Discurso de la fiscal de la nación, Dra. Adelaida

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DISCURSO DE LA FISCAL DE LA NACIÓN, DRA. ADELAIDA BOLÍVAR
ARTEAGA, AL ASUMIR EL CARGO PARA EL PERIODO 2005-2008
Señoras y señores:
Agradezco la presencia de ustedes para compartir con el Ministerio Público el inicio de una
gestión que representa la continuidad del cumplimiento de nuestra misión institucional en el marco
de la ley.
Debo reconocer que este es un momento de mucha trascendencia e importancia para mi
persona. Hoy me siento privilegiada y honrada por la designación de Fiscal de la Nación y asumo
esta nueva responsabilidad imbuida del más ferviente sentimiento de servicio a la Nación.
Mis mayores esfuerzos estarán orientados al cumplimiento ético, autónomo, eficiente e integral
de la función que la constitución y la ley determinan para el Ministerio Público.
Esta gestión se proyectará sobre la base del fortalecimiento de los logros alcanzados y de
afrontar con firmeza y oportunidad los nuevos desafíos que nos depara el futuro.
El Perú siempre ha sido un mosaico cultural que hoy se enmarca en dos realidades
profundamente desiguales: la urbana y la rural. Estas desigualdades se ahondan más a través de
las brechas que genera la pobreza.
La inseguridad que hoy se vive, no es solo por falta de vigilancia, sino también por el bajo
control social que ejercen las instituciones del estado y la sociedad en su conjunto.
El incremento sostenido de las inconductas sociales obedece también a la desarticulada
interacción de nuestras instituciones frente a los fenómenos socio criminales.
Por ello, el Ministerio Público buscará atender a todos los grupos sociales por igual. Por que de
lo contrario estaríamos contribuyendo al incremento de las inequidades, restando con ello las
pocas oportunidades de quienes menos tienen.
Será un imperativo ético desarrollar los mayores esfuerzos para aminorar esta brecha,
contribuyendo de esta manera a que todos los peruanos tengan mejores posibilidades de acceder
a la protección que la ley les otorga. Esto es imprescindible para construir un verdadero ambiente
social con justicia.
Bajo esta concepción o visión, se priorizará el desarrollo integral de todos nuestros servicios a
partir de la optimización de los recursos y de su articulación a fin de brindar un servicio que
incremente los niveles de confianza de la sociedad en la función fiscal; pues solo a través del
cumplimiento eficaz de nuestra misión contribuiremos a la estabilidad jurídica, al fortalecimiento de
la democracia y la paz social.
El compromiso que hoy asumimos estará inspirado en cinco pilares básicos:
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Liderazgo
Mística
Ética
Eficiencia; y
Calidad
Sobre la base de lo expuesto, durante la gestión que se inicia nos proponemos privilegiar tres
áreas:
La administrativa, el Instituto de Medicina Legal y lo relacionada con la función fiscal.
En lo administrativo, se impulsará un sistema nacional de administración a través del desarrollo
de la tecnología, que propicie un gasto estratégico, que permita integrar un sistema de monitoreo y
mecanismos de control, sin incrementar la burocracia o el entrampamiento de los procesos.
Con este fin se fortalecerá la capacidad administrativa en cada distrito judicial, disminuyendo su
dependencia del órgano central, para brindar un servicio de alta calidad, con procesos eficientes y
eficaces que inspiren confianza y estima institucional.
No debe olvidarse que la administración es un soporte importante de la función fiscal, por lo
tanto se va a propiciar que sus integrantes incrementen sus capacidades a fin de contribuir a la
eficiencia del servicio que presta el Ministerio Público.
En cuanto al Instituto de Medicina Legal, se desarrollará su capacidad instalada hasta
convertirlo en el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio Público, de manera tal que pueda
satisfacer los requerimientos de la función fiscal y de la propia sociedad, maximizándose la
utilización de nuestros recursos, el incremento de la calidad y una oportuna y mayor cobertura de
los servicios que presta.
En cuanto a la función fiscal, se potenciará su actuación frente a la criminalidad organizada, la
corrupción en el ejercicio de la función pública y aquella que desarrolla la delincuencia común.
Permítanme referirme un momento al caso Fujimori. En este debemos distinguir el ámbito
político del judicial. Respecto a este último el compromiso del Ministerio Público no puede ser otro
que actuar con la firmeza que la ciudadanía le demanda respetando el debido proceso. En tal
sentido tenemos la firme convicción que la lucha contra estas formas de criminalidad constituye la
estrategia fundamental para garantizar a la ciudadanía el logro de la necesaria convivencia
pacifica.
