CONGRESO REFUNDACION PDC CAPITAL DECLARACION FINAL Los demócrata cristianos asistentes a la Asamblea Refundacional del PDC de la Capital Federal, han culminado sus deliberaciones con una ratificación de los principios que dieron vida a nuestro Partido hace 58 años, respetando la filosofía que les dio encuadre y su vigencia a lo largo de años duros y azarosos, adaptándola a las circunstancias sociales, políticas, económicas y culturales de esta segunda década del siglo XXI. El Partido aspira a convertirse en la herramienta de todos los militantes que anhelan construir una Ciudad de Buenos Aires verdaderamente autónoma, socialmente justa y fraterna, inspirándose en una concepción humanista y trascendente de la persona humana, que hallamos en la raíz de todos los credos religiosos que actúan en nuestro medio y concepciones filosóficas que excluyen el materialismo y la alienación de la persona. El primer paso es defender la propia IDENTIDAD, puesta al servicio de planes concretos de acción de gobierno, tanto a nivel de las Comunas, como de la Legislatura o el Poder Ejecutivo de la Ciudad. El voto contrato que propugnamos tiene un sentido ético, y es un paso más en la adultez de nuestro desarrollo político, que busca borrar la distinción gobernantes-gobernados, concebidos como súbditos. Desde esta identidad, toda política circunstancial de alianzas puede formularse para las futuras elecciones, sean de distrito o nacionales, siempre que se respete una concepción humanista de la vida, la tradición espiritual de nuestro pueblo, la participación en las decisiones y su aplicación por parte de los ciudadanos y sus sociedades intermedias. El partido no teme al diálogo y la confrontación con fuerzas ajenas a su pensamiento, siempre que se mantenga el hoy lamentablemente abandonado principio de la AMISTAD CIVICA. Esta carencia ha esterilizado nuestra vida política y ha traído consecuencias desastrosas para la Ciudad y sus habitantes. En el distrito, nuestras propuestas de gobierno deben tender a generar una Administración Pública más eficiente y cercana al ciudadano, erradicando corruptelas, elaborando planes de acción integrales que propendan al desarrollo social, cultural y económico, desarrollando planes urbanísticos y propuestas que brinden una solución acabada a las carencias en los servicios públicos elementales de transporte, salud y educación, en pos de la equidad y la justicia social. A los efectos del estudio, elaboración y ejecución de los distintos planes integrales de acción, resulta imprescindible partir de un análisis de la Ciudad de Buenos Aires en su contexto de Área Metropolitana, generando acuerdos marco con las jurisdicciones vecinas para la interconexión de transportes, uso racional de la atención de la salud, disposición de residuos y especialmente la seguridad. La presencia de cartoneros en nuestras calles y las crecientes villas o asentamientos son una acusación permanente de nuestras fallas en la fraternidad. Son signos emblemáticos de corrupción de funcionarios, dirigentes y explotación por parte de poderosos, y deben ser urgentemente solucionados, mediante la integración plena de sus víctimas en la vida social de la ciudad. La política de seguridad requiere la restauración de valores en las familias y escuelas, en particular una atención no hipócrita del tema de la droga. La restauración de valores EN ACCION implica un SI a la vida, a la cultura del trabajo, al respeto y protección la dignidad de la persona humana, a la superación solidaria, y a la asunción de nuestro compromiso irrenunciable de construir una ciudad que permita y desee ser disfrutada por todos y cada uno de los vecinos. En el capítulo nacional, y cuando llegue el momento, el partido evitará el aislamiento infructuoso y participará de todas las opciones que le permitan hacer su aporte, tanto en lo legislativo como en la formación de un nuevo gobierno nacional, que es el administrador de todos. Los documentos partidarios aprobados en la fecha, Declaración de Principios, Plataforma Partidaria, Carta Orgánica y Despachos de Comisiones son nuestra primer contribución para la búsqueda de coincidencias y soluciones. No están referidos a un futuro impreciso, si no a un aquí y ahora, pues tienen vigencia constante desde esta Asamblea. Nuestros militantes deben reforzar la óptica de servicio, sin el cual no tiene sentido la actividad partidaria. No estamos aquí para realizar una carrera profesional o de honores. Estamos para expresar una vocación de bien común, y encontrar nuestra mejor recompensa en la pertenencia a un grupo humano movido por altos ideales, la concreción de objetivos discutidos democráticamente, y la satisfacción de participar en algo que da más sentido aún a nuestras vidas, generando un espacio de poder real. Ser demócrata cristiano es participar de una gran aventura de dignificación de la persona humana, a la que invitamos a todos los amigos de buena voluntad, que no tiene fin, porque el logro es el camino, no una meta temporaria. Buenos Aires, 4 de Agosto de 2012