
sociales y a la Asignación Universal por Hijo, que les brinda un mínimo ingreso
familiar que les permite otro tipo de planificación. En la época en la cual
aparece el “paco” en las villas, a partir los noventa, esto era inexistente, no
había futuro, y emergía la desesperanza. Todavía esto se ve en los chicos que
ingresan al Hogar de Cristo ya que muchos nacieron en esos momentos (fines
de los noventa y primera década del siglo).
No hay plan o proyecto de vida posible, sin un alojamiento, una vivienda, un
trabajo.
El plan o proyecto de vida que se necesita generar, tiene que ir de la mano de
un plan de esperanza, por lo cual es importantísimo un alojamiento, una
vivienda, un trabajo que les dé idea de futuro, por eso son fundamentales las
cooperativas. Las cooperativas sirven para darles estabilidad laboral,
constancia de trabajo, de un horario y los chicos se van dando cuenta de qué
hacen, y que eso que hacen es fruto de su propio esfuerzo, con esto la droga
“pasa de largo”.
Algo similar sucede con la maternidad, cuando las chicas empiezan a criar a
sus hijos y descubren que eso está “piola”, “el consumo” problemático “queda
de lado”. Comienzan a ocuparse de otras cosas; se interesan por la salud y la
educación de sus hijos, por cómo generar actividades que les den ingresos
21
económicos, comienzan a revalorizarse como personas y también como
mujeres, retoman el estudio, se enamoran, van encontrando lo que les gusta, y
lo que no, disfrutan y padecen sin necesidad de refugiarse en el uso
problemático de sustancias.
Estrategias laborales
Se trabaja de forma conjunta con el Ministerio de Trabajo en la idea de las
cooperativas. Los chicos necesitan y no tienen la costumbre de trabajar, de un
trabajo estable, de un horario, de un jefe, hay que ir de a poco.
El Hogar de Cristo, tiene una Cooperativa y pre-cooperativa que se denomina
AUPA, “Acompañantes de Usuarios de Paco”, que se obtuvo por un convenio
con el Ministerio de Trabajo, por el cual los chicos trabajan para sus
compañeros, brindan una contraprestación acompañando a sus compañeros, a
sus pares.
La reinserción laboral, es un área renga, dado que la urgencia de lo cotidiano
hace que desde los distintos dispositivos se ocupen de otras cosas; esto no
está funcionando al cien por ciento, pero es la primera idea.
Con el ex CENARESO existen talleres socio-productivos, donde se producen
artesanías en cuero, macetas, cerámica, que posteriormente venden y
pretende ser auto-sustentable.
En la Granja Madre Teresa, se efectuó un acuerdo para que los mismos chicos
de ese taller, brinden a las mujeres alojadas talleres socio-productivos
[macetas y cuero] para que luego de la producción, las propias chicas salgan a
venderlas.
Existen otros tipos de emprendimientos en los distintos centros barriales. En el
Centro Carlos Mujica de Retiro, se efectúa la producción de velas; en el centro
Don Bosco, emprendimiento de alpargatas y en el centro Hurtado de Barracas,
el de trapos de piso, que también se desarrolla en la granja Madre Teresa de
Gral. Rodríguez.
Todos estos tipos de emprendimientos, se producen y realizan en los centros
barriales, y en los otros dispositivos, pero no se efectúan ordenadamente y en
cantidad como para lograr un autofinanciamiento. Falta una organización más
efectiva en los talleres, que permita darle continuidad y una mayor producción
en cantidad para que sea sustentable.
El Hogar de Cristo establece convenios con algunas empresas privadas. Estas
empresas toman a los chicos de los distintos dispositivos y el estado les pagan
de forma temporaria las cargas sociales, los contratan por tres meses y si
alguno de estos se desempeña de forma adecuada en sus tareas, se los
contrata de forma efectiva. Estos casos son pocos pero es una buena
estrategia.
También se promueve la capacitación de los jóvenes en los, C.F.P. [Centros de
Formación Profesional] de las Parroquias, que ofrecen un proceso de
formación con un acompañamiento especial, en atención al propósito de no
consumir “solo por hoy”, más o menos cercano en relación a la evolución que
van teniendo, y a las posibilidades de integración e inclusión social que el
sistema les ofrezca. Siguen siendo personas en situación de alta
vulnerabilidad pero en la medida que logran un mayor nivel de inserción, les
sirve a ellos y pueden ser agentes multiplicadores capaces de aportar a la
rehabilitación de otros jóvenes.
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Los objetivos son: aportar a su integración social ofreciéndoles claves que
permitan a los participantes consolidar un nuevo estilo de vida; entregarles
herramientas psicológicas y espirituales que refuercen el proceso de
integración social; desarrollar hábitos de trabajo y aprender un adecuado
manejo del dinero y lograr que los y las jóvenes que participaron del proceso se
conviertan en referentes barriales. La propuesta de Centro de Formación
Profesional, consiste en la capacitación laboral en oficios (mecánica automotriz,
carpintería, tallado en piedra entre otros).
Centro de Formación Profesional Nº 15: “Centro Juvenil Padre Daniel de la Sierra”. Áreas de panadería e imprenta.
Ubicado en Pepirí 1462, Nueva Pompeya, C.A.B.A.
La Cooperativa - Acompañantes de Usuarios de Paco
Esta Cooperativa funciona como un “Equipo Externo” que se dedica a tareas
específicas que no se pueden realizar en los Centros Barriales, pero que tienen
relación con éste.
Está integrada por personas abocadas, desde su profesión a acompañar
integralmente a usuarios de paco. También integra la cooperativa la red de
acompañantes pares, compuesta por operadores jóvenes de ambos sexos, en
claro proceso de recuperación del consumo de paco.
El objetivo de la Cooperativa es aumentar y fortalecer la red subjetiva de los
jóvenes en situación de consumo, brindándoles contención, acompañamiento y
asistencia social. Entre más densa sea su red subjetiva, más fácil será para un
joven superar las consecuencias de su adicción.
La Cooperativa trabaja en plena comunión con el Centro Barrial y se encarga
de las situaciones que se desarrollan fuera del espacio físico de dicho Centro.
Las tareas realizadas por los integrantes de la cooperativa consisten en
acompañar a las personas que acuden al Centro Barrial en distintas situaciones
contingentes que se les presentan (de salud, educación, trámites personales,
etc.), a saber:
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a) Acompañamiento de jóvenes embarazadas. Normalmente articulando
con la Maternidad Sardá, los Hospitales Penna, Fernández y Pirovano, el
Consejo de los Derechos del Niño, la Defensoría 17 de la Villa y la Senaf.
Controles de rutina, administración de medicación, cuidados básicos,
armado de un plan realista para luego del nacimiento y asegurar la
identidad del bebé haciendo el DNI, son algunas de las tareas que
demanda.
b) Acompañamiento de Hijos de usuarios de paco. Normalmente
articulando con la Maternidad Sardá, los Hospitales Penna, Fernández y
Pirovano, el Consejo de los Derechos del Niño, la Defensoría 17 de la Villa
y la Senaf. Los niños son los que más sufren las consecuencias del
consumo de sus padres. Privilegiarlos y acompañarlos integralmente,
permite cortar este círculo de muerte. Todo comienza con intentar que al
nacer puedan vincularse fuertemente con su madre y su padre (si aparece)
y dejar como último recurso que el niño sea derivado a un Hogar. Asegurar
que coma bien, que sea bien medicado, que no sufra maltratos. Pronto
ayudar a que sea integrado al sistema educativo y que tenga espacios para
jugar, recrearse y ser querido.
c) Acompañamiento de internados en Comunidades Terapéuticas.
Normalmente articulando con la Dirección de Adicciones del Gobierno de la
Ciudad, la Sedronar, el Hospital Nacional en Red y la Senaf (Isla Silvia).
Cuando los chicos piden una internación necesitan ser sostenidos desde
fuera y al salir necesitan apoyo concreto para dar los primeros pasos en la
vida cotidiana. Cuando la familia está presente todo se facilita, pero en la
mayoría de los casos los chicos están solos, visitarlos, llevarles lo básico
para la higiene personal, recibir un llamado cuando están mal, son gestos
sencillos que ayudan a transitar esta etapa en el proceso de recuperación e
inclusión.
d) Acompañamiento de “jóvenes difíciles”.
El ‘proceso de recuperación’ implica recaídas en su desarrollo. Para
quienes están en esa etapa y presentan mayores dificultades para dejar el
consumo, habiendo agotado lo que les ofrece el Centro Barrial, se generan
espacios alternativos, individuales o grupales (en la casa de alguno de los
chicos). Se trata de no expulsar a nadie. Este espacio es una alternativa
para mantener el vínculo mientras se logran nuevas estrategias de
recuperación, acordes con sus particularidades.
e) Acompañamiento de enfermos. Normalmente articulando con los
Hospitales Muñiz, Borda, Moyano, Tobar García, Penna, Fernández y
Pirovano. El consumo de paco va de la mano con muchas enfermedades y
otros problemas de salud. La Tuberculosis, el HIV, la Sífilis, las Hepatitis y
las enfermedades psiquiátricas, como así también las heridas de armas
blancas y de fuego, llevan a menudo a los chicos en consumo al Hospital.
Acompañarlos en ese momento es una oportunidad única y llena de
posibilidades. Muchos quedan solos y sentir una presencia amorosa,
desinteresada e idónea, los ayuda a “aprovechar la desgracia”. Incluso
cuando los chicos mueren, el poder avisarles a sus familias es un gesto
que humaniza.
f) Acompañamiento de presos. Normalmente articulando con el Servicio
Penitenciario Federal y la Senaf (Institutos de menores). Frecuentemente
los usuarios de paco terminan privados de su libertad. Al igual que en los
24
momentos de enfermedad grave, se genera un situación privilegiada para
generar una oportunidad. Muchos chicos que no pueden cortar ni en la vida
cotidiana ni en las internaciones, logran hacerlo en prisión.
g) Acompañamiento para “recuperar la Ciudadanía”.
Normalmente articulamos con las Oficinas de Acceso a la Justicia. El
consumo tiene sus raíces en la exclusión social. Para comenzar a incluir
plenamente es necesario tener el DNI, cosa que no siempre es fácil. Los
usuarios de paco normalmente “pierden” los documentos, pero muchas
veces no lo han renovado a los 16 y no es sencillo encontrar la partida de
nacimiento cuando se cortaron los vínculos con los padres, hay chicos que
nunca han tenido DNI y otros que son extranjeros y no han regularizado su
situación.
h) Acompañamiento en la búsqueda de vivienda.
Normalmente se articula con la Dirección de Asistencia Inmediata del
Gobierno de la CABA. Sin una casa adecuada cualquier proyecto de
recuperación e inserción se torna inviable. Algunos chicos pueden volver a
la Villa, otros necesitan vivir en otra parte de la ciudad y otros necesitan
irse al interior. En cualquiera de los casos hay que ayudar a los chicos a
buscar y luego a sostener su lugar (El Hogar Hermana Pilar, programa
Viviendas Amigables).
i) Acompañamiento en la búsqueda de trabajo.
Articulación con el Ministerio de Trabajo de la Nación. Encontrar un trabajo
digno es en estos tiempos, una tarea difícil para cualquier ser humano,
entonces, más complicado es encontrar y sostener un trabajo para estos
chicos que vienen “del infierno del paco”. Muchas veces no han visto
trabajar a sus padres y nunca lo han hecho ellos mismos, habitualmente su
proceso educativo se ha frustrado tempranamente, es común que tengan
“portación de cara”, antecedentes penales, y también que sufran de
enfermedades que los condicionan a la hora de superar un control médico
pre-laboral. Si los chicos no trabajan se verán forzados a robar o a volver
atrás en su proceso de recuperación e inclusión.
Modelo de Acuerdo de Cooperación
Entre la Cooperativa de Acompañantes de Usuarios de Paco Ltda. y la
Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé
(Hogar de Cristo-Parque Patricios)
En Buenos Aires a los diecinueve días del mes de agosto de 2015 se reúnen el
Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé y por lo tanto
representante legal del “Hogar de Cristo” y el Presidente de la Cooperativa de
Acompañantes de Usuarios de Paco Ltda., al finalizar la decimoquinta reunión
del Consejo de Administración de dicha Cooperativa.
En primer lugar ambos dejan constancia de la estrechísima relación entre la
Parroquia-Hogar de Cristo y la Cooperativa. Como certifica la memoria de la
última, sus orígenes como pre cooperativa, se dan en el marco del Hogar de
Cristo y sus socios fundadores son todos voluntarios del Hogar y la Parroquia.
En segundo lugar, viendo que el “desafío que el paco” que se nos presenta es
gigantesco, y encaminarlo en nuestra Patria llevará muchos años aun haciendo
25
todos, sociedad y estado, las cosas muy bien… Para alcanzar este objetivo de
largo alcance somos conscientes que es necesario generar instituciones
adecuadas y específicas como la cooperativa.
Por ello la Parroquia se compromete a transferir mensualmente dinero que
recibe a partir de los convenios que tiene con la Sedronar y el Ministerio de
Desarrollo Social de la CABA, para que una vez derivados a la Cooperativa
esta pueda a su vez, retribuir a los socios que realizan trabajos de
acompañamiento a usuarios de paco en distintos dispositivos del Hogar de
Cristo a saber: Centros Barriales San Alberto Hurtado y Madre Teresa, Granja
de Mujeres Madre Teresa, Casa de acompañamiento de usuarios de paco con
enfermedades complejas, Hogar Hermana Pilar, Dispositivo de bajo umbral
Niños de Belén y Casas Amigables.
Además la Parroquia transferirá a la Cooperativa mensualmente, dinero para
apoyar el resto de los objetivos anuales que esta se propuso:
a) Acompañar integralmente a Usuarios de Paco Privados de Libertad y en
conflicto con la ley, y paralelamente dialogar con los Servicios Penitenciarios
Federal y Bonaerense y con el Poder Judicial para generar mejores
condiciones para que la cárcel pueda ser una oportunidad.
b) Acompañar integralmente a Usuarios de Paco que requieran atención
médica especial (embarazos y partos, HIV, TBC, problemas psiquiátricos,
heridos graves…) y paralelamente dialogar con la Dirección de los Hospitales
Muñiz, Sardá y Penna para lograr mejores condiciones que permitan
aprovechar estas situaciones como una oportunidad.
c) Acompañar integralmente a Usuarios de Paco en su búsqueda de vivienda y
trabajo adecuados, desarrollando en primer lugar el que dimos por llamar
“Proyecto Malvinas” que consiste en acompañar un grupo de mujeres
internadas en la Granja Madre Teresa y a doce familias que están tratando de
rehacer su vida en el Barrio Los Naranjos y Villa Vengoechea de Las Malvinas,
Partido de General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires... Para esto deben
tener estabilidad en las tierras que ocupan (ayudar con los planos de posesión,
el juicio de usucapión, etc.), deben obtener un trabajo estable (realizar un
convenio con el Ministerio de Trabajo de la Nación, Programa de Trabajo
Autogestionado para favorecer la inclusión de estas personas) y recibir un
acompañamiento terapéutico adaptado a su realidad (acuerdo con Granja
Madre Teresa de Calcuta).
d) Acompañar casos especialmente difíciles de Usuarios de Paco que nadie
puede o quiere asumir.
e) Promover el surgimiento de otras Cooperativas como la nuestra en el resto
de la Patria, sabiendo que el desafío que “el paco” nos presenta tiene un
alcance Nacional y una gravedad creciente.
Acordamos que la Parroquia cada mes que transfiera dinero, recibirá un recibo
de la Cooperativa por dicho monto y que a su vez la Cooperativa se
compromete a utilizar los fondos para el cumplimiento de los objetivos más
arriba mencionados y a transferir a los socios que realicen trabajos de
acompañamiento el monto que la Parroquia indique, a una caja de ahorro
abierta a tal.
El presente acuerdo tendrá vigencia a partir del 1 de septiembre de 2015.
26
Dispositivos e instituciones
[su relación con “lo instituido y lo instituyente”]
Reflexión sobre el texto de Claudia Bertazza 5, sobre el capital instituido e instituyente
de las organizaciones sociales:
“Cuando una organización cuenta con un reconocimiento histórico de larga
data y todos los miembros de la comunidad la aceptan como valiosa para el
funcionamiento de ésta, estamos frente a una institución. Son ejemplo de
instituciones la familia, la democracia y las organizaciones de gobierno, la
escuela. Pero debe decirse que el término se ha generalizado y muchas
organizaciones se presentan a sí mismas o son nombradas como instituciones.
Es una manera de reconocer su valor “instituido”, aquello que, siendo de la
organización, ya no es un valor sólo para la organización sino también para el
conjunto social.
Las instituciones contienen en su seno fortalezas y debilidades que son fruto de
su capital “instituido” y su capital “instituyente”. Las instituciones sociales desde el campo de “lo instituido”- quieren contener al sujeto en un campo
limitado de saberes y certezas, del que no siempre quieren que salga. La
institución, nacida de la creatividad y la libertad del hombre, muchas veces
niega esta creatividad y esta libertad... Pero el hombre es capaz de cuestionar,
de crear, instituyendo aquello que no responde a ningún determinismo,
generando un proyecto nuevo. El hombre interpela, milita y hace nacer...
genera “lo instituyente"
Esta actitud atemoriza a los defensores del orden establecido. Esta actitud es
pura presencia de lo otro, pura alteridad. Demostración de que los hombres son
libres y por lo tanto todo puede cambiar, constatación de que el orden social
instituido es un fenómeno de la historia, y que, por lo tanto, puede ser otro.
Los hombres de lo instituido trabajarán, entonces, tratando de suturar los
intersticios. Cuando se vean perdidos, para detener la avalancha creadora,
como estrategia, arrebatarán la memoria social, ya que para que el hombre sea
capaz de una actividad de interpelación debe recorrer todos los pliegues de la
memoria colectiva, debe conocer los más honrosos y los más vergonzosos
hechos producidos por su grupo social, debe asirlos, sopesarlos, leerlos,
resignificarlos. Sin memoria no hay anclaje social. Sin anclaje social no hay
sujeto. Sin sujeto no hay interpelación. Sin interpelación hay congelamiento de
las formas instituidas.”
Existe una diferencia notoria entre el capital instituido y el capital instituyente de
las organizaciones. Muchas instituciones, conservan el “status quo”, lo
establecido socialmente. Algunos hospitales (como ejemplo de instituciones)
conservan ciertas pautas que son iguales en todos los hospitales y a lo largo
del tiempo, pero en el Hogar de Cristo se elige denominar dispositivos a sus
organizaciones y no instituciones, tiene que ver con remarcar la identidad
instituyente, que plantea algo diferente al status quo, tiene que ver con la
posibilidad de cambiar en el tiempo de acuerdo a las necesidades y nuevos
5
Docente, escritora y política argentina., Actualmente es Directora del Instituto de Capacitación
Parlamentaria de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
27
conocimientos, tiene que ver con recordar no anquilosarse en estructuras que
terminan siendo arcaicas y a veces innecesarias.
En este caso, cada dispositivo del Hogar de Cristo, resuelve un conflicto que se
presenta y plantea en la vida real. Son dispositivos armados con pautas, con
reglas concretas que se arman en el momento que hace falta, y se desarman
en el momento que ya no hace falta más.
El sentido esta, en que lo instituido es el status quo imperante del sistema; en
cambio, lo instituyente es aquello que cuestiona lo establecido, que interpela y
propone algo nuevo, diferente, transformador, intentando modificar el orden
establecido.
Estos dispositivos tienden a ser instituyentes, y no anquilosarse, endurecerse
en su estructura, que muchas veces no pueden flexibilizarse para modificarse
en función de la realidad imperante y de los problemas imperantes. Un
dispositivo en sí, tiene ciertas pautas pero son absolutamente modificables;
tiene normas y tiene que tenerlas, pero se reestructuran en función de la
realidad cotidiana y de la demanda. El dispositivo tiende a ser instituyente, a
plantear lo nuevo, a innovar, a buscar la diferencia [con el status quo].
Por ejemplo: las granjas, los centros barriales no son lo mismo que una
comunidad terapéutica o un centro de día son organizaciones diferentes así la
granja San Miguel, es un dispositivo donde los hombres pasan un determinado
tiempo para desintoxicarse y armar un plan de vida. La granja hogar Madre
Teresa es un dispositivo determinado que tiende a acompañar a las madres
vulnerables con sus hijos, para armar su plan y su proyecto de vida
favoreciendo, su ser persona, su ser mujer, su ser madre si es lo que quieren.
También es importante resaltar que existen instituciones con las que los
dispositivos del Hogar de Cristo trabajan en red con un alto capital instituyente
como por ejemplo el Hospital Nacional en Red, especializado de Salud Mental
y Adicciones (ex CENARESO), que cuenta por ejemplo, con servicio
ambulatorio para la atención de niños niñas y adolescentes, casas amigables y
de medio camino en definitiva cuenta con un plan estratégico que genera un
concepto paradigmático y renovador del viejo hospital articulando
satisfactoriamente con la comunidad y en especial con los sectores más
vulnerables de la sociedad demostrando fehacientemente que lo instituyente no
solo es posible en las instituciones sino que es un capital fundamental para el
cambio tan necesario.
Articulación con áreas del estado
El gran problema de la accesibilidad
En el caso de los usuarios problemáticos de drogas de las villas, aparece el
primer problema; muchos de sus derechos están vulnerados y no tienen modo
de hacerlos efectivos. La guardia del hospital les resulta habitualmente
expulsiva, muchos están en situación de calle, les es difícil que puedan
conservar el DNI en estas condiciones, el mundo del trabajo les resulta muy
lejano y sin oportunidades reales de incluirlos, y la oferta escolar ofrece un
servicio muy distante de sus necesidades y urgencias.
Las instituciones en general están especializadas en una temática, dan
respuesta a una necesidad. Así el Hospital Muñiz resuelve problemas
vinculados con las enfermedades infecciosas, la Maternidad Sardá se enfoca
en las embarazadas y sus niños, el Re.Na.Per en el DNI, la Se.Dro.Nar en
28
brindar tratamiento, y los paradores del Gobierno dan alojamiento a quienes
están en situación de calle.
Si bien la especialización es necesaria en las instituciones para dar respuestas
pertinentes a cada problema, no se puede negar que esas respuestas son
parciales y contribuyen a la fragmentación del individuo.
A modo de ejemplificación, un caso muy común en los Centros Barriales es que
se presente una chica (supongamos de nombre X) adicta al paco, embarazada,
con HIV, viviendo en situación de calle, y con poca higiene, como suele
suceder en esos casos. Se acerca al dispositivo y manifiesta que quiere salir
adelante para no perder el bebé que se está gestando. Sabe claramente que si
llega en esas condiciones a la maternidad van a dar intervención a los
organismos de derechos de los niños y teme que se lo saquen. A la vez, en el
barrio hay gente que le ofrece dinero y drogas por el bebé. Tiene a su madre
en González Catán, ella podría hacerse cargo del bebé, pero X teme acercarse
a su madre, ya que por la adicción se fue de la casa dejando a otros hijos con
ella. Estas serían las instituciones que intervendrían en el barrio.
 HIV: Hospital Muñiz
 Embarazo: Maternidad Sardá
 DNI: Re.Na.Per
 Tratamiento de recuperación: Se.Dro.Nar
 Vivienda: Parador
 Futuro del niño: Consejo de derechos, Familia
A estas instituciones se le suma el Centro Barrial, que recibe a X. Apuntando a
determinar cómo se relacionan esas instituciones en función de las
necesidades de X. Para ello se completa una tabla de doble entrada,
disponiendo un 0 cuando no hay una relación entre las instituciones tendientes
a solucionar los problemas; y 1 cuando sí la hay.
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Esta sería la versión gráfica de la misma tabla
Y este gráfico, sería la misma red sin el Centro Barrial
El gráfico es claro: cada institución que aparece es necesaria para resolver
algún problema de X y no se le puede pedir una mirada integral porque su
respuesta es específica. El Centro Barrial, en cambio debe enfocarse en la
persona, tener la mirada global, recibir toda la información, gestionar los
recursos y tejer la red asistencial.
En este cuadro se muestra que cada línea que une dos instituciones representa
el fluir de la información, y el modo en que las personas transitan esos
dispositivos. Es importante tener en cuenta que cada uno de esos actores tiene
sus requisitos para la atención. Por lo cual, para tramitar el DNI hace falta tener
una constancia de domicilio emitida por la policía federal, y para dormir en un
30
parador a una persona que está en situación de calle le piden el DNI. Para
recibir la medicación de la tuberculosis, o del HIV el hospital pide DNI, y el
tratamiento exige una conducta que no parece coherente con el demandante
consumo de paco en una persona que está en situación de calle. Cuando la
tuberculosis se complica y corresponde la internación, el hospital no está
preparado para contener al paciente a causa del intenso craving que genera la
pasta base. Pero para poder internarse en una comunidad terapéutica hace
falta estar curado de la TBC, o al menos haber dado negativas las
baciloscopías y estar sin contagiar.
La cantidad de requerimientos que debe reunir una persona víctima de la
exclusión grave son innumerables, y a veces un poco contradictorios entre sí.
La recuperación/inclusión social aparece entonces para el usuario problemático
como muy lejana, difícil e inaccesible.
Desde el Hogar de Cristo, se entiende que para superar la fragmentación,
alguien debe especializarse en la persona entera, ayudar a dar unidad y
sentido a la lucha, debe hacer propios todos los intentos del individuo por
estar mejor.
Con las áreas de educación y salud es mucho más fácil establecer
articulaciones con los centros barriales y los distintos dispositivos del Hogar de
Cristo. Específicamente con salud, con los hospitales y los centros sanitarios,
en los niveles más inmediatos de atención se efectúa un acompañamiento si es
requerido. Cuando se presenta un caso más complejo, se efectúa una
intervención y se apela a algún funcionario con mayor autoridad de ser
necesario.
En el caso de la articulación con minoridad, cuando existen chicos menores de
edad en los distintos dispositivos se presentan dos instancias, el Consejo de
los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que es el organismo del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires encargado de promover y
proteger el cumplimiento de los derechos de las chicas y chicos de la Ciudad
que depende del poder ejecutivo, y por otro lado, la Asesoría General Tutelar
de Menores dependiente del Ministerio Público Tutelar del Poder Judicial de la
Ciudad de Buenos Aires. Con ambos organismos se trabaja
interdisciplinariamente según la intervención.
Subsidios del estado
En el año 2008 se abre el primer dispositivo del Hogar de Cristo, el Centro
Barrial Hurtado de Barracas, que parte de una iniciativa del Arzobispado de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es un proyecto y un plan del actual Papa
Francisco desde lo económico, y desde lo ejecutivo tiene participación la
Parroquia Nuestra Señora de Caacupé con el Padre Pepe Di Paola y el Padre
Charly Olivero.
Con el tiempo se suman a la financiación del Arzobispado y se empieza a
conveniar con áreas gubernamentales de la Nación y del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires, los recursos necesarios para el mantenimiento de los
distintos dispositivos. Por lo general los subsidios de la C.A.B.A. son
mensuales y los de Nación, son más específicos, por ejemplo, para ampliación
edilicia o mejorar las instalaciones. El primer convenio que se efectuó fue por el
comedor con el Gobierno de la Ciudad; esto fue fundamental, dado que se
31
cambió la calidad de la comida para los chicos, y posteriormente se convenió
como centro barrial.
Originalmente también se recibían subsidios y donaciones de entidades
internacionales de Italia y del País Vasco.
En el mes de septiembre de 2014, conjuntamente con la SEDRONAR, se
elaboró una Resolución que otorga un subsidio mensual a varios dispositivos
del Hogar de Cristo; por medio de estos, se facilita la atención y asistencia de
los chicos en situación de vulnerabilidad social y vital, asociado al consumo
problemático de sustancias:
Presidencia de la Nación, Secretaría de Programación para la Prevención de la
Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico
Resolución Nº 266/2014
Bs. As., 26/06/2014
VISTO las Leyes Nacionales Nº 23.737, 26.657, 26.682, 26.579, 26.529 y 26.934,
los Decretos Nº 623/1996, 603/2013, 48/2014 y 518/2014, la Resolución Conjunta
Nº 153 SEDRONAR y Nº 361 del entonces M.S. y A.S. de fecha 11 de junio de
1997 y las Resoluciones SEDRONAR Nº 885/01, Nº 815/11 y Nº 729/02.
CONSIDERANDO:
Que el Decreto Nº 48/2014 establece los objetivos primordiales de esta Secretaría
de Estado, en cuanto al cumplimiento de sus funciones en materia de Abordaje
Territorial Integral para la prevención, capacitación y asistencia de las adicciones.
Que en virtud del decreto citado en el párrafo anterior, para el cumplimiento de su
principal objetivo, esta Secretaría tiene que ejecutar políticas de Abordaje
Territorial Integral para la prevención, capacitación y asistencia, por tal razón
resulta necesario diseñar nuevas líneas de acción a los fines de multiplicar las
herramientas para la inclusión social, contención, prevención y tratamiento de las
personas con consumos adictivos de sustancias, con un fuerte compromiso y
participación activa de los actores responsables de la temática a nivel nacional,
provincial y local.
Que el Decreto Nº 518/2014 aprobatorio de la estructura organizativa de las
aperturas inferiores, establece los mecanismos, programas y dependencias para la
consecución de las misiones y funciones delineadas por el Decreto Nº 48/2014.
Que por la Resolución de SEDRONAR Nº 885/01 aludida en el VISTO, se aprobó
el “Programa de Atención a Personas con Dependencia a las Drogas” que preveía
el funcionamiento del sistema de derivaciones y el otorgamiento de subsidios
asistenciales por parte del Organismo.
Que dicha normativa redefinió y amplió las normas de funcionamiento y requisitos
del Registro de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales previsto
por la ley 23.737 e instrumentado a través de la Resolución Conjunta Nº 153
SEDRONAR y Nº 361 del entonces M.S. y A.S.
Que la Resolución 815/11 aprobó el “Programa de Atención a Personas con
Dependencia a Drogas” en el ámbito del sector público provincial.
Que por la Resolución SEDRONAR Nº 729/2002 se estableció, conforme los
criterios y estándares de calidad prestacional establecidos por la aludida normativa
conjunta en referencia a la OMS, los instrumentos para la supervisión de los
establecimientos asistenciales en cuestión.
Que el consumo problemático de sustancias se ha complejizado y se ha
acrecentado la demanda de tratamientos terapéuticos, lo que exige adecuar la
normativa y ampliar sus alcances para propender a un certero relevamiento de los
recursos obrantes en el territorio para, de esta manera, posibilitar su articulación y
garantizar el efectivo acceso a la atención y asistencia de las personas que
padecen esta problemática.
32
Que las Casas de Atención y acompañamiento Comunitario constituyen un actor
fundamental y una herramienta importante para la atención y contención de los
sujetos en las zonas más vulnerables y desprotegidas, por lo que deviene en
necesario alcanzar niveles óptimos de articulación y promoción de los mismos por
parte de este Organismo.
Que según los datos relevados y la considerable demanda advertida, resulta
menester propiciar el acceso universal por parte de las poblaciones más
desventajadas a los recursos terapéuticos de distinta complejidad y variantes
existentes.
Que la participación de organismos gubernamentales y no gubernamentales en la
recuperación de las personas con consumo problemático de sustancias se inscribe
en los lineamientos de las políticas nacionales y las recomendaciones de los
organismos internacionales especializados en la materia.
Que la Ley Nº 23.737 establece en su artículo 43 que el Estado Nacional asistirá
económicamente a las provincias que cuenten o contaren en el futuro con centros
públicos de recuperación de los adictos a los estupefacientes […].
El 01 de septiembre de 2014, la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, encabezó un acto en el que se firmó el convenio de adhesión a la
Resolución Nº 266/2014: “Casas de atención y acompañamiento comunitario”,
mediante el cual el estado nacional aporta una partida presupuestaria mensual
a cada uno de los centros comunitarios adheridos, dirigidos por los curas
villeros y otras organizaciones.
El acuerdo fue firmado en el Salón de las Mujeres por el presidente de Cáritas
Argentina, Horacio Cristiani, y el secretario de la SEDRONAR, Juan Carlos
Molina, con la presencia del grupo de curas villeros para el fortalecimiento del
Programa Recuperar Inclusión.
A través de los acuerdos suscriptos, el estado fortaleció, tanto de manera
directa como por intermedio de Cáritas Argentina, los Centros de Atención y
Acompañamiento Comunitario de distintos puntos del país, pertenecientes a
instituciones religiosas que trabajan día a día la problemática de las drogas en
el territorio.
Estos dispositivos son puertas de acceso cercanas y amigables, que brindan
contención y asistencia, conformándose en una herramienta para la atención y
contención de las personas en contextos de vulnerabilidad social.
Las instituciones que firmaron convenio de adhesión o acta acuerdo:
Caritas Argentina de Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Hogar de Cristo Centro San Alberto Hurtado de Ciudad Autónoma de
Buenos Aires
Hogar de Cristo Carlos Mujica de Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Hogar de Cristo Don Bosco de Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Hogar Virgen Inmaculada de Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Hogar de Cristo Gaucho Antonio Gil de Ciudad José León Suarez
Hogar de Cristo Centro Barrial Madre Teresa de General Rodríguez
Hogar de Cristo El Buen Samaritano de La Matanza
Donaciones
El Hogar de Cristo, financia su obra también, por medio del aporte que realizan
los ciudadanos en forma voluntaria y especialmente con la ayuda de la
comunidad de los Barrios donde están presentes, donde se entiende que el
desafío del Paco es un problema de todos.
33
Desde el H.d.C. se mantiene en absoluta reserva los datos de los donantes, no
se difunde, ni comparte con terceros información sobre dichos donantes bajo
ninguna circunstancia, salvo en lo estrictamente necesario para cumplir con las
órdenes impartidas por los donantes o a requerimientos de orden legal.
Algunos aspectos impositivos para los responsables inscriptos en el Impuesto a
las Ganancias sobre las donaciones en Argentina. De acuerdo a la Ley de
Impuesto a las Ganancias vigente (Título III, Art. 81, inc. c), que son deducibles
de la ganancia del año fiscal del donante Inscripto en el impuesto a las
Ganancias, las donaciones realizadas a, entre otros, asociaciones, fundaciones
y entidades civiles de asistencia social, salud pública, caridad y beneficencia,
con un límite máximo del 5% de la ganancia neta del ejercicio. Para que dichas
deducciones puedan ser computadas hasta su límite máximo y quienes donen
puedan beneficiarse con estas deducciones deben cumplir con ciertos
requisitos establecidos en la normativa fiscal.
Recursos Humanos
Equipos técnicos y no técnicos [voluntarios]
Algunos de los profesionales con los que se trabajan en los dispositivos, en el
ámbito de la salud específicamente, están conveniados con distintos tipos de
organismos estatales.
Con la SEDRONAR se estableció un acuerdo de cooperación, donde algunos
profesionales ofrecen una prestación de servicios dos o tres veces por semana
en los dispositivos, que por lo general, son trabajadores sociales, psicólogos y
psiquiatras.
Por otro lado, desde la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, se
cuenta con operadores especializados en adicciones, que trabajan cuatro
veces por semana con los equipos y son parte integral de los mismos.
Con las oficinas de Acceso a la Justicia dependientes del Ministerio de Justicia
y Derechos Humanos de la Nación, se cuenta con psicólogos y abogados que
trabajan con los adolescentes dentro de los distintos predios del Hogar de
Cristo.
Cada dispositivo del Hogar de Cristo posee distintos convenios para incorporar
profesionales a su staff y armar sus propios equipos. Estos equipos son
siempre técnicos y no técnicos, profesionales y no profesionales. Algunos de
los profesionales que integran los equipos, simplemente efectúan asistencia o
actividades tipo taller. Por lo general, todos los equipos se reúnen una vez por
semana para efectuar una puesta en común sobre las problemáticas que se
presentan, también se busca establecer un consenso entre todos los
integrantes del equipo al tomar una decisión.
Los profesionales y el personal no técnico, por lo general efectúan voluntariado,
dado que los ingresos económicos o sueldos que se perciben son bajos, por lo
cual el trabajo es medianamente voluntario. También existen personas que son
cien por ciento voluntarias.
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Abordajes comunitarios e integralidad
(Brevario de “Una propuesta para sistematizar experiencias en el
Abordaje Comunitario de los consumos problemáticos de drogas”.
Autores: Ana Lía Kornblit, Ana Clara Camarotti, Alejandro Capriati, Pablo
Francisco Di Leo, Gabriela Wald. Paginas: 6, 7, 14, y 15.)
El modelo integral de abordaje comunitario de los consumos problemáticos de
drogas puede definirse como la estrategia de intervención que tiene como
protagonista a la comunidad en la búsqueda de soluciones relacionadas con
este tipo de prácticas. La comunidad no es entendida desde una concepción
romántica, como sinónimo de armonía, sino como un espacio social en
permanente construcción, atravesado en distintos grados por la diversidad, el
conflicto y la cooperación.
En un abordaje de este tipo, el significado asociado a las drogas está
determinado no sólo por sus propiedades farmacológicas, sino también por la
forma en que los grupos de una sociedad definen el consumo de las mismas y
por las estrategias preventivas y de intervención que se utilizan. Una política
preventiva no puede hacer abstracción de la estructura socioeconómica, de los
aspectos psicológicos y culturales de los consumidores de drogas y de las
diversas situaciones de vulnerabilidad que atraviesan las personas y los
grupos.
Los Curas Villeros (Villa 21-24, Barracas), en su proyecto Hogar de Cristo,
desarrollan abordajes comunitarios de los consumos problemáticos de drogas
desde un enfoque integral en barrios vulnerabilizados: “Porque ante la ausencia
del Estado, la calle la toma alguien. Si no la toma la iglesia la toman los narcos.
Eso pasaba acá antes de que nosotros nos organizáramos”.
Buscan sacar a los jóvenes consumidores de drogas –especialmente paco– del
ámbito exclusivo del consultorio y vincularlos a las familias y la comunidad de
un modo interdisciplinario: “Si vas a abordar el tema drogas, y lo que querés es
que el pibe deje de consumir, que se interne y se resuelva, vamos muertos.
Porque el problema no es del pibe. Por eso la dinámica de abordarlo en
comunidad me parece muy interesante, porque nos tenemos que hacer cargo
todos de eso. El pibe es el que consume; si querés, es el chivo expiatorio, pero
el problema no es del pibe. Y en todo caso nos sanamos todos.
(…) No nos interesaba abordar el tema adicciones desde lo patológico o desde
la salud. Queríamos abordarlo desde los pibes, sus problemas (de conducta
por ejemplo). Ahí abrimos el centro barrial. Los curas ya tenían experiencia con
otras instituciones. El centro barrial sirve para organizar. (…) La idea es
contener, abrazar. Somos todos padres y madres. Incluso los mismos pibes
que van conteniendo a otros pibes.”
Trabajando en red con diversas instituciones y organizaciones encaran
simultáneamente las principales necesidades y demandas de estos sujetos:
vivienda, trabajo, alimentos, tramitación del DNI, soportes afectivos, actividades
educativas, deportivas y culturales. “El Hogar de Cristo interactúa con otras
instituciones barriales. Les damos herramientas y les damos afecto. Tenemos
dos granjitas, que podríamos no tenerlas pero sirven porque a veces no
35
tenemos adónde mandar a estos chicos. Tenemos algunas casas donde viven
los que estaban en calle o no podían seguir viviendo con sus familias. Tenemos
una cooperativa para que puedan tener algo de dinero y rearmarse.
Es fundamental pensar en trabajo y vivienda, si no, me estás contando un
cuento.”
De esta manera, se contraponen a los abordajes sectoriales que realizan la
mayoría de los servicios de salud y muchas organizaciones de la sociedad civil:
“Porque todas las respuestas son fragmentadas. Un chico tiene tuberculosis, va
al hospital y se tiene que internar; además que no tiene documentos, y lo más
probable es que lo discriminen porque viene sucio, y que por su condición no
se banque la espera que le dan. Suponte que lo internan, se pone fuerte, no se
va a quedar a aguantar que termine el tratamiento de la tuberculosis. Suponéte
que tiene toda la suerte del mundo y termina el tratamiento de la tuberculosis,
pero no puede cortar con el paco, ¿qué hace?, va a ir a una comunidad
terapéutica. Suponéte que con toda la furia este pibe es el mejor alumno y
termina la comunidad terapéutica, ¿adónde vuelve? A la calle, ¿y el
documento, y el hijo y la guita para poder vivir?, ¿cuál es la respuesta que tiene
ese tipo para salir adelante? Es como ganar la lotería 3 veces e incluso ahí no
tenés salida. Por eso buscamos algo distinto.”
Granja-Hogar Madre Teresa del Hogar de Cristo, unicada en el Partido de General Rodríguez.
De izquierda a derecha: Dr. Alfredo Fernández, Secretario Ejecutivo de IJóvenes;
Dra. Silvina Peluso, Directora de Madre Teresa; Mg. Ana Clara Camarotti, escritora e
investigadora; Mg. Ignacio O´Donnell, Director Territorial de IJóvenes
36
Antecedentes para la creación de la
Granja-Hogar “Madre Teresa”
En el año 2008, el Hogar de Cristo empieza trabajando sobre todo con varones,
pocos casos eran de chicas, siempre hubo más varones consumidores que
chicas dentro de los dispositivos.
En determinado momento se empezó a ver muchas jóvenes en situación de
calle, consumiendo embarazadas por ejemplo, y se hacía bastante más difícil
ayudarlas y acompañarlas en comparación con los varones, sobre todo por la
situación de embarazo y por la maternidad.
A mediados del año 2009, el H.d.C. se asocia a una red de instituciones
denominada RAISSS (Red Americana de Intervención en Situación de
Sufrimiento Social), que combina distintas propuestas que trabajan
básicamente con personas en situación de vulnerabilidad, sobre todo con el
tema de consumo y adicciones auspiciada por Caritas Alemania. En esta red se
trabaja un programa estratégico que se denomina “Tratamiento Comunitario”
desarrollado por el Lic Efrem Milanesse6.
Se conocieron, como parte de la RAISSS proyectos en Brasil, otros en
Colombia, en México y otros países de América latina; y para esta época se
empezaron a incorporar conceptos y lineamientos del Tratamiento Comunitario,
para trabajar con personas en situación de vulnerabilidad social. Se tomaron
algunos conceptos y se reformularon otros. El tratamiento comunitario es
entendido como un conjunto de procesos en el cual se articulan acciones,
instrumentos y prácticas organizadas cuyo objetivo es promover el
mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que abusan de
drogas y viven en una situación de exclusión social grave. Este abordaje actúa
también en la mejora de las condiciones de vida en la comunidad local, en la
que viven los consumidores de drogas. El tratamiento comunitario también
acompaña a las personas que desean superar la dependencia de drogas
usando procesos comunitarios creados con este propósito.
La Red Americana de Intervención en Situaciones de Sufrimiento
Social (RAISSS) es una Red de Organizaciones de la Sociedad Civil
que trabaja en diferentes contextos de vulnerabilidad y sufrimiento
social. La conformación de la RAISSS se remonta al año 2006, luego
de un trabajo conjunto donde se ha articulado prácticas, métodos y
teorías desde el año 1998.
La Red fundamenta su trabajo en el Modelo ECO2; construido a partir
de las experiencias de un grupo de organizaciones de México, al que
luego se han integrado organizaciones de diversos países del
continente (Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica,
Panamá, Brasil, Colombia, Haití, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Bolivia y
Argentina), con la incorporación a la RAISSS de las propias redes locales
nacionales cada organización o grupos nacionales de organizaciones, busca
tejer una red entre las instituciones de sus países.
La RAISSS articula una experiencia de intercambio y construcción colectivo de
conocimientos, experiencias y prácticas que se desarrollan desde el quehacer
MILANESE Efrem (2009): “Tratamiento Comunitario de las adicciones y de las consecuencias
de la exclusión grave”, México: Plaza y Valdes.
6
37
particular y dinámico de cada organización; y una plataforma de articulación
teórica y metodológica que guía estas acciones, promueve el intercambio y
posibilita lenguajes comunes, que es el resultado de las propias practicas,
experiencias e intercambios en el interior de la red. Esta plataforma se
denomina Modelo ECO2.
El Modelo ECO2 ha sido el producto, primero de la interacción y construcción
conjunta de conocimientos de organizaciones mexicanas desde 1995; y
seguidamente, a través del aporte de Caritas Alemana; la suma de
experiencias, aprendizajes y conocimientos de diversas organizaciones de la
región. La acción en torno al Modelo ECO2 ha producido efectos y resultados
notables en el proceso de prevención, tratamiento y reducción de daños de los
efectos del uso de drogas en las personas, sus familias y comunidades. A partir
de este marco común se han organizado experiencias de prevención.
El tratamiento comunitario es un método de trabajo con personas, grupos,
comunidades y redes que viven en contextos de alta vulnerabilidad. Esta
propuesta se compone de cinco ejes articulados entre sí. Su finalidad es
mejorar las condiciones de vida de las personas, de los grupos y de las
comunidades. Su enfoque en el tema de drogas (reducción de la demanda)
respeta la historia de esta propuesta que sin embargo se dirige a las
situaciones de sufrimiento social de las personas, de los grupos y de las
comunidades en condición de alta vulnerabilidad en los ámbitos de educación,
trabajo, derechos, relaciones familiares, de grupo, en las comunidades de vida
y con las instituciones, vivienda, alimentación, seguridad, legalidad, salud etc.
Antecedente referencial de la Asociación Lua Nova [Brasil]
Lua Nova es una asociación que atiende madres adolescentes y a sus hijos en
situación de vulnerabilidad social. Fue creada en el año 2000, es una iniciativa
no gubernamental con sede en Sorocaba, en el estado de San Pablo, Brasil.
La institución tiene como misión rescatar y desarrollar la autoestima de estas
madres como ciudadanas en el espacio social, tratando de generar en ellas
una auto-sustentabilidad, facilitando su reinserción como multiplicadoras de un
proceso de transformación de las comunidades en riesgo.
Las madres que se alojan en Lua Nova con sus hijos, lo efectúan por un
período de nueve meses. Teniendo como objetivos la reconstrucción de la
relación madre-hijos para que puedan descubrir sus valores morales y éticos y
puedan retomar su ciudadanía. Se fomenta la relación madre-hijo como base
de un proyecto de vida más feliz para ambos.
Desde que ingresan a la institución, estas mujeres y sus hijos son estimuladas
a una vida en comunidad, como fundamento básico para el establecimiento de
vínculos sociales. Se ofrecen diversas actividades para su reinserción en la
comunidad, fomentando los valores como el respeto y la ciudadanía.
Se comprende desde la organización, que la situación de riesgo y
vulnerabilidad social son consecuencia de la violación de los derechos, que no
fueron adecuadamente enfrentados, como así también, por la falta de
existencia de programas y políticas gubernamentales efectivas para evitar la
situación de riesgo y vulnerabilidad social que se prolonga en el maternaje.
Se propone como proyecto de vida, que estas madres construyan nuevos
vínculos: con sus hijos, con otras madres, con la comunidad y con ellas
mismas. En especial, buscando desenvolver actividades que fomenten la
38
vivencia de experiencias que posibiliten la convivencia entre madre-hijo,
apuntando a la superación de conflictos, rechazos y prejuicios.
La elaboración de este proyecto y propuesta político-pedagógica, nos sirvió
para posicionarnos frente a la sociedad, a las asociaciones y al estado. Todas
las acciones efectuadas están en constante supervisión, para lograr métodos
de crianza-maternaje efectivos y elaborar, establecer políticas públicas
eficaces.
El ingreso y proceso de admisión. Las adolescentes y sus hijos son derivadas
por el Poder Judicial, por los Consejos Tutelares o por otras instituciones. En
otras oportunidades ellas llegan de forma espontánea o por indicación de
amigos o docentes. Para la admisión se establecieron tres criterios en cuanto al
perfil de las adolescentes:
1] que tengan trece años cumplidos, dado que la propuesta presupone la
atención de todas las jóvenes que son madres en un contexto de riesgo, para
que ejerzan su maternidad;
2] que residan en el estado (partido), para que puedan visitar a sus familiares o
amigos los fines de semana;
3] que sean adolescentes sin problemas psiquiátricos graves, por la falta de
personal capacitado para afrontar ese tipo de patologías.
Año 2012 - Comitiva del Hogar de Cristo visita la Asociación Lua Nova en San Pablo, Brasil
El primer intercambio entre la Fundación Convivir y la Asociación brasileña Lua
Nova se llevó a cabo en el mes de junio del 2012. En representación del Hogar
de Cristo, viajaron cuatro mujeres integrantes de los dispositivos ubicados en
las villas 21-24, de Barracas, y de la 1-11-14, de Bajo Flores, para compartir
experiencias, tecnologías de trabajo y estrategias de acción con la organización
del país vecino.
La organización no gubernamental Lua Nova, creada en 2000 y dirigida por la
Lic. Raquel Barros, atiende jóvenes madres en situaciones de vulnerabilidad
social. Además, desarrolla y experimenta diferentes técnicas y prácticas de
39
inclusión social de las jóvenes, incluyendo acciones de generación de renta,
trabajo, reducción de daños y desarrollo comunitario.
El encuentro fue posible, gracias al marco de trabajo que acordaron en abril de
ese año la Fundación Convivir, los sacerdotes de las villas de Barracas y Bajo
Flores del Hogar de Cristo, y Lua Nova, para fortalecer los nuevos proyectos
relacionados a la inclusión social de mujeres en situación de calle.
Con ese espacio de intercambio se pretendió visibilizar las apuestas de
intervención y desde allí abrir espacios de reflexión conjunta que posibilitaron el
fortalecimiento de procesos de intervención comunitaria en contextos de
vulnerabilidad social.
Ambas organizaciones integran las redes RAISSS, Red Americana de
Intervención en Situaciones de Sufrimiento Social y RIOD, Red Iberoamericana
de Organizaciones que trabajan en Drogodependencias.
Granja - Hogar “Madre Teresa de Calcuta”
[de Mujeres con hijos]
A los centros barriales iban llegando familias enteras muchas veces con sus
hijos pequeños (los hijos de los usuarios). Cuando se empezó a trabajar con
las mujeres y sus hijos desde el Hogar de Cristo, se empezaron a percibir que
se mezclaban varias cosas. Por un lado, a los centros barriales llegaban las
familias, los hijos de los usuarios y quedaba la deuda pendiente de poder hacer
promoción y prevención con ellos, se veían los problemas de conducta que
tenían, y sobre esto, no se estaba haciendo mucho; surgió entonces la
siguiente pregunta: ¿estos chiquitos, el día de mañana iban a padecer
problemas similares a los de sus padres hoy? Por eso, se empezaron a
generar espacios para que estos chicos jueguen (Rincón de niños), para que
las mamás hablen, para que se hablara de la crianza, y se armaron grupos de
mamás, de adolescentes que abordaban el tema, y también, sobre la
importancia de la maternidad, etc.
A partir de esta iniciativa, comenzaron a ver que las internaciones con las
chicas usuarias se complicaban, porque no podían llevar a sus hijos chiquitos,
que se terminaban quedando con la abuela, con la tía, o con algún familiar, y
esto era contraproducente tanto para las mamás como para los hijos, dado que
no existía ningún tipo de institución que alojara a estas mamás con sus hijos.
La idea del Hogar Madre Teresa, surge como un hogar para chicas que puedan
estar con sus hijos, que tengan o hayan tenido problemas con el uso
problemático de sustancias o estén en situación de vulnerabilidad social,
brindándoles alojamiento y acompañamiento para armar un plan de vida, que
este más centrado en sus potencialidades, que en el consumo y en la adicción.
Más centrado en su ser persona primero, ser mujer después, y finalmente ser
madre; sobre todo, acompañarlas a descubrir las potencialidades en la
maternidad.
La idea fue y es acompañar la crianza, tratar de prevenir estilos poco
saludables de maternaje tratar de acompañar esos procesos para modificar
“costumbres de crianza y potenciar el maternaje positivo”, las actitudes de
40
maternaje que son favorecedoras para el desarrollo saludable de los niños y de
las madres también.
Desde la Granja-Hogar “Madre Teresa”, se busca que las madres descubran
potencialidades propias en otros ámbitos, como en los talleres, en los
emprendimientos socio-productivos, en el estudio, en la terminalidad educativa,
en la elección de una profesión, o en ser referentes/educadoras pares o expares; para que se den cuenta que la realidad puede ser algo diferente al
consumo, y correr el eje de la situación.
Desde este dispositivo, se cree que con las madres jóvenes, este es el eje que
hay que trabajar, más que volver sobre el tema de las adicciones y el consumo.
Claramente, cuando estas mujeres hablan sobre sus hijos, de sus vidas, de sus
amores y desamores, de sus gustos y disgustos, del trabajo; el consumo queda
en un segundo plano, y el consumo no ocupa más tiempo, ni espacio de
conversación, ni en la vida.
Proceso de intervención terapéutico en el Hogar Madre Teresa
Las intervenciones son en el día a día, se basan en lo concreto, en lo real, en
los hechos, más que en lo simbólico. Asimismo se fomenta que las jóvenes
tengan sus espacios terapéuticos y los sostengan aunque muchas veces hay
que trabajar mucho antes que puedan sostener un espacio terapéutico
circunscripto, propio y personal.
En este Hogar, se arman procesos más de tipo vincular en lo real en lo
cotidiano, basado en el sostenimiento afectivo, como acompañantes o como
familia, hasta lograr algo mas ya desde un proceso terapéutico. Estos procesos
se tienen que ir encuadrando en cuestiones de la vida cotidiana, cuidándolas, y
acompañándolas.
Para las mujeres que se alojan en “Madre Teresa”, los procesos terapéuticos,
los tratamientos tienen que ser por afuera de la institución, para no caer en lo
endogámico y no superponer roles. Desde el hogar se trata de acompañarlos,
facilitarlos y fomentarlos.
41
Las terapias y espacios terapéuticos se efectúan por fuera de la institución, en
los hospitales, en las salitas barriales o en el ex-CENARESO; teniendo vínculos
con los profesionales pero en un espacio privado de ellas.
El objetivo desde el Hogar Madre Teresa, es potenciar la crianza, el
redescubrimiento de la maternidad, de las mujeres como mamás, pero
primordialmente de las mujeres como mujeres, primero como personas y
después como madres, no al revés.
Que ellas puedan conocerse a sí mismas, que puedan saberse descubriendo lo
qué les gusta, lo que no les gusta, encontrarse a si mismas y decidir.
El objetivo central de la Granja-Hogar “Madre Teresa” es la “democracia
psíquica”. La democracia psíquica, que es la posibilidad de elegir y de asumir
responsabilidades por las elecciones hechas.7
Acuerdo de compromiso Granja-Hogar Madre Teresa, para el ingreso
A los días ___ de ________ de 2014, se celebra el presente acuerdo de
compromiso Hogar Madre Teresa, sito en la localidad de Malvinas Argentinas,
Partido de General Rodríguez, Pcia. de Buenos Aires por una parte y por la
otra parte _____________________________, con DNI: _____________ con
domicilio real en la calle ___________________________, quien previamente
asisto al Centro ____________________ y en representación de su hijo menor
de edad _____________________________, con DNI: ________________ y
_____________________________ con DNI: ________________ y teniendo
en cuenta que:
El Hogar es un dispositivo de viviendas amigables, de acompañamiento de vida
para madres e hijos en situación de vulnerabilidad social. Destacando que las
mujeres, junto a sus niños que pueden ingresar a las viviendas deben haber
llevado a cabo un proceso en los Centros Barriales: San Alberto Hurtado,
Padre Mujica, u Hogar Don Bosco.
Que cuenta con casitas que propician la intimidad y autonomía de cada una de
las mujeres con sus hijos. El Hogar Madre Teresa es a puertas abiertas,
construye sobre el objetivo de reforzar la autonomía, crecimiento y desarrollo
de todos sus miembros. Es por ello que todas las mujeres que ingresan lo
hacen bajo su propia voluntad y son libres de decidir egresar al momento que
deseen, el Hogar acompañará siempre que pueda a la persona, cualquiera sea
su decisión.
Todas las mamás son responsables del cuidado de sus hijos, esto incluye el
cuidado de su salud, higiene, alimentación, educación, y de la vida cotidiana en
general. El Hogar acompañará su maternidad intentando brindar herramientas
que fortalezcan y sostengan el vínculo y cuidado, pero siempre respetando y
propiciando el protagonismo del rol de madres.
A partir de lo anterior y en aras de fortalecer y potenciar su proceso en sus
centros barriales de origen, las partes acuerdan celebrar el presente ACTA DE
COMPROMISO sujeto a las siguientes cláusulas y condiciones:
La “democracia psíquica” es un concepto acuñado por el psiquiatra y psicoanalista Dr.Claude
Olievenstein
7
42
PRIMERO: Se reconoce que el Hogar Madre Teresa, es decir el complejo de
viviendas pertenece al Hogar de Cristo villa 21-24 Zavaleta. Que la misma
permite uso y goce de sus instalaciones a puertas abiertas, al solo efecto de
brindar el acompañamiento a la madre y su hijo.
SEGUNDO: El ingreso es voluntario, reafirmado en el acompañamiento no
solo de las mujeres sino de sus hijos, propiciando el protagonismo maternal. Se
propone una etapa inicial de prueba al Hogar Madre Teresa de un mes de
duración, a fin de que cada mujer conozca el funcionamiento y a todos los
miembros del mismo. Pasado ese lapso de tiempo se renovara el acuerdo con
una proyección mayor de tiempo, de objetivos a trabajar, y de pautas a
respetar, que se fijaran en conjunto.
TERCERO: Se fijan tres reglas básicas que son condición sine qua non .El
incumplimiento de cualquiera de estas tres reglas tendrá como consecuencia,
la posibilidad de evaluar la expulsión del hogar. A fin de cuidar a todos los
miembros y trabajar sobre los cuidados y límites que deben construir para vivir
con amor responsable.
1] No consumir ni llevar sustancias psicoactivas dentro del predio de Madre
Teresa, siempre y cuando no estén recetadas por un médico, incluyendo:
marihuana, alcohol, pastillas, pasta base, cocaína, etc.
2] No violencia: ni física, ni verbal hacia toda persona que permanezca en el
Hogar.
3] Está prohibido el ingreso de terceras personas, sin autorización previa.
CUARTO: Todos los objetos, muebles, utensilios, demás enseres domésticos
son de propiedad del Hogar de Cristo Villa 21-24 Zavaleta. Por lo tanto
debemos:
a] Cuidar todo lo que hay, en el Hogar.
b] Si se rompe algo intentemos arreglarlo o pidamos ayuda para
hacerlo.
c] No adueñarse de objetos ajenos que hacen a las instalaciones del
hogar.
A tal fin, se anexa un inventario con todo lo contenido dentro de cada casita
amigable.
