PRÁCTICA: INTERVENCIÓN EN UN CASO INDIVIDUAL DE DIFICULTADES GRAVES EN COMPRENSIÓN DE TEXTOS A. INTRODUCCIÓN. Dada la incidencia de las D.A. de la lectura en la población escolar, es muy frecuente que en la ESO aparezcan casos de retrasos escolares graves en lo relativo a la comprensión de textos, en los cuales sino basta con las actividades habituales de mejora de la lectura que suelen incluir en los programas grupales de TTIs, en el marco de la tutoría. Así, lo que se describe a continuación es un esquema de trabajo posible a seguir en estos casos individuales. B. ASPECTOS BÁSICOS EN LA COMPRENSIÓN DE TEXTOS. La comprensión de textos es una capacidad compleja que requiere por una parte, que el lector tenga cierto nivel mínimo de eficiencia en el uso de los mecanismos elementales de decodificación (es decir, un mínimo de velocidad lectora x exactitud y fluidez en la lectura). Pero requiere, además, que el lector posea también ciertas habilidades básicas de autodirección del proceso (fijación de objetivos, planificación de las estrategias de lectura más apropiadas según éstos, estrategias de auto-supervisión del proceso, ...) y un conjunto más o menos amplio de estrategias para la elaboración del significado del texto. Si tomamos como referencia el conocido modelo de Van Dijk y Kintsch, la comprensión de un texto supone un proceso en el que -además de la comprensión "léxica", de las palabras- se necesita: a) Procesar cada oración para extraer su idea básica, o proposición. b) Formar la "microestructura" del texto, es decir, la secuencia de proposiciones encadenadas que lo conforman. c) Formas la "macroestructura" del texto, que constituye una síntesis de la microestructura total obtenida a partir de la aplicación de ciertas estrategias como son la de supresión (eliminación de las proposiciones de la microestructura que son superfluas o redundantes), la de generalización (reducción de la información del texto agrupando los datos particulares en categorías más globales y supraordenadas) y la de construcción (sustitución de una serie de proposiciones por una sola proposición que las resume, o "idea principal"). En el proceso, por otra parte, resulta de la máxima utilidad al lector sus conocimientos de las estructuras retóricas típicas, en que se suelen organizar los textos (narración, descripción, argumentación, etc.) ya que al detectar la estructura seguida por el autor puede usarla a modo de molde o "esquema" en el que ir organizando las ideas, algo que suele denominarse "estrategias estructural". Del mismo modo, un aspecto importante es el conocimiento previo que posee e el lector acerca del contenidos sobre el que versa el texto, ya que al activar los esquemas de conocimiento pertinentes es posible hacer las inferencias necesarias para añadir la información no explicitada por el autor, comprender los sobreentendidos, etc. C. EVALUACIÓN DE LA CAPACIDAD DE COMPRENSIÓN LECTORA. Desde el modelo teórico que hemos esbozado, parece claro que la evaluación de las dificultades en la comprensión escrita exige, al menos, examinar los siguientes aspectos: 1. Qué evaluar. Los aspectos que consideramos básicos son: a) Eficiencia lectora. Es preciso examinar la velocidad y fluidez con que lee el alumno, tanto en voz alta como en lectura silenciosa, diversos tipos de textos, que deberán diferir tanto por su estructura retórica como por la familiaridad del contenido para él. b) Comprensión de palabras. Se debería examinar tanto el vocabulario comprensivo del alumno como, muy especialmente, su habilidad a la hora de emplear el contexto como medio para inferir adecuadamente el significado de palabras desconocidas. Opcionalmente, se podría valorar su conocimiento léxico con independencia de la lectura: formación de derivaciones, comprensión de derivados, conocimiento de las relaciones de sinonimia y antonimia. c) Procesamiento sintáctico. Asimismo, es importante el examen de la comprensión de las oraciones, o mejor, del conocimiento sintáctico implícito del alumno. Es decir, debemos conocer si es capaz de reducir diferentes estructuras oracionales "superficiales" a la proposición (estructura "profunda") que representan, su habilidad para formular la misma proposición a través de diferentes estructuras oracionales correctas, su sensibilidad a las concordancias gramaticales y a la corrección sintáctica de una expresión, la capacidad para decodificar correctamente las referencias, etc. d) Elaboración de la microestructura. En la elaboración de la microestructura, además del procesamiento sintáctico, se debe examinar cómo el lector logra el "solapamiento" entre cada proposición y la siguiente, empleando según el caso su conocimiento general o su conocimiento de las referencias anafóricas y catafóricas: Ejemplo de solapamiento usando el conocimiento general (Proyecto Harvard): "Ordena las siguientes oraciones: - José se ató los cordones de los zapatos. - José se puso los calcetines. - José se lavó los pies. - José se puso los zapatos." Ejemplo de solapamiento usando relaciones anafóricas (Proyecto Harvard): "Ordena las siguientes oraciones: - En realidad no serías más que una gran masa deforme. - Sin embargo el esqueleto de un edificio está hecho de