Electrocución: daños irreparables en el cuerpo Infografía CEET Las lesiones aparentes pueden ser la punta del “iceberg”, por lo que hay que estudiar a fondo al paciente que ha sufrido una descarga eléctrica, pues su mortalidad oscila entre el 3 y el 15% y la morbilidad es mucho mayor. Lesiones cutáneas Algunas son tipo quemadura, y en otras, se evidencian los puntos de entrada y de salida de la corriente. Sistema nervioso: Inhibición de los centros bulbares, neuropatías periféricas, disfunción del sistema autónomo. Lesiones ortopédicas. Espasmos musculares con fracturas y luxaciones, destrucción de hueso por temperaturas elevadas, etc. Lesiones pulmonares: Disfunción de la pared torácica, afectación de los pulmones y perforaciones bronquiales entre otras. Necrosis de tejido muscular: daño mayor, a) Daños inmediatos por destrucción por el calor o la propia corriente eléctrica. b) Daño diferido: trombosis, isquemias, infección local. Lesión cardiaca Puede generarse fibrilación ventricular y un paro cardiaco. La ausencia de actividad eléctrica en el miocardio puede causar la muerte. Lesiones renales Ya sea por daño directo sobre las estructuras del riñón, fracaso renal agudo. Lesiones vasculares Hipertensión arterial, trombosis, rotura de pared de vasos, formación de aneurismas, etc. Lesiones sensoriales: vista y oído Roturas de membrana del tímpano, vértigos, sordera, cataratas, alteraciones corneales y del nervio óptico. Lesiones abdominales Se pueden desprender los órganos por daño en pared abdominal, puede haber daño visceral, afectación en la vesicular, e inflamación del páncreas Daño hematológico Lo más frecuente es encontrar anemia aguda y dificultades de coagulación.