QUINTO: Se reconoce que todas las mamás son responsables del cuidado de
sus hijos, esto incluye el cuidado de su salud, higiene, alimentación, educación,
y de la vida cotidiana en general. El Hogar acompañará su maternidad
intentando brindar herramientas que fortalezcan y sostengan el vínculo y
cuidado, pero siempre respetando y propiciando el protagonismo del rol de
madres.
SEXTA: Las madres que se encuentran en las casitas amigables, con sus hijos
deberán si se encuentra en periodo escolar, concurrir al establecimiento
educativo a fin de que el menor cumpla con su escolaridad.
SEPTIMO: Se deja manifestado con su firma al pie del presente que ha leído y
entendido cada una de las cláusulas supra mencionadas. Que se compromete
a respetar las pautas de convivencia que existen y a respetarlas y hacerlas
respetar.
En prueba de conformidad se firman dos ejemplares a un mismo tenor y a un
solo efecto, en la localidad de Malvinas Argentinas, a los _____ días del mes
de ________ de 2014.
43
Organización del Hogar Madre Teresa
La organización en este Hogar, es bastante democrática, se trata de que las
propias chicas tomen parte en las decisiones y colaboren en la organización;
en el día a día, incluso desde el presupuesto que se maneja blanqueando la
utilización del mismo definiendo entre todas las prioridades. Se busca
establecer propuestas de actividades de esparcimiento, de talleres y cursos, se
fomenta que ellas mismas propongan, generen acciones por las cuales se
responsabilicen.
Este tipo de organización democrática no es sencilla, dado que cuando se
trabaja con chicas en situación de vulnerabilidad, y sobre todo cuando existen
situaciones de dependencia, como es el consumo problemático de sustancias,
se tiende a una mayor dependencia y a una posición más clientelar. Estas
situaciones clientelares se manifiestan en el “yo hago esto, pero si me das
aquello”.
Partiendo de esta base es que se trabaja, siempre entre todos los que integran
el hogar, y con distintos roles. Nunca deja de existir un rol de coordinación,
pero en este tipo de organización familiar, en la medida en que se puede, se
trata de que cada uno se haga cargo de las responsabilidades que asume y
decide hacer, siempre teniendo en cuenta la edad y capacidad de cada uno,
aportando al resto.
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Promoción y prevención de la Salud
Desde el Hogar de Cristo se efectúan acciones para promover estilos de vida
saludables. En la Granja-Hogar “Madre Teresa” y en otros dispositivos del
programa se trabaja propiciando una crianza saludable con intervenciones de
promoción y de prevención.
Según la neurociencia moderna los niños adquieren el control de los impulsos y
las emociones entre los dos y los cuatro años. En varios de los casos de niños
que ingresan [con sus madres en recuperación], se detecta que son muy
agresivos a esa edad, dado que todavía no han adquirido el control de
impulsos y de las emociones: esto se fomenta y aprende con estímulos,
asistiendo a las madres en la crianza de sus hijos, que se alojan en la granjahogar. Acompañándolas y conduciéndolas a establecer límites, que es una
forma más de demostrar el afecto y el cariño, de modo de posibilitar en los
niños ser y sentirse cuidados y seguros.
Muchas de las adolescentes o jóvenes no recuerdan su propia crianza, o no
han tenido al decir de Winnicott una “madre suficientemente buena”, en
muchos casos fueron criadas por sus abuelos u otros familiares pasando de un
hogar a otro, o en instituciones o en la calle. Esto hace suponer que carecen
de pautas saludables de crianza, y/o no saben cómo ejercer la maternidad; es
por estos motivos (entre otros) que se creó la Granja-Hogar “Madre Teresa”,
para trabajar promoviendo la salud tanto de las madres como de sus hijos en
un estilo de vida saludable que propicie, que los niños adquieran pautas de
control de impulsos y de las emociones (entre otras), respetando las etapas en
su desarrollo.
Opción por la Maternidad
En la sociedad actual, existen conceptos falsos establecidos con respecto a la
maternidad. En muchos casos, se encuentra idealizado el hecho de que “un
niño no puede estar mejor que con su madre biológica”, esta conceptualización
no siempre es cierta, dado que, ser madre no es un hecho o concepto ligado a
lo biológico exclusivamente, sino más bien a la función y sobre todo al deseo.
Si las mujeres que ingresan al H.d.C, no quieren o no pueden cumplir con su
rol de madre, quien lo padece es el hijo; no se trata, de que los niños no estén
con su madre, se trata de favorecer que esas madres jóvenes o adolescentes,
puedan ser madres y optar por la maternidad; por ello, en los dispositivos del
programa se les da la opción de elegir, se tiene en cuenta su deseo.
Se potencia la maternidad que genera vida en la mujer y también existe una
potencialidad en la mujer que le genera deseo; fomentando este deseo, es que
desde el Hogar “Madre Teresa”, estas mujeres optan por ser madres.
Derecho a la elección: plan de vida y maternaje
Cuando una joven madre ingresa al dispositivo “Madre Teresa”, tiene la opción
de elegir quedarse o no. Se les ofrece y brinda un mes de estadía relativo,
donde empiezan a aceptar y a asumir las pautas que el hogar establece. No se
trata de una cuestión meramente asistencial, donde se les brinda una casa,
alimentos y otros recursos materiales o para atender una necesidad de
vulnerabilidad económico-social que estas presentan.
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Por este derecho a la elección, se fomenta el estimulo para la crianza, el cariño
de hogar y de madre; en ese estímulo, se prioriza como eje a los menores, a
los hijos. La madre que ingresa, en su estadía efectúa un proceso para poder
desear y querer a ese niño como madre. En ese proceso, ellas descubren el
tipo de madres que quieren ser.
En la actualidad, por lo general la sociedad en su conjunto muchas veces,
“estigmatiza y culpabiliza” a las madres pobres. “Si no llevan a la escuela a los
nenes es culpa de la mamá; si no llevan al médico a sus hijos es culpa de ellas;
si el chiquito se enferma es culpa también de la mamá”; nosotros planteamos
una falta de acompañamiento y de programas estatales destinados al mismo
en la función y en el rol de estas madres.
46
Dispositivo - Granja Madre Teresa de Calcuta
[de Hombres]
La Granja de Recuperación de hombres inició sus actividades el 26 de
septiembre de 2008, con una camada de siete jóvenes. Surge ante la
necesidad de acompañar el proceso de aquellos chicos, que para recuperar la
capacidad de soñar y comenzar a diseñar un Proyecto de Vida más saludable,
necesitan estar alejados temporariamente de sus barrios y lugares de
residencia para apartarse del consumo.
Este dispositivo, posibilitaba que los jóvenes que ingresaban permanecieran
por períodos de tres meses. En ese entonces se recibían chicos de los tres
Centros Barriales existentes, de la Sede San Alberto Hurtado de la Villa 21-24
de Parque Patricios, de la Sede San Juan Bosco de la Villa 1-11-14 del Bajo
Flores, y de la Sede Padre Carlos Mujica de la Villa 31 de Retiro.
Objetivos del dispositivo
 Cortar el consumo y desintoxicarse (los chicos que participaban de la
Granja no podían dejar de consumir desde la vida cotidiana)
 Generar un grupo de referencia para la vuelta al Barrio (entraban y salían
en grupos de 6 a 8 participantes cada uno)
 Aportar al desarrollo espiritual de los participantes y fomentar el desarrollo
de valores solidarios
 Propiciar la construcción de un espacio para afrontar las problemáticas del
consumo de paco, pasta base.
 Implementar un programa que permita a los participantes aprender o re
aprender a vincularse con el mundo del trabajo.
 Brindar herramientas para que los participantes elaboren su Proyecto de
Vida
En este sentido, desde el Hogar de Cristo se entendía que los chicos que
participaban vivían en comunidad, por lo tanto, debían aprender a convivir no
sólo con sus propios problemas, sino también con los de sus compañeros,
respetándose, valorándose y creando un espacio de ayuda, y comprensión
mutua.
Básicamente elaboraban su proyecto de vida, a la vez que realizaban
diferentes actividades, en su mayoría el trabajo de la tierra y con animales. El
estar en relación con la naturaleza ayuda a su tratamiento.
Tenían encuentros espirituales, reuniones terapéuticas, talleres y realizaban
actividades deportivas.
Si bien esta ruptura con el consumo de drogas necesita una dinámica pautada
y estructurada es importante remarcar que la perspectiva de trabajo que se
proponía se basaba en métodos no autoritarios, participativos y consensuados.
Es decir, se buscaba hacer foco en las particularidades y demandas de los
jóvenes, y no considerar al tratamiento como un fin en sí mismo.
47
La Granja Madre Teresa de hombres, luego de recibir diez camadas de
varones, a fines del año 2013 cierra sus puertas para convertirse en un
dispositivo destinado a mujeres embarazadas o con hijos.
Dispositivo - Granja San Miguel Arcángel
[de Hombres]
El dispositivo fue inaugurado el día 18 de agosto de 2012, día conmemorativo
de San Alberto Hurtado. El proyecto Granja San Miguel Arcángel, pertenece a
la Vicaria para las villas de emergencia y se encuadra dentro del programa
Hogar de Cristo.
Tres propósitos se plantearon para este lugar:
 Granja de Recuperación
 Programa Casitas Amigables
 Camping Virgen de Lujan
El predio se encuentra en la localidad de General Rodríguez y cuenta con un
terreno de 12 hectáreas, las cuales se organizaron en sectores:
:
 Zona destinada a las instalaciones edilicias, parque y patio.
 Zona destinada a la plantación de árboles frutales, para el futuro
microemprendimientos de dulces.
 Zona destinada a la Huerta Orgánica y Viveros.
 Zona destinada a la crianza de animales de campo: vacas, caballos,
ovejas, gallinas, chanchos, patos, etc.
 Zona destinada al sector de Camping “Escuela de Vida” para chicos y
adolescentes de las distintas villas de emergencia.
 Zona destinada al deporte y la recreación
 Zona destinada a las Casitas Amigables
La ejecución de este proyecto es coordinada por sacerdotes de las villas,
grupos de hombres que viven en barrios obreros, y voluntarios. Sin embargo,
los protagonistas directos de la puesta en marcha de este lugar son los mismos
jóvenes que se han recuperado del consumo, y que brindan un servicio como
operadores/referentes pares. Estos jóvenes viven en el lugar y están
trabajando día a día con el equipo técnico del dispositivo. Se cuenta con un
equipo que coordina: sacerdotes, voluntarios, psicólogos, psiquiatra, y
referentes pares.
Granja de Recuperación
El objetivo es el de acompañar a jóvenes de las villas que sufren el flagelo de la
droga (pasta base, paco) y que vienen transitando un camino de recuperación
desde las sedes de los centros barriales, y en esta segunda etapa lo continúan
y profundizan. A la Granja San Miguel Arcángel llegan jóvenes de los Hogares
de Cristo, de los Centros Barriales de: San Alberto Hurtado de la villa 21-24;
48
San Juan Bosco de la villa 1-11-14; Padre Carlos Mujica de la villa 31. Esto va
generando un enriquecimiento de experiencias de los distintos lugares y fuertes
lazos de compañerismo.
El tiempo de esta segunda etapa requiere de un gran esfuerzo. Durante este
período se busca tomar distancia del barrio y que elaboren su proyecto de vida
en el marco de la vida comunitaria, con todo lo que ella supone.
Además en esta etapa se va empezando a buscar el hábito y la
responsabilidad al trabajo poco desarrollado hasta ese momento en estos
chicos. Desde esta temática las tareas son variadas: cuidado de los animales,
encargados de la plantación de frutales, limpieza y orden de la casa, trabajos
en albañilería y pintura, etc.
El plan de recuperación se arma y se organiza desde el centro barrial del que
ingresa cada chico; la Granja es una herramienta más para acompañar ese
plan. Por ejemplo: algunos jóvenes durante la semana empiezan a ir al centro
barrial, dejan el consumo y empiezan a hacer un proyecto de vida, pero los
fines de semana en el barrio les son insostenibles. A ellos se les propone
pasar de jueves a lunes en la Granja
para retomar en la semana su camino
de recuperación.
Otros van llevando adelante un
camino más avanzado: trabajan, van
al centro barrial, alquilan, y sin
embargo pueden tener una recaída en
donde se están jugando, si no
levantan, pueden perder todo. Al
dificultárseles mucho levantarse en la
misma realidad o situación en donde
cayeron, se les propone despegar un
tiempo en la Granja para fortalecerse,
y cuando sea el momento continuar
su rehabilitación.
Programa “Casitas Amigables” II
Muchos de los jóvenes que están haciendo el tratamiento de recuperación no
pueden volver al lugar donde residían; queriendo dar una respuesta concreta a
esta situación, una zona esta destinada a lo que se denomina “casitas
amigables”, o sea, lugares donde viven de a dos o tres jóvenes, dando
respuesta a uno de los graves problemas-desafíos para una real inclusión de
los adictos u alcohólicos en recuperación: el tema habitacional. Si bien en esta
etapa la libertad es mayor, existe también un marco para acompañarlos desde
el dispositivo.
En estas casas cada joven o adulto va realizando un proyecto de vida:
trabajando fuera de la Granja y volviendo luego a ella. Esto les facilita un lugar
de contención, un marco de horario, un resguardo respecto al consumo.
Además siguen participando de grupos terapéuticos, continuando sus
49
tratamientos psicológicos o psiquiátricos; y están acompañados por el equipo
técnico y no técnico del lugar.
Entre otras cosas, el deterioro que genera el consumo lleva a muchas personas
a quedar en la calle. El estrés que esto produce agrava exponencialmente la
situación: exacerba los problemas de salud mental, los expone a otras
enfermedades (TBC, otras respiratorias, infectocontagiosas, etc.), a situaciones
de violencia, no les permite estar en condiciones de estudiar, buscar trabajo,
etc.
Además de ser un derecho humano fundamental, la vivienda digna es
indispensable en el proceso de “recuperación” de los usuarios de paco, por lo
menos así se lo entiende desde el Hogar de Cristo. Paradores, hoteles y
piecitas precarias, son respuestas parciales y provisorias, pero un aspecto
determinante en el camino de plena inserción en la sociedad, es sin duda, tener
un lugar digno donde poder vivir, esto no se reduce a lo edilicio, sino que
también supone un contexto humano favorable.
El proyecto de “viviendas amigables” no consiste solamente en dar solución al
problema habitacional, sino que apunta a generar un lugar de convivencia, de
recuperación, de resiliencia en las que son acompañados directamente por
operadores del Hogar de Cristo.
A mediados de 2009 se inauguro el Hogar: “Hermana Pilar”, a modo de casa de
medio camino, en el corazón de la Villa 21, justo detrás de la sede parroquial.
Un primer objetivo fue contar con un espacio para recibir a algunos de los
chicos que egresaban de la Granja Madre Teresa y posteriormente de la
Granja San Miguel, que no tenían donde ir.
Sector de Camping Virgen de Lujan: “Escuela de Vida”
Dentro del mismo predio, se ofrece un amplio sector al lugar del campamento.
A este, concurren chicos y jóvenes de las diferentes villas de emergencia que
pueden disfrutar la tranquilidad del campo y la naturaleza.
El camping es aprovechado por distintos grupos que realizan un trabajo de
prevención. Prevención que es: proteger, prevenir, atender, llegar antes,
preceder, anticiparse, preocuparse, acoger, aproximarse, actuar antes, dar el
primer paso, inspirar confianza acompañar, etc. Ante todo se busca prevenir la
aparición de experiencias negativas, que podrían comprometer las energías del
joven y obligarlos a largo y penoso esfuerzo de recuperación. Desde la
pedagogía de la presencia y el acompañamiento se apunta a buscar el arte de
educar en positivo, de que los jóvenes crezcan desde dentro, apoyándose en
su libertad interior y con la guía de líderes positivos del mismo barrio.
El camping esta preparado para recibir grandes grupos. Cuenta con un sector
para carpas, con baños y duchas, cocina y un amplio sector de fogón; además
están las canchas de fútbol 11, canchas de vóley, un tanque australiano y un
quincho en donde pueden almorzar y realizar actividades bajo la sombra.
A su vez, a 4 kilómetros de la granja San Miguel, la Municipalidad de General
Rodríguez esta concretando un proyecto de una reserva natural de 75 mil
hectáreas, que contará con un lugar de camping, flora y fauna silvestre, y un
lago llamado San Francisco. Dicha reserva posibilitará la visita, caminatas, y
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disfrute de los grupos de campamento que quieran concurrir en articulación con
el Hogar de Cristo.
51
Políticas Públicas
Uno de los temas fundamentales a definir, es el tema de los cuidados de la
infancia, que está muy relacionado con el rol del estado. En esta época, donde
estamos definiendo colectivamente en la sociedad argentina el “rol del estado”
en función de cómo han cambiado las cosas en la última década; sabemos que
por un lado se propone un modelo de país con un estado neoliberal, que es un
estado pequeño que se maneja por medio del mercado, y por el otro un estado
presente que se ocupe prioritariamente de los más necesitados.
Claramente, en función de todo lo que se viene viendo en relación a la
psicopatología, vulnerabilidad social y a la pobreza, es necesario que exista un
estado que se ocupe de los más necesitados, porque están desaventajados
desde el “vamos”, y creemos que es imposible erradicar la pobreza si no hay
un estado presente.
Generar políticas públicas en relación al cuidado de la infancia vulnerable y de
la maternidad, a la opción por la maternidad, y sobre todo a la crianza
responsable y desarrollo del niño sigue siendo una necesidad actual.
La política de la Asignación Universal por Hijo, es un plan interesante porque
es un programa que es abarcador desde el punto de vista de la vulnerabilidad
social, pero creemos hace falta un poco más en referencia al cuidado del niño
vulnerable. A través de la asignación, se establece la garantía de que los
chicos estén escolarizados, de que se les efectúen controles sanitarios y de
vacunación; pero se podrían agregar dentro de los requisitos ciertas pautas en
cuanto al desarrollo emocional de los niños, a la posibilidad de estimulación
temprana, al acompañamiento de la maternidad, sobre todo en los casos de
maternidad adolescente o vulnerable.
Para establecer este tipo de estructuras, primero es necesario generar equipos
que atiendan esa demanda, no solo desde un punto de vista meramente
biológico en relación a los cuidados médicos y sanitarios, sino también desde lo
emocional.
Creemos que el estado debe ser no solo regulador, sino también ejecutor; tanto
en el tema de la infancia, como en las adicciones y en lo referente al acceso a
la salud. También, para dar respuesta a estas carencias, es necesario trabajar
con la comunidad y con las organizaciones de la comunidad. El estado debe
estar adentro de las instituciones, no solo como regulador, también en el día a
día, en lo cotidiano de los dispositivos e instituciones
Estructuras de acompañamiento
Partiendo de la base de los Centros de Primera Infancia como modelo de
estructura de acompañamiento, se podrían implementar nuevas políticas donde
se establezca como obligatoriedad la sala de tres años, y además, efectuando
un acompañamiento en la crianza y en la maternidad en los casos que así lo
requieren. Brindando tratamiento psicológico y psicopedagógico, con buena
calidad de profesionales focalizando la atención en el vínculo madre-hijo, con
espacios de estimulación temprana, que a su vez, tengan herramientas
terapéuticas para las madres.
52
La obligatoriedad de las salas de 3, 4, y 5 años en los barrios y zonas
vulnerables es fundamental, porque no hay espacios educativos que los
puedan contener por falta de capacidad (cupos) o inexistencia de ellos, siendo
que, en los barrios de clase media la realidad es completamente distinta, se
accede hasta a salas de 2 años [maternales]; esto genera un abismo en la
estimulación y el aprendizaje del niño, que repercute en la escuela primaria,
secundaria y en la personalidad de estos chicos y de los adultos después.
Hay que destinar recursos a la infancia vulnerable y a la adolescencia con
problemas de uso de sustancias que es también vulnerable, porque es una
forma de hacer prevención del delito y prevención de la violencia también,
mucho más que las políticas represivas.
Las escuelas primarias deberían tomar otro rol en los barrios y en las villas, no
solo desde el punto de vista educativo, tendrían que ser escuelas con más
recursos, desde lo profesional y lo económico, fomentando y priorizando a los
docentes salidos de esos mismos barrios y con especializaciones efectuadas
en esas zonas vulnerables.
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ENTREVISTAS DEL HOGAR DE CRISTO
PARTE I
Entrevistas efectuadas a los curas villeros y al equipo técnico
ENTREVISTA AL PADRE BASILICIO “BACHI” BRITEZ
Cura de la Parroquia San Roque González y compañero mártires, del
barrio Almafuerte del partido de La Matanza
Centro Barrial “El buen Samaritano” del Hogar de Cristo
El padre Bachi es uno de los líderes del barrio,
nacido en una villa del bajo Belgrano, y crecido en
Villa Palito a partir de que su familia fue desalojada
de la Capital en tiempos de dictadura. Basilicio
Brítez, Bachi para todos, tiene su casa junto a la
parroquia y ejerce su tarea las 24 horas.
Arrancamos entre el año 2004 y 2005. En aquellos
tiempos vivimos el caso de un pibe que se suicidó a
consecuencia de su adicción. En mi casa parroquial
empezamos a ingresar pibes, porque quería hacer
algo con el problema de las adicciones. Ellos iban a
los centros y eran cuatro mil pesos, cinco mil pesos y
con la CPA se complicaba mucho porque tienen una
burocracia... Internan pero con mucha dificultad. No
lo hacen en el CPA. Mandan la nota a La Plata, ven
si hay cama, y el chico tiene que ir varias veces con
Pdre. “Bachi” Brtitez y el Dip. Fernando
el trámite y se pierde la oportunidad.
“Chino” Navarro, recorriendo el barrio
Almafuerte, partido de La Matanza
Arrancamos como pudimos. Pusimos casi diez
colchones, ahí en mi casa armé mi biblioteca, mi
bunker y todo lo que era la cocina; el comedor a la
noche se llenaba de colchones, porque cuando empezamos no teníamos ni
operadores, yo me juntaba con los chicos de la parroquia y me daban una
mano porque se presentaban esas necesidades. Ahí empezamos, de ese
espacio salieron con nuestra precariedad, con nuestros recursos, más
espirituales, más de acogida, el que es hoy profesor de herrería, el que es hoy
operador, Mariano, Patricio… Esos operadores salieron de la casa de
enfrente…
Después, este lugar, en la reurbanización del barrio, lo iban a demoler, era una
escuela de barrio, porque querían construir no sé qué cosa. Entonces, voy a
pelear para que me cedan el espacio, para poder hacer algo... Acá hicimos la
escuela de oficios. Conseguimos que nos dieran un plazo de tres meses para
hacer algo, y la única plata que yo tenía era la plata para hacer la parroquia, y
hicimos algo acá para que no nos quiten el espacio, usamos la plata de la
parroquia y nos entendieron. Me acuerdo que llamé a Alberto Balestrini.
54
Un día llamé a la privada de él, y le dije solamente quiero que me des cinco
minutos, hablamos esta cosa y me voy... y le dije, te dejo esto, no tengo nada y
acá dice todo, te dejo una carpeta. A los quince días me llama y nos dio una
mano, con el aporte que él hizo, hicimos todo esto, a la escuela le modificamos
el espacio, con desarrollo social de nación y el CAL conseguimos las
maquinarias que hay acá, de la carpintería, herrería, computación, zapatería.
Este lugar, no funciona como un Centro de Formación Profesional. Funcionaba
así, estaba todo presentado.... hasta ahora conseguimos que funcione como
una sub-sede del Colegio Sagrado Corazón, un anexo. Y fuimos para que nos
reconozcan el espacio, porque es una lucha fuerte, es una zona en la que hay
mucha demanda.
Relación con la SEDRONAR
El año pasado fue nuestro primer contacto cuando estaba Bielsa. Él vino acá
dos veces. Los chicos que están acá no están medicados, a ninguno se lo
medica, si tienen que ir a un psiquiatra, si tenemos que derivarlo lo tenemos
como opción porque entendemos que el chico tiene que ir, y de hecho lo
hacemos...
No usamos ningún tipo de psicofármaco. Cuando aparece algún caso extremo,
que se va de la realidad, ahí sí pedimos ayuda y lo derivamos, con el CPA o la
Sedronar, pero son casos muy aislados, si tenemos algún caso de alguien muy
hecho bolsa.
Proceso de admisión
El chico que quiera ingresar, ingresa mientras tengamos lugar. Una vez que
ingresa. Empieza y tiene una o dos semanas de "relax" digamos... duemen y
comen, se bañan... se bañan, duermen y comen... y si quiere habla con
alguien, cuenta quien es, pero sólo si quiere...
Una vez que pasan esas dos o tres semanas, empezamos a tener una relación
más personalizada con el....
Tenemos un compás nuestro, desde el vamos, no copiamos ningún modelo,
nada, nada... Si tenemos, que al pibe no le pueda faltar a parte de la comida, y
del espacio para dormir, bien y cómodo, un operador que lo escuche y un
abrazo que lo contenga... un espacio de familia como espacio grupal, un
encuentro inmediato con la familia, si la tiene, con el hijo si lo tiene...
Restablecer los vínculos, eso es clave... el pibe ingresa y ya el domingo tiene
visita, el miércoles le damos el día de la familia, el día del papá, entonces si
tiene hijos, las mujeres traen a los hijos, juegan, toman la merienda, lo que sea
para que no se pierda la relación materna tampoco. Ellos viven acá, pero por
ejemplo los sábados, salen a jugar a la pelota en el barrio, se van al fondo, y si
creemos que se tienen que reconciliar con su entorno la mejor manera no es
aislándolos. A los psicólogos no los tenemos acá adentro, no queremos
tenerlos acá adentro, ellos van al CPA entonces caminan, no hay remís, no hay
coches, caminan desde acá hasta Villa Constructora... Afuera lo terapéutico y
psicólogos, adentro están los operadores, una mujer Maria, que es la que
cocina, Laura que es ayudante terapéutica, Margarita que cumple funciones de
coordinadora y más operadores... ella les va diciendo por donde queremos que
caminen, porque algunos por ahí vienen con la estructura muy de salud. Acá,
creemos que, a parte de una estructura de salud, tiene que haber una
estructura más social comunitaria, porque entendemos que la comunidad tiene
55
algo más para decirle a los pibes, y acompañarlos en el camino que van
haciendo...
Nuestros chicos
El noventa por ciento, de los pibes, de los casos, todos sabemos que en algún
lugar... nos dimos cuenta que en algún lugar se les quedó la vida, en alguna
parte, en alguna hora, en algún momento se les quedo la vida... y cuando se
dio esa separación, es que el pibe tiene que llenar... Y no tiene que ver con una
perdida solamente, el noventa por ciento de los casos sufrieron algún abuso.
Quizás el pibe hoy entró, y al mes se fue y a los cuatro meses vuelve a entrar y
se fue de nuevo, y recién a la tercera vez que vuelve se abre…
Cuando entra, ingresa un pibe que tiene 14 años, 15 años, 16 años por
ejemplo, se reestructura toda la casa para que usen solos el baño, se duplican
las medidas higiénicas. Por ejemplo, a un chico que tiene 14 años, yo no le
digo que no puede ingresar porque tiene 14 años, porque en su vida pasaron
cosas de pibes de 20, 25. Después empezamos a articular con el servicio local,
buscar alguna alternativa más acorde a su edad.
Cuando tenemos casos complejos, los trabajamos con el servicio local y su
equipo terapéutico. Pero volviendo sobre lo del abuso, después, cuando
comenzás a indagar, tenés que entender que el pibe que abusaron a los 5, a
los 6, a los 9 años no tiene mucha perspectiva o idea, porque lo que quiere es
morirse en realidad, entonces no le da mucha bola, a su madre, su familia.. no
tiene las cosas articuladas. De los que tenemos acá muchos han pasado por
una situación así, y ellos por ejemplo no lo blanquean en el CPA. Acá se les dá
la novedad para ellos, que es el tema de Dios, una brisa de espiritualidad que
hace que ellos puedan decirlo, pero desde el deseo de sanar...
Educación y del aprendizaje para el trabajo
Nosotros desde que entran los pibes en primaria, en el secundario, tratamos
que tengan un oficio.
Estudian acá. Tenemos el FINES. Ahora ya terminó el cuatrimestre…
No sé si por la providencia, nos encontramos con el padre Charly, porque a
veces no se entiende como el conurbano es tan distinto a Capital. Allá tienen
todos los recursos habidos y por haber, acá la remamos como podemos. Es
una constante sentir que estas mendigando algo, mendigando. Es muy difícil
conveniar, siempre hay una coma o un detalle que te frena. Recién ahora con
el SEDRONAR y con la ayuda del padre Charly y los curas de Capital, estamos
logrando que entiendan que esto no se cura sólo con pastillas y estamos
armando experiencias de prevención con chicos de ocho a doce años.
Incorporamos chicos en situación de calle, que están sueltos por madres que
están en consumo, o que están ejerciendo prostitución....
Desde acá, uno va viendo las necesidades y va creando los espacios...
No recibimos mucha ayuda del SEDRONAR…
Ellos nos dieron para armar los espacios, y con la gente de acá estamos
armando y trabajando en esto, y porque uno lo siente distinto... este hogar, por
ejemplo el hogar se sostuvo casi cuatro años, sin que los operadores reciban
una ayuda económica, con un ingreso de dos mil pesos lo dividíamos en
doscientos pesos por operador... Pero bueno, ahora estamos tratando que
SEDRONAR nos respalde en eso. Nosotros tenemos acá casi diez personas
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que están ad honorem, y si logramos que convenien, por ejemplo por María
que está en la cocina, que está desde las siete de la mañana hasta las nueve
de la noche con un compromiso de vida, esta gente de la iglesia, que tiene esto
del servicio y es mucho más fácil encontrar gente en las comunidades... todo
este proceso, se apoya con gente de la iglesia, laicos nuestros de acá, yo
tengo Puerta de Hierro, 17 de marzo, San Petersburgo, y es todo voluntariado.
Hay muchas necesidades, en la zona hay necesidades, los que más tienen son
los de la cooperativa Argentina Trabaja, son dos mil pesos y les dura menos
que un suspiro, porque cuando cobran tienen que pagar el fiado, y entonces le
quedan seiscientos pesos para tirar el mes, y que no se enfermen... y que no
se les ocurra enfermarse porque un medicamento les sale cien, ciento
cincuenta, y no te enfermes de urgencia porque no hay ni para el remis, es todo
un tema que si viene...
Salud Pública
Tenemos el Balestrini [hospital en Ciudad Evita], y el CIC que funciona ahi
adentro. Pero está el problema de los turnos en la Unidad Sanitaria del CIC. La
gente va a las seis de la mañana para que te den el número a las ocho de la
mañana, y hasta cinco números en algunas especialidades… Siempre hay algo
que hace falta mejorar.
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ENTREVISTA AL PADRE JOSÉ “PEPE” DI PAOLA
Responsable del Centro Barrial “Gauchito Gil” de Villa La Cárcova, del
partido de Gral. San Martín
El Padre Pepe Di Paola comienza explicando, ante una pregunta, que los
chicos que vemos en el patio son convocados por CILSA. Cuando el llegó
ocupaban mañana y tarde, por lo cual les planteó que necesitaba que le
liberaran el lugar por la tarde. Explica que CILSA, respaldada por una
fundación extranjera, desarrolla proyectos de apoyo a chicos con dificultades
para desarrollar sus capacidades.
“Mi idea es prolongar el Hogar de Cristo en barrios donde no se conoce esta
esperanza que sí tienen los chicos de las villas donde está hasta ahora"
A la tarde nos quedamos nosotros con el otro centro barrial, el Don Bosco. Y
después tenemos más. Tenemos la iglesia que la usamos como salón
multiusos, el patio que lo estamos alargando, y si los quisiéramos tener
después de la cinco o seis de la tarde cuando terminan… una especie de
movimiento juvenil, queremos llegar a eso.
Acá estamos tomando chicos de seis años. De un poco más de siete y ocho, la
idea es tener preparado para chicos más chicos también, chicos tipo guardería;
espero que las monjas vengan a dar una mano también… que con la “Medalla
Milagrosa” se arme un puente para la [adolescencia]… Una capilla en una
esquina, que hasta ahora no tenía ninguna utilidad, que estamos arreglando
para armar algo. La Cárcova empieza acá, si no vas al fondo la gente no va a
venir acá.
Tenemos dos dispositivos… uno esta en villa La Cárcova, y después tenés las
vías, y de este lado tenés 13 de julio, y ahí tengo la otra capilla. Y después
tenemos Independencia, Villa Curita; ahí estamos haciendo, la idea es que
tengamos dos casas, una se está construyendo con la iglesia Italiana.
Por el momento estoy yo solo como responsable, porque había un cura que
volvió a Córdoba, y este año no me pueden enviar a nadie, pero creo que el
año que viene va a venir un cura seminarista, o alguien laico que le guste
[trabajar], porque la guita es lo de menos muchas veces, el tema es que entre
alguien con criterio en la otra capilla, que cuide a la gente, que trate bien a los
chicos, que sepa coordinar una “vida comunitaria”, y a veces no hace falta que
sea un cura, si vienen estas monjas a Lujan, y bueno, bárbaro… estamos en
una etapa de armado desde adentro, o sea, que pasa a mezclar entre aquellos
voluntarios que vienen de afuera, mas algunos de acá, que es lo que pasaba
en la villa 21, que la gente es una buena combinación, así que, esta es un poco
la idea nuestra.
Los chicos vienen, toman la leche y se van tipo 11… pero bueno…
Tenemos la idea de hacer un CEC (centro de estudios complementarios), pero
nada es fácil… Hay mucha lejanía con la provincia, los vínculos no los tengo,
pero la verdad nací en Burzaco, pero todo el mundo que conozco es de Capital;
y vine acá y tengo mucha relación con el municipio, de hecho el abogado que
trabaja acá renunció con Alberto “Pepe” Palacios, y renunció y vino; este dirige
el centro y toma causas acá de la gente.
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La verdad es que llegamos y nos encontramos las cosas menos diez, entonces
muchas cosas no las tengo porque no había nada, y no había nadie.
La idea es trabajar en la zona, en prevención fuerte a través de la iglesia hacer
como una organización barrial, muchas cosas del estado no estaban en `97
`98…2001 no había nada, la dibujaban como podían, pero si la hubiésemos
tenido en ese momento, no la hubiéramos hecho nosotros… estamos
trabajando con el estado, recién en el 2009 se inicia la escuela de oficios,
cuando yo llego acá había un montón de ofertas, pero no tenían esa fuerza,
esa presencia, y no se sacaba provecho. Hay cosas que llevan mucho tiempo,
que la gente se organice con comunicación, educación… Pero claro, hay que
tener la institución bien parada. Yo decía, cuantos chicos realmente pueden
aprovechar las cosas que tienen para estar mejor, el plan Fines aunque no lo
da la iglesia, suponé que lo dan ahora en los “pìchoncitos” (merendero)… para
hacer un grupo juvenil fuerte, el seguimiento que se les hace así, a la familia, si
el chico no está yendo a la escuela, vos como institución podes hacer que ese
plan rinda más…
Yo lo que trabajo y lo que nos propusimos con Don Bosco… a la gente le
vamos proponiendo, asumimos ese rol, que la niñez es la [adolescencia]
anterior… poco a poco la gente de acá lo va tomando, lo va entendiendo.
Estrategias del Hogar de Cristo
En el Hogar de Cristo en la villa 21-24, a los chicos les buscamos una casa,
una escuela de oficios, eso es importantísimo…
La prevención la tenemos en el territorio. Si surge un caso que lo requiere, de
ahí lo mandamos, es que nosotros tenemos, alquilamos un lugar y tenemos
una monja que es asistente social, Marcos y esta allá Daniel un chico
recuperado de la villa 21, ese es el grupo, funciona todos los días, pero
funciona a disposición del usuario, en un local que alquilamos porque van
chicos de acá de esta villa y de la villa de al lado; tiene la dinámica de un centro
barrial como los que tenemos en las otras villas. Y que pasaba? A fin de año no
tenían un lugar y tenían que hacer reuniones en cualquier lugar y tanto Marcos
como Daniel, lo fueron haciendo en centros de salud, comedores, la gente los
conoce, los profesionales de la salud también los conoce. Los pibes pueden ir
ahí, no se los registra para romper un poco con la burocracia que hay en el
estado. Al pibe con problemas de adicciones no le decís: andá y llamá por
teléfono, le decís, venite solo al mediodía, te quedas a almorzar, jugas al
metegol, tenemos la reunión, es decir, es un lugar donde enseguida encontrás
una respuesta, y que la recuperación se maneje en el barrio. Mandarlo a un
lugar lejano, pensando que lo largas y estamos todos contentos, no nos sirve.
Lo ideal es que el barrio se haga cargo de la recuperación del chico
Acá por ejemplo tenemos un psiquiatra que viene los martes. No tenemos
nada, nada acá… El centro el Hurtado de la villa 21, ese tiene convenios,
nosotros recién empezamos y estamos afuera, eso de vincularse. Acá esta
como ajeno la relación con salud, con lo que sea…
Acá en Independencia y después en la escuela de oficios, como propuesta a
los jóvenes más grandes, es el trabajo más preventivo; en los lugares que
dicen están más encargados en el tema de la recuperación. ¿Qué pasa? Vos
vas a un centro adolescente y te das cuenta que el cincuenta por ciento
59
Inauguración del Centro Barrial “Gaucho Antonio Gil”, Villa La Cárcova, partido de Gral San Martín
consume drogas, entonces te das cuenta que el tema de adicciones está ahí
también.
En la escuela de oficios en la villa 21 vos tenés chicos recuperados, y algunos
oficios hoy se dan en la misma granja [dispositivo de internación intermedio], y
cambio todo en un dispositivo en cuestión de prevención…Como modalidad
puede ser como un equilibrio, algo de prevención y algo de asistencia…
Articulación con algunos sindicatos
Nosotros apuramos la construcción de acá y podemos ir hablando con las
empresas… Plásticos…Barrionuevo. Le dije a Barrionuevo, yo necesito que un
aula la paguen ustedes por gastronomía, porque es una buena salida, estamos
cerca de San Isidro, Boulogne, Tigre, Villa Ballester, hay mucho de acá y él es
de acá
60
La punta del sindicato sería importante para el trabajo…Me gustaría una pata
metalúrgica, todo lo que es herrería, soldadores…
La Pastoral Social
Yo estoy más en el tema de adicciones, la pastoral social tiene mucho más… y
ahora las adicciones tiene un espacio mucho más fuerte y voy a seguir ahí.
Villa Fiorito, un destino truncado
No pude ir a Fiorito, porque hubo una desinteligencia del obispo con curas de
ahí. Yo iba a ser cura de Fiorito. Lo de Fiorito es una parroquia de una
congregación de ahí, y de la iglesia dijeron que lo iban a dividir por donde pasa
el tren, de un lado una parroquia y del otro otra. El obispo Lugones… vine un
par de veces a ver el lugar, es una realidad que necesita… y me era más fácil
todo, estaba más cerca de la villa 21, más cerca de todo. Y bueno, no se puso
de acuerdo el obispo con los curas de ahí, que son de una congregación de
etiqueta, porque si fueran de una congregación diocesana, viste…!!!!
Después lo quise hacer de otra manera, porque me quedaba Villa Urbana en la
puntita, tenía que ir ahí a un colegio parroquial y la villa me quedaba por acá,
pero viste la estructura de la villa… las cosas claras, me voy a La Cárcova, que
el obispo de allá me dijo…
El Padre que esta en Fiorito es colombiano, cualquiera!!. Es de una
congregación de la india, hay de todos lados. No es una parroquia, es una
capilla; porque la parroquia esta… no me acuerdo el nombre. Me hizo un
montón de veces ir al pedo, me tantearon. A Lugones le dije chau !!
…son los lugares mas complicados, estamos hablando de zonas que en este
tema… Yo cuando estaba en villa 21, tenía un programa de chicos de la calle y
después el centro del Hurtado, pero los chicos de la calle eran de Fiorito,
Ingeniero Budge… y después que hacían, tomaban el tren ese que termina en
la estación en Buenos Aires, de los 100 que teníamos, 70 eran de Lomas.
La diferencia entre CABA y el Conurbano
En la provincia los curas suelen tener otra visión. Pero claro, era una diferencia
grande de tiempos vividos, los años que se vivieron de Mujica hasta acá en las
villas de capital, no se vivieron igual en las del conurbano.
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ENTREVISTA AL PADRE CARLOS “CHARLY” OLIVERO
Director del Centro Barrial San Alberto Hurtado y Granja Hogar Madre
Teresa del Hogar de Cristo.
Soy de Buenos Aires y nací en 1976, soy bien porteñito. Hice el secundario en
Santo Tomás de Aquino en Congreso, es el secundario de la Universidad
Católica Argentina.
Siempre tuve mucha vocación social, empecé a estudiar medicina y por cosas
de la vida me acerqué a la iglesia. Empecé a sentir que mi vocación de servicio
y de totalidad, que trataba de canalizar a través de la medicina, era el
sacerdocio. Yo ya era sacerdote, era como mi identidad, la ablación.
De chico iba a la Villa 31, hacia apoyo escolar y jugaba con los pibes. Después,
antes de entrar al seminario, cuando empiezo a pensar en mi vocación, iba a la
plaza a tocar la guitarra con los ambulantes.
A los veintinueve años me ordeno como sacerdote. Antes de ser sacerdote,
como seminarista trabajaba en las villas; en el año 2002 no me aguantaba el
encierro del seminario, sentía como una desproporción entre la vocación y la
realidad, estaba como en una crisis. Esto lo planteo en el seminario y justo
Monseñor Bergoglio había llegado, con que se podía hacer una formación más
personalizada, y tomé ese camino.
Terminé viviendo en la villa, ese año no estudié en la facultad de medicina,
pero seguía en el marco del seminario y la parroquia. Después, no podía volver
más a vivir al seminario, una ves que te abrís no podes cerrar, ya no podía
volver atrás.
En el año 2002, 2003 me quedé en la Villa 21-24; en el 2004 y 2005 me
mandan a San Cayetano de Liniers para completar mi formación, y me ordenan
de diácono, sacerdote. Mi primer destino como sacerdote es en la Villa 21,
vuelvo porque el Padre Pepe Di Paola lo arregla con Monseñor Bergoglio.
Trabajo con el Padre Pepe hasta el año 2010, incluso después también.
Hogar de Cristo como estrategia
Hay cosas que son como providenciales…
Empezaron a aparecer pibitos en situación de calle en la villa [2003-2004], y se
empezaban a instalar. La villa no tenía chiquitos en situación de calle,
empezaban a aparecer porque los corrían de otros lugares de la ciudad y la
villa ofrecía algo más contenedor. Las posibilidades de consumo estaban, y en
la villa no los molestaban. Se empezaron a armar “ranchaditas” en las
inmediaciones de la villa, entonces en aquel momento hicimos un pequeño
centro para acompañar chicos en situación de calle que era Niños de Belén
[2006].
Surge Niños de Belén por las necesidades y demanda existente, este fue uno
de los antecedentes para la creación del Hogar de Cristo. Otro, cuando llego a
Barracas en el 2002, había empezado un año antes una experiencia para
acompañar pibes que estaban con un consumo problemático de drogas,
también vinculados a grupos de violencia, y hacíamos retiros espirituales,
grupitos de autoayuda.
Ese mismo año, Pepe me pide más participación, a su vez teníamos un microemprendimiento, hacían velas y los pibes se llevaban unos pesitos… era un
desastre!!!.
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Después, empezamos a organizar partidos de fútbol a la noche porque
veíamos que era un horario más complicado para atravesar. Y empezamos a
ver, lo poco adecuadas que eran las respuestas asistenciales previstas por el
estado y la sociedad civil para estos chicos, y tuvimos la necesidad de buscar
otras estrategias.
Algunos chicos venían a vivir a la parroquia, y tuvimos un intento concreto de
hacer un pequeño centro, pero no pudimos avanzar porque no teníamos los
recursos, no nos daba el cuero, no pudimos.
Providencialmente, a un funcionario del Ministerio del Desarrollo Social se le
suspendió un compromiso con gente del gobierno Vasco. Este funcionario
andaba mucho por la villa, entonces lo llama a Pepe y le pregunta a él si los
puede recibir. Estos funcionarios que vinieron del gobierno Vasco, eran
católicos, se emocionaron y se ofrecieron para bancarnos el proyecto.
A partir de ahí, empezamos a gestionarlo y a trabajarlo; buscamos una ONG´s
que nos hiciera el aguante, porque necesitábamos un socio local en el país
Vasco. Con ese dinero que llegó, pudimos trabajar los dos primeros años y con
eso arrancamos.
Fuimos descubriendo, y enseguida nos dimos cuenta que había que buscar
nuevos caminos. Teníamos que construir nuevos caminos, porque la
complejidad de los chicos, de los pibes que estábamos acompañando
desbordaba por todos lados las respuestas que estaban previstas.
Esta situación la empezamos a ver con el tema de la tuberculosis, lo vimos con
la situación de calle, con la situación de las mamás y los nenes. Teníamos que
hacer cosas distintas, para abarcar las problemáticas de la vida entera. Todo lo
que se fue haciendo fue respuesta a las necesidades, a lo que veíamos t
tratábamos de canalizar por algún lado.
Hoy por hoy, el Hogar de Cristo está explotando… Acabo de llegar de
Gualeguaychu y están abriendo un Centro Barrial ahí; me llamaron recién de
Río Gallegos, que quieren para ver si podemos acompañar una experiencia. En
distintos lugares, de algún modo se fue cerrando un modelo, y como en todo,
pueden existir algunas tensiones desde lo ideológico; en líneas generales se
fue cerrando el modelo, que no podría haber sido posible sin Caacupé.
La Parroquia Nuestra Señora de Caacupé significa un “faro”, es la presencia
histórica, la posibilidad indiscutida de los curas en las villas. La presencia
puntual del Padre Daniel de la Sierra [1938-1992, denominado “el ángel de la
bicicleta”] en la Villa 21, quien frenó la erradicación y resistió con los vecinos.
Por él y por eso la Villa 21, es la única que cuando aparece la Ley de
erradicación de villas no es movida, él “conocía” el recurso de amparo, frenó
las topadoras y organizó los vecinos.
También, la presencia del Padre Pepe como gran organizador del barrio. El
tuvo la iniciativa de traer la virgen desde Paraguay en el año 1997, esto
movilizo al barrio paraguayo, y logró que la gente se hiciera cargo, a que las
personas comprendieran la necesidad de la organización comunitaria, y la
gente respondió; el trabajo comunitario, el trabajo de prevención dio la
posibilidad. Todo eso sirvió para que apareciera el Hogar de Cristo y no hubiera
aparecido sin este contexto, sin duda.
En la actualidad, con un poco más sistematizado el camino, pudimos y
podemos desembarcar en el gran Buenos Aires, pero la experiencia sin
Caacupé no hubiera existido.
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Este estilo de trabajo, puede hacerse en cualquier lado. Lo puede hacer una
organización en un barrio, una ONG´s, lo puede hacer una iglesia evangélica,
pero la iglesia católica tiene por ahí algunas cuestiones, que la ponen en un
lugar como privilegiado para el trabajo pero a su vez, de mucha
responsabilidad si no lo hace.
Ahí aparece en primer lugar la cuestión orgánica, la iglesia tiene una
organización que permite la difusión del modelo, que permite un trabajo en red
que facilita los recursos. Por dar un ejemplo, si nosotros tenemos cuatro
centros barriales y no es tan grave la situación legal de los pibes, los conflictos
que presentas, capaz que con un solo abogado para los cuatro dispositivos,
estamos bien; estas cosas se pueden organizar desde la iglesia, porque la
cuestión orgánica y la organización central de la iglesia lo favorece.
Por otro lado también dentro del cristianismo, y esto también lo compartimos
con otras iglesias, existe una formación remota que favorece la reconstrucción
de los lazos sociales, que tienen que ver con los valores cristianos del perdón,
del saber perdonar, de la solidaridad, de la paciencia, de lo común, de lo
popular y por eso, la figura de Jesús que toca al leproso que nadie quiere tocar,
que se acerca a la prostituta sin importar lo que opinen de él, que rompe esos
límites, estigmatizaciones, y tabúes para humanizar, también es un “faro”
importante para nosotros. Por eso pienso que dentro del cristianismo en
general y dentro de la iglesia católica en particular, existe una responsabilidad
muy grande respecto a este tema, y no es la droga, las adicciones, sino, la
reconstrucción de una sociedad que por el individualismo se fue rompiendo, se
fue desarmando y se fue fragmentando.
Solidaridad: dar no puede ser fácil, tiene que costar
Sangramos.
La Madre Teresa de Calcuta siempre dijo que “hay que dar hasta que duela”.
Hace poco tuve que ir a hablar a ACDE, a la Asociación Cristiana de Dirigentes
de Empresas y les decía, que de esto no se sale tirándole el “muerto” al estado,
para que haga centros de recuperación, o que se ocupe la iglesia sin que tenga
participación el estado; acá, o salimos todos o no salimos. Les dije, que las
empresas tienen que hacer lugar. Si vos no les haces lugar a los pibes, perdés.
Perdés, porque tenés que tener paciencia, porque si el pibe te falta un lunes
tenés que saber que estas apostando a algo más grande. Las empresas tienen
que entender, y salir de esa lógica del ganar y ganar, para que exista la
inclusión social.
Para que exista la inclusión social, hay que dar lugar. El problema que
tenemos, es que nuestra sociedad es muy individualista y nos lleva a buscar
una posición cada vez más egoísta, donde todo sea para mí, para mi familia,
para mis hijos, y esto no es así.
Tenemos que aprender a ver, porque NO es la droga. Es la oportunidad de
reconstruir una sociedad a partir de los valores que nos dio Jesús, por eso es
que entiendo, que esto de los centros barriales como dispositivos es
profundamente evangelizador.
El abrazo del Padre Bachi y la respuesta del estado que impide el abrazo
Comprender el lugar del centro barrial, también nos hizo ver que estado hace
falta, y esto lo hablamos mucho con Monseñor Bergoglio cuando estaba acá en
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Buenos Aires; el saber ver las tensiones que existen, y la necesidad de ayudar
al estado a que ocupe el lugar que le toca.
La iglesia tiene y aplica en su doctrina social el principio de subsidiariedad, esto
quiere decir que, las organizaciones mayores no deber hacer lo que pueden
hacer las organizaciones menores. Esto me sirve para pensar en la mamá, en
cuanto a la relación filial por su sobreprotección: cuando la madre hace las
cosas que tiene que hacer el hijo, el hijo no las hace, y en contra posición, la
madre que está muy lejos, tampoco mira lo que el hijo tiene que hacer.
Con el estado existe esta dualidad, a veces es un estado en retirada y que no
permite el crecimiento, que no permite la organización comunitaria, pero a su
vez, un estado muy abajo, es un estado que tampoco permite: si tengo un
grupo de pibes que están haciendo un tallercito de fotos y enfrente viene el
Ministerio de Desarrollo Social, arma un programa con talleres de video y
fotografía por seis meses, y además, les pagan a los pibes para que se
capaciten seiscientos pesos… además de sacarnos a los chicos del dispositivo,
una vez finalizado el taller del ministerio, también le sacan a ellos el subsidio:
Entonces, la organización comunitaria se muere, un estado muy abajo también
mata.
La cuestión es: de que modo el estado puede tutelar el crecimiento de la
comunidad o el crecimiento de las organizaciones?
En este sentido, después del neoliberalismo, después de los ´90 seguimos en
un tiempo de búsqueda, no tenemos un estado homogéneo. Existen distintas
posturas y distintos espacios, pero confío en que aparezca un estado que
acompañe y tutele el crecimiento.
Nosotros estaríamos encantados de que aparezca alguien [estado] y nos diga,
les vamos a dar el dinero que necesitan, nosotros vamos a fortalecer estas
cosas que están pidiendo, pero nosotros necesitamos que empiecen a
“producir esta información”, por ejemplo; Que nos vayan conduciendo,
marcando el camino. Este es el paso que podemos dar hoy, con respecto al
estado.
Cuando uno es muy chico, mamá tiene que hacer todo; cuando uno es más
grande, mamá se tiene que ir corriendo y dejarte crecer, con lo cual, esto no
tiene que ser igual para todos. Pero esta llegada diferenciada, es lo que
sentimos que de algún modo se está imponiendo en el territorio. Al estar en el
territorio, la pregunta es como llegan al territorio?
Dispositivos
Tenemos dispositivos de llegada que son los Centros Barriales, en ellos
entramos en contacto con los pibes. Ahí empezamos a mirar la vida, nos
abrimos a la escucha, empezamos a trazar estrategias para la inclusión,
buscamos generar una red de acompañamiento que permita vencer la
orfandad. Después, tenemos otros dispositivos que son respuestas a las
necesidades que van apareciendo en el centro barrial, que son de segunda
instancia. La Granja-Hogar Madre Teresa es así, es un dispositivo de segunda
instancia.
Con el tiempo, iban apareciendo cada vez más chicas que no podían acceder a
los tratamientos estandarizados, chicas embarazadas, con hijos… y la pregunta
era, que vamos a hacer? Esa piba no tiene derechos, no tiene posibilidades?
Como hacemos?
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Entonces, al repetirse estas situaciones, al repetirse algunas cosas, nos
íbamos generando preguntas. Por ejemplo ahora, nos estamos preguntando
que vamos a hacer con los chicos, con los chicos en situación de calle, cada
vez aparecen más… y que vamos a hacer? Tenemos ahora esa pregunta,
estamos discutiéndolo, y no lo sabemos todavía. En algún momento aparecerá
la respuesta y daremos un paso más.
Hay como distintos niveles de respuesta, espacios donde se va a buscar como
ser Niños de Belén, o las callejeadas; espacios donde se aloja la vida, los
centros barriales, y espacios con respuestas un poquito más específicas, como
las granjas o las cooperativas.
Herramientas, recursos y estrategias. Reducción de daños
La murga, la escuela de oficios, la secundaria, los exploradores son cosas
distintas, porque mal que mal están planteados para pibes que están viviendo y
no perciben el problema del consumo, del consumo del paco; por lo cual, con
esto lo que buscamos es fortalecer la socialización, los deportes, las artes…
pero a los pibes que están atravesados por el paco, por la droga, que cada vez
están mas complicados, no les podes ofrecer un tallercito. Estos chicos tienen
dolores, tienen deseos, tienen necesidades que deben ser satisfechas.
Estos chicos tienen necesidades que hay que escuchar.
Si uno de estos pibes, no ve a su hijo hace diez años… tiene una espina
clavada acá [señala su corazón], tratamos de componerlo un poquito, vamos a
caminar y vamos a tratar de encontrar a su hijo, súmale a esto su situación de
calle.
En estos casos, frente al consumo problemático hace falta la conciencia, la
conciencia de que es un problema; cuando ese chico reconoce que hay un
problema y que se está complicando la vida, surgen mil preguntas. En la
medida que vamos respondiendo esas preguntas, el pibe se queda.
Esta es tremenda…!! Estamos muy preocupados con la tuberculosis, tenemos
pibes en gira, que no bajan, que están en la ranchada, que se mojan con la
lluvia, en invierno, a la noche; tienen bajas las defensas, comen poco, comen
mal, comparten unos ranchitos chiquititos y entonces se contagian mucho; no
tienen hábitos para poder hacer un tratamiento, el hospital no los puede retener
porque el pibe necesita ir a consumir y se va… Estamos hace tiempo con este
asunto, y la pregunta es como hacemos? Como hacemos para que los pibes
completen el tratamiento? Se van volviendo multi-resistentes, y ahora tenemos
una chica que es tremendamente resistente, resiste seis drogas, resiste seis
cepas y además contagia…
Hace unos días comiendo con un neumonólogo del Hospital “J. A. Penna” me
dice, lo que tenemos que hacer tirarle unos pesitos para que venga a tomar la
medicación. Claro, en que sistema de salud entra eso, no?; La cuestión, es que
esta piba tremendamente resistente va todos los días. Ella además nos dice:
bueno, menos mal, ahora tengo que laburar menos y puedo tomar la
medicación…
Esta estrategia esta bien? No se si está bien, pero de otra forma esa piba se
iba a morir. Solo son mil quinientos pesos por mes, cincuenta pesos por día; y
a esa chica si la internas: cuanto te sale?
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Hay que ser creativo, hay que ser plástico, poder acomodarse a la realidad de
ellos. Buscar soluciones fuera del estado… mover estas cosas en el estado, es
muy difícil.
Identidad del Centro Barrial
Si decimos en el centro barrial que nuestra especificidad es la persona, de
algún modo estamos superando la fragmentación; por ejemplo: el Hospital “F.
Muñiz” mira la tuberculosis, la Maternidad “R. Sardá” mira el embarazo, el
RENAPER mira el documento, en Tribunales miran la causa, los paradores
miran la situación de calle… lo específico nuestro es la persona, todo eso. Lo
claro es, que no podemos tener todos los recursos adentro del centro barrial,
necesariamente nos tenemos que poner a trabajar la red [Milanese Efrem, libro:
Tratamiento Comunitario].
Cuando empezamos a trabajar la red nos dimos cuenta que, si les pasábamos
una lista de recursos a los pibes y les decíamos: en situación de calle anda al
parador tal, si tenés que hacerte el documento anda al RENAPER… y esto los
chicos no lo hacen, porque el recorrido hay que humanizarlo, y se humaniza
poniéndole el cuerpo, poniéndole cariño.
Ese núcleo que era la familia que en algún momento garantizaba la inclusión,
hoy no está muchas veces, y los pibes están solos y de algún modo ese lugar
lo tiene que ocupar la organización comunitaria. Entonces, no es el pibe solo,
no es la institución… es el centro barrial el que se para en el lugar de
mediación, para humanizar, para acompañar en el recorrido, para hacerlo
cálido, y para dar fuerzas.
Entiendo que las políticas sobre adicciones, cada vez más, tienen que ir hacia
estos dispositivos de mediación. Hace falta que estén las comunidades
terapéuticas, hace falta que estén los hospitales psiquiátricos, hace falta que
estén los centros de día, hace falte que esté el parador… pero más, hace falta
alguien que mire la totalidad de la persona, que acompañe, que de cariño, que
necesariamente no tenga las respuestas, pero que esté. Estar al lado.
Vínculos. Relaciones. Miradas. Desafíos.
Quien es ese pibe? Quien es esa piba, no?
La previa es saber mirar quien es el otro. Los dispositivos de mediación, los
centros barriales, tienen que salir de esa lógica asistencial de las estructuras de
poder y ver al que tiene el problema. Se tiene que reconocer al pibe que viene,
como a un igual, como la propia carne.
