1 Introducción He destacado en estos días en varias oportunidades la solidez, seriedad y utilidad de este Informe para alimentar los procesos de diseño de políticas. En esta oportunidad quisiera referirme a algunas cuestiones más generales que el Informe trae a debate; aspectos problemáticos, o mas débiles, o insuficientes, y que llaman a la discusión. 1. Carácter limitado del planteamiento central del Informe al restringirse esencialmente a la cuestión del financiamiento estudiantil. En verdad, el problema más general de cómo financiar la educación superior está presente desde el origen de la universidad. Le Goff , el gran historiador francés del medioevo, lo expresa sucintamente así. Dice: cuando el maestro universitario en el siglo XIII deja de ser un monje sostenido por su comunidad, se le plantea con agudeza un problema vital; ¿Cómo, de qué, de quién vivir? Y responde el historiador: para esta interrogante hubo dos soluciones: (i) el salario o el beneficio en el caso del maestro; (ii) la beca o la prebenda en el del estudiante. El SALARIO operaba de dos formas: (i) o pagaba el alumno ("malos pagadores" según Godofredo en Bolonia) (ii) o lo hacían los poderes civiles (A. Smith reclama en el siglo XVII que con esto se perdía la productividad académica...) O bien un BENEFICIO, habitualmente eclesiástico, que permite al académico vivir como un rentista de su propiedad.... Si es pagado (salario) será un comerciante o un funcionario. Si es un beneficiado depende del poder eclesiástico… En el caso del estudiante, éste vive de una BECA dada por mecenas privado o por el poder público.... O bien vive de una PREBENDA eclesiástica, habitualmente bajo la forma de un ingreso dado al estudiante por el ejercicio de un función que él ostenta pero no ejerce y que la lleva a cabo un reemplazante. La noción de gratuidad nace en este contexto, tempranamente, y es adoptada por la Iglesia durante el Tercer Concilio de Letrán (1179), 2 con un doble argumento: (i) el conocimiento proviene de Dios y no se puede comerciar con él; (ii) los alumnos pobres deben poder recibirlo sin exigencia de pago. Desde punto de vista de la Iglesia, la gratuidad es también un argumento para controlar la provisión de la educación. Si el maestro no puede ser un comerciante (vender su conocimiento), ni el alumno pagar, entonces solo pueden enseñar aquellos a quienes paga o sostiene la Iglesia (o el poder civil). En las complejas condiciones actuales -­‐-­‐de educación masiva y cara, escasez de recursos fiscales, múltiples necesidades que atender, costosa investigación—el debate internacional es cómo combinar aporte del Estado con contribución de estudiantes/hogares. Este tema está estrechamente relacionado con: -­‐-­‐ hasta dónde se halla asegurada gratuidad de una educación K-­‐12 (obligatoria) de calidad para todos, sin copago. -­‐-­‐/ hasta dónde se ha universalizado la atención temprana y la educación preescolar gratuitas para todos. -­‐-­‐y con la capacidad efectiva del Estado de cumplir estas obligaciones a través de la renta general, es decir, mediante impuestos cobrados a la población. 2. Cuestión del costo de estudios superiores, central aquí, aparece discutido muy someramente en el Informe en relación a aranceles de lista y de referencia. Sin embargo es una cuestión que economistas necesitarían tratar más extensamente pues, hasta aquí, no hay respuesta satisfactoria (i) ni para explicar costos de producción, (ii) ni el precio de productos. ¿Qué explica valores cobrados por aranceles de lista o reales en caso de universidades chilenas? ¿Cuánto disciplina de costos existe en un mercado tan segmentado y de nichos? ¿Qué implica para costos la competencia de reputaciones? ¿Hay ganancias de productividad? ¿Hay ahorros o se gasta todo el ingreso? ¿Qué implican los subsidios para los costos? ¿ Como se comportaran los costos en el futuro? ¿Puede con la actual estructura de costos universalizarse la ET? En general, falta en el informe proyección de escenarios futuros del financiamiento estudiantil y de IES, lo que habría sido una 3 contribución interesante. 3. En cuanto condiciones de contexto que son esenciales para la política de financiamiento estudiantil. 