La eólica se queda por debajo de la rentabilidad razonable que le

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 NOTA DE PRENSA
NOTA DE PRENSA
La eólica se queda por debajo de la rentabilidad razonable que
le promete la Reforma Energética al ingresar del mercado 630
millones menos de lo previsto por el sistema en tres años

El error en el diseño del propio sistema impide que las empresas lleguen al
objetivo del 7,39% que supuestamente les garantiza la ley

Para solucionarlo, el sector pide que se aproveche el final del primer
semiperiodo regulatorio en diciembre para modificar determinados aspectos de
la regulación

Lo más importante es eliminar los límites de la senda de precios del mercado
prevista por el regulador, compensar a las empresas cada año por la pérdida
de los doce meses anteriores y evitar que se pueda modificar la rentabilidad
razonable cada seis años

En cuanto a los cálculos para el próximo semiperiodo, si el regulador no cambia
las previsiones actuales atendiendo al comportamiento del mercado, la eólica
dejará de ingresar otros 600 millones en los próximos 3 años
Madrid, a 5 de octubre de 2016. El final del primer semiperiodo regulatorio de tres
años previsto en la Reforma Energética llega el próximo 31 de diciembre. Y con él, la
primera revisión de los parámetros económicos con los que se calcula la retribución de
las renovables. Para el sector eólico, a las múltiples dificultades a las que se ha
enfrentado desde que se puso en marcha, se suma ahora el hecho de que va a dejar
de ingresar 630 millones de los que el propio sistema le reconoce como necesarios
para alcanzar la rentabilidad razonable a la que se compromete la Reforma
Energética, del 7,39% antes de impuestos.
El sistema introducido en la conocida como Reforma Energética elimina los incentivos
para las nuevas instalaciones (salvo que les sean otorgados a través de subastas) y
establece que las anteriores a la ley tienen derecho a una rentabilidad “razonable”
para ser competitivas en el mercado del 7,39% durante los primeros seis años
(periodo regulatorio tras el cual ésta se puede modificar). Para garantizar que así sea,
se retribuye a los parques con un incentivo o retribución a la inversión (Rinv) que se
calcula en función de una serie de parámetros, incluida una previsión de los precios
del mercado eléctrico para los siguientes años. Pasado este tiempo, se revisa si ha
habido desviaciones de precios sobre las previsiones en el semiperiodo y, si es
necesario, se compensa a las empresas hasta que alcancen la rentabilidad razonable
a lo largo de toda la vida útil regulatoria del parque (20 años).
En los últimos tres años, la senda de precios prevista por el regulador se ha desviado
una media de 6,37 euros/MWh a la baja, fundamentalmente por tratarse de años de
elevados vientos y lluvias y precios de los combustibles fósiles bajos. Como
consecuencia, la eólica ha dejado de ingresar 630 millones de euros que la propia
regulación establece como necesarios para alcanzar la rentabilidad razonable. Sin
embargo, sólo se compensará al sector con el 36% de esa cantidad (con lo que pierde
el 64% de lo que le corresponde), debido a que el sistema incluye unos límites
diseñados de tal modo que resulta improbable que la compensación sea por el total.
Es decir, que un error en el diseño le va a impedir al sector alcanzar la rentabilidad que
supuestamente le garantiza la ley.
Esta pérdida afecta a los parques con derecho a Rinv; los 6.300 MW (304 parques)
que no tienen derecho a incentivo porque la regulación se lo retiró de manera
retroactiva han sufrido una merma en los ingresos del mercado previstos de 235
millones de euros en tres años que no pueden recuperar.
Ésta es una muestra importante de la inseguridad jurídica introducida por la Reforma
Energética, que el sector viene denunciando desde su entrada en vigor. La volatilidad
que supone que los ingresos de las empresas estén ligados hasta tal punto al precio
del mercado y el hecho de que las compensaciones previstas por el sistema se
repartan a lo largo del resto de la vida útil de los parques y no cuando las empresas
sufren la pérdida en su flujo de caja dificulta la gestión. Esto se suma al hecho de que
al final de cada periodo regulatorio, de seis años, el regulador puede redefinir la
rentabilidad que considera razonable para los activos, lo que impide a las empresas no
ya alcanzar, sino incluso conocer el valor de unas instalaciones en las que invirtieron
cuando la regulación era otra.
Por tanto, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) cree que el Gobierno debería
aprovechar el final del primer semiperiodo regulatorio para modificar los aspectos de la
norma que generan inseguridad jurídica, fundamentalmente evitando que se pueda
modificar la rentabilidad razonable cada seis años y eliminando los límites de la senda
de precios prevista que impiden que se alcance la rentabilidad que supuestamente
garantiza la ley. Asimismo, se debería compensar a las empresas cada año en vez de
cada tres.
Los cambios del próximo semiperiodo
Pero el final del primer semiperiodo trae consigo más riesgos. La Ley del Sector
Eléctrico establece que el regulador debe utilizar los futuros de OMIP para calcular la
previsión de precios para los próximos tres años (2017, 2018 y 2019). A partir del
tercer año, no hay referencias obligatorias, pero para 2020 sí existe la referencia de
los futuros de OMIP, la mejor estimación posible a día de hoy. Lo razonable sería que
el regulador se basase en los precios actuales y atendiese a los pronósticos que
indican que seguirán una senda bajista. Ahora bien, si apuesta por precios más altos,
como ya hizo cuando dictó la ley, el incentivo será más bajo sin ninguna garantía de
recuperación por la propia perversión del sistema. Según los cálculos de AEE, si se
toman como referencia los 52 euros/MWh que ya figuran en la ley en vez de los 41
que sería razonable tomando la senda de los futuros, la eólica dejaría de ingresar en
los próximos tres años sin garantía de recuperarlos otros 600 millones de euros
necesarios para alcanzar la rentabilidad razonable.
No hay que olvidar que el sector eólico ha sido en términos absolutos el más golpeado
por la Reforma: en los primeros dos años completos desde su aplicación, 2014 y 2015,
los ingresos del sector han descendido un 23%, lo que en muchos casos ha puesto a
las empresas en dificultades para atender el servicio de la deuda. El mercado
doméstico se ha paralizado: en 2014 y 2015, se instalaron 27 MW en España, y los
fabricantes de aerogeneradores exportaron el 100% de su producción, lo que dificulta
que permanezcan en España. Estas dificultades están teniendo su reflejo en la pérdida
de valor de los activos y en los cambios de manos de estos a precios inferiores a los
anteriores a la Reforma Energética.
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) es la voz del sector eólico en España.
Representa a más del 90% del sector en España, promueve el uso de la energía
eólica, representa y defiende los intereses del sector.
Para más información:
Tfno. 91 745 12 76
[email protected]
www.aeeolica.org
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