posibilidades expresivas y musicales como potenciadores en la

Anuncio
POSIBILIDADES EXPRESIVAS Y MUSICALES COMO
POTENCIADORES EN LA FORMACION DE COMPETENCIAS EN
LOS NIÑOS Y NIÑAS DE CERO A CINCO AÑOS
CONSIDERACIONES INICIALES
Una sociedad como la nuestra que tiene como fin formar un hombre armónico
y multifacéticamente desarrollado, no puede preparar al hombre para la vida
social alejado del desarrollo expresivo, ya que la necesidad de vivir lleva
implícita la necesidad de la comunicación e interacción.
El independentista puertorriqueño Eugenio María de Hostos expresa que: "Los
Centros Infantiles deben tener por fin el proveer a la infancia el desarrollo
expresivo y musical por igual y con consideración de género además de o junto
a la educación moral y cognoscitiva que son indispensables para el desarrollo
normal de la razón y de la afectividad como potenciadores del desarrollo de
competencias".
A nivel internacional son muy diversas las medidas adoptadas para lograr una
mayor integración entre la educación y el desarrollo de la expresividad en los
planes de estudio, que abarcan prácticamente todos los aspectos de la
educación.
Los resultados, aplicados en regiones y diversos centros educacionales, asi
como sus experiencias, sirven de punto de partida para lograr una verdadera
escuela integrada a la vida, que ofrezca a los estudiantes una preparación con la
cual se puedan enfrentar a los múltiples problemas del mundo contemporáneo.
"El hombre ha creído y aceptado la idea de que el sonido era una fuerza
cósmica, presente en el comienzo del mundo y que tomó luego la forma
verbal."
Hay muchas leyendas referidas al sonido y a la creación del universo: para los
egipcios, el dios Toth creó el mundo sólo con su VOZ; para los persas e
hindúes también fue una sustancia acústica la que dio origen al universo. Los
babilonios y los griegos relacionaban el sonido con el cosmos; para el hombre
primitivo el sonido tenía origen sobrenatural, era algo incomprensible,
misterioso, mágico. La imitación de los sonidos, primero con su voz y luego
con un instrumento era una forma de identificarse con el medio en que
habitaba.
Poco a poco dicha imitación llegó a ser música con una forma y expresión
propia, evolucionando más tarde a través de las diversas civilizaciones y
culturas.
En las antiguas civilizaciones se creía que cada ser vivo o muerto tenía su
propio sonido o canción secreta y cuando un hombre enfermaba los médicos
brujos trataban de descubrirlos para poder curar por su intermedio y, además,
ese sonido o canción tenía cierta relación o parecido con la voz del enfermo.
Tanto la música como el lenguaje tienen como elemento constitutivo el sonido
pues ambos, son la resultante de una combinación sonora y poseen los mismos
atributos: en ellos existe un ritmo, hay pausas, hay variación de intensidad y de
velocidad. Estas cualidades caracterizan el estilo de la música así como la
forma de expresarse distingue a cada persona de las demás.
Música y lenguaje son formas de expresión y de comunicación creadas por el
ser humano; por lo tanto para el hombre, la música es un lenguaje tan natural
como su propio idioma. El niño debiera utilizar la música tan naturalmente
como lo hace con su propia lengua; pudiendo llegar a ser para él como otro
idioma, en este caso, de valor universal.
La música no requiere traducción, para ella no hay fronteras; puede ser
escuchada y comprendida por individuos de diferentes razas, de distintos
países, de costumbres opuestas.
Aunque cada época de la humanidad se haya reflejado en su música, aunque
cada país tenga su propio folklore, su código es universal y sobrevive al paso
del tiempo.
El mundo está lleno de sonidos pues el silencio total no existe.
Desde el punto de vista físico, el sonido es la vibración, que se propaga, de un
cuerpo sonoro. En música, los instrumentos musicales son la fuente sonora; en
el lenguaje son los órganos de la fonación. Tanto la música como el lenguaje
tienen su propio código que permite elaborar sus producciones. En la una los
sonidos están representados por las notas; en el otro por las letras y las
palabras. Ambos son producto de la mente humana que ordena y da forma a los
sonidos.
Según Violeta H. de Gainza, las etapas que se suceden en el desarrollo del
lenguaje musical son similares a las del aprendizaje del idioma: ambos se
inician con un balbuceo en el que el habla y el canto se confunden. En las
primeras emisiones vocales hay un canturreo, una cierta melodía.
LA MADRE Y EL NIÑO/NIÑA.Mc Carthy y Merani dicen que " primer vagido preludia la palabra" y hasta
podría aceptarse que el lenguaje entonado precede al lenguaje articulado.
Los niños manifiestan interés por los sonidos desde muy pequeños y los
reproducen con bastante precisión. Este tema está ampliamente fundamentado,
y es el punto de partida de las actividades musicales que se indicarán para el
nivel que están íntimamente relacionadas con la estructuración y el aprendizaje
de la lengua.
Para el hombre actual, la música es un producto complejo, terminado y
formado por muchos elementos reunidos y en estado de relación temporal
siempre cambiante.
Ya no se pone en duda la importancia que reviste la educación musical en el
desarrollo integral del niño y en la formación de su personalidad. Por lo tanto
cuánto más tempranamente se establezca la relación del niño con la música,
más favorecido se verá su desarrollo. Para comprender el por qué de la
inclusión de la música dentro de las experiencias educativas del centro infantil
hay que referirse a las primeras reacciones del niño frente al fenómeno musical;
y al hablar de las primeras reacciones, se señalan no sólo las del recién nacido,
sino también las del feto.
La base de la relación del ritmo y del ser humano debe buscarse en el contacto
sonoro del feto con los latidos cardíacos de la madre, que acompañan al óvulo
ya fecundado durante nueve meses.
Se sabe que el feto percibe sonidos a partir del sexto mes de gestación: no sólo
los latidos cardíacos ya citados, sino también ruidos intestinales y algunos
sonidos del exterior si son suficientemente intensos. Pero sin duda hay que
hablar aquí de percepción táctil y no auditiva a pesar de que estas primeras
impresiones básicas son el punto de partida de la comunicación sonora del
hombre.
Edgar Willems transcribe en su libro Introducción a la Música terapia, parte de
un artículo del diario France Dimanche N0 1047 titulado Lo que el niña aprende
en el vientre de su madre, según el cual "a partir del tercer mes, el futuro bebé
ya conoce el ruido. Es sensible a la voz de su madre, más tranquila o más
violenta. Un embrión de tres meses reacciona igualmente, ante los ruidos que
provienen del exterior y esta facultad se acrecienta hasta el momento del
nacimiento".
