PRESENTACION Una polémica que aún continua vigente en el ambiente académico de la comunicaci6n social, es la referente a los recursos epistemo16gicos y metodológicos con que se cuenta al interior de esta -aún no bien definida- disciplina inmersa en el complejo campo de las ciencias sociales. Un reflejo de esta preocupaci6n lo encontramos en cinco de los trabajos comprendidos en este número doble de Comunicación y Sociedad. A pesar de que difieren en sus propuestas particulares, estos artículos contienen ciertos puntos comunes, percibiéndose a primera vista: 1) la necesidad de una reconstrucci6n de paradigmas, partiendo (en principio) de la crítica y adecuaci6n de los ya existentes y 2) la consideraci6n de la estructura múltiple de mediaciones en el análisis del objeto de estudio. La discusi6n en torno a los aspectos mencionados en el primer párrafo aún no está resuelta. Entre otras cosas, ha mostrado una ausencia de herramientas que faciliten el enlace entre las "grandes" o "pequeñas" construcciones epistemo16gicas y teórico-metodo16gicas con el "dato", o mejor dicho, el "hecho" concreto. Hacia esta carencia se encamina la iniciativa de Enrique Sánchez bajo el pretexto de sus "apuntes sobre una metodología histérico-estructural": partiendo de dicha perspectiva, Sánchez Ruiz desarrolla algunos conceptos que intentan propiciar la práctica de un marco de análisis de la comunicación social. Por otro lado, la primera parte del trabajo de Sánchez Ruiz se presta como marco general e introductorio al resto de las colaboraciones contenidas en este número. 7 Con especial énfasis en el análisis de los procesos de recepción encontramos, en esta edición, tres contribuciones. En primer lugar, Enrique Guinsberg nos comparte en su .•¿búsqueda de nuevos paradigrnas para el estudio de la comunicación?" la idea de rescatar los planteamientos existentes y conjugar las aportaciones sobre los medios como transmisores de contenidos ideológico-culturales hegernónicos con las provenientes de estudios de la recepci6n de dichos contenidos. Guinsbcrg analiza las posibilidades que tiene el psicoanálisis corno marco de referencia complementario en tomo a estas cuestiones. Por su parte, José Carlos Lozano establece un diálogo crítico entre diversas aportaciones te6ricas recientes en torno al estudio de las prácticas de recepci6n, realizadas en los Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. En la misma línea de la recepci6n televisiva Guillermo Orozco, desarrolla en primer término la definici6n de la televisión corno fuente transmisora de significados y potenciallegitimadora; en segundo lugar, partiendo de la consideración del concepto de "mediación" corno categoría de análisis y desde una perspectiva culturalista, plantea la interacción entre la televisión y su audiencia corno un proceso dado por una serie de mediaciones generadas por la misma televisi6n y por la cultura. En un rengl6n algo diferente, pero mostrando su adherencia a la consideración del concepto de "mediación", Diego Portales Cifuentes, trabaja una revisión de los tres diferentes enfoques -libre empresarial, político y econ6mico-culturalpertinentes en la búsqueda de evaluar "la contribuci6n democrática de la televisi6n". Simpatizando con el tercero de estos enfoques, portales presenta una propuesta Teórico-Metodológiea para la evaluación de la contribución de la actividad comunicativa a la construcción social democrática. En cambio, con un corte más bien empírico María Immacolata Vassallo (a través de una sistematización documental) nos da cuenta del panorama que esboza la evoluci6n hist6rica de la investigaci6n realizada entre 1959 y 1988 en Brasil, así como de las condiciones sociales e institucionales en que ha sido generado este tipo de trabajo académico. Este estudio forma 8 parte de uno más amplio que pretende comparar los sistemas de comunicación en México y Brasil. En esta ocasión se da cabida a dos ensayos: El de Oscar Landi con algunas consideraciones en torno a la participación de la televisión en los procesos políticos, proyectándola hacia el futuro. El de Carmen Gómez Mont plantea la hipótesis sobre "el video como una revolución en la palabra, en la imagen y en la televisión". Dejando a un lado las colaboraciones habituales, Gilberto Fregoso reproduce al interior de estas páginas un "breve diálogo sostenido con los Mattelart en Quebec" concerniente a sus apreciaciones en torno a las perspectivas sobre marcos teóricometodológicos afectados por las condiciones sociales, políticas y económicas actuales. Comunicación y Sociedad 10-11. ha querido abrir un espacio para difusión de materiales que puedan ser útiles como fuentes de referencia o consulta y contribuyan al avance del análisis del objeto de estudio de nuestro interés. Las colaboraciones incluidas en este apartado podrían convertirse en documentos de gran valor para los investigadores de la comunicación social. Se da inicio a esta sección, también eventual, con un trabajo de Enrique Sánchez Ruiz, quien nos ofrece una periodización y sistematización sobre los acontecimientos más relevantes del desarrollo histórico de la Televisión Mexicana, caracterizado y definido por siete grandes etapas, comprendidas dentro del período 1930-1990. En la sección de reseñas Gabriela Gómez hace una invitación a la lectura del libro de Felipe López de Veneroni titulado Elementos para una crítica de la ciencia de la comunicación. Y finalmente, se cierra este número con un naciente espacio de "noticias" sobre el ámbito académico que nos es afín; aclarando que el carácter de las "noticias" que se incluyen respeta la periodicidad de esta publicación así como las posibles eventualidades sufridas por ésta. Como se podrá ver, el contenido de todos los trabajos invitan no solo a la lectura, sino también a la reflexión y al debate. 9