mejores salarios, mas seguridad social y unidad del movimiento

Anuncio
MEJORES SALARIOS, MAS SEGURIDAD SOCIAL Y UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO Los trabajadores no contamos los años en décadas, no analizamos la historia de un modo antojadizo incluyendo o excluyendo personajes para que cada época se parezca más a los deseos que a las realidades. Transitamos nuestro tiempo con los ojos puestos en vivir mejor, en un país donde las desigualdades sociales se profundizan año a año, con independencia de los ciclos económicos. Los niveles de pobreza, de exclusión social y de trabajo clandestino, se han mantenido casi imperturbables, pese a los años de crecimiento sostenido que nuestro país registró en los primeros años del milenio. Pero vistas a la distancia, aquellas exclusiones parecen incluso menos duras que las de hoy, el tiempo potencia las injusticias, la inseguridad ciudadana creció hasta transformar nuestros hábitos sociales, el avance del narcotráfico nos llena de incertidumbres sobre el futuro, la educación se fue deteriorando y los Servicios de Salud Pública carecen de los presupuestos adecuados para brindar la atención mínima e indispensable. En este contexto social indisimulable, hemos intentado entre todos, alcanzar niveles salariales dignos para todos los trabajadores públicos y privados de la Sanidad y sostenerlos en el tiempo. Aprovechamos el impulso innegable que desde el gobierno nacional se dio, a la Negociación Colectiva en el sector privado y en algunas provincias para el sector público. Recompusimos los ingresos de todos los trabajadores en los períodos de baja inflación y crecimiento sostenido, lo conseguimos con la fuerza de la movilización, la unidad de la organización y la firmeza en la negociación. Año a año incorporamos derechos y beneficios a las relaciones laborales, que sumados a la mejora constante de los salarios nos permitió mejorar la calidad de vida de los trabajadores de nuestra actividad. Lentamente pero en forma sostenida, la inflación empezó a deteriorar el poder de compra de los salarios, la economía entró en recesión y el aumento de la presión tributaria sobre los ingresos populares profundizó las inequidades. Las discusiones salariales se transformaron así en el eje de la acción gremial. Negar el evidente deterioro del nivel de compra de los salarios por efecto de la inflación y la desbordante presión tributaria, se transformó en la única respuesta de gobiernos y empleadores. Los gobiernos provinciales hicieron de la degradación laboral -­‐ becas, contratos, sumas no remunerativas y pasantías -­‐ una herramienta para paliar la situación social, todo ello provocó mayor precariedad, mayor desigualdad y más conflictos. La violencia social se expresa con toda crudeza en los centros de salud. Las eternas postergaciones de pacientes y familiares, la situación de hacinamiento y precariedad en la que viven gran cantidad de compatriotas en las periferias urbanas y las necesidades mínimas insatisfechas, estallan en los servicios de salud. Son nuestros compañeros, los trabajadores indefensos los que reciben la violencia incontenible de aquellos que no encuentran respuestas a sus reclamos. El Estado que no repara las injusticias sociales, tampoco ampara a los trabajadores que cada día con su esfuerzo tratan de reemplazar carencias con mayor trabajo. Exigimos como medida de emergencia y transitoria la presencia efectiva y activa de las fuerzas de seguridad en los centros de salud. En simultáneo y sin tener en cuenta las reales necesidades sociales, los estados pueblan las plantas de personal con nuevos nombramientos que incrementan el gasto y postergan a los verdaderos trabajadores. Exigimos sin eufemismos: la regularización de todas las relaciones laborales de los trabajadores estatales, el pase a plantas permanentes de todos los contratados, la incorporación a los básicos de todas las sumas no remunerativas y mejores condiciones de trabajo para todos los trabajadores de la Sanidad del sector público. En el sector privado hemos adelantado las paritarias, acordado porcentajes de aumentos salariales razonables y adicionales convencionales, en cada una de las negociaciones, pero la inflación creciente y sostenida, horada todos los días el poder de compra de nuestros salarios. La falta de actualización de las escalas de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias ha transformado un impuesto a los altos ingresos en una verdadera confiscación salarial. Hemos manifestado en varios documentos de este Congreso, que ningún salario convencional debe ser alcanzado por el impuesto a las ganancias. Reclamamos enfáticamente la actualización de las escalas y los mínimos gravados. Acompañamos el proyecto de Ley presentado entre otros muchos legisladores por el Cro. Héctor Daer en la Cámara de Diputados para modificar definitivamente el tributo en beneficio de todos los trabajadores. Los trabajadores contamos con el poder de la organización sindical en la negociación y en el conflicto, no podemos olvidar la situación de desprotección en la que se encuentran los trabajadores jubilados y pensionados. La ley de actualización periódica de haberes en combinación con el manejo discrecional y antojadizo de los fondos previsionales, ha sumido en la pobreza a gran parte de los jubilados y pensionados, obligados a judicializar sus reclamos. Demandamos un aumento de emergencia inmediato para todos los jubilados, establecer un cronograma de pago todas las deudas previsionales, la normalización del PAMI incluyendo a jubilados y trabajadores en su directorio y la necesaria participación de los trabajadores en la administración del ANSES. Nos comprometemos a trabajar en la unidad del movimiento obrero, hemos compartido la construcción de una Agenda Social de los Trabajadores, que refleja los objetivos colectivos entorno a los cuales deben converger todas las organizaciones. La unidad del movimiento obrero es un objetivo y el verdadero puente de la clase trabajadora a la necesaria reparación social. El reclamo parcializado y fragmentado de las organizaciones sindicales, es funcional a los intereses antagónicos de los trabajadores, que buscan multiplicar sus ganancias sin tener en cuenta las necesidades sociales. La unidad del movimiento obrero, con un programa de acción y una nueva conducción, potenciará la fuerza del reclamo, equilibrando las fuerzas sociales en pugna y nos permitirá mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Las sociedades se transforman, la calidad de vida mejora y las injusticias sociales se reparan, cuando los trabajadores organizados nos encolumnamos unidos y solidariamente, detrás del único interés legitimo que existe, construir un futuro mejor para todos los trabajadores del país. Comprometemos nuestro esfuerzo para alcanzar el objetivo, necesitamos de la fuerza de todos, cuando las objetivos son tan importantes ningún trabajador puede permanecer ajeno. 
Descargar