Forbes y Forbes relatan la siguiente experiencia:
"Treinta días antes del nacimiento de su hijo, una mujer se hallaba sumergida
en una bañera metálica llena de agua caliente. Su hijo mayor estaba jugando al
lado y golpeó accidentalmente el costado de la bañera; inmediatamente la
madre sintió una brusca sacudida del feto, muy diferente a las que
frecuentemente realizaba con sus miembros. Días más tarde, un observador
golpeó nuevamente la bañera y el feto volvió a reaccionar observándose una
pronunciada saliente en el abdomen de la madre".
En textos especializados también se hace referencia a la madre pianista que al
llegar al sexto mes de embarazo debió abandonar la práctica del instrumento
por las continuas sacudidas del feto.
Otro caso que se conoce es el de una madre en avanzado estado de gravidez
que debió abandonar una sala de conciertos pues los movimientos del feto le
resultaban insoportables; agregando en su relato que se trataba de una ejecución
orquestal con gran participación de la percusión.
Otra madre que vivió con mucha angustia y ansiedad la última época de su
embarazo, sólo se tranquilizaba cuando escuchaba la música de "Madame
Butterfly". Cuando nació su niño comprobó que su llanto se calmaba al
escuchar esta música.
Los investigadores dedicados a las reacciones del recién nacido frente a los
estímulos auditivos no tienen aún una opinión coincidente, pero
indudablemente aceptan la existencia de dicha sensibilidad; más aún, han
confirmado la existencia de la sensibilidad auditiva del neonato.
Según Byran-Kofka algunos niños parecen escuchar el sonido de las voces
antes del décimo día. Buhler dice que un niño de dos meses vuelve la cabeza si
se mueve un sonajero a 45 cm. de su cabeza.
En cuanto a las respuestas a estímulos auditivos en fetos intrauterinos, también
Brakrenridge y Murph coinciden en que el sonido provoca ciertas reacciones
reflejas o una actividad general en el cuerpo relacionadas con la intensidad y
duración del mismo.
Los movimientos rítmicos de succión del recién nacido están en íntima relación
con sus propios latidos cardíacos: sí éstos se aceleran, se va a acelerar también
el ritmo de succión y si por el contrario disminuye la frecuencia del latido
cardíaco, también disminuirá el ritmo de succión.
Se ha observado que el niño mama más tranquilo y calma su llanto más
fácilmente si come del lado del pecho donde pueda sentir más claramente los
latidos cardíacos de su madre.
Hay otro elemento decisivo a considerar, no sólo en el niño sino también en el
adulto: el reconocimiento de la voz de la madre. Esta es una experiencia total,
única y primera; se asocia con la gratificación oral, el arrullo, el balbuceo, el
calor de sus brazos, la somnolencia satisfactoria después de recibir el alimento.
Si hay un temprano contacto del niño con la música y se acepta su influencia
definitiva en su futuro desarrollo como individuo; si dicho contacto llega a
constituirse en parte integrante de ese ser; y si de esa relación dependerán su
gusto por la música, su sensibilidad musical y su placer por una participación
activa en esa manifestación artística, entonces es de fundamental importancia
darle prioridad a esa primera relación "sonido-ser humano".
Indudablemente las posibilidades de que el ser humano llegue a una actividad
musical plena y real dependerá de innumerables factores concurrentes en el
transcurso de su evolución como individuo. Pero los adultos que rodeen al
recién nacido deben estar informados del papel que les corresponde en todo lo
relacionado con la música y el niño para estimularlo y enriquecerlo.
La experiencia que sufre el niño en el momento de nacer ha sido motivo de
serias polémicas que llevaron a crear nuevos procedimientos para evitar el
cambio brusco que debe vivir en el momento del parto. De la oscuridad pasa a
la luz; de la nutrición y oxigenación a través de la madre pasa a la dependencia
alimentaria y a la autorregulación de su respiración; del silencio casi absoluto,
pasa a un ambiente pleno de sonoridades.
Todo es tan variado, distinto e imponderable según los casos, que difícilmente
se puede prever y controlar. La situación también difiere según ocurra el parto
en la ciudad o en el campo, en un sanatorio o en un hospital, en la montaña o en
un país cálido, sin dejar de lado la condición socioeconómica del hogar.
Pero en todos los casos hay algo en común y es, la infinita gama de elementos
ambientales que recibe el niño: luz, frío, calor, aire, sonidos, voces, manos que
lo toman, agua que roza su piel.
Ese entorno estimula en el niño sus facultades, que tienen estrecha relación con
su futura formación musical. Y aunque tos adultos que rodean al bebe no se lo
propongan, ya ha comenzado su iniciación musical en el momento de nacer; y
quizás, antes.
Un niño llega al mundo con un cuerpo para mover, un ritmo en sus funciones,
un aparato de fonación listo para emitir sonidos y oído preparado para
escuchar. Desde ese momento comienza a expresarse con su voz y con su
cuerpo, con sonidos y movimientos.
Ese ser tiene un capital para aprovechar e incrementar; es decir potencialidades
que el hogar, en primer término y luego el centro infantil desarrollarán. El niño
ya está listo para crecer musicalmente y así como las adultos conocen sus
necesidades y se ocupan de su alimentación, de su descanso e higiene, también
podrían iniciarlo musicalmente si supieran la importancia que reviste en su
desarrollo.
La música es una experiencia creadora que contribuye a descubrir y desarrollar
todas las facultades del individuo, ya que la educación musical incide por igual
en lo afectivo, en lo corporal y en lo cognoscitivo.
Por lo tanto, cuando la maestra incluye la música en el programa diario para
lograr que el niño se duerma con su arrullo, para que juegue con ella, para que
se mueva su cuerpo, está tácitamente proponiéndose que llegue a conocerla y a
disfrutar de ella favoreciendo además su desarrollo integral.
Se conocen experiencias y estadísticas de grupos de niños que se desempeñaron
más brillantemente en su ciclo escolar por haber recibido una educación
musical frecuente y periódica, que otros que no la tuvieron.
Todo niño/niña posee la dosis media de aptitudes musicales como para intentar
su acercamiento a la música. No es cierto ni definitivo que haya individuos con
aptitudes musicales y otros que no las tengan; lo que realmente ocurre es que
unos tienen ocasión de desarrollar ciertas facultades que están en íntima
relación con la música y gracias a eso se acercan a ella.