cemento y acero, mientras que el tuyo está hecho de huesos. - Sin estos huesos no podrías ponerte de pie ni mantener tu cabeza erguida. - Un edificio necesita un esqueleto para darle forma, igual que tú. e) Elaboración de la macroestructura. Debe examinarse también si el lector usa, y cómo lo hace, las anteriormente citadas estrategias de supresión, generalización y construcción (ésta se traduce en la localización de las ideas principales), que permiten llegar a elaborar un resumen o un esquema del texto leido. En relación con estos aspectos importa, además observar la utilización que se hace del conocimiento previo disponible sobre el tema, así como si el alumno sigue o no una "estrategia estructural" al elaborar la macroestructura. f) Estrategias de auto-dirección. Finalmente, aunque aún más importante que lo anterior, si cabe, es el examen del comportamiento más o menos estratégico del alumno durante la lectura, es decir, de los procesos de autodirección al leer (que a veces son denominados "habilidades de metacomprensión"): ¿Se marca objetivos al leer?, ¿Supervisa el grado de comprensión que va logrando?, ¿Recurre a diferentes tipos de lectura según el objetivo?, etc. 2. Cómo evaluar. La complejidad de la comprensión y la heterogeneidad de las variables a examinar (tanto de proceso como de producto) hacen que la evaluación de esta capacidad deba recurrir al uso complementario de procedimientos cualitativos y cuantitativos. Alonso y Caniedo (1996:351) proponen los siguientes pasos para la evaluación cualitativa de la comprensión lectora: 1. Preguntar al lector qué es lo que considera que es lo más importante que debe conseguir al leer un texto, ya que proporciona los supuestos con los que el alumno afronta la lectura. 2. Tras pedirle que lea uno o varios textos, observar si decodifica correctamente, ya que los problemas de decodificación obstaculizan la comprensión. 3. Al mismo tiempo, observar si corrige espontáneamente los errores de lectura incompatibles semánticamente con el sentido del texto, ya que esto es un indicio de supervisión de la propia comprensión. 4. Seleccionar los términos o expresiones del texto que se consideren claves para la comprensión del mismo y pedir al sujeto que explique su significado. Si hay algún término cuyo significado no conoce, preguntarle qué es lo mejor que podría hacer en situaciones semejantes para averiguarlo, ya que esto informa de si conoce las estrategias adecuadas para regular la propia comprensión. 6. Para determinar si tiene problemas en la interpretación de los restantes elementos básicos que intervienen en la comprensión, dependiendo de las características del texto o textos elegidos y dependiendo de la edad y nivel del alumno evaluado: - Preguntar cuál es el tema del que el autor habla básicamente a lo largo del texto. - Preguntar a quién se refiere el autor con alguno o algunos de los pronombres o expresiones anafóricas que utilice. - Preguntar por la secuencia temporal en que han ocurrido las acciones, dentro del texto y en relación con el momento en que se escribe o se lee. - Preguntar por el significado de las partículas conectivas, pidiendo al sujeto que sustituya una expresión por otra de significado equivalente, o sugiriéndole varias y preguntándole si podrían servir para sustituirla. - Preguntar en qué tipo de producción escrita -novela, periódico, texto, enciclopedia, etc.- es probable que aparezca un texto como el que acaba de leer. 7. Pedir, si procede, que haga un diagrama que recoja las principales relaciones entre las ideas contenidas en el texto. Eventualmente, si el texto lo permite, se puede pedir que, en vez de un diagrama, haga un dibujo o secuencia de ellos que refleje el sentido del texto y las relaciones entre las ideas que contiene. Una vez que haya terminado el diagrama, preguntarle qué es lo que está haciendo principalmente el autor: describir, comparar y contrastar, enumerar, señalar problemas y soluciones, causas y efectos, narrar, etc., y pedirle que justifique por qué piensa así. Preguntarle qué es lo más importante que el autor quiere comunicar con el texto, y pedirle que justifique su respuesta. 10. Preguntarle qué es lo mejor que se puede hacer en textos como el que acaba de leer para identificar qué es lo más importante que el autor quiere comunicar, a fin de determinar si conoce las estrategias a emplear. 11. Preguntarle qué es lo que ha pretendido el autor al escribir el texto -Cuál ha sido su intención- y pedirle que justifique su respuesta. En cuanto a la utilización de instrumentos, en el ámbito de la Educación Secundaria son de utilizada, como ejemplo, los siguientes: · BATERIA SURCO, de J. Alonso et al. (CIDE, 1992). Examina los procesos de autodirección (supervisión y regulación) de la comprensión lectora mediante tres pruebas: (a) Detección de los fallos de comprensión; (b) Conocimiento de estrategias de autorregulación para aplicar en situaciones específicas; y (c) Comprensión basada en el uso de estrategias. · BATERIA IDEPA, DE J. Alonso et al. (CIDE, 1992). Examina las habilidades relacionadas con la elaboración de la idea principal a través de una prueba (a) de vocabulario, una prueba (b) de identificación de ideas principales, una