Documento 502804

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Lectura 4
Unidad 1
La glía no es sinónimo de estructura sino de función
La glía tiene un número de 10 a 50 veces mayor de células que el tejido
neuronal. Una acepción del término neuroglía. Una acepción del término neuroglía
sería el de “neuropegamento” que dejaría traslucir un concepto estructural sobre
las células gliales como si fueran una especie de mero escenario sobre el cual se
asientan y mantienen unidas las neuronas. Esta perspectiva del tejido glial es un
error conceptual grave, ya que mucho más allá de ser un mero tejido de sostén de
las células neurales, las células gliales tienen un papel de importancia crítica para el
funcionamiento normal del tejido nervioso como:

“Basureros” (o carroñeros) del sistema nervioso: remoción de neuronas
muertas en procesos embrionarios y patológicos (recuadro 44-4).

“Amas de casa”: aseguran una composición iónica y molecular del líquido
extracelular que posibilite una propagación eficiente de las señales
bioeléctricas.

“Guías turísticos” de los axones en migración durante el desarrollo
embrionario.

“Impermeabilizantes” de la barrera hematoencefálica para evitar la entrada
de sustancias tóxicas en el sistema nervioso.

“Delivery” de nutrientes a las neuronas.
Sería una cruel ironía que la célula que es responsable de las neoplasias más
frecuentes del sistema nervioso central, tanto en adultos como en niños, fuera
una mera célula estructural.
RECUADRO 44-4. Muerte neuronal programada y apoptosis (“el suicidio
preprogramado de una neurona)
Debido a que el desarrollo embrionario se asocia con la producción de células
nuevas y la adquisición de nuevas propiedades celulares no es “confortable” la
noción de que la muerte neuronal tiene un lugar importante durante el desarrollo
fetal. No obstante, debe tenerse en claro que los episodios regresivos (muerte
neuronal y eliminación sináptica) son la regla y no la excepción durante este
período.
Las neuronas compiten durante el desarrollo por cantidades limitadas de
agentes “promotores de supervivencia” (factor de crecimiento neuronal –FCN-)
secretadas por las regiones “blanco” postsinápticas de esas neuronas.
Estos factores de crecimiento neuronal son secretados en cantidades suficientes
para mantener viva sólo una cantidad restringida de neuronas presinápticas
mueren. (¡Hasta el 50% de una población neuronal puede morir durante el
desarrollo embrionario!)
El FCN secretado en forma “retrógrada” es internalizado por la neurona
presináptica y mediante el transporte axonal retrógrado se lleva al soma celular
donde media sus acciones sobre la supervivencia y la diferenciación celular.
La muerte neuronal programada es un proceso regulado por vía genética en el
que la neurona participa en forma activa de su propia destrucción. Se postularon a
las endonucleasas como la vía final común de este tipo de muerte celular
programada.
Una forma de muerte neuronal programada, la apoptosis, formaría parte de
procesos neuropatológicos, como isquemia cerebral, epilepsia, Parkinson y
traumatismo de cráneo. En estas enfermedades, señales extracelulares “avisarían”
a las neuronas de su próxima destrucción y esto pondría en marcha el proceso de
muerte celular programada. ¿Por qué una neurona se suicidaría de esta forma?
Una hipótesis dominante es que ante su muerte inminente por necrosis (ruptura
de la membrana celular y liberación de enzimas intracitoplasmáticas al líquido
extracelular con activación de la respuesta macrofágica) por lesión, que causaría
una gran respuesta inflamatoria y más necrosis en las células vecinas, se
“autoinmolarían” por medio de la apoptosis para evitar un daño mayor en las
neuronas circundantes.
Durante el proceso de apoptosis la célula se fragmenta en cuerpos apoptóticos
fagocitados por células gliales vecinas, que actúan en forma transitoria como
“macrófagos no profesionales”, antes de que se liberen sus contenidos celulares al
líquido extracelular y se induzca una respuesta inflamatoria regional, para evitar
así un daño ulterior de las poblaciones neuronales vecinas.
La fascinación del ser humano acerca de la prolongación de la vida y la derrota
del envejecimiento llevó al estudio de las relaciones entre muerte neuronal
programada y envejecimiento cerebral. Si bien en el presente se duda acerca de la
relación entre envejecimiento cerebral y muerte neuronal hay teorías que afirman
que la apoptosis sería un impedimento celular para la inmortalidad.
Bases Fisiológicas de la Práctica Média
Best & Taylor
Ed. Médica Panamericana
Págs. 809 y 810
13ª edición
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