La aptitud musical es y ha sido un tema de grandes controversias y no debe
confundirse con la sensibilidad musical. Estas son facultades que permiten al
individuo tener una reacción placentera ante el fenómeno musical.
Se puede afirmar que no existe un niño sano que no disfrute participando en un
grupo que trabaja activamente con la música. Además no se debe resolver sobre
la capacidad musical de un niño juzgando su canto o su afinación, como ocurre
frecuentemente, ya que sería incorrecto, injusto y sin fundamento. Este
proceder evidencia un total desconocimiento de la música y del niño. El origen
de la desafinación puede ser tanto un problema orgánico (auditivo o vocal)
como psíquico. Los psicólogos y los músicos coinciden en que la sensibilidad
musical se basa en una respuesta emocional y que no puede ser medida
científicamente.
Por otra parte el desarrollo inteligente está íntimamente relacionado con el
desarrollo perceptivo, de manera que la música influye en lo cognoscitivo pero
también se relaciona con lo motriz, lo táctil y lo visual.
La música o el sonido como partícula generadora de la música forman parte de
la vida del niño desde que nace pues éste recibe música a través de su madre y
de otros adultos que lo rodean que, de ese modo, le transmiten afecto y
seguridad con juegos, arrullos o expresiones vocales cantadas.
Todos los actos motores bien coordinados están regidos por el ritmo: si no hay
ritmo no puede haber coordinación motriz. El hecho de que tanto le música
como el lenguaje posean ritmo es de capital importancia para la planificación
de las actividades en el Centro Infantil, y será la base sobre la que se apoyarán
un gran número de ellas.
Hay que diferenciar y analizar el ritmo musical, como base física del ritmo y el
ritmo sonoro, musical, que es de naturaleza fisiológica-afectiva por su doble
condición de ritmo y sonido.
El ritmo es sonoro por la percusión de las manos, el objeto o el instrumento que
se golpee. El ritmo pre-musical es de orden fisiológico; está en íntima relación
con las funciones del ser humano y de allí surge su acción directa sobre todos
los aspectos de la vida vegetativa: la respiración, la circulación, la digestión, sin
olvidar los movimientos del cuerpo. Las raíces más profundas del ritmo se
encuentran en los fenómenos de la vida vegetativa, en las funciones; por eso se
lo denomina ritmo fisiológico.
Todo esto se lleva a cabo sin la participación de la conciencia reflexiva del ser
humano, pero puede ser estimulado y enriquecido por la afectividad, pues las
funciones vegetativas son autónomas.
El ritmo fisiológico está en el niño aún antes de nacer y en ese momento se
exterioriza a través de sus primaras manifestaciones vocales y corporales.
En cambio el ritmo musical o sonoro, está en relación con la vida afectiva del
individuo. Es interesante observar cómo los ritmos de percusión incitan al
movimiento, a la danza o a la marcha.
En la macumba el ritmo sonoro llega a producir un efecto de encantamiento, de
insensibilidad, que llega a la disociación de la conciencia; eso ocurre entre los
grupos de Haití cuando realizan la macumba haitiana; un caso similar es el
candombe brasileño y la batucada de Angola. La música negra, como todo el
arte negro, tiene una profunda base fisiológica.
Los dos elementos fundamentales del ritmo son: la duración y la intensidad y es
este último aspecto el que lo acerca al dominio afectivo, sin olvidar su
importancia tanto en el desarrollo psicomotor como en el cognoscitivo, es
decir, en lo relativo a las funciones de la inteligencia.
Por lo tanto, será a través de los juegos rítmico-musicales y de la palabra que se
ejercitará y desarrollará este aspecto prioritario en la vida del individuo. Un
niño con problemas psicomotores acusará perturbaciones en el lenguaje y
alteraciones en su ritmo. La maestra puede planificar su tarea con un
tratamiento preventivo pera que el desarrollo de las facultades de sus niños no
se vea detenido ni perturbado.
La experiencia ha demostrado que las ejercitaciones sobre la base de juegos
rítmico-corporales contribuyen a la mejoría de trastornos físicos, emocionales o
de otras patologías. En estos casos es imprescindible la tarea en equipo con el
Pediatra y el Psicólogo y las consultas y observaciones frecuentes favorecerán
el proceso.
Hasta es aconsejable la concurrencia periódica de dichos especialistas a las
clases para que tengan una visión de conjunto de la conducta de los niños; esto
favorecerá la tarea de la maestra que se verá así apoyada y orientada pero que
de ninguna manera, intentaré realizar una terapia ya que ésa sería una función
para lo cual no está preparada. En cambio puede resultar una valiosa
colaboradora para la solución de problemas ya que el niño está durante muchas
horas a su cargo.
Los movimientos mal coordinados llegan a regularizarse a través de sucesivas
ejercitaciones, como puede ser un simple palmoteo y, no es contraproducente
insistir en ellas siempre que se ofrezcan en forma de juegos y la situación
resulte agradable y placentera.
La vivencia corporal de ritmos permitirá que el niño adquiera una mayor
seguridad en sí mismo, hará desaparecer inhibiciones y contribuirá a un mejor
equilibrio de su sistema nervioso y muscular.
El movimiento corporal, lo que se conoce generalmente como gimnasia, se
propone desarrollar los músculos armoniosamente, pero si ese movimiento se
apoya en el ritmo, o está estimulado por él, los resultados abarcarán los centros
musculares, cerebrales y nerviosos.
Para expresarse con claridad a través del lenguaje hablado, el individuo debe
poseer un buen ritmo, natural o adquirido. En consecuencia, la maestra dedicará
especial atención a estas actividades y la música será el vehículo ideal para
cumplimentarlas, ya que reúne la palabra, sonido y movimiento.
Orff dice: "La actividad triple, palabra, sonido y movimiento es en el niño una
propiedad natural".
El ambiente que rodea al niño también tiene un ritmo propio: el horario de su
alimentación, la forma de cambiarle sus pañales, el acunarlo para dormir, el
palmoteo para tranquilizarlo; la forma en que le dan las cucharadas de
alimento.
Las personas que lo atienden, con su actitud y modalidad, contribuyen a crear
un clima tranquilo o ansioso, que el niño recibe a través del trato y que le
imprimirá un sello a su crianza.
