La Casa Plateada (Lawrence Residence). Caltrans District 7 Headquarters (Los Ángeles, California). deado de manifestaciones artísticas, como él mismo reconoce: “crecí en la música clásica y con reproducciones de grandes obras de arte. Crecí como un niño de ciudad en los suburbios, no como un atleta, no como un carpintero. Yo estaba completamente fuera de lugar en Whittier”. Cuando terminó su carrera de arquitectura en la Universidad del Sur de California se fue a trabajar como planificador de Víctor Gruen durante dos años. Luego empezó a enseñar en Pomona, pero pronto él y seis de sus colegas, entre ellos el director, fueron despedidos. “Nosotros éramos jóvenes, comprometidos y convencidos de que podríamos repensar hacia dónde se dirigía la arquitectura, así que cuando fuimos despedidos decidimos iniciar nuestra propia escuela. Nos dimos cuenta de que era el momento adecuado para iniciar una alternativa radical al sistema educativo convencional”, relata Mayne. Ese fue el inicio del Instituto de Arquitectura del Sur de California (SCIA). Se llevaron a cuarenta de los estudiantes de Pomona con ellos y comenzó la escuela. La enseñanza para Mayne no era un vía para hacer dinero, durante ese tiempo, asegura, le dedicaba 10 horas diarias a la enseñanza, sin embargo, se mantenía de lo que ganaba como consultor, que únicamente le daba para pagar una vida muy sencilla y un alquiler de 100 dólares al mes. En 1978, tras cuatro años dedicados a la docencia, el arquitecto se tomó un año sabático y entró a un programa de posgrado en Harvard. Fue esa estadía lo que le dio tiempo para reevaluar su carrera, se dio Caltrans District 7 Headquarters (Los Ángeles, California). Foto: Roland Halbe 40 • SIGLO NUE V O Foto: Roland Halbe Foto: School of Achitecture of Barcelona T hom Mayne nació en Waterbury, Connecticut en 1944. Su familia se trasladó a Gary, Indiana, cuando era un bebé y posteriormente sus padres se divorciaron. Cuando tenía 10 años de edad, su madre se trasladó con su familia a una zona al sur de Whittier, California, donde él y su hermano más joven podrían estar más cerca de su abuela materna. El lugar era como “estar en medio de la nada con naranjos y árboles de aguacate”, según sus palabras. Tras la separación su familia pasó por vicisitudes económicas: “Mi madre, cuyo padre era un ministro metodista había estudiado en Chicago y París, era pianista; apareció con su hermana en un recital en el Carnegie Hall pero luego se casó y dejó su vida musical para centrarse en sus hijos. Cuando llegó la separación no estaba preparada para mantener a una familia, a pesar de que era una persona creativa con temperamento musical. Trató de enseñar pero no funcionó y trabajó en otra serie de actividades de apoyo en diversos campos”. Pero gracias a que su madre era una mujer culta, Mayne creció ro-