INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS EN EL SENO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS LATINOAMERICANOS FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Universidad Complutense de Madrid 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.—2. RELEVANCIA Y JUSTIFICACIÓN DEL TEMA.—3. HIPÓTESIS DE TRABAJO.—4. LOS CASOS ANALIZADOS.—5. ARGUMENTOS JUSTIFICATIVOS DE LA INTRODUCCIÓN DE ELECCIONES PRIMARIAS INTERNAS. 6. ANÁLISIS TEÓRICO DE LA DEMOCRACIA INTERNA PARTIDARIA: 1. Formación y manifestación de la voluntad política del partido. 2. Selección interna. 3. Selección de candidatos.—7. ANÁLISIS EMPÍRICO DE LA DEMOCRACIA INTERNA PARTIDARIA: 1. Formación de concepciones políticas unitarias y proyecto para consumarlas. 2. Selección interna. 3. Selección de candidaturas.—8. CONCLUSIONES.—BIBILIOGRAFÍA. RESUMEN En este trabajo se profundizará en la democracia interna de los partidos, a partir del análisis de la introducción de elecciones primarias abiertas, cuyo objetivo fue desarrollar un conducto comunicante entre la ciudadanía común y el poder político, tornando más democrática a la formación partidaria. A partir de un estudio comparado en cinco países de América Latina demostraremos que con las internas abiertas no se cumple con la finalidad de democratizar a las estructuras partidarias. Además, se podrá observar que es muy difícil que un partido salga indemne luego de haber expuesto públicamente sus disputas y juegos intestinos, al tiempo que este método genera una excesiva personalización de la representación, promueve enfrentamientos fratricidas y suscita una «balcanización». Palabras clave: democracia interna, partidos políticos, primarias. Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 179 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO ABSTRACT In this study internal democracy in the parties will be analyzed in relation to the introduction of primary elections, whose objective was to develop a communicant conduit between the citizens and political power, returning more democracy to the parties. From a comparative study in five countries of Latin America we will demonstrate that the objective of democratize to the structures of parties is not fulfilled with internal democracy in the parties. In addition, it will be possible to observe that it is very difficult for a party to remain undamaged after having publicly exposed its internal disputes, to the time that this method generates an excessive personalization of representation, promotes fratricidal confrontations and provokes «balkanization». Key words: internal democracy, parties, primary. 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Con las últimas reformas políticas sucedidas en América Latina, el debate sobre los mecanismos de nominación partidaria cobró cuantiosos bríos y las internas abiertas fueron preconizadas desde muchos sectores —tanto por parte de académicos como de dirigentes políticos— como el procedimiento democrático por antonomasia en materia de selección de autoridades. Efectivamente, este método fue concebido como una vía apropiada para que el partido político mejorara sus funciones y recuperara su rol de órgano encargado de representar las demandas y exigencias ciudadanas y de organizarlas adecuadamente con los intereses del Estado. No obstante, la incorporación de este dispositivo tuvo un objetivo antagónico: reducir la influencia de la élite del partido, aduciendo que la eliminación de intermediarios entre la ciudadanía y los representantes tornaría más diáfano el vínculo representativo, proveyendo al candidato electo de autonomía partidaria y, por consiguiente, de flexibilidad programática e ideológica en la toma de decisiones. En todo caso, es necesario constatar que la comparación que se realiza es estrictamente entre partidos o coaliciones, y que no se consideran las características del contexto nacional en el que se mueven los mismos. Desde esta perspectiva, la introducción de internas abiertas parte de una cabal desconfianza en los partidos como entidades autónomas capacitadas para seleccionar a los miembros más idóneos para desempeñarse en la función pública. Sin embargo, una genuina democratización interna partidaria no puede conseguirse sin un previo reconocimiento del partido como el vehículo apropiado para canalizar y representar las demandas y preferencias 180 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO ciudadanas. La contradicción que queda implicada en esta línea argumental es que, según esta casuística, la representatividad de los partidos se incrementa mediante un procedimiento que los desliga lo máximo posible de quienes aspiran a convertirse en representantes. Así, se buscará exponer que con este método se cercenan las atribuciones del partido como formador de la voluntad política y se obstruyen sus capacidades para generar canales de intermediación entre la sociedad civil y el Estado, funciones indelegables de un partido político en el marco de un régimen poliárquico pluralista. 2. RELEVANCIA Y JUSTIFICACIÓN DEL TEMA En la medida en que nuestro objeto de estudio es la democratización interna partidaria y el ámbito de aplicación son los partidos políticos de Latinoamérica, consideramos que, por tratarse de regímenes presidencialistas, el método que utiliza el partido político para la selección de candidatos a la primera magistratura es un aspecto cardinal, no sólo en lo que concierne al funcionamiento partidario, sino también en lo relativo a la posterior correlación de fuerzas entre los órganos de poder, e influye en las relaciones que el propio juego intrapartidista establece entre instancias institucionales diferentes (Gallager, 1988: 2). A la vez, los mecanismos para nominar candidatos tienen una vital importancia, en tanto son el punto en que se intersecan los partidos como organizaciones privadas y los aspirantes a cargos públicos (Zovatto, 2001: 15, y Alcántara Sáez, 2002). Los métodos de selección de candidaturas partidarias podrían diferenciarse en función de su grado de inclusividad de actores en la toma de decisiones. En el continuum de alternativas, el procedimiento más restrictivo es la nominación de candidatos realizada por la cúpula partidaria o por un único líder que concentra el monopolio de las candidaturas, en un segundo término, la elección por convenciones a través de delegados partidarios, una tercera alternativa serían las internas cerradas, restringidas a los afiliados acreditados del partido en cuestión y por último, las internas abiertas, en las que participa todo ciudadano habilitado para emitir su voto (Freidenberg, 2001: 10) (1). (1) Existen otras maneras de categorizar a los mecanismos de nominación partidaria que pueden yuxtaponerse a la ordenación expuesta como la de RAHAT y HAZAN (2001); BILLIE (2001); TAYLOR (2004); CAREY y SHUGART (1995); SIAVELIS y MORGENSTERN (2004); COLOMER (2001), etc. Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 181 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Dicho todo esto, nos restaría responder a un interrogante muy frecuente referido a los mecanismos de selección partidaria, que consiste en cuestionarse si en cada uno de ellos los candidatos son designados o elegidos, lo cual estaría nuevamente ligado al grado de inclusividad en la toma de decisiones partidarias. Queda claro que la selección llevada a cabo por el órgano de conducción ejecutiva implicaría una acción de designación. La que es ejercida por convenciones, puede tener caracteres de uno u otro según el caso, mientras que cualquiera de los dos casos de primarias, ya sea abiertas o cerradas, constituyen procesos de elección (Muñoz, 2003: 147). Así quedarían clasificados los procedimientos selectivos: CUADRO 1 Mecanismo de nominación partidaria Cúpula partidaria Convenciones con delegados Internas cerradas Internas abiertas ¿Elección o designación? Designación Mixto Elección Elección ¿Cuántos participan en la selección? Uno (o muy pocos) Pocos Muchos Todos ¿Son miembros partidarios? Sí Sí Sí No (No todos) En este trabajo nos interesa analizar a las elecciones internas abiertas, no solamente porque implican un mayor grado de inclusión y su práctica efectiva es concebida como un indicador de democratización partidaria, sino más bien porque este método posee la particularidad de desplazar hacia afuera de los límites partidarios al referente empírico que tendrá como función seleccionar a miembros de un partido y transformarlos en los candidatos a puestos de poder. Esto significa que este es el único de todos los mecanismos mencionados en el cual la elección no será llevada a cabo por personas abocadas a la actividad política, sino que el peso de esa nominación recaerá sobre la ciudadanía común. En la medida en que en las internas abiertas se produce una intervención de elementos exógenos a aquellas organizaciones privadas, su estudio hace surgir la necesidad teórica de establecer los límites y circunscribir las atribuciones de la entidad encargada de cumplir con la función selectiva. La iniciativa de promover un traspaso del órgano selector de candidatos tiene que ver con dos circunstancias relacionadas entre sí: por un lado con la emergen182 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO cia de una ciudadanía extendida e informada que accede, a través de los medios de comunicación, a un conocimiento de las opciones electorales; y por otro lado, se relaciona con un cambio en la naturaleza misma del partido político cuya nueva distribución de fuerzas implicó que las bases perdieran incidencia y la personalización de los liderazgos pasara a tener preeminencia en la organización de los juegos internos partidarios. 3. HIPÓTESIS DE TRABAJO En esta instancia se esbozará una respuesta tentativa a la pregunta de investigación, basándonos en los fundamentos teóricos que sustentan este trabajo. Frente al problema de investigación, planteado de la siguiente manera: ¿son las internas abiertas presidenciales un camino para lograr mayores niveles de democratización interna partidaria? No nos interesa meramente exponer la concomitancia de los dos hechos sino que buscamos establecer un nexo causal entre ambas variables, por lo tanto estaremos frente a una hipótesis explicativa, que cuenta con una variable independiente —la aplicación de internas abiertas— que opera como condicionante de una variable dependiente —la variación en el nivel de democracia interna partidaria. Como la variable independiente —la introducción de internas abiertas— ya fue explicada en un apartado anterior, nos restaría exponer qué se entiende por democracia interna partidaria, lo cual será expuesto en los siguientes apartados. 