El Prometeo americano: triunfo y tragedia de J. Robert Oppenheimer

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Torre de marfil
El Prometeo americano:
triunfo y tragedia de J. Robert Oppenheimer
Libro escrito por K. Bird and M. J. Sherwin
Comentado por: Sergio Clavijo
P
ara las generaciones criadas con posterioridad a los años sesenta, el nombre
de Robert Oppenheimer (1904-1967) es
mucho menos familiar que el de Einstein,
Nash, Von-Neuman o el mismo Feynman
(1985). Si bien todos estos últimos han
tenido más exposición académica, incluyendo el otorgamiento del premio Nobel
y/o el reconocimiento como genios de las
matemáticas y de la física, el nombre de
Oppenheimer (Oppie, para sus amigos)
ha ido ganando gran relevancia. Como
mínimo, compartía en igualdad de condiciones sus habilidades matemáticas y, por
supuesto, su condición de bipolaridad cerebral, aunque sin caer (afortunadamente)
en los conocidos ataques de esquizofrenia
de Nash (Nasar, 1998).
Este interesante libro de Bird y
Sherwin, sobre la azarosa vida de Oppenheimer, sale a la luz pública en momentos
en los que dos hechos históricos siguen
gravitando como grandes amenazas a la
seguridad mundial: 1) la de los gobiernos
totalitarios; y 2) el posible estallido de
una tercera guerra nuclear.
Con referencia al primer tópico sobre
regímenes autoritarios, el relato de BirdSherwin desnuda lo que fue el drama
de Oppenheimer a la hora de enfrentar
la incesante persecución del Pentágono,
la CIA (bajo el temible Hoover) y los
interrogatorios públicos liderados por el
“inquisidor norteamericano”, el senador
McCarthy (1950-1954). Uno de los relatos más dramáticos tiene que ver con
el juzgamiento público de Oppenheimer,
ante veinte millones de televidentes nor-
teamericanos, en momentos en que se le
perseguía como persona “amenazante de
la seguridad nacional”. En el fondo se le
acusaba de tener supuestas conexiones
con agentes comunistas, lo cual venía
motivado por sus flirteos juveniles con
la oposición izquierdista al régimen del
general Franco en la España de los años
1936-1940.
Oppenheimer, el padre de la bomba
atómica “que salvó a los norteamericanos”
frente a la amenaza de Japón (1941-1945),
fue condenado al ostracismo público y le
fue negada toda información relacionada
con energía atómica a partir de mayo de
1954. La “prueba reina” utilizada por los
“jueces” es que había evidencia de que Oppie había frenado los programas tendientes
a crear la bomba de hidrógeno.
La historia mostraría que esa resultó
ser su decisión más acertada a la hora de
concretar la idea de “fisión” (choque de
átomos) que habían imaginado HahnStrassmann-Bohr en Alemania entre
1939-1941. De haber abandonado la idea
de la “fisión”, mediante el enriquecimiento
de uranio, “el Prometeo” norteamericano
nunca hubiera alcanzado dicha categoría.
Paradójicamente, años atrás el mismo Oppie les había “demostrado” teóricamente
a Fermi y Alvarez que dicha fisión era un
imposible.
Así, Oppie tuvo que superar su misma
incredulidad teórica y aprovechar sus
* K. Bird and M. J. Sherwin (2005), American
Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert
Oppenheimer, A.A. Knopf, New York.
carta financiera
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Torre de marfil
(... Donde Anif se parapeta para escudriñar la Agenda de Investigaciones Económicas)
grandes capacidades gerenciales para llevar a
“feliz” concreción la idea de generar reacciones
atómicas en cadena. Culminaba de esta manera
una larga secuencia de incursiones científicas,
durante más de medio siglo, sobre un mundo
físico-químico hasta entonces desconocido.
Dicha cadena de experimentos había incluido
el descubrimiento de: 1) la radiación (Curie,
1896); 2) el principio de la relatividad entre
la energía y la masa (Einstein, 1905); la fisión
atómica (Bohr, 1920) y la reacción atómica
(Oppenheimer, 1946).
