COMPENSACIÓN Y BENEFICIOS ¿Cómo incrementar la productividad, mejorar la calidad o aumentar la fidelidad del cliente? ¿Cuáles son los factores clave del éxito empresarial? MARÍA ROLDÁN, Consultora de Watson Wyatt No existe práctica universal, ni receta mágica que nos dé una solución inmediata pero, para aproximarnos a ella, debemos tener en cuenta que las organizaciones son un reflejo del comportamiento de sus miembros, y éste a su vez queda condicionado por los procedimientos de gestión y la cultura existente en la compañía. De la afirmación anterior se deduce que debemos saber cómo dirigir a los empleados -que constituyen el mayor activo intangible de la compañía hacia la eficiencia organizativa, que a su vez conduce a la creación de valor para el accionista. Quizá la gestión de competencias, -cuyo primer proyecto vio la luz en el seno de la Universidad de Harvard (McClelland 1973), aunque su aplicación en España no llegó hasta la década de los 90- pueda ser la clave. En este modelo de gestión de personas, se buscan cuáles son aquellos comportamientos, necesarios para realizar un trabajo, que conducen a un desempeño excelente a nivel profesional. En aquellas empresas en las que esta metodología se implanta se produce un cambio en su sistema de gestión de Recursos Humanos, tanto para la selección de personal como para la evaluación del desempeño, planificación de carreras profesionales, compensación, etc. Ahora no sólo priman los co- nocimientos técnicos, sino también las competencias, “características o actitudes que se relacionan con una actuación exitosa en un puesto de trabajo” (Boyatzis, 1982). Sin embargo, en algunas de las organizaciones donde se han implantado este tipo de herramientas, los resultados no han sido siempre los esperados. Se encuentran con el problema de que algunos modelos de competencias utilizan el lenguaje propio de los Recursos Humanos, poco accesible, difícil de cuantificar y alejado del lenguaje de negocios que se emplea en la gestión diaria de la empresa. No obstante, esto no debe llevarnos a desechar todo modelo de competen- Los empleados de una empresa son el mayor activo intangible de la propia compañía hacia la eficiencia organizativa, que a su vez, conduce a la creación de valor para el accionista Capital Humano 148 cias. En base a nuestra experiencia, sí existen modelos que alinean el desempeño hacia los objetivos corporativos y dirigen los comportamientos de las personas hacia los resultados deseados. Estos modelos se caracterizan por estar vinculados a aspectos financieros clave del negocio, empleando un lenguaje conductista y preciso que permite su comprensión y utilización por mandos intermedios y empleados en su gestión diaria. Sin olvidar que proporcionan una homogeneidad de criterios (en lugar de competencias específicas por puestos) que incluyen a todos los empleados en la mejora del desempeño de la organización. Teniendo en cuenta estas tres características, hemos desarrollado un novedoso sistema en el que se identifican cuatro categorías de comportamientos, que denominamos indicadores de valor (o “value drivers”) por describir el modo en que determinados comportamientos, habilidades, conocimientos Nº 203 • Octubre • 2005 y destrezas contribuyen al éxito organizativo y consecuentemente, a aumentar el valor para el accionista. El lenguaje propio de los Recursos Humanos, poco accesible, difícil de cuantificar y alejado del lenguaje de negocios Estos indicadores de valor son los siguientes: que se emplea en la gestión diaria de la empresa • Establecer el rumbo: Desarrollando y ejecutando las iniciativas estratégicas files- resultando un total de 90 comportamientos. Para aplicar este modelo de indicadores de valor es esencial conocer el contexto del negocio concreto y posteriormente generar perfiles de puestos (labor que corresponde tanto a la Alta Dirección como a Recursos Humanos), determinando para cada posición, qué comportamientos son críticos en la contribución al éxito de la empresa. • Movilizar el talento: Impulsando a las personas a través de los objetivos clave para el negocio • Generar ingresos: Materializando el crecimiento de ingresos. • Operar en el negocio: Incrementando la rentabilidad y las ganancias de los accionistas. Cada uno de los indicadores de valor tiene entre 20 y 25 comportamientos asociados, -con el fin de facilitar el proceso de definición y diseño de per- Este modelo permite la implantación de aplicaciones sencillas, accesibles, fáciles de manejar, que vinculan comportamientos con los objetivos del negocio. El marco creado permite que la evaluación de necesidades y el des- Información elaborada por arrollo de habilidades se centren en conceptos empresariales y proporciona a los empleados criterios claros sobre los comportamientos a seguir. Para minimizar las resistencias internas que pudiesen surgir al poner en marcha este tipo de planes, es fundamental que se desarrolle una comunicación transparente, rigurosa y eficaz del proyecto. Es necesario que todas las personas sepan qué es lo que se persigue, cómo se va a realizar, y hacia dónde tienen que dirigir sus esfuerzos. En todo proceso de cambio, la comunicación es de gran importancia. Su correcta realización nos ayudará a conseguir los objetivos marcados.