LAS CAPACIDADES FISICAS: LA FLEXIBILIDAD Las capacidades físicas básicas son condiciones internas de cada organismo, determinadas genéticamente, que se mejoran por medio de entrenamiento o preparación física y permiten realizar actividades motrices, ya sean cotidianas o deportivas y son las siguientes: FUERZA: la capacidad que nos permite, mediante acciones musculares, vencer una resistencia u oponerse a ella, y en algunos casos, crear la tensión necesaria para intentarlo. FLEXIBILIDAD: la capacidad para realizar movimientos de gran amplitud. Se compone de dos cualidades: o Elasticidad o elongación muscular: capacidad del músculo de estirarse lo máximo posible o Movilidad articular: capacidad de una articulación de conseguir uno u otro grado de movimiento RESISTENCIA: capacidad física que nos permite mantener un esfuerzo eficazmente durante el mayor tiempo posible VELOCIDAD: la capacidad que nos permite realizar una acción determinada en un mínimo de tiempo posible EN ESTE CURSO NOS CENTRAREMOS SOBRE TODO EN EL TRABAJO DE LA FLEXIBILIDAD Clasificación Hablaremos de dos criterios Según el tipo de elongación muscular Estática: mantener una posición determinada, durante un tiempo, sin movimiento Dinámica: se produce movimiento articular, bien con rebotes o impulsos Según la fuerza que provoca la elongación Activa: la acción se produce por el propio sujeto Pasiva: la acción se provoca por fuerzas externas al sujeto (gravedad, un compañero…) Evolución de la Flexibilidad La flexibilidad es la única capacidad que es regresiva o involutiva, es decir, si no se trabaja, tiende a perderse según se va avanzando en edad. En los primeros años de vida, es cuando mayores valores de flexibilidad se tienen. Hasta la pubertad el descenso no es muy importante, a partir de aquí, de los 11-12 a los 14 años, se empieza a notar la involución debido al mayor crecimiento óseo del niño. La flexibilidad continúa perdiéndose moderadamente y a los 20-22 años se tiene el 75% de la que se tenía en edades tempranas. A partir de los 30 años, su descenso es acusadísimo, aunque todo dependerá de la práctica deportiva, constitución del sujeto, actividad diaria, etc. Necesidad e importancia del trabajo de flexibilidad La flexibilidad proporciona los siguientes beneficios: Aumenta el rendimiento de otras capacidades (fuerza y velocidad) Mejora la coordinación Previene lesiones Cuida la postura Alivia el dolor muscular Métodos de entrenamiento de la flexibilidad Los ejercicios que se emplean en el trabajo para mejorar la movilidad de una articulación los podemos clasificar en activos y pasivos. Ejercicios pasivos corresponden a los movimientos producidos por una fuerza externa. La contracción muscular, si existe, es involuntaria. Estos ejercicios, a su vez, se pueden subdividir en: Relajados: cuando el movimiento se realiza dentro de los límites articulares normales Forzados: cuando se traspasan los límites normales de trabajo de esa articulación Ejercicios activos son los que corresponden a movimientos producidos, fundamentalmente, por la acción de una contracción voluntaria de la propia musculatura. Se pueden subdividir en: Libres: la fuerza de contracción muscular es suficiente por si sola para realizar el movimiento Asistidos: además de la propia fuerza, se requiere de una fuerza externa añadida para poder realizar el movimiento Resistidos: la contracción muscular se realiza contra una resistencia de magnitud igual, mayor o menor a la tensión realizada en esa contracción Combinados Todas estas formas de llevar a cabo el entrenamiento de la movilidad articular, han desembocado en la popularización de métodos concretos de trabajo. Entre los más significativos podemos señalar los siguientes: Facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP): estiramiento pasivo no forzado, contracción isométrica, relajación, estiramiento forzado “Stretching” Método Solveborn : tensión, relajación, estiramiento “Stretching”. Método Anderson: Estiramiento no forzado, relajación, estiramiento forzado Métodos para evaluar nuestra flexibilidad Flexión de tronco en posición de sentado: Mediante este test se mide la flexibilidad del tronco. Terreno: Superficie antideslizante. Descripción: Posición Inicial: El ejecutante descalzo, se ha de sentar enfrente del cajón con las piernas completamente extendidas y las plantas de los pies en completo contacto con la pared del cajón. Desarrollo: Flexionar el tronco hacia adelante sin doblar las piernas, y extender los brazos y las palmas de la mano sobre la regla, ha de tratar de llegar lo más lejos posible. Finalización: El ejecutante, en el momento en que llega a la posición máxima, ha de permanecer inmóvil durante 2 segundos para que se pueda registrar el resultado conseguido. Valoración de la prueba: El registro se hará en centímetros y milímetros. Se anota el mejor de los 2 resultados. Flexión profunda del cuerpo Objetivo Medir globalmente la flexibilidad del tronco y extremidades. Material Aparato apropiado, según el gráfico, que mide centímetros y no fracciones de éstos. Posición inicial Situado sobre el aparato, descalzo (sin zapatillas ni calcetines) y con los pies colocados en el lugar correspondiente. Ejecución Flexionar todo el cuerpo y sin impulso, llevar los brazos, pasándolos por entre las piernas, tan atrás como sea posible, para conducir el cursor con los dedos de las dos manos simultáneamente, sin perder el equilibrio en ningún momento. Reglas Se realizarán dos intentos, anotándose el mejor de ellos. Intento Nulo: Será nulo todo intento que vulnere lo determinado en el apartado "Ejecución". Descripción Gráfica