Lectura 4 Unidad 1 La glía no es sinónimo de estructura sino de función La glía tiene un número de 10 a 50 veces mayor de células que el tejido neuronal. Una acepción del término neuroglía. Una acepción del término neuroglía sería el de “neuropegamento” que dejaría traslucir un concepto estructural sobre las células gliales como si fueran una especie de mero escenario sobre el cual se asientan y mantienen unidas las neuronas. Esta perspectiva del tejido glial es un error conceptual grave, ya que mucho más allá de ser un mero tejido de sostén de las células neurales, las células gliales tienen un papel de importancia crítica para el funcionamiento normal del tejido nervioso como: “Basureros” (o carroñeros) del sistema nervioso: remoción de neuronas muertas en procesos embrionarios y patológicos (recuadro 44-4). “Amas de casa”: aseguran una composición iónica y molecular del líquido extracelular que posibilite una propagación eficiente de las señales bioeléctricas. “Guías turísticos” de los axones en migración durante el desarrollo embrionario. “Impermeabilizantes” de la barrera hematoencefálica para evitar la entrada de sustancias tóxicas en el sistema nervioso. “Delivery” de nutrientes a las neuronas. Sería una cruel ironía que la célula que es responsable de las neoplasias más frecuentes del sistema nervioso central, tanto en adultos como en niños, fuera una mera célula estructural. RECUADRO 44-4. Muerte neuronal programada y apoptosis (“el suicidio preprogramado de una neurona) Debido a que el desarrollo embrionario se asocia con la producción de células nuevas y la adquisición de nuevas propiedades celulares no es “confortable” la noción de que la muerte neuronal tiene un lugar importante durante el desarrollo fetal. No obstante, debe tenerse en claro que los episodios regresivos (muerte neuronal y eliminación sináptica) son la regla y no la excepción durante este período. Las neuronas compiten durante el desarrollo por cantidades limitadas de agentes “promotores de supervivencia” (factor de crecimiento neuronal –FCN-) secretadas por las regiones “blanco” postsinápticas de esas neuronas. Estos factores de crecimiento neuronal son secretados en cantidades suficientes para mantener viva sólo una cantidad restringida de neuronas presinápticas mueren. (¡Hasta el 50% de una población neuronal puede morir durante el desarrollo embrionario!) El FCN secretado en forma “retrógrada” es internalizado por la neurona presináptica y mediante el transporte axonal retrógrado se lleva al soma celular donde media sus acciones sobre la supervivencia y la diferenciación celular. La muerte neuronal programada es un proceso regulado por vía genética en el que la neurona participa en forma activa de su propia destrucción. Se postularon a las endonucleasas como la vía final común de este tipo de muerte celular programada. Una forma de muerte neuronal programada, la apoptosis, formaría parte de procesos neuropatológicos, como isquemia cerebral, epilepsia, Parkinson y traumatismo de cráneo. En estas enfermedades, señales extracelulares “avisarían” a las neuronas de su próxima destrucción y esto pondría en marcha el proceso de muerte celular programada. ¿Por qué una neurona se suicidaría de esta forma? Una hipótesis dominante es que ante su muerte inminente por necrosis (ruptura de la membrana celular y liberación de enzimas intracitoplasmáticas al líquido extracelular con activación de la respuesta macrofágica) por lesión, que causaría una gran respuesta inflamatoria y más necrosis en las células vecinas, se “autoinmolarían” por medio de la apoptosis para evitar un daño mayor en las neuronas circundantes. Durante el proceso de apoptosis la célula se fragmenta en cuerpos apoptóticos fagocitados por células gliales vecinas, que actúan en forma transitoria como “macrófagos no profesionales”, antes de que se liberen sus contenidos celulares al líquido extracelular y se induzca una respuesta inflamatoria regional, para evitar así un daño ulterior de las poblaciones neuronales vecinas. La fascinación del ser humano acerca de la prolongación de la vida y la derrota del envejecimiento llevó al estudio de las relaciones entre muerte neuronal programada y envejecimiento cerebral. Si bien en el presente se duda acerca de la relación entre envejecimiento cerebral y muerte neuronal hay teorías que afirman que la apoptosis sería un impedimento celular para la inmortalidad. Bases Fisiológicas de la Práctica Média Best & Taylor Ed. Médica Panamericana Págs. 809 y 810 13ª edición Para regresar al texto de la guía cierra esta ventana