prueba (c) de conocimientos estratégicos y una quinta prueba (e) de representación de las relaciones entre las ideas de un texto. · BATERIA CRITEX, de J. Alonso et al. (CIDE, 1992). Examina la comprensión crítica de un texto mediante una prueba (a) de razonamiento básico de tipo deductivo, otra (b) de razonamiento silogístico, una tercera prueba (c) de razonamiento condicional y, finalmente, una prueba (d) de razonamiento sobre textos argumentativos. · PROCEDIMIENTO CLOZE, de A. Suárez y P. Meara (1985). Examina la comprensión global de textos con estructura de diálogos descripción, instrucciones y narración mediante la tarea típica de inferencia de las palabras que se han extraído del texto. ·SUBTESTS DE LECTURA DE LAS BATERIAS EVALUA, de J. Gª Vidal, D. Glez. Manjón y M. Martínez (EOS, 1997). En sus diferentes versiones (6, 8, 9 y 10) examinan diferentes aspectos de la comprensión que se espera de los alumnos al finalizar 6º de Educación Primaria, 2º, 3º y 4º de la ESO, respectivamente, como son la inferencia de significados de palabras y expresiones por el contexto, la obtención de ideas principales, el uso del conocimiento previo para realizar inferencias causales, etc. D. INTERVENCIÓN REEDUCATIVA. Además de la introducción de medidas generales de atención a la diversidad, a menudo el tipo de alumno al que nos estamos refiriendo precisa de un refuerzo más individualizado, que suele adoptar la forma de un programa (aplicable individualmente o en pequeño grupo) para la instauración de habilidades de comprensión de las que carece. A modo de ejemplo de posibles intervenciones de este tipo, podemos proponer el programa de Comprensión del Lenguaje del Proyecto Inteligencia de Harvard, especialmente apto para alumnos del Primer Ciclo de la ESO, y nuestro programa "Comprensión de Textos", más adecuados para alumnos del 2º Ciclo de la ESO e, incluso de los Ciclos Formativos de Grado Medio. 1) Proyecto Inteligencia. Serie II: Comprensión del Lenguaje. Este programa está estructurado en 3 grandes unidades didácticas que, a su vez, se dividen en cinco lecciones cada una, siendo su objetivo el desarrollo de las siguientes habilidades de comprensión: (a) Unidad 1: Relaciones entre palabras. Instruye a los alumnos en las relaciones de antonimia y sinonimia, así como en la clasificación de palabras y en la comprensión de analogías verbales. En las 3 primeras lecciones se presentan las relaciones de antonimia y sinonimia, instruyendo a los alumnos en habilidades como la identificación y comparación de la función gramatical de una palabra, la identificación de las relaciones de oposición y similitud entre significados o la aplicación de la prueba de sustitución para evaluar si las palabras son sinónimos, entre otras. En las lecciones restantes, se les enseña a categorizar palabras buscando conceptos supraordenados (algo esencial en la macroestrategia de generalización) y a poner en claro las relaciones de significado que hay en las analogías verbales y en las metáforas. (b) Unidad 2: Estructura del lenguaje. Esta unidad instruye a los alumnos en la importancia que tienen las relaciones de orden en el significado, tanto en el nivel más elemental de la oración como en el más complejo de la microestructura y la macroestructura de los textos. En la primera lección, se lleva su atención sobre las relaciones entre orden y coherencia, tanto en las oraciones (orden de las palabras), como en los textos (orden de las oraciones), así como sobre las palabras de tipo funcional (artículos, nexos, ...) y las formas verbales y pronominales cuya función esencial es indicarnos las relaciones entre las palabras que forman un texto. La segunda lección se centra en el análisis de la estructura de los párrafos para identificar la idea principal de éstos, ya sea expresada en una oración resumen (oración temática) ó esté implícita, en tanto que las restantes profundizan en estas habilidades e introducen el análisis y uso de la estructura retórica para la comprensión. (c) Unidad 3: leer para entender. Finalmente, la tercera unidad del programa se centra en enseñar las habilidades que permiten comprender el punto de vista del autor del texto, interpretar creencias, sentimiento y objetivos de los personales de un texto, etc. Asimismo se insiste en la importancia de los conocimientos previos en la comprensión induciendo al alumno a usarla activamente en su lectura. La metodología a seguir fue expuesta en el Tema 32, dedicado al Proyecto Inteligencia como ejemplo de Programas de Enseñar a Pensar. 2) El programa "Taller de Comprensión Lectora I". Forma parte del Método EOS de recuperación y refuerzo, siendo sus autores J. Gª Vidal y D. Glez Manjón. Basado en el modelo de Van Dijk y Kintsch, y se estructura en las siguientes unidades de trabajo: a) Averiguar el significado exacto o aproximado de las palabras desconocidas de un texto. b) Comprender las oraciones (1): Orden y estructura de las oraciones simples. c) Comprender las oraciones (2): Oraciones subordinadas. d) El “tema” de párrafos. e) La estructura de los párrafos. f) Encontrar la Idea Principal. g) Encontrar la Idea Principal: estrategia de generalización. h) Encontrar la idea principal: estrategias de construcción.