El Nuevo Código Procesal Penal se inserta coherentemente en este escenario, por lo que su
vigencia es oportuna e impostergable ya que encarna una corriente acertada de reforma procesal
penal en América Latina.
El nuevo modelo centra su enfoque en la sustitución del sistema inquisitivo y del mixto por el
Acusatorio, el cual encarga la persecución penal al Ministerio Público, estableciéndose de este
modo una clara distinción entre las funciones de investigar, acusar y decidir. Asimismo el sistema
penal acusatorio hará realidad los principios de inmediación, contradicción, concentración,
publicidad y oralidad necesarios para el cabal respeto de los derechos humanos.
Los cambios que implica, el nuevo Código Procesal Penal, exigen nuevos paradigmas de
organización, gestión y administración, pero sobre todo de una voluntad férrea que se traduzca en
decisiones concretas, cuantificables y por ende medibles. En este sentido el Ministerio Público
asumirá responsablemente la entrada en vigencia del nuevo ordenamiento procesal penal, en el
Distrito Judicial de Huaura, de acuerdo al cronograma establecido.
Esta gestión desarrollará acciones dirigidas a los integrantes del Ministerio Público a nivel
nacional, con la finalidad de sensibilizar, capacitar y fortalecer las condiciones necesarias en la
implementación del nuevo sistema penal, enmarcado en un proceso de mejora continua, eficiencia
y calidad; por ello solicito a todos los integrantes del Ministerio Público que sumen esfuerzos y
capacidades frente al desafío que significa este nuevo modelo procesal.
De otro lado, como claramente lo establece nuestra Constitución Política, el fin supremo del
Estado es la protección de la persona y la familia. En tal sentido, se creará un Sistema Nacional de
Protección de la Infancia y la Familia a través de la interconexión de las Fiscalías de Familia y de
programas preventivos como el de Fiscalías Escolares.
Las políticas de trabajo anunciadas y su implementación requieren de un adecuado sistema de
recojo y procesamiento de información.
A través del OBSERVATORIO DE CRIMINALIDAD, se logrará un eficiente sistema que
produzca información objetiva, confiable, oportuna y verificable de los fenómenos socio criminales;
a fin de dimensionar claramente las modalidades, tendencias y características de las diversas
expresiones de la criminalidad; monitoreando y controlando este accionar desde la noticia criminal
hasta la sentencia.
El OBSERVATORIO DE CRIMINALIDAD del Ministerio Público, se constituirá en una valiosa
herramienta estratégica en la lucha contra la criminalidad, con tal fin nos interconectaremos con
diversas instituciones nacionales e internacionales.
La transformación de una organización hacia la excelencia requiere invertir estratégicamente
en el desarrollo de su capacidad instalada, es decir, en su infraestructura y desarrollo tecnológico,
pero fundamentalmente en el recurso humano que representa el eje principal de toda gestión. Es
por ello que se impulsarán estrategias de bienestar, orientadas al desarrollo de las capacidades
técnicas y profesionales de sus integrantes.
La Escuela del Ministerio Público, ha asumido una nueva estructura, programas y metodologías
que están dando un giro sustancial a los procesos de capacitación lo que permitirá convertirnos en
una organización que esta en aprendizaje permanente sustentado en programas innovadores y en
el desarrollo de metodologías alternativas a las tradicionales.
Responder a estos compromisos supone procesos colectivos tanto al interior como al exterior
del Ministerio Público.
Por eso nos proponemos asumir un liderazgo compartido con todas las instituciones
involucradas en la administración de justicia, valorando de manera especial, la participación del
Poder Judicial, la Policía Nacional del Perú y del Instituto Nacional Penitenciario.
Reconocemos, también, el rol que compete a los Poderes Ejecutivo y Legislativo en la
satisfacción de las necesidades ciudadanas y los exhortamos a que se comprometan en la
realización de los objetivos que esta gestión se propone, entendiendo que en la administración de
justicia el Estado no hace un gasto sino una valiosa inversión, imprescindible, para lograr el
bienestar que la sociedad nos demanda.
Asimismo, debemos expresar nuestro aprecio por la valiosa contribución de la cooperación
internacional ineludible en tiempos de un mundo globalizado como el que vivimos, en el que se
entiende que la lucha contra la criminalidad es una responsabilidad compartida.
Finalmente, Señoras y señores, todos somos artífices del cambio en el Perú, no importa la
ubicación o el rol que se nos asigne, lo importante es hacerlo bien, por ello ratificamos nuestro
compromiso de trabajar, trabajar y trabajar por la justicia en el Perú, esa será nuestra mayor
contribución al futuro de todos los peruanos.
Muchas Gracias.
Lima, 07 de Noviembre del 2005
Dra. Adelaida Bolívar Arteaga
Fiscal de la Nación
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