No existe un niño sin ritmo, pero si hay niños que no han recibido los estímulos
convenientes para su desarrollo. Por lo tanto, el ritmo no se enseña, está, existe
y hay que favorecer su proceso, hay que enriquecerlo. Son los adultos, los
padres y la maestra los responsables de que esas manifestaciones primeras
vayan evolucionando y lo harán a través de la palabra, las rimas, los juegos y
las canciones.
La primera manifestación sonora del recién nacido es el llanto, el gemido y más
tarde el balbuceo. "La emisión sonora es innata y está dada en cada ser
biológicamente". Ruth Fridman.
Según Bolaffio y Artom, si bien el bebé posee la constitución anatómica
adecuada para emitir sonidos, necesita de su propia estimulación para el
desarrollo vocal y auditivo que comienza en forma de ejercicios reflejos y
prosigue a través de la imitación propia y la del adulto.
Para que los niños pequeños aprovechen la gran posibilidad de imitación vocal
que poseen, los adultos deben estimularlos despertando adecuadamente su
sensorialidad auditiva. Ese puede llegar a ser el punto de partida de la futura
musicalidad infantil. Alfred Lomats determinó que "la fonación depende de la
audición" y las experiencias del doctor Epstein del Instituto Fisiológico de la
Universidad de Berna, demostraron que los fenómenos acústicos ejercen
influencia sobre la facultad visual. Determinado sonido puede hacer que la
facultad visual sea más fina y más amplia.
El balbuceo del lactante se ha definido como una excitación del órgano de la
fonación y es la primera manifestación musical del niño en el período
preverbal.
Los sonidos al principio son muy agudos, pero luego la intensidad disminuye,
baja la altura y más tarde los sonidos se hacen más graves, blandos y tranquilos.
Las sucesivas acomodaciones que realiza el niño con su aparato de fonación
para imitar sus propios sonidos hace que vaya descubriendo otros nuevos.
En el Departamento de Foniatría de la Universidad Charles IV de Praga, se
realizaron investigaciones al respecto y se comprobó que de la uniformidad
sonora del grito, el niño pasa a una expresión vocal con un tono más marcado
con el balbuceo, alrededor de los tres meses y apareciendo entonces, una cierta
musicalidad.
En la República Argentina, la profesora Ruth Fridman que también realizó
investigaciones indagando sobre el origen de la musicalidad del bebé y su
relación con las primeras vocalizaciones dice que: "quizás llegue un momento
en que el lenguaje entonado del bebé, sus primeros vagidos y balbuceos puedan
considerarse el origen de la. actividad musical adulta".
La voz del niño debiera desarrollarse en forma natural y sin perturbaciones pero
muchas veces se ve perjudicada por las influencias del ambiente o la falta de
cuidado. En el proceso del desarrollo humano, la voz mantiene además de su
valor lingüístico, el de la comunicación.
La comunicación a través del idioma materno es una característica común a
todo el grupo familiar y en él intervienen factores hereditarios y adquiridos.
Una familia con buenas disposiciones vocales, musicales, culturales y afectivas,
facilitará el futuro funcionamiento de los órganos de la fonación del niño.
En la actualidad se sabe que la voz infantil no sólo depende de los factores
hereditarios, en lo que hace a la emisión y al timbre, sino también de esas
primeras impresiones y vivencias. En presencia de un niño que sufre una
evidente ronquera habrá que averiguar si alguien en la familia tiene la misma
voz, el mismo defecto, pues el timbre vocal también se adquiere a través de la
imitación.
El niño puede y debe afinar correctamente desde muy pequeño pero por
supuesto para ello necesita el buen ejemplo de los adultos que lo rodean.
Si un niño es capaz de llegar al buen manejo del idioma materno también está
en condiciones de cantar con buena afinación pues ambos procesos son muy
similares. Más aún, antes de los dos años algunos niños pueden cantar breves
canciones aunque su lenguaje no sea perfectamente articulado. También
improvisan melodías cuando juegan y utilizando una frase o una palabra
"inventan" su propia canción.
La maestra y los padres deberían proponerse preservar la voz del niño para que
logre sentir placer al cantar y mejorar su emisión. Para ello hay que cuidar los
órganos de la fonación, pero no utilizando un método de canto sino
protegiéndolos de cualquier daño. La maestra debiera poseer un mínimo de
conocimientos, por lo menos los más elementales respecto al proceso de la
fonación. Es un mecanismo natural pero complejo y ella también debiera cuidar
su voz como quien cuida un don muy preciado, ya que es realmente su
instrumento de trabajo.
Si las personas que rodean al niño pusieran el mismo empeño en hacerlo cantar
como el que ponen en ayudarlo a adquirir el lenguaje, todos llegarían a manejar
con soltura y espontaneidad esta forma de expresión y su sensibilidad se vería
enriquecida y estimulada.
Ese será uno de los objetivos que debe proponerse la maestra del Centro
Infantil: alternar su lenguaje hablado con el canto para que el oído del niño se
vaya acostumbrando a escuchar tanto el uno como el otro.
Lo ideal sería que la evolución del canto y del lenguaje tuvieran un desarrollo
paralelo, más aún, que uno y otro se influenciaran mutuamente y así en el
momento en que un niño estuviera en condiciones de hablar con un lenguaje
bien articulado también pudiera cantar con correcta afinación. Así como los
adultos le dan la mano y lo estimulan a dar sus primeros pasos, también la voz
de ellos le servirá de apoyo para sus primeras entonaciones melódicas propias
del ser humano. Es función de la escuela proveer el material necesario y
verdadero adecuado a las distintas etapas evolutivas del niño para que absorba
y produzca ampliando sus horizontes, enriqueciendo su sensibilidad musical.
A principios del siglo el compositor austriaco-suizo Emile Jaques Dalcroze
siendo profesor del Conservatorio de Música de Ginebra observó que los
alumnos no sentían pero sí intelectualizaban el ritmo musical por lo cual
comenzó a experimentar su método basado en la respiración y la marcha,
tomando como figura básica a la negra . Sus ideas fueron rechazadas por el
Conservatorio pero continuó sus experiencias en cursos privados. Después de
numerosas conferencias y demostraciones la rítmica fue introducida en los
conservatorios de Zurich y Basilea. La rítmica Jacques-Dalcroze nace en los
ritmos naturales del cuerpo humano desarrollándolos y es así que los ritmos
musicales son "vivenciados" manifestándolos a través de movimientos
corporales. Observando de esta manera que el movimiento corporal otorga una
corriente liberadora canalizando la imaginación motora, base del instinto
rítmico-musical.
