Holanda: de donante a socio Hacia una relación madura con un

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Holanda: de donante a socio
Hacia una relación madura con un país emergente de América Latina
Charla de la Embajadora del Reino de los Países Bajos, Marion Kappeyne van de Coppello
Bogotá, Palacio de San Carlos, 9 de junio de 2011
Señoras y señores:
Es para mí un gran placer darles una presentación sobre la nueva política exterior de los
Países Bajos y, en particular de las reformas en el campo de la cooperación para el desarrollo.
Después de un resumen de los principales cambios en la política holandesa en general, mi
intención es de entrar en más detalle con Ustedes sobre las consecuencias que éstos tienen
para la cooperación con América Latina y Colombia en particular. Mi charla tendrá cuatro
capítulos: 1) Las características principales de la nueva política holandesa. 2) Las
implicaciones para la cooperación con América Latina. 3) Qué significa la nueva política
para la relación de cooperación entre los Países Bajos y Colombia? 4) Cómo se alinea la
nueva política holandesa a las prioridades del gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.
1. ¿Cuáles son las características principales de la nueva política holandesa?
Hoy, hace exactamente un año, se celebraron elecciones en los Países Bajos. Como los votos
se dividieron profundamente entre los distintos partidos políticos, siguieron difíciles
negociaciones para formar una coalición de gobierno. Con el tiempo se formó un gobierno
minoritario formado por los partidos liberales y demócratas cristianos con un apoyo
parlamentario del Partido de la Libertad, que es un partido relativamente nuevo en la arena
política holandesa (con una orientación, digamos, nacionalista).
Como es el caso en muchos países europeos, el acuerdo de coalición del nuevo gobierno ha
establecido una serie de reformas y recortes de gastos para hacer frente a los efectos de la
crisis internacional financiera y económica que también ha afectado a los Países Bajos. Estas
reformas incluyen no sólo a todos los sectores nacionales, sino también a la política exterior y
la cooperación holandesa para el desarrollo. Pero los cambios que voy a describir surgen
también del cambio político que representa nuestro nuevo gobierno.
En la nueva política exterior de los Países Bajos se han formulados tres prioridades
principales: mejorar la posición económica de los Países Bajos en el mundo, promover la
seguridad y la estabilidad mundiales y promover los derechos humanos y el imperio de la ley.
En este contexto, también se toman en cuenta los intereses legítimos de los países en
desarrollo. La solidaridad internacional y los Objetivos de Desarrollo del Milenio siguen
siendo importantes y la cooperación internacional sigue siendo crucial. La pobreza y otros
problemas en el mundo y los objetivos holandeses están estrechamente vinculados. El desafío
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es juntar ambos intereses.
El principal cambio en la política holandesa es el cambio de un enfoque principalmente social
a un enfoque más económico. La autosuficiencia de los países en desarrollo obtendrá más
énfasis con un papel mayor para el sector privado. Además, Holanda quiere seguir jugando un
papel adecuado para hacer frente a retos globales como la seguridad, la migración, el cambio
climático, la estabilidad financiera y la privación de alimentos y agua. El nuevo gobierno
también quiere enfocarse más. En este sentido las preguntas principales son: ¿En qué temas y
sectores los Países Bajos pueden hacer la diferencia y dónde están los intereses holandeses?
En la cooperación para el desarrollo esto se ha traducido en un enfoque en cuatro temas clave
en los que se busca realizar una buena conexión entre los problemas mundiales y el
conocimiento y la experiencia holandeses. Estas cuatro áreas prioritarias son: (a) la seguridad
y el imperio de la ley (‘rule of law’), (b) la seguridad alimentaria, (c) agua y (d) Derechos
Sexuales y Reproductivos. Otros temas de importancia como el medio ambiente, el buen
gobierno y género siguen siendo áreas transversales sobre todo al servicio de las prioridades
mencionadas.
Al elegir los sectores productivos de alimentos y el agua, se ha buscado explícitamente un
alineamiento al conocimiento holandés existente y el valor agregado que puede ofrecer en
estas áreas. Un objetivo central es invertir más en el crecimiento sostenible de los países en
desarrollo, lo cual les permite a resolver sus propios problemas y ser menos dependientes de
la ayuda. Esto requiere un fuerte sector privado en estos países, al cual las empresas
internacionales también pueden dar su contribución. En la elaboración de las cuatro
prioridades mencionadas los Países Bajos quieren promover un buen clima de negocios,
ampliar las asociaciones público-privadas e invertir también más en la cooperación directa
entre empresas de ambos lados.
Además de una revisión de la política de cooperación, se cuenta también con recortes que son
necesarios como consecuencia de la crisis financiera internacional. Desde los años setenta los
Países Bajos siempre han gastado más de un 0,7% de su presupuesto (es decir, un 0,8%) a la
Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Por lo tanto, como uno de los pocos países que ha
cumplido en el estándar internacional de las Naciones Unidas. Holanda seguirá con esta
práctica, sin embargo se reducirá ese porcentaje que se situó en el 0,8% en los últimos años, a
partir de 2012 al nivel de 0,7% del PNB, a través de un paso intermedio del 0,75% en 2011.