4. LOS CASOS ANALIZADOS Con el objetivo de iluminar nuestra hipótesis de trabajo, hemos seleccionado a los partidos políticos (o coaliciones) de países latinoamericanos en los que las elecciones internas abiertas efectivamente se implementaron (2), ya sea de manera unilateral o regulada por la corte electoral del país, con lo cual hemos procurado cubrir todo nuestro universo de análisis (3). No nos (2) No hemos estudiado el caso de internas abiertas celebradas en el FSLN de Nicaragua en 1999 porque su resultado fue anulado. Tampoco se tomará el caso de Bolivia, porque si bien, legalmente estaba estipulado que todos los partidos realizaran internas abiertas, a causa de denuncias de corrupción y malversación de fondos, las primarias del MNR, MIR, ADN, UCS, fueron invalidadas. (ZOVATTO, 2001). (3) Recalcamos que no estudiaremos todos los casos de primarias abiertas realizadas en Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 183 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO interesará realizar un análisis pormenorizado de los mismos, sino captar ciertas características generales que nos permitan cuestionar a este método de nominación de candidaturas como un instrumento tendiente a democratizar las estructuras partidarias. Dentro de casos que implementaron elecciones internas de forma unilateral estudiaremos los siguientes partidos: — Partido Liberal Colombiano (PLC) de Colombia, a través de la denominada Consulta Popular (4), celebrada en 1990. Esa disputa estuvo planteada entre César Gaviria y Ernesto Samper, resultando el primero triunfador de la misma, con una muy alta concurrencia del electorado. Hay que tener en cuenta que el partido estaba dividido en facciones altamente autónomas y estructuradas en torno a liderazgos individuales, y estas elecciones estuvieron influidas por el asesinato de quien hubiese sido el candidato liberal, Luis Carlos Galán —dirigente del Nuevo Liberalismo—. Los seguidores de Galán se volcaron por Gaviria, quien, con este espaldarazo, pudo manejar hábilmente la consulta popular (5). — Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, en 1999. En medio de un marcado debilitamiento del partido oficial, se buscó introducir un mecanismo más abierto y democrático para la selección de candidatos, requisito indispensable para darle fin al antiguo pacto sucesorio, fundado en el ejercicio de un poder personal prácticamente inagotable. La contienda estuvo planteada entre el delfín presidencial, Francisco Labastida, por un lado, y Roberto Madrazo, por otro, cuyo eje en la campaña fue oponerse a la técnica del «dedazo». Con una altísima y desproporcionada asistencia, Labastida fue quien finalmente resultó victorioso, en un procedimiento fuertemente cuestionado y concebido como no completamente abierto. O coaliciones: América Latina, sino que estudiaremos los casos —que a nuestro entender son— más significativos de todos aquellos países que las celebraron. Hemos optado por ellos en la medida en que se trata de partidos importantes, que compitieron por la presidencia, con chances serias de ganar y, en la mayoría de los casos, fueron pioneros en la utilización de este mecanismo. (4) La Consulta Popular es equivalente en términos procedimentales a una elección interna abierta, ya que es el conjunto de electores empadronados a nivel nacional quien debe concurrir a votar por alguno de los candidatos; sin embargo se llevaba a cabo en el caso en que los dos precandidatos llegaran a un acuerdo entre sí y con la Dirección Nacional del partido, así es que si este acuerdo no tenía lugar era la Convención partidaria la encargada de nominar al postulante. (5) Durante el funeral del mismo, su hijo adolescente nominó a César Gaviria como sustituto de su padre. Así, no sólo la familia de Galán, sino también la junta de parlamentarios que apoyaban su aspiración presidencial, respaldaron la inscripción de César Gaviria como precandidato presidencial. 184 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO — Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación de Argentina. La Alianza era una coalición asimétrica formada, principalmente, por un histórico partido, la Unión Cívica Radical, con una fuerte estructura federal y mayor acceso a recursos organizativos, y el Frepaso, un típico partido profesional electoral establecido en torno a ciertos issues (como la lucha contra la corrupción, el privilegio de la educación, la justicia, la ética administrativa, etcétera). Las primarias fueron llevadas a cabo en 1998; y sus contrincantes fueron Fernando De la Rúa (UCR) y Graciela Fernández Meijide (Frepaso). Con una baja asistencia electoral y con un predominio de activistas radicales, De la Rúa se impuso como candidato de la liga. — Concertación de Partidos por la Democracia —una alianza entre el Partido Socialista, la Democracia Cristiana, el Partido Por la Democracia y el Partido Radical Social Demócrata— de Chile. En este caso, se trató de un frente conformado por fuertes partidos consocios, con diferencias ideológicas entre ellos. Con lo cual, en su interna también realizada en 1999, los dos miembros principales en la liga —Democracia Cristiana, con Andrés Zaldívar, y Socialismo (junto a su versión aggiornada, PPD), con Ricardo Lagos— midieran sus fuerzas ante el mismo electorado que participaría en los comicios ordinarios, lo cual provocó que el público vislumbrara a ambos como entidades dotadas de autonomía y competencia. Lagos se impuso, luego de una asistencia moderada, y por primera vez el candidato de la Concertación fue un socialista. En cuanto al segundo grupo, las primarias abiertas reguladas legalmente, analizaremos: — La realización de internas abiertas, simultáneas y obligatorias en el Partido Colorado, Partido Nacional y Frente Amplio/ Encuentro Progresista en Uruguay, efectuadas en el año 1999, sustituyeron a la implementación de ley de lemas (6). En las elecciones internas del Partido Colorado, Jorge Batlle le ganó a Luis Hierro; en el Frente Amplio, Tabaré Vázquez le ganó a Danilo Astori; y en el Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, triunfó sobre Juan Andrés Ramírez y Alberto Volonté. La concurrencia fue considerablemente alta. Por un lado, la celebración de internas abiertas transcurrió por un cauce relativamente natural ya que los partidos estaban acostumbrados a exponer públicamente las disputas por los cargos; no obstante, a diferencia de (6) La ley de lemas o doble voto simultáneo y acumulativo (DVS) se adoptó a partir del año 1910 e implicaba que en las elecciones generales cada uno de los lemas, o sea los partidos políticos, presentaba una pluralidad de candidaturas, denominadas sublemas, que subsiguientemente se sumarían, estableciendo como triunfador al sublema más votado dentro del lema más votado. Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 185 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO la ley de lemas, donde el voto se acumulaba por partido y los candidatos procuraban confrontar con sus adversarios externos y no internos, con las primarias se pasó a otorgar prioridad a las candidaturas individuales por sobre la organización partidaria. 5. ARGUMENTOS JUSTIFICATIVOS DE LA INTRODUCCIÓN DE ELECCIONES PRIMARIAS INTERNAS La incorporación de primarias ha sido uno de los proyectos de reingeniería política proclives a lograr niveles más elevados de democracia interna en los partidos latinoamericanos. Se expone que, simplemente, se trata de extender la coherencia del avance de la democracia a uno de los «núcleos duros» del sistema partidista (Zovatto, 2001: 16). A propósito, se afirma que difícilmente los dirigentes políticos podrían hablar con autoridad en nombre de la democracia si su origen se encontrase contaminado por prácticas no democráticas (Alcántara Sáez, 2002: 15). Así, se sostiene que la lógica que rige en el sistema democrático debe también regir en las cuestiones internas de los partidos políticos, estableciendo reglas explícitas y abiertas para la competencia en el seno de las organizaciones partidistas, proporcionando transparencia y modernización a las estructuras de la formación. De esta manera, las internas abiertas contribuyen a reducir prácticas negativas como la endogamia, el peso de las redes clientelares, y la influencia de las maquinarias partidarias, estableciendo fórmulas de responsabilidad horizontal (Alcántara Sáez, 2002). Se sugiere que como los gobernantes «deben su mandato constitucional a los electores y no a los afiliados» (Alcántara Sáenz y Freidenberg, 2003: 19), han de ser los primeros y no los segundos quienes determinen las candidaturas. Al mismo tiempo, sirven para terminar con las candidaturas de compromiso que la actividad partidaria impone inexorablemente en cumplimiento de una suerte de ley de «recíprocas donatividades» (Haro, 2002: 113) y aquellas provenientes de monolíticas cúpulas de poder que se enquistan en los partidos por compadrazgo o por militancia vegetativa (Hernández Valle, 2002: 151). También se sostiene que este método ayuda a atraer nuevos miembros a la agrupación, contribuyendo a que el partido se movilice en pos de nuevos intereses sociales hasta el momento no representados (Ware, 1996: 266), y se esgrime que, al ser un mecanismo más abierto e inclusivo, oxigena, por vía indirecta, la vida interna de los partidos (Spota, 1990 y Alcántara Sáez, 2002), ampliando las vías de comunicación entre éstos y los electores autó186 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO nomos. Por otro lado, al permitir que el votante escoja entre una gama más amplia de postulantes, se produce una nómina de candidatos más afines a las preferencias ciudadanas. Para finalizar, cuando los críticos sugieren que las internas abiertas producen una elevación de los costos (ya que se requiere de padrones actualizados, de la apertura de numerosos locales de votación y de la disposición de sistemas de procesamiento sumamente eficaces y modernos), los defensores de este procedimiento argumentan que, en realidad, se trata de una inversión: es un precio que hay que pagar para el mejoramiento de las estructuras y mecanismos de representación, con lo cual, el costo adicional sería más que compensado con la estabilización institucional resultante (7). 