Un ritmo, para Jaques-Dalcroze es un movimiento o una serie de movimientos
coordinados que forman un todo y que pueden ser repetidos. El menor número
de movimientos que forman un ritmo son dos; y nos da el ejemplo de la
respiración (inspiración-espiración) y la marcha, bases fundamentales de su
método. De este modo se irán incorporando nuevos movimientos músicorítmico-corporales y es así que repetimos lo que muy oportunamente y con
inteligencia dijera una de sus alumnas: "Es como solfear con todo el cuerpo".
Jaques-Dalcroze nos muestra la necesidad de conjunción concreta entre
movimiento-cuerpo - música: musicalización del cuerpo; corporización de la
música.
El camino que inició Jaques-Dalcroze para una positiva renovación de la
educación musical fue proseguido por otros educadores y musicólogos en lo
que va del siglo. Entre los mas importantes destacaremos a Carl Orff,
compositor alemán. Investigador profundo de la música de la antigüedad
encontró a raíz de sus investigaciones una relación profunda entre la infancia de
la cultura y la infancia del ser humano. Es así que creó una metodología
utilizando temas literarios y musicales inspirados en esos principios. Carl Orff
también se basé en el ritmo como principio elemental de la educación musical.
Lo vivencia a través de la palabra con los recitados rítmicos acompañándolos
de gestos sonoros y movimientos corporales para incorporar luego instrumentos
de percusión. El método contiene toda una gama de rimas, refranes,
adivinanzas del folklore infantil adaptable a cada región geográfica. En cuanto
a la melodía, el método toma como punto de partida la 3ra. menor descendente,
intervalo melódico que se entona naturalmente al hablar y que sirvió en las
civilizaciones primitivas como germen de sus melodías. Luego se fueron
incorporando otros sonidos hasta formar la escala pentafónica. Orff considera
que las -canciones construidas sobre esta escala son las que mejor se prestan
para que cada niño encuentre su propia forma de expresión.
Asimismo el método cuenta para esta etapa con un completo instrumental
compuesto de instrumentos de placas, tales como: metalófonos, xilófonos,
sistros, en distintos registros, a los que se agregan algunos instrumentos de
cuerdas como violoncelo y guitarra y también flautas dulces. La parte creativa
tiene vital importancia dado que el -niño participa espontáneamente, improvisa
melodías para las rimas y refranes; crea nuevos ritmos en respuesta a preguntas
rítmicas dadas por el maestro.
Crea en un constante ir y venir de toda su actividad musical. La música es
estudiada también a nivel psicológico por especialistas en este campo. Así
existe una psicología del sonido y del talento musical, y las valoraciones sobre
las funciones psicológicas de la audición musical estableciéndose relaciones
entre la ciencia y la música. Continuador de estas investigaciones es Edgar
Willems, pedagogo belga, residente en Suiza, quien se apoya sobretodo en "la
naturaleza de los elementos fundamentales de la música y en las relaciones de
dichos elementos con la naturaleza humana".
Para que la educación musical basada en principios psicológicos resulte
efectiva ha de conocerse los fundamentos de los elementos que la componen y
sus ordenamientos en relación a la vida del ser humano.
En Argentina se cuenta con prestigiosos educadores que difundieron y
continuaron las nuevas corrientes metodológicas revolucionando el ámbito
músical. Entre todos ellos nombraremos al Profesor Guillermo Graetzer,
difusor y adaptador de la obra didáctica de Carl Orff para Latinoamérica. A la
Sra. Lía de Sirouyan, difusora de la rítmica Jaques-Dalcroze y a la pedagoga
Violeta H. de Gainza, verdadera estudiosa e investigadora, quien ha logrado
integrar elementos de distintos métodos logrando así una dinamización y
sistematización de la educación musical.
ESTRATEGIA METODOLOGICA PARA EL DESARROLLO DE LAS
POSIBILIDADES EXPRESIVAS Y MUSICALES
El niño, ser en formación y perfeccionamiento, necesita la tutela cuidadosa de
sus padres y educadores, responsables de su futuro. La prisa y la exigencia
limitan hoy la acción de la familia. El tiempo escapa escurridizo entre los
múltiples quehaceres y compromisos de la vida moderna. La responsabilidad,
no eludida sino delegada, de la educación de la infancia, recae sobre los
maestros y educadores, cuyo deber invita a la meditación seria y al actuar
eficiente.
La educación exige hoy al maestro que conozca y sepa utilizar las mejores
técnicas y medios disponibles. El continuo progreso de la psicopedagogìa invita
a reconsiderar lo conseguido y adaptar a las circunstancias personales y
ambientales, unidas a la constelación de valores directivos de la sociedad
humana, los procederes y la atención educadora.
El alumno no es un mero componente de una clase, un "algo" registrado con un
numero de matricula. Es una persona en desarrollo, con emociones, afectos,
deseos y peligros. Su ser no es ser objeto, pues lo específicamente humano se
resiste al abordaje extraño y desconsiderado; no es una especie de fósil
metafísico que pueda ser analizado bajo el cristal de los caprichos, es un sujeto
que se resiste a lo injusto y a lo extemporáneo, cuya sensibilidad es más fina y
perspicaz de lo que suele suponerse, y no puede ser apreciado debidamente sólo
por un tipo limitado de procedimientos.
La pedagogìa de hoy sabe esto y procura observar la maravilla que tiene ante sì,
teñida de magia transformadora de un mundo que a los adultos parece siempre
gris. La espontaneidad del niño sintetiza su postura, todavìa no racionalizada,
de ser activo potencial en camino hacia sus lìmites y realizador progresivo de
sus potencialidades. Tenemos ante nosotros un ser especìfico un individuo con
sus peculiaridades y rasgos diferenciales que lo sitùan como ùnico entre la
pluralidad de los seres del universo.
El desarrollo de las posibilidades expresivas y musicales es una fase de
desarrollo de mucha importancia. Lo emocional, lo fìsico, lo social, lo
intelectual, lo afectivo, lo religioso se conjugan en una constelaciòn que influye
definitivamente sobre el norte del futuro adulto. Esta monografìa pretende
brindar a los maestros parvularios un instrumento de consulta en el que constan
los elementos esenciales y sistematizados de la metodologìa para el desarrollo
de las posibilidades expresivas y musicales de los niños.
