violencia familiar. caso en el que los usos y costumbres del pueblo

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2006468. I.5o.P.25 P (10a.). Tribunales Colegiados de Circuito. Décima Época. Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 6, Mayo de 2014, Pág. 2352.
VIOLENCIA FAMILIAR. CASO EN EL QUE LOS USOS Y COSTUMBRES DEL
PUEBLO O COMUNIDAD INDÍGENA AL QUE PERTENEZCA LA ACUSADA DE
DICHO DELITO, UTILIZADOS PARA DISCIPLINAR O CORREGIR EL
COMPORTAMIENTO DE SUS HIJOS MENORES DE EDAD, PUEDE ACTUALIZAR
UN ERROR DE PROHIBICIÓN VENCIBLE (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO
FEDERAL). De acuerdo al artículo 29, fracción VIII, inciso b), del Código Penal para el
Distrito Federal, el error de prohibición recae sobre la ilicitud de la conducta, lo cual significa
que el sujeto activo tiene una falsa apreciación de la licitud de su comportamiento, por creer
que es legal, ya sea porque: a) desconozca la existencia de la ley o su alcance (error de
prohibición directo) o b) crea que su conducta se encuentra justificada legalmente (error de
prohibición indirecto o de permisión). Ahora bien, cuando ese yerro resulta invencible,
porque el imputado no está en posibilidad de comprender la ilicitud de su conducta, la
consecuencia será que se excluya la culpabilidad y, por ende, el delito, lo que conlleva que no
se imponga pena alguna; en cambio, cuando ese error es vencible, genera responsabilidad y
sólo atenuará la pena. Por tanto, si la acusada del delito de violencia intrafamiliar declara que
de acuerdo con los usos y costumbres del pueblo o comunidad indígena al que pertenece,
violentaba de determinada forma (física o psicoemocional) a su hijo menor de edad, para
corregir o disciplinar su comportamiento y su manifestación en ese sentido se encuentra
corroborada con otras pruebas, esta circunstancia podría revelar que el delito de violencia
familiar lo cometió bajo error de prohibición directo, si de autos se advierte que ese actuar lo
llevó a cabo porque desconociera la existencia de la norma penal que sanciona dicha
violencia, o bien, su alcance; sin embargo, dicho error será vencible si de las circunstancias
del hecho típico concreto y las pruebas que consten en autos, se advierte que la enjuiciada
estaba en posibilidad de comprender la ilicitud de su actuar, por cometerlo en un lugar donde
es del conocimiento común que violentar a un menor (psicoemocional o físicamente) es
indebido.
QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 338/2013. 30 de enero de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Horacio
Armando Hernández Orozco. Secretaria: Mayra León Colín.
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