6. ANÁLISIS TEÓRICO DE LA DEMOCRACIA INTERNA PARTIDARIA En esta instancia determinaremos que quienes abogan por las internas abiertas como vía para democratizar a las formaciones partidistas, confunden los términos sobre los que se asienta la democracia partidaria: al percibir falencias en el funcionamiento de los partidos políticos, utilizan como variable de ajuste a la vida interior de los mismos (Crevari, 2002), y proponen mecanismos que terminan profundizando esas fallas y conllevan a convertir a los partidos en meras maquinarias electorales. El origen de la distorsión subyacente a esta lógica argumental trunca, proviene, por un lado del desconocimiento de los principios que rigen normativamente a la democracia interior de los partidos, lo que les impide vislumbrar con claridad cómo se compone y delimita el demos partidario, y por otro, por la falaz pretensión de introducir mecanismos democráticos en una institución a la que previamente despojaron de los caracteres que la definían como partido político. Por empezar, el reconocimiento legal de los partidos políticos, significa concederles el status de canales expresivos del pluralismo político y de instrumentos fundamentales para la participación popular. Esto implica que el partido debe cumplir funciones sociales —aquellas que le permiten operar como mediador entre la sociedad civil y el Estado— y funciones institucionales —reclutando liderazgos, ocupando roles en los distintos niveles del sistema político— para lo cual debe diseñar un proyecto nacional congruente y practicable, y convertirse en una organización lo suficientemente institu(7) Reporte sobre La discusión en la Comisión de Internas Abiertas en la Argentina (2002). Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 187 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO cionalizada para poseer autonomía respecto a liderazgos fortuitos. De no aceptarse estas premisas, no puede pensarse en un partido político, lo cual anula la aspiración a democratizar internamente a las organizaciones partidarias. A la vez, desde el punto de vista normativo, la democracia interna reposa sobre dos principios: el derecho de participación de los afiliados y el derecho de autoorganización de los partidos políticos (Orozco Henríquez, 2003: 8), con lo cual, la exigencia de que rijan su organización y funcionamiento internos mediante reglas democráticas, se plasma en el reconocimiento de derechos y atribuciones exclusivos para aquellos que adhieran al proyecto y se comprometan con la organización. Esto significa que el demos del partido está constituido por el conjunto de los afiliados (8) y la idea de democracia interna se refiere a los principios dispuestos en orden a conseguir la participación de los mismos en la formación de la voluntad del partido y en la toma de decisiones partidarias, evitando que éstas provengan de la imposición de las cúpulas políticas. Así, la democracia interna de los partidos comprende todo el conjunto de disposiciones normativas y medidas políticas tendientes a garantizar que la formación y manifestación de la voluntad partidaria, los dirigentes internos seleccionados y los candidatos designados para ocupar puestos de poder, sean acordes y correspondientes con la voluntad mayoritaria de los miembros del partido (Hernández Valle, 2002). En consecuencia, vemos que la democracia interna de un partido se desenvuelve principalmente a través de estas tres esferas: la formación de la voluntad política del partido, la selección interna, y la selección de candidatos, cada una de las cuales alude al vínculo del partido con uno de los elementos del nexo representativo. La primera tiene que ver con la realización de ciertas funciones sociales que permiten conectar al proyecto partidario con las aspiraciones de una porción de la ciudadanía, la selección de autoridades se vincula a la capacidad del partido para darse su propia organización y el último se relaciona con la capacidad del partido para generar un candidato acorde con las expectativas de quienes adhieren a él. (8) Ser miembro o no miembro de una organización tiene un significado político tanto para la persona como para su entorno (ALCÁNTARA SÁENZ y FREIDENBERG, 2002: 22). 188 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... 1. FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Formación y manifestación de la voluntad política del partido Una de las funciones de los partidos es la de formar concepciones políticas unitarias e intentar llevarlas a la práctica (Hernández Valle, 2002: 149). Cada partido debe tener un perfil ideológico-programático determinado y a la vez debe establecer líneas de fractura que lo diferencien de otras formaciones partidarias. Así, la cosmovisión política del partido debe estar en consonancia con expectativas, demandas e intereses surgidos de la sociedad y quien adhiera a esa causa podrá ver en el partido, al vehículo apropiado para su realización. Esto es, en términos de Panebianco (1990), la concreción de la línea política, imprescindible para lograr los fines originarios del partido y también tiene relación con el proyecto partidario, mencionado por Ramos Jiménez (2001), que responde a la posición tomada por el mismo frente a los conflictos emergentes de la sociedad, y tiene que ver con el plazo que se impone el partido para realizarlo y con los elementos a los que le asignan primacía (9). A partir de ciertos principios básicos compartidos por todos aquellos que pertenecen al partido, la estructura del mismo debe ser integradora, para lo cual se requiere de una «infraestructura logística» (Kreuser, 1997: 277), que permita la participación de los miembros y la elaboración de estrategias y mecanismos para que aquellas máximas puedan traducirse en en alternativas de política general para hacerlas llegar a los centros decisorios del sistema político. No obstante, cada partido posee una perspectiva particular del bien común y del interés general que, si bien intenta tener una proyección generalizada, se asume que no ha de ser compartida por toda la comunidad y es saludable que así sea. Los partidos son organizaciones que nacen del cuerpo social y que tienen, ante él, ciertas responsabilidades, pero la idea de sociedad plural presupone la coexistencia de intereses heterogéneos, adversos y antagónicos que han de enfrentarse lícitamente a través de los distintos partidos políticos existentes. Por tal razón, no puede existir una libertad irrestricta para participar en un partido ni para permanecer en él. De hecho, la capacidad y el buen funcionamiento de un partido dependen en gran parte de que pueda mantener a raya a aquellas personas que perturban la ejecución de su línea política unitaria (Hernández Valle, 2002: 149). Recopilemos, por un lado, los individuos, al reunirse en torno a un proyecto, afirman que adhieren a determinado partido y, al mismo tiempo un proyecto sin organización, condenaría al mismo a la esterilidad y marginación en la (9) El proyecto se sitúa entre el nivel de la doctrina y el de la organización, a la vez debe plantearse a partir de aspectos distintivos y característicos del mismo respecto a sus congéneres dentro de un sistema partidario dado (2001: 110). Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 189 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO vida política (Ramos Jiménez, 2001: 110 y 168). En efecto, la ideología es lo que mantiene la identidad de la organización a los ojos de los partidarios (10) (Panebianco, 1990: 42). Así, habremos de establecer que para que exista democracia interna, el partido tiene que propiciar la participación de todos los ciudadanos que compartan la visión del mundo proyectada por el mismo y pertenezcan de un modo u otro a la organización. Aceptamos que no puede existir un partido «aideológico» ni absolutamente pragmático (Abal Medina, 2002: 48 y ss; y 2004b: 48), pero si la cosmovisión o proyecto integrativo del partido no es más que «una guía muy general de la forma de acción de la organización» (Abal Medina, 2004b: 48), se diluye el criterio de membresía, por el cual se determina quiénes han de participar en el funcionamiento partidario. En definitiva, sin un nítido criterio de pertenencia, se licuan los márgenes del demos partidario. A la vez, para que este demos pueda tener una articulación formal dentro de la organización, se requiere de un cierto nivel de institucionalización partidaria y de permanencia en el tiempo. En consecuencia, si no puede determinarse la composición del sujeto colectivo partidario, no hay ninguna disposición normativa que pueda reportar democracia endógena a la formación partidaria. 2. Selección interna Idealmente, las autoridades partidarias deberían elegirse por la voluntad de la mayoría de sus miembros afiliados y éstos a su vez deberían tener la posibilidad de generar de entre sus filas a las próximas camadas de recambio dirigencial, promoviendo lo que Panebianco denomina «la integración vertical de las élites». Esto también requiere que el partido cumpla una función de socialización (Sartori, 1986), instruyendo, reforzando y transfiriendo actitudes y creencias políticas a quienes participan activamente en el mismo. El partido debe disponer de medios de difusión, escuelas de cuadros y centros de transmisión de sus ideas para que sus miembros aprendan política, ejerciéndola; posibilitando, de esta forma, la profesionalización (11) de las futuras élites dirigentes (Panebianco, 1990). (10) Cabe aclarar que esa es la primera función de la ideología; la segunda es la de ocultar la distribución de incentivos selectivos. (11) La noción originaria de «elites profesionalizadas» emergía de la diferencia que ellas tenían con las camarillas de notables, características de la institución débil, y permitía a los partidos políticos contar con una estructura necesaria para gestionar lo público. Lo que posteriormente se entendió por «política profesionalizada» implicó un proceso inverso: fue el abandono de la vida pública a manos de profesionales y expertos provenientes de corporaciones privadas. 