3.1. Elementos apenas tocados o tocados muy ligeramente, a pesar de ser claves: Arquitectura de grados y títulos, flexibilidad para el trazado de trayectorias formativas, créditos de aprendizaje transferibles, duración estudios, tasas de deserción, tasa de graduación, reconocimiento de experiencia laboral, certificación de competencias, métodos de enseñanza, tecnologías educativas, pertinencia curricular -­‐-­‐-­‐> todos esto es crucial para costos, duración, “value for money”, empleabilidad, ingresos ocupacionales, etc. 3.2. Información. Sin duda es vital en un mercado que se presta para el engaño y la estafa según constató en su tiempo John Stuart Mills (en el escrito Endowments1). Por la propia naturaleza del bien que se trata(i.e., educación superior, un bien de experiencia) información nunca será suficiente y se necesitarán regfulaciones de mercado distintas para asegurar que educandos no sean engañados. De cualquier forma, un estatuto de obligaciones de informar debe contemplar una diversidad de modalidades de información: -­‐-­‐ Información para estudiantes (elección de carreras), del estilo “ranking” alemán (CHE). Idea que se va extendiendo en Chile de que bastaría informar ingresos en el mercado laboral para tener un proxy de calidad de las IES es equivocada (ingreso refleja ante todo capital cultural, social y económico heredado en el hogar, trayectoria escolar, puntaje PSU, asociado nítidamente con anteriores dos variables. Además, hay efecto de mercados regionales, de ciclos de las profesiones, etc.). -­‐-­‐ de accountabilty ante sociedad y usuarios y partes interesadas (de tipo rendición de cuentas). -­‐-­‐ ante autoridades públicas del estilo Mineduc, Superintendencia, Consejo de Transparencia (para efectos de transparencia de mercado, competencia, regulaciones, derechos del consumidor, cumplimiento leyes, etc.). Se requiere estatuto claro con obligaciones de informar. 3.3. Aseguramiento de la calidad: Sugerencia del Informe de primero clasificar instituciones en diversos grupos (y exigencias) no es feliz... 4 Tipologías son en extremo difíciles de concordar, como muestra reciente experiencia europea. ¿Es meramente para destacar “arriba” al grupo de las llamadas “complejas”? Más bien hay que determinar cuales son las condiciones comunes, básicas, esenciales, de autorregulación a nivel de IES. Entre éstas debería estar la de cpacidad interna de “autocontrolar” creación, desarrollo y evaluación de programas y sedes). Y la de controlar y asegurar solidez financiera y académica con transparencia de costos. Acreditación debería ser dicotómica y SIN distinción de años, en ciclo normal de 6 años con recomendaciones claras y exigibles. Cuestión de acreditadoras privadas. Conflictos de interés. Importa ahora dar un giro de transformación mayor .... Seguir con lo mismo arreglado aquí y allá no estará a la altura del desafío. 1 There are many things which free-­‐trade does passably. There are none which it does absolutely well; for competition is as rife in the career of fraudulent pretence as in that of real excellence. Free-­‐ trade is not upheld, by any one who knows human life, from any very lofty estimate of its worth, but because the evils of exclusive privilege are still greater, and what is worse, more incorrigible. But the capacity of free-­‐trade to produce even the humblest article of a sufficient degree of goodness, depends on three conditions: First, the consumer must have the means of paying for it; secondly, he must care sufficiently for it; thirdly, he must be a sufficient judge of it. All three conditions are signally wanting in the case of national education. ENDOWMENTS 1869 -­‐ John Stuart Mill, The Collected Works of John Stuart Mill, Volume V Essays on Economics and Society Part II [1850] Edition used: The Collected Works of John Stuart Mill, Volume V - Essays on Economics and Society Part II, ed. John M. Robson, introduction by Lord Robbins (Toronto: University of Toronto Press, London: Routledge and Kegan Paul, 1967). • Author: John Stuart Mill • Editor: John M. Robson • Introduction: Lionel Robbins Part of: Collected Works of John Stuart Mill, in 33 vols. http://oll.libertyfund.org/?option=com_staticxt&staticfile=show.php%3Ftitle=232&cha pter=16725&layout=html&Itemid=27