Para vivir la vida dignamente Rosalía Correa Young Cali Visible-Javeriana Cali Noviembre 2010 Es de reconocer el profesionalismo de nuestro director de Hacienda y su equipo de trabajo para presentar al Concejo y a la Ciudadanía un nítido y bien estructurado documento de 172 páginas sobre el “proyecto de Acuerdo del Presupuesto 2011”. Claridad y calidad conceptual y normativa que podría calificar para un curso universitario de Gestión Financiera. Pero después de esta alabanza vienen las incógnitas y las preguntas sobre la viabilidad financiera para cumplirle a la ciudad los propósitos del Plan de Desarrollo. Por una parte el Alcalde. Posiblemente sobredimensionó los ingresos propios. Del presupuesto para inversión son el 11.5%; el resto -88.5%-, el paquete de destinación específica: Sistema general de participación, transferencias del departamento, Fondo de solidaridad Fosyga, ETESA, Convenio Dagma. CVC, y otros de menor cuantía, sobre los que el Municipio no decide. Por esa razón, el presupuesto con recursos propios para disminuir la pobreza mediante Cali es nuestra gente es el 2%; Cali es Vida, dirigido a la seguridad ciudadana, en momentos en que la policía Metropolitana reclama 13 mil millones, es 0.95%; Cali emprendedora e innovadora para promover empleo y oportunidades innovadoras es 0.15%. Los rubros más representativos son Cali saludable y educadora 44% porque aquí se concentran los ingresos con destinación específica y Cali en movimiento o Megaobras -15%-, financiadas mediante la contribución de valorización. Por otra parte la ciudadanía caleña no parece contar con capacidad de pago. Según la exposición de motivos del Proyecto de Acuerdo, el 56% de los caleños están inscritos en el SISBEN, los ingresos tributarios per capita son $264.650 anuales, al 2009 Cali había recibido 13 familias desplazadas por día. Entonces, por más esfuerzo fiscal que haga la Administración, por más rebaja de intereses (70%) a los deudores morosos, como lo propone el proyecto de acuerdo 166, es poco lo que logra. Seguramente hay estrato seis y cinco beneficiado de este descuento y dueños de lotes de engorde, pero el 3 el 2 y el 1, no responden al llamado, menos aún si viven del asistencialismo que montó el Estado con los subsidios.