190 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO El problema consiste en que, actualmente, en América Latina (con diferencias entre los países), el funcionamiento interno de los partidos es excesivamente verticalista, son pocas las opciones para la promoción de nuevos dirigentes y frecuentemente se produce la reelección consecutiva de los dirigentes en cargos partidarios. Esto es así, en parte porque, en muchos de los partidos importantes de la región, las prácticas de cooptación, propias de los partidos de notables han persistido en los nuevos partidos de cuadros (Ramos Jiménez, 2001: 170) con lo cual históricamente los requisitos para ocupar este tipo de puestos han sido sumamente restrictivos (12). Así, la carrera hacia posiciones dirigentes ha sido excesivamente prolongada para los miembros del partido (Ramos Jiménez, 2001:170), lo que ha fomentado la perpetuación de los mismos dirigentes en las estructuras de poder interno. Por otro lado, todos los cambios ocurridos a escala planetaria (13), que implicaron una transformación de la representación partidaria, conllevaron a la decadencia de la militancia y del activismo partidario, posibilitaron que estos dirigentes encontraran el camino allanado para mantener sus posiciones en la estructura orgánica del partido, lo que dificultó la generación de cuadros intermedios que operaran de contrapeso de aquel poder cupular. Así, todas las transformaciones sufridas por los partidos políticos han derivado en una ausencia de mecanismos ciertos para la participación de sus miembros y, simultáneamente, en la configuración de ámbitos de debate interno restringidos por el discurso predominante en el universo mediático (12) El reclutamiento —la decisión de quiénes pertenecen al partido, quiénes ascienden en la jerarquía interna y qué requisitos se requieren para ello— es una de las zonas de incertidumbre que los líderes pretenden controlar, las cuales, como se vio tienden ser acumulativas. Las investigaciones empíricas sobre partidos tienen a confirmar la existencia de una oligarquía partidaria, que las posee bajo su control (GUBERMAN, 2004: 50). Por otro lado, en el caso de los partidos nacionales que tuvieron la habilidad para manipular los recursos estatales (MUJAL LEÓN y LANGENBACHER, 2001: 91), los líderes que pudieron usufructuarlos tendieron a acaparar los recursos organizativos disponibles y establecer restricciones para el establecimiento de una carrera política partidaria. (13) Todo el proceso de globalización de los mercados comercial y financiero y los cambios tecnológicos condujo a que, en América Latina, a partir de los años ochenta, la matriz estado céntrica —es decir, el patrón de comportamiento político en el cual la política se organizaba preponderantemente en torno a las acciones del Estado— se agotara y fuera reemplazada por otra matriz vertebrada en el mercado, fundada en la doctrina neoliberal (CAVAROZZI, 1996). El proceso de reformas estructurales, desregulación económica y ajustes orientados hacia el mercado trastocaron las relaciones sociales, rompiendo los lazos que los partidos habían tendido con los actores sociales durante la etapa de la sustitución de importaciones a mediados del siglo pasado. Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 191 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO (Crevari, 2002). A la vez, la función socializadora y formadora de cuadros fue sustituida por la presencia de grupos tecnocráticos o fundaciones insertas al margen de la estructura partidaria (Muñoz, 2002: 63), desarrollando una integración horizontal de las elites dirigentes, en un esquema de poder en el que se mantenía a raya a los adherentes y militantes. Esto fue produciendo una decepción y desesperanza por parte de los activistas comprometidos, quienes pasaron a enfrentarse con un problema de acción colectiva: al advertir que los recursos partidarios estaban cada vez más concentrados en un pequeño núcleo dirigencial que privilegiaba la provisión de incentivos selectivos por sobre los colectivos, aquellos miembros progresivamente fueron alejándose de sus estructuras. De todas formas, cada uno de estos militantes, individualmente considerado, sabía que, para revertir esa situación, el partido debía contar con una gran cantidad de miembros como ellos que intervinieran activa y cooperativamente en la vida partidaria. Sin esa participación —que era, precisamente, lo que enaltecía la causa— el partido quedaba en manos de militantes arribistas y advenedizos, quienes sólo deseaban la obtención de bienes privados, profundizando las fallas que habían conducido a los miembros creyentes a abandonar la organización. En muchos casos, se hubo bregado por la incorporación de mecanismos correctivos de estas falencias —como nombramientos abiertos y democráticos, con la participación de todos los afiliados; flexibilización de las condiciones de acceso a los cargos partidarios, etc.— con los que se prohijaba una apertura del partido, permitiendo un quiebre de las monolíticas cúpulas de poder. Estos avances que si bien, son muy importantes, en teoría, por un lado han sido parciales, y por otro, han sido insuficientes para la democratización partidaria, ya que para que ésta se efectivice, se requiere un compromiso ciudadano de arrimarse a los partidos políticos sintiéndose parte constitutiva de los mismos y una reconstrucción por parte del partido de sus funciones de socializar, agregar y articular intereses surgidos de la sociedad civil. En realidad, se ha generado un círculo vicioso altamente perjudicial para la propagación de la democracia interna: a partir del quiebre entre los elementos que configuran el nexo representativo, los partidos políticos dejaron de suscitar adherencias en sociedad y fueron vaciándose tanto de contenido como de actores participantes (Crevari, 2002). En consecuencia, la actividad partidaria pasó a ser objeto de regresiones desnaturalizantes; acentuándose las tendencias centralistas e incrementándose las pugnas entre facciones por el control del poder (Rojas Bolaños, 1997), al tiempo que el comportamiento oligárquico de los dirigentes ha desalentado la participación voluntaria, y a su vez, la desafección y pasividad política de la ciudadanía ha contribuido a 192 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO reforzar ese tipo de prácticas en el funcionamiento partidario, contribuyendo a la autorreferencialidad de la política. 3. Selección de candidatos Ésta es la zona que compete a este trabajo y la que han elegido muchos como campo para la remoción de comportamientos autocráticos dentro de los partidos. Paradójicamente, quienes conciben a las primarias abiertas como propulsoras de democracia interna, por un lado, descuidan y dejan intactos los dos aspectos anteriores y, por otro, situándose en un paradigma que reduce a los partidos a su mera condición de elementos participantes de un ámbito externo, colocan tanto peso en esta área que la fuerzan hasta el punto de desvirtuarla. Siguiendo las definiciones adoptadas, la dicotomía democracia interna-autocracia interna, puede cifrarse en términos de participación de los afiliados en contraposición a exclusión de los mismos en la toma de decisiones partidarias. Así, la existencia de democracia en este punto radica en que los candidatos sean elegidos por todos los miembros del partido y no designados por una minoría dentro del mismo. Muchos sostienen que este factor de la democracia interna está planteado en el partido como organización electoral y de gobierno, y como los gobernantes deben responder a los electores y no a los afiliados (Alcántara Sáenz y Freidenberg, 2003: 19), es pertinente que sean estos últimos los que seleccionen a los líderes partidarios que se presentarán en los comicios. En primer lugar, eso no es cierto, porque el mandatario no gobierna simplemente para los que lo votaron, sino que tiene la potestad para decidir sobre el todo (Sartori, 1992: 227) y los criterios que utiliza para ello tienen anclaje en la concepción del mundo partidaria. Por eso, este argumento hace agua y nos conduce nuevamente al primero de los requisitos democracia interna: el responsiviness y responsability (Sartori, 1990) del gobernante radicará en su capacidad para traducir la voluntad partidaria en prácticas institucionales, para lo cual es necesario resguardar el ámbito de competencia interna del partido. Así, si se mantienen inalterados los dos elementos anteriormente mencionados, la conformación de la concepción partidaria —que alude al aspecto dogmático— y la elección amplia y mayoritaria de los dirigentes internos —que apunta al aspecto organizativo— se potencian los efectos negativos de la distorsión de este tercer elemento. Curiosamente, las primarias abiertas abren la asistencia a —y concentran las expectativas de participación en— Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 193 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO individuos alejados de la vida partidista y apáticos respecto a la praxis política, los cuales, precisamente, no intervienen en el entramado de juegos organizativos intestinos del partido, ni participan en las distintas instancias previas en las que se determina quiénes serán los precandidatos presidenciales. De este modo, en las internas abiertas, los votantes deben pronunciarse sobre opciones partidarias conclusas en sí mismas que se les ofrecen a través del universo mediático de manera fragmentaria, pero de cuyo proceso de conformación y consolidación permanecen completamente ausentes. A través de los medios comunicacionales se han ido revelando, continuamente, aspectos de la otrora «política invisible» (14) (Sartori, 1980: 131), los cuales, a causa del declive de la «política visible» —debate de ideas, de proyectos, de planes de acción entre partidos— ganan terreno sobre ésta, y así, lo que se vuelve visible y evidente es la parte más repulsiva de la política —peleas, intrigas, habladurías, escándalos, etcétera (15)—. De esta manera, con la apertura de los mecanismos selectivos se promueve que los individuos se inmiscuyan en la política por la senda más larvada y caliginosa, cuya opacidad incrementa el recelo que aquellos sienten por los partidos y, a despecho de sus objetivos originarios, termina desanimando el genuino involucramiento ciudadano en la vida partidaria. Consecuentemente, observamos que, con la incorporación de internas abiertas, no se revierte la abulia política de los individuos —que es lo que imposibilita agregar intereses con cierta generalidad y generar candidatos acordes con tales intereses—; y concomitantemente, el plantel de precandidatos se compone por los mismos dirigentes y se establece mediante las mismas prácticas cuestionadas anteriormente. Así, no se amplía la libertad política de los ciudadanos, en la medida en que éstos participan en una sola instancia del dispositivo trifásico que comporta la democracia interna; y, en tanto no se desatrancan los canales que vinculan democráticamente a los ciudadanos con los candidatos electos, sigue estando limitada su autodeterminación como sujetos políticos, y la nominación de candidatos termina apareciendo como un proceso de imposición partidaria sobre el cuerpo ciudadano. (14) En un trabajo de JOHN B. THOMPSON (2001) se expone que el aumento de los escándalos políticos tiene correspondencia con las transformaciones provocadas por los medios de comunicación, los cuales modifican la naturaleza de la visibilidad y alteran las relaciones entre la esfera privada y la pública. (15) THOMPSON (2001) concluye que «el escándalo está profundamente arraigado en nuestras tradiciones históricas e íntimamente entrelazado con el desarrollo de las formas de la comunicación mediática, un desarrollo que ha cambiado la naturaleza de ámbito público y que ha transformado los límites existentes entre las esferas pública y privada». 194 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... 7. FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO ANÁLISIS EMPÍRICO DE LA DEMOCRACIA INTERNA PARTIDARIA Cabe aclarar que las tres dimensiones a través de las cuales se desarrolla la democracia interna partidaria —la formación de una concepción política unitaria del partido, la selección de los dirigentes internos y la designación de los candidatos a puestos de poder, acordes con la voluntad mayoritaria de los miembros de la organización— poseen un orden lógico intrínseco que los dispone de más a menos relevantes, de modo que el cumplimento del primero es indispensable para el funcionamiento democrático y la satisfacción del tercero no serviría de nada sin los anteriores. En la medida en que hablar de democracia interna implica reconocer la existencia de la cara interior del partido, que ha de ser la más permanente y regular del mismo, en la cual cobrará enorme importancia la formación de la política partidaria (Alcántara Sáez y Freidenberg, 2003: 21 y 22), arriesgaremos que ningún partido podrá tener garantizadas las condiciones necesarias de democracia interna si carece de un proyecto partidario integrador y de un nivel aceptable de fortaleza organizativa. A la vez, respecto a la selección de los dirigentes, sólo un partido orientado a una cantidad importante de votantes, a los cuales estimule a participar a través de mecanismos incluyentes, podrá poseer los requisitos para suministrar democracia endógena a la formación partidaria. Paralelamente, si un partido goza de esos atributos de democracia interna adecuadamente, sus candidatos a puestos de poder tendrán, de una manera u otra, origen en la voluntad mayoritaria de sus miembros. Ahora bien, aunque las internas abiertas atañan sólo a la tercera dimensión, los propulsores de las mismas han dejado ver que algunas de las fallas del segundo aspecto pueden subsanarse, o al menos neutralizarse, mediante la implementación de este método. Esto es así, porque si no se cuenta con dirigentes internos democráticamente electos, siempre se tiene la opción de recurrir al electorado independiente para efectuar la tarea de aquéllos en lo que respecta a la selección de candidaturas. Como las premisas referidas a la primera dimensión son innegociables, para que las primarias abiertas operen como fuente de provisión de democracia partidaria interior, debería existir previamente un déficit respecto a la misma tan sólo respecto a los dos últimos. (Paradójicamente, la propuesta de introducir un dispositivo paliativo de comportamientos autocráticos u oligárquicos suele estar precedida de una evaluación negativa respecto a todos los cánones relativos al funcionamiento democrático de la organización). Por lo tanto, estableceremos que tan sólo en aquellos casos en los que, cumpliéndose el primer ítem, existiera alguna falencia en el segundo, podría persistir el Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 195 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO intento por modificar los mecanismos de selección de candidatos partidarios en nombre de la democratización interna. CUADRO 2 Variable Democracia interna Dimensión Valor Proyecto compartido por todos los miembros Presencia Dirigentes internos electos por todos los miembros Alto Candidatos electos por todos (los miembros) Presencia Ausencia Medio Bajo Ausencia Como con las internas abiertas no se modifican las primeras dos dimensiones, deberemos asignar a ellas valores previamente determinados. En la medida en que estamos evaluando el ámbito interior del partido, no podemos prescindir de la primera dimensión que —aunque en la práctica sus indicadores pueden presentar grados diversos— hemos considerado que se trata de una variable de cociente, ya que sin la presencia de ciertos atributos indispensables estará denegada la posibilidad de lograr democracia interna en el partido. Veamos en detalle cada una de las dimensiones: 1. Formación de concepciones políticas unitarias y proyecto para consumarlas La realización de este cometido es condición necesaria, aunque no suficiente, para que un partido sea, efectivamente, democrático internamente. Esto es así porque si no se produce una canalización de las exigencias y preferencias de los actores sociales se disipa el vínculo que la organización ha de tener con los sectores a los que representa democráticamente. Por lo tanto, para evaluar si se cumple satisfactoriamente con este requisito de democracia interior, consideraremos dos cuestiones estrechamente vinculadas entre sí, por un lado, la fortaleza de la organización partidaria (uno de los requisitos fundamentales de la institucionalización del sistema de partidos), por otro, el proyecto —que se vincula con los fines organizativos— y de su plazo de realización preestablecido, ya que cuanto más integrador sea el pro196 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO yecto, más prolongación buscará tener en el tiempo. Así, sin un valor aceptable en ambos puntos, el partido no poseerá una concepción político-partidaria unitaria, por lo tanto, no puede buscar respuestas en el cambio de los otros dos aspectos de la democracia interna que prosiguen, ya que sólo profundizarán las fallas de esta dimensión. En cuanto al primer punto, determinaremos que aquellos partidos o coaliciones que no tengan al menos un nivel medio en esta condición de institucionalización partidaria, carecerán de una organización lo suficiente fuerte, y de claridad programática e ideológica, que les impedirán adquirir autonomía y mantenerse en el tiempo. A la vez, la relación entre el proyecto partidario y la variable «tiempo» va a ser fundamental para evaluar el grado en que el mismo está orientado hacia un cuerpo mayoritario de miembros partisanos. En este caso tendríamos, por lo pronto, que dejar de lado a los partidos y frentes pragmáticos, simplemente porque en ellos, la existencia de un programa diferencial, que pueda despertar adhesión y afinidad en un grupo definido, pierde terreno frente a la necesidad de adaptarse a las condiciones de las contiendas electorales y de las contingencias políticas, impidiendo que la formación cumpla con la tarea de realizar los cometidos y defender los intereses de una comunidad de personas, diferenciándose de otras fuerzas que representen otras cosmovisiones, dejando de lado la denominada «lógica del proyecto». También se podría argumentar que en esta instancia hay que excluir también a los denominados partidos oficiales, a lo cual nosotros respondemos que este género de partido nunca emerge por generación espontánea sino que, en la mayoría de los casos, se trata de adaptaciones a coyunturas favorables que consiguieron éstos cuando tenían la condición de partidos ideológicos, por tal razón, les concederemos la anuencia de no suprimirlos por anticipado de este ítem. CUADRO 3 Dimensión Indicador Fortaleza de la organización Proyecto político compartido Partido según proyecto (16) Valor total de la dimensión Valor Alta Medio alta Media Medio baja Baja Ideológico Estratégico Oficial Táctico Pragmático Presencia Ausencia (16) Las alternativas propuestas por el proyecto tienen que ver con el plazo que se impone el partido para realizarlo y con el elemento al que le asignan primacía: 1. Primacía a la doctrina: en Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 197 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Ahora veremos cuáles son los países que salen airosos de estas pruebas, para luego evaluar los resultados en la próxima dimensión. CUADRO 4. Fortaleza de la organización partidaria País Argentina Colombia Chile Fortaleza de la organización partidaria Frepaso Media UCR Alta Alianza Media baja Media baja PL PS Alta PDC Alta PPD Media Concertación Media alta México PRI Alta Uruguay Partido Colorado Partido Nacional Frente Amplio Alta Alta Alta Fuente: Elaboración propia, a partir de datos anteriores. ellos el proyecto es pluriabarcativo, teniendo presencia en casi todos los aspectos de la vida social, lo cual se expresa en la adhesión principista a los postulados que conforman un cuerpo doctrinario que se presenta libre de las presiones del tiempo. Este tipo de partido se denomina «partido ideológico». 2. Primacía al largo plazo: los objetivos primordiales prevalecen sobre las consideraciones inmediatas a la hora de elaborar el proyecto partidario. En muchos casos, se trata de partidos que transmutaron sus posiciones doctrinarias originarias en metas con más chances de poder ser realizadas, no sin que este proceso derivara en pugnas y enfrentamientos entre los sectores partidarios. Esta categoría de partido se llama «partido estratégico». 3. Primacía al mediano plazo: la elaboración del proyecto incluye la división en períodos determinados, como puede ser la celebración de elecciones, establecimiento de políticas gubernamentales, etc. Sus proyectos políticos, son de hecho, más concretos que los de los partidos estratégicos. Este tipo de partido se denomina «partido táctico». 4. Primacía al corto plazo: los intereses partidarios están orientados al cumplimiento de objetivos inmediatos como puede ser ganar una elección, participar en una coalición de gobierno, obtener la mayoría de las bancas parlamentarias, etc. Muchos de ellos son considerados «fenómenos electorales» (RAMOS JIMÉNEZ, 2001: 117). Este tipo de partido se titula «partido pragmático». 