Cargar nuestras cruces - Seminario del Buen Pastor

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PASCUA Y CUARESMA “Cargar nuestras cruces”
Objetivo: Aprender de Jesús a cargar nuestras propias cruces.
Oración inicial: Chelo
○ Dinámica:
- Se dividen en dos grupos y se les entrega una copia de la historieta a cada chico
(última página).
- Dar lugar para que la lean y observen y luego charlen las siguientes preguntas.
• ¿Qué observan en las imágenes? Lugares, personas, acciones, objetos,
gestos.
• ¿Qué le sucede al personaje principal?
• ¿Qué le pide a Jesús que haga por él?
• ¿Porqué le pide eso?
• ¿Cuál es el resultado?
-
En plenario se comparten las respuestas y charlar entre todos la siguiente:
☼ ¿Cuáles son nuestras cruces de cada día? (Ayudar a iniciar la conversación,
sin profundizar, que puedan tira sólo ideas/ejemplos)
○ Desarrollo e iluminación:
- En un momento personal entregarles el siguiente cuadrito para que realizar una
reflexión personal:
- ¿Cuáles son mis cruces...
...en la familia?
...en la escuela?
...en el grupo?
Iluminación: Mc 16, 29-32 Y CELEBRACIÓN terminar!!
-
Oración Final: Seba
Caminemos juntos hacia el Reino. Oración de la comunidad
Te damos gracias, Padre,
por habernos reunido en esta comunidad.
Gracias porque estamos unidos a tu nombre,
buscando cómo vivir, con fidelidad, el Evangelio.
Danos, Señor, la fuerza para la marcha,
ayudanos a superar las dificultades,
que los tropiezos y las vacilaciones
no detengan nuestra caminar.
Que no perdamos el rumbo,
que nuestra dirección sea hacia el Reino,
que el viento nos empuje.
Sea el aliento de tu Espíritu,
presente y vivo entre nosotros.
Enseñanos a discernir, necesitamos ver claro,
las cosas que pasan alrededor.
Lo que sucede en nuestro país y en el mundo.
Danos sabiduría para interpretar los cambios
que estamos viviendo, para aprender a estar a tu lado.
Hace que nos mantengamos unidos,
que crezca el compromiso de unión fraterna,
la solidaridad activa, la oración en común,
los valores del Reino.
Queremos seguirte, Jesús,
en comunidad, tras de tí por dónde nos muestres
que estás presente en la actualidad.
Abrí nuestros corazones a tu Palabra en la Biblia.
Que la tengamos presente, que la leamos a diario,
que nos dejemos iluminar por ella, que permitamos
que empape nuestras vidas.
Señor, que la pongamos en práctica, viviendo todo
lo que aprendemos de ella.
Fortalece nuestra oración, que sea profundo encuentro contigo.
Que escuchemos tu voz que nos habla y nos invita al cambio
y al seguimiento.
Alienta a nuestros animadores, dales el empuje que necesitan
para seguir alentándonos a todos, entendiendo los problemas comunes,
rezando por nuestra marcha, preocupados por nuestro camino y nuestra fidelidad.
Por los que sienten desánimo y desaliento, ayudanos, Señor,
a contagiar esperanza fuerte y ganas de seguir adelante.
Enseñamos a ser testigos de tu Palabra
en el mundo que nos toca vivir.
Que no escapemos a los conflictos y desafíos de la realidad.
que aprendamos a ser sal y luz para los que nos rodean.
Padre Bueno, acompañanos, camina a nuestro lado,
no nos dejes solos, te necesitamos, ven con nosotros.
Te pedimos por los que formamos esta comunidad,
por los que ya no están y por los que van a venir.
Revestinos del hombre nuevo para que podamos
construir una sociedad nueva y ser un signo viviente
de tu presencia en el mundo.
Por nuestra comunidad, Señor,
para que sigamos caminando con alegría, entrega, y testimonio,
construyendo con nuestras vidas un modelo de fraternidad nuevo,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
-
APORTES
PARA LLEGAR A LA META, HAY QUE ELEGIR SIEMPRE A JESÚS, Y SU CRUZ...
Jesús es nuestro Camino, Verdad y Vida, o, como dice San Agustín, Jesús es nuestro
Camino, porque de Verdad nos lleva a la Vida. Él tiene con qué reclamar nuestra
atención, y pedirnos nuestra confianza, para que lo elijamos de tal modo a Él, que
nada pueda desviarnos a lo largo de la vida, en la que vamos caminando hacia la
meta. Pero Jesús, cuando nos llama a elegirnos, nos recuerda cómo y cuál es su
camino: la Cruz. Es a través de la Cruz que Él venció a la muerte y al pecado, y a esa
Cruz nos llama, para que alcancemos la resurrección que Él ya ha alcanzado...
Si elegimos a Jesús, Él se subirá a nuestra barca, y desde allí podrá calamar todas las
tormentas. Pero necesariamente esa elección, además, nos cambiará la vida. Si
elegimos a Jesús, ya no habrá espacio en nuestra vida para la mentira, o la violencia,
o la comodidad, o la injusticia, o la corrupción, porque con Jesús estamos eligiendo la
verdad y el coraje para defenderla, la paz y el compromiso para construirla, la justicia y
la pasión para sostenerla, el esfuerzo para sostener con fidelidad nuestra elección a
cada paso, la honradez (la honra) y la firmeza para custodiarla, la fe y todas sus
consecuencias...
Si elegimos a Jesús, esto tendrá consecuencias para nuestra vida y para la vida de
todos los que nos rodean. De esto hablaba el Cardenal Bergoglio ayer, cuando se
dirigía a los agentes de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires, en una
exposición que los periodistas recogían con asombro esta mañana en los los medios
escritos, radiales y televisivos. ¿Es que podría esperarse que la fe cristiana no tenga
consecuencias en quienes hemos encontrado en Jesús al Hijo de Dios, capaz de
orientar toda nuestra vida a la meta celestial, y por eso mismo nos compromete a
construir nuestra vida personal y social a partir de la luz que encontramos en sus
palabras salvadoras?...
Pera la Palabra de Jesús es exigente: nos espera una Cruz, y hay que estar
dispuestos a ella. A cada uno le espera la propia, porque no se vence al pecado y a la
muerte de otro modo que asumiendo la propia Cruz. Pero además, es necesario una
elección decidida, porque quien quiera a sus padres o sus hijos más que a Jesús,
tarde o temprano se quedará por el camino, no llegará a la meta. No se trata de
ponerle límites al amor filial, paterno o materno, sino simplemente tener en cuenta que,
con los grandes que éstos sean, mayor deberá ser todavía el amor a Dios, en quien
toda nuestra vida encuentra su sentido...
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