Prevención y afrontamiento a nivel Individual Toda prevención tiene objetivos: evitar, eliminar los factores que favorecen el estrés y potenciar los que impiden su aparición como la salud mental y la calidad de vida en general. Exige, pues, un trabajo de formación y desarrollo personal: a un profesor no le bastan los conocimientos que debe transmitir, ha de conocerse y respetarse a sí mismo. El autoconocimiento, abordado desde este punto de vista del desarrollo personal mediante la utilización de técnicas adecuadas, lleva a un compromiso afectivo y emocional personal e individual. El docente como persona se encuentra en el aula con sus conflictos internos, sus ambivalencias y contradicciones, sus deseos y sus temores, que entran en relación con los del alumno. Estas interrelaciones, no conscientes, resuenan entre sí, produciendo diversos efectos: despiertan otro tipo de ansiedades y temores que frenan, inhiben el deseo de aprender y de enseñar, entorpecen la comunicación produciendo desinterés y aburrimiento, etc. Para conocerse uno mismo, partimos de una concepción globalizante de la persona, con unas dimensiones básicas que deben desarrollarse de forma integrada, para estar equilibrados: física, energética, emocional, mental y espiritualmente. La clave de la salud y la felicidad está en la armonización de todos estos aspectos de la manifestación del ser humano que constantemente interactúan entre sí. La salud del profesorado es doblemente importante: lo es en el desarrollo y el bienestar del docente como persona y como profesional. El bienestar físico, mental y social del docente, como persona, es fundamental en su equilibrio y en su desarrollo humano. Como profesional, su salud importa ya que el docente ha de ser guía en el desarrollo equilibrado del alumno. Matteson e Ivancevich (1987) y Romano (1988) han revisado las técnicas principales de superación del estrés, que podrían ser importantes para el profesorado: