20150327_MAEC_CSNU_NY - Ministerio de Asuntos

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INTERVENCIÓN DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE
COOPERACIÓN DE ESPAÑA EN EL DEBATE ABIERTO DE ALTO NIVEL EN EL
CONSEJO DE SEGURIDAD DE NACIONES UNIDAS (27-03-15)
LAS VICTIMAS DE ATAQUES POR RAZONES ETNICAS O RELIGIOSAS EN
ORIENTE MEDIO
Señor Presidente,
Esta es la primera vez que participo en un debate abierto del
Consejo de Seguridad desde que España ingresó como miembro no
permanente el pasado 1 de enero. La ocasión lo merece. El asunto
que nos trae hoy aquí es de extrema gravedad.
1.- Emoción y respeto hacia las víctimas
Mis primeras palabras son de emoción y respeto. Me han
conmovido los testimonios que hemos escuchado. Resonarán
durante años en esta sala. Son las voces de personas de bien,
inmunes al odio y al deseo de venganza. Son palabras de
fraternidad que se contraponen al acoso insoportable, al dolor por el
daño irreparable y a las humillaciones recibidas. Son voces que
hablan en nombre de ancianos, de hombres, de mujeres y niños
perseguidos, expulsados de sus tierras o masacrados; de
habitantes de ese Oriente Medio que es cuna de civilizaciones y
fuente de espiritualidad y sabiduría; de una región que es
patrimonio de toda la humanidad y que hoy, más que nunca, está
siendo martirizada por el desprecio más absoluto a la vida y a la
dignidad humana.
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Vuestro sufrimiento no nos es indiferente. Vuestra presencia hoy
aquí, en las Naciones Unidas, nos dignifica, nos humaniza y nos
hace más fuertes. Os debemos admiración y gratitud. Encarnáis lo
mejor de la condición humana. En el nombre de España, a quien
me honro hoy en representar, de su Rey y de su pueblo, quiero
hacer llegar un abrazo fraternal y lleno de afecto a todos y cada uno
de los miembros de las comunidades que representáis.
2.- No identificar Islam y yihadismo. No es un conflicto de
civilizaciones
Permítanme que lance una pregunta: ¿cuál es la razón de este
debate? Creo que el motivo es que corremos el riesgo cierto de que
ese Oriente Próximo rico y plural desaparezca.
Oriente Medio es algo más que un espacio geoestratégico de primer
orden. Es también un crisol de razas, culturas y creencias. Es la
cuna de las tres grandes religiones monoteístas que practican la
mayoría de los habitantes del planeta. Pero es también la región
que vio nacer el yazidismo, la fe bahai, el drusismo, el ismailismo o
el mandeanismo. Mucho antes, la región fue testigo del auge del
zoroastrismo, el maniqueísmo o el mitraísmo.
El terrorismo yihadista amenaza con aniquilar esa diversidad que es
consustancial a la región. De igual manera que manifestamos sin
reservas nuestro más firme rechazo y condena del terrorismo
yihadista, no podemos ni debemos permitir que éste se confunda
con el Islam. El yihadismo ha manipulado y retorcido el mensaje del
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Islam, lo ha secuestrado para crear una ideología violenta, cruel,
totalitaria, opresiva y expansiva. Es más, la aplastante mayoría de
víctimas del terror yihadista es musulmana.
El combate contra el terrorismo
yihadista no es una
manifestación de un conflicto entre el Islam y Occidente. No se
trata tampoco de un choque de civilizaciones, sino
enfrentamiento
entre
la
civilización,
con
de un
todas
sus
manifestaciones de libertad, creatividad y diversidad, y la barbarie
uniforme, que aspira a reducir al individuo a objeto sometido a la
brutalidad. Así de simple; así de atroz.
Planteado en estos términos, el debate no afecta solamente a los
individuos que habitan en Oriente Medio, sino a todos y cada
uno de nosotros.
3.- La necesidad de acción
La Presidencia francesa del Consejo ha tenido un gran acierto al
convocarnos a este debate. No sólo resulta oportuno. Es también
una obligación moral y política. No podemos conformarnos con
exteriorizar nuestra indignación o expresar nuestro pesar por tantos
y tan graves crímenes. Las víctimas y el conjunto de la comunidad
internacional esperan de este Consejo que actúe con unidad,
determinación e inteligencia contra la barbarie y el odio. Lo
venimos haciendo. La cita de hoy debe constituir un nuevo paso
decidido en ese empeño.
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4.- Apoyo español al Secretario General y a NNUU
Señor Presidente,
Quiero expresar el pleno apoyo de España a la importante
declaración del Secretario General, Sr. Ban Ki-moon. Suscribo su
intervención en su integridad. Las pautas que nos marca son
certeras y necesarias. La lacra terrorista debe ser combatida en
múltiples frentes. Debemos esforzarnos más en prevenir la
radicalización y el reclutamiento de jóvenes. Es imprescindible
contrarrestar las falsedades del discurso de los terroristas. Hay que
ahogar sus fuentes de financiación. Debemos promover la
concordia entre personas y comunidades de distintos credos. El
plan de acción que nos ha presentado, Sr. Secretario General,
contiene
orientaciones
para
el
conjunto
de
la
comunidad
internacional. Nos corresponde a todos trabajar su aplicación y muy especialmente a este Consejo- velar por su cumplimiento.
5.- Lo que España ha hecho
Señor Presidente,
Para España el tema que hoy abordamos tiene carácter de
prioridad absoluta. En primer lugar, porque hemos vivido en carne
propia el azote del terrorismo. Conocemos bien el sufrimiento de las
víctimas. Sabemos de la importancia de escuchar su voz en
cualquier estrategia de lucha contra el terror.
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En segundo lugar, porque España ha hecho de la protección y la
promoción de los Derechos Humanos, de la responsabilidad de
proteger y de la lucha contra el terrorismo, ejes esenciales de su
acción exterior.
La experiencia y la eficacia aconsejan adoptar un enfoque
multidisciplinar, que aborde también las causas profundas de la
barbarie y la sinrazón. España promueve diversas acciones en el
marco de su política exterior para fomentar la comprensión
intercultural e interreligiosa. La Alianza de Civilizaciones es un
instrumento de diálogo entre religiones y pueblos en la lucha contra
el
radicalismo.
Somos
también
cofundadores
Internacional Rey Abdullah Bin Abdulaziz
del
Centro
para el Diálogo
Interreligioso e Intercultural (KAICIID). Es urgente que ambas
iniciativas desplieguen su gran potencial.
El sistema de las Naciones Unidas debe incorporar estas
cuestiones a su trabajo diario y de manera transversal.
Precisamente, en el último Foro de la Alianza de Civilizaciones, que
tuvo lugar en Bali el pasado mes de septiembre, hice una serie de
propuestas que creo pertinente recordar también en esta sede.
Propuse la creación de una “Plataforma de Líderes Religiosos
por la paz” en las zonas de conflicto donde es más urgente actuar:
en Siria, en Israel-Palestina o en Iraq. La Religión debe ser
constructora de paz.
Propuse también la creación de un Equipo de Mediadores
expertos en cuestiones interculturales e interreligiosas que
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puedan ser desplegados en apoyo de los esfuerzos de mediación,
negociación y diálogo de los Enviados de Naciones Unidas, de las
Misiones políticas sobre el terreno y de los Coordinadores
Residentes de NNUU.
Sugerí la inclusión de Expertos en aspectos Interculturales e
Interreligiosos en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz
de Naciones Unidas. La difícil transición del conflicto a la paz
requiere operaciones multidimensionales que se adapten a los
nuevos retos y realidades políticas.
Por último, considero que la agenda de la Consolidación de la
Paz, estrechamente unida a la idea de reconciliación, y actualmente
en revisión, debe incorporar también los aspectos de diálogo
intercultural e interreligioso.
6.- Propuesta de creación de Representante Especial y de un
mecanismo
jurisdiccional
internacional
que
juzgue
crímenes
extremismo violento.
Sr. Presidente
Ha llegado el momento de abrir una nueva etapa en la lucha
contra el terror y el extremismo violento.
Nuestro enfoque debe ser global, audaz, flexible y plenamente
respetuoso con los derechos humanos y los valores y principios
más sagrados para la humanidad.
Debemos poner los medios para que no queden impunes los
crímenes y los abusos masivos de los derechos fundamentales y
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sentar unas bases sólidas que hagan posible la rendición de
cuentas de sus autores. Debemos también cauterizar desde su
fuente la hemorragia que el fanatismo ha provocado en muchas
sociedades. Hay que combatir las mentiras y la manipulación con la
verdad, la ignorancia con la educación y promover una activa
campaña para desenmascarar el extremismo.
Quiero, en este sentido, hacer dos propuestas claras y concretas:
 Pedimos al Secretario General que ponga en práctica sin
dilación el plan de acción que nos ha presentado. Someto
además a su consideración que designe, en el seno de su
Secretaría y dentro de los recursos existentes, a un
Representante Especial que tenga por mandato la Lucha
contra el Extremismo Violento. Este Representante podría
impulsar en su nombre la coordinación de políticas contra el
fanatismo y el extremismo que alimentan el terror. Debería
trabajar en estrecha coordinación con el Alto Representante
para la iniciativa de las Naciones Unidas de la Alianza de
Civilizaciones y tener en cuenta su valioso acervo.
 Proponemos
también
la
creación
de
un
mecanismo
jurisdiccional internacional especializado para enjuiciar
los crímenes cometidos por el extremismo violento. El
objetivo de hacer justicia y luchar contra la impunidad es
irrenunciable, tal como pone de relieve la resolución 2170
(2014) de este Consejo en su párrafo dispositivo número 3.
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Señor Presidente,
Concluyo ya, y lo hago agradeciéndole, una vez más, la
convocatoria de este Debate. Estamos ante un conflicto entre el
totalitarismo uniformizante y la humanidad plural; entre la
intolerancia y los valores del preámbulo, los propósitos y principios
de la Carta de las Naciones Unidas. Nuestro compromiso debe ser
total, porque total es el carácter de la amenaza que enfrentamos.
Alguien debe detener esta locura. Y ese alguien somos nosotros,
las Naciones Unidas. Pueden ustedes contar con la plena
disposición de España en esa tarea.
Muchas gracias.
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