FRANCISCO RIBALTA

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FRANCISCO RIBALTA
(Solsona, Lérida, 1565 – Valencia, 1628)
“El sueño de San José”
Óleo sobre tabla
58.3 x 66.1 cm.
Inscripción antigua de inventario, en la parte inferior izquierda:
134
Pintada hacia 1605-10.
Procedencia:
Iglesia parroquial de Algemesí. Capilla de San José
Bibliografía:
Belda Ferré, Miguel. Algemesí y su patrona. Novena a la Santísima Virgen de la Salud
y apuntes históricos de la Villa de Algemesí. Año 1908. Pág. 146 -147.
Ortega Ferrer, M. El Somni de Sant Josef. Un Ribalta inèdit o retrobat. Valencia 2011
Francisco Ribalta fue un pintor de origen catalán que a edad muy temprana fue atraído
por todo el ambiente artístico de Madrid y el Escorial. Fue un artista enormemente
receptivo, dispuesto a asimilar cuanto ve. Su estilo evoluciona de un manierismo
escurialense a un naturalismo pleno que adquiere ya en Valencia, donde está desde
1599, trabajando principalmente en las demandas artísticas del Patriarca arzobispo Juan
Ribera. Es en Valencia donde prácticamente desarrolla toda su labor artística. Sus
primeros encargos importantes durante la etapa valenciana fueron: el retablo mayor de
la parroquia de Algemesí dedicado al apóstol Santiago y el retablo mayor de la iglesia
del colegio del Corpus Christi en Valencia.
Fig.1
Fig.2
El retablo dedicado a San Jose, de la misma parroquia de Algemesí, donde se
encontraba en origen la tabla objeto de este estudio, fue desmantelado durante la guerra
civil. Contenía una imagen central tallada del santo. Dispuestos verticalmente en pares a
cada lado de la escultura había paneles con los episodios de la vida de San José: a la
izquierda, los Desposorios de la Virgen; arriba, Cristo entre los doctores (Fig. 1), y a la
derecha la Huida a Egipto (Fig. 2) y la Muerte de San José (Fig. 3). El sueño de San
Jose se encontraba en el lado derecho del pedestal de la estructura del retablo,
flanqueando junto con la Anunciación (hoy perdida) una escena de la Santísima
Trinidad.
Esta tabla del sueño de San José, o lo que es lo mismo, San José aliviado de sus dudas,
deja ver elementos de su formación escurialense en los colores y formas un tanto
amaneradas, que recuerdan a Bartolomé Carducho. A la vez, podemos percibir un
suavizado claroscuro de origen tenebrista provocado por el resplandor del Ángel,
iluminando la estancia de ambiente naturalista. Esto mismo ocurre con el resplandor de
Cristo en la Muerte de San José, recurso muy utilizado por el pintor.
Fig.3
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