Con el tiempo, vamos tejiendo relaciones, relaciones que nos hacen bien a
todos, que nos van enriqueciendo, que nos van dando sentido, que nos van
fortaleciendo, y decimos que somos familia. Pasamos la navidad juntos,
éramos ochenta personas acá en la granja y era una fiesta. Y si a esa misma
fiesta, uno le saca esta familia: eran ochenta tristezas, ochenta fracasos…
incluso el mío.
Festejamos porque estábamos juntos, porque les da sentido y les da fuerzas
para luchar. Encontrar el sentido en la vida, es una experiencia posterior a ser
amado… si no te sentís amado no le encontrás la vuelta, no hay razón para
vivir.
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Lógica. Organización. Gestión
Una cruz…Una cruz que te mata.
Cuando algo se te desajusta, se te desajusta todo junto.
Hace poco tuve un problema en una de las casitas amigables, dos chicas se
empezaron a pelear a los golpes, y los vecinos se pusieron a juntar firmas. En
otra de las casas, que tenemos conjuntamente con el Ex-CENARESO nos
apareció una denuncia también hecha por los vecinos, por la cual tengo que ir
ahora a una mediación…
A veces estamos en manos de Dios.
Es la parte más difícil, darle sentido a lo general. Vamos haciendo los caminos
individualmente, desde los centros barriales, desde los espacios. Trazamos
estrategias más grandes y a veces es muy difícil…
En agosto pasado, fui a verlo al Papa Francisco. Yo iba para decirle, que desde
los centros barriales nos alimentamos de la experiencia, que entendíamos que
no éramos centros de recuperación, y que éramos una forma de vivir la iglesia.
Que la idea que teníamos era irradiar la experiencia, y yo estaba como subido
a un avión enorme… y le decía:
-Usted diga el lugar marginal que quiera y nosotros vamos…!!
Y Bergoglio empezó a mover la cabeza como diciendo, no, no, no…
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Y la respuesta fue:
-Es el proceso, no el lugar. Vienen creciendo bien, sigan así…
el discernimiento… Y para el discernimiento me dice:
-El signo de Dios, es el desborde. Y estuvo bien lo que me dijo. Si uno tiene
todo muy controlado, hay algo que no esta bien.
Estamos contentos de lo que plantea el Papa, es un respaldo. Es un respaldo
porque cuando hay reuniones, cuando hay gestiones se hacen mucho más
fáciles, porque él está ahí; por su vínculo con nosotros, se nos hace más fácil
todo… pero también es una pérdida acá. A Bergoglio vos lo llamabas un día a
las siete de la tarde, el te atendía y al otro día te juntabas.
A medida que vamos creciendo en la gestión, necesitamos cada vez perfiles
más raros, más específicos. Porque se supone que vamos respondiendo a los
problemas, y quiere decir que los problemas son cada vez más complejos.
 Dra. Silvina Peluso
[Psiquiatra, Directora del Hogar-Granja “Madre Teresa” del Hogar de Cristo]
Brevario de la entrevista conjunta con el Pdre. Carlos “Charly” Olivero, efectuada en
Febrero del 2015.
Es necesario trabajar el tema de la gestión y me parece importante. Después
de unos cuantos años, tenemos que pensar cada vez que hacemos las
cosas, discutir algunos temas, organizarnos… igual nos vamos a desbordar,
igual nos va a sobrepasar porque esa es la lógica. La lógica es, los
dispositivos responden a los problemas, entonces, siempre los problemas
están primero.
Nosotros no sabíamos gestionar, no teníamos porque; pero tal vez la gestión
la arman desde lo político y nosotros estamos armando una forma distinta de
gestionar, donde le estamos buscando la vuelta y buscamos dejar de ser tan
improvisados en algunas cuestiones.
También buscamos mejorar las capacidades técnicas. En el año 2010 viaje a
Brasil a conocer la experiencia de la asociación Lua Nova, y conocí a un
peruano que era especialista en marketing, pero que trabajaba en proyectos
de tercer sector; el había modificado todo lo que ellos llaman “generación de
rentas” que serían los talleres, porque tenía una visión muy diferente de lo
que eran los microemprendimientos. El logró ubicar, los productos que las
chicas en rehabilitación elaboraban en los talleres, en distintos mercados y
con eso, logró que las chicas se valoraran de otra manera; estas pibas
elaboraban unos muñecos que se utilizaban para educación sexual, que no
existen en ningún lado.
En base a esta experiencia, hay que empezar a ver de otra manera las
cosas, porque considero que primero está la persona y después está la
formación técnica o profesional. Hay que tomar esa formación y empezar a
ser menos improvisados, menos precarios. A veces se gasta un montón, por
gastos de último momento y en esto considero, que existen lugares
estratégicos en función a los recursos y a como se distribuyen, que
tendríamos que seguir trabajando; estos espacios, lugares tendrían que estar
a cargo de gente formada, pero que personalmente se parezca a nosotros, y
porque los que no estamos formados en ese tema no sabemos nada.
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Nuestro Monseñor Bergoglio. Nuestro Papa Francisco.
Ese Bergoglio de preocupación social, con criterio, ese Bergoglio lo
conocíamos, ahora es otro. Yo lo vi como distinto, estaba como mirando el
horizonte, es claro que son otros los problemas. Tiene que responder en
concepto de las naciones, tiene otro rol. Con lo cual es el mismo, pero es otro.
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ENTREVISTA A LA DRA. SILVINA PELUSO
Psiquiatra Infantil y Directora de la Granja-Hogar “madre Teresa de
Calcuta” del Hogar de Cristo
Lo primero para decir, es que mi centro de interés no tiene que ver con las
adicciones, sino con la marginalidad y con la pobreza. Básicamente, con los
problemas que generan la marginalidad y la pobreza, y las adicciones estarían
dentro de eso; las adicciones y muchas otras cosas. Por eso, a mí no me gusta
enfocar la especialidad en las adicciones; lo que a mi me mueve, es el
pensamiento de cómo erradicar la pobreza.
La pobreza y sus consecuencias, la pobreza material, la pobreza en recursos,
la pobreza en relación a… a la falta de servicios, a la marginación, a la
ausencia o poca presencia del estado dentro de los barrios.
Cuando estaba en la secundaria, quería tener actividad social. Comencé
entonces a trabajar en actividades parroquiales, dentro de mi barrio Villa
Crespo, Palermo, la parroquia es una parroquia de clase media, con cierto
“conchetaje”; y ahí empecé a tener a los 16, 17 años actividad. Dentro de la
actividad parroquial me empecé a inclinar y a identificar con todo lo que es la
“opción por los pobres”.
Haciendo un paralelismo histórico, parte de mi adolescencia fue muy
autoritaria, muy enclaustrada y muy dentro de casa. Yo crecí en una familia de
clase media, mi papá mecánico, mi mamá ama de casa, y ninguno de los dos
hizo escuela secundaria pero sin embargo, mi papá sobre todo, tenía muy
buenos recursos cognitivos, era un tipo que solía leer mucho y estar muy bien
informado.
Entrada la democracia, la posibilidad de conexión grupal estaba dada por la
parroquia. Era muy sencillo hacer vida social en la parroquia y no tan sencillo
en otro tipo de organizaciones, como en un centro de estudiantes que en esa
época no existían, y mucho menos en partidos políticos.
A mi, ya me interesaba el tema de la pobreza, el tema de porque existe la
pobreza en la sociedad, porque hay gente discriminada y subestimada
solamente por lo que tiene, o por lo que no tiene; por que hay gente que
quedaba fuera del sistema, del estado incluso.
Es posible que todo esto me lo planteaba por mi núcleo familiar; yo estudié
desde el “vamos” en escuelas públicas, primaria, secundaria y en la
universidad, y creo que eso también fue una manera de generar este tipo de
debate, pero también existen cuestiones que son más de índole personal… es
verdad, que mi papá sobre todo dentro de su actividad siempre hizo una
actividad social, iba a los hospitales, llevaba cosas y yo lo acompañaba en
esto, acompañaba como nena; tuve una educación que siempre tendió a mirar
la “cosa” desde un lugar mas comunitario, y sobre todo desde el lado de que:
somos todos iguales, al margen de lo que cada uno tenga, y de compartir. Yo
siempre digo, que el sentido de compartir me lo enseñó mi papá, cuando me
dijo: lo más complicado es compartir un chocolate!! Si aprendía a compartir un
chocolate, aprendes… en esto había cosas, que me acuerdo de mi papá como
estar en la parada de colectivo con una vecina, subir al colectivo y sacar el
pasaje de la vecina como una cuestión de responsabilidad, y esto es algo que
yo no había visto, y sobre esto él nunca me había dicho nada al respecto, no
me lo había enseñado con palabras era con hechos. Ahí, es donde uno va
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viendo cuestiones comunitarias, de solidaridad, del ambiente en los talleres
mecánicos que tenían algo de humilde, donde había chicos dando vueltas
alrededor, comiendo con él …, esto por ahí es lo que me generó una inquietud
importante…
Cuando estaba terminando la secundaria, dentro del grupo religioso empiezo a
trabajar en el barrio, en una zona que había sido desalojada por el Brigadier
Osvaldo Cacciatore para construir una autopista. Yo conocía amigos de mi
infancia, muy cerca de mi casa y esos desalojos, como nunca se construyo esa
autopista que iba a pasar por ahí, quedaron las casas vacías y con el tiempo,
fueron tomadas; esa era una zona del barrio que estaba llena de gente muy
marginal… entonces desde la parroquia, empecé a trabajar con esta gente y en
sus casas.
A los dieciséis años comencé a hacer voluntariado, dentro del Movimiento
Juvenil Parroquial. Existía la Acción Católica, existían las vanguardias obreras
católicas que era una línea que estaba muy relacionada con el mundo del
trabajo, con el mundo del peronismo, de donde yo tengo todavía muchos
amigos, pero no participaba de ninguna institución eclesial, participaba de lo
que se estaba gestando en ese momento, que era el Movimiento Parroquial
Juvenil; y de hecho siendo muy joven, fui coordinadora del movimiento varias
veces. Siendo coordinadora de este movimiento, me dedicaba mucho a lo
social, porque era lo que mas me movía e interesaba, buscaba que la parroquia
deje de ser pacata y se des-estructure, que aborde lo social y lo político con los
jóvenes; a veces se pudo y otras veces no tanto…
Con dieciocho años me afilio al peronismo por convicción, al Partido Peronista.
No milité, nunca milité. Pero en ese momento había una unidad básica, y en
esa época empezó a surgir el Grupo de los 8 de Germán Abdala y “Chacho”
Alvarez, y yo empecé a trabajar desde la parroquia con un grupo de chicos de
la unidad básica y me lo “permitieron”, por así decirlo. Obviamente los chicos
de la unidad básica no entraban a la parroquia, yo iba a la unidad básica; pero
logramos hacer un par de actividades en común, que en ese momento era
bastante complicado, porque en la parroquia había gente muy de derecha, y
hoy por hoy también… yo no entendía nada, pero cuestionaba muchísimo
cualquier cosa por mas pequeña que sea. A partir de ahí, empiezo a conocer
gente, estaba haciendo el ciclo básico y aunque era buena estudiante, en el
secundario por ahí en el área histórico-social dejaba bastante que desear, en
cuanto era la época del proceso militar y muchas cosas se tapaban.
Cuando empecé la universidad y el ciclo básico, era una época de mucha
discusión y empecé a entender, a tener mas conciencia de los partidos
políticos, a poder elegir, cuestionar, criticar… mis viejos, y sobre todo mis
abuelos, siempre fueron peronistas porque les gustaba Perón, y yo por ser la
hija y adolescente tomaba la opción contraria, y cuando ganó Raúl Alfonsín yo
era alfonsinista hasta que empiezo a entender cierta relación entre el pueblo,
los trabajadores y el peronismo, y me costó muchos debates en clase, porque
me posicionaba desde el alfonsinismo, y terminé convirtiéndome al peronismo
por convicción. En esa época era muy raro que alguien vaya a afiliarse, a los
dieciocho años sin tener una cuestión de militancia; si, tenia mis preferencias, a
mi me gustaba la posición de Abdala, era lo que seguía, leía y escuchaba.
Trabajando en la parroquia, había gente mas grande, matrimonios que eran los
guías que habían sido militantes peronistas de otras épocas, en los que
coincidía la militancia y el compromiso social con la gente, que venían de
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distintos palos, donde me empezó a gustar la forma de ser de la gente y de las
familias, veía que existía algo en común conmigo entre lo parroquial, religioso,
la teología de la liberación, de los movimientos sacerdotales para el tercer
mundo, y el peronismo. Empecé a hacer un paralelismo y a imaginar el tipo de
vida que a mí me gustaba, con la manera de familia, con una casa de puertas
abiertas, de no tener rejas y que no me importa si me “afanan” por esto de
defender lo público, de tener las puertas abiertas de la casa familiar para
escuchar a la gente; mis viejos siempre fueron muy copados, pero autoritarios
siguiendo un “perfil del proceso” porque ninguno de los dos había tenido
participación en nada… mi viejo tenia posiciones, pero siempre con mucho
miedo. Al encontrarme con familias diferentes con otro grado de participación,
que se la habían jugado, encontré un estilo de vida diferente: la familia abierta,
el estilo de vivir en comunidad, la idea de ser solidarios con los otros, la idea de
alojar a alguien que viene del interior, la posibilidad de escuchar a alguien
cuando lo necesite… obviamente yo empecé a tomar este estilo, que iba de la
mano de cierta religiosidad asociada, con la línea de la iglesia más de izquierda
y con el peronismo militante que era oposición. Yo quise entrar en esa.
Me cuestionaba: qué poder hacer?, qué aportar para que la marginalidad no
sea tal?, para que la gente se integre, para que no exista gente fuera de
sistema, para que halla igualdad social, para que no halla gente que se muera
de hambre, este es el punto que me mueve desde pequeña, y siempre tuve
estas inquietudes.
Cuando decido elegir una carrera, en realidad, yo con toda mi militancia
católica empiezo a recorrer villas del conurbano, por cuestiones puntuales
como ir a pintar una escuela, actividades comunitarias. Mi política era, uno se
tiene que hacer cargo de lo que tiene al lado; yo no me podía hacer cargo de lo
que le pasa al otro, pero si podía acompañar los procesos del otro. Yo quería ir
a trabajar a las villas y conocer los lugares, empecé a trabajar por mi barrio,
entraba en los inquilinatos, subía y bajaba las escaleras, con los pobres del
barrio… En esa época las escuelas primarias públicas del barrio se empezaron
a llenar de gente muy humilde que provenían de las casas tomadas en general,
en una de estas escuelas uno de los docentes era el papá del Padre Tano
[responsable del Hogar de Cristo “Don Bosco”], que es el que empieza a
organizar los viajes a Bariloche para llevar a los niños de las escuelas públicas
donde trabajaba.
Cuando me toca decidir que carrera seguir, estaba entre medicina y servicio
social porque obviamente era muy de parroquia ser trabajadora social, pero
como sin quererlo en el momento, puse medicina. Probablemente esto tenga
que ver con cuestiones más íntimas y personales mías, por los problemas de
salud que tenía mi papá, que lo sufrí desde muy chiquita. Yo conviví en mi casa
con ataques cardíacos de mi papá, frecuentes, en donde muchas veces era yo
la que participaba tomando el pulso, asistiendo, a partir de los once años
siendo casi adolescente; papá muere cuando tenía diecinueve años. Recuerdo
que haciendo la primera asistencia a mí papá, me temblaban las piernas. A
partir de ahí, es que aparece mi vocación por la medicina.
Dentro de la medicina, desde el comienzo en mi carrera, empiezo a juntarme
con materias que implicaban la atención social y la medicina sanitaria, por
ejemplo: la materia “Atención Primaria de la Salud” que a muchos alumnos no
les gustaba; participé de algún congreso que organizó la facultad en donde no
era habitual que participaran estudiantes, sobre medicina social… donde
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participaban muchos grupos que trabajaban en áreas comunitarias, no me
involucre en esa época en trabajos comunitarios, ni en la militancia desde la
carrera de medicina, pero si trabajaba y daba clases particulares porque mi
familia no me podía pagar la carrera, alquilaba los libros y sacaba fotocopias a
los textos. Me enteré que en la actualidad no existe más el alquiler de libros,
porque se los roban, pero en mi época me resultó muy útil, porque podía
acceder a un montón de libros que de otra forma no lo hubiera podido hacer;
tener los libros en mano era un placer; en la biblioteca había textos pero no
eran tan actuales.
De esa manera y dando clases particulares, me pague la carrera. Daba clases
a chicos de primaria, secundaria, apoyo escolar; pero lo que más me gustaba
dar era: física, química y matemática, por eso también llegué a dar clases a
chicos que estaban estudiando la carrera y que no podían aprobar las materias.
Me pasó que muchos compañeros, me pedían que les diera clases mientras
cursábamos, sobre todo de química; en la secundaria empecé a dar clases a
los catorce años. Mi hermana era maestra y empezó a pasarme alumnos; me
generó muy buenos ingresos y eso me permitió también conocer a los chicos.
En la primera parte de mi elección de la carrera, al ser psiquiatra infantojuvenil
tiene que ver con esa experiencia con el desarrollo, de cómo los chicos crecen,
como se van desarrollando, porque se genera una cosa u otra. Pero también, la
elección la adjudico a una cuestión netamente personal por la enfermedad de
mi papá.
Cuando elegí medicina, dentro de la carrera empecé a elegir todo lo que tenía
que ver con la medicina sanitaria, sin yo saber que era. No la tenía muy clara,
pero dentro de la carrera de medicina, de la instrucción, existía una ausencia
de debate con respecto al sanitarismo porque recién había finalizado el
proceso militar, la dictadura. Si bien, empezaba a existir un auge desde el `83
al `86, en la carrera solo existían dos materias relacionadas: Salud Pública I y
II, que me imagino que en otras épocas tendrían un material “más potente”.
Con el alfonsinismo, surge la materia: Atención Primaria de la Salud, que si
bien era escueta, para mí fue sumamente interesante y me pareció genial,
porque eso recién aparecía: la atención primaria, la conferencia de Alma-Ata a
la que el país se suscribe en plena dictadura, y el trabajo comunitario. Siempre
dentro de la carrera me incliné hacia esto, pero para ser médico había que
ejercer medicina y cuando termino la carrera, me encuentro con unas
“promociones” de una residencia que se llamaba: Residencia de Educación
para la Salud.
En el transcurso de toda mi carrera siempre había dado clases y me sigue
gustando la docencia, pero no quería estudiar para ser docente, no quería ser
docente solamente. Me considero docente aunque no haya estudiado para eso;
había empezado varias ayudantías pero las terminé por mis actividades, era
comprometerse más de la cuenta y yo tenía que trabajar; entonces, mi parte
docente la tenía desde mi trabajo.
Entonces, cuando veo esta posibilidad de residencia de Educación para la
Salud, veo que tiene un examen diferente, común que arma un equipo de
trabajo con médicos, psicólogos, antropólogos, sociólogos, trabajadores
sociales y licenciados en ciencias de la educación; hoy por hoy, se incorporó
enfermería, psicopedagogía… estaba planteada como una residencia para
médicos, y se efectuaba en el Hospital J.A. Penna; Este hospital es el que
absorbe a la “Villa 21”.
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Había una sola vacante para médico, porque era una residencia muy chiquita,
era una vacante para cada uno. Empecé a averiguar que posibilidades tenía de
entrar, porque no se podía uno anotar y rendir dos exámenes distintos, no se
podía rendir para más de una residencia en ese momento. Si yo me anotaba en
pediatría o clínica médica, no me podía anotar en educación para la salud
aunque el examen era distinto. Pero me llamó la atención porque los textos
eran distintos, desconocidos y los iba a leer por primera vez, a parte no tenía
que rendir sobre la carrera de medicina que era lo que más conocía y cosa que
hice tres años después, cuando entré a la residencia de psiquiatría.
Me parecieron muy interesantes los libros que me planteaban para esta
residencia, era novedosa e interdisciplinaria, no era una residencia con guardia,
con horario de 08:00 a 16:00hs, no era asistencial, era una residencia muy
tranquila; y me daba el tiempo, la edad como para hacer después una segunda
residencia de un área más médica. Me arriesgue y entré.
Estudié antropología, sociología, algunos textos específicos que eran para ese
examen; bastantes difíciles para mi que venía de una carrera muy biologicista.
Ponerme a estudiar antropología cualitativa, me resultó complicado pero me
abrió la cabeza. Leí: “Adiós, señor presidente” de Carlos Matus que hablaba de
planificación estratégica… esa residencia no solo me sirvió para trabajar en el
ámbito comunitario y popular, sino también, para diagramar programas de
atención, para promoción de la salud y prevención de la enfermedad, y me
permitió conocer el territorio en el que después iba a trabajar, que era la “Villa
21”; me permitió conocer una dinámica de abordaje sobre los sectores
populares, y me permitió “saldar” algunas discusiones de los trabajos en áreas
populares, como es por ejemplo: cual es el rol profesional en los sectores
populares.
A los veintisiete años rindo el examen para la residencia de psiquiatría, donde
vuelvo a estudiar la carrera de medicina, termino la residencia de psiquiatría
infantil en el 2001 siendo Jefa de Residentes. No acepté, la Jefatura de
Educación para la Salud porque quería tener la opción de hacer la otra
residencia. Mi plan de vida era hacer la residencia de psiquiatría, me negué
rotundamente a aceptar el cargo.
En la residencia de Educación para la Salud, es que empiezo a trabajar en la
villa; en el ámbito comunitario en hoteles, inquilinatos, casas tomadas de la
zona de Constitución; también, en la “Villa 26” de Barracas que es muy
chiquita; en la “Villa 21-Zavaleta” por un trabajo de relevamiento socioambiental; armábamos grupos de mujeres, familias donde trabajábamos temas
específicos. Toda esa dinámica del trabajo comunitario en salud, la aprendí ahí;
y además, abrí la cabeza a la sociología, antropología y a la psicología,
empecé a hacerme “amiga” de las áreas más sociales, siempre desde una
mirada más pragmática, menos teórica.
Las discusiones que se planteaban en educación para la salud, eran intestinas,
paja mental… porque era un grupo de profesionales donde la mitad eran
carreras asistenciales, y la otra, no. El médico, el psicólogo y el trabajador
social tenían contacto con las personas desde la asistencia, en cambio el
antropólogo y el sociólogo desde la teoría… era la práctica y la teoría chocando
en todas las discusiones. Fue muy interesante y enriquecedor. Por esta
residencia, empieza a aparecer mi interés por las áreas sociales.
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La primera vez que fui a Villa Zavaleta en la residencia, fuimos con
guardapolvos para efectuar unas encuestas, presenciamos un tiroteo. Eso, me
conmovió… Estábamos cumpliendo con un proyecto del Jefe de Área
Programática del Hospital “J. A. Penna”, del Dr. Pedro Saposnik; era un
profesional muy dogmático, tal vez de la derecha peronista pero con una
practicidad a la hora de ir a los barrios, que no tienen los médicos. Yo adopté
su misma estrategia. Me metía en los barrios con mucha soltura, “muerta de
miedo” muchas veces y empecé a hacer un trabajo conmigo misma, para
superar las fobias y no paralizarme. Me daba mucho miedo ir a las villas, sobre
todo a la “Villa 21” que era la más grande, donde la parada de colectivo
quedaba lejos, y tenía que patearla sola; entonces, empecé a ir… agarraba la
“encuestita” y me largué sola.
Me impactó la violencia en la villa, me dio miedo [1997], y no dejo de tener
miedo cuando voy a la villa “1-11-14” por lo general, de tener que cruzar ciertas
partes de la villa y a pesar de que conozco. Soy muy cautelosa cuando ingreso
y tengo algunos recursos, como no tener mucha plata pero tampoco poca,
tengo la plata para que me roben en el bolsillo. Yo ya se que si les tengo que
dar los celulares y los medicamentos que tengo en la cartera, es así. Tengo
algunas cosas que las he trabajado, pero no dejo de tener miedo.
Otra cosa que también me impactó, es que cuando entraba en las casas y me
ponía a charlar, la gente era muy amena y había mucha tela para trabajar. La
gente te cuida. Siendo residente de tercer año acompañe a una residente de
primer año por un caso de tuberculosis, había que hacer el relevamiento
después de las 17:00hs, cosa que nos habían advertido que no hagamos;
empezamos a preguntar diciendo que éramos del hospital y los vecinos nos
cuidaban, nos decían: -es por ahí… yo te miro desde acá!!; Íbamos
preguntando y nos iban cuidando. Lo relaciono con lo que propone Efrem
Milanese cuando habla de Tratamiento Comunitario y propone armar el mapa
de contactos, de líderes de opinión de gente que va conociendo, de las redes
personales, no solo de redes institucionales. Lo que entendí con el tiempo, es
que estas redes se plantean como “maneras de cuidados”… Ellos plantean un
tratamiento comunitario, que tiene que ver con abordar los barrios marginales
donde existe la violencia y el peligro, donde la red subjetiva personal se
establece como cuidado. La gente en los barrios se maneja de esta manera,
ellos saben perfectamente cuando hay alguien ajeno y que no es de la zona, en
la medida que se establecen redes más grandes en estos barrios, se está más
cuidado; Si cuando fui a hacer esas encuestas hubiera sabido esto, lo hubiera
hecho de otra manera con algún referente barrial.
Esta estrategia de cuidados de equipos, en relación a las redes personales es
una idea acertada; no se puede mandar a los equipos profesionales a trabajar
sin cuidados, pero tampoco con guardias de seguridad o policías al lado.
Cuando el Dr. Saposnik nos manda a trabajar a la Villa 26, nos manda con una
referente barrial que era militante peronista; esto él lo sabía perfectamente.
Además, nos dijo que podíamos trabajar sobre cualquier tema, pero nos
recalcó que no nos metiéramos con el tema adicciones, porque existía una
suerte de bandas que estaban vinculadas con el negocio del consumo, y si
nosotras como hospital nos metíamos con el tema, probablemente íbamos a
tener problemas [año1994-1997].
76
Haciendo un paralelismo en mi vida, el Padre Pepe Di Paola todavía no estaba
en la Parroquia de Caacupé de Barracas. El barrio era una batalla campal, una
guerra de pandillas. Para esa altura de mi vida, había dejado de ser católica,
no militaba en la parroquia, no iba a misa, y me había transformado en
agnóstica, me había pasado la facultad por la cabeza. No perdí contacto con la
gente de la parroquia, pero me corrí… me corrí desde la fe.
Para esta época, me empecé a involucrar con el Movimiento de Residentes y
tuve bastante participación gremial; este movimiento estaba liderado por un
grupo de chicos que eran maoístas, me hice amiga de ellos pero sin tener que
ser maoísta y entender su línea de trabajo. Al empezar a tener actividad
gremial, note un cambio en el grupo de residentes míos, dado que cuando me
ponía al frente de una reunión de residentes y quería que votaran un paro, ellos
lo votaban. No participé una barbaridad de la actividad gremial, porque me
asusté y me pareció un poco manipulador el poder; sentí que había adquirido
una herramienta de manipulación de masas que no me gustaba ejercer y traté
de bajar un cambio. Me di cuenta que las personas que “tomaban la batuta”
manipulaban mucho a la asamblea, y vi claramente desde lo político como una
asamblea puede elegir en “frío” o en “caliente”, y como la cabeza del líder es lo
que terminaba surgiendo. Entendí que tipo de discurso tenía que tener para
convencer, y eso no me gustó. Me corrí, de ejercer desde el lugar de la
autoridad pero sin dejar de participar, pero desde el llano.
Esa residencia de la Educación, me dejó una mirada social y sobre cuestiones
políticas que no conocía, porque en la época del secundario no tuve actividad
política porque no la había. Fue un punto que necesitaba explorar y esta
residencia me lo permitió, me permitió conocer cierta estructura del manejo del
gobierno municipal. También me sirvió para ver la diferencia entre la “derecha”
y la “izquierda”, la izquierda es solidaria, altruista y la derecha no; de base uno
se cuestiona: por qué gusta más la izquierda que la derecha?, porque desde un
punto de vista ético es innegable, la izquierda es la igualdad y la derecha es la
libertad, pero sin embargo la izquierda toma la libertad en cambio la derecha no
toma la igualdad; en este punto esta el hecho de que la libertad mal entendida,
se convierte en libertinaje… es cuando empiezo a optar por ciertas líneas
políticas de centro de izquierda que sigo teniendo hasta hoy.
Terminando la residencia en Educación para la Salud, también me empiezo a
relacionar con el Hospital Tobar García participando de la Red de Juegotecas,
cuando casi no existían. Actualmente existe la Ley de Juegotecas [Ley Nº
415/2000] que se basa en un escrito de la residencia de la Educación para la
Salud del que soy coautora, de esto me enteré después. Cuando ellos arman la
Ley, yo ya estaba haciendo la residencia en psiquiatríahabía que estudiar un
montón de cosas nuevas y yo quería ser psiquiatra.
Cuando comienzo la residencia de psiquiatría, aparecen la neurociencia y el
neurodesarrollo. Aparece una formación psicoanalítica pero también cognitiva,
sistémica y de otras psicologías; pero la que más me “cierra” es la
psicoanalítica, a la hora de los problemas de conducta, porque los problemas
de conducta son los problemas de la marginalidad. Mi pregunta cuando hice la
residencia de psiquiatría, en el Hospital Infanto Juvenil “Tobar García” era:
-Por qué hay chicos con problemas de conducta internados en un
neuropsiquiátrico?;
-Por qué hay algunos médicos que dicen que esos pibes son para acá?
77
Era un dilema, me recomendaron leer a Donald Winnicott [Libro: “Deprivación
y Delincuencia”], porque siempre tuve esta iniciativa, y si aprendí mucho de
este psicoanalista infantil. Elegí esta residencia porque estaba toda junta, no
era solamente infantil y el primer hospital que elijo fue el Hospital General de
Agudos “Dr. Cosme Argerich”, y mi intención era hacer adultos ahí, fueron dos
meses y hubo una readjudicación donde uno se podía cambiar, porque
justamente había una vacante, y quedaba otra vacante en el Hospital Infanto
Juvenil “Tobar García”; esos dos meses trabajando con adultos me sirvieron
para darme cuenta que tenía que hacer niños y adolescentes; Que la parte de
la psiquiatría que me interesaba, tenía que ver con el desarrollo y con el
neurodesarrollo.
Hasta ese momento, tenía toda mi carrera dedicada a trabajar con niñas, niños
y adolescentes. Por un lado, creo que hago esta elección por una cuestión
personal porque siempre tuve mucha relación con chicos y adolescentes,
siempre me atrajo mucho estar con chicos, jugar con ellos y siempre tuve muy
buen “inside” trabajando con ellos desde muy joven, esto se dio desde que
empecé a dar apoyo escolar, desde la educación. Esto me llamaba la atención
y me gustaba, pero en algún momento me di cuenta que la prevención estaba
en la infancia; con esta mirada de medicina preventiva y social llegue tarde,
entonces empecé a ver la infancia desde la patología y desde la psiquiatría; de
esta manera, lo desasné y vi el proceso del desarrollo, esto es lo que yo hago
en el “uno a uno” con mis pacientes. Por dar un ejemplo, tengo un paciente
desde los cuatro años y ahora tiene doce, lo vi crecer, vi como funciona y fui a
la casa; fui a la casa porque las atenciones de urgencia las hago en domicilio y
sin cobrar, mis urgencias son gratis pero esto no lo saben todos mis pacientes.
Pero cuando un papá me llama y yo tengo que ir a la casa, por un caso puntual
o a un hospital, la consulta, la intervención no la cobro porque para mí es una
obligación, no todo sucede dentro de un consultorio; Esto lo saque de la
filosofía China, donde los médicos chinos en realidad cobran la consulta
cuando es de control y no la cobran cuando es de enfermedad; y me gustó
tanto esta filosofía que la puse en práctica.
Empiezo a dedicarme a los niños, empiezo también a aprender más sobre
psicoanálisis y sobre neurociencia; como psiquiatra en la residencia, si bien
había una línea psicoanalítica también estaba surgiendo la línea de la
psiquiatría biologicista, estudié un poco de todo siempre priorizando la parte
psiquiátrica porque era lo que tenía que saber. Cuando termino la residencia en
psiquiatría, hago la Jefatura de Residencia; fue una experiencia interesante
porque fui elegida para el cargo, no me pusieron “con el dedo” y fui elegida por
mis compañeros, es un cargo de conducción que tenés que ejercer en equipo
con otro compañero psicólogo.
Cuando salgo de la jefatura, aparece un concurso para suplencia de guardia
cosa que nunca me “cerró” en la carrera, porque no trabajo bien bajo presión y
lo hice, porque lo tenía que hacer. Era el único concurso que se abría y era la
única posibilidad que tenía para ingresar a un hospital público, entonces rendí
el concurso, lo gané pero nunca hice guardia; tenía el cargo, y con ese cargo
en un momento me convocan para trabajar en un programa. Era muy común en
es época, como los profesionales no querían ir a los centros de salud que
mandaran a las persona que tuvieran cargos de suplencia de guardia; como
este cargo lo tenía y no lo ejercía, y lo tenía por dos años porque no te lo
pueden dar de baja, me llaman para trabajar en el área de Salud Escolar de la
78
Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Comienzo a trabajar desde el área de salud en las escuelas de las villas
porteñas, porque necesitaban un psiquiatra infantil para dos centros de salud:
uno dependiente del Hospital General de Agudos "P. Piñero" y el otro del
Hospital General de Agudos "Donación F. Santojanni"; no tenían forma de
contratar gente y acepté. Lamentablemente este cargo me lo dieron de baja,
por la poca influencia que tenía esta gente cuando transcurrieron los dos años
de la suplencia, fueron cuestiones políticas. Durante ese tiempo, trabaje en
Villa Soldati y Mataderos que son zonas muy marginales.
Recuerdo que en esa época, se planteaba una problemática que sigue
existiendo en la actualidad en el ámbito de los centros públicos de salud:
Hay muy pocos profesionales que sepan y quieran trabajar con chicos,
muchos se largan a atender chicos sin saber y por esta problemática que
se presenta, es que es tan difícil hacer prevención con los niños.
Por ejemplo, les pedís a los profesionales que te atiendan a un chico de cuatro
años con problemas de conducta y no tenés casi ningún centro de salud, que
tenga profesionales que sepan atenderlos; esta es una falencia grande del
sistema de Salud Pública, porque la prevención se hace ahí con los niños y no
después.
Cuando uno indica un tratamiento a los cuatro años, esta haciendo prevención,
prevención de patologías de grandes, prevención de problemas de conducta,
prevención de adicciones, prevención de disfuncionalidad familiar…
No solo había trabajado en ese entonces en el área de Salud Escolar, también
trabajé con equipos mixtos en orientación escolar en el Pro.Sa.Ne, en el
Programa de Sanidad Escolar, que evalúa el estado de salud de los niños en
edad escolar, realiza el seguimiento de la atención de los problemas de salud
que se hubieran detectado e implementa acciones de promoción y prevención
de la salud en las escuelas.
En estos centros de salud hacia promoción, prevención y tratamiento, ahí
también me conecté mucho con todo lo que tiene que ver con discapacidad,
porque no hay nadie que atienda discapacidad en las villas. Era lo que a mi me
gustaba y sabía hacer, empecé a tener pacientes que me derivaban de parte
del Padre Pepe Di Paola, que por ese entonces no conocía personalmente. El
Padre Pepe era muy conocido por su trabajo barrial desde la Parroquia de
Caacupe, pero me lo había imaginado como a un hombre mayor. Al centro de
salud de Villa Soldati me llegaban chicos que vivían en la casa parroquial de
Barracas de la Villa 21; estos chicos no tenían familia dentro de la villa y Pepe
los alojaba. Todavía no existía el Centro Barrial, ni tampoco existían estrategias
desde el Hogar de Cristo, y me derivaban a varones con problemas
psicológicos o psiquiátricos.
Mi primer contacto indirecto con el Padre Pepe, se establece por un psicólogo
que yo conocía de la Residencia de Educación para la Salud, que a su vez era
muy amigo de Pepe. El otro nexo de contacto fue el Padre Nicolas Angelotti,
que es el hijo de unos amigos de mi cuñado; estos dos contactos hicieron que
el Padre Charly Olivero me convocara cuando quieren abrir el primer Centro
Barrial del Hogar de Cristo.
Yo no sabia que ellos me conocían, que tenían referencias de que yo trabajaba
en las villas, de esto me entero mas tarde. El padre Charly me llama, y tengo la
primera entrevista con él para armar el centro barrial.
79
La problemática de las adicciones dentro del área de la psiquiatría y la
salud mental siempre circula, y yo siempre he visto pacientes que han
consumido sustancias, usuarios problemáticos de sustancias desde lo
individual. Pero la realidad, es que yo no focalizo en ese diagnóstico
porque para mi no es el diagnóstico principal. Esto se lo había explicado
al Pdre. Charly, y también le comenté que a mi no me interesaba
dedicarme a las adicciones, porque la adicción en sí no era el problema,
sino la marginalidad y los problemas de conducta, la deprivación y la
delincuencia.
La deprivación es la carencia o presencia y luego pérdida de madre, de
cuidados maternos, o de cuidados familiares cuando uno es niño; y esto se
relaciona directamente con los comportamientos delincuenciales y adictivos,
esto es siempre lo que me interesó.
No me interesaba dedicarme a las adicciones. Cuando cursé pediatría en el
hospital conocí a una pediatra muy copada que me preguntó que especialidad
iba a seguir, y le respondí que no sabía todavía. Me respondió, que elija lo que
elija algo en lo general, que no me vaya para el lado de lo específico, lo que
ella me decía era que vaya de lo general a lo particular, porque sino me iba a
quedar muy circunscripta a la particular. Es ahí, cuando yo me niego a decir
adicciones, porque es lo específico, y dedicarse a lo específico genera la
tendencia a olvidar la integralidad de la persona.
Mi mirada, siempre fue por el lado de la vulnerabilidad y la pobreza. A mí
siempre me interesaron los problemas de conducta, porque a veces dicen que
hay chicos que son psiquiátricos y en realidad lo que tienen son problemas de
conducta; y lo que me cuestiono es:
-Por qué tienen problemas de conducta?
Y por qué delinquen y por qué consumen?
Llegada al Hogar de Cristo
Tuve una primera entrevista fue con el Pdre. Charly, y la segunda fue con el
Pdre. Pepe, Pepe era el que daba el ok final para que me integre al equipo del
Hogar de Cristo. Me cayó bien la propuesta de entrada, era lo que yo quería;
iba a trabajar en los barrios desde mi profesión, y además, no era una mirada
focalizada en la adicción sino que era una mirada integral de la persona.
Nunca atendí adictos en mi consultorio o con trastornos de personalidad
graves, porque son pacientes que para mi no son para consultorio y hay que
atenderlos, en el contexto de un equipo estableciendo mas redes, que el
vínculo único personal paciente-terapeuta. Tiene que existir un equipo de
verdad, donde se establezcan transferencias múltiples que en adicciones es
fundamental.
Empiezo a trabajar en el Hogar de Cristo, primero yendo una vez por semana
solamente para ver a los chicos del centro barrial, y terminé siendo la única
psiquiatra, pero además la única profesional del equipo por mucho tiempo.
En mi experiencia clínica de trabajar con pacientes, no siempre trabajé con
personas con problemas de conducta y trastornos graves de la personalidad
que son muy difíciles de tratar; despacio iba aceptándolos a medida que tenía
condiciones para poder tratarlos. Por eso considero que en los centros
barriales deben trabajar los profesionales más capacitados en estas áreas y
con suficiente experiencia clínica. Aunque sean profesionales no rentados se
80
debería poder hacer una selección para que sean profesionales con cierto
grado de capacitación para atender estas problemáticas.
Al terminar la residencia en psiquiatría infantil en el año 2001, deje de trabajar
en el ámbito municipal, deje de tener un sueldo fijo y quería irme al interior.
Estaba buscando un cargo en el interior, tenía una amiga que se había ido a
Río Gallegos y había dejado un cargo en Bariloche; entro a indagar por este
cargo, me entero que la “frecuencia” de esquizofrenia es relativamente alta,
me gustaba la idea de trabajar en el área comunitaria, y porque existía una
experiencia de desmanicomialización basado en la experiencia de Trieste
[Italia], esta opción me interesaba mucho. Me contacté directamente con el
director del hospital, él estaba encantado de que fuera, pero no estaban
cobrando y les estaban pagando con “Lecop”; esa situación me dolió tanto que
no intenté continuar.
Durante la crisis del 2001-2002 sigo manteniéndome con las obras sociales,
con el programa de salud escolar dos veces por semana y además, ya tenía mi
consultorio. Empiezo a trabajar en el Hospital Francés, y la línea de este
hospital es muy neuropsicológica, muy neurocientista, cognitiva y no
psicoanalítica; me empiezo a formar en todo lo que es neurociencia, llegando a
la conclusión de que la neurociencia moderna al grado actual de conocimientos
debería intervenir en todo lo que es educación. No podía ser, que sabiendo
todo lo que se sabe sobre desarrollo neurológico en los niños pequeños,
todavía la educación no tome los conceptos existentes. Consideraba que la
gente de educación no solo tenía que conocer la patología del niño, sino
también, el desarrollo de los niños justamente para hacer promoción y
prevención.
Efectúo un par de cursos y empiezo a trabajar con el equipo del hospital de
psicopedagogas neurocognitivas, comienzo a aprender sobre la línea
neuropsicológica que no había aprendido en la residencia. Cuando el Hospital
Francés quiebra, ellos arman su equipo de profesionales en ADINEU
[Asistencia, Docencia e Investigación en Neurociencia], y me incorporo en este
equipo. Me termino apartando de ellos cuando empiezo a trabajar en las villas;
tal vez no debí haberme ido de ahí, porque la profesionalidad de trabajo de ese
equipo era excelente. Yo estaba acostumbrada a trabajar en equipo de pares,
con personas donde cada una tenía una tarea clara, que sabía de lo suyo y que
tenía experiencia en lo suyo; entonces, yo estaba tranquila que esa
psicopedagoga por ejemplo haga la evaluación.
Al trabajar con población vulnerable, se tiene que trabajar por lo menos con los
profesionales más avezados y capacitados.
A mediados del año 2011 empezó a surgir la pregunta: qué hacemos con las
chicas? Qué hacíamos con las chicas en situación de calle y embarazadas?
Surge la idea de hacer un “Madre Teresa” de mujeres, y yo me decía: mmm…
nuestras chicas no son así, son chicas más urbanas y son distintas; pensaba
que el campo no iba a andar con nuestras chicas, y que un dispositivo de
internación para las chicas no eras lo adecuado. Había visto muchas chicas en
el Hurtado, que se habían recuperado sin internación o sino, la internación
había sido muy breve, porque los hijos están presentes. Tenía mucho
resquemor, de armar una camada de mujeres tal cual como la de varones.
81
Charly conoce a Raquel Barros [directora de Lua Nova. Arma un intercambio
con Lua Nova y me manda a mí, a una psicóloga social y a una voluntaria.
Pasamos una semana en Brasil.
Conozco la estrategia de Lua Nova, y al poco, tiempo sale en portugués y
después en castellano el libro de Tratamiento Comunitario de Efrem Milanese,
me cerró la teoría. Esta teoría dentro del ámbito de la salud comunitaria, me
cerraba muy bien, porque me parece complementadora de la estrategia de
APS en sectores populares y vulnerables.
Se empiezan a construir las casitas de Madre Teresa mujeres. Cuando las
casas están construidas en diciembre de 2013, Charly me hace la propuesta
para abrirlo; armamos un equipo técnico con una trabajadora social y una
psicóloga, y en mayo del 2014 lo abrimos.
OBSERVACIONES
La opción por la maternidad
Es un tema para discutir, ser madre es una elección y la condición fundamental
es el deseo. El deseo a veces no está de base, pero después aparece tiene
que aparecer, en caso contrario esa crianza podría ser negligente y con el
tiempo podría aparecer consumo y/o delincuencia.
82
PARTE II
Historias de vida - Entrevistas efectuadas a chicos del Hogar de Cristo
Consideraciones previas
Dra. Silvina Peluso [Psiquiatra Infantil del Hogar Madre Teresa y del Hogar de Cristo]
Con el objeto de poder realizar un mejor análisis de las historias de vida que se
presentan, a continuación quisiera reflexionar sobre algunas consideraciones
teórico-clínicas desde mi práctica concreta en el Hogar de Cristo:
Triada sujeto-sustancia-situación
Según el psiquiatra y psicoanalista franco-alemán Dr. Claude Olievenstein8
existe una triada entre:
 como fue constituida la persona, es decir su constitución subjetiva:
SUJETO
 el tipo de sustancia que consume: SUSTANCIA
 y la situación socio-económica-ambiental: SITUACIÓN
Sujeto, sustancia, situación: una interrelación entre estos tres elementos define
al tipo de “toxicómano” tal como lo va a denominar su autor.
Dice Olievenstein en su libro “La droga 30 años después” en cada momento:
hay "tres desencadenantes potenciales; ellos son: el producto mismo, la calidad
del individuo y el momento sociocultural. Y si estos tres factores están
reunidos, la toxicomanía encuentra su terreno de implantación. Ninguno de
ellos es determinante por sí mismo; en el conjunto, ellos adquieren un poder
devastador. Que puede matar.9
Génesis del “toxicómano verdadero”: sujeto.
Olievenstein diferencia el usador recreativo (lo que algunos llaman uso no
problemático o responsable de sustancias) del drogadicto profundo (uso
problemático o dependiente) al que él denomina “toxicómano verdadero”, entre
ellos están todos los estados intermedios.
El primero depende mayoritariamente de las condiciones socioculturales, hay
que hablar de la época de la situación en cada momento determinado. Es
diferente a la falta arcaica en la subjetividad, lo propio del "drogadicto profundo
o toxicómano verdadero”.
El Dr. Claude Olievenstein retoma la noción de Lacan en "El estadio del espejo"
para explicar que la dependencia del sujeto a la sustancia se encuentra al nivel
de la génesis de la identificación.
El estadio del espejo es un concepto del psicoanalista francés Jacques Lacan
que designa una fase del desarrollo psicológico del niño comprendida
aproximadamente entre los seis y los dieciocho meses de edad. Se trata de
aquella etapa en la cual el niño se encuentra por vez primera capacitado para
percibirse, o más exactamente, percibir su imagen corporal completa en el
espejo. En esta fase, de acuerdo a la teoría “lacaniana”, se desarrollaría el
yo como instancia psíquica.
8Dr.
Claude Olivenstein [1933-2008]. Psiquiatra alemán especializado en el tratamiento de las
adicciones. Fundó en 1971 el Centro Médico “Paul Marmottan”, especializado en el tratamiento
de las adicciones.
9 Dr. Olievenstein Claude La drogue,30 ans après. Editions Odile Jacob. 2000.
83
Asumiendo que en el caso del “toxicómano verdadero” (de Olievenstein) en
realidad se trata de un "estadio del espejo quebrado o espejo roto", es decir,
con la metáfora de la ruptura del espejo, el autor explica que el sujeto se
descubre como “uno”, el cual, rompe la existencia fusional que mantiene con su
madre y en el momento en el que debiera surgir un Yo, le es devuelta una
imagen rota e incompleta en el mismo instante. Imágenes que constituirán, por
así decirlo, y en palabras del mismo autor, en un "narcisismo roto”, podemos
suponer a ese narcisismo "roto" como una falla, no un colapso en la estructura,
poniendo así al sujeto con un pie en la neurosis y con otro en la psicosis. 10
En este sentido, el verdadero toxicómano empieza por el estadio del “espejo
roto”, donde la constitución subjetiva de base de la persona está dañada,
fragmentada. En el momento de su constitución, estos chicos no se reconocen
como un todo, se ven reflejados en pedazos, y esto tiene que ver con que la
persona que hace de espejo, por momentos funciona y por momentos no.
Estos pibes, con el tiempo son catalogados como “pibes problema”, y
habitualmente se da, que existe un padre ausente y una madre ambivalente, y
posteriormente se da el encuentro con la sustancia.
En el encuentro con la sustancia, se presenta un recuerdo de inmensa
satisfacción. Olievenstein, plantea que el adicto sigue consumiendo, porque en
el momento que consume por primera vez, se le genera un gran placer, y este
gran placer lo quiere recordar todo el tiempo, nunca lo vuelven a vivir de la
misma manera y nunca llega a sentir el mismo placer “recordado”, hasta que
llega el momento que no le produce más placer, y esto tiene que ver con la
neurofisiología y las alteraciones de los receptores dopaminérgicos
(mayoritariamente) que produce el consumo frecuente de ciertas drogas. La
realidad, es que el recuerdo (siempre sobredimensionado) de ese momento de
placer comparado con el enorme displacer con extrema ansiedad y depresión
que representa el síndrome de abstinencia, es lo que genera esa compulsión
al consumo. En este recuerdo de placer en el encuentro con la droga, con la
sustancia del primer consumo, es que Olievenstein lo identifica con el recuerdo
ilusorio del verse/sentirse completo, del niño frente al espejo; ahí, es donde el
adicto toma la identidad de adicto, de la droga.
Partiendo de una base socio-económico y afectivamente vulnerable, con padre
ausente, y con una función materna ambivalente, que por momentos trata
cariñosamente a su hijo y satisface sus necesidades antes de que aparezcan
(modelo de crianza sobre protector) y en otros, de forma violenta casi sádica,
sin satisfacer sus necesidades básicas o tardando mucho en hacerlo (modelo
de crianza negligente o de falta de cuidado adecuado), entonces el infante no
termina de decodificar esa situación presentando un alto narcisismo y baja
autoestima.11
El “toxicómano verdadero” que describe Olievenstein al que algunos
psicoanalistas llaman estructura preadictiva 12, en el sentido de la prepsicosis
descripta por Lacan es una forma de vida, es como la personalidad; donde el
sujeto busca constantemente modelos identificatorios, modelos que en general,
10
Lic. Ali Gomez Luna Gómez Toxicomanía: ¿cuestión de estructura? Por el Lic. Alí Gómez
Lunagómez 2014
11 GRATCH Luis. Charla completa del Dr. Psicoanalista Luis Gratch en el Centro Terapéutico
Dr. Máximo Ravenna Zona Norte. San Isidro, Bs. As. Argentina 01/09/2014 publicada en:
https://www.youtube.com/watch?v=X5ogXztqcU8.
12 DEL CAMPO Emiliano [1999].” Una lectura desde el psicoanálisis sobre el problema de la
drogodependencia”. Revista de psicoanálisis y estudios culturales, PSIKEBA.
84
le faltaron en el desarrollo. En los tratamientos van probando modelos que los
identifiquen, hasta que más o menos, aparece una identidad y es el momento
que el adicto deja de consumir cuando se encuentra con un vacío estructural
muy pesado de soportar, por eso aquí se presenta el riesgo de volver al
consumo o a veces del suicidio.
En el momento de la abstinencia, es que estos chicos se encuentran con la
“falta” estructural verdadera, es un momento de mucha angustia y acuciante,
porque no se encuentran con el placer de la integridad de la imagen del espejo
y de la unidad de la persona, aunque sea falso.
Voy a citar, al Dr. Olievenstein en ocasión de una conferencia que da en
Argentina en la sociedad hebraica en 1986, dado que no quiero privar al lector
y me gustaría invitarlo a realizar su propia interpretación de este autor de
acuerdo a su propia experiencia personal y clínica:
“En este texto nos ocuparemos del caso extremo del toxicómano verdadero,
pero aún así, ya rozamos una de las dificultades esenciales del problema: entre
el usuario que hay recreativo de drogas y el toxicómano, existe todo un
espectro de situaciones intermedias, de movimientos de ida y vuelta, de
pasajes de un estado a otro que varían en función de los tres parámetros de mi
ecuación. Y para hablar de otra forma de las relaciones e identificación que
cada persona puede tener con las tres dimensiones de la ley o sea la
dimensión real, la dimensión simbólica y la imaginaria.
En otro trabajo sobre el destino del toxicómano, hemos explicado ese proceso:
un toxicómano verdadero parte del (1) estadio del espejo roto que va a
constituir a través de otro estadio,(2) la desmesura, el idiota de la familia.
Buscando su identificación, va a exponer todas las formas del dolor hasta el la
androginia. Será el encuentro con el producto (3) que hará de él un casi
mutante, ya que no podrá cambiar, salvo por la creación del estado de
dependencia y generalmente por el dúo que integra con el sufrimiento en lo que
hemos denominado el estadio del sufrimiento del sujeto desintoxicado.
Vamos a recorrer brevemente esa trayectoria que inevitablemente nos lleva a
algo que parece escandaloso: a una posición perversa del sujeto y del
terapeuta, del cual habrá que salir, es decir, que a lo largo del camino del que
va a acompañar el toxicómano, la reflexión ética es parte integral del trabajo a
la vez clínico y terapéutico. No tomar posición en forma ética, desemboca
inevitablemente en el trueque de una dependencia por otra dependencia que
no solamente es una falla profesional, pero también desemboca sobre un
impasse grave, ya que cuando el sujeto trata de liberarse de esa dependencia
no tendrá más que la volver a consumir, o como opción, el suicidio o la locura.
Postulamos que, muy precozmente, el niño, futuro toxicómano verdadero, sufre
un traumatismo que hemos denominado el estadio del espejo roto (1). Ese
estadio lo va a ubicar intermitentemente entre el niño psicótico, por el cual
según Jacques Lacan, el estadio del espejo no existe y el niño normal, para el
cual el estadio del espejo puede llevarse a cabo. Todo ocurre como si en el
momento en el que se miraba en el espejo que constituye su identidad, éste se
rompe (…).
Es importante recordar que ese recuerdo de esa rotura del espejo que marca al
sujeto y que lo conlleva luego a través de los estadios siguientes que he
85
enunciado a toda una serie de verificaciones y de reiteraciones que a su vez en
ping pong lo envía a una identidad imposible.
El segundo estadio es la desmesura (2) en la búsqueda de esa identidad
perdida. Desde entonces, el sujeto va a explotar todas las vías que se le abren.
Es interesante reconstruir la biografía de tal o cual paciente. Se constata que
también hay desmesura, todos los fenómenos son banales en sí. Lo que no es
banal es su intensidad en el tiempo y en el espacio. Es el inmenso campo del
terror nocturno y del insomnio.
El niño mayor participa ya de una obligación lúdica. Está totalmente obligado a
alucinar lo real, la vida escolar es ritmada por las imposibilidades de renuncias
y las exclusiones. Ya es un provocador, un perseguido – persecutor.
El encuentro con la sexualidad será determinante. Es, antes que nada, la
práctica de una masturbación repetida frenéticamente y prolongada en el
tiempo. Aún y frecuentemente, después del pasaje al acto con una pareja,
luego, la tentación y la aventura andrógina. Quisiera decir al pasar que esa
tentación andrógina no se confunda con la homosexualidad ya que no se trata
solamente de una pulsión de deseo, sino de una búsqueda de identidad en la
bifase. Es en ese caso, en esa medida de la desmesura, que se van a construir
los lazos del sistema familiar. La tendencia actual es ignorar o pretender
ignorar la participación familiar en esa construcción. Si la oferta de la droga
desempeña un papel, es contrario a la verdad científica, minimizar el papel de
las familias perturbadas y perturbantes. El niño es puesto y se pone en la
situación del idiota de la familia. Su participación desempeña un papel
estratégico importante en la economía familiar.
Es en ese sistema que van a desarrollarse, a lo mejor, las verificaciones
exclusivas que lo caracterizan.
Dos elementos nos parecen extremadamente frecuentes. Por una parte, la
negación del padre, o de su nombre, vivido como incapaz de hacer gozar a la
madre, y por otra parte, la relación compleja, ambigua y contradictoria y a la
vez deseable y rechazante que muda la relación con la madre.
El tercer estadio (3) es el encuentro con el producto. Es evidente que tal tipo de
personalidad esencialmente caracterizado por una sucesión de equilibrios
inestables se encuentra en todas las sociedades occidentales y esto restringe
las posibilidades de evasión en el seno del núcleo familiar y por lo tanto
fragiliza más allá a ciertos niños.
Si el niño frágil, débil, encuentra y muchas veces busca la droga, va a
encontrarse por primera vez en presencia de un instrumento, de un objeto
inerte y exterior que va a permitirle dos cosas: la primera, es colmar, en una
atmósfera iniciática, el placer que busca (una unidad totalizante “que lo acerca
en cierto modo a Dios”). Ello colma completamente la fisura. En segundo lugar,
después del almacenamiento en la memoria de esta experiencia inefable,
tendrá la posibilidad aparentemente infinita de verificarla por la repetición.
Asistimos por lo tanto aquí, en esta verdadera mutación explosiva, del
encuentro de una carencia y de algo "el objeto droga" que trasciende esa
carencia en y por un estado absolutamente único por la especie humana.
La carencia inicial será importante y el efecto del producto será totalitario, (es lo
que no pueden comprender los que sostienen el modelo animal o métodos
terapéuticos cognitivo-comportamentales). Es esto lo que debiera determinar
una elección de una terapéutica matizada y particularizada como trataremos de
decirlo más adelante, pero a causa de la carencia inicial esta luna de miel va a
86
agotarse, ayudada en este caso por el juego sutil de los receptores
neurofisiológicos a la vez específicos y no específicos.
Por otra parte, con respecto a ese tema, se plantea una pregunta fundamental,
es el por qué del paso de lo específico a lo no específico y viceversa.
En todos los casos, en ese estadio recomienza el gran temor de encontrarse
ante el vacío inicial. Es allí que se juega la construcción del estado de
dependencia, es un estado, del cual afirmamos que es una construcción
psíquica, por lo menos tan activa como pasiva y lo que parece escandaloso, al
menos, tan deseada como sufrida.(…).
La dependencia es la puesta en escena del deseo, es un fenómeno activo,
voluntarista, que se convierte en un modo de existencia, una relación con la
vida, que permite solamente evacuar por su propia existencia todo lo que ha
ocurrido al sujeto desde el estadio del espejo roto.
En este sentido, la carencia es la verdad y aliena toda otra forma de verdad, da
un ser activo a la ilusión, aún si tiene la apariencia de un fenómeno objetivo, es
exquisitamente doloroso pero no todavía melancólico, ya que participa todavía
el producto y no de un trabajo de duelo, trabajo de duelo que encontraremos
más tarde.
Todas estas experiencias explican en parte; (la otra parte es la relación con la
ley, que es a la vez simbólica), la diferencia entre toxicómano verdadero y
consumidor recreativo.”
JORNADA CON PROFESIONALES Prof. Claude Olivenstein
(Sociedad Hebráica Argentina - 11 de septiembre de 1986)
Presidente del Consejo Científico de SOS Drogue International
Director del Hospital Marmottan París - Francia
La sustancia “el paco”
Dentro de las drogas, el “paco” o “PBC” (pasta base de cocaína) produce un
instante brevísimo y muy placentero, es mucho más intenso y corto que el del
clorhidrato cocaína; aquí tanto el nivel de dependencia que se genera a nivel
neurofisiológico por el paco, como el nivel de deterioro y muerte neuronal
producido por las sustancias agregadas a la pasta base (hidrocarburos en
general), es mucho más grande.
