ACTUALIDAD © GETTY www.fundacionvt.org EL RECLUTAMIENTO DEL TERRORISMO YIDAHISTA Su objetivo suelen ser jóvenes marginados, desorientados y de conducta antisocial o pobres, locales, pisos pateras, parques o plazas, no únicamente en lugares de culto Se produce en reuniones sociales, en zonas degradadas Fuerzas de Seguridad y expertos afirman que Internet es una poderosa herramienta Durante el proceso se ignoran los medios de comunicación occidentales La democracia como sistema político es duramente criticada Son habituales las críticas a otras religiones, que consideran"falsas" FVT ACTUALIDAD / 25 ACTUALIDAD TERRORISMO YIHADISTA Por FERNANDO DELGADO Los reclutadores son de mediana edad y gozan de gran respeto Son propicios para la captación los ambientes de prisiones y centros de menores E © GETTY l terrorismo yihadista mantiene permanentemente abierta la labor de captación y reclutamiento en España y en todo el mundo. Los reclutadores suelen ser personas de mediana edad, a las que se les profesa un gran respeto en la comunidad, y su objetivo suelen ser individuos jóvenes marginados, desorientados y de conducta antisocial. Un trabajo realizado por el profesor Rogelio Alonso y publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégico pone de manifiesto que el proceso de radicalización consta de diferentes estadios, ya que se trata de una evolución por la que el individuo transita tras su exposición a diversas influencias. Puede afirmarse, en este sentido, que no todos los individuos que se aproximan a un entorno radical acabarán asumiendo plenamente idearios extremistas o violentos. 26 / ACTUALIDAD FVT La radicalización implica un progresivo avance hacia distintos niveles de empatía con idearios radicales y extremistas. El proceso comienza con una posición de afinidad ideológica hacia una determinada causa que va consolidándose a través de la asimilación de visiones radicales y fundamentalistas que, en última instancia, pueden desembocar en la justificación de acciones violentas e incluso en la perpetración de las mismas. En este sentido, un informe elaborado a finales de 2004 por la presidencia holandesa de la Unión Europea vino a corroborar que, en realidad, “los terroristas o potenciales terroristas son tan diferentes que no se puede dibujar un claro perfil. En el caso de España, dentro de esa diversidad se observan también tendencias relevantes. Por un lado, la mayor parte de los detenidos por actividades Un argelino reclutado en Cataluña atentó en Irak Proceso de captación De acuerdo con algunos estudios y merced a la experiencia extraída a través de investigaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado sobre terroristas yihadistas en España, el proceso de captación y reclutamiento clásico –no en todos los casos es igual– suele estar dividido en varias fases: desencanto, radicalización, extremismo, extremismo violento y terrorismo. Los integrantes de las redes de captación o reclutadores suelen buscar el contacto con personas en las que prevén que más fácilmente puede surgir el desencanto o son más susceptibles de ser manipuladas en ese sentido. Se trata de personas marginadas, desorientas, necesitadas y de conducta antisocial, aunque también se han conocido casos de individuos que pertenecen a familias acomodadas e integradas en la sociedad. A todos ellos se les ofrece una oportunidad de redimir y llenar de sentido su vida a través del yihadismo, o bien de vengar las injusticias cometidas contra su persona o contra la de otros hermanos. Los reclutadores suelen ser personas de mediana edad, ya que en el mundo musulmán más conservador se mantiene un fuerte respeto por las personas mayores, sobre todo en lo que aceptación de consejo o recomendación se refiere. Además, estas personas de mediana edad no suelen ocultar su religiosidad y gozan de un cierto carisma que les viene dado, sobre todo, por tener un ascendiente moral, intelectual o religioso sobre su comunidad o grupo social. La radicalización puede ser un proceso lento y gradual o aparecer de manera súbita y explosiva. Por regla general, la radicalización es perceptible cuando las personas empiezan a comportarse de forma diferente. Sin embargo, la adopción de ideologías radicales no implica necesariamente unos cambios visibles en la apariencia exterior o en la manera de actuar de la persona. En algunos casos individuales, los procesos de radicalización son, © GETTY relacionadas con el yihadismo procede del norte de África, principalmente de lugares como Marruecos y Argelia, países que constituyen las principales fuentes de la inmigración musulmana. Por detrás de estas nacionalidades, la paquistaní y la siria muestran también una recurrente incidencia en el activismo yihadista. Ha sido frecuente también la circulación con la delincuencia común de muchos de los integrantes de células relacionadas con el radicalismo yihadista que llegaron a nuestro país a través de redes de inmigración. Ha sido y es habitual en este y en otros fenómenos terroristas que la radicalización resulte especialmente eficaz en la etapa juvenil, que va acompañada de la relativización de los