A esta carrera había dedicado Oppenheimer
toda su vida profesional, desde sus inicios como
químico de Harvard (1925), a donde llegó como
valedictorian y de donde se graduó summa cum
laude. De allí prosiguió a estudiar física en Cambridge (1926), donde cayó en cuenta de que la
parte experimental le
Oppie le había dedicado buena aburría terriblemente
y que su habilidad
parte de su vida al gobierno
estaba en la conceptualización de la fínorteamericano al organizar
sica-química posible.
el Proyecto Manhattan
De hecho, la física teó(1942-1945), incluyendo la
rica tampoco le atraía
y, cuando conoció a
creación y conducción del
en Princeton
complejo militar de Los Alamos Einstein
(1927), concluyó que
en Nuevo México. Gracias
Einstein estaba algo
loco (según Oppie
al éxito de dicho proyecto,
Einstein era cuckoo,
Estados Unidos pasó a
aunque claramente
liderar el manejo nuclear.
la historia concluiría
que el del cockyness
era Oppie).
La carrera de Oppie se salvó al encontrar en
la escuela alemana de Gottingen la cuna posnewtoniana de la física quántica (impulsada por
Born, Heisenberg, Pauli y Fermi), totalmente
aplicada y donde Oppie pudo desplegar su inteligencia conceptual. Claramente el talento de
Oppie era más verbal-conceptual (a la Bohr),
que matemático o experimental. Su doctorado
culminó en Gottingen (1926), pero el grueso
de su carrera académica la haría entre Berkeley
y Caltech (1927-1942). En cambio su carrera
como político y activista contra al armamentismo
nuclear la haría como director del famoso Instituto de Princeton (1947-1966). Allí se rodearía
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de físicos de la talla de Einstein, Von Neuman,
Feynman; además de figuras humanísticas como
Toynbee, Berlín o Eliot.
En lo referente al juzgamiento político de
Oppenheimer (por haber posado de “rojo” en
sus años mozos), actuaron en contra de él (ni
más ni menos que) el presidente Eisenhower,
su vicepresidente Nixon y el estamento militar.
Paradójicamente, Oppie le había dedicado buena
parte de su vida al gobierno norteamericano al
organizar el Proyecto Manhattan (1942-1945),
incluyendo la creación y conducción del complejo
militar de Los Alamos en Nuevo México. Gracias
al éxito de dicho proyecto, Estados Unidos pasó
a liderar el manejo nuclear frente a la amenazante
Alemania y, posteriormente, frente a Rusia y
Japón. Defendieron a Oppie personajes como
Einstein (aunque poco lo estimaba, a pesar de su
cercanía en Princeton) y la comunidad académica
en general.
Con relación a la amenaza nuclear, la principal
virtud de este relato tiene que ver con la forma
como Estados Unidos intentó crear a través de
la Naciones Unidas un estamento de control al
armamentismo nuclear, sabiendo de antemano
que dicha tecnología pronto se diseminaría. La
ingenua idea de Estados Unidos de controlar el
poderío armamentista a través de las Naciones
Unidas pronto fracasaría.
Si bien el mundo se siente más tranquilo
desde la finalización de la llamada “guerra fría”
(en 1989-1991), la verdad es que prevalece la
amenaza de científicos que a nivel individual
todavía comercian uranio enriquecido desde
Rusia o Pakistán, tal como lo acaban de reportar
los medios a principios de mayo de 2007 (The
Economist, 2007). La relevancia de la historia
de Oppenheimer, el “Prometeo americano” que
“chamuscó” la CIA políticamente, sigue tan viva
como la energía nuclear.
Referencias Bibliográficas
Bird, K. and Sherwin M. J. (2005), American Prometheus:
The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer, A.A.
Knopf, New York.
Feynman, R. (1985), Surely You Are Jocking Mr. Feynman:
Auto-Biography, W.W. Norton.
Nasar, S. (1998), A Beautiful Mind: A Biography of John F.
Nash, Simon & Schuster.
The Economist (2007), “Nuclear Proliferation: An Awfull
Certainty”, May 12th.
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