Actualmente, las posibilidades expresivas de la educaciòn musical son
consideradas superficialmente. Los procesos de percepciòn y emisiòn de
sonidos del propio cuerpo humano, de la realidad objetiva, de los instrumentos
musicales entre otros no son utilizados con eficiencia y eficacia en el
aprendizaje de la mùsica en general y de la educaciòn musical. Los niños de
nuestros centros infantiles noreciben una debida educaciòn musical
Al haber determinado esta dificultad planteada en el pàrrafo anterior, es decir,
esta necesidad no resuelta, creemos firmemente que està en nuestras manos el
profundizar en èsta temàtica con el fin de llegar a plantear una estrategia
metodològica que nos permita solucionar esta dificultad, por medio de la
selecciòn, anàlisis, modificaciòn y aplicaciòn de un modelo pedagògico
versatil, ameno, actual, pràctico, eficiente y eficaz.
La propuesta metodológica para el desarrollo de las posibilidades expresivas en
el cuarto año de vida, toma en consideración las posibilidades reales de los
niños de esa edad, partiendo del sistema de conocimientos, hábitos y
habilidades adquiridos en la etapa precedente. Determina la correcta dirección
del proceso docente educativo y el contenido de la educación, manteniendo el
trabajo iniciado en el tercer año de vida.
Esta propuesta pedagógica está estructurada, abordando las tareas de la
educación estética, las que se materializan en actividades de variada naturaleza
que incluyen el conocimiento del mundo material y social que rodea a los niños
mediante el uso de variados recursos tales como: Cantos, canciones, rimas,
juegos, representaciones sencillas y ocupaciones laborales.
Para alcanzar resultados efectivos en el trabajo docente – educativo a la luz de
este programa, es necesario una adecuada planificación, con objetivos
concretos y con una correcta determinación del contenido del trabajo
pedagógico.
¿Cómo logramos activar el proceso docente educativo?
¿Cómo lograr hacer de los niños protagonistas de su propio aprendizaje?
Para dar respuesta a estas interrogantes pudiéramos plantear diferentes
alternativas, pero de estas las primordiales serían:
1. Emplear métodos, procedimientos, técnicas y vías que estimulen la actividad
cognoscitiva y practica de los alumnos.
2.- Utilizando una diferente forma de organización del proceso docente
educativo que faciliten la activación del aprendizaje y promuevan el
protagonismo del estudiante.
ESTRATEGIAS METODOLOGICAS.-
Consiste en escuchar las canciones conocidas, las que se acaban de oìr y las que
se escucharon hace tiempo, acuèrdate de las cosas agradables y desagradables,
familiares. Utiliza tu cuerpo, tus manos, tu boca tus dientes, tu lengua , tu voz
para que imites y repitas sonidos.
Para hacer mùsica hay que saber escuchar. Escuchar con muchìsima atenciòn.
No hagas nada, cierra los hojos. Respira. Abre bien tus oìdos. Escucha todos
los ruidos, todos los sonidos, los que entran en tu casa y los que salen de ella,
los que conoces y los que no conoces los que te gustan y los que te disgustan,
los ruìdos alegres y los que te dan miedo.
Escucha todos los ruidos, todos los sonidos, los que entran en tu casa y los que
salen de ella, los que conoces y los que no conoces los que te gustan y los que
te disgustan, los ruìdos alegres y los que te dan miedo.
Tienes que ser capaz de repetir el mismo sonido. Utiliza tu cuerpo, tus manos,
tu voz, tu lengua
Los niños inventan una palabra sonora y se la repite varias veces. Se utilizan
palabras que indican nuevas òrdenes. Trabajemos con dinàmicas como el juego
de estàtuas, el telèfono, los robots. Los niños dan y reciben señales, se detienen
y juegan con movimientos de rìtmo y rima, caminando de acuerdo a situaciones
vivenciales.
En esta unidad los niños realizaràn actividades que les permiten participar
individualmente. El juego didàctico que se puede recomendar es el de ritmo e
intensidad. La participaciòn en el cuento musical les permite llegar a la
improvisaciòn y por lo tanto a la creatividad.
Consiste en escuchar las canciones conocidas, las que se acaban de oìr y las que
se escucharon hace tiempo, acuèrdate de las cosas agradables y desagradables,
familiares. Utiliza tu cuerpo, tus manos, tu boca tus dientes, tu lengua , tu voz
para que imites y repitas sonidos.
Canta con mucho interès y baila la mùsica tradicional.
Para hacer mùsica hay que saber escuchar. Escuchar con muchìsima atenciòn.
No hagas nada, cierra los hojos. Respira. Abre bien tus oìdos. Escucha todos
los ruidos, todos los sonidos, los que entran en tu casa y los que salen de ella,
los que conoces y los que no conoces los que te gustan y los que te disgustan,
los ruìdos alegres y los que te dan miedo.
Escucha todos los ruidos, todos los sonidos, los que entran en tu casa y los que
salen de ella, los que conoces y los que no conoces los que te gustan y los que
te disgustan, los ruìdos alegres y los que te dan miedo.
Tienes que ser capaz de repetir el mismo sonido. Utiliza tu cuerpo, tus manos,
tu voz, tu lengua.
En esta unidad los niños realizaràn actividades que les permiten participar
individualmente. El juego didàctico que se puede recomendar es el de ritmo e
intensidad. La participaciòn en el cuento musical les permite llegar a la
improvisaciòn y por lo tanto a la representaciòn musical y teatral que fomenta
la creatividad.
Consiste en escuchar las canciones conocidas, las que se acaban de oìr y las que
se escucharon hace tiempo, acuèrdate de las cosas agradables y desagradables,
familiares. Utiliza tu cuerpo, tus manos, tu boca tus dientes, tu lengua , tu voz
para que imites y repitas sonidos.
Canta con mucho interès y baila la mùsica tradicional.
Escucha todos los ruidos, todos los sonidos, los que entran en tu casa y los que
salen de ella, los que conoces y los que no conoces los que te gustan y los que
te disgustan, los ruìdos alegres y los que te dan miedo.
Tienes que ser capaz de repetir el mismo sonido. Utiliza tu cuerpo, tus manos,
tu voz, tu lengua.
Los niños inventan una palabra sonora y se la repite varias veces. Se utilizan
palabras que indican nuevas òrdenes. Trabajemos con dinàmicas como el juego
de estàtuas, el telèfono, los robots. Los niños dan y reciben señales, se detienen
y juegan con movimientos de rìtmo y rima, caminando de acuerdo a situaciones
vivenciales.