Para conocer datos más precisos sobre esta sustancia y sus efectos en las
personas los invito a la lectura de una investigación seria realizada en el año
2010 por el Laboratorio de Biología Celular, Instituto de Investigaciones
Biológicas Clemente Estable de Montevideo-Uruguay ya que no existen
muchas investigaciones serias sobre el tema.13
Sin embargo quiero recalcar aquí algunas conclusiones salientes de esta
investigación que coincide con mi experiencia en las llamadas villas porteñas:
 Estimulada por la crisis económica del año 2000, su bajo costo por dosis y
la falta de otras drogas el paco se instauró y difundió en nuestros países
“generando un fuerte quiebre de los sistemas sanitarios y de diagnóstico
clínico así como también en la vida de quienes por una u otra razón se
vincularon con ella”
PRIETO José Pedro, SCORZA Cecília [2010]. “Pasta Base de Cocaina”. Laboratorio de
Biología Celular, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. MontevideoUruguay.
13
87
 La magnitud del consumo de paco es relativamente baja comparado con
otras drogas de consumo, sin embargo ciertas características que produce
su consumo o abstinencia (ser propio de poblaciones vulneradas
socialmente, comportamientos agresivo-impulsivo, desmembramientos
familiares, comportamientos delictivos, alta predisposición a enfermedades
graves como VIH o TBC, alta predisposición a situaciones de riesgo como
accidentes en la vía pública, etc.) hacen de esta sustancia una droga de
alto impacto social “ubicándola entre las principales drogas de abuso de
nuestro país”.
 Por su propiedad altamente adictiva no existen reportes vinculados al uso o
al abuso. Quiere decir que el consumo de paco en principio siempre
generaría adicción.
 Al igual que la cocaína el paco actúa sobre el sistema meso-límbico-cortical
generando las mismas alteraciones estructurales que ese alcaloide (dado
que en su composición el paco posee cocaína no purificada); sin embargo
se encuentran diferencias en los porcentajes de cocaína en cada
incautación de paco. Además contiene otras sustancias que hoy se sabe
en su mayoría son hidrocarburos del tipo del tolueno y derivados de la
nafta que actúan sobre el SNC y son capaces de dañar severamente las
neuronas de las áreas antes descriptas y del cerebro pre-frontal llegando a
producir en algunos casos, muerte neuronal. Esto puede generar
importante sintomatología (desinhibición, impulsividad y violencia, deterioro
cognitivo, etc.) muchas veces difícil de revertir con tratamientos adecuados.
Estas conclusiones y algunas otras que recién se comienzan a investigar y a
estudiar hacen del paco, en la tríada propuesta por el Dr Olievenstein, una
droga capaz de desestabilizar la ecuación incrementando el peso de la
sustancia.
La situación
Acá solo quiero señalar que la situación socio económico cultural y ambiental
que define el Dr. Olievenstein se debe analizar en cada momento particular en
cada persona.
En nuestros casos nos referimos a las villas porteñas (Villa 21, barrio Zavaleta,
villa 1-11-14, villa 31, otras de la CABA y conurbano bonaerense) con
poblaciones que han padecido la peor crisis socioeconómica que ha vivido
nuestro país en los últimos años como consecuencia el establecimiento de
gobiernos neoliberales en la década del 70 (dictadura militar) y del 90
(menemismo).
Podemos decir muchas más cosas sobre este punto de la tríada pero estoy
segura que en las historias de vida que se presentan a continuación
encontramos los detalles de cada caso en particular.
Para concluir con las apreciaciones sobre la tríada de Olievenstein solo quiero
decir que en muchos de nuestros jóvenes (como se verá en algunas de las
historias de vida): el sujeto tiene la personalidad del “verdadero toxicómano”, la
sustancia es el “paco” y la situación es vivir en situación de calle o de pasillo en
las villas del AMBA luego de la peor crisis socioeconómica de la Argentina de
los últimos 100 años. Demás está decir que todo esto constituye un combo de
una complejidad inusual, difícil de abordar, para el que proponemos una
modalidad de tratamiento que será explicada en detalle en las conclusiones y
88
que se basa en la experiencia del Hogar de Cristo incluyendo sus aciertos y
sobre todo sus desaciertos.
Modelos de crianza
Quiero remitir acá al lector a un concepto dado por el Dr. Luis Gratch médico
psicoanalista, en una conferencia titulada ¿por qué somos adictos? 14. En esta
conferencia dada para el público en general y no exclusivamente para
profesionales el Dr. Grath se refiere a los motivos psicológicos, desde su
entender y en base a su experiencia clínica de por los que las personas se
vuelven adictas.
 En dicho encuentro describe dos modelos de crianza que en el proceso de
subjetivación de un ser humano son potencialmente generadores de un
sujeto con un narcisismo alto y por consiguiente baja autoestima, estos
sujetos serian según el doctor (series complementarias de Freud
mediantes, que son detalladas en el próximo ítem) altamente susceptibles
a desarrollar comportamientos adictivos.
Gratch define como autoestima a la valoración del sujeto que viene de adentro
y narcisismo a la necesidad de una valoración externa que viene de afuera,
ambos conceptos serían inversamente proporcionales es decir a un alto
narcisismo (necesidad de ser apreciado, valorado, querido por el Otro)
corresponde una baja autoestima (autovaloración o valoración que viene del
propio sujeto) y viceversa.
Estos dos modelos de crianza que él describe son sintéticamente los
siguientes:
 Una madre sobre protectora que satisface las necesidades del infante
antes de que aparezcan (por ejemplo dándole de comer antes de que
llore).
 Una madre negligente o descuidada que casi sádicamente ignora las
necesidades de su hijo o las satisface muy tardíamente (por ejemplo
dejándolo llorar por hambre un largo rato antes de alimentarlo).
 Podría agregar un tercer caso (que antes escuetamente mencioné) que es
el modelo mixto es decir esa madre ambivalente que por momentos es
sobre protectora y por momentos es negligente o descuidada en forma
cuasi-sádica.
Estos tres modelos de crianza con matices se muestran en las historias de vida
que se presentan a continuación:
Las series complementarias de Freud.
El concepto de series complementarias sirve para explicar cómo actúan las
diferentes causas que pueden ocasionar una neurosis u otro tipo de
enfermedades mentales. Las series complementarias se refieren a los
siguientes factores:
1º ] Predisposición: Lo innato, lo que se trae, lo constitucional.
2º ] Disposición: Las experiencias infantiles (la novela familiar).
3º ] Desencadenante: Situaciones actuales que rompen o perturban el
equilibrio.
14
GRATCH Luis. Charla completa del Dr. Psicoanalista Luis Gratch en el Centro Terapéutico
Dr. Máximo Ravenna Zona Norte. San Isidro, Bs. As. Argentina 01/09/2014 publicada en:
https://www.youtube.com/watch?v=X5ogXztqcU8
89
Las series complementarias 1° y 2° dan lugar a ese aspecto de la personalidad
que queda más fijo en cada persona o variable entre uno y otro, ya que los
factores constitucionales en complemento con las experiencias infantiles van a
ser más o menos estables a lo largo de la vida. Depende de cómo sean esos
factores para que los sucesos posteriores (3º serie: desencadenantes) puedan
o no provocar desequilibrios o conflictos neuróticos que desestructuren la
personalidad. Cada experiencia emocional produce en cada sujeto un impacto
particular de acuerdo de con su constitución y su historia personal.
Conclusión:
Sería interesante realizar una lectura de las historias de vida que se detallan a
continuación teniendo en cuenta los tres ejes de este apartado en la
subjetividad de cada lector.
 Tríada sujeto-sustancia-situación con el análisis de cada uno de sus
componentes y su peso específico sobre la ecuación en cada caso
particular.
 Modelos de crianza pudiendo identificarlos en cada caso.
 Series complementarias reconociendo la influencia de cada serie en la
formación del cuadro clínico resultante.
Asimismo nosotros hemos realizado un breve análisis de dos de estas historias
tomándolas como casos testigo.
Desde el punto de vista psiquiátrico según CIE-10, los diagnósticos serían:
Trastorno límite de la personalidad.
Trastorno de ansiedad generalizada, por stress post-traumático [crónico].
Episodio depresivo mayor recurrente.
Distimia: Trastorno afectivo de carácter depresivo crónico, caracterizado por la
baja autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico, triste y
apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de
la depresión.
 En todos los casos, con el agregado trastorno por dependencia de
sustancias psicoactivas especialmente paco.
90
CASO TESTIGO Nº 1 [L.J.]
Soy L.J., tengo 22 años y empecé a consumir a los 11 años.
Empecé a consumir poxiran estando en situación de calle, y a los pocos meses
empecé a consumir pasta base y paco. Yo estaba en la calle porque me había
escapado de un hogar, estuve en el hogar desde los seis hasta los nueve años.
Después de los nueve me escape y empecé a estar en situación de calle,
desde los nueve hasta los once años no había consumido nada. En esos dos
años, a veces me agarraban me llevaban a un hogar y me volvía a escapar, y
volvía a la situación de calle, sin consumo.
Yo tenia mamá, pero ella no se podía hacer cargo de mi, por eso me llevaron a
un hogar. Ella no me iba a visitar, ni nada por el estilo, en los hogares no me
sentía cómoda, había muchas cosas que no me gustaban, y por eso me
escapaba. Muy en claro no tengo, pero mi mamá se que tenia problemas
psiquiátricos, era paciente psiquiátrica de un hospital, y tenia dificultades
psicológicas que con el tiempo fueron creciendo. Mi vieja consumía, y uno de
los pocos recuerdos que tengo de ella estaba consumiendo, yo sin saber,
cuando me llevaron por primera vez al juzgado dije que "mi mamá, tenía un
plato con alfajorcitos picados" y que ella se los metía en la nariz. Yo no sabía
qué era eso, por eso ella no se podía hacer cargo de mi, tenia problemas de
adicciones, problemas psicológicos, y bueno.
A mi papá no lo conocí hasta los trece años, yo estaba en situación de calle y
en consumo. Aparecí un día en la casa de mi tía para pedirle una partida de
nacimiento, no me acuerdo para que cosa, y ahí me contaron que mi papá
había aparecido. Yo no lo conocía, tenia trece años y me dijeron que quería
conocerme y se quería hacer cargo de mi, que me quería ayudar. En un primer
momento le dije que no, a mi tía; que no quería saber nada con él, pero mi tía
hablo conmigo y me convenció.
Me quedé en la casa de ella, a los dos días vino mi papá y me fui con él a Río
Negro. Eso fue un 15 de julio cuando yo tenía trece años. Teníamos que volver
el día 30 de julio para una audiencia, estuve quince días allá con mi papá y no
la pasé bien. Mi papá tomaba mucho, era alcohólico y pase una situación muy
fea con él.
Volvimos para la audiencia, que era para ver si me había gustado estar con mi
papá, para ver si quería seguir con él, y solamente me atreví a decir que él
había tomado y que me había pegado. De ahí me mandaron a otro hogar, y al
otro día me volví a escapar, el hogar quedaba en Junín.
El me había pegado, me había pegado dos o tres veces, pero en realidad pasó
otra situación más fuerte...
Intentó abusar de mí. No lo... no lo terminó porque yo empecé a gritar. Una
persona que vivía adelante fue a ver que pasaba, se pelearon entre ellos y
nada… Me quede en la casa de este señor que había intervenido, y los pocos
días tenía que volver, me pagó el pasaje y me fui.
Papá me había dicho que iba a tener una pieza, que tenia un baño, que tenia
un montón de cosas y la verdad era una casa de un ambiente. En esa época
hacia frío, y no había puertas ni ventanas, y él me había ubicado en esa pieza
dividida con un ropero, y yo tenia la cama de un lado y él del otro. Había otras
piezas pero se les llovía el techo, me había re-mentido, no había cocina, no
había tele, no había nada... nada de nada.
91
Cuando tenia tenía seis años, mi familia vivía en un terreno. Adelante vivía mi
tía N., en el medio vivía mi abuelo con otro tío y atrás de todo vivíamos mi
mamá, mis dos hermanitas y yo. Yo tenía más hermanos, G. en ese momento
tenía un año y M. era recién nacida, ellas vivían en casa. A. y F. vivían en zona
sur con mi tía abuela, ellas nos visitaban casi todos los fines de semana.
Mamá nos dejaba solas.
Recuerdo una vez que ella se peleaba con mi padrastro, en una situación de
violencia, con el papá de G. y M. Se peleaban demasiado, consumían... Otra
vez, me había dejado sola y yo me había asustado, me había dejado
durmiendo, me desperté y ella no estaba, salí a la calle y ahí me llevaron a una
comisaría. Ahí se supo todo, que estábamos en una situación medio de
abandono... Después ella logró solucionar ese problema, yo seguía con ella
pero estaba controlada por una gente.
Otro día, mi mamá apareció de repente, nadie sabía donde estaba, apareció y
le dijo a mi tía que quería que nos saquen. porque sino iba a prender fuego la
casa. Mi tía se asustó y me llevo a una comisaría, de ahí nos llevaron a un
centro por una noche, y después a un hogar con G. y M.
Estuvimos un año en un hogar en Don Bosco y después nos trasladaron a La
Plata, porque supuestamente mi mamá estaba en tratamiento y se quería hacer
cargo de nosotras, pero en casi tres años solo nos fue a ver dos veces, fue a
vernos para los cumpleaños de mis hermanas, pero nunca para el mío.
En un momento yo decidí irme, me había enterado que querían adoptar a mis
hermanas y por eso me fui del hogar. Querían adoptar a dos nenas chiquitas y
yo era grande, tenia nueve años y entendía lo que pasaba; me fui y a los tres
meses adoptaron a mis hermanas. Fui a la estación de La Plata y me tomé el
tren a Constitución... yo seguía a la gente, me tomé el subte y aparecí en
Retiro. Me quedé todo un día ahí, mirando, mirando... y empezaron a pasar
chicos que estaban en situación de calle, que vendían diario La Razón, y me
puse con ellos a vender diarios. Hacia plata, me compraba para comer y
dormía en la estación del subte con otros chicos.
En Retiro había un pibe más grande que nos cuidaba bastante, se llamaba
“Beto”. Nos decía que teníamos que hacer... juntábamos plata, juntábamos
quince pesos cada uno de nosotros y nos llevaba a los jueguitos, eran baratos
y estaba bueno...
Tenía once años y ahí me dieron para probar. Todos lo hacían... me dieron
poxiran, empecé a toser mal, era espantoso, pero después como todos lo
hacían, me llamaba la atención. Cuando me quise dar cuenta estaba
consumiendo, no tengo muchos recuerdos de esos momentos... con el "paco"
fue distinto. Yo estaba de novia con un chico de la calle, queríamos ir a
comprar poxiran pero ya era de noche, entonces nos fuimos a la villa y un pibe
mas grande nos dijo de comprar paco, compramos paco. Pero como yo había
puesto plata para comprar supuestamente poxiran y no había, les dije que yo
también quería. Yo no sabia fumar, pero les dije que si lo hacia. Y fume.
Deje pasar dos semanas o tres, fumar paco también me parecía algo
espantoso al principio, pero cuando me quise dar cuenta, ya iba sola a
comprar.
Hasta los trece años seguí consumiendo en la calle. Un día me encontró la
policía consumiendo, me llevaron, me preguntaban datos y yo no sabía nada.
Tenía mi partida de nacimiento, ahí la policía supo quien era y se dieron cuenta
que yo estaba "bajo juez". El juez hizo que me enviaran a una comunidad
92
cerrada, ingresé a los trece y salí a los dieciséis años. Fue un buen tratamiento
hasta que me derivaron.
En la comunidad no podía salir si no hacia el tratamiento. Mucho no entendía,
no entendía nada... estuve mucho tiempo medicada, me medicaban mucho y
no recuerdo nada... tenía actitudes muy chiquilinas, pero bueno, tenía trece
años.
Después de seis u ocho meses cuando empecé a estar limpia, a
desintoxicarme, empecé a ponerme las "pilas". Haciendo lo que me decían, me
fue un poco mejor.
Yo quería estar con mis hermanas, y de hecho lo logre…
Después de un tiempo, la familia que había adoptado a mis hermanas se puso
en contacto, porque ellas preguntaban por mí. Venían a visitarme, yo salía los
fines de semana, hasta me festejaron el cumpleaños de quince en la casa de
ellos. Yo a esa edad estaba bien, el problema fue cuando me dieron el egreso
de la comunidad a un hogar donde no entendían nada. Cuando uno sale de un
centro cerrado tiene que seguir con un hospital de día o por lo menos, en un
lugar con contención o que te brinden más herramientas.
En la comunidad existía una estructura, me levantaba 07:45hs, desayunaba
08:15hs, a las 09:00hs empezaba la limpieza, a las 11:00hs el primer grupo de
terapia, a las 12:30hs comíamos, hasta las 14:00hs teníamos tiempo libre, de
14:00hs a 16:00hs teníamos la escuelita, después el grupo de la tarde, desde
las 18:00hs hasta las 19:30hs eran los baños, hasta las 20:00hs era de reorden en la casa, después se cenaba, se fumaba el último cigarrillo y nos
íbamos a dormir.
A los quince años empecé a estudiar, y terminé la primaria, pero como me
dieron el egreso no me entregaron el título. Tenía la posibilidad mientras que
estudiaba de salir del centro, desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de
la tarde porque era de doble jornada, y me daba bastante respiro fuera de la
comunidad.
A los dieciséis, cunado me mandaron al hogar yo seguía viendo a mis
hermanas, pero en ese lugar no tenia terapia, no me contenían y había chicas
que consumían. Yo traté de alejarme, ellas se ponían en mi contra, me decían
que era “ortiba”, y cuando me quise dar cuenta, volví a consumir en el hogar y
me fui a la calle.
Volví a Retiro.
Retiro era lo único que conocía, ahí conocí a un hombre que tenía veintisiete,
estábamos juntos, él vendía y yo consumía, y nada…
Después quede embaraza, deje de consumir, volví a consumir…
Dejaba de consumir, volvía a consumir…
Intentaba parar pero no podía, encima él la vendía. El me ofrecía comida, me
dio un lugar, me daba droga y me quedé…
Nació mi bebé, y a él lo mataron…
El vendía y se había mandado un par de macanas. El también consumía.
Cuando lo matan, yo me quedo con el bebé en la calle, porque no podía volver
al lugar donde vivía, y nada…
Apareció una supuesta hermana de él, el bebé ya tenia como ocho meses. La
hermana se llevó al nene, me pidió al nene y se lo llevó…
Se lo di porque él estaba enfermo…
Lo quise ir a buscar y la hermana había hecho una “cosa de amparo”, que le
permitía tener al nene. No me lo pude llevar. Intenté llevármelo a la fuerza, ella
93
llamó a la policía y me lo sacaron de los brazos…, yo no entendía nada, tenía
diecisiete años y no entendía por que no me podía llevar a mi nene. Quería
estar bien con él…
Después de un tiempo, ella se lo llevó a un hogar, yo justo había pasado por
una situación donde había tenido una “causa”… Y me llevaron a otro instituto.
En ese lugar tuve dos vinculaciones con el nene, después me escapé y al
nene, lo dieron en adopción. Fue lo último que supe…
Tenía miedo de ir a verlo, pensaba que me iban a agarrar, tenía miedo por un
montón de cosas… Y después pensé, que lo mejor que le podía pasar al nene
es que esté con una familia..., a pesar de que yo lo quería mucho… y bueno…,
Yo no tenía la oportunidad de estar bien…
[L.J. lloró]
Yo no me cuidaba sexualmente.
Creo que cuando tenía trece años en Retiro, en la estación de subte, había
consumido paco y tuve sexo. No me acuerdo bien…
Después de que me sacaron a D., a los dieciocho años volví a conocer a otra
persona, era compañero de consumo, y yo no me cuidaba con él. Quedé
embarazada, otra vez…, cuando me hago los análisis me entero que tengo
HIV, me cuide, tomé la medicación, y estaba en una mejor situación porque yo
había buscado ayuda.
Fui a un centro de día, empecé a dormir en un parador de las “Madres contra el
paco”, me ayudaron bastante. Me consiguieron un hogar mas estable estando
embarazada y cuando nació mi nena, mi pareja no me pudo seguir
acompañando porque él tenía una adicción muy fuerte.
S. nació sanita, me había hecho todos los controles en el embarazo…
Al poco tiempo, me fui a vivir con una de mis hermanas, yo quería estar ahí,
pero no teníamos esa relación de hermanas, la situación no fue la mejor, ella
me quería ayudar, pero no teníamos esa unión de hermanas. No nos
conocíamos, no sabíamos que queríamos…, lamentablemente tuve otra
recaída, me fui y volví a la calle con la beba…
El papá de S. la conoce, él le dio el apellido, es un hombre mucho mas grande
que yo, tiene como cuarenta y pico de años. No se si a él le interesa volver a
verla… No me animo a ir buscarlo, se que consumía en Retiro, pero vive en
otro lado de capital.
Estuve dos o tres años así…
Sola con la nena en Retiro, en situación de calle y consumiendo.
Conocí a otro hombre, él se llama F., y me ayudó una “banda”; empecé a
alquilar ahí en la villa, empecé a trabajar por primera vez, y…
Volví a quedar embarazada a los veinte años. El es consumidor, pero consume
otra cosa… cocaína, pero me ayudó mucho con D., me daba plata para los
pañales, tenía donde vivir… En un principio fue muy bueno conmigo, me sacó
de la calle, me enseño lo que era trabajar en una parrilla, estaba muy contenta,
tenía mi plata… Pero el tenía un montón de otras cosas, era muy celoso…
Cuando yo empecé a estar bien, quise estar mejor. Quise hacer un tratamiento,
quise tener otra contención, quise hacer un montón de cosas y nada pude.
Porque él era muy celoso, y no me permitía que vaya al centro de barrial de los
“Curas Villeros” [del Hogar de Cristo]. Yo ya conocía el lugar por ir a comer.
En ese lugar había gente que era de mi “ranchada”, los conocía porque fumaba
con ellos, me drogaba con ellos, y él no me permitía ir…
94
Yo quería estar bien, quería estar bien por mis hijas…
No quería ser igual a mi vieja, intentaba… Intentaba mucho, pero siempre
terminaba cayendo otra vez. Discutía con él y mi refugio era la droga… él me
pegaba porque yo me drogaba, y me volvía a drogar…
Al poco tiempo empecé a tomar cocaína para dejar el paco, pero me zarpaba,
tomaba mucho… entonces cuando la cocaína no me pegaba, empezaba de
nuevo a fumar paco. Tampoco me hacia mucho, porque estaba con el mambo
de la cocaína…
La relación con él fue empeorando, él me pegaba más… Más me pegaba, mas
me drogaba… Más me pegaba, mas me drogaba…
Yo me iba, él me buscaba, yo volvía, y él me pedía perdón…
El no me permitía que haga el tratamiento.
Un día apareció la familia de él. Sus hermanas me ayudaron con S. y D.
Vivimos un tiempo con ellas, pero él era tan celoso, que pensó que yo tenía
algo con el marido de una de sus hermanas, entonces nos fuimos a vivir con él
de nuevo a la villa. Alquilamos una habitación, me vivía criticando por la
limpieza y me dejaba encerrada con las dos nenas. Intentamos un par de
meses dejar de consumir, y si consumía, consumía cocaína solamente con él.
Estaba todo el día encerrada en la habitación, mirando tele, acostada, las
nenas no salían, no veían el sol, me daba una bronca bárbara…
Cuando tuve la oportunidad, un día que él me había dejado un juego de llaves,
me fui a consumir. El fue, me fue a buscar… Me pegó, me sacó a la nena, a
Damaris y se la llevó a Entre Ríos. Yo busque ayuda…
Me interné en la Granja Madre Teresa del Hogar de Cristo, con S.
Mi última gira
[septiembre 2014]
El sábado pasado vino a visitarme mi hermana A. y se quedó hasta el domingo.
Ese día, tipo tres de la tarde la tengo que acompañar hasta Retiro, y
empezamos el viaje. Una vez que tomamos el tren, me empecé a maquinar la
cabeza, que tenía ganas de consumir. Me empezó a doler la panza, empecé a
transpirar… las manos se me habían puesto rojas y me latían, y tenía ganas de
consumir…
Y me fui…
Estuve toda esa hora, en el viaje luchando conmigo misma, no? Pero
lamentablemente me volvió a ganar. Pero esta vez le di lucha… en un punto
muy adentro, sentía que sabía que igual por más cosas que dijera, iba a
consumir igual. Y nada… dejé a mi hermana en la parada del colectivo, y me fui
a la villa [Retiro]. Tenía plata, tenía un celular, cuando se me terminó la plata
vendí el celular, cuando se me terminó la plata del celular dejé de consumir. Al
otro día me fui al centro barrial de Retiro, hablé y quería volver.
Me pasaron muchas cosas antes [de consumir]. Pensamientos de consumo ya
venía teniendo pero no se los contaba a nadie… yo no les daba importancia…
En un momento me paso, que tenía una visualización mía consumiendo, y me
digo:… en otro momento! En ese momento saco el pensamiento de mi cabeza,
pero solo por ese momento; pero es como algo que se va guardando, se va
guardando, se va guardando… y después en el punto menos esperado, te saca
todas las cosas guardadas…
Yo no me venía dando permiso de entrar a la villa, pero paseaba por ahí, por
Retiro, venía caminando por Retiro, y venía… Venía todo muy bien, venía todo
encaminado con mis nenas, mis hermanas estaban felices de que yo estaba
95
bien, que de una vez por todas ellas me veían bien y a lo mejor eso me
ocasionó una presión. De hecho cuando viajaba con mi hermana hacia Retiro,
yo no le pude contar a ella que tenía ganas de consumir, si yo le hubiera
contado a mi hermana que tenía ganas de consumir, a lo mejor no hubiera
consumido. Pero tenía miedo de desilusionarla, porque se fue muy contenta de
verme bien, de verme tranquila…
Yo me sentía muy en deuda con mi hermana, con ellas. Y poder demostrarles,
que ahora que yo les podía brindar una mano… y si yo les decía que tenía
ganas de consumir, se iban a pensar que yo estaba igual que antes… Me
siento en deuda con ellas, y una vez que logré poder estabilizarme, estar
armando un lugar, una casa donde ellas me puedan venir a visitar, y decirles
que tengo ganas de consumir, es como…
-“pero vos no valoras nada nena!!…
- Mira todo lo que tenés, y te querés ir a consumir?... Antes te drogabas porque
no tenías nada, ahora porque tenés…” Ellas son muy cerradas, no tienen ese
pensamiento… bueno esto puede pasar, ellas piensan que me drogo porque
quiero.
Entre a la estación, me maquine dos segundos, y salí…y me fui a la villa. Y
consumí. Fui, compre, consumí…y encima la gente ahí te la habilita toda mas
rápido, al toque… y consumí.
Quería seguir consumiendo porque ya sabía la que me había mandado, y no
quería pensar en eso. Hasta que se me terminó la plata, y cuando se me
terminó la plata mi mente empezó:.. bardeaste!!, tus hijas… tus hermanas… tu
familia tu casa… la granja… las chicas… y me empecé otra vez a maquinar,
maquinar… no quería saber nada, y volví. Aunque yo pienso que si seguía
teniendo plata, no sé si ahora estaría acá… Vendí el celular y si hubiera tenido
más cosas, también las vendía. Es el cuarto celular que vendo…
Me fui a dormir, acostar a una ranchada donde yo vivía antes… y los pibes
estuvieron re-piolas, porque me dijeron:
-Ya está!!
-Déjalo acá!!
-Ya fue!!... me decían.
Y yo me preguntaba, como hago ahora para enfrentar todo? Y nada… Deje
todos los instrumentos para drogarme, deje todo y me acompañaron a las
nueve de la mañana al hogar, al Padre Mujica.
Fue paco, paco y nada más que paco…
Llegue al hogar, estaban haciendo la misa, me senté en el fondo de todo y me
puse a llorar… el padre [Eduardo] cuando me vio, y me dijo:
- Hay… hay.. hay… !! Me abrazó y me puse a llorar… Y me preguntó:
- ¿Qué pasó?
Y nada…Le dije que había recaído… y me preguntó: ¿Y qué hacemos?
volvemos o no volvemos?
Volvemos… siempre, le dije.
Esperé, intenté desayunar, intenté almorzar… En realidad, mucho no podía ni
comer nada, porque mi cuerpo se había desacostumbrado, me dolía todo y
parecía que había estado dos meses de gira, y solo había estado un par de
horas, una noche… se me habían inflamado los ganglios, me habían salido
ampollas en la boca, y por un lado mejor, que mi cuerpo se haya
desacostumbrado a esa mierda… me dolía todo, me dolía hasta para tomar
agua. Me bañe… y volví.
96
No es que no tenía ganas de volver, no es que volví porque no me quedaba
otra, volví porque tenía ganas de volver…
Línea de Vida - L. J.
6 años
“Mamá nos dejaba solas... me había dejado sola y yo me había
asustado, me había dejado durmiendo, me desperté y ella no
estaba, salí a la calle y ahí me llevaron a una comisaría.”
“Otro día, mi mamá apareció de repente, nadie sabía donde
estaba, apareció y le dijo a mi tía que quería que nos saquen.
porque sino iba a prender fuego la casa. Mi tía se asustó y me
llevo a una comisaría…” “…después nos trasladaron a La
Plata…”
9 años
“…querían adoptar a mis hermanas y por eso me fui de hogar.
Después de los nueve me escape y empecé a estar en situación
de calle…”
11 años
“Tenía once años y ahí me dieron para probar. Todos lo hacían,
me dieron poxiran…” “…con el "paco" fue distinto”
13 años
“Creo que cuando tenía trece años en Retiro, en la estación de
subte, había consumido paco y tuve sexo. No me acuerdo bien…”
Iniciación sexual
“Un día me encontró la policía consumiendo, me llevaron… se
dieron cuenta que yo estaba "bajo juez". El juez hizo que me
enviaran a una comunidad cerrada.”
Comunidad cerrada
16 años
“Me derivaron… el problema fue cuando me dieron el egreso de la
comunidad a un hogar donde no entendían nada…”, “…y cuando
me quise dar cuenta, volví a consumir en el hogar y me fui a la
calle. Volví a Retiro.”
“Retiro era lo único que conocía, ahí conocí a un hombre que
tenía veintisiete, estábamos juntos, él vendía y yo consumía, y
nada… quede embaraza…”
Primer embarazo
17 años
“Nació mi bebé, y a él lo mataron… la hermana había hecho una
“cosa de amparo”, que le permitía tener al nene. No me lo pude
llevar. Intenté llevármelo a la fuerza, ella llamó a la policía y me lo
sacaron de los brazos…”
“… yo justo había pasado por una situación donde había tenido
una “causa”… Y me llevaron a otro instituto. En ese lugar tuve
dos vinculaciones con el nene, después me escapé y al nene, lo
dieron en adopción. Fue lo último que supe…”
97
18 años
“…a los dieciocho años volví a conocer a otra persona, era
compañero de consumo, y yo no me cuidaba con él. Quedé
embarazada, otra vez…, cuando me hago los análisis me entero
que tengo HIV, me cuide…”
“Fui a un centro de día, empecé a dormir en un parador de las
“Madres contra el paco”, me ayudaron bastante.”
Portadora asintomática.
19 años
“Samira nació sanita, me había hecho todos los controles en el
embarazo… lamentablemente tuve otra recaída, me fui y volví a
la calle con la beba… Estuve dos o tres años así… Sola con la
nena en Retiro, en situación de calle y consumiendo.”
Situación de calle y maternidad:
20 años
“Conocí a otro hombre, me ayudó una “banda”; empecé a alquilar
ahí en la villa, empecé a trabajar por primera vez…y volví a
quedar embarazada a los veinte años.”
“Al poco tiempo empecé a tomar cocaína para dejar el paco, pero
me zarpaba, tomaba mucho… entonces cuando la cocaína no me
pegaba, empezaba de nuevo a fumar paco.”
Mamá
“…mi mamá se que tenia problemas psiquiátricos, era paciente
psiquiátrica de un hospital, y tenia dificultades psicológicas que
con el tiempo fueron creciendo”…
“Mi vieja consumía, y uno de los pocos recuerdos que tengo de
ella estaba consumiendo, yo sin saber, cuando me llevaron por
primera vez al juzgado dije que "mi mamá, tenía un plato con
alfajorcitos picados" y que ella se los metía en la nariz.”
Consumo - abandono
Papá
“A mi papá no lo conocí hasta los trece años, yo estaba en
situación de calle y en consumo.”
“Mi papá tomaba mucho, era alcohólico y pase una situación muy
fea con él…”
“El me había pegado, me había pegado dos o tres veces, pero en
realidad pasó otra situación más fuerte... Intentó abusar de mí. No
lo... no lo terminó porque yo empecé a gritar.”
Consumo - abuso
98
Algunas consideraciones clínicas desde el psicoanálisis y la psiquiatría
(considerando al caso como caso testigo)
 Lic. Edith Benedetti
Interventora General del Hospital Nacional en Red, especializado en Salud
Mental y Adicciones [Ex-CENARESO]. Brevario de entrevista
Escucho gritos y era L.J.. Ella es una paciente neurótica complicada.
El día anterior, ella había dicho que se quería ir a consumir, y planteó que si se
iba, tenía que revocar el tratamiento; ella quería firmar por “su cuenta” que no
quería seguir con el tratamiento, y que se iba, no como una salida transitoria.
Ella planteó que no quería llevarse las cosas, para después volver. Y la
hipótesis clínica era, si a esta paciente neurótica se le ponía un límite, algo
tenía que perder y perdía el lugar en el hospital.
L.J. se fue a consumir y volvió. Pero estando en la ranchada consumiendo se
preguntó:
-Que estoy haciendo acá?.
Al volver, le dijeron que no había lugar y que se fuera a un parador, que en
todo caso volviera al otro día a las 14hs. Ahí fue cuando empezó a los gritos, a
pedir todas sus cosas. Le entregan sus cosas, y ella manifiesta que le faltan
pertenencias: un perfume, un shampoo, y le responden que ella lo que tiene, es
lo que le da la institución. Eso se lo responde el Jefe del Departamento de
Asistencia. Y L.J. estaba en lo cierto, ella se había comprado esas cosas…
La encaro y le pregunto que le pasa; ella me dice que la dejan muy sola, que la
echaron y que no le quieren entregar sus cosas. Le respondí, que no la
dejamos sola, que ella me importa, que la estaba escuchando. Ella me abrazó
y se puso a llorar con mucha angustia. Le pregunté si había comido, le mandé
a buscar una vianda y me la traje al despacho [Dirección].
Me contó como fueron los hechos, y además, las cosas que ella reclamaba
estaban adentro del hospital. Ella había sufrido una situación de maltrato, la
habían tratado de mentirosa.
Cuando la Jefa de Servicio me dice que [L.J.] algo tenía que perder, yo le dije,
que hay cuestiones de la “clínica” que hay que revisar. Porque esta chica, ya
perdió un montón de cosas en la vida, y que justamente todo eso que perdió
hace que tenga un cuadro psiquiátrico tan complejo. Por lo tanto, hay hipótesis
de libro para neuróticos de clase media, que no sirven para los chicos que
están internados acá. Pero acá hay que pensar en complejidades distintas,
porque L.J. perdió hasta sus hijas, entonces, “el que algo tiene que perder”, hay
que revisarlo.
Nosotros tenemos un problema de formación profesional. Los profesionales no
se involucran con el paciente, esa estrategia es la que ayuda al paciente. Hay
que trabajar sobre el desamparo subjetivo y el desamparo social, y vengo
trabajando en el entrecruce de ambos.
En el desamparo subjetivo15, la falta de respuesta se convierte en una
respuesta; cuando un chico llora [en la violencia y en la interpretación], existe
una violencia primaria que es absolutamente necesaria para constituirse
subjetivamente. Esto significa, que cuando un bebe llora, hay alguien que
interpreta el llanto, si tiene hambre, si tiene sueño, si tiene gases y esto es, la
Piera Aulagnier [1923-1990]. Libro “la violencia de la interpretación”. Es considerada una de
las mayores exponentes del psicoanálisis en la actualidad, médica psiquiatra. Nace en Milán y
vive durante la guerra en Egipto, pasando posteriormente estudiar psiquiatría en Roma.
15
99
violencia de la interpretación, que es primaria y necesaria para constituirse
subjetivamente la persona.
Cuando esta interpretación no existe, la falta de respuesta ante el llanto, que se
convierte en un grito sin respuesta, es en si mismo toda una respuesta; esto es
desamparo subjetivo.
Para un chico con los que nosotros trabajamos, este desamparo lo vivieron,
porque lo vivieron también sus padres; son pibes que tuvieron la infancia
robada. Si hay algo de lo cual se le privó a L.J., es de tener una niñez. Ella
repite la historia de su madre, porque es lo que puede hacer.
Mi planteo es, tomando esta idea de desamparo subjetivo es el: desamparo
social. Porque cuando se habla de alguien que no tuvo infancia, que fue adulto
desde siempre, porque la mama tampoco fue niña, existe una infancia robada.
A estos chicos les robaron la posibilidad de ser niños, y la repetición tiene que
ver, con que no existe un horizonte distinto, ni siquiera de cómo se hace,
porque no existe la representación de lo que es un niño. La representación que
estos chicos tienen, es que todos son como adultos petizos.
Estos chicos, tuvieron responsabilidades de adultos en su infancia, y cuando no
existía la posibilidad de ser niños. En este punto, es que existe una situación de
desamparo social intergeneracional, porque se le están vulnerando los
derechos básicos. En ellos es necesario construir cuestiones simbólicas que no
existen, porque son chicos que están absolutamente arrasados.
No tenemos muchos profesionales formados en esta línea. Tengo
profesionales tan antiguos, que los tratan de usted a los pacientes para poner
distancia. Acá hay que poner el cuerpo, porque son pibes con los que hay que
hacer holding [sostenimiento] como dice Winnicott16; el sostener, el abrazar, de
agarrar como necesita un niño, porque el adulto hace “continente” a ese
cuerpo. El niño va libidinizando todo el esquema corporal, y lo va armando en
función a todo eso que el adulto le pone. El yo se constituye en la mirada del
otro, porque es la mirada del otro la que hace que uno, se pueda constituir
como uno distinto.
Los profesionales tienen que re-visitar conceptos, que son conceptos vacíos de
contenidos, porque a veces repiten cosas que no remiten a nada. Tiene un
discurso absolutamente vacío, y después la “clínica” te muestra, y sostienen
que “algo tenía que perder”, en alguien como L.J. que perdió todo en la vida,
que hasta perdió la virginidad sin querer perderla. Ella algo tiene que empezar
a ganar.
 Dra. Silvina Peluso
Psiquiatra infantil. Granja Hogar “Madre Teresa” del Hogar de Cristo.
Cuando se habla de neurosis, se habla de una estructura de personalidad
constituida, son las estructuras de las que habla Sigmund Freud: neurosis,
psicosis y perversión. Para llegar a ser neurótico o psicótico, tiene que haber
una constitución de la personalidad, pero en estos casos, según el Dr.
Olievenstein, como dijimos antes, existe una falla una falencia en la
16
Donald Woods Winnicott [1896-1971]. En el desarrollo emocional primitivo Winnicott describe
tres funciones maternas: el sostenimiento o sostén (holding), la manipulación o manejo
(handling), y la presentación objetal (objet-presenting). La función del sostenimiento es un
factor básico del cuidado materno que corresponde al hecho de sostenerlo (emocionalmente)
de manera apropiada.
100
constitución desde la primera infancia, desde el “vamos”, esto podría
corresponderse con lo que la Lic. Edith Benedetti define como “desamparo
intergeneracional” subjetivo, dado que la madre probablemente presentó el
mismo fallo en la constitución subjetiva, que es previa a la formación de una
neurosis o una psicosis, es por ello, que señalo que existe una falla en la
constitución desde el “vamos”. El Dr. Olievenstein sostiene que estas personas
pueden presentar sintomatología neurótica, psicótica y/o hasta rasgos
perversos.
Esto que yo llamo falla desde el “vamos” en la constitución subjetiva es lo que
antes describimos según su autor como estadio del “espejo roto” (ver apartado
Algunas consideraciones teórico clínicas…). Algunos autores lo definen como
una fisura estructural, en la que el sujeto queda callado frente a esta, un goce
mudo, la no elaboración de este y el fuerte anclaje sexual con el objeto en
cuestión; otros como Emiliano del Campo lo llama estructura preadictiva.
Si analizamos la ecuación Sujeto- Sustancia-Situación podemos pensar que
acá el sujeto sería el “toxicómano verdadero” que describe Olievenstein la
sustancia es sin dudas el “paco” y la situación es una joven que vivió en
situación de calle desde los 9 nueve años que como refiere la Lic. Benedetti
presenta un desamparo subjetivo y también social intergeneracional. Queda
entonces en evidencia lo complejo del caso.
Desde la psiquiatría, a estos pacientes los llamamos: trastornos límites o
bordeline de la personalidad, y se tiende a denominarlos “border”, porque es
como si estuvieran en el límite, y porque no son neuróticos, ni psicóticos, pero
tienen características de las dos.
Estos sujetos, tienden a poner en “falta” a los profesionales, a meterse en las
fisuras de los equipos y de las instituciones todo el tiempo, y hay que tratar de
prever estas situaciones, antes de que sucedan, con un equipo que respalde
las acciones, las estrategias. Hay que poder acompañar a los pacientes, desde
donde ellos se dejan acompañar, sin presionarlos. Efectuar un abordaje sobre
este tipo de casos, solo se puede hacer con un trabajo interdisciplinario y en
equipo, sin ambas condiciones un tratamiento es difícil y en ocasiones
imposible. Este, entre otros, es el sentido de una internación en Salud Mental, y
no el mero hecho de sostener una cama; estos chicos, no son pacientes que
tienen que estar en una cama, porque no son pacientes que tengan una
enfermedad que lo amerite. El sentido de una internación, tiene que ver con un
trabajo de sostenimiento colectivo en un momento de riesgo de la patología, en
donde el trabajador par, el enfermero, el trabajador social, el psicólogo, el
médico y otros deben trabajar interdisciplinariamente y en equipo con el
paciente, para así dar lugar al surgimiento de diferentes estrategias posibles.
101
Criterios diagnósticos según CIE 10
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad
Trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a
actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un
ánimo inestable y caprichoso.
La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos
de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; éstas
son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser frustrados en sus actos
impulsivos.
Se diferencian dos variantes de este trastorno de personalidad que comparten
estos aspectos generales de impulsividad y falta de control de sí mismo:
F60.30 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo
impulsivo
Las características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia
de control de impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un
comportamiento amenazante, en especial ante las críticas de terceros.
Incluye:
Personalidad explosiva y agresiva.
Trastorno explosivo y agresivo de la personalidad.
Excluye:
Trastorno disocial de la personalidad (F60.2).
F60.31 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite
Se presentan varias de las características de inestabilidad emocional. Además,
la imagen de sí mismo, los objetivos y preferencias internas (incluyendo las
sexuales) a menudo son confusas o están alteradas. La facilidad para verse
implicado en relaciones intensas e inestables puede causar crisis emocionales
repetidas y acompañarse de una sucesión de amenazas suicidas o de actos
autoagresivos (aunque éstos pueden presentarse también sin claros factores
precipitantes).
Incluye:
Personalidad "borderline".
Trastorno "borderline" de la personalidad.
Muchas veces ante situaciones de angustia, o de vacío extremo que pueden
tener consecuencias graves dado la gran impulsividad es necesario analizar
seriamente la posibilidad de usar medicamentos ya que suele ser insoportable
para los pacientes esa sensación. En todos los casos, al suministrar un
medicamento esto debe hacerse en consenso, haciendo un acuerdo con el
paciente, y este debe entender porque se le suministra. Tampoco el hecho de
administrar un medicamento soluciona este tipo de patologías, simplemente lo
que se logra es que esa angustia estructural, sea atenuada evitando así
situaciones que podrían poner en peligro la vida del sujeto y/o de otros. En
otros casos también se puede disminuir la impulsividad que los lleva a actos
muchas veces violentos de los que luego se arrepienten generando mucha
culpa con comportamientos auto lesivos y a veces suicidas. Los estados de
102
ánimos alterados, generalmente depresión, también son pasibles de ser
mejorados con medicamentos apropiados.
Un párrafo aparte merece la gran cantidad de trabajos científicos que
relacionan el uso de sustancias con los trastornos de la personalidad, existe
amplio consenso en la bibliografía respecto de que los trastornos de la
personalidad que presentan mayor comorbilidad con el consumo problemático
de sustancias son los trastornos bordeline y antisocial.
Los trastornos impulsivos de la personalidad (límite y antisocial) presentan un
espectro complejo de patrones de comportamiento en los que, cuando se
asocia con abuso de sustancias, hay que considerar también la neurobiología
del circuito de la recompensa y el funcionalismo de los lóbulos frontales.
La relación entre la personalidad y la adicción no se basa, solamente, en
estudios psicológicos, clínicos y epidemiológicos. Los estudios neurobiológicos
también han llegado a conclusiones que nos permiten comprender mejor el
tema. Así se cree que el sistema dopaminérgico mesolimbocortical es
especialmente importante para la función adecuada de los lóbulos frontales, y
que la corteza cingulada (que junto a la amígdala y los hipocampos forman el
llamado sistema límbico) está íntimamente ligada a la corteza prefrontal.
Recordemos que el circuito de la recompensa está muy imbricado con el
sistema límbico y es el involucrado en el consumo de sustancias. Los lóbulos
frontales (responsables de las funciones ejecutivas entre otras múltiples
funciones) tienen más que ver con nuestra personalidad que cualquier parte del
cerebro, y su daño produce un cambio en la personalidad, por lo cual, en buena
medida las diferencias en los estilos de toma de decisiones deben de
relacionarse con las diferencias en la autonomía y la química de estos lóbulos.
Recordemos además que los hidrocarburos presentes en el “paco” lesionan
severamente los lóbulos frontales.17
17
BOLINCHES, F., DE VICENTE, P., CASTELLANO GÓMEZ, M., PÉREZ-GÁLVEZ, B., HARO,
G., MARTÍNEZ-RAGA, J. y CERVERA, G. “Personalidades impulsivas y trastornos por uso de
sustancias: algo más que un diagnóstico dual”. Publicación “Trastornos Adictivos”, Vol.04; Nº
04; España.2002.
103
104
CASO TESTIGO Nº 2 [R.S.]
Soy R.S., tengo 29 años y empecé a consumir a los 19.
Lo primero que probé fue la pasta base, y como mucho habré probado
marihuana tres veces, pero al probar la pasta base directamente fue mi
perdición. Fue lo pero que probé y me empezó a atrapar de a poco…
Por muchas cosas empecé a consumir. Por curiosa, porque vi a mi hermano
consumiendo y me robaba todas mis cosas cuando yo trabajaba. Después
porque veía chicas en consumo y adelgazaban, yo era un poquito rellenita. Me
acomplejaba mucho mi cuerpo, entonces me di cuenta que esa era mi solución.
Esa era mi dieta, así empecé a fumar. Lo hacía con mi ex-cuñada que tenía
catorce años, y de a poco los fines de semana; dejaba pasar un tiempo,
después devuelta…
Yo veía a mi hermano que consumía, y me preguntaba por qué me robaba, él
baqueteaba a su propia familia, me mentía. Cobraba mi sueldo todos los
meses, compraba como una chica mis cosas, cosas buenas, y me las robaba…
de repente ir a la casa de mi ex-cuñada, dejar todo lo que había comprado y él
se lo llevaba como si fuera un “mechero”.
En un segundo me robaba todo, se iba a la villa que quedaba a cinco cuadras y
lo vendía. Yo iba a la villa al poco tiempo, y veía a las hijas de los que vendían
“merca” con mi ropa. Y eso me lo había comprado yo… estaba indignada y lo
buscaba a José [hermano].
Cuando tenía quince años recién cumplidos, mi mamá se separa de mi
padrastro, pero le digo papá porque me crió. Mamá se había juntado con otra
persona, ella se fue de mi casa porque mi papá la echó, ellos se peleaban
todos los días, había violencia, discutían, era verbal y físicamente, eso nos
hacía mal a nosotros.
Mamá se fue, al poco tiempo ella cae presa con su pareja actual por homicidio,
la condenaron a diez años… doce años pero salió a los diez años y medio.
Ahora está afuera, y vuelve todos los meses, está en libertad condicional.
A los quince años y medio me fui de mi casa… me fui de mi casa. Uno de los
motivos fue que en mi infancia mi padrastro me manoseaba… me manoseaba
y yo tenía miedo de que me violara. El dejó de manosearme, cuando mi mamá
un día entra en la casa, yo tenía once años… siempre lo hacia los miércoles y
domingos, cuando ella se iba a trabajar y venia tarde. Nos quedábamos solos,
él hacía que mis hermanos se vayan a jugar y nos encerraba. Nunca llegó a
penetrarme.
Una vez mamá entro a la casa y él se había olvidado de “llavear” la puerta…
Yo tengo “flashes” que me daba besos en la boca, cuando tenía tres años, tres
años y medio, por ahí… Le tenía miedo porque me amenazaba verbalmente…
A veces yo iba al baño, él entraba de golpe y yo acorraladísima. El quería que
le haga sexo oral y yo le decía: -Nooo!! nooo!!... siempre cuando mis hermanos
dormían… eso hasta los once años y medio, que mi mamá entró. Ella entró y
vio algo raro, que yo estaba llorando… y él estaba tomando. Tomaba mucho
alcohol, fue donde mamá preguntó: -que pasa?... y yo llorando, con el pantalón
desabrochado, y él me estaba metiendo la mano…
A los pocos días, mamá me pregunto qué había pasado, y yo le conté
llorando… pero como que ella no me creía, no me creyó hasta ahora. No sé si
105
me creyó, capaz que sí… Creo que ella tenía miedo de creerme. Sentía miedo,
porque lo amaba tanto… que siguió con él.
Él era muy agresivo con ella verbalmente, la manipulaba, le decía que si lo
dejaba él se iba a matar, hacía un espectáculo, payaseaba… Maltrataba mucho
a mi hermano mayor y a mí… Ella estaba enamorada de él, y creo que fue así
hasta que abrió los ojos, y se enamoró de otro hombre.
Yo le preguntaba de chica a mi mamá: por qué no me creíste, por qué no le
hizo una denuncia, o algo…
Siempre con ella era la misma discusión: -me venís a hablar de [como] madre,
y como buena madre, y vos, que hiciste conmigo?... Cada vez que sacaba el
tema con mamá, se quedaba callada, y ella me decía, que yo no le había dicho
nada hasta ahora. Hasta que di un punto final, ya está.
Yo alucinaba como una nena, que mi mamá me iba a defender… pero a la vez
tenía miedo, porque él me decía que la iba a matar a mamá, y que me iba a
matar a mi… veía como él actuaba, que se trataba de electrocutar, se pegaba
la cabeza contra la pared, se tiraba al piso, venía la ambulancia, venía la
policía, y todo me daba miedo…
Alguna vez mi mamá metió una denuncia en contra de él, llamamos a violencia
familiar… hemos dormido en casas de vecinos por esta violencia que él tenía, y
siempre nosotros con mi mamá… Ella corría a la casa de los vecinos, venía la
policía, hacíamos denuncias por teléfono… pero quedó todo ahí, no se hizo
más nada.
El dejó de tocarme. Pero igual tenía miedo.
Tenía una amiga. Mi mejor amiga era N… [entre sonrisas, risas de la inocencia
perdida], yo le podía contar eso a ella, éramos tan chiquitas… y decíamos: -un
día le ponemos una cámara, una cámara oculta, que vea…
Tenía mucho dolor, impotencia porque mamá no me creía y mi amiga me
creía… Y cómo, y por qué mi mamá que me trajo al mundo, no?… con mi
amiga, queríamos hacer como una onda “misión imposible”, poner cámaras…
Yo que sé.
Mi papá cambió.
Dejó de hacerme cosas, pero me maltrataba verbalmente. Ahí me insultaba,
pero nada físicamente. Una vez intentó ir a mi cama… y yo le grite, le dije de
todo, y no me tocó nunca más… Tenía doce años y reaccioné. Antes siempre
era miedo.
Me fui de casa.
Tenía miedo de volver a vivir lo que me hacía mi papá. Iba a dormir a la casa
de mi mamá y volvía a ver a mis hermanos más chiquitos. No quería estar todo
el tiempo ahí, yo solo volvía a cuidar a mi hermanita. El ya no se animaba a
hacerme nada. Yo era más viva, le decía: vos me tocas y yo te denuncio.
Me puse de novia. Mi mamá lo conoció y lo aprobó, ella aceptó la relación…
Cuando mi mamá cae presa, era el día del padre… era el día del padre y yo
estaba en la casa de mi ex-suegra. Me llama uno de mis hermanos y no sabia
como decírmelo, era una situación muy fea, muy fea… voy a la casa de mi
papá y me cuentan. Mamá queda detenida en Ezeiza hasta que llega el juicio, y
cumple la condena ahí. Mi padrastro era muy mentiroso y agrando todo, fue
muy feo ese momento. La única que la visitaba en la cárcel era yo.
Me mudé con R., el tenía veintisiete y yo casi dieciséis… estaba muy
enamorada de él, lo aguanté hasta los diecinueve años.
106
Éramos seis hermanos, cuatro varones y dos mujeres. J., J., M…
Eran viviendas que fueron dadas por el gobierno, porque mi mamá y toda esa
gente, era gente que vivía en el Albergue Warnes. Yo llegué al barrio cuando
tenía tres años y mamá estaba embarazada de M. Mi segunda casa, en la que
viví con Rubén quedaba a la vuelta de la de mis hermanos, en otro pasaje del
barrio.
Me fui, pero mi mamá no quería que yo me vaya. Ella quería que yo me quede
con mis hermanos, era una responsabilidad muy pesada para mí, pero me
daba miedo. Iba a ver todos los días a mi hermanita, a ver como estaba ella, la
revisaba a ver si le había hecho algo, la revisaba disimuladamente. No quería
que mi padrastro le haga lo mismo que me hizo a mí. Sabía que él no tenía
escrúpulos, él era capaz de cualquier cosa. A parte, mi hermano mayor
también se había ido de la casa, porque él lo maltrataba, lo trataba muy mal,
pero no le pegaba. Cuando mi padrastro se ponía borracho, nos decía que
éramos unos “muertos de hambre”, que éramos malignos como mi mamá, el
era muy alcohólico.
En esa época mi hermano J. empezó a descarriarse; en realidad, salvo mi
hermano mayor, todos consumimos. Los cinco menores consumimos algo,
probamos de todo. Mi hermano mayor en cambio, siempre trabajó, estudió y
fuera del barrio. Jorge pensaba y planificaba como llevarnos a todos fuera de
esa casa, pero no pudo hacerlo; él quería salvarnos de esas miserias. Nunca lo
logró.
Con R. tuve mi primera vez, pero le costó. Fue como a los diecisiete años.
Tuvo que esperar porque estaba muy traumada, no quería que nadie me toque.
El me tocaba, y se me venía a la mente lo que me había hecho mi padrastro,
se me aparecían esas imágenes…
Yo nunca le conté lo que me había hecho mi padrastro, R. me preguntaba y no
entendía por qué yo actuaba así.
Éramos una pareja geniaaall !!!
Era buenísimo conmigo, hasta que con el tiempo me empezó a demostrar
quien era realmente. R. fue en todo el primero. Fue el hombre que me cagó a
palos, el que… mi primer hombre, estaba muy enamorada de él. Hasta llegó a
secuestrarme en una pieza, yo no tenía contacto con ninguno de mis hermanos
y con ninguno de mis amigos… pasar en la calle por al lado de mi mejor amiga,
y no poder levantar la mirada para saludarla, porque él me tenía amenazada….
Todo fue progresivo…
Él me traía regalos, era el hombre ideal, era amoroso, era atento. Empezamos
a trabajar, él en una pizzería, y yo en el local de al lado. Aparentaba a todo el
mundo, me llevaba rosas el día de los enamorados y mis compañeras estaban
fascinadas con esa imagen…
A los dos años me empezó a pegar.
El era muy celoso... Fuimos a un baile en “Tabasco”, con amigos del trabajo de
él y su hermana; él se ponía celoso de todo el mundo, hasta de la hermana…
Ese día me sacó de los pelos, me pegaba patadas en el piso, porque me vio…
vió que un chico me tomó de la mano para sacarme a bailar, y yo pensé que
era él… cuando lo miro al chico, y me doy cuenta que no era él, el me estaba
mirando… lo miré a R. sorprendida, porque el nunca me había pegado hasta
ese momento y encima estaba tomando un trago que me dio vuelta la cabeza;
yo era “cero” alcohol, nunca había tomado… Me mató a palos.
107
En la fiesta había un concurso de stripers, algunos chicos se sacaban la ropa, y
las chicas que subían se podían ganar unos tragos, consumiciones gratis para
toda la noche… él me quería mandar a mi, y me decía: -dale, dale… si vos sos
una trola !!
Todo fue de repente, yo no lo podía creer… Yo me quería ir y él no me dejaba.
Nunca me imaginé que me iba a pegar tanto, el era todo “amor” hasta ese
día…
Salimos a las seis de la mañana del baile y me empezó a pegar… se tuvo que
meter el amigo porque me estaba matando… ahí me cayo la ficha. Llego a mi
casa, y él todavía no había llegado. Cuando volvió, me empezó a pegar de
vuelta, por suerte estaba mi cuñada. Me golpeó la cabeza contra la pared, yo
lloraba, me tiró una botella de cerveza… yo lloraba y me fui de ahí.
Me fui a la casa de mi padrastro y de mis hermanos, pero mi padrastro estaba
tomando… yo no sabia que hacer, estaba entre la espada y la pared. Me quedé
sentada en una esquina, esperando que a Rubén le bajara el nivel de alcohol…
Cuando llego, me pidió que lo perdone. Yo no quería perdonarlo… me repetía
en la cabeza lo que decían las mujeres grandes: “si un hombre te pega una
vez, lo va a seguir haciendo… y más de una vez”. Yo tenia en claro eso, pero lo
amaba tanto que lo perdoné.
De ahí en más empezó a maltratarme verbalmente, psicológicamente y
físicamente… no tenía casi relación con mis hermanos, me cortó todo…
Le pagaba más dinero a la señora que nos alquilaba para que me controlara.
Estaba presa en mi casa.