Como resultado de estos recortes y el nuevo objetivo de enfocarse más, el número de países
socios se reducirá significativamente. En lugar de 33 países, la cooperación bilateral se
concentrará en 15 países con los que se mantendrá una estrecha relación de cooperación para
el desarrollo. Además se ha definido una categoría de tres países de transición con los cuales
se transformará la relación de cooperación existente en una relación más económica basada en
intereses mutuos.
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En la selección de los 15 países socios, en particular, los niveles de ingresos y la pobreza han
sido clave. Se trata sobre todo de un número de los países más pobres de África, con
suficiente perspectiva para llegar a resultados concretos de desarrollo, teniendo en cuenta el
valor agregado que los Países Bajos pueden ofrecer. Con estos países, los Países Bajos
mantendrán una relación bilateral a largo plazo con programas de desarrollo en los temas
prioritarios de agua, salud y derechos sexuales y reproductivos, seguridad alimentaria y la
seguridad y el imperio de la ley (‘rule of law’).
Como países de transición se han seleccionado tres países de ingresos medios: Vietnam,
Sudáfrica y Colombia. Para estos tres países, el programa existente será reducido
gradualmente en los próximos años en su forma existente y será transformado en una
cooperación más económica basada en intereses mutuos. Con tal fin se ha creado un fondo de
transición con el objetivo de promover el entorno empresarial en los sectores con
oportunidades de cooperación entre las empresas de ambos países y promover el uso del
conocimiento holandés específico en este marco.
Con el fondo de transición se espera financiar intervenciones específicas para promover la
transición de la cooperación tradicional a la cooperación económica. Estas pueden ser por
ejemplo asistencia técnica, comunicaciones, educación y oportunidades de capacitación,
programas de visitantes, la compra de conocimiento y apoyo financiero específico. Además,
en la implementación del programa se involucrarán también otros ministerios holandeses, en
particular, el de Asuntos Económicos, Agricultura e Innovación y el de Medio Ambiente e
Infraestructura. Finalmente cabe mencionar que en el caso de los países de transición no se
limitan las actividades a los cuatro temas prioritarios.
2. ¿Cuáles son las implicaciones para la cooperación con América Latina?
Las nuevas decisiones políticas tienen implicaciones serias para la mayoría de los programas
de cooperación en los países de América Latina.
En América del Sur, las relaciones de cooperación con Bolivia y Surinam se terminarán y con
tal fin se desarrollarán estrategias de salida con un plazo de 3 a 4 años. En América Central, lo
mismo se aplica a Nicaragua y Guatemala. Por lo tanto, Holanda termina toda su cooperación
al desarrollo en América Latina (con excepción de Colombia!). Adicionalmente, el gobierno
cierra las embajadas en Bolivia, Nicaragua, Guatemala, Uruguay y Ecuador –y abre una
nueva embajada en Panamá-.
Sin embargo, en América Central se creará un nuevo programa regional. El aumento de la
delincuencia transfronteriza (tráfico de drogas, el comercio de armas), la corrupción y
violencia, la impunidad continua y violaciones a los derechos humanos en América Central
han resultado en una falta de seguridad general en la región. Esto plantea una grave amenaza
para el potencial de los países de América Central, así como para la estabilidad en los países y
las zonas adyacentes a la región, tales como el Caribe, donde también se encuentran las islas
que forman parte del Reino de los Países Bajos. Por lo tanto, se establece un programa
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regional destinado a mejorar los derechos humanos, la democratización y la seguridad en
América Central. Se prevé que también incluirá una cooperación con los países vecinos de
América del Sur, como Colombia. El objetivo es elaborar este programa en el transcurso de
este año.
Finalmente, como ya mencioné, las relaciones existentes de cooperación con Colombia se
transformarán de ser una relación de desarrollo más tradicional entre país donante y receptor a
una relación más igualitaria basada en intereses mutuos.
3. ¿Qué significa la nueva política para la relación de cooperación entre los Países Bajos
y Colombia?
Colombia es un país de renta media alta, no dependiente de la Ayuda Oficial al Desarrollo,
con una economía en rápido crecimiento y un clima de negocios relativamente bueno. En
nuestra visión esto justifica una cooperación más igualitaria, que se centra más en crear
relaciones de beneficio mutuo. Sin embargo, al mismo momento Colombia aún tiene
problemas considerables en términos de buen gobierno, desigualdad profunda con la mitad de
la población bajo la línea de pobreza, derechos humanos, las drogas, la delincuencia y la
inseguridad, que también tienen sus repercusiones en la estabilidad de la región. En la carta
en la cual la nueva política de la cooperación al desarrollo fue explicada al Parlamento en
Holanda, en la justificación para que Colombia sea parte de la categoría de transición, no sólo
se habla sobre las oportunidades económicas, sino también sobre la importancia de la
estabilidad de la región y de Colombia como país vecino del Reino de los Países Bajos.