costes que la militancia trae consigo. Son muchos los casos que demuestran la labor de reclutamiento del terrorismo yihadista y que han sido investigados por las Fuerzas de Seguridad del Estado y juzgados por la propia Audiencia Nacional. Uno de ellos fue la Operación Chacal, investigada por la Guardia Civil en enero de 2006. A principios de enero fueron detenidos nueve individuos relacionados con labores de proselitismo, financiación y captación de voluntarios dispuestos a desplazarse a zonas de conflicto con el fin de combatir a los enemigos del islam. Las investigaciones de la Guardia Civil revelaron precisamente la captación y envío a Irak, a través de Siria, de un joven argelino llamado Bellil Belgacem, quien protagonizó un ataque suicida contra la base militar italiana de Nassiriya (Irak) el 12 de noviembre de 2003 (en la foto), una acción terrorista que se saldó con la muerte de 35 personas, entre ellas, 17 militares italianos y 18 civiles. Belgacem, argelino de 31 años, había trabajado como bracero en Jaén y recaló en la carnicería Alambra, en Vilanova (Barcelona), del presunto reclutador de la red Mohamed Mrabet, un marroquí de 41 años, actualmente en prisión. Se supo también que los detenidos en la Operación Chacal utilizaban un domicilio como alojamiento para personas jóvenes, normalmente de origen magrebí y en estado de necesidad, a los que acogían y ofrecían ayuda. Aquí alojaron y, posteriormente, reclutaron y adoctrinaron a Bellil Belgacem y a otros jóvenes, uno de los cuales fue interceptado en la frontera con Siria antes de actuar. Los mismos domicilios eran utilizados para la realización de reuniones restringidas de adoctrinamiento. Tras las investigaciones de la Guardia Civil, se tuvo constancia de que los detenidos utilizaron las instalaciones de la mezquita Al Forkane de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) para actividades de obtención de fondos y desarrollo de actividades proselitistas. FVT ACTUALIDAD / 27 ACTUALIDAD TERRORISMO YIHADISTA por tanto, difíciles de detectar. No obstante, si el cambio de mentalidad va unido a un cambio de comportamiento, entonces es posible detectar la radicalización con la ayuda de ciertos criterios concretos. Apariencia exterior Hay que tener en cuenta, como norma básica, que no existe ningún “indicador” que pueda interpretarse “de forma inequívoca” como un signo de radicalización. Sin embargo, los investigadores que trabajan en torno al terrorismo yihadista apuntan algunos indicadores “perceptibles” del proceso de radicalización del individuo. Estos investigadores aseguran que la apariencia exterior es el indicador de radicalización más susceptible de provocar generalizaciones injustas y prejuicios. De ahí que establezcan dos reacciones totalmente opuestas: A) La persona que modifica su apariencia exterior y comienza a llevar ropa más tradicional o puritana, se deja crecer la barba o se rapa el pelo y se atreve a exigir a las personas entre las que ejerce influencia (sobre todo, mujeres de la misma familia como esposas, hijas y hermanas) que adopten las mismas costumbres. B) Hay personas radicalizadas que pueden esforzarse en tener una apariencia y un modo de vida occidental. De hecho, no estaría mal visto desde un punto de vista “purista” del yihadismo, ya que es una forma de camuflaje que trata de no levantar sospechas. © EFE Medios de comunicación utilizados El individuo inmerso en el proceso de radicalización yihadista mantiene una exposición selectiva ante los medios de comunicación, de tal manera que ignora los medios de 28 / ACTUALIDAD FVT comunicación occidentales y trata de acceder, a través de Internet, vía satélite o por medio de cable, a cadenas de televisión y de noticias exclusivamente islámicas, algunas de ellas, como se sabe, de mensaje muy radical. Paralelamente a esta actitud ante la información recibida, buscan y adquieren ciertos libros, películas, DVD o CD conteniendo propaganda, historia e ideología islamista radical. En ocasiones, también contienen manuales completos de fabricación de todo tipo de artefactos explosivos e incendiarios, incluso con ensayos de manejo y utilización. Todo ello, junto con un gran interés por el estudio del islam y su historia, sobre todo sus orígenes y épocas de mayor esplendor. Actitud ante la política Existen también una serie de patrones de comportamiento y actitud de estos individuos canalizados hacia el radicalismo yihadista sobre determinados acontecimientos políticos y sociales. Es habitual en ellos realizar comentarios sobre los acontecimientos políticos de actualidad desde una óptica extremista, maximalista y poco dada al debate. Uno de los síntomas que muestran es el rechazo de los sistemas de valores democráticos y occidentales. La democracia como sistema político, sus valores, sus bases y constituciones son duramente criticados. Además, algunos comentarios o actitudes respecto a diversos ámbitos políticos son recurrentes. Por ejemplo, la afirmación de que los musulmanes son víctimas de un complot imperialista y sionista internacional. La existencia del Estado de Israel y la situación de los palestinos