Me escapé a Misiones, allá tenía familiares… pasé todo un mes en lo de mi tía;
no se como hizo, pero me encontró… me llamó por teléfono, me volvió a pedir
perdón, me dijo que me extrañaba, que me quería, que no me iba a pegar más,
que él iba a cambiar, que yo era todo para él… y yo volví.
Volvió a ser todo como la primera vez y yo estaba chocha…!! Eso duró poco.
El tenía cinco hijos y estaba separado… un día de esos, vino la mujer de él y
me dejó a los chicos. Del día a la noche me tuve que hacer cargo de esos cinco
nenes, que eran sus hijos… eran dos nenas y tres nenes…Yo no sé como hice,
pero era para mí una obligación; llevarlos a la escuela, al jardín…
El me decía: -si me amas a mi, tenes que amar a mis hijos, y fue así durante
cinco meses seguidos… no tenía descanso. Yo creo que la madre los dejó para
hacerle la contra a él, a R.
Pasaron esos cinco meses y un día me golpean la puerta, era la hermana de
él, R. y su mujer C. que volvían a buscar los nenes… Ahí me enteré que él
tenia una vida paralela, que tenía a su otra mujer viviendo en Ezeiza, de día
estaba con ella y de noche estaba conmigo.
Yo estaba ciega… la hermana me decía: -cuando vos te enteres de lo que mi
hermano hace con vos…!! Y yo no escuchaba, estaba tan enamorada de él…
El anduvo con todas las minas del barrio y yo era una chica de mi casa, no
entendía nada; iba de mi casa a la escuela y de la escuela a mi casa, era muy
inocente o ingenua.
Quede embarazada.
Había dejado de menstruar y le conté a él. Mi cuerpo había empezado a
cambiar, sentía nauseas, vómitos… yo estaba feliz y contenta. Pero él no
estaba contento…
Un día tuvimos intimidad, y él me lo hizo de forma muy violenta, sentí mucho
dolor abajo…
108
Al otro día cuando me levanto tenía una perdida, él me lo había hecho a
propósito. Yo tenía miedo, él se tenía que ir a trabajar y me decía que eso era
normal, me decía que no me preocupe, y a mí ya me había empezado a doler.
Yo estaba de dos meses y me hacía todos los controles…
Se fue, y me dejó sola. Tenía mucho dolor de panza y me había empezado a
salir mucha sangre… Le dije a la señora que nos alquilaba, que me iba al
hospital porque me sentía muy mal. Y me fui al Hospital Piñero.
Me hicieron una placa y me trataron muy mal… pensaban que me había
“puesto” algo. Me trataron pésimo, ellos pensaron que traté de abortar. Me
hicieron una ecografía, y siento que todo me cae… Y escucho a la de la
ecografía, que dice: -Ya esta… ya lo perdió!!
Empecé a llorar… a llorar mal.
Y me decían: -de verdad nena, que te pusiste?…
[R.S. lloró]
Quedé internada, me habían hecho un raspaje. Creo que también quedé
internada, porque ellos querían saber si yo lo hice a propósito, hasta me
preguntaron si yo consumía, era re-sanita y nunca había probado nada hasta
esa edad. La llamo a mi mejor amiga N., para que lo llame a él [R.], porque
estaba trabajando. Ese día él no apareció, me dejó sola en el Piñero.
R. apareció al otro día. Cuando R. apareció, me dijo: “si vos perdiste al bebé,
es porque Dios no quería que lo tengas”, y yo lloraba.
Yo ahora me acuerdo, cuando le conté que estaba embarazada él no se puso
contento. Y claro, el ya tenía cinco hijos…
Tenía mucho miedo en ese momento. En el hospital él fue despectivo, me trato
mal. Llegue a pensar que él tenía razón, y que Dios me había castigado.
Después de unas horas le pregunté al doctor, por qué me había pasado eso a
mí?. El doctor me dijo que el bebé estaba mal ubicado, y que era normal que a
las primerizas les pase eso, y se lo conté a R. El no me creyó.
En ese momento, hasta se había enojado porque mi amiga lo llamó para que
fuera al hospital.
Al poco tiempo, él empezó a ir a una curandera. El me seguía tratando mal, y
esta mujer le dijo que yo lo engañaba. Me llevaba y confrontaba con la
curandera, para que desmienta lo que ella le afirmaba. Yo estaba tan
enamorada, que no me daba cuenta…
Cuando nos juntábamos con la familia o con mi hermano mayor, el me trataba
muy bien y era muy cariñoso, pero en “mis adentros” sabia que eso no era
verdad. Siempre cuando estábamos solos, tenía algún tipo de reproche que
hacerme; yo le mentía a mi familia y a los que me querían, diciendo que todo
estaba bien. No me dejaba de amenazar y me seguía encerrando.
Me levantaba, le cebaba mate antes de que saliera a trabajar, le preparaba la
ropa, y alrededor de las diez de la mañana me encerraba. Yo limpiaba,
escuchaba música… A parte, yo no trabajaba más; tuve que dejar porque el
me celaba mucho. La única que sabía lo que me pasaba, era mi patrona, pero
tuve que renunciar.
Un día mientras trabajaba, se había peleado una pareja boliviana en la calle, y
él sale de la pizzería, se mete en medio y le dice al hombre: cómo le vas a
pegar a una mujer? Mi patrona presente en el momento, me mira, y me dice:
es una basura, y después el te pega a vos!! Es un cara dura!!
109
Cuando cumplí dieciocho años, el calvario estaba terminando.
La señora que nos alquilaba, iba a vender la casa y nos avisó que nos
teníamos que ir. Nos fuimos a vivir a la casa de la tía de él, ella vivía enfrente
del Centro Barrial “Hurtado”, en Barracas. La tía nos había dado una pieza
atrás de todo, yo no podía hablar mucho con nadie, él me seguía teniendo
amenazada. La pieza nos la prestó por un mes, un mes y medio hasta que
encontráramos otro lugar donde vivir, cerca de donde él trabajaba.
Cuando nos mudamos ahí a Barracas, Rubén había cambiado un poco el mal
trato, pero cuando estábamos a solas me maltrataba y me seguía pegando,
pero sin hacer mucho ruido y sin dejarme marcas.
El siempre simulaba que éramos la pareja perfecta… y yo también.
Yo pienso que no me valoraba a mi misma, lo soporté por salir de ese lugar
donde estaba, lo digo por mi padrastro, era como salir de Guatemala y entrar
en guate-peor… Pensaba que era el paraíso estar con él, por todo lo que había
vivido en mi casa; pensaba que esa era mi realidad, que era así como tenía
que vivir.
En esa pieza nos quedamos un mes y un día saltó la olla. Ahí le mostró como
era realmente a la tía y a los primos, por causa de N. Porque yo tenía un
celular y nos comunicábamos a escondidas de él, había agendado su número
con el nombre de mi hermano.
Un día le hice la segunda a ella con el primo de él, anoté el número y me olvidé
de borrarlo, él me lo revisa… y me molió a palos delante de la familia, de los
primos, de la tía, de todos y me decía gritándome: -de quien es ese número?
Y si yo le decía de quien era el número, se iban a enterar de que N. andaba
con el primo de él, y la tía de él no quería a mi amiga, yo cerré la boca y no dije
nada. El me agarro de los pelos y me llevo a la habitación para pegarme… y la
tía le decía que no me pegue, que me deje tranquila pero el seguía
pegándome. Y él le decía a la tía que yo era una trola, que yo le mentía… Pasó
eso, yo estaba toda golpeada, y me pidió perdón.
En ese tiempo, mi mamá seguía presa. Ella me llamaba por teléfono y me
preguntaba por qué yo no iba a ver… él no me dejaba, tenía que mentirle, tenía
que darle excusas para no visitarla. Le decía que tenía mucho trabajo… ella me
preguntaba por mis hermanos, y yo le decía que estaban bien… pero en
realidad yo tampoco veía a mis hermanos, porque él tampoco me dejaba. Todo
era una mentira.
Mi padrastro tampoco dejaba que mis hermanos fueran a visitarla, les decía a
ellos que el viaje era “muuuyyy laaarrrgo…”, o que no podía porque él tenía
que trabajar, o porque le decía a ella que mis hermanitos no la querían ver. Yo
era la única que mantenía un contacto con ella, solo por teléfono… yo lloraba
mucho cuando hablábamos, ella me preguntaba por qué lloraba y yo nunca le
decía nada…
Nos mudamos, conseguimos un departamentito. Yo me estaba dando cuenta
de “todo”, me pasaba algo… una vez más me había dejado encerrada, y en
ese lugar que alquilamos no podía haber mujeres, era algo raro. Estaba
siempre sola y empecé a llorar… a llorar, y me agarró una angustia… le hice
una oración a Dios, para que me ayude y me dé fuerzas, porque yo estaba
perdiendo todo…
110
Ya no sabía si era amor, porque si una persona te ama no te pega, no te
lastima. Y todo lo bueno y lo malo me pasaba por la cabeza, pensaba en todo
el tiempo que perdí, y todo eso… y me dije a mi misma: viene y me voy.
Tome fuerzas, me pude ir.
Fui libre…
[R.S. lloró]
El ese día había llegado temprano de trabajar, tipo 19hs. Llegó y le dije me voy.
El me dijo:-no quiero que vuelvas llorando!! Y me fui.
Reaccioné.
El me había sacado todo el dinero, tomé el colectivo en la plaza, le pedí al
colectivero que me dejara viajar gratis… estaba ilusionada, contenta, tenía
mucha alegría… Quería recuperar todo, ir a la casa de mis hermanos, estar
con ellos, ir a ver a mi amiga, contarle lo que me pasaba y pedirle perdón…
Todo eso quería hacer.
Llegue a la casa de mis hermanos, abracé a mi hermanita y me puse a llorar.
No lo podía creer… sentía que volvía a la vida, que podía respirar… Me
acuerdo que él en ese momento me estaba llamando y no lo atendía…
Me quedé a vivir con mis hermanos… me quede con mis hermanitos, porque
ya no le tenía miedo a mi padrastro. Yo estaba mas viva y le dije: -si vos me
haces algo, te hago una denuncia. Lo asusté, me vio como “segura” y no se
animó a hacerme nada…
Mi hermano estaba en consumo… J. Ahora está preso, él es como la oveja
negra de los varones… él se juntaba con gente más grande y mi padrastro no
tenía autoridad sobre él. Y yo había empezado a rehacer mi vida, empecé a
buscar trabajo… pero no me iba bien.
En esa época, conocí a la novia de mi hermano, a F. que tenía catorce años y
nos hicimos amigas. Me acerqué a ella porque pensé que podía ser una buena
influencia para él, era una chica sana y no andaba en nada raro… ella me
presentó a su hermano D., y él me gustó… Conseguí trabajo en un restaurant,
primero entregaba volantes y después como mesera. Los dueños eran
bolivianos; estaba en negro, trabajaba casi todos los días y no ganaba mucho,
pero tenía mi dinero.
Con D. empecé de a poquito, primero fuimos amigos… yo no sabia que el
consumía paco, después me enteré. Creo que cuando lo conocí el picaba, no
consumía tanto… pero después empezó a juntarse con mi hermano mucho
más seguido.
Una vez, mi hermano y D. desaparecieron durante cinco días en consumo…
estaban colgados en la villa y vino a buscarme F. porque estaba muy
preocupada. Fue la primera vez que baje a la villa… cruzamos el paredón,
tratábamos de no mostrar mucho miedo, nos metimos por un pasillo y
empezamos a preguntar por ellos. Preguntábamos por mi hermano y por el
“loco de la escopeta”… caminábamos y seguíamos preguntado… y
encontramos a uno que nos dijo: -eh amiga!! dame 20 pesos y te digo..!!
Los encontramos por separado, yo lo encontré a D. y ella a mi hermano. No
querían volver, le dije a D. que vuelva que su mamá estaba preocupada y lo
convencí.
Para esa época, con Fátima nos empezamos a poner al día con los códigos
que ellos manejaban, entendíamos que para bajar el paco tomaban “fernandito”
o vino puro de tetra.
111
La mamá de D. se empezó a mover, iba al juzgado y pidió ayuda en el
SEDRONAR. Ella lo quería internar, si no era por voluntad, lo quería hacer con
la fuerza pública. Un día la madre le dijo, vamos a hacer los “ranchos”; hacer
los ranchos significa ir a tomar terrenos en el asentamiento “Los Pinos” de la
villa. Ahí ella se comunica con la policía, les avisa donde estaba D. y a la media
hora enviaron un móvil para llevárselo a una comunidad cerrada. Yo quería
hacer lo mismo con mi hermano, pero no pude.
Cuando llegó la policía Daniel se puso muy violento, agresivo... Puteaba a
todos los “cobani”, y lo mandaron a Monte Grande, a Casa del Sur. Luego de
eso, mi hermano vendió la moto que había robado con D.; parte del dinero se lo
dio a la madre de D. por una cuestión de códigos “tumberos o villeros”. Es lo
que se hace si alguien cae preso o le pasa algo, de lo robado se le da un
porcentaje a un familiar directo.
Yo estaba limpia, me empecé a acercar a N. Trataba de seguir con mi vida,
pero la madre de D. me pidió que lo vaya a visitar y así lo hice. N. pensaba que
lo hacía para olvidarme de R., ella no entendía que yo ya no sentía nada por él.
Mi padrastro intentó vender nuestra casa, aprovechando que mi mamá estaba
presa. Encontró a una familia interesada en la casa, que estaba en situación de
calle; negoció con ellos, y “de golpe y porrazo” envió todas nuestras cosas a
Misiones, a un depósito. Nos quedamos sin nada.
Esa familia se instala en nuestra casa, y mis hermanos y yo quedamos en
situación de calle.
Uno de los motivos que había dado mi padrastro para mudarnos, era que no
podía controlar a mi hermano que estaba en consumo, pero él no hizo nada
para rescatarlo. Vivía alcoholizado, tomando y haciendo quilombo, a él no le
importaba en realidad mi hermano. Yo me sentía desbordada, era mucha carga
para mi y aunque sentía algo de responsabilidad, también era la única que se
encargaba de mi mamá, que seguía presa.
Nos fuimos a tomar un terreno al asentamiento “Los Pinos” a unas quince
cuadras de nuestro barrio. En ese lugar paraba mucha gente que quería
revender sus casas, como mi padrastro. Nos fuimos a ese asentamiento mis
hermanos, mi padrastro y yo.
Al poco tiempo, mi padrastro se entera de que la casa no la podía vender
porque necesitaba la firma de mi mamá; aunque ella estaba presa seguía
teniendo derechos sobre la propiedad. Entonces él empezó a ir a visitarla a la
cárcel, solo por interés; mi mamá se dio cuenta de esta situación y la
aprovechaba, le decía a mi padrastro que iba a pensar lo de la venta de la
casa, y le decía a él, que le lleve a mis hermanitos para poder verlos.
Tenía 19 años. Probé por primera vez.
Y ahí en ese asentamiento entré en consumo.
Quería entender por que se rebajaban tanto, por qué le robaban a sus propias
familias. Empecé a caminar por los pasillos, a relacionarme con esa gente, por
curiosidad y para comprender por qué hacían eso. Quería entender lo que era
esa vida de consumo.
Seguía trabajando como mesera de lunes a sábados, trabajaba mucho y
llegaba agotada. Mi hermano volvió a caer preso [José].
De a poco, empezamos a armar nuestra casita en el asentamiento, compramos
muebles usados, colchones, hicimos el pozo y esas cosas… Al poco tiempo
dejé de trabajar: Me sentía explotada, a veces trabajaba horas extra y no me
112
las pagaban, y cuando llegaba tarde me lo descontaban, hasta iba a trabajar
con fiebre y a los dueños no les importaba.
Conocí a T. y R.
Esas chicas estaban mal vistas, eran como las trolas del lugar, atorrantas. Ellas
organizaban fiestas, que eran como “ranchadas” pero mas selectivas. Empecé
a tener una amistad con esta gente, y también a estar mal vista como ellas.
Con R. empecé a consumir a full, mal.
Tras un día de consumo… me dolía todo el cuerpo, tenía mucha tos, me picaba
la garganta, tenía chuchos de frío… mientras lo hacía, solo tomaba agua y
sentía como calor en el cuerpo, pero no comía nada. En cambio las chicas,
mientras consumían tomaban fernet, yo solo coca-cola. Tenía rechazo al
alcohol por mi padrastro, sentía el olor y me descomponía.
Al poco tiempo T. me presenta a R. Él tenía un tío que era metalero y trabajaba
con él en el barrio, pero era de Moreno; tenía un hijo y “supuestamente” se
estaba separando de la mujer. El me gustaba mucho, me veía por la calle, me
decía piropos y yo me ponía nerviosa.
Me empecé a juntar mucho con R. Ella se levantaba tipos, y les cobraba. Un
día me llevo engañada y me di cuenta de lo que hacia; me presentó a un tipo,
nos fuimos en auto con estos chicos, nosotras fumamos porro y ellos merca.
En un momento, uno de los tipos me quiso avanzar, no me gustó la situación y
les pedí que me llevaran de vuelta… y justo cuando bajamos del auto me vio
R., quedamos re-mal paradas. Traté de dibujarla lo mejor posible y estaba muy
enojada con R.
De a poquito empezamos a salir con R., el se daba cuenta de que estaba en
consumo y me quería rescatar. Me fui alejando de las chicas, pero seguía en
consumo. Él me pidió de ser su novia, él quería ayudarme, y a veces le
mangueaba dinero para comprarme.
De esa época, no me acuerdo muy bien de lo que viví… tenía 21 años.
Comencé a cartonear con R. y a reciclar, estaba bien y trataba de hacer vida
sana con él…
Al poco tiempo me cruzo en la villa con una chica que se llama D., me dijo que
estaba re-dura y me pidió que la acompañe, fuimos por un pasillo y entramos al
ranchito de un peruano que era mula. El me conocía… en ese ranchito había
de todo, piedras, droga, merca, bolsas, me empacho ver eso, me revolvió el
estómago… era como mi guarida, tenía droga gratis, y empecé a ir todos los
días. R. desconfiaba, pero él no sabia donde me escondía.
Con el tiempo, iba sola al ranchito pero no solo estaba el peruano, había otro
tipo en el lugar; iba “perseguida” con la idea de que tal vez me podrían violar,
es como que me insinuaban y yo me exponía igual, era droga fácil… terminé
aceptando. Me sentía asquerosa, sucia… estaba consumida, muy flaca.
Traté de rescatarme, de alejarme de ese lugar. R. me ayudó, el me contenía,
me quería… Tenia mucha tentación de volver, pasaba por el ranchito, a veces
tocaba la puerta… por suerte nadie respondió.
También trate de ayudarla a Teresa, sabiendo que ella hacia ranchadas, yo le
hablaba. Yo al estar mejor buscaba aconsejarla, que deje de consumir, de
llevar tipos porque ella tenía hijos…
R. me invita a pasar la Navidad en la casa del tío, porque tenía que cuidar la
casa, parecíamos marido y mujer… ahí pusimos la semilla de T. Quede
embarazada, pero no lo sabía todavía, estaba sana, estaba bien.
113
Pasaron pocos días y aparece su “supuesta” ex-mujer con su hijo. Me presenta
al nene, pero me puse celosa porque me enteré que había llevado a su ex a la
casa del tío con su hijo. Empecé a sospechar y el me negaba todo.
R. se fue un tiempo a Moreno con ellos, y yo conocí a M..
Seguí haciendo vida sana, empecé a trabajar en una verdulería haciendo
“changuitas”. Marcos había salido hacia poco de la cárcel, y se vino al barrio
porque no podía seguir donde estaba, le querían quemar la casa; empecé a
tener una amistad con él.
Volvió R. Había desaparecido por completo, no me había llamado en ningún
momento, empezamos a pelearnos, y las cosas no eran lo mismo. Me alejé de
él, nos separamos.
Pasaron dos meses, y comencé a salir con M., éramos novios. Estaba con
nauseas, con todos los síntomas y me di cuenta de que estaba embarazada; la
madre de M., fue quien se dio cuenta en realidad… Me hice el primer control de
T. y ese fue el único.
No sabía que iba a hacer… lo veía a R., y quería contarle… Mi hija me tiraba
por el papá.
Al tiempo, M. me trae a E. que es su hijo. Logra recuperarlo ya que su mamá
estaba en consumo y en situación de calle; él quería que esté con nosotros y le
dije que si, el nene tenía nueve meses. Tenía a toda mi familia en contra, no
querían que me encargue de ese nene.
Mi cuerpo empezó a cambiar, dejé de usar ropa ajustada, y me ponía ropa más
sueltita… me lo crucé a R. en la calle, me preguntó si estaba embarazada y se
lo negué !! Igual no me creyó, y me dijo que le estaba mintiendo… Me dijo que
me seguía amando.
Me hice cargo del hijo de M., de E. y empecé a ganarme a la familia de él,
sobretodo a la hermana que no me quería para nada. La hermana era muy
cruel conmigo y no me trataba bien, con el tiempo me comenzó a demostrar un
poco de cariño.
Con M. nos mudamos a una habitación en la parte de arriba de su casa, y ya
se me notaba la panza. Se lo conté a mi mamá, ella se había puesto muy
contenta… pero a mí se me había cruzado por la cabeza de sacármelo, pero ya
era tarde.
Empecé a cuidarme más. Por un tiempo estuve bien.
A los cinco meses de embarazo me escapé…
Dejé al hijo de M. con una amiga y me escapé… me fui a Chacarita… me fui
con cincuenta bolsitas de veinte pesos. Estaba con un chico, que me decía:
-Quien va a sospechar de una embarazada?
Mi meta era llevar la “cosa” y volver, no quedarme colgada. Volver con el
dinero… no pude. Cuando estaba volviendo me puse a llorar, caminaba por el
pasillo y lo vi a M. que me estaba esperando… él me preguntó:
-Qué hiciste “negri”?, yo no quiero devuelta esa vida!!
Le dije que me perdone. Le conté que solo quería llevar la droga, ser la mula
porque la policía les estaba encima; me iban a entregar el dinero y después
volver… traté de justificarme. Me preguntó si estaba bien y me dijo que me
acueste.
Después de esa vez, volví a cuidarme por un tiempo…
114
Llaman de tribunales, para avisar que la casa de la villa se la tienen que
devolver a mi mamá. Citaron a todos mis hermanos y a mi a declarar, me
preguntaron si quería que mi padrastro siguiera viviendo en esa casa, o de
echarlo… Yo por mis hermanos, por la figura paterna les dije que se quedara…
Mi mamá se enojó mucho conmigo, le explique el motivo pero igual siguió
enojada.
Empecé a sentir mucha abstinencia y se lo conté a M. Estallé en llanto y
temblaba, entre en crisis… le dije que quería consumir… y lloraba. El no pudo
contenerme. Me compró para un pipazo… armé una pipa con virulana… y me
relajé. Consumí y me acosté a dormir. El se resignó.
La familia que estaba en mi casa se fue, nos dejaron la casa…
Fuimos en auto a la cárcel de Ezeiza a visitar a mi mamá, se lo presenté a
Marcos y me vio la panza, a su nieto o nieta porque hasta ese entonces no
sabía el sexo. Mamá estaba muy contenta, pasamos todo el día con ella…
Me hice una ecografía y me enteré que era una nena… estaba de ocho meses.
F. me llama y me dice:
-Tengo droga!! Pero se están dando cuenta en mi casa, porque cada vez que
me drogo lo hago en el baño!! Entonces le ofrezco que vayamos a la casa de la
villa porque tenía las llaves… Fumamos un pipazo, estábamos re-tranquilas… y
empiezan a golpear la puerta!! Era M. con mi padrastro… Como una tarada
dejé las llaves puestas y se dieron cuenta de que estaba adentro. Trate de
pilotearla, pero mi boca se secaba…
Le prometí que no lo iba a hacer más y que fue solo un desliz.
A la semana nos mudamos a otra casa con su hijo E. y mi vieja vendió el
ranchito de Los Pinos.
Nació T.
Toda la familia estaba contenta, era la primera nieta. Ella nació en el Hospital
“T. Álvarez” de Floresta, nació sanita. Por suerte mamá empezó a tener visitas
domiciliarias, le faltaban casi seis años de condena todavía.
Yo era mamá primeriza, y trataba de cumplir mi rol de madre como podía, me
sentía muy sola. Con mi suegra no tenía una buena relación, de a poco fuimos
estableciendo un vínculo y me fue aceptando.
M. tenía como una especie de pedido de captura, una causa abierta por sus
andanzas antes de conocerme a mi. El robaba… lo que teníamos en común, es
que la hermana de él esta presa en el mismo penal que mi mamá por haber
asesinado a una persona. Íbamos juntos a visitarlas.
Los primeros meses como mamá fueron lindos, pero al poco tiempo con Fátima
volví al consumo, a escondidas. Me ponía muy nerviosa, se me cerraba el
estómago, se me secaba la boca y temblaba… siempre eran los mismos
síntomas; tomaba mucha agua. Trataba de contarle a M… pero le mentía.
Cuando él se iba a trabajar consumíamos en la pieza con F.
Tiara tenía siete meses, y le empecé a tomar el gustito de nuevo. Estaba dura,
quería comer y no podía. Me ponía muy agresiva y mi hija se había vuelto una
carga, no la soportaba. Solo pensaba en consumir.
M. también consumía, pero fumaba marihuana. No consumía en casa, se iba a
lo de un amigo y yo aprovechaba su ausencia para hacer lo mismo… empecé a
vender las cosas para conseguir dinero. Vendía todo lo que él me regalaba.
Faltaba poco para el primer añito de mi hija y me empecé a rescatar.
115
Buscaba cosas para hacer por ella, trataba de moverme para no caer. Le
festeje el cumpleaños, estaba toda la familia. Mi hermano trabajaba en una
fábrica de chocolates y me consiguió muchos para regalar. Todo fue muy
lindo… y todo volvía a empezar. Volvía a caer.
En diciembre de ese año, a pocos días de las fiestas M. cae preso. No me
acuerdo si fue un sábado, un domingo o un lunes… me despierto porque siento
ruido de botellas, y era Marcos con su cuñado que habían robado un camión de
reparto de bebidas. Le habían metido “caño” y lo llevaron a la puerta de mi
casa, el camión tenía radar y cayo la gorra…
Yo lloraba con mi hija, la cana empezó a rastrillar la villa y lo encontraron a
Marcos, el otro se escapó. Lo veo tirado en el piso, estaba esposado…yo
lloraba mucho… lo peor era que habían escondido los “fierros” debajo del
colchón y yo no sabía nada.
Allanaron la casa buscando los “fierros”, pero no los encontraron… mi hermano
estaba amanecido, porque había venido de gira y estaba durmiendo arriba de
las armas sin saberlo.
Eran dos “fierros”, una nueve, y una treinta y dos, con balas y todo. Mi cuñada
se las llevo para venderlas, para pasarle guita a Marcos. Quede en pampa y la
vía; a él le dieron cinco años, primero lo enviaron a Devoto, después a Ezeiza y
luego a La Pampa. Volví a consumir.
La madre de M. se lleva a su nieto y nunca más lo veo…
Vendía mis cosas para conseguir dinero, para la comida de mi hija y para
consumir, y cuando no tenía que vender, “mecheaba” y lo hacía en la feria.
Muchas veces, pobrecita mi hija la llevaba a comprar… empecé a tocar
fondo… Mi mamá desde la cárcel pidió ayuda, hizo la denuncia y me enviaron
una asistente social… me derivaron a la SEDRONAR. Iba a un psicólogo, pero
era como hablar a la pared.
Un día cayó la asistente social y estaba mi hija solita, yo me había ido a
consumir y eso me jugó muy en contra…
Yo la hice sufrir mucho a mi hija…
[R.S. lloró]
Ahora la veo tan grande… y que no me reprocha nada. Ella se acuerda…
cuando tenía cuatro añitos, jugaba con el primo y hacía el gesto con su mano
de fumar, copiaba lo que yo hacia, el “pipazo”… Rezo porque eso no quede por
siempre en su cabecita…
La dejaba sola en el pasillo para ir a comprar, le enseñe a mentir… le enseñe a
cubrirme… ella inventaba, decía que yo iba a comprarle caramelos !!!
Fueron años de consumo.
Me interne en “Viaje de vuelta” durante dos meses, tenia veinticuatro años y me
permitían tener a mi hija. Estuve cinco meses bien… por un tiempo frene la
“cosa”, me desintoxique…
Conocí a Mi. en ese lugar y quedo embarazada de L.; cuando salgo de esa
comunidad, no sabía que estaba embarazada…
Consumí durante todo el embarazo de mi segundo hijo.
Tenía más calle, andaba rancheando por un asentamiento; estaba viviendo con
un “transa” en una casilla, era la que limpiaba el lugar y andaba con él… un día
casi mas me mata.
116
El había llevado un arma para probarla, estaba tomado, le puso una bala, la
remonta y se le escapa el tiro; me rozó la cabeza, la ceja… después de eso
desaparecí durante dos semanas de ahí, casi un mes porque la droga me
debilitaba el cuerpo, tenía un color espantoso, opaco, la piel, la cara
demacrada y todo. No me cicatrizaba la herida.
En la ranchada me decían la “panzona”, me hacía respetar por ellos. Ninguna
de las mujeres que aparecían me podía sacar el trono, no podían porque
simpatice con el transa; a él lo mataron como a un perro.
Casi al final del embarazo, me junté con un hombre mayor. El se había como
enamorado de mí, me daba un lugar para vivir, comía bien, estaba más gordita
pero débil. Me daba asco que me tocara, pero le podía sacar dinero para
consumir, a veces me daba y otras veces no.
Durante todo el embarazo, nunca me hice ningún control. Un día me levanto
con mucho dolor, me levanto y voy al kiosco a comprar azúcar, cuando vuelvo
me voy a la casa de J. a pedir ayuda. El me llevo, yo no tenía ropa para el
bebé, ni nada. Mi hijo nació en el Hospital “P. Piñero”.
No me trataron bien, porque les conté que no me había hecho ningún control.
L. quedó en neonatología porque supuestamente había tragado líquido
[amniótico], pero en realidad creo que lo hicieron para que yo no me lo lleve;
tampoco me lo llevaban para que lo vea.
Ellos dan participación al servicio asistencial del hospital, me ponen una
denuncia o algo así, y me presionan; me dicen que si yo no me interno de
nuevo en “Viaje de vuelta” me iban a sacar a T. y a L.
Viaje de vuelta, es una comunidad mixta de hombres y mujeres, pero era una
cagada. Había psicólogos, psiquiatras y teníamos tres veces por semana
psicóloga, una vez psiquiatra y después grupos. Había grupos de doble “AA”,
de “aquí y ahora”, o temas libres… pero participaba mas en los grupos de
mujeres.
Ahí nos levantábamos a las siete de la mañana, que era el primer llamado;
siete y media teníamos que estar desayunando en el comedor, y al que llegaba
tarde le aplicaban una medida educativa, que podía ser lavar los platos a la
mañana o a la noche; las mujeres nos encargábamos de la limpieza, las
mamás de sus hijos primero, y después de las tareas de la comunidad.
El lugar tenía una estructura, algo así como cargos. Había primero una
orientadora, supervisora, coordinadora, staff, y staff junior, yo llegue a ser staff
junior ahí. Estuve casi un año y dos meses con los nenes, bastante tiempo.
Tuve que pasar al principio un mes sin salidas y sin visitas, después teníamos
salidas permitidas cada quince días; nos hacían hacer un itinerario donde
solicitábamos una salida terapéutica, indicando dirección de donde íbamos a
estar, indicando el motivo de la salida, y los horarios. Teníamos que cumplirlo si
o si.
A los ocho meses de estar internada tuve una recaída. Me aplicaron una
medida educativa, me pusieron sola en un lugar sentada, e incomunicada con
mi familia, y con la comunidad, con tareas desde las siete de la mañana hasta
las siete de la noche, era última en bañarme, y me hacían comer sola. Todas
las noches pasaba el director a controlarme.
Había cinco reglas que teníamos que cumplir: no drogas, no alcohol, no sexo,
no violencia y no al robo, pero había sexo, había drogas y también había
alcohol. Hacíamos campañas de prevención en la calle, y con del dinero que se
obtenía de la campaña compraban drogas, alcohol, porros, lo que sea.
117
A los tres meses de vida de L., mi mamá sale en libertad. Ella estaba contenta
de que yo estuviera internada, en rehabilitación y acordamos que ella se lleve a
L. porque yo no podía hacer mi terapia. Fue un error. La psicóloga se enojó
conmigo porque le había entregado mi hijo a mi mamá.
En “Viaje de vuelta” también, tuve una relación con J. que era coordinador y
psicólogo social en la comunidad; empezamos a salir a escondidas hasta que
lo pudo blanquear con el director del lugar. Salíamos juntos, no fuimos de
vacaciones juntos sin los nenes…
Después de un tiempo arruiné la relación con J., me gustaba un chico y le di un
beso. Se esteró todo el mundo dentro de la comunidad… y me escapé.
Volví a la casa de la villa, mi mamá me había puesto reglas para poder vivir ahí
y empezamos a tener roses en la convivencia. Busque trabajo, trabaje de
camarera y empecé a consumir devuelta, iba drogada al trabajo; salía de
trabajar y me iba a comprar droga, volvía a mi casa y me quedaba hasta las
tres de la mañana drogada… yo siento que mamá sabia que me drogaba, pero
no me decía nada.
Mi ex salió en libertad y quería volver conmigo. Me decía que era por mi hija.
Estuvimos juntos, no nos cuidamos, y bueno…
Quede embarazada de N., mi tercer hijo…
Me peleo con mi mamá por una boludez, me colgué, me olvidé de mi hija en
Escobar… y me fui.
Desaparecí durante dos meses. Viví en situación de calle.
Pase frío, calor; paraba en casa de chabones que daban vuelta por todos
lados. Andaba dura, buscaba consumir, buscaba drogarme… pero mi bebe me
lo impedía. Tenía la necesidad de comer y después de consumir, parecía un
pac-man, yo conocía mi cuerpo y me di cuenta de que estaba embarazada.
Empecé a sentir nauseas.
Mi desayuno era un pipaso… Traté de abortar, me tomé una pastilla.
Yo no encajaba en la calle, manejaba los códigos pero tenia modales más finos
que las demás chicas de la calle. Dormía a veces debajo de una autopista.
Un día mi mamá logró ubicarme y me fue a buscar. Ahí fue cuando conocí el
Centro Barrial “Don Bosco” del Hogar de Cristo; estaba de tres meses y medio,
y mi mamá me arrastro a ese lugar.
Conocí al padre Gustavo en el centro barrial, y me llevaron al Santa María
[dispositivo] que es como un parador, teníamos la libertad de entrar y de salir;
de día iba al centro barrial los días de semana y los sábados, teníamos
psicólogos que nos atendían y había actividades, talleres. Eso quedaba en la
villa 1-11-14.
Empecé a controlar mi embarazo, a cuidarme la salud. Hacia terapia individual
y participaba de grupos… el lugar tenía una estructura donde no nos
castigaban, y sufrí muchos castigos en mi vida. Sentía que me querían y era,
es un lugar de puertas abiertas; yo me “caía” y me ayudaban sin cuestionarme,
sentía amor.
La cabeza me hizo un click, un día que estaba sentada en la vereda y vi a una
chica embarazada que iba a comprar droga. Sentí asco, me dio asco lo que
hacia yo para consumir… empecé a reconocer todo lo que hice mal, de ver lo
lindo que era no mentir para hacer las cosas mal.
118
N. nació en el Hospital “J. A. Penna”; me quede en el Santa María hasta que el
bebé tuvo casi dos meses, y luego de eso me propusieron trasladarme a Pilar,
a una casita amigable del Hogar de Cristo, y me fui.
Empecé a buscar un colegio para mi hija…compartía la casa con una chica
soltera y un travesti. Igual no me quedé mucho tiempo ahí, estuve solo dos
meses.
Me ofrecieron venir a Madre Teresa. Conocí la Granja-Hogar el día de la
inauguración y me encantó. Me vine a vivir acá… y acá estoy.
Yo no quiero volver a la villa sola, no quiero volver al barrio porque todavía me
tienta. Me dan ganas de consumir.
Algunas consideraciones clínicas
(tomando este caso, como otro caso testigo)
 Dra. Silvina Peluso
Psiquiatra infantil. Granja Hogar “Madre Teresa” del Hogar de Cristo.
Este es el caso de una joven que parece poseer una estructura de
personalidad bastante sólida, una buena imagen de espejo (“El estadio del
espejo como formador de la función del yo, tal como se nos revela en la
experiencia psicoanalítica”; J. Lacan); una madre muy presente y a veces con
demasiada presencia; pero que no está presente justo cuando en la infancia,
ella sufre toda una sucesión de eventos traumáticos (abusos sexuales
incluidos) que se agudizan a partir de que la madre cae presa en la pubertad
de la joven en cuestión. Entre otros, vive situaciones de abuso y violencia por
parte del padrastro, y también, por parte de sus primeras parejas.
Es llamativo como muchas de las chicas tienen una iniciación sexual
traumática, en muchos casos impresiona como este hecho está tan
naturalizado que parece ser tomado como parte del “ritual” de su iniciación
sexual, donde no solamente son abusadas, violadas18, sino que además
también sufren golpes, y son severamente maltratadas. En el inconsciente
colectivo de algunas mujeres adultas de estos barrios parece existir la idea de,
que si no ocurre un episodio de maltrato y/o abuso, no hay verdadera iniciación
sexual.
Esta joven vive pensando en qué le va a pasar a su hija (que está iniciando su
pubertad) y su madre (abuela de la niña), indaga-investiga constantemente
sobre el trato que la actual pareja de ella le dispensa a su nieta de forma cuasi
obsesiva y algunas veces, porque no, un tanto obscena.
A modo de ejercicio si intentáramos ensayar un diagnóstico psiquiátrico
podemos decir que la joven padeció varios episodios de estrés post traumático
en forma crónica y reiterada (abusos reiterados del padrastro, encarcelamiento
de la madre, abusos, maltratos y secuestro de su primer pareja, entre otros)
consecuencia de los mismos presentó y aún presenta muchos síntomas de
ansiedad y depresión. Aquí es interesante recalcar que hay importante
bibliografía nacional e internacional que relaciona el estrés post-traumático (y
18
BOURGOIS Philippe [2010], En busca de respeto, vendiendo crack en Harlem. Editorial Siglo
Veintiuno. Cap.:5 “La educación Criminal, Violaciones colectivas entre adolescentes”.
119
más aun cuando es reiterado y/o comienza en la niñez u adolescencia
temprana), con el consumo de sustancias psicoactivas.
Lamentablemente tengo que decir que hemos escuchado varias historias de
secuestro (con violencia abusos y violaciones) de mujeres púberes y
adolescentes, son situaciones traumáticas aterrorizantes y desestructurantes
desde todo punto de vista y con el agravante que además muchas veces
constituyen sus primeras experiencias sexuales.
Algo más sobre estrés post-traumático, maltrato y abuso infantil y su relación
con el consumo de sustancias:
En nuestra vida cotidiana, cualquiera de nosotros puede tener una experiencia
aterradora, y que escape a nuestro control. Podríamos encontrarnos en un
accidente de autos, ser víctimas de un asalto, o ver un accidente. Experiencias
más complejas como combates bélicos, catástrofes naturales, ataques
terroristas si bien son menos frecuentes también pueden ser la causa.
Muchas personas, con el tiempo pueden superar experiencias de este tipo sin
necesidad de ayuda. Sin embargo, en algunas personas, las experiencias
traumáticas desencadenan una reacción que puede durar muchos meses o
años. Esto se conoce como Trastorno por Estrés Postraumático, o TEPT para
abreviar.
El Trastorno por Estrés Postraumático Complejo es un cuadro más grave que
suelen presentar personas que han padecido:
 negligencia grave o abuso tanto de adulto como de niño en repetidas
ocasiones.
 violencia reiterada o abuso grave en la edad adulta, como la tortura o el
encarcelamiento abusivo.
Los síntomas de TEPT pueden empezar inmediatamente o después de unas
semanas o meses. Por lo general aparecen dentro de los primeros 6 meses
tras el suceso traumático.
120
Criterios del CIE-10 para el diagnóstico de Trastorno
Postraumático (fuente: organización mundial de la salud)
por
Estrés
Trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento
estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza
excepcionalmente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos
malestar generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo, catástrofes
naturales o producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser
testigo de la muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de
una violación o de otro crimen).
Ciertos rasgos de personalidad (por ejemplo, compulsivos o asténicos) o
antecedentes de enfermedad neurótica, si están presentes, pueden ser
factores predisponentes y hacer que descienda el umbral para la aparición del
síndrome o para agravar su curso, pero estos factores no son necesarios ni
suficientes para explicar la aparición del mismo.
Las características típicas del Trastorno por Estrés Postraumático son:
episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias
o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de
"entumecimiento" y embotamiento emocional, de despego de los demás, de
falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de evitación de
actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso
evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma.
En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de
miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un
repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente
a él o ambos a la vez.
Por lo general, hay un estado de hiperactividad vegetativa con hipervigilancia,
un incremento de la reacción de sobresalto e insomnio. Los síntomas se
acompañan de ansiedad y de depresión y no son raras las ideaciones suicidas.
El consumo excesivo de sustancias psicotropas o alcohol puede ser un factor
agravante.
El comienzo sigue al trauma con un período de latencia cuya duración varía
desde unas pocas semanas hasta meses (pero rara vez supera los seis
meses). El curso es fluctuante, pero se puede esperar la recuperación en la
mayoría de los casos. En una pequeña proporción de los enfermos, el trastorno
puede tener durante muchos años un curso crónico y evolución hacia una
transformación persistente de la personalidad.
Pautas para el diagnóstico
Este trastorno no debe ser diagnosticado a menos que no esté totalmente claro
que ha aparecido dentro de los seis meses posteriores a un hecho traumático
de excepcional intensidad. Un diagnostico "probable" podría aún ser posible si
el lapso entre el hecho y el comienzo de los síntomas es mayor de seis meses,
con tal de que las manifestaciones clínicas sean típicas y no sea verosímil
ningún otro diagnóstico alternativo (por ejemplo, trastorno de ansiedad,
trastorno obsesivo-compulsivo o episodio depresivo). Además del trauma,
deben estar presentes evocaciones o representaciones del acontecimiento en
forma de recuerdos o imágenes durante la vigilia o de ensueños reiterados.
También suelen estar presentes, pero no son esenciales para el diagnóstico,
121
desapego emocional claro, con embotamiento afectivo y la evitación de
estímulos que podrían reavivar el recuerdo del trauma. Los síntomas
vegetativos, los trastornos del estado de ánimo y el comportamiento anormal
contribuyen también al diagnóstico, pero no son de importancia capital para el
mismo.
NIÑOS y Trastorno por Estrés Postraumático:
El Trastorno por Estrés Postraumático puede encontrarse en cualquier edad.
Los niños más pequeños pueden tener sueños molestos del trauma, que luego
pueden convertirse en pesadillas de monstruos. A menudo, reviven el trauma
en su juego. Por ejemplo, un niño involucrado en un accidente de tráfico grave
podría volver a representar el accidente con coches de juguete, una y otra vez.
Los niños pueden perder el interés en las cosas con las que solían disfrutar.
Puede que les cueste creer que van a vivir el tiempo suficiente para crecer.
Frecuentemente se quejan de dolores de estómago y de cabeza.
Trastorno por Estrés Postraumático COMPLEJO:
Puede empezar semanas o meses después de los acontecimientos
traumáticos, pero puede tardar años en ser reconocido.
El trauma afecta al desarrollo en los niños (cuanto más precoz es el trauma,
más daño hace). Algunos niños hacen frente poniéndose a la defensiva o
agresivos. Otros se aíslan de su entorno, y crecen con una sensación de
vergüenza y culpabilidad en lugar de sentirse seguros y bien consigo mismos.
Los adultos que han sido maltratados durante un período de tiempo desarrollan
una sensación similar de separación de los otros y una pérdida de confianza en
el mundo y en los demás.
Además de muchos de los síntomas de TEPT descritos arriba, en los casos
complejos:
1º ] se siente vergüenza y culpa
2º ] se tiene una sensación de embotamiento, de falta de sentimientos
3º ] no se puede disfrutar de nada
4º ] se controlan las emociones mediante el uso de drogas, alcohol, o
haciéndose daño a sí mismo
5º ] se aísla de lo que está sucediendo a su alrededor (disociación)
6º ] se tienen síntomas físicos causados por la angustia
7º ] no se puede expresar las emociones con palabras
8º ] se puede querer acabar con la vida.
9º ] se asumen riesgos y se hacen cosas “sin pensarlo”.
Suele ser más grave si los eventos traumáticos:
 suceden a una edad temprana,( cuanto más precoz , peor es el trauma)
 es causado por un padre/madre u otro cuidador
 el trauma es severo
 el trauma se prolonga durante mucho tiempo
 se está aislado
 se está todavía en contacto con el abusador y / o amenaza su seguridad
122
Según una revisión bibliográfica publicada por la revista RET, Revista de
Toxicomanías (Nº. 32- 2002) titulado “La relación entre el abuso de sustancias
y el trastorno de estrés postraumático en las mujeres. Una Revisión de
Investigación” (cuyos autores son: Lisa M. Najavits, Ph.D; Roger D. Weiss,
M.D.; Sarah R. Shaw, B.A.):
La investigación ha documentado una gran incidencia de comorbilidad entre el
trastorno de estrés postraumático y el abuso de sustancias. En concreto, las
mujeres que abusan de sustancias, muestran grandes tasas de este doble
diagnóstico (entre el 30% y el 59%), que normalmente proviene de un historial
reiteratitivo de agresiones sexuales y físicas repetidas durante su infancia.
Entre los hombres, los índices son dos o tres veces menores y suelen provenir
de traumas de combate o crímenes.
Los pacientes con ambos trastornos se caracterizan por tener gran severidad
en una multitud de variables psicológicas y de tratamiento y por el uso de las
drogas más fuertes (cocaína y opiáceos). La investigación sobre tratamientos
para mujeres es limitada (…)
Una historia común de agresiones sexuales y/o físicas repetidas en la infancia.
Varios estudios han encontrado frecuentes historias de agresiones sexuales
y/o físicas repetidas en la infancia entre mujeres que en la actualidad abusan
de sustancias, con tasas que van desde el 32 al 66%.(…)
Además si una mujer padeció tanto agresión sexual como física cuando era
niña, su probabilidad de usar sustancias ilícitas era casi dos veces más elevada
(44%) que si había sufrido solo un tipo de agresión (23%) (…)
De la importancia del trauma durante la infancia se hace eco el trabajo
epidemiológico general, que ha encontrado que la inmensa mayoría de los
traumas a las mujeres ocurren antes de los 18 años, cuando las víctimas
carecen a menudo de recursos de desarrollo y ambientales suficientes con las
que superarlos.
Se ha encontrado que las mujeres con abuso de sustancias tienen altas tasas
de traumas repetidos. En estudios de mujeres de barrios marginales y una
muestra diversa de sujetos ambulatorios adictos a la cocaína, el número medio
de traumas durante la vida entre las mujeres era de cinco. Además, la
probabilidad de diagnóstico de TEPT estaba aumentada en las mujeres
expuestas a un mayor número de traumas y a traumas más violentos.
El caso que estamos comentando no es más que un ejemplo claro de la posible
confirmación de estas estadísticas también en nuestro medio.
Nuestra joven en cuestión comienza a consumir a la edad de 19 años (esto es
bastante tardío en nuestra experiencia en la G Madre teresa); se podría decir
que el consumo viene a ocupar en su caso el lugar del evento traumático, en
ella existe una estructuración subjetiva neurótica y le acontecen una sucesión
de eventos traumáticos reales graves y reiterados.
Me parece interesante destacar la pérdida de oportunidad de un tratamiento
oportuno que evidencia acá una ausencia del estado y también de familia
mostrando una situación de vulnerabilidad social y personal. Quizás si la joven
123
hubiese recibido un tratamiento adecuado cuando niña luego de los abusos de
su padrastro o cuando escapa de su pareja también violenta a los 19 años la
droga no hubiese tenido asidero ya que considero que ella no presenta la
personalidad del “toxicómano verdadero” definida por C. Olievenstein.
Como ya se comento en el prólogo de este apartado, este autor postula que la
toxicomanía tiene asidero en cada momento y en cada persona, en la
conjunción de tres factores:
a. la personalidad del SUJETO,
b. su relación con el producto o sea la SUSTANCIA y
c. en la influencia del momento sociocultural que le toca vivir: (SITUACION).
En nuestro caso:
 respecto del punto a- la personalidad: ya hemos señalado los detalles de la
misma recordemos que se trata de una neurosis con importantes y severos
eventos traumáticos reiterados (ya hablamos del TEPT complejo);
 respecto del punto b- su relación con el producto o encuentro con la
sustancia: estamos hablando del paco (pasta base de cocaína) sustancia
que presenta la particularidad de tener un efecto sumamente intenso,
euforizante, rápido y breve con una caída también abrupta y sumamente
depresiva que impele a un rápido nuevo consumo y así el usuario consume
durante varios días en las llamadas “giras” donde lo único que hace es
consumir y hacer lo necesario para procurarse la sustancia de consumo
(incluyendo como ya sabemos: prostitución y delincuencia) sin comer ni
asearse hasta que su “cuerpo no da más” y cae rendido en un sueño.
 Respecto del punto c- la influencia del momento sociocultural: estamos
hablando de una joven que vivió en un barrio carenciado que no termina la
secundaria con una madre presa en el contexto de una de las peores crisis
socioeconómicas del país aproximadamente año 2002-2004 cuando
comienza su consumo.
La actualidad
Encuentra estabilidad en su relación con su actual pareja que no es violenta ni
la abusa sexualmente.
Ella se ha armado mucho en su identidad de madre, y ese perfil la favorece
mucho.
Está muy atenta a todo lo que sucede a los chicos. En su momento, estando en
consumo, ella “cede” a su segundo hijo a su madre. Su hija mayor, puedo
haber padecido situaciones más complicadas, ya que presenció cuando
estaba en consumo, pero actualmente como madre, está mucho más sólida y
asentada.
Las familias tienen un rol muy matriarcal en las villas, en los barrios
vulnerables, y en este caso también es un poco así; el lugar que ocupan los
hombres es muy acotado en la crianza de los niños. “La mujer que todo lo
puede”, que se hace cargo de todo, de la crianza, de las cuestiones del hogar,
y del trabajo.
124
Sexualidad y mujer
Hoy puede hablar de su sexualidad y de sus dificultades con ésta, que
relaciona con momentos de meretricio en situación de consumo y con sus
abusos reiterados.
El que haya podido enfrentar el tema de su sexualidad, y exponerlo es
importante, porque eso podría significar, que se está empezando a descubrir a
la mujer, detrás de la madre: aparece el sujeto deseante.
Entre los 14 y 18 años, tiene una sexualidad de la que no habla. Estos
momentos traumáticos, coinciden con el hecho en que la madre cae presa por
homicidio, y ella queda muy desprotegida, a pesar de que la madre no la
protegía mucho de su padrastro.
125
CASO Nº 3 [S.U.]
Me llamo S. U., tengo 29 años. Empecé a consumir a los 14 años.
Por parte de mi mamá, tengo dos hermanas y un hermano, de parte de mi papá
tengo tres hermanos y una hermana. Nací en el Hospital “J. A. Penna”,
vivíamos en capital.
Los recuerdos que tengo de chiquito son bastante duros. Me crié con mis
abuelos [maternos] hasta los cuatro años, que mi vieja se juntó con un chavón,
que es el padre de mis hermanas. Supuestamente mi mamá me contó que
cuando estaba embarazada de mi, vió a mi viejo con otra mujer y se separó, y
se fue a vivir a la casa de mis abuelos.
Nací yo, y mi papá después vuelve, me da el apellido, estuvo en el parto y a los
veinte días nos abandona, desaparece.
Mis abuelos me criaron y mi mamá trabajaba en capital. Creo que fue el
destino, que mis abuelos me criaran. No se de que trabajaba mi mamá en ese
momento, pero ella no se podía hacer cargo de mi. Después con el tiempo me
enteré que hacía trámites de gestoría, está matriculada pero lo tiene vencido.
Para mí, mis abuelos eran todo. Yo amaba más a mis abuelos que a mi vieja,
tenia la mejor relación con ellos, era el mimado. Vivía solo con ellos, eran dos
casas en el terreno; en la de adelante vivía mi tía con mi tío, y supuestamente
la casa donde vivía con mis abuelos la construyo mi vieja, ella pago los
materiales pero el terreno era de mi tía. Mi tía es mi madrina, la hermana de
ella.
Yo soy el mayor de mis hermanos. Cuando tengo cuatro años, mi vieja me
separó de mis abuelos, ella me sacó de ahí. Me llevo a vivir con su pareja.
Vivíamos en capital, me llevaban al jardín pero esa parte de mi niñez fue la
más fea.
Quedé muy traumado, tenía cinco años y me escapaba de mi casa a las once,
doce de la noche. Me escapaba porque no quería estar en esa casa. Le tenia
miedo a la pareja de mi mamá, era “cocainómano” y “ginebrero”. Él laburaba,
no nos hacía falta nada pero era adicto, era muy alcohólico.
El siempre me pegaba. Mi vieja le había dado autoridad sobre mí, y si yo no
comía el plato de comida, él me castigaba. El me llevaba a la pieza, me
castigaba, me pegaba o me ahogaba con una almohada. Y así me fui criando.
Yo no recuerdo muy bien, pero los fines de semana, las vacaciones de invierno
y las vacaciones me llevaban a la casa de mi abuela, eso era lo mejor. Pero así
también me iba en el jardín, psicológicamente con tanta violencia… iba y me
descargaba en el jardín, era muy agresivo y me hicieron tratar.
En el jardín detectaron que era muy violento, copiaba lo que me hacían en mi
casa. No me dejaban usar cosas punzantes, tijeras tampoco, porque los
pinchaba a mis compañeros.
Mi padrastro llegaba a mi casa ya borracho, constantemente me maltrataba.
Yo me levantaba de chiquito, desayunaba, me quedaba en mi pieza jugando
hasta que iba al mediodía al jardín, mi mamá me compraba el chocolatín “Jack”
con los juguetitos y unos alfajores que venían con unas historietas de libritos,
que no me acuerdo como se llamaban y yo los coleccionaba. Tenía un perro
que se llamaba “Jonny”, un ovejero alemán y era mi hobby jugar con el perro
antes de ir al jardín, y después cuando volvía, a veces me quedaba en el
parque de afuera… al lado de mi casa vivía una amiga de mi mamá, que es la
126
madrina de mi hermana. Ella tenía dos hijas y jugaba con ellas, pero igual
estaba solo, yo estaba solo.
No me relacionaba con nadie. Después empecé a conocer los chicos de ahí…
pero mis días eran eso, era llegar a la noche y ver al diablo en persona.
Él durante todo el día no estaba, él hacía tramites, él era gestor como mi mamá
y trabajaba para muchos escribanos, automotores, tenía muchos contactos. Él
venia de una familia de plata. Yo era muy inocente, sabía lo que era el alcohol
pero no sabia que era la droga, él estaba muy borracho siempre. Le sentía el
olor y yo decía que nunca iba a ser como él.
En el jardín me envían al gabinete psicopedagógico, y no me gustaba ir. Me
obligaban a ir y los “boludeaba” a los psicólogos… me preguntaban que me
pasaba en mi casa, pero yo no decía nada, porque no me interesaba decirles.
Nunca abrí la boca sobre nada, me guardaba todo y es más… yo de chiquitito
veía fantasmas, veía la muerte, veía gente, lo veía patentemente. Me he
quedado… empezó todo en esa casa. Este trauma lo tuve hasta los doce
años… era despertarme a la madrugada porque quería ir al baño, y no podía
levantarme de la cama porque tenía miedo. Esto nunca se lo conté a nadie.
Pero mi abuela cuando venía a visitarme veía las cosas… era como que mi
padrastro y mi mamá cambiaban todo…todo era amor y paz.
Cuando mi padrastro me agredía, mi mamá estaba presente, ella lo cubría y no
hacia nada… también estaba metido cuando ellos se peleaban, se peleaban
mal… mal. Piñas, platazos, con palos, esas eran las noches que vivía yo de
chiquito, prácticamente así hasta que él se murió. Por eso me escapaba de
noche.
Cuando me escapaba a la noche, me iba a la vuelta de la manzana… con tal
de no estar ahí adentro. El lugar era como una colonia, y había varias
manzanas juntas en un mismo sector, se dividen como en pasillos, una
manzana tiene como entradas.
Cuando tenía seis, siete años ellos se casaron. Después queda mi mamá
embarazada… el matrimonio duró hasta que murió él.
Nos fuimos a vivir a una casa en capital.
En Riestra la madre de él tenía tres casas, era una familia bastante bien, bien
parados económicamente pero ahora están en la ruina. El padre de él había
sido presidente del Club Deportivo Riestra y tenían una vinotera, repartían vino.
Había empezado a ir a la escuela primaria y seguía la violencia. En la casa, en
la parte de abajo vivía la madre de él y nosotros arriba. La madre de él no la
quería a mi vieja, decía que ella le hacía mal a mi padrastro.
Para esa época, se mudó un chavón llamado M. que les compro un
departamento. Él tenía una mujer que era de las Islas Canarias que se llamaba
Brigitte, era inglesa; ella hizo amistad con mi mamá, tenía un hijo que se
llamaba L., que era mi amigo… ellos fumaban “porro”, yo no sabía que era eso.
En el colegio yo seguía siendo terrible, tenía problemas de conducta y siempre
los tuve en la primaria. Les pegaba a todos mis compañeros, le faltaba el
respeto a los profesores, les cortaba el pelo a las chicas… era terrible. Vivía en
Dirección, y es más, la directora me quería “comprar” con un cochecito, me
gustaba ir a dirección porque jugaba con los cochecitos… así repetí la primaria.
No me gustaba la escuela, no me gustaba estar viviendo con mi vieja, no me
gustaba nada… para mí, mi única alegría eran mis dos abuelos.
Con mis abuelos me sentía protegido, ellos me cuidaban y me mimaban, podía
hacer lo que quería cuando estaba con ellos. Me daban todo, me llevaban a
127
pasear y cuando estaban ellos presentes, mi mamá no me pegaba, no me
levantaba la mano.
Yo seguí creciendo y era re-maldito. Una vuelta me “cago” a cintazos mi vieja,
porque agarre pollitos muertos y los tiré por una salida de aire en la terraza,
que era la del baño de la casa de abajo donde vivían mis tíos. Una de las hijas
se iba a entrar a bañar y se armó un re-quilombo…
También, me acusaron de que había matado al perro de al lado, por tirarle
carne picada con vidrio, pero eso no era cierto!!... Pero si, le vacié, le tiré tres
docenas de huevos al camión de mi tío desde la terraza, esa era mi manera de
divertirme… haciendo maldad.