5. Primacía al mantenimiento del Statu Quo: sus proyectos van acomodándose a las diversas situaciones que les toca enfrentar con el objetivo de preservar las porciones de poder adquiridas. Sus objetivos pueden aparecer enmascarados tras el velo de una doctrina o ideología que los sustenta. No obstante, el proyecto se gesta desde la institución cardinal de la acción política, lo que requiere que sus miembros se ubiquen en lugares clave dentro de los centros decisorios principales. Esta clase de partido es denominado «partido oficial» (RAMOS JIMÉNEZ, 2001: 111-112). 198 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Partido o coalición según el proyecto: CUADRO 5 País-Partido Partido Coalición General - Pragmático UCR Estratégico Colombia PL Pragmático PS Estratégico Chile-Concertación PDC PPD Ideológico Táctico Estratégico Estratégico México PRI Oficial - Oficial Uruguay PC PN FA Estratégico Estratégico Táctico - Estratégico Fuente: Elaboración propia a partir de Ramos Jiménez, 2001. Los partidos de Chile, México y Uruguay son los únicos que cumplen las condiciones de fortaleza de la organización partidaria y poseen un proyecto que, primariamente, podría ser considerado como identificador y distintivo de la voluntad política o, al menos, ligado a una voluntad de subsistir en el largo plazo (aunque algunos consideran que el Frente Amplio, reúne a diferentes fuerzas con metas electoralistas, de todas formas, esta liga no ha abandonado sus principios y líneas fundadoras). Así, determinaremos que los partidos estudiados de esos tres países poseen un valor positivo en la primera dimensión analizada de democracia interna. Consecuentemente, afirmamos anticipadamente que los casos analizados de Argentina y Colombia, adquieren valores negativos en esta dimensión; por lo tanto, en ellos, las internas abiertas no proveerán de democratización a las estructuras partidarias. 2. Selección interna Hasta ahora vimos cuáles eran los partidos que obtuvieron un mínimo de aprobación en función de la fortaleza de la organización partidaria y del nivel de su proyecto; aquí nos centraremos en la otra cara de esas características. En orden a lo primero, veremos el reverso del aspecto anterior, es decir, Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 199 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO los riesgos por exceso en esa condición de institucionalización: éstos pueden ser tan perniciosos como aquellos por defecto (17) y es en este campo, donde esos efectos negativos se dejan ver con más claridad. Con respecto a lo segundo, nos concentraremos en el nivel complementario del proyecto, es decir en la organización partidaria, ya que aquel se vincula con los fines del partido y ésta última se relaciona a los medios que sirven para cumplir con esos objetivos. Veamos cuál es la relación de esta dimensión y los riesgos por exceso de fortaleza organizativa interna: en la medida en que la existencia de una selección interna llevada a cabo de una forma plural y con la participación de los diversos sectores que componen al partido, requiere de vínculos dinámicos y de cierta adaptación por parte de los actores a coyunturas que den lugar a la renovación de los niveles jerárquicos de mayor responsabilidad, aquellos partidos que se excedan en esta característica de institucionalización partidaria pueden carecer de la flexibilidad necesaria para procesar formalmente los intereses y preferencias ciudadanas. El subproducto de este exceso es la presencia de relaciones de mando excesivamente concentradas en la cúspide y, consiguientemente, la elección de autoridades internas queda en manos de una élite minoritaria del partido. Por otro lado, deberemos evaluar a cada uno de los partidos analizados en función de su nivel de organización, en tanto este aspecto alude a la relación entre el poder centralizado y la reivindicación que de éste hacen los diferentes miembros partidarios (Ramos Jiménez, 2001: 118). La diferencia entre partidos con vocación mayoritaria y aquellos con vocación minoritaria. En estos últimos, el centro directivo es el que prevalece sobre los dirigidos en la organización (en el partido de notables, por su carácter centralizado y elitista; y el partido de militantes por la ausencia de diferenciación ontológica entre unos y otros), por lo tanto, deberán ser descartados en esta instancia. De entre aquellos que tienen vocación mayoritaria habría que distinguir entre la primacía y el rol que cada uno le otorga a los miembros dirigidos: los partidos de masas apuntan a los simpatizantes a través de un vínculo empático y emotivo, propiciando la movilización pero casi nunca la participación efectiva de los mismos en cargos orgánicos; los partidos de electores tienen su foco de acción en los votantes, pero de ellos no esperan más que su asistencia pasiva en los comicios en los que se presentan; los partidos de (17) La presencia en exceso de esas características son tan negativas como su ausencia, en la medida en que proveerían de excesiva rigidez a los sistemas, impidiendo que éstos procesaran las nuevas demandas societales y se adaptaran a una dinámica partidaria en constante transformación (CAVAROZZI y CASULLO, 2002: 23). 200 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO cuadros son los únicos en los cuales se favorece una participación constante, permanente y reproductiva de las bases y una generación de dirigentes proveniente de sus filas. Sin embargo, para que realmente esta concurrencia pueda materializarse se requiere de algún tipo de registro mediante el cual quede formalmente estatuido quiénes son los miembros partidarios que tienen presencia en la selección de autoridades y tienen probabilidades de acceder a los centros decisorios de poder partidario. Así, los partidos de cuadros con padrones de afiliados limpios y fidedignos podrán realizar una selección interna democrática, siempre y cuando la institucionalización partidaria sea moderada. CUADRO 6 D. Indicadores Valor Elec. dirigentes Organización (18) Dirigentes internos Registro Valor total de la dimensión Mayoritaria Cuadros Minoritaria Masas Presencia Ausencia Presencia Ausencia Alto Medio Elect. Milit. Not. Presencia/Ausencia Bajo (18) La organización «comprende todo el conjunto de procedimientos que aseguran al partido eficacia —cumplimiento de sus objetivos— y permanencia —adaptación al terreno donde se desarrolla la competición por el poder político— y que le aseguran un lugar especifico en la relación de fuerzas.» (RAMOS JIMÉNEZ, 2001: 118). Por tal razón, las formas adoptadas por la organización estarán ligadas a diferentes etapas históricas. Según RAMOS JIMÉNEZ, existen cinco principales alternativas en relación con la estructura y funcionamiento de cada uno de los partidos: 1. Primacía a la élite dirigente: Son aquellos casos en que las cúpulas partidarias designan a sus candidatos sin que interfieran en tal proceso las bases del partido. Se trata de formaciones que se edifican a partir de un círculo de dirigentes que en primera instancia, aportan influencia, prestigio, dinero en pos del mantenimiento del partido, posteriormente, intentan cooptar a los círculos inferiores que han de tener características en común para mantener similitudes entre los miembros. Con respecto a los círculos más externos, estos partidos mantenían vínculos clientelares o de patronazgo con el objetivo de tener controlados a los miembros subordinados. Este tipo de partido es el denominado «partido de notables». 2. Primacía a la base: en ellos, las nominaciones y decisiones importantes recaen en los cuadros dirigenciales, además de los líderes principales. Se trata de pequeños partidos donde los dirigentes y dirigidos se intersecan y confluyen en el aparato y su influencia y vocación movilizadora se realiza a partir de la acción de una vanguardia (2001: 126). Así, el acuerdo del cuerpo dirigente sobre cuestiones doctrinarias e ideológicas determinará la organización del aparato, por tal razón este partido no se orienta a las contiendas electorales, sino más bien poseen una «vocación minoritaria» (RAMOS JIMÉNEZ, 2001: 126), muchas veces antisistema. Esta clase de Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 201 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Veamos cómo de ha desarrollado esta dimensión de cada uno. CUADRO 7 País-Partido Elección de dirigentes PS Chile-Concertación PDC Voto universal de los militantes (>) PPD Voto universal de los militantes (>) México-PRI Uruguay Argentina-Alianza Colombia-PL Listas sustentadas en plataformas políticas (>) Consejo y convenciones (<) PC Convenciones (<) PN Convenciones (<) FA Convenciones (<) FG Junta confederal (<) UCR Convenciones (<) Cúpulas (<) (>) Mayoritaria (<) Minoritaria Los casos separados que están en cursiva son los que ya fueron excluidos en el apartado anterior, por no cumplir con la primera dimensión y ya los descartamos como susceptibles de mejorar con las internas abiertas. Fuentes: Elaboración propia, a partir de datos anteriores. C OLOMER , 2001: 125. http://www.georgetown.edu/pdba/english.html; ALCÁNTARA SÁENZ y FREIDENBERG, 2003. partido es el «partido de militantes». 3. Primacía a la movilización: están orientados al reducto constituido por sus simpatizantes o electores fieles, más que a las bases de militantes. Estos partidos canalizan las aspiraciones e intereses de las masas, excluidas a través de la movilización las mismas, y así intentan reivindicar y representar al «pueblo» —sin estar este diferenciado en clases sociales— oprimido por la oligarquía. Estos son los denominados «partidos de masas». 4. Primacía al marketing electoral: dirigen su línea de acción al electorado en su conjunto, su meta es ganar elecciones y sus candidatos son elegidos en orden a sus chances de imponerse en comicios generales. Como ya se ha visto, quienes tienen primacía son los profesionales del marketing político, interesados en controlar la llegada a los medios de comunicación masiva. Así es que se acepta se venera el acercamiento de outsiders del mundo de los negocios, dispuestos a contribuir con fondos al partido, y/o con buena imagen en la opinión pública. Estas formaciones don los «partidos electorales» o «partidos profesional electorales». 