La cooperación entre Holanda y Colombia tiene una larga historia que se inició en los años
sesenta del siglo pasado con un programa de becas para las universidades en Holanda. Luego
se ha convertido en una cooperación más amplia e integral con programas de desarrollo rural,
protección del medio ambiente, educación, desarrollo empresarial y construcción de paz,
derechos humanos y buen gobierno.
La cooperación actual está basada en tres pilares que son los siguientes:
1. La cooperación enfocada en la prevención de conflictos, la construcción de la paz y la
promoción de los derechos humanos y buen gobierno.
2. La cooperación en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible.
3. La cooperación dirigida al desarrollo del sector privado, incluidas las asociaciones públicoprivadas y la cooperación económica.
Es nuestra intención (y desafío!) transformar el programa actual en una relación más moderna
y más igualitaria sobre la base de dos pilares.
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La cooperación en el marco del primer pilar (paz, buen gobierno y derechos humanos) por un
lado va a disminuir. Estoy feliz que ayer nos aprobaron una nueva fase de apoyo a la
MAPP/OEA (6 millones de Euros para 3 años), pero los aportes por ejemplo a organizaciones
de derechos humanos y otros programas, tenemos que bajar sustancialmente. Por otro lado,
seguimos en este tema con apoyo político, tanto en apoyo a la política de seguridad de
Colombia como en apoyo del proceso de modernización más amplia que es la apuesta del
gobierno Santos.
La cooperación existente en los otros dos pilares (medio ambiente, el desarrollo del sector
privado) se integrará en un nuevo pilar que se centra en una cooperación más económica, en
la que el desarrollo sostenible y la responsabilidad social de las empresas también jugarán un
papel fundamental. Para dar forma a este nuevo pilar la embajada ya está consultando al
gobierno colombiano, a representantes de empresas colombianas, y a las instituciones de
investigación y universidades. Como temas provisionales se han identificado agua, las
cadenas de producción y comercio sostenibles, el cambio climático y la economía basada en
biomasa. Es posible que se identifiquen todavía algunos temas más. Este año la embajada
producirá un documento estratégico para la cooperación futura. En el proceso, consultaremos
ampliamente a los diferentes sectores (gobierno, universidades y sector privado).
4. ¿Cómo se alinea la nueva política holandesa a las prioridades del gobierno del
Presidente Santos?
Personalmente, veo la nueva posición de Colombia en la política exterior de los Países Bajos
como una promoción. Colombia ya no es vista como un país de la cooperación tradicional,
sino como un país de medio ingreso, emergente, con el que es más oportuno construir una
relación más igualitaria sobre la base de intereses mutuos (y Holanda y Colombia tenemos
muchos!) . En este marco también hay lugar para una cooperación más amplia con una
multitud de actores, no solo de gobierno a gobierno, sino también con intercambios entre
instituciones académicas y con relaciones más comerciales entre las empresas de ambos
países, especialmente en las zonas en que los Países Bajos pueden ofrecer un claro valor
agregado.
Un ejemplo obvio es, por supuesto, la nueva cooperación en el tema de agua. Es una
cooperación que ha surgido de una demanda muy concreta de parte de Colombia a quien
ofrecemos una oferta muy específica en la forma de toda la experiencia y el conocimiento
holandés en el tema. Será ejecutada por una Alianza colombo-holandesa con participantes de
los sectores públicos, privados y académicos y en base de un acuerdo de mutuo interés para
ambos países.
Esta nueva orientación también se ajusta a los esfuerzos del gobierno Santos que claramente
apuesta por una modernización de la economía colombiana, incluyendo el sector rural. Un
gobierno que en un contexto internacional ya no quiere tener únicamente la posición de un
país receptor, sino que quiere ser país donante también y que en la cooperación internacional
quiere jugar un papel importante. Un país que por ejemplo se convirtió en miembro del
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Consejo de Seguridad de la ONU y quiere incluirse en la OCDE. Los Países Bajos consideran
eso como un hecho muy positivo y quieren apoyar a Colombia en estos esfuerzos.
Sin embargo, también hay que reconocer que en este camino de la modernización se
encuentran todavía obstáculos, no solo en buscar una solución para el conflicto, pero también
en el ámbito de la buena gobernanza, derechos humanos, las drogas, la inseguridad, la
delincuencia y la desigualdad. También en estas áreas los Países Bajos quieren seguir su
contribución a través del diálogo político y programas de cooperación en el ámbito de la
consolidación de la paz.
Por lo tanto los dos principales pilares de la cooperación holandesa en los próximos años. En
primer lugar, queremos mantenernos como un aliado en la cooperación política con el
objetivo de ayudar a mejorar la situación de la seguridad y estabilidad. Y en segundo lugar,
queremos quedar activos en el marco de una cooperación cada vez más económica y en base
de intereses mutuos con el objetivo de buscar soluciones duraderas en los temas de agua, el
cambio climático, las cadenas de comercio sostenible, la agricultura y la energía sostenibles y
la responsabilidad social empresarial.
Estoy segura de que esta cooperación más equitativa y de carácter gana-gana beneficiará a
ambos países.
Muchas gracias.
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