Yo estaba solo durante todo el día.
Nació mi hermana, y me la agarre con la bebé. Yo a ella le llevo ocho años.
Nació ella y todo fue peor… mi hermana dormía y yo la pellizcaba para que se
despierte y mi vieja la agarrara. Nunca me anunciaron que iba a tener una
hermanita, es más, antes de que nazca S., mi vieja era muy alcohólica… creo
que empezó a tomar porque mi padrastro tomaba. Nosotros comíamos re-bien,
comprábamos comida hecha pero tomaban a dos manos… tomaban más de lo
que comían. Cosas materiales nunca me faltaban, yo tenía muchas cosas pero
me faltaban otras cosas…
Iba a colegios privados, iba a colonia paga, todo!!... mi jardín era privado, y
creo que por eso no me echaron. En la primaria me echaron y me pusieron en
una escuela pública. Me echaron porque me bajaba los pantalones arriba del
escritorio del profesor, me vivía peleando, le rompí la cabeza a un pibe contra
un azulejo porque no me quiso dar un pedacito de chocolate… y la directora
con el autito.
Cuando me cambiaron de colegio, repetí cuarto grado y sexto lo tuve que dejar
a mitad de año, porque en ese transcurso se ocupaban más de mi hermana
que de mí, y yo era terrible. Mi conducta era regular, insuficiente, eso decían
mis boletines… siempre regular-insuficiente, regular-insuficiente!!
En sexto grado me volvieron a cambiar de colegio y volví a la escuela, de la
que me habían echado, y ahí terminé la primaria.
Después de que nació mi hermana, un poco mi padrastro cambió; tengo
algunos recuerdos lindos de cosas que hizo él conmigo… pero seguía la
violencia. Él me sacaba a pasear en coche y yo tenía miedo, me preguntaba si
me gusta la velocidad y pisaba el acelerador a fondo… y que nos pase un auto
al toque!! Yo con él solo tenía mucho miedo.
Me llevaban a los “boy scout”, me llevaban a una escuelita de fútbol y él
después al poco tiempo se puso a entrenar a una categoría, él me dio un
trofeo…
Estábamos viviendo en capital, en una casa más grande. Tenía tres
habitaciones, un patio cerrado con toldo, una terraza, una cocina-comedor,
todo con pisos de madera, todo muy lindo. Yo tenía diez años.
La primaria la terminé a los catorce años…
Mamá se puso a vender productos de limpieza porque le había ido mal con la
remisería, y yo los repartía cuando volvía del colegio. Ella tenía un amigo que
tenía una empresa que le vendía los químicos, y yo los preparaba en tachos de
200 litros y mi padrastro trabajaba de gestor… y así vivíamos.
Nació Daniela, mi otra hermana. Le llevo diez años… y la violencia cada vez
era peor. Con la diferencia que estábamos cerca de la estación del tren y
cuando ellos se peleaban, mi mamá se tomaba el tren, pero mal!!
128
A veces mi mamá, se iba con los ojos morados, con la boca rota por los
golpes… se agredían mucho, eran todas las noches peleas. Ella nunca lo había
denunciado hasta el momento…
Después de un tiempo, aparece el padrino de mi hermana que trabajaba en “la
brigada”, era policía y después lo mataron… no se muy bien que paso, pero mi
vieja dijo que el trató de abusar de mi hermana, que él hizo que mi hermana le
tocara el pene. Este tipo era amigo de mi padrastro…
Nos volvimos a mudar y nos fuimos a la capital, y ahí me desaté… paraba en
una placita con unos pibes, era la plaza Butteler que quedaba a tres cuadras de
mi casa. Paraba con pibes buenos y pibes malos. Me empecé a juntar con un
pibe y me enganche con los video-juegos, me encantaban las maquinitas. No
me querían dar plata y empecé a robarles…
Robaba a escondidas y una vuelta, me zarpé!!
Quería un Sega y una remera de Batistuta, y no me querían dar la plata… y les
chorrié todo!! Les robé ochocientos pesos de una billetera, me compre las
cosas y las dejé en la casa de un pibe y después las fui a buscar. Al tiempo,
cuando llegue a mi casa se habían dado cuenta y casi mas me matan. Mi vieja
me revoleó con un florero por la cabeza, me agache y salí corriendo a la casa
de mi abuela. Me refugié en lo de mis abuelos, y le vendieron el Sega a mi tío,
para recuperar algo de plata.
Mi abuela me preguntó: -que hiciste?
Yo le confesé que le robe plata a mi mamá, y ella me dijo:
-Ayy S…!!!
Mi abuela nunca me pegó, jamás y ella tampoco iba a dejar que nadie me
pegue…
Al tiempo, mi padrastro empezó a ir a Alcohólicos Anónimos y después tuvo
una recaída. Ellos dos se separan por un tiempo y mi mamá empieza a estar
con otro tipo…
Mi padrastro muere cuando yo tenía trece años, y mis hermanas cinco y dos
años... Una noche salimos con la pareja nueva de mi mamá, y ella andaba con
los dos al mismo tiempo. Cuando volvimos, mis dos hermanas estaban el la
casa de mi abuela, era el día del amigo, un 20 de julio y había muchísimas
botellas de ginebra, de bebidas blancas. Él estaba muy borracho, cuando llegó
mi vieja le pegó un baño y lo quiso despabilar un poco… pero, después al
tiempo mi vieja comentó que el abusaba de ella. La obligaba a tener sexo…
ella se vino a dormir conmigo. En esa casa no teníamos gas natural, y
teníamos garrafa, usábamos la garrafa con la pantallita… yo me levanto tipo
dos de la mañana, para ir al baño y mi vieja estaba acostada, y escucho un
ruido. Seguimos durmiendo y mi vieja se levanta a las cuatro de la mañana, por
ahí… va a la pieza a ver como estaba mi padrastro y estaba la garrafa abierta.
El ruido que yo había escuchado, era el ruido de la garrafa. A todo esto, al
estar tan alcoholizado y al hacer fuerza, le agarró un derrame cerebral y se
aspiro todo el gas.
Mamá me viene a buscar, él estaba tirado en la cama muerto.
Tenía el cuerpo frío, empezamos a abrir las ventanas. Llamamos a la
ambulancia y a la familia de él. Tratamos de revivirlo, le tiramos agua tibia en el
cuerpo, le hicimos respiración de boca en boca, RCP… y bueno!!.
129
Llegaron los médicos, vienen los peritos y a mi vieja se la llevan detenida. Los
peritos vinieron a ver como fue la cosa y yo fui a parar a la casa del hermano
de él. Ahí estuve encerrado en una habitación casi una semana y media, solo
bajaba para comer y me volvían a subir.
Me llevaron al entierro y estaba solo, mi vieja se me despreció… es más, mi
vieja me echo la culpa de la muerte. Me empujo, me dijo que no me quería ver
más y me dijo, que era mi culpa que se haya muerto.
Siempre era yo el culpable de todo…
Le habían hecho la autopsia…
Me puse de amigo con un pibe, con el “Titi” y parábamos en la villa…
Empecé a salir a bailar, a fumar puchos, y escabiaba de vez en cuando.
Tomaba cerveza, tomaba vino…
Mi vieja al estar sola, le costaba pagar el alquiler y entonces se vino a vivir a mi
casa una amiga de Mendoza. Vivió con nosotros casi un año, hasta que llegó
otra amiga de mi vieja de Mar del Plata que también se quedó a vivir. Cuando
estas amigas se van, vienen a vivir mis abuelos y mamá contrata una mucama
con cama adentro.
Cuando tengo 14 años, mi vieja se pone en pareja con un chavón que se llama
Jorge, y el hijo fumaba porro y tomaba cocaína… un día me ofreció de fumar
porro, y le pregunté: -Pero como es?... él fue a comprar y me enganche!!
Mi primer porro lo fumé sentado en las vías del tren…
Llegue a mi casa, me puse desodorante, me lavé los dientes para que no me
olieran, pero los ojos me re-escrachaban… y jugaba a la PlayStation.
La primera vez que fume la marihuana, la sensación era de pachorra, de
tranquilidad, me hacia descolgar…
Probé por curiosidad y me siguió gustando… fumaba todos los días.
Empecé a trabajar en un restaurant, empecé a estudiar de noche y me empecé
a juntar con otros pibes. No solo fumaba, también tomaba alcohol, porro y
cerveza… a veces lo extraño.
Es otro mambo!! Me tomaba una cerveza y me fumaba un porro, y parecía que
estaba bajo el sol… era un relax!!. Para mí era disfrutar, no era fumar un porro
para hacer quilombo. Yo igual comía, y también trabajaba en la pizzería…
Al tiempo conseguí un puntero de “merca” en el barrio, y los fines de semana
tomaba merca. Uno de mis amigos había salido de estar en “cana”, me llevó a
la Boca, y la Boca era un descontrol..!!
Salíamos a bailar, teníamos mujeres… durante la semana fumaba porro y los
fines de semana era “merca”. Me deliraba toda la guita en porro y merca… En
casa no me decían nada. Mi abuela no se daba cuenta.
Aparece L.. él es el padre de uno de mis hermanitos… en un momento llegue a
pensar que mi vieja era puta. Yo tampoco era boludo, veía situaciones, veía
cosas que me llevaban a pensar eso. Nunca le pregunté, era su vida… veía
circular muchos hombres, “amigos” y después no los veía más.
Con mi amigo “Titi” empecé a tomar pastillas psiquiatritas, más psiquiatritas
que el rivotril!! Los fines de semana empecé a fumar porro, tomar alcohol y
tomar pastillas, y después merca cuando pintaba en la casa del “Bubu”, era
todo una farra, todo una fiesta!! Pasaban muchas mujeres, era todo una joda.
Conocí la pasta base, porque me empecé a juntar con otros pibes…
130
Cuando fumé la primer seca de pasta base, me zumbaban los oídos… me
mareaba. La marihuana la controlaba, yo podía trabajar, con la pasta base NO!!
Yo con la pasta base vendí todo. Desde los 15 años fue terrible…!!; en ese
momento con veinte pesos me compraba cuatro bolsas y quedaba dado vuelta.
La pasta termina siendo más cara, y la conseguía en Zavaleta [21-24]. Para la
marihuana en Bajo Flores y la coca en Pompeya.
A veces me pongo a pensar como terminaba en ciertos lugares… caí en un
“ciber” donde me engancho con Y. Empiezo a salir con esta chica, dejo la pasta
base, me enamoré y estuve casi un año y pico con ella. Me comprometí, quedó
embarazada de mellizos… y abortó. Eso me llevó devuelta al consumo.
Ella no quiso tenerlos porque estaba terminando el secundario. Yo sí quería
tenerlos…
Volví a parar en Zavaleta, fumaba en la villa o en mi casa… Mi abuela me
encontró pipas, le decía que me las devolviera porque no eran mías!! Yo le
mentía… ella me daba plata cuando yo empeñaba las cosas, me daba la plata
y yo me la gastaba. Me fumaba la plata.
Mi vieja una vez me denunció en un juzgado, quiso internarme en el Borda pero
yo fui mas “pillo”; me fui a hacer un ambulatorio y cuando vinieron a hacerme la
entrevista, les dije que tenía un ambulatorio, eso fue a los 18 años.
A los 19 años me interno por cuenta propia. Me interno en Posadas, Misiones,
en la Asociación “Reto a la Esperanza, No a la Droga”, llego ahí porque al
patrón de mi vieja le habían dejado un almanaque de la asociación, y mi vieja
llamó. Ahí estuve internado dos años y ocho meses, era un lugar evangélico.
Vivía ahí adentro pero salíamos a trabajar afuera. Tenían lavadero de autos,
talleres de pintura, jardinería, carpintería, y por lo que sé ahora, dejaron todo
eso y se dedican a la panadería porque les da más ganancias. Tienen locales
de panadería.
El tratamiento era: buscar a Dios y trabajar. Jugaba a la pelota, participaba en
torneos de fútbol… No tenían equipo terapéutico, era abstencionista. Hacíamos
tareas en la casa, cortábamos leña… dormíamos todos juntos.
Teníamos cada uno una “sombra”, un compañero que nos acompañaba en
todo. Nos levantaban a las 07:00hs, nos lavábamos los dientes, nos
acompañaban a desayunar, nos acompañaban durante todo el día, salvo
cuando salíamos a trabajar.
Durante esos dos años y pico nunca tuve una recaída, es más, terminé como
encargado… no podíamos usar léxico de la calle
Se aprendían oficios. Fui encargado del lavadero, de lavado y secado, trabaje
en el taller de pintura, algo de albañilería, y también fui encargado de
jardinería…y después mi vieja me empezó a romper las “pelotas”. Ella quería
que vuelva a Buenos Aires.
Volví a Buenos Aires y no estuve bien. Solo duré bien, casi tres semanas…
Tenía dos trabajos, en el restaurante y en una empresa de sonido e
iluminación. En esa empresa laburaba con gente muy “fifí”, y eran fiestas
importantes, laburé en el Hotel Hilton, en el Hotel Sheraton, en el Alvear
Palace, en el Hotel Intercontinental… había trabajado con este tipo, pero no
mucho tiempo antes de internarme. Yo estaba muy enganchado con la droga…
Cuando volví de Misiones el chavón me buscó porque sabía como yo laburaba,
a veces laburaba toda la noche, y varios días seguidos. Facturaba muy bien.
Estuve tres semanas tranquilo y volví al consumo…
131
Salí a la calle, y nadie me cuidaba. Mi vieja me saturó la cabeza, me sobre
exigía mucho más de lo que podía dar y así terminé cayendo de nuevo… en
vez de apoyarme me hundió.
Mi vieja me echo…
Estuve ocho meses viviendo en la calle. No tenía para bañarme. Paraba en una
casa que no tenía servicios, ni agua, ni luz, ni gas. Era joda, joda, joda hasta
que me interné.
Me interné en REMAR, me fui a Mendoza, al barrio Las Heras. Estuve un año y
cuatro meses, hasta los 23 años. Salíamos a trabajar en la calle, era venta
puerta a puerta; vendía almanaques, agujas, stickers… todas cosas de la
fundación; “remar” significa rehabilitación de marginados.
Ese también, era un lugar evangélico como el lugar donde me había internado
en Misiones. Trabajábamos todo el día, parábamos para almorzar,
trabajábamos por barrios y teníamos que alcanzar un monto de dinero por día,
ese dinero lo entregábamos. Después con el tiempo salíamos a vender para
comprar nuestras “cositas”. Este lugar tampoco tenía apoyo terapéutico… y
después me fui.
Me fui a San Juan, y también me fui porque me quería ir con una piba. Hacia
un año y pico que no pasaba nada, en ese lugar no se podía tener relaciones
sexuales, ni siquiera masturbarse… en el viaje a San Juan conocí a otra chica,
que era la prima de uno de los encargados de “Remar”, ella tenía 36 años y yo
23. Me la fui chamuyando en el viaje, ella era evangélica, y así hasta que me la
enganche. Se llamaba Virginia y trabajaba en el Subte, me hizo entrar para
trabajar en publicidad y me pagaban con bonos. Ella hacia cuatro años que no
tenía relaciones…
Al tiempo, entre a trabajar “en blanco” en una pizzería y fiambrería, también me
había peleado con mi mamá, porque ella me exprimía y me volví a drogar… me
mandó a dormir y vivir en la terraza, como a un perro; después me echo, de
nuevo.
En el laburo, no me renuevan el contrato. Me pagan cinco mil pesos de
indemnización y ella [madre] me llora la “carta”!! Me dijo que mi abuela
necesitaba tres mil pesos, y con ese dinero ella se terminó comprando una
cocina.
A los 24 años, volví a vivir en la calle… en la calle, calle.
Paraba en el Bajo Flores, en la villa 1-11-14… vivía drogándome, robando…
drogándome, robando… robando con lo que sea y bueno. Viví así hasta que
tuve el accidente.
El accidente lo tuve en mayo del 2012. Salí re-drogado a delinquir, y… se me
dio por tirarme de un balcón!!, tenía una re-locura en la cabeza. Estaba puesto
mal, estaba “re de gira”…
Mis giras duraban 15 días sin dormir… mis giras eran, escabio, comida, drogas
y pastillas… y porro para centralizar. Y así estaba pilas todos los días.
Empezaba con pasta base, hasta que mi cuerpo se normalizaba y me dejaba
de pedir tanta droga, droga… escariaba, escariaba con “fernandino”, conseguía
pastillas si podía, o las intercambiaba por pasta base.
Las pastillas eran, diazepan, rivotril, clonazepan, alprazolam…en la villa hay
farmacia las 24hs. Te sale $5 la tableta de clonazepan…
Me tiré… me tiré porque me tiré [del balcón]!!!.
132
Había un amigo mío abajo y después empezaron a revolear botellas, y no se
que pasó porque me desmaye. Creo que me tiré de un tercero o segundo
piso… y me quebré las dos patas, una me la destruí.
Me hicieron una cirugía, me colocaron once tornillos y una planchuela de
platino, en la pierna izquierda. Me habían internado en el Hospital “J. A.
Penna”, estuve esposado, hasta que me sacaron las esposas… y me acuerdo
de una piba, me acuerdo más o meno de la cara, pero ella me acariciaba y me
daba de comer. Me decía: -loquito tranquilo!!, ella logró que me sacaran las
esposas los gendarmes. Las esposas me apretaban, me dolían.
Me dieron el alta y salí del hospital…
Después con el tiempo me entero que tengo una denuncia hecha, que hasta el
día de hoy estoy procesado y no se que. Y no se que va a pasar… La
denuncia me la pusieron seis personas. Ni siquiera había entrado a robar, me
había subido por la cornisa y me tiré. La denuncia fue por violación de
domicilio, me querían poner por hurto pero no hubo hurto, eso fue lo que me
dijo el abogado.
Cuando salí del hospital estaba mi abuelo, él me fue a buscar. Mi vieja me
compro las muletas, la silla de ruedas, y me dijo: -hasta acá llegue!!! Chau nos
vemos. Mi abuelo antes de ir a buscarme, pasó por el banco, retiró dinero, y me
lo dio. Me iban a llevar supuestamente para internarme con el Padre “Tano” del
Hogar de Cristo en el Bajo Flores, en la villa 1-11-14 y con la silla de ruedas…
me fui una semana más de gira.
Durante esa semana de gira, paraba en la esquina de la parroquia “Madre del
Pueblo”… con pasta base. Los curas me buscaban en la villa, pero yo no
quería saber nada, yo hacía lo que quería… a pesar de estar drogado, estaba
bien, yo no me quería internar…
Cuando estuve internado en el hospital, les habían avisado a los curas que yo
estaba ahí, y después de esa semana de gira, fui y me recibieron en el centro
barrial. Me recibieron el Padre “Tano” y el Padre Gustavo.
Nunca hice kinesiología, empecé a caminar solo, para lo único que fui al
hospital es para que me sacaran los puntos y nada más.
Empecé a hacer el tratamiento en el Centro Barrial “Don Bosco” y dormía en la
parroquia, en el piso. Llegábamos al centro, desayunábamos algo, se hacían
grupos, había varios talleres para hacer, almorzábamos, no higienizábamos,
hablábamos con algún psicólogo… teníamos talleres de plástica, escritura, de
espiritualidad… ahora hay muchas más cosas, fueron remodelando, fueron
viendo que servía y que no servía.
Éramos captados por el centro barrial, me quedé ahí un mes y después me fui
a la Granja “San Miguel”. Durante ese mes en el centro barrial, a veces me
escapaba para consumir, pero el consumo no era todos los días, y me iba con
la silla de ruedas.
En San Miguel estuve siete meses, y no me quería ir, me gustaba mucho el
lugar. María Elena y el Padre “Tano” me hicieron la propuesta de ir ahí… al
principio cuando hacíamos grupo, yo no podía hablar…
San Miguel era muy liberal, hacíamos una apertura a la mañana, rezábamos,
hacíamos grupos, teníamos grupo de escritura dos o tres veces por semana,
trabajábamos con los 12 pasos de alcohólicos anónimos, trabajábamos con el
“solo por hoy” a la noche, cerrábamos con una oración, y al otro día lo mismo.
Al principio estaba medicado… me daban clonazepan [tres por día],
levomepromazina a la noche para dormir, y ripidol, estaba tipo zombi.
133
También durante la semana nos venía a visitar el Padre “Tano” los jueves, que
nos traía cosas y los sábados venía María Elena a pasar la tarde con nosotros,
con ella hacíamos grupo. Nos movilizábamos en caballos…
Después me pasaron a la Granja “Madre Teresa” [2013], pero yo no me quería
ir de “San Miguel”... me trasladan a mi y a siete pibes más, me mandan porque
creían que acá podía adquirir más herramientas, hacíamos mantenimiento, y
cosas simples. Hacíamos grupos, pero los grupos eran más intensos. Me
quede tres meses, que fue lo que duraba el tratamiento…
Después me fui a Bajo Flores, pero como ahí no había lugar me pase a
Caacupé, a la casa parroquial del Padre “Charly” por un tiempo. Luego me voy
para el Hogar “Santa María Madre del Pueblo” de la villa 1-11-14, y ahí me
puse a trabajar, me dieron trabajo como operador par.
El padre “Tano” me explica como quiere que me maneje ahí, porque era todo
muy diferente al manejo de una granja. Había que ser más flexible, más
tolerante, más paciente; había que acompañar más a los chicos… a veces
también me mandaba a la granja a acompañar a alguno de los chicos, porque
estaban saturados. Trabajé como operador par casi un año y dos meses.
En el transcurso de ese tiempo… tuve una recaída.
Yo venía bien con el cargo, me manejaba bien porque los curas confiaban en
mí, pero me empecé a sentir solo…, sentía que no me escuchaban, era el
único operador que había el “Santa María”. Me fueron soltando las riendas, y
capaz que yo no estaba muy preparado para eso, pero mostraba seguridad en
lo que hacía.
Ellos querían que yo esté en todos lados, me pedían algo y lo hacía. Le rendía
en todo a ellos, y por eso estaba todo bien. Me sentí solo, solo desde el
acompañamiento de los curas, y me enojé mucho con el Padre “Tano”…
Me fui dos días de gira a la vuelta de la parroquia. Me fueron a buscar, pero yo
no volví… terminé mi gira, volví al Hogar “Santa María”, me enviaron dos días a
la granja y después me mandaron a trabajar…
Me volví a levantar solo, salí adelante… yo les hablaba, les advertía.. les decía
que tenía ganas de consumir, y me decían que eran momentos, que eran
etapas, que eso me iba a pasar, pero para mí nunca pasaban…
Ese era mi lugar referente de consumo, y yo vivía a la vuelta de la parroquia y
varios años estuve en la calle y estuve viviendo ahí, consumía ahí. Era obvio
que en algún momento me iba a tirar…
Yo lo que hacía en el Hogar, lo hacía de corazón, y es más… los chicos me
amaban, porque yo los atendía como si fueran mis hermanos, mis hijos...
porque ese era mi rol, era algo que me nacía.
Como persona, porque les estaba dando un ejemplo y como operador, también
estudiaba y trabajaba en otro lugar. Yo vivía con ellos, que es algo muy distinto.
Yo me desvivía por ellos, era operador de lunes a lunes. En el hogar había más
de veinte chicos que estaban a mi cargo; eran chicos y chicas, y a veces con
hijos, también había inválidos. Fue todo un ciclo, yo trataba de mejorarlos a
ellos, que se sientan cómodos, desde mi experiencia de vida y desde mi
bolsillo…
El primer problema que tuve en el “Santa María” fue al enterarme que a los
operadores de las granjas les pagaban más, y a mí me pagaban menos… y yo
no sabía como decirle al “Tano”… Me sentí desvalorizado. Entonces me dio
bronca, porque yo estaba de lunes a lunes y los operadores de la granja
estaban tres días…
134
La diferencia estaba, que como operador a mí, me traían los chicos desde
consumo y desde situación de calle, el primer contacto lo tenían conmigo. Y mi
trabajo también era bajarlos. Me comía las abstinencias, las broncas, los gritos,
las peleas… los “tiros”, las “puñaladas” como lo llaman ellos, y los berrinches…
y después iban mansitos a la granja. Y a mi me daban $ 200 por semana…
dentro de todo eso, cobraba una cooperativa y una habitacional, que lo usaba
para los chicos del hogar. A veces me compraba un par de zapatillas, una
campera, un jean o una remera… pero cuando cobraba, de a poquito les
compraba a los chicos, películas, gaseosas, les compraba cigarrillos y los
mimaba. Me nacía ser así, y yo lo hacía porque, iba a pedirles a los curas
dinero y ellos me decían que no había plata.
Me empecé a enojar, deje de darles importancia y empecé a manejarme como
yo quería…
Dos de la mañana, a veces me levantaban golpeando la puerta las chicas
gritando, porque se estaban matando a piñas… y me levantaba yo, no los
curas. Era yo quien bañaba y limpiaba a un chavón cagado… y esa era mi
pelea, y no ganaba nada [dinero].
El Hogar “Santa María” tenía una pieza de seis por cuatro metros, en donde
había cinco cuchetas para más de veinte personas. Y el baño metido adentro
de ahí, y sin puerta, pero todo se mantenía limpio y ordenado. Fue duro.
A los diez meses de estar como operador, me mandan para ayudarme a un
psicólogo. Se llamaba Emmanuel… el viene y me pide ayuda. El no sabía
laburar con chicos adictos. y me vino a pedir orientación y ayuda… le pagaban
mucho más que a mí. Y me terminé yendo a la mierda.
Aguanté un tiempito…
A todo esto, yo tenía una novia que vivía en “la Gardel”, por el lado de Morón y
la iba a ver los fines de semana. Me termino peleando. Al poco tiempo aparece
R.S.
Yo conocí a R.S. embarazada [23 de septiembre de 2013], estaba de tres
meses… y vi algo en ella, que hacía mucho que no veía en una persona…
humildad. Cuando una persona viene mayormente quebrada, me llamó la
atención la forma de ser de ella, de su corazón y de la humildad que tenía
encima. Me pongo a hablar con ella una vuelta, y pasa el Padre Gustavo y me
dice: -Ojo!!, porque me vio con ella.
Empezamos a conocernos, y después de un tiempito, empezamos a salir. Se
me tiraron los curas en contra, ellos no querían que esté con ella; si yo vivía
bajo el techo de ellos, tenía que hacer lo que ellos querían, pero a mí no me
importó.
Mis últimos seis meses ahí, yo estaba trabajando paralelamente ayudando a un
carpintero, que me pagaba más de lo que me pagaban los curas. Con el
carpintero ganaba $1000 por semana y con los curas ganaba $200.
Me empecé a hacer cargo de R.S., de su panza y lo tomé como mío. Hasta el
día de hoy su hijo, es mí hijo. No me importó lo que la gente diga, hasta la
madre de ella estaba en total desacuerdo. Su hijo nació en diciembre del 2013.
Cometo el error de decirle a Emmanuel que no estaba conforme con lo que me
pagaban, con los $800 que me daban por mes por ser operador… y él se lo
contó al Padre “Tano”. El padre se enojó conmigo…
135
A fines de marzo del 2014, dejo mi cargo en el Hogar “Santa María”. Cargué
todas las cosas en una camioneta y me fui; volví a lo de mi vieja. R.S. estaba
viviendo en Pilar, en las casitas amigables del Hogar de Cristo, con los nenes.
En la casa de mi vieja, tuve un par de discusiones feas, se me chispoteó la
cabeza y la mandé a la m… se me saltó la térmica y me fui a consumir
En abril del año pasado, tuve mi última recaída [2014].
Me fui al Bajo Flores a consumir pasta. Pasé casi 15 días de gira, fue
entrecortado… Había vendido mi celular, a Sol la llamaba desde la calle.
También había salido a robar… me las mandé, mal!!
Caigo en cana. Estuve casi cuatro días adentro, dos días en comisaría, un día
en alcaldía, me llevan a la Departamental de Lugano y al otro día me largan.
Caigo por “robo simple con arma blanca”, es excarcelable…
Estando en cana, le pedía a Dios:
-Nooo!! No quiero quedar pegado!! Y salí. Me fui a la casa de mi vieja. Llego,
golpeo la puerta… y estaba Solange con el bebe y con Tiara. Fue una
sorpresa, porque nadie sabía que yo salía, ni yo sabía… Llegué, comí algo, me
bañé y me acosté.
Esa fue la última vez que consumí.
Volví al Hogar “Santa María”, me recibieron y me mandaron a una casita
amigable, que quedaba en el barrio La Loma de Laferrere. Ahí estuve dos
meses, mayo y junio, hasta que se inundó todo. Después de la inundación me
robaron todo y me quede sin nada.
De Laferrere me voy a Florencio Varela. Ahí estuve también dos meses y
empecé de vuelta el secundario… de ahí, paso a ir a Olivos. Ese lugar funciona
como un parador, faltabas dos días y no tenías más cama.
La primera vez que falté, me la dejaron pasar… pero después, falté a una
charla que dieron y yo no estaba informado de que no se podía llevar a los
hijos. Llevé al hijo de R.S. una noche, porque quería estar más tiempo con él, y
me echaron… ahí estuve hasta fines de octubre de 2014.
Para ese entonces, iba a la Granja Madre Teresa a visitarla a R.S., y a veces
me quedaba los fines de semana. También iba a trabajar porque Gustavo
Barreiro, el “hermanito” me había conseguido un labarito, y eso me servía
porque yo no ganaba mucha plata, yo vivía con doscientos pedid por semana.
El hermanito me pasaba trescientos pesos por el fin de semana, y por eso
trabajaba en la granja, eso me convenía.
A mediados del mes de noviembre del año pasado, el Padre Charly me cede
un terrenito que queda enfrente del Centro Barrial “Madre Teresa”, donde
estaba la capilla. Ahí empiezo a colocar la casilla y construir. También me
propusieron empezar a trabajar de lunes a viernes en la huerta por la mañana,
y me dieron una cooperativa, estoy ganando mil quinientos pesos por mes, a
eso se le suman ochenta pesos por día como contraprestación.
Con mi vieja perdí todo tipo de contacto y no tuve más relación con ella, desde
que nació el hijo de R.S., y sigue todo mal también…
Logro contactarme con mis hermanos, con los hijos de mi papá… el mes
pasado, hablando con la mujer de mi tío me preguntó como estaba, porque ella
veía las fotos por facebook, y pregunta:
-Sabías que tenés dos hermanos? Y le dije que si, pero que no los conocía…
136
Yo quería saber algo de mi padre biológico, entonces lo empiezo a buscar por
facebook y no lo encontré, y le pedí ayuda a Solange para que lo busque ella
por su red “de contactos”. Ella lo encontró, le envió una solicitud y la aceptó.
Papá se llama R. U…
Un día mi novia le escribió y mi papá le contestó. Y yo no me aguanté y le
mandé un texto “gigante”, y me contestó. Él me puso que yo le parecía
conocido y claro!! Yo a él lo había conocido cuando tenía doce años, y él
después se borro.
Hasta que yo tuve doce años, mi mamá me preguntaba si yo quería conocer a
mi papá y yo le decía que no… pero a esa edad, le dije que si. Lo habré visto
tres o cuatro veces, pero cuando le empecé a robar guita a mi vieja, ella le
contó y el se borró…
Pude conocer a mis hermanos por parte de él, pero a él todavía no lo volví a
ver, desde los doce años. Solo nos mantenemos contacto por teléfono.
Estoy tratando de salir adelante, hoy le busco la solución, no me ahogo. Y si
me ahogo, trato de no explotar… porque una persona cuando viene del
consumo, ya sea por estar feliz y contento o estar angustiado y triste mal… se
droga. Es una válvula de escape, festejas te drogas, te pones a llorar te drogas,
esa es la vida del adicto. Y uno tiene que aprender a enfrentar y convivir con la
vida que tiene.
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CASO Nº 4 [R.E.]
Soy R. E., tengo 34 años. Hace cinco años que estoy en el Hogar de Cristo,
que estoy bien y deje de consumir. Antes de los 29 años iba al centro barrial,
pero estaba en consumo.
Mi infancia, los abusos y las adicciones
De chiquita vivía en una portería, con mi papá, con mi tía que era la portera, y
mis cinco hermanos. Mi papá era panadero, era alcohólico y todos mis tíos
también. Mi papá, mal que mal siempre trabajó para que no nos faltara la
comida, pero igual siempre digo que no nos supo cuidar. Y si, porque cuando
mi papá estaba en mi casa y venían sus amigos, los amigos abusaban de mis
hermanas; mi papá estaba re-borracho y no se daba cuenta de nada.
Por ahí mi papá se iba afuera, sus amigos venían y abusaban de mis
hermanas, de mí, y también nos manoseaban, nos sentaban arriba de ellos,
cosas así. Nosotras somos cuatro mujeres, y quedamos mal. Y mis hermanos
varones, L. está en Marcos Paz [Complejo Penitenciario Federal Nº 2], y el
menor, D. está en Ezeiza [Complejo Penitenciario Federal Nº 1].
Mi mamá, se separó de mi papá porque él le pegaba y se fue de casa, ella nos
dejó. También mis tíos le pegaban a mi mamá. Yo siempre estuve enojada con
ella, pero cuando la volví a ver, porque ella me buscó, me contó que todos eran
malos con ella, menos mi abuela y mi tía. Mi mamá había quedado
embarazada de mi hermana mayor a los 13 años, era muy chiquita.
Tengo un solo recuerdo de mi mamá de chiquita, una vez me pasó a buscar
por el jardín y tuvo que ir a escondidas, porque mi papá no dejaba que ella se
acerque. Yo tenía 5 años.
A nosotros, nos cuidaban mi tía y mi abuela. Igual cuando yo tenía 11 años ya
andaba en la calle por todos lados, y llegaba como a las dos de la mañana, a
las tres de la mañana. Me escapaba de mi casa, pero cuando volvía, mi abuela
me tenía preparado el plato de comida, y no importaba la hora.
A los 11 años fumé porro, pero no me acuerdo como empecé. Después seguí
con merca, y después… todos fumaban, y yo también quería fumar, lo
hacíamos en la esquina de mi casa. Vivía en capital. Hacíamos cola para
fumar, y a veces nos pelábamos por la seca.
La primera vez que fumé, no me pasó nada, no sentí nada.
Terminé el primario a los 14 años porque repetí un montón de veces, yo ya
consumía, y empecé con “poxi”.
Tengo recuerdos muy feos, las cosas más feas de mi vida de esa edad... el
recuerdo más horrible es a los 6 años, por el hermano de mi papá. No hay día
que no me acuerde de eso, porque fueron muchas veces que el abusó de mí.
Teníamos un perro que lo mordía y le ladraba cuando él venía, le ladraba y lo
mordía, le ladraba y lo mordía… y el perro le rompía los pantalones. Yo me
quedaba quietita cuando el me manoseaba, re-quietita y después no decía
nada porque tenía miedo de que me pegue. Una vez me pegó con una madera,
por eso me iba a la calle, no quería estar en mi casa…
Ese tío no vivía en mi casa, pero siempre venía. Hoy, él tiene una hija de mi
edad con tres hijos de él. Y mi papá no sabía nada; con él no se podía hablar,
era del campo, no sabía ni leer, ni escribir… él era andar con el rebenque, con
el caballo, con esas cosas… y el alcohol. Toda su vida usó alcohol, y era a una
138
persona que nunca se le podía decir nada, porque la culpa siempre la tenía yo,
o mis hermanos.
La escuela y discriminación
Andaba por la calle siempre con amigos. En sexto grado consumía merca,
cocaína, y en la escuela me mandaron a psicólogo… también me echaron de
muchos colegios. Fui a psicólogos siempre, pero iba y era lo mismo que no ir,
porque a mí me discriminaban mucho y esa era una de mis broncas.
A mí todas las maestras siempre me discriminaban, todas las de la primaria lo
hicieron, y creo que hasta las del jardín lo hacían. Era muy agresiva de chica,
pegaba mucho y todo el tiempo mandaban notas a mi casa porque yo pegaba.
Hasta a las maestras les pegaba… creo que quería llamar la atención.
Me hacían atender en el Hospital “Dr. Ameghino” de salud mental, de la
escuela me mandaban ahí, y también en Sanidad Escolar. Los psicólogos
hablaban con mi tía, ella no me pegaba y era más buena que el pan, pero mi
papá si me fajaba, me dejaba toda marcada con la hebilla del cinto.
Me echaron de muchos colegios porque le pegaba a todo el mundo, la primera
vez fue en tercer grado. Ese año repetí y me echaron, y mi papá me pegó una
paliza, me cagaba a palos todo el tiempo. Ese día le dije de todo a la maestra,
yo era muy contestadota, me re-peleaba con todos, no me querían llevar a las
excursiones y mis compañeritos estaban asustados de mi. Todos me tenían
miedo, pensaban que yo era una “mafiosa” a los 9 años.
Recuerdos, sueños o momentos felices
Me acuerdo que cuando tenía la edad de mi hijo [4 años], venían a verme a mi
casa, dos hombres y una mujer; ese recuerdo lo tengo como entre sueños,
pero no se quienes eran. Creo que eran como psicólogos, y eso es un buen
recuerdo que tengo, porque yo me sentía protegida cuando ellos estaban. Me
re-divertía, hasta jugaba y me disfrazaba con esas personas sentada en el
comedor de mi casa; no me puedo acordar las caras de ellos. Iban a ver como
estaba yo, pienso que querían ver si me maltrataban o no, si me cuidaban o no,
a algo de eso iban, porque solo me visitaban a mí.
Siempre venían a verme… y la pasaba re-bien.
14 años: mis giras, mi hermano y su búsqueda
Ya estaba re-embarcada, me iba de gira a la madrugada y siempre con gente
más grande. Me gustaba estar mucho con la gente que vendía, con los narco´s,
los transas, me metía en los conventillos, andaba con los punteros y me ponía
de novia con los que vendían, y la tenía gratis.
No conocía la villa todavía, iba a la casa de algún chico, en algún departamento
y hacíamos fiesta.
Una vez, paré en un conventillo por más de tres días y mi hermanito D, que
tenía 11 años, y ahora está preso, me fue a buscar. El preguntaba por mí a la
gente más grande de ahí, y me quería encontrar, caminaba entre los drogados.
Mi hermano siempre se metía en todos lados para buscarme, y no le importaba
pelearse con alguien.
Salía todos los viernes y los sábados a bailar y paraba en una plaza. Fumaba
porro todos los días, todos los días, todos los días… llegaba el viernes y lo que
pintaba era merca.
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Empecé a salir con un puntero y me la daba, alternaba… porro y merca. Me iba
los viernes de mi casa y volvía los domingos.
El nacimiento de M., Ushuaia y su restitución
A los 15 años, yo sentía que era mayor de edad. Nadie me podía controlar.
Siempre tuve novio, siempre con chicos que robaban, nos íbamos a drogar a
un telo. Y siempre estaba con chicos más grandes.
Cuando me enganche con el papá de mis hijos, estuve mucho tiempo con él. A
él lo conocí en Almagro, porque los abuelos de mis hijos trabajaban en una
florería. Él paraba, donde también paraban mis dos hermanos varones. Desde
que lo conocí, tuve con él tres hijos, M. nació cuando yo tenía 20 años; a mi
hijo lo abandoné en él hospital.
Cuando el nació, estaba muy drogada y se lo llevaron. Le fueron a avisar al
papá que había nacido el bebé y estaba durmiendo, él estaba muy drogado
también con pasta base; entonces, los médicos dieron parte a un juzgado. No
me dieron posibilidad de hablar, ahora es totalmente distinto; cuando me
desperté, me dijeron que mi hijo era hijo de la justicia!!, y que no era más mi
hijo. Me contaron que el bebé estaba en neonatología, que podía quedarme
para verlo, pero que no me lo iba a poder llevar.
Me levanté de la cama, salí del hospital y me fui a drogar.
Nunca le di de amamantar pobrecito, fue el que más sufrió y el que más deje
solito…
Mi tía había hecho todos los papeles para saber donde estaba el nene, le hizo
el seguimiento y hasta los tres años el estuvo en el Garrido. Yo lo iba a visitar,
a veces lo iba a visitar re-mal, puesta y el juez me había pedido un tratamiento
para poder llevármelo. Tenía que estar internada más o menos un año para
que me rehabilite, porque no era “apta” para criar a la criatura!!
Me fui a Ushuaia, me fui a vivir a Tierra del Fuego. Ahí vivía la abuela de los
nenes, y me quedé cinco años. Me llevaron allá para rescatarme, me
compraron el pasaje y viajamos. Llegamos allá y nos fumamos todo, teníamos
la idea de fumar en la nieve.
Vivimos un tiempo en lo de mi suegra, pero me llevaba muy mal con ella y nos
mudamos. Era una mujer joven, ella me usaba la ropa y me molestaba mucho.
Nos fuimos a vivir a una casa tomada, sufría mucho la abstinencia y caminaba
por las paredes. Y estaba embarazada de nuevo, de T.
Hice un tratamiento ambulatorio, y lo terminé al pie de la letra. Pasaron el
informe del juzgado de Ushuaia, al juzgado de Buenos Aires y entre los jueces,
hicieron el intercambio, y el juez de Buenos Aires dio el OK para que yo venga
a buscar a Matías.
Venir a buscar a M. fue lo peor que hice en el mundo!!
Mi hijo no me conocía, él tenia tres años y se lo sacaron de los brazos a la
madre adoptiva, se lo sacaron sin ningún tipo de adaptación. El nene no
entendía nada y me lo lleve… me lo lleve y no me importaba nada. Lo que le
hice pasar a esa criatura, no me lo voy a perdonar en mi vida.
M. siempre lloraba, nunca me quiso y me rechazaba. La llamaba a la mamá a
los gritos, decía: -¡Mamá Lili, volve !!!... se paraba en la ventana, mirando el
cielo y gritaba… -¡Mamá Lili, volve !!!
Y como el no me quería, yo tampoco me adaptaba a él, entonces, me volvía
loca. Hoy por hoy, me arrepiento mucho de lo que hice, pero nadie me ayudo,
nadie me dio ningún tipo de adaptación para que el nene se adapte a mí.
140
A mis hijos no los crié yo, ellos están con mi tía, con mi hermana y con mi
madrina; y yo, lo que hice con M. no lo volvería a hacer más… era muy
pendeja, no pensé en sus sentimientos. Ni loca le saco a uno de mis hijos a
ellas, porque M. sufrió muchísimo. Pero yo ahora me puedo dar cuenta de esas
cosas, antes no me importaba y solo quería que este conmigo porque era mi
hijo, y nada más.
Al volver a Ushuaia, M. perdió el vínculo que tenía con su mamá adoptiva.
El nene no me quería y yo tuve una recaída. Fue un caos…
Hice todo mal… tomaba merca y me decía a mi misma: -mi hijo no me quiere!!
Y tomaba cerveza y tomaba merca… y me volvía a repetir lo mismo, mi hijo no
me quiere…
Separación, la vuelta a Buenos Aires y villa Zavaletta
Hasta los cinco años de Matías viví en Ushuaia y después me separé. Me volví
a Buenos Aires… Estaba con A. de 8 años, M. de 5 años, T. de 3 años, y
embarazada de 6 meses… estaba todo mal!!
Para salir de la isla de Tierra del Fuego, tenía que tener la autorización del
padre y me la dieron por juzgado, porque él no me la quería firmar. Al llegar
acá, me re-embarqué, repartí a mis hijos por todos lados y me re-drogaba. Mi
vida fue un fracaso total…
Llegue a mi casa, deje los bolsos, esperé a la noche y me fui a drogar. Mis
hijos estaban todos ubicados y caí en consumo…
Me fui al Hospital “Carlos G. Durand” a dar a luz a mi hija, sola. Nadie me quiso
acompañar en realidad. A los quince días del nacimiento se la entrego a mi
hermana, volví al consumo y me olvidé del mundo…
Con los chicos que paraba, se nos había acabado la merca y no nos quedó
otra que ir a la villa. Nos fuimos en moto con los peruanos a comprar, y ellos
después la revendían, esa era la movida. De ahí en más, empecé a moverme
en la villa sola, empecé a conocer a todos los punteros de Zavaletta, y como ya
me conocían, hasta me fiaban…
Tenia 27 años, paraba en los pasillos o en la casa de los transas…
Dormía en la esquina del Hurtado [Centro Barrial]… estuve casi siete años
viviendo así… A veces me daban para vender y me la fumaba toda, y a los que
venían a comprar les daba harina, les daba pastillas, les daba batata… y me
agarraban a los tiros.
Una sola vez mate a alguien… me puse la capucha y lo maté
Lo estábamos buscando para matarlo… simulamos una “racia” y averiguamos
donde estaba. Dimos la vuelta, nos bajamos del auto, lo hicimos poner contra
la pared para que no nos vea, le dimos un tiro en la cabeza, otro en la pierna, y
después le bajamos un cargador…
Fue a la vuelta de la parroquia, fue un tiro en la cabeza, y cayó muerto, al caer
se dio la cabeza contra el cantero. Después vino la policía, pusieron la cinta y
nosotras estábamos en un auto con un chavón, el chavón nos llevó hasta la
villa, de ahí nos subimos a otro coche que nos trajo de nuevo a la villa.
No pasa un día en la vida que no me acuerde.
Este pibe era un bardo, él salía con una de las punteras de Zavaletta y yo era
muy amiga de ella… éramos amigas a muerte, por eso también, nadie me
hacia nada en la villa. Fui formando un vínculo con ella, y me quería como a
141
una hija. Él era el marido de ella y era muy atrevido, porque quería estar
conmigo; el venía y me “franeleaba”, y me hizo acordar de todo lo malo que
había vivido.
Es un bajón… porque algunos dicen hasta con orgullo, que mataron a alguien,
y a mi me da mucha pena, mucha culpa y mucha tristeza. Y sobretodo pienso
hoy, teniendo a mi hijo y criándolo, se me viene a la mente la mamá de ese
chavón que maté. Pienso mucho en eso, y la culpa la tengo en el alma…
Al poco tiempo que hice eso, se me apareció en la calle una mujer evangelista
y se puso a hablar conmigo, y de la nada me dijo: que nadie tiene derecho a
sacarle la vida a otra persona… y en el estado en que estaba, pensaba que era
Dios el que me había hablado…
En la villa, todos tiramos, no hay nadie que no sepa tirar. Disparar es como
tomar mate, mujeres, hombres, todos lo hacen. Yo aprendí tirando al aire…
también estuve presa, por robo de automotor la primera vez… y la última vez,
caí en cana porque desfiguramos a una piba, con otras chicas; me agarraron y
como tenía dos entradas anteriores, quedé presa un año y pico. Esa causa me
quedó abierta, porque yo salí con tarea comunitaria… y nunca la hice.
En la villa hice muchas maldades, pero también me las hicieron a mí… hasta
me violaron en Zavaletta. Aprendí a sobrevivir en la villa… un día salí a
comprar, un chavón me puso el fierro en la cabeza y me violó… encima me
robó la plata y la merca.
Trainspotting. Mi muerte.
Tenía un amigo, que era re-amigo mío y el tenía un bebé de una chica, él se
separó de la chica y estaba con otra piba. Ella le dio, el bebé a un transa y yo
estaba con ese transa; y yo, con él ahí, fumaba, dormía, vivía y también
vendía. El bebé estaba ahí con nosotros, y todo el tiempo fumábamos, nadie se
percataba de que estaba ahí. No le cambiábamos el pañal, nunca le dábamos
la mamadera, y nada… el bebé lloraba y no pensábamos… lloraba.
Pero yo en mi inconciente, siempre sabía que estaba mal… y que el bebé se
iba a morir con nosotros ahí, y que era por gusto que estaba ahí. Entonces un
día, ellos se habían ido y le entregue al bebé, para que se lo lleven a la casa de
la mamá… cuando vino la piba, me cuestionó de por que, había entregado el
bebé y le mentí. Le dije que habían entrado, que lo habían visto solo y se lo
llevaron…
…Me quedé dormida en la calle, en una YPF. La piba me busca, me encuentra,
y me rocía con nafta, me prende fuego. Cuando me levanto, el tipo de la YPF
me tira agua… y la saque barata. Estuve un montón de tiempo inválida, no
sentía las piernas, no me acuerdo cuanto tiempo estuve así…
Los médicos no me daban el alta, y no veía a nadie de mi familia, a nadie que
me conociera, ni al loro… Ellos creyeron que yo estaba muerta.
Los pibes del pasillo, dicen que me habían matado y se corre el rumor… para
al mismo tiempo, habían matado a otra chica, la habían prendido fuego
completamente. Mi familia fue a la comisaría, de la comisaría los mandaron a la
morgue, en la morgue les mostraron ese cuerpo a mi familia, y la policía les
entregó “eso”.
Los de la villa habían dado mi nombre y apellido, pensaron que era yo.
Pero yo no estaba muerta, estaba en el hospital… inválida, en coma, con
respirador, hecha mierda.
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Me velaron…
Y después tuve un re-quilombo para hacerme el documento, porque estaba
muerta. Yo estaba muerta, y no entendía porque no podían encontrar mi
partida de nacimiento. Tardaron dos años en darme el documento.
Hogar de Cristo, embarazo y robo
Estaba re-doblada… en la locura que tenía, sabia que estaba embarazada
porque me desmayaba en todos lados, y eso me pasaba en todos los
embarazos.
Yo entraba y salía del Hurtado [Centro Barrial], y un día me quedé sentada en
un grupo de mujeres y lo dije. En ese embarazo me hice mierda, esa fue la
diferencia.
Fue en el embarazo en el que más me drogue… en el que más consumí: No se
de donde la sacaba, pero la tenía. Me despertaba de dormir en la calle tirada,
con los bolsillos llenos de droga, de piedras de 10 gramos… en los otros
embarazos, me drogaba, me drogaba y me acostaba… eran tal vez, diez
días… en este, me levantaba y fumaba.
Estaba de cuatro meses, estaba muy flaca y solo tenía panza.
Fui a verlo al papá de Lucas y le dije que estaba embarazada, y me dijo: -a mí,
no me hagas cargo de nada!!… y me dije: -este “gil”, estuvo tanto tiempo
conmigo!!... y me quedé tan sola!!!
Todos los transas, cuando una chica está embarazada, quieren a tu[su] bebé!!,
te la ofrecen, te la regalan… te la dan. Y después, cuando nace el bebé no
sabés donde está. Los venden…
Te acompañan al hospital, quedas internada, tenés el parto, y ellos se hacen
pasar por el “padre”, lo anotan con su apellido y se los llevan, así es.
Me di cuenta que no tenía a donde ir, era el único lugar que tenía para estar.
Nadie nunca me dio la vacuna para que deje de consumir, pero lo que hizo el
Hogar de Cristo hizo por mi, es enseñarme a vivir… aprendí a vivir sin estar en
consumo. Toda mi vida me violaron, me pegaron, me golpearon y me iba a
drogar, y con el hogar, levanto el teléfono y me escuchan. Siempre había
estado sola en mi vida… fue una escuela de vida…
Nació el gordo y cambié. Los dos crecemos, yo crecí… y tengo ese amor
materno…
Yo nunca lo quise tener y siempre lo quise regalar… algo cambió en mi. Y no
se como esta vivo él…
El reencuentro con mi familia
Un día me voy a cobrar la cooperativa a un banco, y un pibe me seguía en una
moto, me seguía y me seguía… en un momento se pone adelante mío y de mi
hijo L., se saca el casco y era un amigo mío, que había ido al colegio conmigo.
Y me dice: -Negra, estas viva!!...
Y me dice que estaba trabajando con mi hermana Lorena en una imprenta, y
un papelito con los datos de la imprenta, y me abrazaba...
De ahí, le cuento al “hermanito” y le pido el teléfono para llamar, y me dice:
-Noo!!, deja que hable yo primero… El habló con mi hermana L. y ella no le
creía, ella le dijo que no la molestara, porque yo estaba muerta. Que me habían
velado…
143
El la convenció, no se como y se reunió con mis hermanas en un shopping. Se
reunió con ellas y encima, estaban por afuera del shopping mis dos hermanos
varones, porque pensaban que habían armado “algo” para cobrarse alguna
macana mía. Y si el “hermanito” daba un paso en falso, cagaba el “hermanito”,
lo limpiaban… Y me reencontré con ellos.
Mi pareja, mis hijos
Yo no quiero tener más nenes, no quiero tener más hijos, yo estoy bien así. Yo
a F. [pareja] lo adoro, lo amo pero con él no puedo tener un bebé, es reinestable y la voy a pasar mal, y ya la pasé re-mal un montón de veces. Él tiene
hijos por un lado y yo tengo por el otro, y es así. Y para L., él es el papá porque
siempre estuvo, y así estamos bien.
Yo elegí estar con F. y no tener más hijos. No quiero lidiar más con los pañales,
no quiero lidiar más con los médicos, y Lucas fue el único hijo que yo crié bien
y me sentí mamá, mano a mano.
Tengo cinco hijos, L. es el quinto y es, el que siempre estuvo conmigo, el que
más me costó, el que más me hizo llorar, el que me hace reír, es el que me
vuelve loca, y más disfruto.
Todos los hermanos de L., están todos contra él, desde el más grande hasta el
más chico… creo por celos. Lucas es el más molesto, ninguno de los otros
quiere compartirle nada; si vamos a lo de A. [12 años], él me pregunta cuando
nos vamos, porque L. le toca todo… A. ya esta grande y vive con mi tía… y R.,
está con una de mis hermanas, T. está con mi madrina y a M. se lo llevó el
papá al sur y a ese no lo vi más, lo abandoné a los tres años y ahora tiene
como catorce.
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Publicado en edición impresa
Cuerpo a cuerpo
Trabajar para unos pocos
Organizaciones que se dedican a las causas más complejas y sostienen que
todo el esfuerzo vale la pena, con tal de mejorar una vida
Por Micaela Urdinez | LA NACION
En la era de la multiplicación, del reinado de la cantidad, del impacto medido en
términos de números, ellos se mueven en el casi obsoleto mundo de las
unidades y los decimales. Porque cuando se trabaja con personas con
realidades demasiado vulnerables, lo importante no son las cifras sino el
cuerpo a cuerpo, la entrega absoluta y el amor incondicional. Entonces ya no
es relevante si son uno, cinco o diez, sino que el foco está puesto en las
mejoras que reciben estas personas en su día a día.
Estos son justamente los destinatarios de las organizaciones sociales que
eligen trabajar para las minorías, para unos pocos, para las causas perdidas.
Son las que destinan todos sus recursos humanos y económicos a mejorar la
calidad de vida de chicos con VIH, de personas con discapacidad mental, de
145
jóvenes adictos al paco, de mujeres en situación de trata o de acompañar en
sus últimos días a enfermos terminales.
Adalides de lo imposible, están convencidos de que vale la pena todo esfuerzo
con tal de salvar una vida, de calmar una angustia, de escuchar una pena, de
recibir una sonrisa o un abrazo de agradecimiento. Por eso, se ponen la
armadura contra las frustraciones y salen al campo de batalla en inferioridad de
condiciones, pero dispuestos a dar lo que haga falta por una causa.
R. es una explosión de alegría y energía. A sus treinta y pico, se mueve en una
especie de baile en el que suma en brazos a su hijo de un año y medio. Esta
imagen es la antítesis de esa adolescente que perdió 7 años de su vida en
situación de calle en la villa 21-24 de Barracas, consumida por las drogas y sin
tener control sobre su vida. Esto la llevó a no poder hacerse cargo de sus
primeros 4 hijos, pero cuando quedó embarazada del quinto, el contar con la
contención y la incondicionalidad del Padre Charly y de Patricia Figueroa,
ambos del Hogar de Cristo, pudo finalmente salir del pozo y volver a sonreír.
El Padre Charly es uno de los curas villeros que hacen carne la consigna de
"dar hasta que duela" y junto con a la ayuda voluntaria de Figueroa, se ocupan
de los casos más complejos en el Hogar de Cristo, el programa de
recuperación de la adicción a las drogas de la Parroquia Virgen de Caacupé de
Barracas. El fin del proyecto es reinsertar en la sociedad a los jóvenes
146
consumidores de paco específicamente y otras drogas, fortaleciendo sus
virtudes para lograr un mejor nivel de vida sin consumo, trabajando y
estudiando.
La parroquia busca acompañar toda la realidad de la villa y por eso trabaja en
la prevención para llegar a los pibes antes que otras propuestas como el paco
o la delincuencia. Para eso realizan un trabajo cuerpo a cuerpo, acompañando
a cada uno, recibiendo las complejidades que traen sin prejuicios morales.
"La mirada religiosa es diferente a la estadística. No miramos números ni
porcentajes sino que nos importa cada persona. Por un lado uno tiene una
desazón grande cuando piensa que en el tiempo que nos lleva salvar a uno,
son cientos lo que empezaron a consumir. En esa relación perdemos siempre
pero sabemos que ganamos en la lucha individual, en el uno a uno", sostiene
Charly.
R. siguió consumiendo durante todo su embarazo y hasta llegó a pensar en
vender a su hijo con tal de conseguir más plata para seguir alimentando su
vicio. "La empezamos a llevar a la Sardá para hacerle los controles y ella
confiaba en que nosotros la queríamos ayudar desde el corazón. Su embarazo
tuvo muchas complicaciones y el bebé nació con un kilo nomás. Era uno de
esos casos que eran imposibles incluso desde mi propia mirada. Pero gracias
al amor, la paciencia y el estar pudimos acompañarla a esta vida y eso es un
gran éxito", explica Figueroa, que empezó dándole mate cocido a los chicos
que rancheaban en la calle y sostiene que la herramienta básica que usan es el
amor. "Es imposible medir el éxito o el fracaso en estos temas, porque hoy
capaz que están bien pero mañana vuelven a caer. Esto no es pescar con red
sino con anzuelo, es uno a uno", resume.
R. estuvo acompañada durante el embarazo y el parto. Inmediatamente
después se internó durante 4 meses en Viaje de Vuelta y hoy vive en La Casita
de San Miguel, un proyecto que incluye varias casas en el barrio en las que
conviven personas con realidades vulnerables de manera amigables. Tiene a
su hijo de un año y medio, está en pareja y se reencontró con sus hermanos y
con sus otros hijos. "Ellos estuvieron todo el tiempo. Si no fuera por Charly y
Patri hoy no estaría junto a mi hijo", dice R., que hoy va todos los días al hogar
y colabora en la Guardería siendo una madre cuidadora.
Cerca de 500 chicos y jóvenes pasaron por el hogar, que en su mayoría siguen
acompañando. Muchos participan de algunas actividades o talleres, y también
reciben acompañamiento en su reinserción social en tema de educación,
trabajo, documentación, salud y subsidios.
