MONASTERIO DE MELK Abadía benedictina en la Baja Austria Santos patrones: San Colomán (13 de Octubre) y San Leopoldo (15 de Noviembre). Patrones eclesiásticos: San Pedro y San Pablo (29 de junio) El monasterio de Melk supone, tanto para el experto en materia de arte, como para todo aquel que tenga un sentido de la belleza, algo más que el lema del visitante ocasional: "esto hay que verlo". Melk es la obra maestra de una época artística tan genuinamente austriaca como barroca. La importancia del arquitecto Jakob Prandtauer se debe a que éste erigía sus obras dentro de un paisaje natural de tal forma, que, lo existente y lo creado, naturaleza y obra de arte, se consolidan como una unidad maravillosa ante los ojos del observador, pudiendo casi afirmar que se funden la una en la otra. En el caso de Melk, además, se resalta de manera especial el aspecto sacral. A diferencia de otros conventos barrocos es la iglesia la que domina sobre el edificio. El visitante tiene prácticamente sólo acceso a los salones del edificio dedicados a museo, sin embargo, mucha es la vida que late dentro de estos viejos muros. Desde hace 900 años, monjes de la Órden de San Benito oran y laboran en este lugar. El convento realiza hoy en día dos tareas, asumidas a lo largo de la historia: por un lado, la educación y la enseñanza y, por otro, la asistencia pastoral parroquial. Esta asistencia surgió como compromiso adquirido con los fundadores, quienes otorgaban terrenos a los monjes como medio de subsistencia, y éstos debian cultivar y evangelizar dichos territorios. Muchos monjes vivían así fuera del convento, incluso en zonas muy alejadas del mismo. En el monasterio los benedictinos regentan un instituto de bachillerato público en el que se ofrecen una rama de lenguas clásicas y otra de lenguas modernas, y desde 1977, además, un instituto de bachillerato superior con diferentes especialidades. El colegio cuenta con alrededor de 880 alumnos y alumnas repartidos en 33 clases. La formación religiosa y humana de los alumnos es una de las labores pastorales asumidas por el convento. A las tareas adquiridas a lo largo de la historia, hay que añadir además aquellas otras de asistencia pastoral que se han ido incorporando a lo largo de los últimos años, tales como jornadas de retiro, ejercicios espirituales, ceremonias de clausura escolar, jornadas de orientación, vísperas juveniles y semanas de la juventud. Los ingresos procedentes de la administración y el turismo compensan estas tareas, ayudando, además, al costoso y complicado mantenimiento de la casa. Las características arquitectónicas del monasterio crean una atmósfera de belleza y grandeza que no sólo impresiona al visitante y da testimonio de la fe de nuestros antecesores, sino que además, influye positivamente en el trabajo interno de la casa. En Melk no hace falta plantearse el problema de la revitalización, porque aquí se vive desde hace nueve siglos sin interrupción. www.stiftmelk.at