forrajes desecados - Copa

COPA/COGECA
FS(03)04P2
Bruselas, 8 de febrero de 2003
REFORMA PROPUESTA DEL SECTOR DE
FORRAJES DESECADOS
POSICIÓN DEL GRUPO DE TRABAJO
“FORRAJES DESECADOS” DEL COPA Y DEL
COGECA
1.
El COPA y el COGECA estiman que la reforma propuesta del sector de los
forrajes desecados conllevará una disminución de la rentabilidad que
pondrá en peligro la supervivencia de muchos productores y provocará la
total desaparición de las empresas deshidratadoras transcurrido el período
transitorio de cuatro años.
2.
El desacoplamiento de las ayudas de la producción provocará problemas
de abastecimiento para las industrias de transformación, tanto en términos
de cantidad como de calidad. Además, la disminución de la ayuda a las
industrias deshidratadoras reducirá considerablemente la producción de
forrajes deshidratados.
3.
El COPA y el COGECA desearían subrayar una vez más que los forrajes
secados artificialmente constituyen, entre todos los cultivos agrícolas en el
mundo, la principal fuente de proteínas con un rendimiento neto de proteínas de
2 a 2,5 toneladas por hectárea.
4.
Actualmente, la UE tiene un déficit de proteínas vegetales superior al 70%.
Por consiguiente, tiene que recurrir al mercado mundial que la pone en una
posición cada vez más vulnerable. Esta situación no puede ser una solución a
largo plazo para atender las necesidades de la UE en proteínas vegetales.
5.
El COPA y el COGECA estiman, además, que las propuestas de la Comisión no
aportarán ninguna solución a la crítica dirigida contra el sector – que además es
dicutible. Al contrario, conllevarán la desaparición del sector a la vez que
destruirán su contribución positiva a la protección del medio ambiente.
i.
Se han realizado esfuerzos considerables para garantizar la calidad y la
trazabilidad del producto que no habrán servido para nada en caso de
desaparición del actual régimen.
ii.
El desarrollo tecnológico de la industria de transformación permitirá
seguir reduciendo el consumo de energía por tonelada deshidratada y
contribuirá así a la mejora del balance ecológico ya positivo en este
sector.
iii.
El regadío, necesario en las regiones meridionales de Europa, no puede
considerarse como un problema específico de la producción de plantas
forrajeras o de forrajes desecados. La problemática del regadío ha
afectado, generación tras generación, a la agricultura en su conjunto en
la zona mediterránea.
iv.
El sector de los forrajes desecados constituye un elemento importante de
vertebración de la economía rural. Europa cuenta actualmente con 350
empresas transformadoras ubicadas en las zonas rurales, que emplean a
15.000 asalariados a tiempo completo y a otros 15.000 en los sectores
anteriores y posteriores a la producción, y que producen 4,7 millones de
toneladas de productos vegetales ricos en proteínas. Esta estructura
descentralizada reduce las distancias de transporte, mejora la
infraestructura de las regiones y refuerza la posición de las zonas rurales
como empresarios y contribuyentes.
v.
Las propuestas de la Comisión conducirían a la desaparición de las
plantas europeas de secado (cuyo valor se estima en más de 4 mil
millones de €) de las cuales la mayoría existe desde más de 50 años y
pertenece a las cooperativas controladas por los agricultores.
vi.
La ayuda comunitaria actual a los forrajes desecados se paga integral y
directamente, como precio de compra adicional para la materia prima, a
los agricultores cuyo número rebasa los 100.000 y que abastecen las
empresas deshidratadoras en el marco de contratos. Esto ha permitido
hacer competitiva la producción de alfalfa y mantener el equilibrio entre
los pastizales y los otros cultivos herbáceos.
vii.
Las empresas deshidratadoras cooperativas prestan servicios a los
agricultores y contribuyen al fortalecimiento de la posición de sus socios
en el mercado dando consejos sobre las buenas prácticas culturales para
sus productos, efectuando análisis del suelo y de la composición de los
forrajes desecados puestos en el mercado, concentrando la oferta y
diversificando la gama de alimentos para animales de alta calidad.
viii.
La producción de forrajes desecados garantiza el adecuado
abastecimiento del mercado de los forrajes en las zonas desfavorecidas,
es menos sensible a las malas condiciones meteorológicas, permite
sacar provecho de los pastizales de gran valor natural sin riesgo de
pérdidas, mejora la situación social de las explotaciones familiares, y
contribuye a la protección del medio ambiente y del paisaje.
ix.
El cultivo de plantas forrajeras permite luchar eficazmente contra la
erosión y la desertificación porque permite mantener durante todo el año
una cubierta vegetativa protectiva que no requiere trabajos de laboreo ni
el uso de fertilizantes. De esta manera contribuye a la lucha contra la
fuga de nitratos y a la protección de las aguas subterráneas y potables.
x.
En las regiones de producción intensiva de cereales de la UE, el cultivo
de la alfalfa como forraje verde forma parte de la rotación de los cultivos
natural. Por tanto, permite mantener el suelo en buenas condiciones y
contribuye a su vida orgánica. También proporciona alimentos y
constituye una biosfera para los insectos y los pequeños animales.
6.
xi.
Por sus características naturales, su elevada pureza y calidad, los
forrajes desecados constituyen una fuente de proteínas indispensable
para la cría de animales respetuosa del medio ambiente, ya que
aseguran una alimentación sana a todas las especies de animales de
cría. Por esto, constituyen una garantía muy importante para el sector
alimentario.
xii.
La cantidad máxima garantizada de forrajes desecados que se ha
aplicado desde años, ha contribuido a la estabilización del volumen de
producción y a la contención del gasto presupuestario. Esto ha permitido
evitar excedentes y mejorar el abastecimiento interior de Europa en
sustancias nutritivas indispensables sin provocar incidencias negativas
en el mercado mundial.
Por todos estos motivos, el COPA y el COGECA rechazan las propuestas
de desacoplamiento de las ayudas pagadas a los productores y de reforma
del régimen aplicado a los forrajes desecados, y exigen el mantenimiento
de un sistema que garantice el futuro del sector.
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