El río Ganges, entre la vida y la muerte Redacción Travelview Vida alrededor del Ganges, misticismo en sus orillas y la muerte... en su interior. Para los hindúes el origen del río está en el sudor del pie de uno de sus dioses más afamados, el dios Vishnú y por ello es que el Ganges es un río sagrado para los hinduistas. El Ganges nace en el norte de la India tras la unión de dos ríos, el Bhaguirati y el Alakananda. Discurre al este del país, por las llamadas llanuras gangeáticas, este es el momento donde más agua recibe, un total de ochos ríos desembocan en él. Y tras recorrer más de 2.500 kilómetros, desemboca formando el fértil delta del Ganges. Una de las mayores concentraciones de población mundial vive aquí, a lo largo de este río. Gracias a él, más de 500 millones de personas beben agua potable, se lavan, limpian su ropa y riegan sus cultivos. Cerca del Ganges, en la zona de los Sundarbans o "hermosos bosques" está un hábitat muy importante del tigre de Bengala. Ahí es donde se encuentra el Parque Nacional de Sunderbans, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para los hindúes, cada vez que se sumergen en las sagradas aguas del Ganges purgan un pecado. Por ello las peregrinaciones para bañarse en las contaminadas aguas del río y la meditación en sus orillas son continuas. Además, se cree que al depositar las cenizas de los difuntos en él, pones fin al ciclo de reencarnaciones y llega al cielo. Si quieres ver en primera persona una incineración, el mejor lugar para ello es la ciudad sagrada de Varanasi. Allí están los famosos ghat, escalinatas a orillas del Ganges. La cremación de los difuntos y tirar los restos al río es una tradición tanto para los ricos como para los pobres. Todos los cuerpos son envueltos en una sábana, la diferencia está en la madera que utilizan unos y otros para incinerar el cuerpo. Los ricos queman a sus parientes en madera de sándalo, la más cara y olorosa; mientras, los pobres se tienen que conformar con algo más barato. Después de unas tres horas el cuerpo está consumido y las cenizas son echadas al río sacro. En el caso de los hombres, el busto es lo que más tarda en arder; y en el de la mujer, las caderas, así que en el caso que esto sea lo último que queda por desaparecer pasto del fuego, es enviado al Ganges entero. Los restos de Mahatma Gandhi fueron arrogados al Ganges tras su cremación. Y lo que aún te puede resultar más sorprendente, en 2001, tras morir de cáncer el guitarrista de The Beatles, George Harrison, sus restos también fueron a parar a este mágico lugar. Existen ciertas excepciones en las incineraciones. Las mujeres embarazadas, los niños menores de 14 años o los muertos de lepra están exentos de la cremación, a cambio, son lanzados al río atados a una pesada piedra. Los cuerpos de los fallecidos por mordedura por una serpiente se dejan flotar durante 10 días, los hindúes creen que las aguas del Ganges puedes devolverlos a la vida. Aunque no es normal ver cuerpos humanos enteros en el río, sí puede suceder. Existe una secta hindú que practica el necro-canibalismo con las personas que aparecen flotando en el Ganges. Los Aghori creen que comiéndose la carne les confiere poderes sobrenaturales y beneficios físicos como frenar el envejecimiento. El río Ganges es uno de los más contaminados del mundo pero para muchas personas es fuente de vida, donde proyectan su religiosidad y acabar en él, es su fin más preciado.