En esta unidad los niños realizaràn actividades que les permiten participar
individualmente. El juego didàctico que se puede recomendar es el de ritmo e
intensidad. La participaciòn en el cuento musical les permite llegar a la
improvisaciòn y por lo tanto a la representaciòn musical y teatral que fomenta
la creatividad.
La mùsica no se circunscribe al momento de la clase sino que permanece
durante todo el dìa en espacios seleccionados y apoya las otras actividades ya
que es motivante y acelera los procesos.
ORIENTACIONES METODOLOGICAS.La educadora propiciarà la audiciòn de diferentes gèneros musicales,
instrumentales, vocales y en especial la audiciòn de canciones infantiles,
tambièn, musica clàsica y tradicional. Se recomienda tambièn en los programas
cìvicos la utilizaciòn del himno nacional.
A los niños de este ciclo se les deberà enseñar el timbre que emiten los
instrumentos de metal. El timbre de las voces de los adultos solos o en grupos
corales. Se sugiere la utilizaciòn de los juegos que se presenta en los anexos
para el reconocimiento de timbre de metales, percusiòn de objetos y voces.
Los sonidos del medio son un contenido muy interesante de trabajo, sea que
sean en vivo o pregrabados, los ruidos familiares o no llaman mucho la
atenciòn de los niños, juegos como adivina que sonò y los que se sugieren en
los anexos de este trabajo son muy ùtiles para llevar a efecto esta tarèa. La
creaciòn de los sonidos es otro aspecto fundamental de trabajo, por eso se han
colocado juegos especìficos que permiten la creatividad.
Para trabajar la altura como cualidad del sonido se utilizaràn procedimientos
lùdicros que hagan el contenido atractivo a los niños.
Con instrumentos melòdicos, que se pueden elaborar con los mismos niños y
con material de desecho, la educadora puede emplear distintos procedimientos,
desde la audiciòn de las cualidades del sonido hasta acompañar estos sonidos
con su voz, ya sea con vocales, sìlabas, nombres y otras formas. Puede tambièn
usar fragmentos de obras donde se perciva la cualidad del sonido.
Los ejercicios para la intensidad resultan atractivos para los pequeños lo cual se
enseña utilizando el desplazamiento, por ejemplo el caminado de los animales
donde los niños piensan, imaginan y crean, El decide como expresarse y
comienza la rìtmica y expresiòn corporal.
En cuanto a la percusiòn corporal, mediante diversos juegos que se presentan
en los anexos y que la educadora puede crear, pues se utilizan juegos
musicales. La duraciòn del sonido es otro de los aspectos a trabajar con
movimientos corporales.
Las frases de cortesìa son tambièn un elemento al que se le puede colocar
mùsica y asì hacerlos mucho màs interesantes a la vez que ya vamos colocando
notas de valores en la actuaciòn de los niños.
Las posibilidades expresivas de la voz humana son infinitas. La utilización de
vocales, consonantes y sonidos onomatopéyicos con distinta duración,
intensidad, altura y aire, de forma individual y colectiva permiten la creación de
múltiples expresiones musicales.
Se combinan las vocales, las consonantes y los silencios a fin de lograr
diferentes estructuras, formas musicales, cambios de intensidad, aire, ostinatos
rítmicos y melódicos, melodías, diseños rítmicos y polirritmias ecuatorianas.
Algunas consonantes son más propicias que otras para determinados efectos,
por ejemplo, las de sonido prolongado s; e; z pueden utilizarse sin altura
determinada. La 1; m; n; ñ que también tienen el sonido prolongado se harán
con altura definida. Las de sonido corto acompañadas con una vocal, son muy
percusivas, por ejemplo b; d; k; p; q; t. Se utilizarán también para realizar
sonidos onomatopéyicos. Con la voz se expresarán emociones y sentimientos
diversos como : alegría: ¡Ah ¡ja-ja-ja ; tristeza: m.m.m.m. ¡ah!; amor: ¡mm!
mezclado con la respiración, angustia, odio, cólera, fiereza, miedo.
Con todas estas manifestaciones se aplicarán alturas graves, agudas; intervalos
diversos, giros melódicos, frases; intensidades fuerte-piano, mezzoforte;
duraciones largas y cortas; ostinatos y diseños que se podrán aplicar a
diferentes estructuras musicales.
Las posibilidades vocales y gestuales desde el punto de vista expresivo y
sonoro son infinitas, tiene un gran valor de comunicación según el uso que de
éstas hagamos, se pueden demostrar emociones de todo tipo, tanto de forma
individual como grupal.
La educación del oído o percepción auditiva está presente en todos los
componentes de la educación musical, el canto, la rítmica y la improvisación.
Debemos concebir el desarrollo del analizador auditivo con una visión integral,
totalizadora del proceso de percepción.
Las posibilidades sonoras de nuestro cuerpo son extraordinarias con sus
sonidos internos y externos, en estos últimos consideraremos las múltiples
forma de percusión corporal, entre otras posibilidades.
La auto percepción es determinante en el proceso de montaje de obras vocales e
instrumentales, por ello debemos ejercitar con profundidad en el individuo, las
habilidades para escucharse a sí mismo.
Es esencial el autoanálisis de la voz hablada y cantada, de la entonación de
intervalos, giros melódicos, frases.
En la percepción de nuestro entorno sonoro debemos registrar los más sutiles y
variados sonidos, del aula o salón donde nos encontramos, de las áreas
exteriores, efectos de nuestro cuerpo, ondulaciones, grito, conversaciones, el
viento, la lluvia, las puertas y ventanas al cerrarse, etc.
Los objetos pueden tener múltiples posibilidades de construcción que
determinan su expresividad, según se percutan, froten, etc., para ello es
imprescindible la observación visual, táctil y sonora.
Percutir o frotar los objetos y espacios diferentes con la palma de la mano, con
los nudillos, uñas, dedos, puños, pies; un objeto de madera, de metal, con
baquetas, etc.En la percepción auditiva ocupan un lugar relevante las
audiciones dirigidas, en vivo o discograbadas de buena música, tanto culta,
popular como folklórica, su inclusión será gradual y sistemática desde las
primeras edades.
Los centros infantiles deben contemplar un sistema de percepción auditiva con
actividades de percepción sonora corporal, percepción del entorno sonoro y
audiciones de buena música, teniendo en cuenta las particularidades de las
diferentes edades, los gustos y preferencias musicales de los oyentes así como
sus necesidades estético musicales.