5. Primacía al aparato: tienen como eje central y cuasi único la realización de su proyecto, por tal razón, en él invierten todos sus recursos y esfuerzos. La primacía está otorgada al «aparato centralizado o burocratizado que comprende diferentes niveles de responsabilidad y acción» (2001: 140). Existe en ellos una relación rígida entre la cúpula dirigencial y las bases militantes. Tienen vocación mayoritaria, lo cual se expresa en la búsqueda de ampliar sus ba- 202 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO CUADRO 8 Organización País-Partido Partido Coalición Registro formal de afiliados PS Cuadros Chile-Concertación PDC PPD Cuadros Electoral Cuadros Sí Sí (pero, con irregularidades) México PRI Masas - No (muy anticuado o inexistente) Uruguay PC PN Cuadros Cuadros Cuadros No No FA Electoral Argentina-Alianza FG UCR Colombia PL Sí No Electoral Electoral Cuadros Notables - No suficientemente estructurado Sí, pero desactualizado Sí Fuentes: Elaboración propia, a partir de datos anteriores. RAMOS JIMÉNEZ (2001: 144). De los partidos que habían quedado habilitados para ser evaluados en esta dimensión, sólo los chilenos, cumplen satisfactoriamente los requisitos básicos de democracia partidaria de esta área (aunque está la excepción del PPD, que tiene un padrón sobreabultado, eso no impide que prevalezca un nivel aceptable, para los cánones latinoamericanos), pero precisamente por esa razón es que se torna innecesaria la incorporación de un procedimiento ideado para proveer de mayores niveles de democratización interna. (Inclusive, de todos los casos estudiados, los miembros de los partidos chilenos son los que menos importancia les daban a la democracia interna (19) como elemento a modificar en eventuales reformas.) Por lo tanto, como la Concertación tiene un valor alto en esta dimensión que implica la presencia de mecanismos participativos, estructuras horizontales y órganos en los que se expresa la voluntad mayoritaria, anticipamos que los candidatos a puestos electivos serán producto de una decisión que, directa o indirectamente, esté fundada en la opinión de la mayoría de sus miembros organizados. ses constitutivas. Se trata de partidos de tendencias o de corrientes internas, las cuales no son excluyentes y favorecen la pretensión integracionista de la formación. Estos partidos se denominan «partidos de cuadros». (19) Percepciones de los miembros de los partidos de América Latina. Elecciones dentro del partido para nominar candidatos a las elecciones generales. (Ver Cuadro 12 al final del artículo). Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 203 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Por otro lado, el PRI mexicano es un ejemplo de superabundancia en esta condición de institucionalización (20), dada la excesiva burocratización extraparlamentaria central dentro del partido, al punto de que la extrema verticalización del mando partidario impide que la selección de dirigentes internos pueda desarrollarse de una manera participativa e incluyente de sus bases. A esto se le suma el deficiente o inexistente registro de afiliados que impediría la realización de internas cerradas, y a la vez, la militancia forzada que impediría que, en caso de realizarse convenciones con delegados electos por las bases, éstas fueran democráticas. En consonancia con este último punto, los partidos tradicionales uruguayos, que poseen algunos atributos positivos de este rubro, en tanto son partidos de cuadros, también presentan el inconveniente de carecer, directamente, de padrones internos. En definitiva, una vez que consideramos que la Concertación chilena, no requiere de la modificación de sus mecanismos selectores de candidaturas, puede aducirse la pertinencia de incorporar, solamente en los partidos de México y Uruguay —que poseen un valor bajo y medio respectivamente— un mecanismo más inclusivo para asegurarse un mayor grado de democratización partidaria. 3. Selección de candidaturas Evaluamos anteriormente que esta dimensión de la democracia interna aludía a que los candidatos a puestos de poder fueran producto de la elección de una mayoría, y no de la designación de un sector minoritario. Se vio que la selección llevada a cabo por la cúpula implica una acción de designación; la que es ejercida por órganos colegiados, puede tener rasgos de uno u otro según quien elija a los delegados, y cualquiera de los dos casos de primarias, ya sea abiertas o cerradas, constituyen procesos de elección (21). (Reiteramos que en partidos que cumplan los otros requisitos de democracia interna los procesos nominatorios serán electivos). Como aclaramos, a nuestro entender, las internas abiertas desvirtúan el carácter democrático del partido, en razón de que producen una distorsión (20) El sistema de partidos mexicano es un ejemplo de presencia excesiva de esta característica. Particularmente, el PRI ha presentado una extrema burocratización partidaria, convirtiéndose en una estructura esclerotizada, perdiendo contacto con las bases ideológicas y sociales a las que representa (CAVAROZZI y CASULLO, 2002: 25). (21) Percepciones de los miembros de los partidos de América Latina. (Ver Cuadro 13 al final del artículo). 204 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO del demos partidario que, como vimos, tiene su delimitación y organización tangible en el registro partidario oficial. Ahora bien, en esta instancia, intentaremos aceptar ciertas excepciones que contemplarían el uso de primarias abiertas. Así, consideraremos que éstas podrían aportar un mínimo de democratización en esta dimensión, si y solo si, son implementadas para sustituir un método no electivo de nominación y, a la vez, si en el partido en cuestión no existe una inscripción oficial —transparente y actualizada— de sus miembros. De todas maneras, para que esto tenga efecto en la práctica, la asistencia electoral habrá de ser espontánea y no distorsiva. Es decir, que la participación en primaria no haya sido superior a la participación relativa de la población en el país. CUADRO 9 Dimensión Indicador Candidatos electos Mecanismo utilizado Valor total de la dimensión Valor Electivo Designativo Presencia Ausencia CUADRO 10 País-Partido Mecanismo de selección anterior ¿Elección o designación? México-PRI Nominación de líder del partido (Presidente saliente) Designación Uruguay (FA, PC, PN) Órganos colegiados (pero al haber ley de lemas había más opciones subpartidarias en las elecciones generales) Designación (de delegados por sectores cupulares) Frepaso Internas abiertas Elección UCR Internas cerradas Elección Colombia-PL Órganos colegiados (pero con la posibilidad de acuerdo) Designación Chile-Concertación Internas cerradas Elección Argentina-Alianza Fuentes: Elaboración propia, a partir de datos anteriores. Ahora bien, por lo visto, en Uruguay, la forma de seleccionar anterior poseía caracteres designativos, ya que en los tres partidos —aunque con variantes, entre ellos— la nominación se realizaba de manera centralizada, Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 205 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO pero al incluir la opción de sublemas en la instancia subsiguiente, se garantizaba que, finalmente, quien se impusiera en los comicios fuera el candidato partidario predilecto de la población extrapartidaria (logrando el cometido de los prointernistas). Así, la sustitución de ese sistema por la incorporación de internas abiertas implica una permanencia y continuidad de los sectores intervinientes en la selección de candidaturas. Por lo tanto, podemos establecer que sólo en México, la inclusión de este método podría haber introducido cierta democratización en el interior de la estructura partidaria priísta. De este modo, nos restaría determinar cómo fue la participación en la interna para calibrar el grado de espontaneidad o inducción artificial que pudo haber tenido la misma. CUADRO 11 Participación media de la población en política* Argentina Colombia Chile 80,7% 34,8% 84,1% Uruguay 89,3% México 52,2% Partido o coalición Participación relativa en la primaria del partido o coalición** Diferencia entre ambas*** Alianza (UCR y FREPASO) 28% 52,7 Partido Liberal 86% (aprox.) (22) –51,2 (aprox.) Concertación (DC, PS, PPD, PRSD) 48% 36,1 PRI Partido Colorado 75% Frente Amplio 65% Partido Nacional 67% Total 69% 85% 20,3 –32,8 * Porcentaje de voto sobre el total de la población en edad legal de emitir el voto. ** Diferencia entre los votos del partido o coalición en la elección anterior y los votos del partido o coalición en la primaria. *** Sesgo o desviación de la participación en las primarias. Fuentes: Elaboración propia a partir de IDEA (1997). Voter turnout from 1945 to 1997: a global report on political participation. Stocklom. International Institute for Democracy and Electoral Asístanse; COLOMER, 1999; datos sobre las elecciones primarias en Argentina en Clarín, 2 diciembre 1998; PRI, pág, web del PLC y Registraduría Nacional de Colombia. Base de Datos de las Américas. ALCÁNTARA SÁENZ, 2002. Desde ya, dejamos asentado que los datos relativos a la participación son ficticios y ciertamente estereotipados, lo cual se debe a que no contamos con ninguna otra forma más fidedigna de reconstruir la composición del electo(22) Las internas celebradas en este país son las más antiguas de todas las estudiadas y casi no existe los datos informatizados de las mismas, por tal razón, es que muchos de ellos son imprecisos y aproximados. 