son temas muy debatidos y criticados también. Junto a ello, hacen gala de un fuerte rechazo de las intervenciones occidentales en los países musulmanes. Son habituales sus críticas a otras religiones, a las que consideran, simple y llanamente, “falsas”. Esta actitud se une a la insistencia sobre la degradación moral y la decadencia de Occidente. Y, ante todo esto, prestan una atención escrupulosa para distinguir lo permitido (halal) de lo prohibido (haram). Ambientes para la captación Se conocen, por distintas experiencias, los ambientes habitualmente utilizados para la captación de individuos para el yihadismo. Son, sobre todo, centros de reunión social o congregación de personas, en zonas degradadas o pobres, no únicamente lugares de culto más o menos reconocidos como tales, sino que pueden ser comercios, locales, pisos patera o simplemente parques o plazas frecuentados por personas que el reclutador considere con Internet Investigadores de las Fuerzas de Seguridad y expertos académicos en el terrorismo yihadista consultados por esta revista afirman que Internet es una poderosa herramienta de reclutamiento. La mayoría de grupos terroristas islamistas son muy conscientes de ese poder y realizan notorios esfuerzos para crear materiales audiovisuales susceptibles © EFE potencial suficiente para su labor. También son propicios los ambientes de las prisiones y centros de menores y centros de estancia temporal de inmigrantes. Respecto a las prisiones y lugares de detención, varios estudios elaborados en el ámbito de la Unión Europea indican que algunos entornos penitenciarios corren el riesgo de convertirse en un terreno fértil para la radicalización y el reclutamiento. Los detenidos extremistas pueden aprovechar los sentimientos de frustración, la soledad o incluso el aburrimiento para inculcar una visión del mundo violenta y antidemocrática a sus compañeros de celda, que a menudo presentan un pasado antisocial o violento. En algunos casos, pueden incluso conseguir nuevos reclutas entre los presos. Las crisis de identidad que causan los largos periodos en prisión o el deseo de encontrar la redención de errores pasados pueden hacer que los detenidos se conviertan en personas particularmente vulnerables al acercamiento de extremistas que les ofrecen una ideología simplista que permite que resuelvan todos sus problemas en el momento. Como dice el profesor de la Universidad de Granada, Javier Jordán, experto en esta materia: "La afinidad hacia personas del mismo origen nacional y cultural, como es el caso de los presos procedentes de Marruecos, Argelia u otros países de mayoría musulmana, y la consiguiente formación de grupos cerrados de carácter étnico-religioso en las cárceles europeas y españolas, puede ser utilizada –y, de hecho, lo ha sido– como un factor favorable a la captación yihadista. Personajes como el difunto Abu Musab al-Zarqawi, Richard Reid (más conocido como el terrorista del zapato) o Jamal Ahmidan, uno de los líderes del 11-M, se convirtieron al yihadismo durante su estancia en prisión. Las prisiones españolas también han sido escenario de procesos de radicalización y reclutamiento, el caso más conocido fue la operación antiterrorista NOVA, realizada en octubre y noviembre de 2004 contra un grupo creado en varias prisiones. La red estaba compuesta por antiguos militantes del GIA argelino que había logrado captar a nuevos simpatizantes musulmanes durante su estancia en la prisión. de ser cargados en la Red. Al Qaeda cuenta con su propia productora: As Sahab (las nubes) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) con la suya: Al-Andalus. Llama la atención que en numerosas ocasiones estas productoras asumen el riesgo de ser detectadas y abatidas por las Fuerzas de Seguridad al permanecer en el lugar de una acción terrorista concreta con intención de grabar imágenes de la misma, unas imágenes cuanto más explícitas y sangrientas, mejor. En un principio, esas imágenes se difundían mediante cintas de vídeo que se visionaban en ambientes más bien cerrados-privados; pero el enorme poder de difusión de Internet y las dificultades para su control y restricción le han convertido en un instrumento verdaderamente idóneo para los fines del terrorismo yihadista, concretamente en sus labores de reclutamiento y captación. Prueba de la preocupación por la comunicación a sus fieles seguidores es que, en muchas ocasiones, esas imágenes cuentan con una edición y producción de calidad, visualmente muy atractivas y acompañadas de músicas y sonido muy sugestivos, eso sí, desde el punto de vista musulmán. También se graban entrenamientos de combate, homenajes y loas a suicidas, sesiones de adoctrinamiento, castigos y ejecuciones, fabricación de explosivos, preparación de atentados, sermones, comunicados y un largo etcétera. Como complemento a esta labor de información están los foros, chats y otros lugares sociales que alberga la Red, más o menos accesibles, en los que, aparte de poder descargarse el material antes descrito, es posible comunicarse e interactuar con otras personas, lo que incrementa su peligrosidad. n FVT ACTUALIDAD / 29