"Los chicos saben que pase lo que pase pueden volver y los vamos a recibir. Y
se obran milagros que no los hacemos nosotros sino que somos simples
intermediarios. El secreto es tratar de no ver el fracaso porque todo lo que se
hace con amor deja una marca positiva. También hay que aprender que el éxito
no se puede medir en función de nuestras propias expectativas y por eso
nosotros elegimos armar con cada chico sus propios proyectos", agrega
Figueroa.
Para el padre Charly, el legado del Hogar de Cristo tiene un impacto testimonial
porque muestra a una Iglesia trabajando por una situación de exclusión total y
fiel al camino de Dios, y por el otro un impacto dentro de la villa porque en
todos los barrios hay algún chico que se recuperó gracias a su intervención.
"En la reunión de fin de año había 15 chicos que estaban en este camino. Y
eso abre la esperanza y refuerza la idea de que se puede salir", concluye.
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CASO Nº 5 [E.E.]
Me llamo E.E., tengo 34 años y la última vez que consumí fue hace siete años.
Uso mi segundo nombre porque el primero no me gusta.
En realidad, dejé de consumir cuando mi hijo menor C., tenía ocho meses de
vida, pero después tuve dos recaídas; estuve casi tres años sin consumo y al
recaer de vuelta, tenés que volver a contabilizar de cero.
Nací en capital, en la Villa 21.
Mi familia estaba compuesta por mi hermana M., que era la mayor, le sigue J.,
y yo que era la más chica. Tengo un hermano mayor por parte de mi papá,
pero lo crió mi tía, y vive con ella; como no era hijo de mi mamá, lo crió mi papá
con mi tía.
Cuando tenía cinco años, nos íbamos a la calle con mis hermanitos, a vender
flores, flores y peluches que hacía mi mamá. Mamá nos mandaba a vender a
los tres, pero también, ella me mandaba al jardín. Iba a un centro de monjitas,
que quedaba al lado de la Parroquia de Caacupé; era una capilla muy
chiquitita, al lado estaba la guardería, y el jardín donde nos cuidaban.
Mi papá trabajaba en el puerto. Tomaba mucho, tomaba mucho alcohol y venía
tomado, y le pegaba a mi mamá; a veces, por querer defender a mi mamá
cobrábamos nosotros también. Mamá, gracias a Dios nunca consumió nada.
Yo hice el primario. Pero hice hasta cuarto grado nada más. Repetí un montón
de veces segundo grado… un montón. El cuarto grado lo dejé con once años,
casi para doce porque quedé embarazada. Quedé embarazada de V.
Vendiendo en la calle, conozco a un chico más grande y embarace. Él también
vendía en la calle flores, y nos pusimos de noviecitos, el tenía 16 años y yo
11… A mí, mi mamá nunca me había hablado de sexo, de cómo cuidarme y de
esas cosas. Incluso, mi mamá no sabe ni leer, ni escribir, es una persona…
analfabeta, discapacitada. Ella tiene operada la columna, tiene diecisiete
vértebras operadas, y tiene la pierna izquierda cinco centímetros más corta que
la otra, y usa un zapato ortopédico.
Mi mamá, mucho de lo que es el sexo no nos habló a mí y a mi hermana. Por
eso también mi hermana quedó embarazada a los trece añitos, pero ella se
caso, y tiene veintiséis años de casada.
Para mí, el sexo era como un juego a esa edad… era chiquita. Fueron
bastantes complicados esos jueguitos y después sufrí las consecuencias… yo
sabía por lo poco que me había enterado por mi tía, que cuando no venía la
menstruación era porque una estaba embarazada, eso también era algo que
también hablaba mi hermana con sus amigas... es más, mi familia se entero
que yo estaba embarazada cuando tenía seis meses, no se me notaba porque
era gordita.
Yo me había indispuesto a los nueve años… no sabia que era eso. A la primera
que le conté fue a mi hermana y mi hermana con trece años me dijo:
-Ahh !!, es normal!!!; para ella como moneda corriente. Después cuando se
enteró el resto de mi familia…
Mi papá había venido tomado del puerto y me quiso pegar, mi mamá no se lo
permitió y hubo una pelea entre ellos. Mi papá le quiso pegar a mi mamá, y ella
le pegó con un sifón de soda en la frente…
Mi mamá casi nunca se defendía, pero ella tenía una amiga que se llamaba O.
y cuando mi papá le pegaba, ella iba a su casa… mi amiga vivía enfrente de
148
nuestra casa y unos días antes de lo del sifón, ella le dijo: -Vos sos una
bolu…!!, si él te pega, vos pegale con lo que tengas!!. Entonces ese día, le
pegó con el sifón.
Mi papá es ex navegante de marina; el iba al puerto, se embarcaba por una
semana y después volvía. Viajaba en barco, y cuando volvía, volvía
tomaaado!!, re borracho, todo sucio, en “cuatro patas”… mal, mal!!. El poco
tiempo que estaba con nosotros, vivía en “pedo”, y no traía plata. La plata se la
gastaba en minas, o en escabio, por eso nosotros teníamos que salir a vender
flores y peluches con mis hermanos. Si nosotros no salíamos a vender, no
teníamos para comer, era la única que nos quedaba porque mi mamá era
discapacitada.
Mi hija, nació el 24 de marzo a las diez de la noche y peso 1,750kgr… era muy
chiquitita, nació a los nueve meses, pero lo que pasaba era que yo “jalaba
poxiram”… yo empecé a los ocho años a consumir.
Después de que terminábamos de vender flores y peluches en la calle,
jalábamos poxiram con mí hermana y otros pibes…
La primera vez, habíamos terminado de vender, le llevamos la plata a mi
mamá, ella siempre nos esperaba en la misma esquina, la acompañamos hasta
la casa, la dejamos y nos escapamos… volvimos con mi hermanita a Lavalle y
Florida. Los pibes de ahí, siempre nos invitaban a jalar, y ese día aceptamos.
Probamos porque queríamos saber que se sentía.
A mí me gusto, porque me olvidaba un poco de los problemas que tenía en
casa. Cuando jalaba me olvidaba de todo, estaba como en otro mundo… tenia
como sensaciones de querer salir corriendo, estaba asustada, tenía miedo…
era como que me sentía perseguida, me sentía perseguida con la gente que
pasaba… miraba a lo lejos, y pensaba que venía mi papá… tenía como
alucinaciones, porque mi papá nunca llegaba!!
Nos juntábamos en la boca del subte, y nos sentábamos en la escalera, y ahí
consumíamos. Nosotros primero vendíamos, le dábamos la plata a mi mamá, la
acompañábamos y después nos escapábamos… mi hermana y yo, pero mi
hermano no.
Yo dejo de ir a la escuela cuando se enteran de que estoy embarazada. Ellos
ya no recibieron más… Yo estaba casi de seis meses y le digo a mi hermana
que no me venía la menstruación, ella me dice que estoy embarazada y le
cuenta a mi mamá, mi mamá se presenta en el colegio y lo cuenta…
automáticamente me negaron el ingreso y no pude seguir estudiando. A las dos
semanas de que no voy a la escuela, cae en mi casa una asistente social que
era mandada por el colegio, por estar embarazada y ser menor de edad…
Intervino el Consejo Nacional del Menor y la Familia, ellos me hacían visitas y
después de que tengo a mi hija, le dan la tenencia a mi mamá.
Durante el embarazo de Vero nunca dejé de consumir; deje, después de que
tuve a la nena como obligatoriamente, porque estuve 90 días internada con la
nena. Como ella había nacido con bajo peso, estuvo en “neo” y me tuve que
quedar en el hospital, porque del hospital mismo no me daban el alta, ni a mí ni
a ella. Nació en la Maternidad Sardá.
Nació de parto natural… las únicas que me acompañaron fueron mi hermana y
la cuñada.
El papá de mi nena, se había enterado de que yo había tenido una hija de él…
vino a mi casa y me ofreció de hacerse cargo… cuando V. tenia 10 años, y él
149
26. Yo perdí contacto con él de chica, porque mi mamá no nos llevó más a
vender a Lavalle. Mamá tenía miedo de que en el consejo se enteren y le
quiten la tenencia nuestra…
Mamá lo denunciaba a mi papá, pero las cosas antes no eran como ahora…
ella iba a la comisaría, le metía la denuncia por violencia, lo detenían y a las
24hs lo largaban y seguía el maltrato…
Cuando me dan el alta de la Maternidad Sardá vuelvo a la villa 21, a la casa de
mis padres y la tenencia la tenía mi mamá… Yo me escapo de casa, cuando mi
hija tenía pocos meses de vida. Me fui a la calle, me fui al consumo y no volví…
probé de todo!! marihuana, alcohol… vino, cerveza, fernet, lo que pintaba… si
era Rivotril, tomaba vino… lo que me convidaban lo tomaba. A veces me daban
las “pastis” y ni sabia que estaba tomando.
Las pastillas las conseguíamos en el Borda… teníamos a un pibe que trabajaba
ahí, que nos las vendía. A veces, ni sabíamos que nos vendía porque las
vendía sueltas, nos salía un peso cada pastilla, o eran cinco por cinco pesos…
La marihuana la conseguía por todos lados, en cualquier lugar de la villa…
Me fui con mi hermana, ella había dejado a su nene con el papá. Vivíamos en
el subte… a los tres meses de estar ahí, conozco al papá de J. mi segunda
hija; yo tenía trece años. En realidad a él, lo conozco en la villa 21 un día que
voy a buscar marihuana, y él estaba también comprando; él me pide un
papelillo, y yo se lo doy.
Él era chileno y me pregunta de donde soy, pensando que yo venia de afuera
de la villa, porque yo iba a comprar y me iba. Pensaba que yo era “turista”, así
le decimos a la gente que viene de afuera de la villa a comprar, él no sabía que
yo era de Barracas.
Él me preguntó donde estaba parando, me preguntó si había tenido problemas
con alguien, me empezó a hacer una especie de interrogatorio… le conté que
estaba en consumo y me ofreció de ir a un cumpleaños. Iban a hacer una joda
en la cancha de atrás de la Parroquia Caacupé, y acepté.
En esa época [año 1993], en esa zona había muchos chilenos, ahora no queda
casi ninguno.
Él me dijo que pregunte por C., él consumía merca. Voy a esa fiesta y nos
ponemos a salir; yo empiezo a consumir merca con él.
La mayoría de ellos [chilenos] “pungueban”, robaban, hacían “escruche´s”,
mecheaban… aprendí a ser mechera con él… quedo embarazada de él. Yo
tenía 13 y él 24 años…
Cuando paso un mes sin menstruar, yo ya me di cuenta de que estaba
embarazada, se lo cuento a él, y él se lo cuenta a su mamá, Blanca. Doña
Blanca me lleva al centro de salud, me hacen un test de embarazo y me da
positivo… y ahí, es como que mi vida empezó a cambiar un poco…
Cuando se enteraron de que estaba embarazada no me dejaban salir, me
empezaron a cuidar. Él tuvo una charla con la mamá, en la que no me dejaron
participar y se encerraron en una habitación. Cuando él sale de hablar con la
mamá, me dice que las cosas iban a cambiar y que no quería que salga más a
la calle, que me tenía que quedar ahí porque quería que cuide mi panza, el
embarazo… salíamos a robar… y un día la madre de él fue a hablar con mi
papá y mi mamá. Yo había perdido contacto con mi familia. Mi papá no quería
saber nada de mí, no quería que yo vuelva a pisar mi casa; entonces, yo iba los
días que mi papá no estaba, iba a ver a mi mamá y a mi beba Verónica.
150
A mí, mi nena no me atraía, no me llamaba la atención, es más, la veía como
una hermanita. Yo la veía a mi mamá que la bañaba, que le daba la leche y la
cambiaba, era una beba más, no la veía como a una hija… yo era muy chiquita.
Yo seguía consumiendo, pero consumía solo marihuana. El papá de J. no me
dejaba consumir otra cosa, yo fumaba solo con él y dentro de la casa. La
mamá de él también fumaba.
Yo era muy feliz con él, tengo los mejores recuerdos de él…
Yo creo que si no lo hubieran matado, estaría todavía con él…
Él se llamaba C.O.
[V. lloró]
Durante el embarazo de J. me hice todos los controles, él me llevaba al
Hospital Penna. La mamá de él me cuidaba, me daba de comer bien, era otra
cosa, otra contención. Yo la ayudaba a limpiar la casa, a lavar la ropa, y a
cocinar a veces; ella no me obligaba a hacer nada, yo me ofrecía. Teníamos
lavarropas automático, así que sentía que tenía que lavar la ropa y lo hacía.
Cuando ella salía, salía a “mechear” yo me encargaba de las cosas de la casa,
ella me traía alfajores, me compraba gaseosas… si traía ropa de lo que
“mecheaba”, me dejaba lo que a mí me gustaba. Me cuidaban.
Él era muy bueno conmigo. Cuando él se enteró que yo estaba embarazada de
Johana dejó de consumir cocaína, solo fumaba marihuana. Trataba de no
tentarme con lo que consumía, si él consumía otra cosa yo no me enteraba, el
me cuidaba.
En un momento del embarazo, yo hablé con él de mudarnos porque en la casa
vivíamos con la mamá, el papá, los hermanos, los cuñados, había muchísima
gente y la casa era muy chica; entonces, él me dice que le gustaría que
juntemos la plata para comprar algo en otro lado, porque el salía a mechear
todos los día, salía a robar todos los días, no había día que no saliera a robar...
vivíamos de eso, a veces robaba y a veces mecheaba, él hacía las dos cosas.
Una vez, estando yo de seis meses a él le ofrecen de hacer un robo y él dice
que si. Yo no quería que él vaya, me daba como miedo, entonces, le dije que
yo iba con él… él me decía que yo era chiquita [13 años], que estaba
embarazada y que no me podía llevar, él me estaba cuidando. Yo fui igual. Me
quedé en el auto que usaban para robar, me quedé como campana y me
dieron un radio. Fuimos a robar un mercado chino, nos habían pasado la data y
por suerte salió todo bien…
Cuando nos juntamos para hacer la repartija, se juntaron ellos tres y me sumé
yo. Entonces, uno de los muchachos le dice a C.:
-Tu señora hizo de campana, así que ella va a entrar en la repartija. Nos toco
cincuenta mil pesos para cada uno.
Una parte de mi dinero se la di a mi mamá para que arregle la casa; la casa de
mi mamá se llovía mucho. Pero C. me dice que no se la de a mi mamá, porque
mi papá se la iba a “chupar” toda; entonces, él tuvo la idea de hablar con el
cuñado que era paraguayo, para que le arregle toda la casa… Yo voy a la casa
de mi mamá, y me encuentro con mi papá que estaba fresco hacía dos días, o
sea, sin consumo limpio en mi casa. Yo no quería entrar al principio, porque
pensé que me iba a pegar, pero mi mamá me dijo que pase, porque él quería
hablar conmigo…
Hable con mi papá, le conté todo lo del robo y que quería mejorar la casa para
mi nena, para mi hija Verónica; entonces a mi papá le cambió totalmente la
cara… le cambió el humor, a él le gustó eso. A él le gustó la plata.
151
Yo mandé a hacer una habitación con material y cerámicas, para que usara mi
mamá con Vero. También le hice un baño con todo, un baño bien hecho.
Después de eso, mi papá cambió conmigo, yo podía visitarlos sin problema.
Como yo salía a robar y había plata, él no tenía problema de que fuera a la
casa. Él me abrió las puertas porque le llevaba dinero.
Nosotros, seguimos viviendo en la casa de C. Seguimos viviendo ahí porque la
mamá de él no quiso que nos fuéramos porque dijo que yo era muy chica y
pensaba que yo no iba a poder hacerme cargo del bebe. La mamá de él se
preocupaba por mí.
Durante todo el embarazo, yo no sabía que iba a tener otra nena; en todas las
ecografías que me hice ella escondía su sexo. Es más, si era nene le pensé
poner Christopher Ariel… me querían matar cuado dije ese nombre.
Llegue a los ocho meses de embarazo, la beba era muy grandota. No había
aumentado mucho peso, yo pesaba 70kgr. y llegué a pesar 75Kgr. hasta el
parto; ella era la grandota, yo no. Ella nació con 4,200kgr, fue por parto normal
y nació en la Maternidad Sardá.
Yo me hacia los controles en el Hospital Penna, pensaba tenerla en ese
hospital pero a último momento fui a parar a la Maternidad Sardá porque no
había anestesista.
Después de que nació J., seguimos robando juntos.
Hacíamos salideras o robábamos… la única vez que nos atrapó la cana, fue
cuando la nena tenía un añito.
Mi papá dejó de pegarle a mi mamá. Cuando mi hija J. tenía mas o menos un
mes, me entero de que mi papá le pega a mi mamá y voy a la casa. Cuando
voy, le pongo un revolver en la cabeza y le digo, que si la vuelve a tocar a mi
mamá lo iba a matar. Él nunca más la volvió a tocar.
Mi suegra pensaba que me iba ser difícil la crianza de J., porque me veía a mí
como muy nena y por eso nonos mudamos. Ella quería controlarme, porque
tenía miedo que pase lo mismo que con V. Él y yo, éramos dos tiros al aire…
estábamos bien, teníamos casa pero cuando teníamos ganas de consumir,
hacíamos cualquier cosa para drogarnos; éramos pendejos, yo teníoa 13 y el
16 años.
Mientras que yo no estaba en consumo, salía a “mechear”, salía a dar vueltas
por las calles, y me encargaba de las cosas de la casa. A veces, me peleaba
con C. porque él quería estar siempre en la cancha, estar con sus amigos
fumando marihuana. Yo lo dejaba que se vaya, pero le decía que vuelva
pronto, que no se quede toda la noche. El consumía todos los días, yo solo los
fines de semana. El problema que tenía, era que mi suegra no nos dejaba
consumir dentro de la casa, por eso él se iba a la cancha. Era una regla, el no
consumir dentro de la casa, porque ella también fumaba.
Mi suegra, protegía mucho a J. y la cuidaba, ella se encargaba de todo en la
crianza de mi beba; lo único que hacia yo era darle la teta. Me pasaba lo mismo
que con mi otra hija V., la veía como a una hermanita más.
Mi familia no quería que yo este con C., ellos no lo aprobaban porque decían
que él me daba muchas libertades, y que me apañaban mucho en su casa. Mis
papas y hermanos creían que yo hacia lo que quería; ellos pretendían que yo
termine la escuela, y decían que era una mal criada. Decían que mi suegra era
152
una mala madre, porque apañaba al hijo en la delincuencia, en la droga, en el
alcohol y que conmigo hacia lo mismo.
Un día, cuando J. tenía casi un año y seis meses, mi novio salió a robar, fue
perseguido por la policía federal y cuando entra con el auto a la villa 21, él se
cruza con la brigada. Se ve que a los de la brigada, les habían tirado un “radio”
de que los venían siguiendo y se empezaron a tirotear. En ese tiroteo, le pegan
tres tiros y lo matan.
Cuando lo matan, viene una vecina corriendo a avisarle a mi suegra que se
estaban tiroteando en la calle de Caacupé [Parroquia], como a las seis de la
tarde. A él lo venían corriendo por el lado de Pompeya, entra por la parte de
atrás de la villa y lo acorralan con el patrullero por Osvaldo Cruz y Luna. Lo
matan a cincuenta metros de la parroquia, él estaba volviendo para nuestra
casa.
Habían ido a hacer una salidera, a un negocio que estaba por cerrar y estaban
esperando que salga un hombre con cierta cantidad de dinero. Les habían
pasado el dato. Una de las primas de él, que era muy linda, delgada y con muy
buena presencia se encargaba de eso; se dedicaba a buscar trabajo en lugares
de mucha plata, y al tener buena presencia la contrataban. Ella sacaba la
información de a que hora, de cuanta plata manejaban, y de quien era el que
movía la guita; cada laburo le llevaba tres meses. Ella se sigue dedicando a
eso, pero hizo la suya y salió de la villa; ahora trabaja con su pareja y sus hijos.
Cuando me entero de que lo matan, salgo corriendo a la casa de Coco que era
un primo de él, le cuento lo que estaba pasando y Coco se va a ver lo que
sucedía. Yo me había quedado con los nenes de él y con mi nena, cuando
llega la mujer de él, salgo corriendo a ver que pasaba. Cuando llego, ya estaba
muerto.
Llegó la ambulancia, la policía científica y se llevaron el cuerpo a la morgue. A
mí me llevan a la casa de mi suegra y no me dejaban salir, porque ella tenía
miedo de que me escapara a consumir. Lloré mucho, mucho…
No querían entregarnos el cuerpo porque tenía la cédula chilena vencida,
estaba indocumentado y fue un quilombo, tardaron 3 días en entregarnos el
cuerpo después de que lo fueron a reconocer.
A C. lo velaron en la casa y lo enterramos en el cementerio de Flores. Fui al
entierro, me agarra un ataque de desesperación, empiezo a gritar y me meten
en un auto y me llevan a la casa. A la noche, me fui… me escape.
Volví al Constitución. Me había llevado de la casa de mi suegra mil pesos…
con tal de olvidarme, consumí de todo.
A la semana de estar en situación de calle, mi suegra me encontró y yo salí
corriendo porque pensé que me quería pegar porque le había robado. Pero fue
todo lo contrario, ella me llevo a la casa y me hablo, hablo, hablo… pero mi
vida ya no era lo mismo. Me fui de la casa de ella a vivir con mis padres.
En mi casa no me sentía cómoda, en la casa de mi suegra no podía estar
porque me traía muchos recuerdos. Cada vez que estaba durmiendo, sentía
que abrían la puerta, me despertaba y pensaba que era mi novio muerto.
A mí, me habían quedado los contactos para salir a robar. Seguí robando para
comprarles cosas a las nenas, los pañales, la ropa, las zapatillas… les llevaba
plata a mis viejos y se quedaban contentos.
153
Mi viejo se quedó sin laburo en el puerto porque fue tomado… y cuando dejó
de ir al puerto, no tomó más. No tomó más, no solo porque no tenía dinero sino
porque la “mala junta” estaba en el puerto.
Cuando salía a mechear, si obtenía mil pesos, quinientos les daba a mis viejos
y lo que sobraba me lo fumaba, lo consumía, me lo tomaba por la noche… y al
otro día volvía a robar…
Más o menos cuando J. tenía tres años, empecé a alquilar, y para alquilar tenía
que salir a robar… mi mamá, un día me pone una denuncia y le dan la tutela de
J. también…
Yo tenía 17 años y quedé presa.
Nos fuimos a robar, nos descubrieron y me llevaron a mí y dos chicas. Me
llevan a parte porque era menor, y mis nenas estaban bajo juez; y el juez al
enterarse de que estaba detenida, me manda a un hogar de menores. Me
quedo 15 días en esa institución, y de ese hogar de menores me pasan a un
hogar de madres solteras.
Quedo institucionalizada en Caballito, en el Hogar “Nuestra Sra. de Lujan” y el
juez me lleva a las nenas, a V. y a J., Me quedo un par de meses, tres meses y
me escapo, sola, sin las nenas… Al irme sola, el juez le devuelve la tenencia a
mi mamá.
Volví a consumo, volví a hacer de las mías. Volví a Constitución.
Ya tenía 18 años y me cuidaba un poco mas al salir a robar, no quería volver a
caer presa. Si volvía a caer presa, ya me iban a dejar adentro y no me iba a
poder escapar.
Trataba de hacer las cosas bien, o sea, portarme mal pero hacerlo bien. No
salía a robar tan seguido, lo hacia pero hacia que la plata que tenía dure… y
cuando se estaba por terminar la guita, salía a robar de nuevo. Ya era como
más experta. Robaba ropa, ropa interior, ollas [en cajas], robaba de todo un
poco para revender. Me maneje así varios años.
Caí un par de veces, pero como era solo por hurto, me largaban después de un
par de horas. Laburaba en Once y los canas ya me conocían. A veces, el
policía me decía:
-Hay nena!! Cuanto tenés?, le entregaba algo de dinero y me terminaba
diciendo:
-Cuando me de vuelta, no tenés que estar más por acá!!.
Con el tiempo, ya tenía separado $ 200 o $ 300 para la “coima”.
Los canas me pedían para el “cafecito”, eran cafecitos muy caros para mí.
A los 23 años, conozco al padre de mi hijo C..
Salí con unas amigas a “lookear” y veníamos fumando un porro, el papá de C.
estaba sentado en la puerta de una fábrica sobre Vélez Sarsfield. Parábamos
por esa zona, porque era oscura y no pasaban patrulleros, podíamos fumar
tranquilas. Él nos empieza a “chistear” y nosotras nos asustamos porque nos
empezó a seguir; pero nosotras éramos cuatro y él estaba solo, así que una de
las chicas se da vuelta, lo mira y dice:
-Che, está lindo el flaco!!. Y le digo: -Qué onda? Qué chisteas?, y él lo que
quería era una seca, que le convidemos porro.
Así lo conocí, se llamaba J.C. El nos invita a una joda, vamos con las chicas y
conozco a sus amigo. Y después, lo empecé a invitar a mi casa, a donde yo
alquilaba.
154
Éramos amigos, hasta que un día él se pone celoso de un chico que venia a mi
casa y me besa en la boca. Fuimos “amigovios” por casi dos años y medio, fue
mucho tiempo hasta que buscamos algo más serio. Cuando encaramos la
relación de manera más seria, le digo que me voy a traer a la nena, a J. a vivir
con nosotros, ella tenía 8 añitos.
El trabajaba en el Noble Repulgue como repartidor, hacía delibery y consumía
marihuana; consumíamos los fines de semana y lo hacíamos como “estrategia
de diversión”.
Quede embarazada a los 25 años, de nuevo y después él agarró la “base”
[pasta base], y se empezó a enganchar cada vez más. Con él también
salíamos a robar, el hacía entraderas en casas…
Un día entramos a una casa de deportes, nos llevamos $50.000, y ropa; con
eso nos compramos una moto, él le dio plata a la madre, yo le di plata a mí
familia, y compramos una casa. La moto nos había salido $5.000 y la casa
$25.000. Ahí empezamos a vivir definitivamente juntos… pero todo empezó a
estar peor!!
Discutíamos todo el tiempo, porque el se iba a consumir a los pasillos de la villa
y se quedaba colgado fumando. Yo siempre lo iba a buscar… un día le
pregunto que era esa porquería, porque él no estaba en paz… él me dice, que
“eso” lo hacía olvidarse de las cosas, y me dice que lo pruebe…
Cuando estoy embarazada de C., yo empiezo a consumir Paco. Como una
pelotu… lo probé!!
El efecto con la pasta era más cortito, quedaba dura pero no duraba tanto, en
cambio con la “merca” quedaba dura como 20 minutos, con la pasta solo eran 5
minutos y era uno tras de otro, porque querés seguir, seguir y querés seguir
estando dura.
Yo decía que lo podía dominar, porque lo hacía solo los fines de semana!! Pero
después, con el tiempo empezaba a fumar los viernes y era miércoles y todavía
seguía colgada… y empecé a fumar base todos los días, y me peleaba con él
por todo.
Él me vendía las cosas para consumir, hasta me quiso vender el ajuar de mi
hijo!! La mama de él me iba comprando cosas para el bebe, y él las vendía. A
él no le importaba nada de nada, solo quería consumir.
Estando embarazada de ocho meses, aparece una chica que se llamaba N.
con una panza parecida a la mía, pero con un mes más. Ella estaba
embarazada de él… ahí fue cuando más me enganche con la droga, fue un
caos!! Solo quería olvidarme de todo y lo eche de la casa. El tenía una doble
vida.
A la semana esa chica tuvo al hijo de J.C. y estuvo viviendo en la casa de la
madre de él. Vivieron juntos durante un mes y después, un día salió a compra
cigarrillos y nunca más volvió.
Antes de que naciera mi bebe, él me pega porque yo le había quemado toda la
ropa. Él me pegó como para mandarme al hospital… cuando me dan el alta del
hospital, un amigo, Elio me llevó a su casa… estando viviendo ahí, entro a
tener contracciones y Elio me lleva al hospital.
Mi hijo nace en el Hospital Penna. Yo lo tuve por 15 días y después se lo di a
mi hermana. Tenía ganas de consumir y le di el bebe a ella…
Estando en consumo, un día vuelvo para retirar ropa de mi casa y me entero de
que la habían vendido. La abuela de mi hijo me vendió la casa y quedé en
“pampa y la vía”…
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Entro en situación de calle y empecé a consumir, consumir, consumir… hasta
que C. tiene ocho meses…
Visitaba a mis hijos cuando me acordaba de ellos. Mi hermana me empieza a
buscar por la villa, porque el bebe tenía convulsiones por lo que yo había
consumido durante el embarazo.
Ella me buscaba y yo me escondía… les decía a los chicos con los que
consumía que mientan… Mi hermana me seguía buscando en las ranchadas,
hasta que un día les dice que mi bebe estaba enfermo, entonces en la
ranchada me mandan al frente, y ella me encuentra…
Mi hermana y mi cuñado me llevan a su casa, me pego un baño, me acuesto a
dormir y al despertar me entero que mi hijo estaba en el hospital internado.
Además, había una trabajadora social que estaba siguiendo el tema… Vamos
al Hospital Gutiérrez y al llegar a la guardia, le preguntan a mi hermana a
donde va, y ella le dice que iba a terapia intensiva a pedir parte médico… al
escuchar eso, yo me desmayo!!
Me desperté, me tomaron la presión
A mí no me importaba el embarazo, porque sino, hubiera dejado las drogas.
Solo cuando Carlitos cumplió el año de vida empecé a tomar conciencia como
mama. Mi cabeza hizo un “clic”, porque me asusté, me di cuenta que mi hijo
estaba y que mi hijo me necesitaba…
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CASO Nº 6 [J.S.]
Soy J. S., tengo 27 años. Hace diez meses que no consumo.
Niñez, los recuerdos lindos y el consumo
Tengo cuatro hermanos, a mi mamá y mi papá vive en la costa. Por parte de él,
tengo dos hermanas mujeres. Yo no había nacido y mi papá cayo preso, en si,
había robado mi tío y lo señalaron a mi papá, y por eso cayo preso. Yo lo
conocí cuando tenía 10 años.
Mi mamá era mucama y trabajaba por horas, trabajaba cama adentro.
Yo nací en la costa, desde los ocho meses a los dos años, viví con mi tía, hasta
que mi abuela se entera y me va a buscar, y me cría hasta los diez años. Para
mí, mis papás eran mis tíos, hasta que tuve siete años y empecé a preguntar y
mi abuela me contó la verdad. Ella la buscó a mi mamá y conocí a mi mamá; y
también me enteré que tenía hermanos y que mi verdadera mamá estaba
embarazada.
Después de que nació J., al año y medio, mi mamá nos lleva a un hogar. Mamá
tenía muchas idas y vueltas… El hogar de Niños se llamaba “La Antorcha”, y
quedaba en González Catán, este hogar ya no existe…
Viví en el hogar hasta los trece años. Un día mi tía compro un departamento, y
se lo regaló a mi mama para que nos tenga a todos juntos. Mamá para esa
época trabajaba como auxiliar en una escuela, ahora ella trabaja como casera.
Los recuerdos más lindos los tengo con mi abuela. A mí me dolió mucho
cuando me separaron de ella, me mató. Estaba acostumbrada a que ella me
peinara el pelo, que me cuidara… me llevaba a la Rural y como era jubilada le
entregaban leche, y me hacía arroz con leche… iba a una escuela privada,
íbamos a misa, me llevaba al zoológico, y los fines de semana nos íbamos al
Country Aranjuez, porque ahí vivía mi tía… y esos eran mis recuerdos lindos.
También tengo lindos recuerdos con mis hermanos en el hogar…
Tuve una familia sustituta, por juzgado. Esa familia sustituta había adoptado a
una beba, que vendría a ser mi hermana mayor, Vanesa. Esa hermana tenia un
novio que se drogaba, y ahí empiezo a conocer lo que era la joda, la
marihuana, empecé a fumar cigarrillos porque mis compañeras de escuela lo
hacían… y a los trece años empecé a fumar marihuana, a tomar cocaína y me
fui de esa casa…
Empecé a fumar marihuana por V. Estábamos un día a la vuelta de nuestra
casa, parando en la esquina y ellos fumaban marihuana, me preguntaron si
quería probar… les pregunté como tenía que hacer… fumé, lo probé y me
gustó. Después, era todos los días fumar marihuana.
A los que eran mis papás les pedía plata para los cigarrillos, y ellos me la
daban… siempre me daban plata y compraba marihuana.
Cuando fumaba, me reía de todo… un día a mi papá adoptivo le mostré una
mala nota, y yo me reía, y me preguntó si yo le estaba tomando el pelo… Yo
fumaba todos los días y ellos no se daban cuenta… ellos querían ponerme
muchos limites, me cansé de eso y me fui.
Yo tuve un novio, él me quería mucho y estuve de novia varios años… y antes
de irme de la casa, lo dejé. Yo no quería que él se diera cuenta de que yo
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fumaba, y por eso le inventé que estaba con otro chico, fue una forma de
prevenirlo, para que no sufra… él era capaz de seguirme hasta el fin del
mundo, él me quería de verdad.
Cuando me fui a la calle, paraba por Vicente López y mecheaba… mecheaba y
limpiaba vidrios. Después empecé a ir a Palermo y dormía en los bosques,
después paré por Once, Liniers, Retiro, Constitución… San Nicolás, Rosario,
viajé mucho… quería conocer las provincias de mi país… era nómade.
También fui re-cocainómana. Yo robaba mucho para consumir… con Darío,
robábamos, nos alquilábamos una habitación, nos comprábamos y después,
robábamos de vuelta para comprarnos la droga… Él se me escapaba, se iba a
la villa, a los pasillos, robaba y fumaba, robaba y fumaba… y las primeras
veces lo iba a buscar, hasta que me canse. Yo me preguntaba porqué esa
porquería lo dominaba tanto?? Entonces probé la pasta y me enrosqué más
que él…
Embarazo y muerte de mi hijo
A los 15 años quedé embarazada de mi primer hijo, de G. El papá se llamaba
D., y cae preso, entonces me junto con M.
M. se hace cargo de mi hijo, y como él era de Rosario, nos vamos a vivir ahí.
Mi nene nace en Rosario, en el Hospital Centenario; al poco tiempo nos
vinimos a Buenos Aires…
Me agarro la locura!!, yo quería ver a mi familia y por eso volvimos a Buenos
Aires… lo que había pasado, es que cuando estaba de seis meses de
embarazo, apareció mi mamá en Rosario y al verme con la panza, ella quería
que abortara… ella no quería saber nada con mi bebe y le daba vergüenza salir
conmigo. Le daba vergüenza tener una hija de 15 años embarazada… igual, a
penas vio al su nieto cambió de opinión…
Estando en Buenos Aires, nos fuimos a la casa de mi tía con mi pareja, para no
estar en la calle con el nene; al poco tiempo, tomamos una casa en Palermo,
nos fuimos a la casona que queda al lado del Jardín Japonés. En ese lugar
vivimos mucho tiempo, pero me quisieron robar dos veces al bebé ahí… por
eso me fui de ahí. Nos fuimos a Plaza Lavalle, a la que queda frente a
Tribunales, y en Corrientes y Uruguay en el Teatro Metropolitan pedíamos
monedas, cuidaba coches… y el 02 de febrero del 2005 murió mi hijo.
Murió en la calle, en Plaza Lavalle por muerte súbita… tenía seis meses.
De ahí, lo subieron a Tribunales, le hicieron reanimación, pero no lo pudieron
reanimar y me agarró un ataque de llanto, de pánico… salí corriendo y me
quise tirar debajo de un colectivo!! La “femenina” no me dejó. Me llevaron a la
comisaría, del juzgado me ponen una abogada, y la abogada le hizo una
especie de contradenuncia a la comisaría por tenerme en una celda, porque yo
no había hecho nada…
Me trasladan a un instituto de menores.
Lloré toda la primer noche… al otro día me fue a despertar la celadora, y mis
mismas compañeras le dijeron que no lo haga, porque había llorado toda la
noche. Ellas le preguntaron porque había entrado yo, y la celadora les contó
que se me había muerto un hijo, y como estaba en situación de calle me
habían llevado ahí.
158
Mis compañeras, me acompañaron en mi duelo… me pusieron una psicóloga y
le dije, que si para el martes siguiente seguía estando ahí, el miércoles me
suicidaba. Le dije que yo me ahorcaba... Me llevan a la Clínica Psiquiátrica
“Nuestra Señora de Luján” de Palermo.
En esa clínica me quedo un año y medio… estuve ocho mese sin hablar, dos
meses sin comer. Empecé a hablar con un psicólogo… un día cuando él y una
enfermera se descuidaron, me tomé cuarenta rivotril y cuarenta clonazepam;
terminé en el Hospital Fernández con un lavado de estómago y no salía de
terapia intensiva.
Mi corazón y mi cuerpo estaban bien, pero yo no reaccionaba… yo me estaba
dejando morir, estuve un mes así. Salí de terapia y me volvieron a llevar a la
clínica psiquiátrica, ahí permanezco un año y medio más… pasé casi tres años
y medio en ese lugar, hasta que me pasan al Hogar Imagen… y ahí me corto
los brazos…
Me vuelven a llevar a la clínica psiquiátrica, paso ocho meses y me trasladan a
otro hogar en Paternal, y de ahí me escapo… volví a la calle, volví a las drogas
y fue peor…
Yo me quería matar, quería terminar con mi vida y la mejor manera de terminar
con mi vida, pensaba que era drogándome… pensaba que sería la manera
más rápido para hacerlo, pero fue la más lenta. Me drogaba pensando en mi
hijo… me drogaba preguntándome que culpa tenía y que había hecho para
merecer eso. Le preguntaba a Dios por que?
Yo soy una maldita, a mi no me conocen mi estado de maldad!!...
Yo aprendí a ser en la calle así. Yo tengo dos homicidios encima… yo tengo
maldad, pero no la despierto!!
Tenía 17 años… o me mataba él o lo mataba yo. Me puso un cuchillo en la
garganta y me estaba manoseando. Yo tenía una trincheta y supuestamente
íbamos a buscar dos “fierros” para ir a robar… él me quiso hacer creer que la
conocía a mi mamá y que yo era producto de una violación, y que era hija de
él…
Me puso el cuchillo en la garganta y me quiso manosear, cuando me quiso
manosear yo tenía la trincheta en la manga de la campera y le corté el cuello
un poquito… cuando el baja la guardia, le clavo la trincheta del otro lado y le
corto todo el cuello… todo se le abrió, lo deje tirado en el medio de las vías y
me fui. Yo me defendí.
Después de eso me volví al psiquiátrico.
La villa 31 y la llegada de mi otro hijo
Cuando me escapo de la clínica me voy a Retiro, con mi junta… paraba en el
subte, en la plaza del reloj, en el descampado de la línea San Martín, por ahí.
En ese lugar de la villa, jugábamos competencias, arrebatábamos y corríamos
a ver quien llegaba primero a la villa, hasta que pusieron las rejas; después,
nos movimos para la entrada de la San Martín, en la Terminal y hurtábamos,
carteras, celulares, billetera en mano, cámara digital, lo que fuera.
Una vez vimos a dos chinos con la “Sony”, y éramos cinco para sacárselas… y
los chinos nos corrieron hasta la villa, pero no entraron.
Empecé a conocer la villa 31, a la gente y me movía como quería. A veces
pagaba una pieza para consumir encerrada, porque no me gustaba en el
pasillo, armaba mis propias ranchadas en una habitación… conocí más gente,
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y me hice querer, porque con la gente que me abría las puertas de su casa, no
era mano larga; pero si era un “gil” que no me cabía y que me manoseaba, sí…
pero si era un amigo que me bancaba para bañarme y dormir, no le robaba.
Salía de la villa para robar, y para tener mi consumo, para tener mi plata… a
todo eso, pasaron siete años sin que viera a mi familia... Fui una sola vez, y mi
vieja dijo que yo traumaba mucho a mis hermanos con mis idas y mis vueltas.
Ella me seguía culpando por la muerte de G… y me acuerdo que cuando
enterré a mi hijo, ella, mi mamá me escupió la cara. En el cementerio de
Chacarita me dijo que yo había matado a mi hijo…
Esa vez que la fui a visitar, lo hice porque había robado billetes bien, eran
dólares y la busqué para cambiar la plata. Ella me acompaña a cambiarlos, le
dejo plata para mis hermanos y me voy… ella me demostró, que cuando yo
tenía plata yo le importaba, sino no… yo daría mi vida por mis hermanos, pero
no fui más por siete años…
Fueron siete años de pura droga, puro alcohol… y la puedo contar!!
Estuve en pleno tiroteo en la “31”… hay que tener ovarios para pasar la noche
ahí. Yo en la villa la juego de local, porque me paré mucho de manos con los
locales, con los peores transas, me paraba de manos igual. Nadie podía
decirme donde drogarme, yo hacía lo que quería… es más, la brigada me
llevaba en cana y las pibas de las bandas locales, saltaban por mí. Saltaban y
les decían que me dejen consumir tranquila… yo era fisura, pero me gané el
respeto por pararme de manos…
En la “31” hay varios barrios, yo paraba en el Guemes, y en barrio Chino.
A los pibes de la banda del barrio Chino los “besé”, porque cuando ellos
consumían en el Guemes paraban conmigo, y en el Guemes a mí me respetan
un montón y les liberaba la pasada, yo sacaba la cara por ellos… También me
acuerdo, que cuando yo era principiante en el barrio Chino, las pibas me
“bardeaban”, y yo no me dormía, las enfrentaba. A mí de careta no me sacaban
nada, y si tenía que sudarla, la sudaba… Había una piba que era la cabecilla
de la banda, porque hacía boxeo y yo la enfrente, entonces, como yo les
robaba a los transas, les empecé a regalar marihuana y empezó a estar todo
bien…
Yo juntaba cosas de la basura y las vendía, y una vez en un conteiner me
encontré un descarte de los transas, me encuentro 10 tizas de cocaína, 5 tizas
de paco y 30 bagullos de porro… y me junte en la esquina en que paraban los
pibes del correo [barrio Comunicaciones, villa 31], le di a probar para ver si era
buena, y entre a regalar cocaína, y entre a regalar marihuana… y me hice
querer, me respetaban y tenía los mismos códigos; si ellos tenían que saltar
por mí, ellos lo hacían…
Caí en cana pero nunca presa, porque robaba con mucha diplomacia, y puedo
decir que robe todos mis 27 años y nunca me atraparon. La única vez que
estuve en un instituto fue cuando murió mi hijo… pero no se puede comparar
una cosa con otra. Fui demorada por drogas, por hurto en comisaría pero me
soltaron… y mi vida fue así, hasta que quedé embarazada de Samuel.
En la villa no tuve parejas, era un toque y nos vemos… en el corso!!,
Yo no me casaba con nadie. El papá de mi nene está preso en Marcos Paz,
robó y lo atraparon… a él lo había conocido en la entrada de Retiro, parábamos
juntos, en realidad lo conocía hacía mucho, y siempre le tira pluma pero era
medio tonto. Un día nos fuimos a robar juntos, y nos fuimos a sentar a un auto
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a drogarnos… y bueno!! Y pasó lo que tenía que pasar y nos pusimos de
novios y fue. Fuimos nueve meses novios, tenía un atraso de tres meses y se
lo digo a Marcelo… era de noche, y yo me agarro con una piba a las piñas, y
estaba re dura, puesta. Y le conté. Él se me quedó mirando y pregunto si me
había hecho el “evatest”… me dijo que no se sentía preparado para volver a
ser padre, y que si yo lo quería tener que lo tenga, que él me iba apoyar igual, y
que yo decida…
Me dolió el alma, yo lo amaba mucho… yo lo dejé de ver, me dolió tanto que
me fui. Me fui al fondo de la villa, me fui a vivir a la parte de los containers,
cerca del correo, él vivía por la entrada de la estación San Martín, entonces
nunca nos íbamos a ver…
Y así fue creciendo mi panza… lo fui a buscar, y me enteré que cayo preso,
creo que por robo. Me seguí drogando y me puse de novia con un transa… él
solo me quería para el sexo y cuando me di cuenta lo prendí fuego. Lo prendí
fuego mientras dormía, yo le había avisado que lo iba a hacer… pero lo
despertaron y lo salvaron.
A los seis meses de embarazo empecé a ir al Hogar de Cristo…
Un día fui a desayunar. Muchos chicos que consumían conmigo en las
ranchadas iban a desayunar. Iba a desayunar, a comer, a pasar el día, y ahí
fue cuando deje de consumir en el día.
El primer control me lo hice a los siete meses de embarazo, me llevaron al
Hospital Rivadavia. Me dejaron internada tres días y me escapé… me escapé
porque estaba aburrida y sola… al mes, a los ocho meses de embarazo
empecé a tener muchos dolores y me llevaron devuelta, pero yo seguía igual
en consumo. Me hicieron una ecografía y salió que era un varón, pero yo
quería tener una nena…
Yo dormía en un container, en los containers de Gama… vivía siempre sucia,
con las uñas negras y cortas… tenía un colchón de dos plazas, mi reposera, un
roperito con ropa, una mochila azul, ropa de bebé que los pibes me rescataban
para mi bebé, y como todos sabían que si yo hacía así [gesto de corte de
cuello] y todos se alejaban, todos querían venir a fumar conmigo… los que
tenían plata!!
En el container yo tenía mi ranchada, yo elegía quien entraba… el que
respetaba mi lugar entraba, sino no!!
Los de Gama me conocían… es más, venían, me golpeaban el container y me
decían cuando lo tenía que cambiar, me decían a cual me tenía que pasar.
Ellos me ayudaban a mudar todo, hasta me preguntaban que iba a hacer con el
bebé cuando nazca…
A los ocho meses yo seguía consumiendo… dejé de ir al Hogar de Cristo y
consumía día y noche… día y noche… y seis días seguidos, diez días
seguidos… ya cuando los pies no me daban más, que las venas se me
resaltaban para fuera… paraba!!
Alternaba paco… merca… y mixtos. Cuando no me pegaba el paco tomaba
merca, después fumaba mixto y volvía al paco, y así!!... paraba cuando la
panza se me ponía dura, cuando él [señala al hijo] se ponía duro… y ahí
aflojaba… dormía durante tres… cuatro días y volvía a consumir.
Una vez embarazada, estaba durmiendo y me encerraron en mi container
durante cuatro horas… y con otra piba empezamos a gritar y nadie nos
161
escuchaba… estábamos dormidas y no nos dimos cuenta que nos encerraron.
Nos habían puesto un container arriba, uno al costado y nos iban a poner una
adelante… nos íbamos a morir asfixiadas… gritábamos, gritábamos,
golpeábamos las paredes para que nos oigan… agarre una planchita [de pelo]
y empecé a pegar más fuerte… hasta que nos escuchó una nena, y la nena le
dijo a la mamá; esa mujer fue y les dijo: -no escuchan los gritos?? Y pararon
las máquinas y nosotras seguíamos gritando. Estábamos desesperadas… y
bueno, salimos.
La última semana [de embarazo] tenía muchos dolores… y consumía más para
no sentirlos. Y ya los últimos días, por más de que consumía los sentía más…
me sentaba y sentía presión abajo; me acostaba y me dolía todo…
La última noche me fui a robar cobre dos veces y me hice como tres mil pesos
cada vuelta, y al otro día ya no daba más… me había consumido la vida…
apareció la madrina de mi hijo, y me dijo que vaya para el Centro Barrial [Padre
Múgica], que después nos íbamos para el hospital, porque yo estaba con
muchos dolores… pero esperé un rato y me fui a vender el cobre y el aluminio
que tenía guardado, saco la pipa y me fumo la resina. Y me voy caminando al
Centro Barrial… me bañe… me quise sentar a comer y me peleé con todos,
porque tenía muchos dolores… llega la ambulancia y me subo… llego al
hospital y estaba con trabajo de parto, tenía 2 de dilatación… y no lo podía
creer!!!, eran las 16hs…
A las 22:30hs nace mi bebé.
Fueron seis horas larguísimas… la partera me dijo que me bañe antes de
entrar a la sala de parte, me bañe y empecé a tener dolores más fuertes. Hacía
flexiones con las piernas, le pegaba piñas a las ventanas y gritaba mucho…
estaba coronando, tenía 9 de dilatación y me pusieron en los pedales… y yo
gritaba!!! no pujaba… me rompieron la bolsa y se dieron cuenta que el bebe
venía enredado con el cordón y me dijeron:
-Mamá, estas gritando y si no pujas el bebé se va a asfixiar!!
Hice cuatro empujones y al quinto empujón nació S… él no lloraba!! Me
desespero y le pregunto a la doctora porqué no lloraba… le pegan al bebé, el
seguía sin llorar y se lo llevan!!
Creo que le hicieron reanimación… y empezó a llorar y me dicen:
-Ese es tu bebé!!
Yo preguntaba porqué no me lo traían!!!... me llevan a la sala, me acompañaba
la profesora de música del Mujica [centro barrial Retiro], yo seguía preguntando
por mi bebé y me decían que no me levante porque me podía agarrar una
hemorragia interna. Me dormí.
Yo venía de tres días de gira, así que se lo tuve que decir a la doctora, porque
sabía que el consumo iba a saltar. Me llevan a “neo” y lo veo: estaba todo con
tapones, con respirador, todo entubado, y yo lloraba!!.
Al verlo por primera vez, sentí mucha dulzura, pero al mismo tiempo…
Mis primeros dos meses con S., fueron muy difíciles, yo no lo quería, no lo
aceptaba, y esa es la verdad!!... En “neo” no me lo dejaban alzar porque
estaba todo conectado, a él de daban suero porque no comía, pero gracias a
que estuvo internado ahí, le sacaron la sífilis y a mí también.
Tenía una asistente social, una psicóloga y una psiquiatra que me iban a ver,
que eran del hospital… yo había llegado al hospital con la pipa en el bolsillo, y
162
pensaba que me iba a ir a seguir consumiendo, porque no lo iba a tener
todavía. A los dos días, después de que nació Samuel, tiré la pipa por la
ventana; al tercer día empezó a comer, le pude dar mamadera…
Él había nacido con 2,500kgr y después de 15 días, salió del hospital con
3,900kgr.; en esos 15 días, yo no salía de “neo”…
Lo increíble era que no pensaba en consumir, mi preocupación era: donde iba
a estar?, donde iba a ir a parar con mi bebé? Yo no quería volver a la calle con
él y estaba angustiada por tener a mi hijo en “neo”.
La asistente social del hospital, había ido a buscar a mi mamá pero no la
encontró; ella se entera de que tiene un nieto, a los tres meses de que nació
Samuel.
El día más lindo, fue cuando el padre Eduardo nos fue a visitar al hospital; él se
presenta en neonatología, y le habló con tanto amor a la de seguridad, que la
de seguridad le dijo que espere un ratito, ella fue a buscar a la directora de
“neo”, la directora se acercó y le preguntó por qué el estaba ahí?
El padre “Edu” le respondió diciendo, que nosotras éramos de su Hogar, que
éramos sus chicas… y nos dio la Bendición!!, fue hermoso; yo tenía a upa a mi
nene y el padre Eduardo me pregunto:
-Y ahora?...
Salimos de “neo” y hablamos, me dijo que si no tenía un lugar a donde ir, no
me iban a dejar salir, también me dijo, que del hospital querían mandar al nene
a un hogar y a mí, a una comunidad. Entonces él me dio dos opciones: la
casita de Flores [dispositivo conjunto entre el Hogar de Cristo y el Hospital
Nacional en Red] o la Granja Madre Teresa en Gral. Rodríguez.
Le dije que la casita de Flores no me servía, porque la villa la tenía a dos
cuadras, y le dije al padre Eduardo que me envíe a Rodríguez, porque estaba
cerca de Luján; él me dijo que lo piense, porque era zona de campo, y yo le dije
que no me importaba y le di el OK!!
Yo lloraba de la alegría!! Porque en otras oportunidades cuando yo quería
internarme, me decían que tenía que esperar dos o tres meses, y gracias al
padre Eduardo y a la gente del centro barrial de Retiro [Padre Mujica], no
tardaron nada en ubicarme.
Antes de darnos el alta en el hospital, al día 12, me viene a visitar María, que
es la referente del la Granja Madre Teresa. Ella me contó como era la granja,
que había varias casas y que en cada casa vivían dos o tres chicas con sus
hijos; que se hacían grupos cuando se los pedía, que había una psicóloga, una
asistente social, una psiquiatra; que había una plaza, que había chanchos,
gallinas y una huerta, y me gustó la idea… La trabajadora social del hospital,
dio parte en el consejo [Consejo Nacional del Menor y la Familia], para que yo
pueda venir a la granja.
Mi llegada a la Granja Madre Teresa
No veía la hora de irme!!! Y a los 15 días de que nació mi hijo, ya tenía todos
los bolsos preparados para irme. Era un jueves, tenía el alta del bebé, me
habían dado la libreta con las vacunas de él, ya tenía su partida de nacimiento,
llega el padre Eduardo y empiezan a dar vueltas… y lo que faltaba era mi alta!!,
pasaron tres horas, y cuando bajo, había un montón de chicos del centro barrial
y también estaba Silvina [psiquiatra, directora de la Granja Madre Teresa], ella
163
me abraza, se presenta y nos fuimos en la camioneta a la granja con el padre.
Cuando estábamos en camino le digo al padre:
-Edu, hay que comprar la leche para el bebé!!, él paró la camioneta y
compramos la leche, compramos la mamadera, y le digo al padre:… y el agua
caliente ahora, para la mamadera??. Silvina me mira y me dice:
-Hace 15 días que estás sin consumo, ahora podes darle la “teta”!!!.
Me dijo que ya estaba desintoxicada, que no tenía droga en el cuerpo y que
podía dar de amamantar tranquilamente, y le di la “teta” a S.
Cuando llego a la granja, estaban V., B. y S., y nadie más. Silvina me
acompaño a conocer mi casita, me acomodé en la habitación que yo elegí, y
elegí la habitación más chiquita, porque sabía que después no la iba a tener
que compartir [risas]; arregle un poco las cosas…
Ya el primer día me mandé una cagada!!, le quemé el piecito a S. con la
cocina. Yo lo tenía a upa, quería fritar una milanesa, el nene apoya su piecito y
él pega un gritoooo!!... salí corriendo con el nene llorando a llamar a M.
[referente, operadora par]. Solange tenía una cremita que le pusimos en el pie,
fue una quemadura leve.
Los primeros dos meses en la granja fueron complicados. Porque lo amaba
porque era mi hijo, pero no lo quería tener. Yo lo rechazaba por mi bebé
anterior, por mi hijo fallecido… Silvina tuvo que trabajar mucho conmigo… pero
después de que cumplió los tres meses mi hijo, las cosas cambiaron. Él me
miraba cuando le hablaba, se sonreía cuando le hablaba… y lo empecé a
mimar más, me di cuenta que era mío y que era mi responsabilidad. Y es mío.
Y así fue cumpliendo meses, y no es fácil…
La convivencia en la Granja
Con B. me llevaba mal, porque es una chica muy dejada y rebelde. Cuando ella
estaba conmigo, mi bebé tenía un mes de vida, y ella eran las dos o tres de la
mañana y estaba despierta haciendo ruido, golpeando las puertas, los
muebles, plaf! plaf! plaf!, y además, no limpiaba el piso.
Con G., ella se fue de acá, porque no nos respetábamos, las dos chocábamos
mucho, y ella también era muy ruidosa, también golpeaba los muebles, ponía la
televisión a todo lo que da; entonces yo le pagaba con la misma moneda,
cuando ella dormía la siesta, le ponía el televisor a todo lo que da y golpeaba
los muebles, para que ella vea lo que se siente…
J., era como si tuviera a B. y G. juntas, fue con la que peor me lleve y súmale a
eso, que tengo un carácter fuerte y complicado.
María, es mi compañera actual y es también, mi compañera de huidas, es una
persona que si yo no limpio, limpia ella. Y si ella limpia, yo lavo los platos, y si
yo limpio adentro, ella limpia afuera, nos integramos. Ella tiene en cuenta, que
esta embarazada de 4 meses y que en la casa hay un bebé de ocho meses.
Mi vida cambió por mi hijo, ese fue mi “click”… por esa personita que vive y
respira por mí. Porque yo le doy de comer, yo lo baño, yo lo cuido y yo estoy a
la expectativa de él. Hacía falta que él apareciera en mi vida, porque nadie
apostaba por mi.
Cambió mucho en mi vida desde que llegue acá… mi manera de expresarme,
mi manera de actuar, mi manera de pensar las cosas. Me siento más calmada,
es como que no me “llama” tanto el tema del consumo, salvo cuando tengo mis
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arranques de locura y empiezo a los gritoos!!... pero se que no es tanto por el
consumo, sino que viene más por el lado o el tema de la angustia. Por sentir
las cosas “careta”, porque es la primera vez que estoy lúcida, son los primeros
ocho meses de mi vida lúcida, y después de 10 años de consumo…!!
Es empezar a sentir el amor, la angustia, las tristezas, la esperanza; de querer
planear cosas y que se me derrumban… me ahogo en un vaso de agua.
A cargo de la granja
Me ofrece Silvina [psiquiatra] un viernes, hacerme cargo un fin de semana de la
granja, por ser la chica con más meses “careta”, y porque las referentes no
iban a estar disponibles.
Entonces, a lo primero di el OK y no lo pensé mucho… y después me di
cuenta, de las responsabilidades que tenían S. y M.
Le dije a S. que se fuera tranquila, ella me deja doscientos pesos para los
gastos, me deja el handy y traté de no molestarla mucho por teléfono. Paro a la
noche, una de las chicas se va con el novio sin avisarme; Gachy se fue y no
me había dicho nada… y yo le digo a su compañera de casa:
-cómo no me van a avisar!!, encima dejó a su bebé y sabiendo que yo estaba a
cargo?...
Bueno, la llamo a la psiquiatra para avisarle de la situación, y me tranquilizo. A
las dos horas llega G. y me golpea la ventana, pidiéndome disculpas!!...
Es mucha la responsabilidad de ser referente… hay que estar pendiente de
todo!! Yo hablaba todo el tiempo con Silvina, y creo que la volví loca, por la
cantidad de veces que le enviaba mensajitos.
Al hacerte cargo de otras chicas, vos estas pensando constantemente en que
no se escapen para irse a consumir. Si una chica se iba de la granja, yo no
estaba tranquila hasta saber que llegara, y recibir un mensaje diciendo que
llego!! Eso me pasó con M. y con N., están las dos embarazadas y la tentación
la tienen. A N. el tema de ir a Retiro le tira, porque es el lugar, ahí
consumíamos.
Pareja
M. ama a mi hijo!! Es más, nos peleamos y le dije que acá se termina todo y el
me dijo: bueno, pero lo único que te pido es que no me quites al nene!! ...
