REPOSICIÓN, UNA HERRAMIENTA INDISPENSABLE En los tiempos que corren, la crianza comercial de conejos exige el máximo de rendimiento productivo para obtener ventajas económicas. Ultimamente el productor ha incorporado conocimientos sobre sistema de manejo rotativo o “en bandas”, sobre prevención sanitaria de enfermedades o incorporación de genética y mejora en la alimentación para lograr lo antedicho. Sin embargo, a pesar de la difusión de bastantes años atrás de cómo manejar la REPOSICIÓN DE VIENTRES, esta no es del todo practicada como corresponde y se pierde entonces la esencia de la alta productividad que debe tener lo que sigue siendo la unidad económico-productiva de cualquier criadero: la jaula. Por ello podemos definir esta herramienta como una técnica de manejo que permite optimizar la productividad de la jaula merced a la eliminación oportuna de una reproductora improductiva a nuestros fines y su reemplazo inmediato por otra seleccionada y a punto de parir. Podemos decir entonces que en esta técnica de reposición, por un lado se debe ELIMINAR y por otro REPONER. En el primer punto, diremos que puede ser por a- Problemas Productivos y Reproductivos b- Problemas Sanitarios c- Mortandad En el caso a- el productor debe fijar los parámetros que requiere para su criadero y eliminar aquel animal que no pueda cubrirse en determinado tiempo después del parto*, o que luego de determinada cantidad de palpaciones no quede preñada**, o tal vez que no llegue a desmadrar o destetar una cantidad conveniente de gazapos***. Si ciertas madres presentan problemas sanitarios, en una explotación comercial, debe tenerse en cuenta la relación entre el costo de tratamiento y la posibilidad de una mejora que se traslade a una producción que nos justifique dejar en el plantel a dicha reproductora; de no ser así, debe eliminarse. Asimismo, y por encima de los controles preventivos de enfermedades que debemos realizar en el criadero, surgen periódicamente hembras muertas en porcentaje cercano al 5% mensual, a las cuales difícilmente se la diagnostique porqué murió; estas hembras debemos incluirlas en este tema como hembras eliminadas. Teniendo en cuenta lo recomendado por los Técnicos en Cunicultura, los sistemas productivos aplicados actualmente indican un ciclo reproductivo de 42 días (11 días de cubrición después del parto + 31 días de gestación) en el cual las estadísticas nos dicen que si sumamos los tres items, la cantidad de hembras eliminadas en ese período es de aproximadamente un 18 %, o visto semanalmente 3% . Uno de los errores más graves del cunicultor es precisamente no tener en cuenta esta magnitud o ni siquiera estar preparado para reemplazar estos animales “al toque”, sino que recién cuando ve una jaula vacía decide recriar una hembra para su reemplazo, perdiendo un tiempo enorme sin producir y comprometiendo sin darse cuenta la rentabilidad del criadero. Entonces se debe REPONER correctamente. Para ello, disponiendo del valioso dato del 3% promedio de eliminación semanal, que mejor que seleccionar un poco más (4%) en el mismo período, de hembras de aproximadamente 80/90 días. Las mismas deben provenir de las mejores madres, ser fuertes, sanas, vivaces y someterlas a un régimen alimenticio que le permita un crecimiento acorde al desarrollo de sus órganos reproductivos, siendo correcto tomar como parámetro la correspondencia entre el peso –80% del adulto- y la edad –110-125 días- como meta para darle el primer servicio. Hasta el momento de la selección, estas conejas, recibían alimentación libre pero a partir de ahora se le debe suministrar 140 a 150 g./día, de un alimento de no más de 15% de proteínas y observar su peso por los 100 días de modo que si aún no ha llegado a los 2.900 kg. se debe proceder a suministrale “a comedero lleno”. Pero si el crecimiento es correcto, solo 7 a 10 días antes de la fecha prevista se le da libre consumo y se complementa con los llamados “choques lumínicos” consistente en aportarle mediante luz artificial unas horas extras a la luz natural. De esta forma la recría habrá sido buena, se revisa el animal, se comprueba su estado sanitario, se le da cubrición y de aceptar al macho, permanece en su jaula, ahora con alimento para madres, hasta los 28 días de gestación, momento en el cual pasará a alguna jaula de madres que por circunstancias antedichas quedó vacía, cumplimentándose de esta forma la ELIMINACION-REPOSICION. Si la técnica es llevada adecuadamente, se conseguirá respetar el ciclo esperado de días entre un parto y otro, es decir si proponemos un parto por jaula cada 42 días, estaremos obteniendo casi idéntico resultado, caso contrario la sorpresa será mayúscula y más aún cuando la rentabilidad esperada no llegó. El autor recomienda * Eliminar la coneja no cubierta 35 días después del parto. ** Eliminar después de tres cubriciones positivas y no queda preñada. ***Eliminar si no desmadra 5 gazapos en dos partos, 10 en tres partos, 15 en cuatro partos........ Se recomienda entonces, replantear las experiencias sobre reposición para ver si es correcta su aplicación o si se debe procurar optimizarla como también indicarle al productor que se inicia que prevea junto con la compra de reproductores, la adquisición de lotes de reposición(1) para lograr el buen funcionamiento productivo de la jaula. (1) Se recomienda al comprar un plantel inicial, incorporar también, cada 100 reproductoras 20 gazapos de sesenta días + 24 gazapos de cuarenta días. Med. Vet. Daniel Lauría