206 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO rado interno, en los términos que lo hemos seccionado. De todas formas, a los fines de este trabajo, consideramos que los que exponemos son resultados factibles y fundamentados. Así, sostendremos que en el caso en que la participación en la primaria haya sido superior a la participación espontánea promedio del país, los incentivos proporcionados a los votantes deben haber sido selectivos, en la medida en que la concurrencia a las internas no se corresponde con el nivel de movilización y compromiso ideológico allí existentes. En el caso inverso en que la participación política del total de la población supere los límites de la asistencia a primarias consideraremos que los ciudadanos de dichos países tienden a sentirse partícipes de lo público, de la «cosa pública», en tanto bien superior a los intereses individuales. Por lo tanto, al analizar la asistencia correspondiente al PRI mexicano, el único caso que nos quedaba por evaluar en orden a su grado de democratización interna obtenida con las primarias, observamos que la participación visiblemente debe haber sido inducida, ya que es inferior a la media poblacional. Con lo cual, descartamos que la utilización de internas abiertas haya implicado más democratización en la formación partidaria. Por todo lo expuesto, sostenemos que sin la primera dimensión de la democracia interna —la formación de una concepción política unitaria del partido— completada, las primarias abiertas podrían profundizar las falencias de los partidos, por tal razón los efectos serán negativos (como en Argentina y Colombia). Por otro lado, si están resueltas las dos primeras dimensiones —también lo concerniente a la selección de los dirigentes internos— las internas abiertas se tornan superfluas (como en Chile y parcialmente en Uruguay). Para que estas internas otorguen un mínimo grado de democratización, han de sustituir a métodos menos democráticos e inclusivos, y además, deben intervenir en ellas aquellos sectores que se pretende incorporar con este mecanismo, es decir que debe existir una confluencia voluntaria y espontánea de los votantes independientes. De no lograrse esto último, la designación de los candidatos a puestos de poder, no resultará acorde con la voluntad mayoritaria de la población, como sucedió en México, por la manipulación, acentuando la imagen de que el partido no podía desembarazarse de ciertas prácticas clientelísticas y antidemocráticas (23). (23) La percepción colectiva fue que el partido recurrió a las formas fraudulentas a las que estaba acostumbrado («tamales», los «ratones locos», «urnas embarazadas», etc.), en momentos en que el PRI se jugaba el retorno a la credibilidad perdida (POMAR, 1999). Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 207 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... 8. FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO CONCLUSIONES Hemos visto que las internas abiertas fueron promovidas con el objeto de crear un espacio de lo partidario más adaptable, asequible y expedito para la ciudadanía común, lo cual hipotéticamente tendería a democratizar las estructuras partidistas. Sin embargo, observamos que la vía que se empleó para mejorar las funciones de los partidos no fue la más apropiada, porque la adecuación de sus postulados a un electorado fluctuante, mudable y cambiante afecta la fortaleza de la organización y la posibilidad de ejecutar la línea política unitaria, primera condición de la democracia interior de la formación partidaria. La selección de dirigentes internos, el otro espacio en el que se podría haber reificado la democracia partidaria, también queda intocado con este mecanismo y continúa siendo patrimonio exclusivo de quienes tienen capacidad de controlar los resortes internos de poder y, precisamente son aquellos quienes imponen constricciones a las alternativas ofrecidas en la primaria. Así, con las internas abiertas se produce una intervención electoral que no está basada, predominantemente, en la autonomía de las decisiones de individuos libres y soberanos, con lo que queda zanjada la posibilidad de regenerar la dimensión fluida, activa e instituyente que la participación ciudadana debería tener en la construcción y manifestación de la voluntad partidaria. En suma, el objetivo de la introducción de elecciones primarias abiertas fue tornar más democrática a la organización partidaria, desarrollando un conducto comunicante entre la ciudadanía común y el poder político. No obstante, advertimos que curiosamente, el proceso a partir del cual los partidos fueron quebrantando sus vínculos con la sociedad y relegando su capacidad para representar sus intereses tuvo lugar, precisamente, cuando remitieron sus funciones a la mecánica de reclutamiento y selección de candidatos, a la consecución de votos y al proselitismo. Paradójicamente, la solución que se buscó para restablecer ligazones entre partido y sociedad, residió en multiplicar los actos de proselitismo, ampliar y extender la movilización de los votantes, en lugar de promover que los partidos recuperaran solidez ideológica y coherencia programática, reconstituyendo así su rol social de instrumentos de la voluntad política. Las experiencias de internas abiertas presidenciales en estos cinco países de América Latina dieron luz al hecho de que con este procedimiento no se cumple con la finalidad de democratizar a la institución partidaria; además constatamos que es muy difícil que un partido salga indemne luego de haber expuesto públicamente sus disputas y juegos intestinos, al tiempo que este método genera una excesiva personalización de la representación, promueve 208 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO enfrentamientos fratricidas y suscita una balcanización partidaria que erosionan las bases del juego político, impidiendo que sea el partido el que vehiculice las demandas surgidas en el seno de la sociedad civil. En consecuencia, con las internas abiertas, el partido político no puede recomponer su papel de intermediario entre la sociedad civil y la esfera de la política porque esta técnica de selección de candidatos tiende a producir una remezón en su estructura interna, tornándolo menos cohesivo, menos autónomo y más dependiente de una opinión pública cada vez más volátil e inestable. Al mismo tiempo, promueve una subjetivización de la representación y un vaciamiento ideológico del partido que generan progresivamente, un alejamiento de la institución partidaria de sus referentes ciudadanos y societales. Por lo tanto, concluiremos que esta práctica, al anular al partido como eje articulador entre ciudadanía y representante, inevitablemente termina quebrantando alguno de los vínculos entre los elementos decisivos que entran en juego y, contrariamente a su propósito original, agudiza la degradación de las conexiones del ámbito partidario con la sociedad civil. BIBILIOGRAFÍA ABAL MEDINA, JUAN MANUEL (h) (2002): «Elementos teóricos para el análisis contemporáneo de los partidos políticos: un reordenamiento del campo simbólico» en CAVAROZZI, MARCELO y ABAL MEDINA, JUAN MANUEL (h) El asedio a la política, Homo Sapiens, Rosario, 2002. ABAL MEDINA, JUAN MANUEL (h) (2004 a): Los Partidos Políticos. ¿Un mal necesario?, Claves para Todos, Buenos Aires. ABAL MEDINA, JUAN MANUEL (h) (2004 b): Muerte y resurrección de la representación política. Editorial Fondo de Cultura Económica, México. ABAL MEDINA, JUAN MANUEL (h) y FRANCO CASTIGLIONI (1999): «Crisis, transformación y nuevos partidos políticos: los casos del FG/Frepaso y Forza Italia en perspectiva comparada», Metapolítica, vol. 3, núm. 10. ALCÁNTARA SÁEZ, MANUEL (2002): Experimentos de democracia interna. Las primarias de partidos en América Latina, Working Paper, #293. En www.nd.edu/~kellogg/WPS/293.pdf. (Consultada el 11/05/2005). ALCÁNTARA SÁEZ, MANUEL y FLAVIA FREIDENBERG (2003): (coord.), Partidos políticos de América Latina. Cono Sur. México D.F., Fondo de Cultura Económica, Instituto Federal Electoral. BUQUET, DANIEL y DANIEL CHASQUETTI (2003): «Presidential Candidate Selection In Uruguay, 1942-1999» (spanish version) Wake Forest University, April 2-4, 2004. BURDEN, BARRY C. (1998): «Candidates Positions in Congressional Elections», Ph. D. Dissertation. The Ohio State University. Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 209 INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO CAREY, JOHN y POLGA HECIMOVICH (2004): «Primary Elections and candidate strenght in Latin America», en www.darmouth.edu/ jcarey CAVAROZZI, MARCELO (1996): El capitalismo político tardío y su crisis en América Latina, Homo Sapiens Ediciones, Rosario. CAVAROZZI, MARCELO y ESPERANZA CASULLO (2002): «Los partidos políticos en América Latina: ¿consolidación o crisis?», en CAVAROZZI, MARCELO y ABAL MEDINA, JUAN MANUEL (h) (2002): El asedio a la política, Homo Sapiens, Rosario. COLOMER, JOSEP M. (2000): «Las elecciones primarias presidenciales en América Latina y sus consecuencias políticas». Trabajo presentado en el Congreso Latin American Studies Association, Miami. CREVARI, ESTEBAN (2002): «Los partidos y el impacto mediático», en CREVARI, ESTEBAN. Medios de comunicación, partidos. Políticos y representación. En http://www.pais-global.com.ar/biografias/CCP04.pdf CHERESKY, ISIDORO (1998): «Elecciones internas de la Alianza: aparatos partidarios y ciudadanía independiente», presentación hecha en el Club de Cultura Socialista José Aricó, Buenos Aires. FRANZE, JAVIER (1996): «El discurso del malestar civil: la crisis de la política como crisis de lo político», en PORRAS NADALES, ANTONIO, El debate sobre la crisis de representación política, Tecnos, Madrid. GUBERMAN, N. (2004): «Non, l’añour ne suffit pas», dans «Pour aider ses proches, l’amour ne suffit pas». Revue Notre-Dame, 102 (6), págs. 16-26. 210 Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 100 4,27 0,97 81 90 19,8 16 56,8 46 n % n n % 18,5 15 % 3,7 3 n 1 n % 1,2 % Argentina n % n % n % n % n % 100 3,85 1,26 52 52 Chile 3,8 25 48,1 4 7,7 15 28,8 6 11,5 2 n % n % n % n % n % 100 4,60 0,72 30 30 22 73,3 4 13,3 4 13,3 Colombia n % n % n % n % n % 100 4,41 1,06 71 71 México 4,2 49 69,0 10 14,1 9,9 7 2 2,8 3 n % n % n % n % n % 100 – – 24 50 Uruguay 15 62,5 3 12,5 4 16,7 2 8,3 Pregunta realizada: «Para que su partido evolucione en el futuro, ¿qué mejoras debe desarrollar la organización?» * En este caso los datos muestran que el número de datos perdidos es muy alto (26 sobre 50). 20 entrevistados señalaron que no sabían la respuesta y 6 directamente indicaron que no contestaban. Pregunta realizada número 23, variable 130. Fuente: PPAL, 1999, en FREIDENBERG y SÁNCHEZ. Total % Media Dt. Total nv* Total muestra Muy importante Bastante importante Importante Poco importante Nada importante CUADRO 12. INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212 211 212 36,8 50,4 45 Activistas locales del partido Todos los ciudadanos del distrito electoral Los actuales representantes del partido en el Congreso * Total casos válidos. Pregunta realizada número 26, variables 147-150. Fuente: PPAL, 1999, en FREIDENBERG y SÁNCHEZ. 17,1 % 1 7,5 322 237 114 n A favor 4,9 15,5 24,2 14,3 % 2 29 99 156 92 n 10,1 11,7 22,2 20,7 % 3 60 75 143 133 n 85 10,0 7,8 15,8 % En contra 4 14,2 64 50 102 n 63,3 12,4 9,0 31,5 % 5 378 79 58 203 n 100 100 100 100 Total % 597 639 664 644 Total nv* Pregunta realizada: «¿Quiénes deberían influir en la elección de los candidatos nacionales de los partidos?» Líderes nacionales de los partidos CUADRO 13. 665 665 665 665 Total muestra INFLUENCIA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS ABIERTAS ... FRANCISCO SACRISTÁN ROMERO Revista de Estudios Políticos (nueva época) ISSN: 0048-7694, Núm. 136, Madrid, abril-junio (2007), págs. 179-212