Cuando llego a Retiro, él me pregunta que es lo que quiere que le cocine al
nene. Cuando él viene a visitarme a la granja, él pasa más tiempo con mi hijo
que conmigo…
Él quiere empezar a vender productos de limpieza en la calle, y le dije que no.
Estaría todo el día deambulando, y es mucho más arriesgado, porque hay
mucha tentación de consumo. Él estuvo cuatro meses en granja [San Miguel], y
hace dos meses que esta afuera, y en realidad, no se si consume de vez en
cuando. Él es cocainómano.
Yo quiero que venga a vivir para acá, pero yo que se… lo veo cada quince
días, y que venga un sábado y se vaya un domingo, no me alcanza. Y a parte,
yo se que si le dicen de venir acá, él lo único que va a decir, es:
-cuando me voy [para ahí]?. Él podría trabajar en la huerta, pero le juega en
contra que es provincia, y que no es tanta ciudad…
Y después pienso… tenerlo todos los días acá?
165
Por otro lado pienso, él tiene compañeros en Retiro que la juegan de
rescatados, y nada que ver. Consumen alcohol todos los días y la re-dibujan; y
él, está tratando de hacer las cosas bien, y entonces le cuesta…
Es cuestión de querer [dejar de consumir], también; porque si yo no quiero, no
lo hago…
Yo sueño… y deseo mi vida con ansias con él. Lo amo mucho, lo celo mucho.
Soy una persona muy obsesiva, y si él es mío, no es de nadie y tengo que
cambiar esa actitud, pero me cuesta. Estoy trabajando con mi personalidad,
con mi impulsividad… él me dijo, que esta semana lo traté mejor!!, y lo traté
mejor, porque estoy escuchando un CD cristiano, que me está ayudando en mi
comportamiento, con mis actitudes y me siento en armonía con Dios.
El amor sin consumo
En consumo el amor eran caprichos, calentura, y ahora no!!
Ahora es real, porque no hay un consumo de por medio, y no hay nada en el
medio. Hay compañerismo… si no tengo plata, él me trae frutas, compra
comida, y hacemos cosas juntos para pasarla bien.
Nos cuidamos… lo que yo tengo, es suyo y mío; y lo que él tiene, es mío y de
él. Yo esta semana no trabajé, y tengo solo $ 100.- en el bolsillo; entonces, le
dije a mi mamá que no iba a ir porque estaba sin plata, y él me dijo que tenía $
200.-, entre los dos sumamos $ 300.- y con eso, pudimos armar algo para el
cumpleaños de mi mamá; llegamos a la casa de ella con una torta, y no fuimos
con las manos vacías.
Yo tenía miedo de que mi mamá, lo conozca a mi novio. Porque ella me dio
varios motivos, y no quería saber nada con él. Ella me dijo, que tenía miedo de
que me llene de hijos, y que no quería que haga, lo mismo que hizo ella. Mi
mamá tiene 5 hijos y todos de distintos padres, y tuvo muy malas experiencias
con los hombres, por eso no quiere que yo repita su historia. La entiendo a ella,
pero le dije: yo tengo 27 años, un solo hijo y a parte tengo el chip implantado
[anticonceptivo] por tres años…
Hasta los 30 no pienso tener más hijos, salvo, que mi novio y yo queramos
tener otro hijo antes. Con él, queremos darles una buena educación, la mejor
que podamos para S. y L., que es la hija de él. Nosotros, hasta que no
tengamos plata, hasta que no tengamos nuestra casa, “porque casado quiere,
casa quiere”!!... nos amamos, pero no podemos tener hijos hasta no tener
nuestra casa, y pensamos los dos lo mismo.
Futuro juntos
No queremos depender del Hogar [de Cristo], él tiene su título de cocinero y en
eso Matías es re-estricto. Lo que tenemos pensado es algo formal…
Los dos queremos trabajar, ser independientes para cuando S. camine, y me
diga papá, mamá me pegó, ya queremos tener nuestra casa. Queremos tener
todo propio.
Él quiere nuestra casita en provincia, porque es más lindo cuando los chicos se
crían en el campo, los nenes son más sanos… y él también me dice: si vivimos
en capital, voy a estar preocupado cuando salgo a trabajar, de que me entren a
robar, y de que no me entren adentro. Él piensa mucho en Samuel, en el nene;
su preocupación es mi hijo. Él está allá, pero está acá… y yo me siento más
segura con él.
Él está encargado de la cocina en Retiro [centro barrial], igual hay como ocho
ayudantes más; además es ayudante de trámites.
166
Abstinencia
[julio 2015]
Me fui de acá con cien pesos y pensé en consumir. Yo sabía que quería
consumir, ayer pensé todo el día en consumir, hoy pensé todo el día en
consumir. Pensé, tengo cien pesos, los bolsones de pañales, el bolso de cuero
para vender… y me decía: me fumo la vida!!!
… cuando llegué, me dejaron dormir en la cocina… Mi novio me dijo, te dejo las
llaves de la cocina y pensé: si este me deja las llaves, yo salgo del hogar
cuando quiero y me drogo cuando quiero, y nadie se enteraría de nada!!
Entonces, le di el celular y el dinero que tenía, y le dije que me encerrara en la
cocina… él se me quedó mirando, y me encerró!! Me quedé encerrada toda la
noche, sino me escapaba…
El trabaja en la cocina y está encargado de llevar a los chicos a la Granja San
Miguel. Ayer se fue a la SEDRONAR con otro operador.
No me fui a consumir porque tenía a mi nene. Esto lo hable con mi psicóloga.
S. me saca mi libertad, me saca todo… ya no puedo hacer lo que quiero, tengo
que estar acá obligada por él... estoy podrida!!!
Quiero hablar con mi mamá, le voy a firmar el papel y quiero que lo tenga ella…
me lo quiero sacar de encima…
Y se lo voy a dar a mi mamá. Voy a hablar con ella hoy.
Ya no tengo más ganas de tenerlo, tengo ganas de hacer mi vida…
Me quiero ir y no puedo por este “guacho”… él me hace lo que se le canta…
Yo ya cumplí mi papel, que lo cuide la abuela. Lo cuidé hasta los siete meses, y
que me deje de joder.
Ya lo hable con mi novio, y me dijo que estaba loca… y me dijo que si doy al
nene, que me olvide de él… le dije que le iba dejar el nene a mi mamá y me iba
a ir a consumir…
Creo que si se lo digo a mi mamá, ella me mata… quiero hacer comunidad.
Yo no le quiero cagar la vida a mi hijo… quiero ir a una comunidad porque ahí
hay más respeto, hay más orden. Porque si yo acá me mando una, están todos
encima dándome leña, leña, leña… a mi no me sirve esto, y más adelante me
va a perjudicar… y como yo quiero una buena vida, le voy a dejar el nene a mi
mamá, le voy a firmar los papeles y hasta que yo no termine mi tratamiento en
una comunidad, quiero que se lo quede mi mamá. Le voy a dar una tenencia
provisoria… provisoria, y eso.
Yo conozco a mi mamá, y no me va a decir que no…
Perdí el celular por su culpa [hijo]…
Voy a buscar el handy para llamar a mi novio, y que llame a mi celular… lo
perdí al bajar del colectivo y me voy a comprar otro.
167
Charla en grupo sobre abstinencia
C.:
-Tengo ganas de drogarme… las jodo, las molesto, y no me doy cuenta
de que yo tapando mis cosas malas, ahora y recién ahora acepté que
yo estaba mal y no supe decirles: chicas estoy mal!!
Estaba sobrecargada con las nenas, me tenía que levantar temprano
para ir al dentista, quería ir a mi psicóloga… y no llegué!!... no llegué!!
Tenia ganas de que Cristina se suba al tren con mi nene, que ella se
descuide y bajarme en Palermo para irme a drogar… estoy con esos
pensamientos de mierda, pero no me voy… hasta el momento todavía
no agarré una pipa porque no quiero, porque tengo abstinencia pero
no quiero porque tengo un hijo!!
M.:
- Tuve un fin de semana muy loco...
Me encerré porque tenía unas
ganas de consumir tremendas. Soñaba que estaba fumando y no me
pegaba, fue terrible!! Me acordé cuando le dejé el nene a mi mamá, y
le dije que me iba a cenar, que volvía a las tres de la mañana y volví
cuatro años después!!…
Volví me reconcilié con ella, y me dijo que me había visto en la tele
fumando paco, y nada… Pensé, como debe haber estado mi mamá
esa noche, con mi hija, esperando que yo llegara, y fue algo que
nada… te mata!!
El fin de semana… eran las cinco, seis de la mañana, saqué el pollo
del congelador, comía hielo, me fumaba un cigarro, tomaba agua y
parecía que en el cuerpo tenía un demonio adentro!! Me sentía
descompuesta, como que me bajaba la presión, y pensaba que si no
consumía me iba a morir… y ya pasó, acá estoy!!
C.:
- Ayer a la noche mi novio me preguntaba, que te pasa? …
porque no puede ser que por un perro te quieras ir. Me dijo que era
una boludez y empezó a escarbar el tema… le dije que tenía ganas de
darle el nene a mi mamá e irme a drogar, porque tengo una ganas
impresionantes de irme a consumir… me temblaba el cuerpo, las
manos, y me dormí a las cuatro de la mañana. A las siete ya estaba
arriba, porque en la cocina se hace el desayuno para todos…
Me está costando un montón y me di cuenta de que me subestimé
mucho queriéndome hacer la recuperada, y no es así… me di cuenta
que tengo que dejar mi laburo, lamentablemente y enfocarme en mi
tratamiento.
La verdad, es que necesito que me tengan paciencia… soy muy
impulsiva, y tengo esos impulsos… lamentablemente me guardo tantas
cosas, y por una cosa chiquitita exploto y esa no es la manera. Tengo
que sentarme y tener una larga charla, porque siempre me cuidaron, y
tengo que agachar la cabeza y decir: perdoname!!...
Yo se que enojada, en un momento la agredí a G…
G.:
- No me agrediste… me dijiste un par de cosas y te entendí, porque
estabas enojada!! Igual, todo bien. Me levanté para pedirte disculpas,
fue una joda tonta… te tiramos la correa por la ventana y te pedimos
recompensa por el perro… También habíamos pensado en esconderte
al bebé…
C.:
- Y ahí me las comía crudas…
168
M.:
G.:
M.:
G.:
C.:
La verdad, es que tengo que aprender a ser más compañera en el
sentido… de ser más compañera, de acercarme y decir: tengo una
abstinencia de la c.. de la lora!!, me pueden ayudar???...
Me siento avergonzada de mi misma, de estar siete meses sin
consumo y tener abstinencia, y de no darme cuenta de que eso es
normal!! ... me siento decepcionada de mi misma, y yo quiero
demostrarles a ustedes que se puede, y quiero que salgan adelante
porque las creo valientes… no es todo color de rosas…
- No es todo color de rosas… estuve todo este fin de semana, y se me
salía el alma del cuerpo, y me di cuenta de lo que dice el “Piti” en la
canción: “…estamos enfermos, perdonennos, perdonennos” [Pity
Alvaréz- Intoxicasos, letra: Fuego]. Yo puedo estar careta, pero estoy
re-consciente de que estoy enferma, de que puedo volver a consumir,
volví muchas veces y eso me da terror!! Me da terror, porque la última
vez casi no vuelvo… y si no me agarraba la yuta, no me salvaba…
entonces, no puedo seguir jugando, porque si me voy de acá no se si
vuelvo. Porque puede ser que me cuelgue, porque puede ser que me
agarre alguien que me tiene bronca, y me puede pasar cualquier
cosa… yo conozco mucha gente que está muerta, sepultada y
enterrada, y no siempre se puede volver…
- Yo estoy re-podrida, me siento vacía…
Y a veces pienso que no puedo, y pienso en C., y como salió adelante
con todo lo que pasó… Este fin de semana, hablando con mi novio, le
dije: a ver si te conseguís alguien que te cuide la nena, porque yo la
voy a dejar y me las tomo!!... y era la abstinencia.
- Yo estaba en la habitación encerrada y la escuchaba a ella [G.], estaba
aterrorizada por lo que ella decía… que quería dejar a la nena, que
quería consumir y lo decía a los gritos…
- El sábado fui a visitar a mi psicóloga y le decía: No puedo…
siento un vacío, y siento un vacío y ahora lo comparto con todas!!! Me
siento vacía, me siento sola y la calle me llama!! Pienso mucho en
giladas, pienso mucho en drogas, me cuesta dormirme a la noche… y
tengo pensamientos malos. La psicóloga me dijo: si pudiste cuatro
meses, podes más!! Y me digo a mi misma: yo puedo más!!...
Ella también me dijo, que si tenía abstinencia coma dulce de membrillo
y me bañe, yo hice eso y después recé… eso me resultó.
- El baño te relaja, el membrillo te baja la ansiedad y el rezar, es pedirle
a Dios que te dé fuerzas… acá todos creemos en Dios!!
169
CONCLUSIONES
 UN MODELO DE ABORDAJE TERRITORIAL PARA LA INCLUSIÓN
SOCIAL.
 LA RED
El Centro Barrial como mediador, facilitador y ordenador del acceso de
las poblaciones vulnerables a los servicios existentes
Dispositivos Inespecíficos
 LA FAMILIA
El Centro Barrial como posibilidad de restitución de “madre
suficientemente buena”
 ¿ATENCIÓN PRIMARIA O PRIMITIVA?
Igualdad no significa equidad
 ¿LAS MUJERES Y LOS NIÑOS PRIMERO?
 MODELOS EPISTÉMICOS EXISTENTES
Herramientas y estrategias
 HACIA UN MODELO POSIBLE CENTRADO EN LA PERSONA
170
UN MODELO DE ABORDAJE TERRITORIAL PARA LA INCLUSIÓN SOCIAL
El Hogar de Cristo es un programa integral de abordaje territorial en barrios
vulnerables, iniciado en el año 2008 por la Vicaria de los curas villeros de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (creada por el hoy papa Francisco), que
actualmente se está extendiendo al conurbano bonaerense (La Cárcova, Villa
Palito, Puerta de Hierro) y otras regiones del país (Gualeguaychú, Salta, Bahia
Blanca, etc. ), intentando vivir una forma diferente de ser Iglesia, que a su vez
tiene dentro de sus objetivos promover la salud, prevenir la violencia y el uso
problemático de sustancias psicoactivas, facilitando el acceso y sostenimiento
de tratamientos adecuados, y la reinserción social de jóvenes vulnerables y
vulnerados, entre otras metas.
Desde el punto de vista del abordaje de poblaciones vulneradas y vulnerables
se encuadra dentro de dos concepciones básicas:
1] la estrategia de Tratamiento Comunitario desarrollada por el Lic. Efrem
Milanesse y,
2] una mirada desde la llamada filosofía de la liberación (FL). Mirada
integral de la persona como sujeto de derecho y protagonista de su propia
vida, cuyo bienestar debe ser centro de todas las acciones humanas por
sobre el capital, las sustancias y objetos de consumo; siempre priorizando
el bienestar de los más desprotegidos y sufrientes. La FL realiza una
relectura de todas las concepciones filosóficas a lo largo de la historia
desde la mirada del excluido.
Sobre la F.L. esbozaremos algunos conceptos fundamentales desde los
escritos de uno de sus creadores y principales exponentes J. C. Scannone19 en
el último punto de estas páginas pero aquí quisiera decir algunas palabras
sobre la estrategia de tratamiento comunitario propuesta por Milanesse y su
importancia en el abordaje territorial de poblaciones en situación de sufrimiento
social y exclusión grave.
El Tratamiento Comunitario surge al constatar que ninguna institución estatal,
ni tampoco ninguna ONG por sí sola, puede dar respuesta a los problemas que
se encuentran en una comunidad que ha sido socioculturalmente vulnerada. El
Tratamiento Comunitario, parte del principio de que solo con la participación de
la comunidad misma, y con sus recursos es posible mejorar algunas de sus
condiciones de vida, y dar respuesta de manera positiva a algunas de sus
necesidades. El tratamiento comunitario es comunitario, porque se apoya en
los recursos que la comunidad tiene.
Tratamiento Comunitario es un conjunto de acciones, instrumentos,
prácticas y conceptos organizados, en un proceso que tiene como fin el
mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que abusan de
drogas en una situación de exclusión social grave, y el mejoramiento de
las condiciones de vida en las comunidades locales en las cuales ellos
viven y los operadores trabajan.
SCANNONE Juan Carlos. “La filosofía de la liberación: historia, actualidad y proyecciones de
futuro”, en: Antonio Tudela Sancho-Jorge M. Benítez Martínez (comps.), Pensar en
Latinoamérica. Primer Congreso Latinoamericano de Filosofía Política y Crítica de la Cultura.
Asunción 2006, Asunción, Jakembó editores, 2006
19
171
En función de estos conceptos, creo que hay que considerar los lineamientos
del Tratamiento Comunitario como una estrategia privilegiada de abordaje
territorial de poblaciones en situación de sufrimiento social y exclusión grave,
que tiende a mejorar el acceso de las poblaciones vulnerables/vulneradas, a
los recursos locales gubernamentales y no gubernamentales existentes, a
propiciar la creación de los recursos necesarios no existentes, a favorecer el
sostenimiento de acciones tendientes al bienestar de la población, a generar
una red interconectada de recursos útiles, y todo esto con la participación
activa de la población organizada junto con los organismos del estado,
partiendo de la premisa comprobada que ninguna ONG u organización estatal
por si sola puede lograrlo.
Desde el punto de vista de las intervenciones en salud, la considero
complementaria de la estrategia de Atención Primaria de la Salud [APS], pero
no solo mediatiza y facilita el acceso a los servicios de salud, sino que también
a los de educación, trabajo, vivienda, gestión ciudadana, seguridad, entre otros.
Si bien, la teoría del Tratamiento Comunitario está elaborada en función de
experiencias de otros países, considero que debería ser detenidamente
evaluada, modificada de acuerdo a nuestra realidad, y adoptada como política
de estado en el abordaje de poblaciones en situación de riesgo social grave,
como son las villas, asentamientos urbanos, casas tomadas, etc., sobre todo
puede ser sumamente útil, para facilitar la compleja tarea de urbanización de
las villas que aún está pendiente.
172
La RED
 El Centro Barrial como mediador, facilitador y ordenador del acceso
de las poblaciones vulnerables a los servicios existentes
 Dispositivos Inespecíficos
Empecemos con una pregunta:
¿Por qué es tan importante mejorar y facilitar la accesibilidad de los sectores
populares a los servicios de salud y otros recursos estatales y no
gubernamentales?
El acceso de las poblaciones en situación de riesgo y vulnerabilidad social, a
los servicios del estado se ve bastante dificultado no solo por cuestiones
geográficas y físicas, sino sobre todo por cuestiones socioculturales y se ha ido
empeorando, tras los períodos de neoliberalismo económico y cultural que ha
vivido nuestro país.
En este sentido y con un buen resultado, el Ministerio de Justicia de la Nación,
ha creado en los barrios y villas los Servicios de Acceso a la Justicia, que son
de gran ayuda, pero no alcanzan a resolver la complejidad y totalidad del
problema en todas las áreas. De la misma manera, desde Salud, la división de
las áreas de influencia de los Hospitales porteños en áreas programáticas, y la
creación de centros de salud más cercanos a los barrios, tampoco resuelve el
tema.
En este modelo de abordaje territorial de sectores populares, que es el Hogar
de Cristo, se propone un dispositivo llamado Centro Barrial, que resulta muy
útil en la práctica para facilitar el acceso a los servicios del estado.
El modo de funcionamiento del centro barrial como mediador y armador, de una
red de servicios interconectada es sumamente claro en los dos esquemas que
nos plantea el padre Charly Olivero:
173
Ahora veamos la misma red sin el Centro Barrial
El gráfico es claro, dado que cada institución que aparece, es necesaria para
resolver los problemas de algún chico o chica, y no se le puede pedir una
mirada integral porque su respuesta es específica. El Centro Barrial, en cambio
debe enfocarse en la persona, tener la mirada global, recibir toda la
información, gestionar los recursos y tejer la red asistencial.
El Padre Charly Olivero, propone entonces, al Centro Barrial como centro
inespecífico, dado que aborda a la persona en su integridad, relacionado con
los distintos sectores del estado (salud, educación, vivienda, trabajo, gestión
ciudadana, etc.), constituyéndose en una verdadera puerta de entrada a las
instituciones del estado, (y en el caso de salud verdaderos centros de APS),
facilitando la accesibilidad a las mismas como mecanismo, entre otros, de
inclusión social.
Dentro de la red de dispositivos del Hogar de Cristo, hay dispositivos propios y
de otros organismos estatales y no gubernamentales.
Dispositivos propios
1. Centros Barriales
2. Granjas San Miguel, Madre Teresa, La Providencia
3. Casas amigables
4. Cooperativa Acompañantes de Usuarios de Paco (AUPA)
5. Dispositivos de bajo umbral como niños de Belén o Carpa Negro
Manuel
6. Hogar Santa María
Dispositivos de otras organizaciones gubernamentales y
no gubernamentales
1. Hospital Nacional en red de Salud Mental y Adicciones.
2. Hospitales Penna, Piñero, Fernández, Rivadavia, y Vicente López
[de Gral Rodríguez].
3. Hospital Muñiz, Maternidad Sarda.
4. Centros de salud de las zonas.
5. R.E.N.A.P.E.R.
174
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
Centros de Gestión y Participación [CGP] correspondientes.
Desarrollo Social
Consejo de Derechos de niños, niñas y adolescentes.
SEDRONAR
Dirección de adicciones de la CABA
Paradores.
Comunidades Terapéuticas varias.
Cárceles.
Institutos de menores.
Oficinas de acceso a la Justicia.
Juzgados.
Familias.
Organizaciones no gubernamentales de los distintos barrios.
Todos estos dispositivos e instituciones, funcionan como se explicó
anteriormente en red, con la mediación y articulación desde los Centros
Barriales como centros inespecíficos, desde donde se parte y hacia donde se
llega, en cada caso particular.
A modo de ejemplo, simplemente me interesa recalcar la articulación con el ExCENARESO que a su vez, es un Hospital Nacional especializado, que trabaja
en red articulando los diferentes niveles de atención propios y ajenos,
priorizando la estrategia de la APS.
De esta manera, se intenta resolver el problema de la atención primitiva (Mario
Testa), a través de una red de servicios asistenciales intersectorial,
conectándose siempre a partir del Centro Barrial como centro integral e
inespecífico.
175
LA FAMILIA
 El Centro Barrial como posibilidad de restitución de “madre
suficientemente buena”
Siguiendo al médico pediatra y psicoanalista Inglés, Donald Winnicott en su
libro “Deprivación y delincuencia”, donde propone que, entre otras, la base del
comportamiento antisocial (actualmente adicciones, delincuencia, violencia),
estaría en la deprivación de la función materna, el Centro Barrial se propone
para los jóvenes que han sido “deprivados”, de alguna manera, y en lo real
como restitución de madre-familia “suficientemente buena”.
El centro barrial es el dispositivo “madre” del programa Hogar de Cristo.
Se trata de un lugar físico situado en el corazón del barrio, en este caso de las
villas donde los jóvenes concurren a pasar el día.
El centro barrial no es un centro más de salud, ni un centro de día, es el lugar
donde se vive la vida. Los jóvenes usuarios de drogas llegan al centro barrial, y
comienzan a vivir algunas horas en comunidad; con sus compañeros
comparten comidas, charlas, espacios grupales, talleres, espacios terapéuticos
grupales o individuales, actividades deportivas, recreativas, educativas.
Los Centros Barriales, están a cargo de personas del barrio con el
acompañamiento de equipos profesionales y técnicos de excelencia. No es un
centro de día, no es un centro de salud, no es una escuela de oficio, no es un
club de barrio, no es un centro cultural, es un poco de todas estas instituciones
a la vez en el corazón mismo de la villa, a unas cuadras de las casas de los
chicos o de las ranchadas de consumo, donde se comienza a vivir la vida
estableciendo prioridades, construyendo valores, estableciendo vínculos, y
sobre todo aprendiendo a convivir con sus elecciones, y hacer ellas cada vez
más saludables.
Los Centros Barriales, son las puertas de acceso cercanas y amigables para
orientación, contención y atención, de personas que se encuentran en situación
de sufrimiento por el consumo problemático de drogas, y a su vez,
propiciadores de la formación de nuevos vínculos, que restituyan en las
personas vulneradas el lazo social perdido.
Estos espacios cobijan a las personas del barrio, a las que les resulta difícil,
cuando no imposible, acceder a los efectores que prevean los sistemas de
salud y acción social gubernamentales, debido a la situación de extrema
pobreza.
Los Centros Barriales, brindan apoyo en el sostenimiento de un tratamiento
personalizado a lo largo del tiempo, desde donde se parte y a donde se vuelve,
después de las diferentes propuestas terapéuticas. Desde ellos, se articula con
todos los programas y efectores de los organismos del Estado y de la Sociedad
Civil.
Los Centros Barriales, involucran a toda la Comunidad local entendiendo que el
consumo de Paco en nuestros barrios, no es solamente “un problema de
drogas” y requiere de una atención integral para superar la exclusión y la
vulnerabilidad social. En ellos se promueven y fortalecen las redes barriales.
También, son espacios de reflexión y discernimiento sobre el desafío que el
Paco nos presenta para poder dar una respuesta adecuada a los jóvenes en
riesgo, y a la comunidad local. Desde estos Centros se promueven
investigaciones para poder proponer acciones concretas e incidir, en la
formulación de políticas públicas.
176
Finalmente, creemos que el Centro Barrial es el espacio propicio para
profundizar la relación de trabajo con el Estado fomentando la creación de
instancias de co-gestión, sobre la base de la metodología desarrollada por
el programa.
177
¿ATENCIÓN PRIMARIA O PRIMITIVA?:
 Igualdad no significa equidad.
Es bastante habitual que las organizaciones que trabajan con sectores
populares se nutran del voluntariado. En general, se trata de personas con muy
buena predisposición, pero en muchos casos con poca formación en el caso de
los profesionales, y experiencia en el caso de los no profesionales, en el trabajo
territorial con poblaciones en situación de vulnerabilidad social.
Esta situación, conlleva un gran riesgo: la abundancia de “programas pobres
para pobres”. Pobres, por la escasez de recursos que se destinan en unos
casos, por la mala distribución de los mismos, por no contar con suficiente
personal capacitado, en otros, y por la deficiente especificidad y capacitación
de los profesionales y no profesionales que trabajan en los programas. Esto es
un gran riesgo en el que puede y no debe caer el Hogar de Cristo.
Reflexionemos sobre la diferencia entre igualdad y equidad.
El término equidad (del latín aequitas, de aequus, "igual"; del griego "επιεικεία",
virtud de la justicia del caso en concreto) puede definirse, según el Diccionario
de la lengua española en sus dos primeras acepciones, como:
 Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que necesita. (agregaría lo
que necesita para vivir dignamente con sus necesidades básicas
satisfechas)
 Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto.
Entonces la equidad no es lo mismo que igualdad, (no es dar a todos lo mismo
es más bien, a cada uno lo que necesita), sino que tiene que ver más con la
justicia. El dibujo que coloco a continuación me parece muy claro para
entenderlo.
178
Según Hugo Spinelli, en su texto del año 2002 “Equidad en salud: teoría y
praxis”… la equidad, se plantea como el concepto más importante para orientar
las políticas de salud20. El mismo texto, señala que la equidad en el campo de
la salud no puede desligarse de la equidad en general, y de la justicia social.
Entonces podemos decir, que el concepto de equidad está ligado a la justicia
social.
Margaret Whitehead, en un reporte de la Organización Mundial de la Salud
[OMS] del año 1991, define: “La equidad en la salud supone que, idealmente,
todos deben tener una oportunidad justa para lograr su potencial en salud y, de
un modo más pragmático, que nadie debe estar desfavorecido para lograrlo en
la medida que eso puede evitarse”. La misma autora operacionaliza el
concepto en tres componentes:
1. Igual acceso a la atención disponible para igual necesidad.
2. Igual utilización para igual necesidad.
3. Igual calidad de atención para todos.
No implica una alternativa a la justicia sino su profundización.
Amartya Sen, destaca la necesidad de no excluir ninguna de las dimensiones
de la equidad, a saber:
1. El estado de salud de la población.
2. La asistencia sanitaria.
3. La asignación global de recursos para la salud.
Ya Mario Testa, en su texto “Atención primaria o primitiva” advertía: “lo más
importante a dilucidar con respecto a la APS, es si se trata de una atención
primaria o primitiva es decir si sus establecimientos (en nuestro caso
dispositivos) forman parte de una red asistencial”. También, señala la
importancia de la asignación de recursos cuando dice, respecto a los tres subsectores de salud: público, privado y de obras sociales lo siguiente:
“lo grave es que los servicios de cobertura pública, destinado a la
población de menos recursos, son los únicos que no reciben fondos de
otros sub-sectores, siendo por el contrario, los fondos públicos una de
las fuentes importantes para los servicios privados o de la seguridad
social.”
Si bien, el Hogar de Cristo con sus dispositivos inespecíficos los Centros
Barriales, no constituyen parte del sistema de salud por su propia
inespecificidad y por abarcar la totalidad de los aspectos de la persona, sus
dispositivos constituyen muchas veces una puerta de entrada (verdaderos
centros de APS) al sistema de salud, entre otros e intentan formar parte de una
red asistencial organizada entre los dispositivos propios y las instituciones del
estado, como sucede concretamente en el caso de la vinculación con el
Hospital Nacional en Red de Salud Mental y Adicciones [ex-CENARESO].
Según los conceptos expresados los programas a desarrollarse en poblaciones
en situación de vulnerabilidad social, deberían recibir más y mejores recursos
económicos y humanos, que los mismos programas desarrollados en otras
poblaciones menos vulnerables y vulneradas. Así por ejemplo, las escuelas, los
SPINELLI H., URQUIA M., BARGALLÓ María L., ALAZRAQUI M. “Equidad en salud: teoría y
praxis” Serie de seminarios de salud y políticas públicas. Universidad Nacional de Lanas. 2002
20
179
centros de salud, las comisarías, los hospitales, etc. que asisten a estas
poblaciones deberían contar con mayores y mejores recursos, de acuerdo a las
necesidades de la población que asisten y sus carencias sufridas durante
décadas.
Los programas de abordaje comunitario y territorial, con estas poblaciones
como es el Hogar de Cristo deberían estar atentos a no cometer este error tan
común (el de la atención primitiva), dado que muchas veces por atender las
urgencias cotidianas que se presentan nos vemos obligados a caer en esta
confusión sosteniendo programas precarios. Se hace entonces necesario
construir un espacio de reflexión, formación, planificación y evaluación
permanente que nos ayude a evitarlo.
180
¿LAS MUJERES Y LOS NIÑOS PRIMERO?
En este apartado, simplemente quiero recalcar y enumerar las dificultades de
las mujeres con hijos en situación de vulnerabilidad social, y la ausencia de
respuesta del estado a problemas muy complejos, como la dificultad en el
acceso a tratamientos de mujeres con hijos que presentan uso problemático de
sustancias, y el acompañamiento de la crianza de sus hijos de jóvenes madres
en situación de vulnerabilidad social.
1. Existen solamente tres o cuatro dispositivos que alojen mujeres con sus
hijos para realizar un tratamiento del uso problemático de sustancias, de
los cuales tres pertenecen al Hogar de Cristo uno de los cuales con
gestión mixta con el ex-CENARESO, y otro que pertenece a la
SEDRONAR, en total no llegan a sumar treinta lugares disponibles lo
que no alcanza de ninguna manera a responder a la necesidad.
2. Cuando se presentan dificultades de crianza o situaciones de
negligencia en el cuidado de los niños, de madres en situación de
vulnerabilidad social la respuesta del estado suele tender a la
institucionalización de los niños, no habiendo otras opciones de
respuesta, ni de acompañamiento en la crianza de estas jóvenes
madres, a lo que se agrega una excesiva culpabilización y
responzabilización de las madres pobres.
3. Existe una necesidad, de potenciar los programas de procreación
responsable, sobre todo entre personas en situación de vulnerabilidad
social pero también, se deberían generar programas de opción por la
maternidad/paternidad y/o de maternidad/paternidad responsable.
4. Necesidad de facilitar las adopciones y la opción por la adopción,
permitiendo que las jóvenes madres que optan por dar a sus hijos en
adopción puedan acceder a espacios de trabajo emocional y
psicoterapéutico del tema, evitando la estigmatización de estas chicas
que muchas veces la sociedad y los sectores populares realizan.
5. Destaco la importancia de la obligatoriedad de la educación, a partir de
los 4 años y de ser posible de los 3, en especial en poblaciones en
situación de vulnerabilidad social, y señalo la necesidad de contar con
las instituciones educativas necesarias, de acuerdo a la cantidad de
población infantil existente en estas situaciones.
6. Las instituciones escolares que asisten a niños de poblaciones en
situación de vulnerabilidad social, deberían ser reformuladas y contar
con más recursos económicos y humanos, y de la mejor calidad en su
formación, entendiendo esto como una cuestión de equidad.
7. Existe la necesidad de generar centros de estimulación temprana y
acompañamiento de la crianza, para poblaciones en situación de
vulnerabilidad social con dispositivos ambulatorios, y de viviendas para
madres solas y carenciadas.
181
MODELOS EPISTÉMICOS EXISTENTES:
 Herramientas y estrategias.
En lo que respecta a las adicciones existen dos líneas teóricas clásicas, el
abstencionismo y la reducción de riesgos y daños que constituyen en si dos
modelos de pensamiento sobre el tema en los que se basan las acciones y
prácticas concretas: en definitiva son dos modelos epistémicos que en el mejor
de los casos van a guiar las prácticas y en otros, subyacer cuasi
inconscientemente bajo (sobre) ellas.
El Abstencionismo es la línea propia de Alcohólicos Anónimos, de Narcóticos
Anónimos y del programa Minnesota [E.E.U.U.] y de muchos grupos de autoayuda y comunidades terapéuticas. Esta línea de pensamiento, propone a la
adicción como una enfermedad de por vida, que no “se cura” y sostiene que las
personas están en recuperación debiendo tener un especial cuidado con las
“recaídas” (término paradigmático acuñado por este modelo que está
fuertemente arraigado en la sociedad). La persona que deja de consumir no
debe consumir ninguna otra sustancia; lo único que permiten es el consumo de
cigarrillos de tabaco.
En este modelo la metodología es la abstinencia que debe ser total y de por
vida, se trabaja por ejemplo el “solo por hoy”: hay herramientas, técnicas e
instrumentos de esta línea que conocen y utilizan muchos jóvenes del Hogar de
Cristo, y la realidad es que algunos, muchas veces toman estas herramientas
como bandera.
Este modelo es el más antiguo, recordemos simplemente que alcohólicos
anónimos surge en el año 1935, y lleva años arraigándose en nuestras
sociedades.
Muchas críticas se hacen a esta forma de pensar y abordar el problema del
consumo de sustancias pero una de las más importantes desde el punto de
vista epistémico tal vez sea que “endiosa” a la sustancia por sobre el sujeto:
hace eje en la sustancia-droga supeditando a ella al sujeto-persona en todas
sus dimensiones que se trasforma así en objeto.
Al apuntar como objetivo central a la abstinencia puede caer en la trampa de
cambiar una dependencia por otra (en el mejor de los casos más sana o que
implica menor daño y riesgo) por consiguiente puede dejar de lado la
capacidad y el derecho del sujeto de tomar sus propias decisiones y hacerse
cargo de las mismas (democracia psíquica), puede dejar de lado, entonces, al
sujeto en su dimensión de sujeto de deseo o del placer. 21
Es importante recalcar la alta influencia que este modelo tiene no solo en la
sociedad en general (especialmente en las personas que han pasado por estos
tratamientos con cierto éxito y que muchas veces se convierten en los más
fervientes promotores del modelo) sino también en la comunidad científica en
particular que por años ha adherido al mismo.
Hay que hacer una diferencia sobre el modelo de pensamiento o epistémico
que rige las prácticas y muchas de sus técnicas, metodologías, herramientas
que en definitiva constituyen la práctica misma. Estas últimas, las mismas que
Lic. George-Henri Melenotte: “Un uso del placer”. Revista Carta Psicoanalítica. Publicación
Nº 1. Junio de 2002
21
182
son abrazadas por muchos de nuestros jóvenes usuarios como estandartes de
la llamada “recuperación” son muchas veces útiles y pasibles de transformarse
en herramientas eficientes y eficaces sobre un contexto-modelo epistémico
ideológico basado en la persona y su bienestar, en el sujeto mismo del deseo y
del placer.
Este es uno de los más importantes desafíos a construir teniendo en cuenta la
coexistencia de modelos (abstencionista y de reducción de riesgos y daños) sin
caer en el error de:
a) la negación de alguno de ellos o
b) la contienda de uno versus el otro o
c) el fanatismo que se ciega a las falencias y las críticas; que no aportan
mucho en la ineludible y necesaria búsqueda de nuevos abordajes
alternativos al consumo problemático de sustancias.
Más adelante trataremos de esbozar algunos elementos para la
construcción de un modelo a partir de lo que existe y tomando como eje
central al sujeto del deseo y del placer es decir a la persona evitando
estigmatizaciones que la excluyan.
El otro modelo en vigencia, es el de Reducción de riesgos y daños, que aborda
al uso problemático de sustancias de una manera bien diferente.
El término “reducción de daños” es amplio y alude a políticas y programas
orientados a mitigar los daños de salud, sociales y económicos asociados al
consumo de sustancias. El concepto de reducción de daños se encuentra bien
enraizado en los fundamentos tanto de salud pública como de derechos
humanos, y adopta un enfoque pragmático y carente de juicios morales para
abordar los problemas asociados con el consumo de drogas. De manera
significativa, la reducción de daños involucra el reconocimiento de que la
reducción general de la escala de los mercados de drogas y del consumo de
estas sustancias no constituye el único ni el más importante objetivo de las
políticas de drogas. Por lo tanto, las personas y las comunidades deben recibir
la información y las herramientas necesarias para limitar los riesgos asociados
al consumo de drogas (esto claramente se considera un derecho de las
personas y un deber de los estados).
Varias intervenciones corresponden a la categoría de reducción de daños.
Éstas incluyen la difusión de información sobre cómo reducir los riesgos
asociados al uso de drogas (a menudo mediante actividades de comunicación
entre pares), la provisión de servicios que mejoren la seguridad de las
personas que consumen drogas (como los programas de intercambio de agujas
y jeringas, y espacios más seguros para inyectarse drogas), y todo un conjunto
de tratamientos de farmacodependencias (incluyendo tratamientos médicos de
sustitución para la dependencia de los opiáceos, intervenciones psicosociales o
grupos de ayuda mutua). Los enfoques de reducción de daños también
persiguen identificar y propugnar cambios en las leyes, normativas y políticas
que aumentan los daños, o que bloquean la introducción o la eficacia de
intervenciones para reducirlos y de servicios sanitarios destinados a personas
que consumen drogas.
Fue durante la década de 1980 que las comunidades y una serie de gobiernos
empezaron a adoptar enfoques de reducción de daños, para responder a la
creciente epidemia del VIH entre los grupos de usuarios de drogas.
183
Actualmente, la reducción de daños cuenta con el apoyo de 93 países y
territorios en todos los continentes.
Pese a este difundido reconocimiento del concepto de reducción de daños, el
término sigue generando controversia en ciertos foros internacionales. El
concepto cuenta con respaldo y apoyo por parte de una serie de agencias
internacionales que brindan asistencia técnica y financiera a gobiernos y a la
sociedad civil para impulsar iniciativas de reducción de daños en todo el
mundo. Entre estas entidades figuran ONUSIDA y el Consejo de Derechos
Humanos.
Para resumir algunos conceptos clave del modelo de reducción de riesgos y
daños:
 Acepta que el uso de drogas ha persistido a pesar de los esfuerzos por
evitarlo.
 No pretende la abstinencia en el consumo de drogas, sino que trata de
reducir las consecuencias que éste provoca.
 No procura reemplazar los servicios dirigidos a la abstinencia, sino que es
un complemento indispensable.
 Amplía la variedad de tácticas de las intervenciones.
 Adapta los servicios adecuados a las necesidades de los usuarios
(Extraído de la guía sobre políticas de drogas del Consorcio Internacional sobre
Políticas de Drogas, año 2010)
Los señalamientos al modelo de reducción de riesgo y daños se refieren
básicamente a dos puntos:
1. La creación del sujeto del riesgo y por ende de la enfermedad del riesgo.
Leemos en el texto “Un uso del placer” del Lic. George-Henri Melenotte:
“Por más que la justifiquen las epidemias causadas por los virus del SIDA y
los de la hepatitis B y C, la política de reducir riesgos ha desempeñado el rol de
recubrir el uso del placer implicado en la toxicomanía. Promueve la enfermedad
del riesgo. Eso no tiene nada que ver con el placer.”
“La apuesta no es solamente teórica. Es real. Porque al producir un sujeto
comunitario, lo inscribimos en un registro particular, léase peligroso: el de la
segregación. Al distinguir un sujeto de otro por su uso o por su riesgo,
favorecemos su discriminación. Mientras que al referir el sujeto al placer,
levantamos la segregación que lo estigmatiza en beneficio de lo universal, y
excluimos la exclusión cuyo principio habíamos intentado postular.”
2. La Lic. Edith Benedetti en su libro “Hacia un pensamiento clínico acerca
del consumo problemático” señala que el modelo de reducción de
riesgos y daños consiste mas en una estrategia preventivo-asistencial
que en una propuesta clínica.
184
HACIA UN MODELO POSIBLE CENTRADO EN LA PERSONA
Intentaremos enumerar algunos elementos, generar algunas preguntas y
describir algunas prácticas que puedan servir como punto de partida para el
armado de un modelo centrado en la persona - sujeto de deseo; integrando
herramientas, técnicas, conceptos e ideas de los modelos existentes haciendo
una relectura de los mismos en clave de época y situación generando nuevos
aportes.22
Para hacer estas reflexiones nos apoyamos en tres instrumentos de análisis;
por un lado el texto de la Lic. Benedetti “Aportes para una propuesta Actual”
del libro “Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático” , por
el otro y fundamentalmente en los aciertos y desaciertos de las prácticas
llevadas a cabo en los dispositivos del Hogar de Cristo desde su creación en
marzo de 2008 hasta la actualidad, y por último y no menos importante, en los
fundamentos de la Filosofía de la Liberación (conceptos que simplemente
esbozaremos por considerarlos principios rectores de nuestras reflexiones para
la práctica pero que, por su amplitud y complejidad no son el objeto de estos
escritos) :del libro de JC Scannone “La filosofía de la liberación: historia,
características, vigencia actual”.
Contexto filosófico: Filosofía de la Liberación.
1. Marco normativo-político-epistémico.
La Lic. Edith Benedetti sostiene que toda práctica es normativo-político
epistémica, coincidiendo con ella vamos a describir el modelo propuesto
empezando por plantear el marco normativo en el cual nos sustentamos
para luego abordar el político y recién el epistémico.
Quisiera aclarar que la propuesta que presentamos acá no es radicalmente
diferente a la que plantea Edith Benedetti en “Hacia un pensamiento clínico
acerca del consumo problemático” que a su vez se basa en su experiencia
como interventora en el Hospital Nacional en Red “Lic. Laura Bonaparte”,
especializado en salud mental y adicciones; es por eso que vamos a
reflexionar sobre sus ideas y conceptos con muchos de los cuales
coincidimos. Sin embargo partimos de un lugar diferente que creemos
agrega complejidad al tema en cuestión.
El H. de C. es un programa integral de abordaje de poblaciones en situación
de vulnerabilidad que tiende a eliminar la exclusión social de las mismas y
llevado a cabo por una organización de la sociedad (en nuestro caso la
iglesia) que promueve un trabajo en red con amplias conexiones con el
Estado sobre todo y con otras organizaciones de la sociedad civil. Por este
motivo la mirada no es solamente desde la salud o la salud mental sino
básicamente desde la persona y en particular desde la persona excluida
citando a Scannone (uno de los principales creadores y exponentes de la
Filosofia de la Liberacion):
Lic. Edith Benedetti.”Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático”.
Ediciones Lic. Laura Bonaparte. 2015.
22
185
“la puesta en práctica de la contribución filosófico-liberadora de la Filosofía
de la Liberación, a los desafíos arriba señalados: globalización
ideologizada; pensamiento único neoliberal, consecuencias del
neoliberalismo; exclusión social, desempleo estructural, “nueva cuestión
social”; “guerra preventiva”, debe hacerse en la perspectiva de los excluidos
tanto en sus aspectos críticos como positivos, y en un diálogo
recíprocamente crítico con las ciencias humanas según el método
analéctico.”
En este contexto filosófico: Filosofía de la Liberación (cuyos principales
exponentes son J.C. Scannone, E Dussel entre otros) se encuadran
nuestras prácticas.
1.1. Marco Político: concepto de estados. Estado actual en
contraposición al estado neoliberal. Concepto de Salud como
construcción social. El lugar del estado como facilitador de
organizaciones sociales.
Nuestro marco político lo constituye un modelo de estado totalmente
diferente del que propone el relato neoliberal. Se trata de un estado amplio
y sobre todo inclusivo priorizando a aquellos q han sido dejado de lado
durante tantos años y por lo tanto abandonados por los estados
neoliberales vividos en la Argentina. Leemos a J.C. Scannone en: “La
filosofía de la liberación: historia, características, vigencia actual”.
“Dussel señaló (…) dos importantes momentos de la “nueva cuestión
social”, después de la caída del muro de Berlín: primero, una globalización
promovida según el ya mencionado “pensamiento único” neoliberal. Y,
segundo, una de las consecuencias más funestas de éste para la persona
humana, a saber, la exclusión fuera del sistema económico global, de
millones de personas, de decenas de países y aun de continentes enteros
(como el África subsahariana), exclusión cuya máxima expresión entre
nosotros son el desempleo estructural y la precarización del trabajo. Pues,
cuando el mercado se propugna como autor regulado y regulador de toda
la vida social, se pervierte intrínsecamente en motor de concentración
injusta de riqueza, ahondando así cada vez más el abismo entre los más
pobres y los más ricos, entre naciones pobres y naciones ricas, y deja de
ser instrumento, para transformarse en centro y fin; se provoca así la
movilización de grandes masas de población que intentan emigrar hacia
los centros de poder; las finanzas desreguladas tienden a primar sobre la
producción, oponiéndose no pocas veces tanto a los intereses de los
trabajadores como a los de los empresarios productivos; la política se
pone al servicio de los poderes económicos y financieros; la cultura
promovida por éstos a través de los medios de comunicación de masa,
jaquea a las culturas de los pueblos, tratando de imponer una
uniformización de pautas y conductas; se amenaza al medio ambiente y a
las generaciones futuras, etc.”
186
Leemos a la Lic. Benedetti:
“Existe una serie de padecimientos que muestran, en el caso de la Argentina, la
persistencia de los efectos del relato neoliberal en la construcción de
subjetividad. Las expresiones de la desigualdad, del malestar en tanto
padecimiento, interpelan cotidianamente a las diferentes prácticas de
intervención en salud mental. Es por ello que la reconstrucción y recuperación
de la centralidad del Estado debe atravesar todos los órdenes políticos de la
sociedad para que éste pueda volver a ser el garante de la solidaridad y la
integración social.”
“Desde el posicionamiento aquí propuesto se piensa fundamentalmente en
sujetos de derecho, la salud como derecho inalienable, y el Estado como
garante de ese derecho.”
“La salud debe ser entendida como una construcción social y por lo tanto
atravesada por componentes históricos, socio-económicos, culturales,
psicológicos y biológicos, cuyo mejoramiento implica el compromiso de toda la
sociedad para su concreción como derecho.”
Ante la emergencia de la sociedad civil tras los efectos del neoliberalismo
surge un nuevo rol del Estado como facilitador de las organizaciones
sociales:
“…la emergencia de la sociedad civil como diferente del Estado y del
mercado, la cual, a pesar de eventuales ambigüedades, se constituye no
pocas veces como un nuevo agente del bien común tanto nacional como
internacional.” (J.C. Scannone)
“Ante el debilitamiento del Estado –por la crisis del Estado de bienestar–, y
la amenaza de la “tiranía del mercado”, se fue dando universalmente, pero
también en nuestra América, el nuevo fenómeno del despertar de la
sociedad civil. Ésta se autoorganiza en ONGs, voluntariados, tercer sector,
grupos organizados alternativos de reflexión, de participación y acción
ciudadanas y de presión, en movimientos sociales (los “sin tierra”, los
piqueteros, movimientos indígenas, etc.), creando –sobre todo de cara a la
exclusión– amplias redes de solidaridad tanto nacionales como
internacionales.
En general, se trata de nuevos agentes y sujetos históricos, llevando a cabo
“un nuevo modo de hacer política” no partidista. Es decir, se mueven en el
espacio público –no estatal– en búsqueda del bien común. Se preocupan
por intereses no sólo sectoriales sino universalizables (Adela Cortina): los
derechos humanos, el trabajo, la justicia, la lucha contra corrupción e
impunidad, los espacios verdes, etc. Buscan desde las bases alternativas
viables al neoliberalismo. Se mueven sobre todo en lo local, es decir, en el
barrio, el pueblo, la parroquia, el municipio, aunando generalmente un
“pensar en global” con un “actuar en local”, dando así lugar a la expresión
“glocalización”. Se trata de un fenómeno típico de reacción superadora de la
globalización neoliberal, que pone en juego la creatividad de los pobres y
excluidos, así como de la clase media empobrecida (los “nuevos pobres”).
187
Es una nueva modalidad de la astucia y sabiduría popular latinoamericana,
que toma cuerpo social en nuevas organizaciones libres del pueblo. Éstas
van así rehaciendo el tejido social e institucional fragmentado por el
individualismo competitivo.” (J.C. Scannone)
1.2. Marco Normativo .Ley de salud mental. Derechos humanos. Leyes
que tiendan a la inclusión de los sectores más desprotegidos y a la
satisfacción de las necesidades básicas en forma universal.
En este punto voy a enumerar simplemente algunas de las leyes y normas más
importantes que constituyen nuestro marco normativo:
Declaración universal de los derechos humanos ante todo, derechos del niño y
del adolescente, Ley de Salud mental y adicciones, Asignación universal por
hijo y para embarazada, Ampliación de pensiones graciables para diferentes
enfermedades crónicas, Ampliación de jubilaciones y pensiones, Leyes que
facilitan la tenencia legal de propiedades por sus habitantes como las que
promueven la tenencia de título de propiedad para los habitantes de las villas,
así como las que promueven su urbanización. Todas aquellas leyes y normas
que promuevan los derechos humanos especialmente el acceso a una vivienda
digna, a la educación, a la salud, al trabajo, a un medio ambiente saludable,
etc.
1.3. Marco Epistémico-clínico. Triada sujeto-sustancia-situación.
Modelos de crianza. Series complementarias.
Consumo responsable. Democracia psíquica.
Triada sujeto-sustancia-situación. Modelos de crianza.
Series complementarias.
Estos conceptos ya han sido descriptos en detalle en el cuerpo principal del
presente trabajo por eso remitimos al apartado donde se describe la Triada
Sujeto sustancia situación con cada uno de sus componentes; los modelos de
crianza y las series complementarias de Sigmund Freíd, conceptos
imprescindibles a nuestro entender para pensar y abordar el tratamiento de un
usuario problemático.
Consumo responsable. Democracia psíquica.
Quiero partir de un extracto seleccionado y resaltado por nosotros del texto
Aportes para una propuesta Actual del libro “Hacia un pensamiento clínico
acerca del consumo problemático” de Edith Benedetti:
Se hace ineludible, además, vislumbrar qué nos muestra la complejidad de las
presentaciones actuales. Éstas revelan la necesidad de cambiar el modelo de
las prestaciones uniformes por aquel de las intervenciones según las
necesidades, a partir del cual se entiende al otro como sujeto activo,
responsable de sus prácticas, y se interviene clínicamente con el objetivo de
que se pregunte, como mencionamos, qué le está pasando, qué le pasa con su
práctica de consumo. (…)
188
Proponemos hablar de consumo responsable y regulación del consumo, ideas
que se basan en la concepción de integralidad del sujeto y la problemática.
En línea con la estrategia de reducción de riesgos y daños, podríamos aludir
también a las estrategias de umbral mínimo de exigencia o umbral mínimo de
requerimientos. (…) En suma: dejar de consumir no consiste en el objetivo
general del tratamiento; en cambio, lo que está en el horizonte de nuestra
propuesta es dejar de consumir de modo problemático. (…)
Estos planteos con los que coincidimos son similares a los que plantea el
psiquiatra y psicoanalista Claude Olievenstein cuando refiere que el objetivo del
tratamiento no es la abstinencia sino la democracia psíquica que consiste en la
capacidad de tomar decisiones libres y hacerse responsable de las mismas.
El mismo autor nos advierte sobre un riesgo que hemos visto acontecer con
muchos pacientes del Hogar de Cristo, que consiste en reemplazar la
dependencia por la sustancia por una dependencia hacia una institución o una
figura carismática. Quiero citar una propuesta de este mismo autor como una
forma posible de no caer en el error descripto:
“El terapeuta tiene que realizar con su paciente el equivalente de la relación
pasión y droga. Debe estar lo más cerca posible de una relación fusional,
además, erotizada, esa es la posición perversa y seguirá siendo perversa, si se
instala en forma permanente. Por lo tanto es necesario salir de esa posición
perversa, lo que no es fácil, porque hay que seguir manteniendo al mismo
tiempo una relación cálida y afectiva con el sujeto y al mismo tiempo hay que
romper ese tipo de relación.
Hay que hacer todo un tipo de trabajo, a partir de la interpretación salvaje hasta
la organización de espacios designados por la ley, para que cese poco a poco,
la noción de importancia y el desprendimiento del sujeto con su terapeuta.
Para esto, tanto el paciente como el terapeuta, necesitan otros sostenes que
rompan el enfrentamiento y es así que se plantea el problema o solución de la
institución de sostén o bien de otras terapias de sostén.
Desde mi punto de vista, no se puede encarar solo, la cura de un adicto.”
"El pluralismo de los métodos terapéuticos es deseable, a condición de no ir
jamás en contra de la dignidad personal de los pacientes.
La noción de la libertad a adquirir, como fin en sí de la cura, debe estar
presente en todo momento"
(Dr. Claude Olievenstein)
La Lic Benedetti resalta los siguientes puntos necesarios a tener en cuenta en
un tratamiento:
 La reconstrucción del lazo social
 Reconstrucción de un proyecto personal articulado con lo grupal
 Una relación profesional-usuario flexible.
 La noción de regulación de consumo (lo que Olievenstein llama trabajar
con pequeños acuerdos) como parte crucial del trabajo clínico.
 El abordaje interdisciplinario e intersectorial.
“Consideramos además que es necesario complejizar los modelos, tener en
cuenta la época y la situación, entendiendo al sujeto como histórico y social, es
189
decir que lo social produce subjetividad (…). Intervenir para la reconstrucción
del lazo social, la construcción de un proyecto personal y articulado en lo grupal
y social, y la escucha como posibilitadora de este proceso. (…) adaptando las
intervenciones a la heterogeneidad de los sujetos con consumo problemático y
sus trayectorias individuales. Creemos fundamental dar lugar a una relación
profesional-usuario de sustancias psicoactivas más flexible en la toma de
decisiones, incorporando medidas que permitan un uso controlado de
sustancias. Entre el uso compulsivo y la abstinencia, trabajar con regulaciones
en el consumo. La noción de «regulación del consumo» es un punto crucial en
nuestra propuesta. (…).
Debemos resaltar que la regulación del consumo es un objetivo que está
íntimamente ligado con el trabajo clínico, a partir del cual se espera que ciertos
cambios subjetivos posibiliten un manejo del consumo.
Esta propuesta no se distingue, en sus fundamentos, de la reducción de
riesgos y daños. Parte in essentia de esta estrategia. (…).
El consumo problemático representa un aspecto del amplio y complejo abanico
que implica pensar la clínica. Este pensar comprende también el abordaje
interdisciplinario [una disciplina no responde sola acerca del padecimiento]. (…)
Del mismo modo, el abordaje a concebirse ante el complejo campo de la salud
mental debe ser intersectorial, demanda la articulación de diversos sectores,
(…), estrategias de revinculación con el trabajo y/o terminalidad escolar, entre
otros. (…).23
Todas estas reflexiones, han sido escritas para aportar a la generación de
nuevas políticas públicas destinadas a poblaciones en situación de
vulnerabilidad social y uso problemático de sustancias, que tiendan a mejorar
su condición y calidad de vida.
Lic. Edith Benedetti.”Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático”.
Ediciones Lic. Laura Bonaparte. 2015
23
190
HOGAR DE CRISTO - Dispositivos
(Parroquias de las Villas de la Ciudad de Buenos Aires)
Centro Barrial San Alberto Hurtado, Niños de Belén, Carpa Negro Manuel (Plaza
Constitución)
Monteagudo y Herminio Masantonio, de Villa 21-24 y NHT Zavaleta, Parque Patricios,
CABA
Padre Charly Olivero
11-4177-2761
[email protected]
Centro Barrial Don Bosco
Matanza 2781, de Villa 1-11-14 del Bajo Flores, CABA
Padre Gustavo Carrara
11-6001-5462
[email protected]
Centro Barrial Padre Mugica
Avda. Rafael Castillo y calle 14, en la bajada al puerto de la Autopista A. Illia
TE: 4116-4307 (Parroquia Cristo Obrero), de Villa 31 y 31 bis, de Retiro; CABA
Padre Eduardo Drabble
11-4199-7620
[email protected]
Centro Juan Pablo II
Padre Pedro Baya Casal
11-6135-6694
[email protected]
Centro San José de Flores
Padre Martín Durán
11-4637-1489
[email protected]
Centro Gauchito Gil
Padre Pepe Di Paola
11-5745-7584
[email protected]
Centro Buen Samaritano
Padre Basilicio Britez
11-6095-6466
[email protected]
191
Granja - Hogar Madre Teresa
Ubicación: en la Ruta Nº 24 a 1400 metros del Acceso Oeste (General Rodríguez,
Provincia de Buenos Aires).
Padre Charly Olivero
11-4177-2761
Granja San Miguel Arcángel
Ubicación: tomar por el Acceso Oeste (General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires)
hasta la Ruta Nº 24, doblar a la izquierda hacer 2km hasta las vías, continuar unos
4km y doblar a la izquierda, frente al club “el Nacional”, recorrer 3,2km hasta llegar al
arroyo, cruzar el puente, doblar a la izquierda y hacer 2km por tierra.
Padre Gustavo Carrara
11-6001-5462
Niños de Belén
Padre Juan Isasmendi
11-5845-0324
[email protected]
Cooperativa de Acompañantes de Usuarios de Paco
Gustavo Barreiro
11-4177-2759
[email protected]
192
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