Las audiciones de obras musicales deben aumentar progresivamente en cuanto
a tiempo de duración y complejidad. Es por ello que la exigencia hacia la
audiciones reviste mayor importancia hacia el final de los escolares primarios y
enseñanza media.
A la rítmica en todos los sistemas de educación musical actuales, se le otorga
un gran valor que se manifiesta o concreta en la respuesta física al ritmo incluyendo la voz- y en la práctica instrumental que contribuye al desarrollo de
la energía motora y a la coordinación muscular. Al igual que el canto,
contribuye a la ampliación de los procesos psíquicos cognoscitivos y cualidades
psíquicas, al desarrollo del colectivismo, del oído interno, de la creatividad y de
la musicalidad.
La respuesta física al ritmo tiene diversas formas de expresión, el ritmo del
lenguaje, la percusión corporal, palmadas (palmas contra palmas, palmas
ahuecadas, todos los dedos de una mano contra los de la otra, tres contra tres,
dos contra dos, uno contra uno, palmas sobre los hombros, caderas, muslos);
taconeo (con todo el pie, con la punta del pie, con el talón). Recitado de
nombres, llamadas, pregones, rimas, refranes, chiflidos, exclamaciones,
interjecciones, juegos de palabras y otras posibilidades sonoras que variarán de
acuerdo con la edad.
Para la práctica instrumental se utilizan preferentemente instrumentos
percusivos de afinación indeterminadas, triángulo, maracas, guiro, claves, toctoc, sonajeros diversos, caja china, platillos, platillo suspendido, crótalos,
cascabeles, pandereta brasilera, pandero, bongoes, tumbadoras, cucharas,
cencerro e instrumentos percusivos de afinación determinada: xilófono,
metalófono, glockenspiel y otros instrumentos como flauta recorder, flauta de
pan y guitarra.
Estas actividades rítmicas y efectos sonoros diversos pueden hacerse en función
del canto, de las audiciones o de pequeñas agrupaciones instrumentales de
forma individual o grupal. No se trata de formar un banda rítmica para distraer
a los niños o adolescentes, sino que la ejecución instrumental y la expresión
corporal deben contribuir al desarrollo del sentido rítmico, de la audición, de la
creatividad y de la musicalidad.
Determinados sistemas de educación musical no contemplan la expresión
corporal en forma independiente, sino como parte integrante de la rítmica. En
esencia, mediante ésta se trata de contribuir al desarrollo rítmico y creativo, de
vivenciar el ritmo a partir del propio cuerpo, es decir, experimentan,
directamente para después analizarlo en el plano teórico e intelectual.
El individuo con esta concepción agudiza la percepción y la sensación en sus
más mínimos detalles, que podrá expresar después libremente con su cuerpo.
Dada nuestra realidad musical latinoamericana la rítmica tiene gran
importancia puesto que tenemos una fuerte tradición bailadora.
La improvisación, componente esencial de la educación musical, se realiza con
los sonidos del entorno del cuerpo humano, materiales y objetos sonoros,
instrumentos musicales, movimientos y percusión corporales y efectos diversos
con la voz, etc.
En las actividades improvisatorias influyen el medio ambiente o entorno sonoro
y los patrones musicales internos adquiridos por el individuo. En las distintas
edades, se dan dos procesos, en el primero la aprehensión del objeto musical
externo y en el segundo se expresa lo interno asimilando o interiorizando. El
hombre proyecta su interpretación recreada de la realidad.
La improvisación no surge espontáneamente, es preciso una profunda y
adecuada preparación en la que el individuo se tiene que apropiar de patrones
internos para posteriormente poder crear.
En la adquisición de estos patrones internos juega un papel determinante el
conocimiento, la búsqueda del sonido y la experimentación con materiales
sonoros diversos y las posibilidades expresivas de nuestro propio cuerpo.
Deben interactuar los procesos de interpretación y de libre expresión. Mediante
las actividades creativas el individuo se relaciona con la música, a la vez
ejercita el oído, educa la sensibilidad, el sentido estético y amplía los procesos
y cualidades psíquicos.
El educador debe balancear el tratamiento de estos componentes de forma tal
que influyan de forma simultánea en la sensibilización o musicalización del
individuo. Se considerará el principio de integración tanto en la formación de
profesionales del arte como en la Educación Musical , en cualquier nivel que se
trabaje ésta. Lo anterior no excluye la posibilidad de tomar como eje central o
hilo conductor de la enseñanza uno de estos dos componentes, por ejemplo el
canto y alrededor de él girarán los demás. Igualmente pueden concebirse dos:
canto y rítmica, o combinarlos
Ante cualquier combinación que se adopte se tendrá en cuenta: el trabajo con el
analizador auditivo, el material o fenómeno sonoro y la praxis musical como
puntos de partida. Los juegos, específicamente los musicales, constituyen una
vía esencial en la educación musical del individuo. Su utilización es posible en
las diferentes edades, teniendo en cuenta, las particularidades de cada una. La
utilización del juego como método pedagógico es reconocido
internacionalmente.
Existen diferencias entre los distintos países en la conformación y
ordenamiento de estos elementos, para ello juega un papel importantísimo el
folklore y la idiosincrasia de los pueblos.
Teniendo en cuenta la influencia que recibe el niño desde su más tierna edad a
través de los cantos de la madre , que muchas veces son tradicionales, de
transmisión oral, posteriormente en la escuela, por los medios de difusión
masiva y otras vías , se va apropiando de los componentes musicales y
auditivos en general de su entorno.
BIBLIOGRAFIA.TRIXI y su mundo infantil.Internet, Yupi. Edu. Com. www edu.satnet.net.eu.
p.
HEMSY DE GAINZA VIOLETA.- "El Folklore en la Educación Musical" en
Fundamentos, materiales y técnicas de la Educación Musical. Ricordi
Americana, 1984.
Diario France Dimanche N0 1047.
FORBES Y FORBES Expresiones especiales para docentes. Editorial Clase.
Buenos Aires, Argentina. 1992.
ENCICLOPEDIA GENERAL DE LA EDUCACIÓN. Grupo Editorial
Océano. Barcelona. España. 1999.
IRIS FIORI DE CEDRO.Expresiones especiales para docentes. Editorial
Clase. Buenos Aires, Argentina. 1992.
LÓPEZ LÓPEZ, MERCEDES. Saber enseñar a describir,
argumentar.Editorial Pueblo y Educación. Ciudad Habana,1990.
definir,
Descargar